Online
Conectarse
En total hay 16 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 16 Invitados :: 1 Motor de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Creado por Toshiro Hitsugaya Miér Mayo 04, 2016 3:03 pm
La isla Karate se encuentra en el South Blue conocida por ser el lugar donde puedes aprender varios estilos muchos, si no todos los tipos de Karate conocidos hasta el momento. En esa isla donde el nombre te indica prácticamente todo también se pueden aprender otros estilos de combate como lo era el boxeo, entre otros más, tan solo debes buscar a la persona indicada y podrás aprender el estilo que gustes. En esa isla con estilos de combates tan varios es donde se encuentra el cazador conocido con el nombre de Okita ¿Por qué se encuentra en ella? Estaba buscando a un pirata el cual vio un wanted hace no mucho en otra isla, agradecía que pudo conseguir algunos en la isla anterior de donde obtuvo, hablando con algunos marines estos le habían entregado unos wanted de algunos piratas con una recompensa baja. Viendo la información que tenía no debería ser muy difícil poder atraparlos sin embargo debería conseguir información sobre cuáles eran los lugares que frecuentaba, con quienes mantenía una relación entre otros datos que lo pudieran ayudar para capturarlo corriendo los menores riesgos para la misión.
Un buen lugar para conseguir información era un bar aunque no cualquier bar, debía ser los que frecuentaran los piratas y generalmente ese era al que nadie quería entrar por ser conocido por las constantes peleas que se realizaban dentro de ella, por la gente que lo visitaba. Por lo mismo lo primero que hizo Okita al llegar a la isla fue preguntarle a una mujer el peor bar que tuviera la isla, para su fortuna no se encontraba muy lejos, agradeció a la mujer con un gesto por haberlo ayudado en su búsqueda. Tal como dijo aquella mujer tardo unos entre cinco a diez minutos caminando desde donde se encontraba, pudo reconocer el lugar de inmediato por el cartel que tenía afuera en mal estado, a punto de caerse. Al entrar al lugar noto como quienes se encontraban dentro del lugar lo miraron como si fuera un extraño, en cierta parte lo era aunque no iba con intenciones de tener una pelea de momento. Se sentó en una mesa que se encontraba cerca de la puerta. — Tráigame algo para comer y para beber. — Solo esas palabras le diría a la mesera que se acercó para preguntarle si deseaba algo para comer, debía pasar desapercibido si quería conseguir información del pirata que estaba buscando.
Un buen lugar para conseguir información era un bar aunque no cualquier bar, debía ser los que frecuentaran los piratas y generalmente ese era al que nadie quería entrar por ser conocido por las constantes peleas que se realizaban dentro de ella, por la gente que lo visitaba. Por lo mismo lo primero que hizo Okita al llegar a la isla fue preguntarle a una mujer el peor bar que tuviera la isla, para su fortuna no se encontraba muy lejos, agradeció a la mujer con un gesto por haberlo ayudado en su búsqueda. Tal como dijo aquella mujer tardo unos entre cinco a diez minutos caminando desde donde se encontraba, pudo reconocer el lugar de inmediato por el cartel que tenía afuera en mal estado, a punto de caerse. Al entrar al lugar noto como quienes se encontraban dentro del lugar lo miraron como si fuera un extraño, en cierta parte lo era aunque no iba con intenciones de tener una pelea de momento. Se sentó en una mesa que se encontraba cerca de la puerta. — Tráigame algo para comer y para beber. — Solo esas palabras le diría a la mesera que se acercó para preguntarle si deseaba algo para comer, debía pasar desapercibido si quería conseguir información del pirata que estaba buscando.
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
Creado por Coyote Starrk Miér Mayo 04, 2016 9:36 pm
Coyote era un hombre simple, con deseos simples, gustos simples, y anhelaba la simpleza de las cosas. ¿Deseaba hacer algo? Lo hacía, sin problema alguno. ¿Quería algo que le pertenecía a otra persona? Era cuestión de poner una bala entre las cejas de esa persona y arrebatarle lo que sea de sus frías manos. Claro estaba que el tirador no era un asesino a diestra y siniestra que solo buscaba acabar con otros. Simplemente anhelaba una paz y tranquilidad prolongada, lo que implicaba mantenerse lejos de los “problemas”, aunque estos lo acecharan como un karma. ¿Crees que todo esto suena contradictorio? Trata de vivirlo como el sujeto del parche innecesario, que debe convivir con eso día a día.
Sus andadas lo llevaron al South Blue, puntualmente a la Isla Karate. ¿Por qué un usuario de armas de fuego acudiría a una isla donde únicamente se entrenaban personas en artes marciales físicas? Esa es una pregunta interesante, y la respuesta a la misma es aún más interesante: Simplemente tuvo ganas de ver con sus propios ojos como era el legendario lugar donde los mejores artistas marciales iniciaban su historia, se desarrollaban y continuaban su leyenda. Aunque tuviese un genuino interés acerca de esto, no estaba loco como para practicar por si mismo. Eso sería, en palabras del quejoso castaño de aspecto desalineado, una verdadera “molestia en el trasero”.
Tras un largo paseo sin rumbo fijo, el pirata finalmente llegó a un bar de muy poca monta, con una entrada poco agradable para los ojos de cualquier especie viviente: Sucias puertas de madera, oscuras, corroídas por el paso del tiempo; un cartel colgante que amenazaba con caer a la mísera presencia de una brisa primaveral; bolsas de basura acumuladas a unos cuantos pasos de una de las ventanas de la misma. Sin inmutarse por esto, Coyote se hizo paso por esa entrada, dando largas zancadas en su interior, llegando a una de las mesas desocupadas a uno de los lados. La misma era de una madera no mejor que la de las puertas de entrada, del mismo color oscuro, y poco agradable al tacto. Las sillas no eran mucho mejores. Se removió el parche una vez ocupó su lugar, haciendo una seña con su diestra a la mesera, para recibir atención.
La joven morocha de orbes esmeraldas puso delante de este un gran jarro lleno de ron, justo cuando otro sujeto se hizo presente en ese lugar de mala muerte. No era necesario ser un genio para notar las miradas poco amigables dirigidas a la figura que se sentó en una mesa sentada junto a la que él ocupaba. –Oye.- Se recargó contra el respaldo de la silla que ocupaba, levantando las patas delanteras, haciendo equilibrio como si se tratara de un juego de niños. No lo miraba, pues sabía que eso atraería problemas innecesarios. –No creo que seas muy bienvenido que digamos.- En un susurro, continuo sus palabras, sin darle mucha importancia a los matones que mascullaban cosas por lo bajo. Parecía que los problemas estaban la vuelta de la esquina. –No es mi problema, pero te aconsejaría que te vayas.-
Sus andadas lo llevaron al South Blue, puntualmente a la Isla Karate. ¿Por qué un usuario de armas de fuego acudiría a una isla donde únicamente se entrenaban personas en artes marciales físicas? Esa es una pregunta interesante, y la respuesta a la misma es aún más interesante: Simplemente tuvo ganas de ver con sus propios ojos como era el legendario lugar donde los mejores artistas marciales iniciaban su historia, se desarrollaban y continuaban su leyenda. Aunque tuviese un genuino interés acerca de esto, no estaba loco como para practicar por si mismo. Eso sería, en palabras del quejoso castaño de aspecto desalineado, una verdadera “molestia en el trasero”.
Tras un largo paseo sin rumbo fijo, el pirata finalmente llegó a un bar de muy poca monta, con una entrada poco agradable para los ojos de cualquier especie viviente: Sucias puertas de madera, oscuras, corroídas por el paso del tiempo; un cartel colgante que amenazaba con caer a la mísera presencia de una brisa primaveral; bolsas de basura acumuladas a unos cuantos pasos de una de las ventanas de la misma. Sin inmutarse por esto, Coyote se hizo paso por esa entrada, dando largas zancadas en su interior, llegando a una de las mesas desocupadas a uno de los lados. La misma era de una madera no mejor que la de las puertas de entrada, del mismo color oscuro, y poco agradable al tacto. Las sillas no eran mucho mejores. Se removió el parche una vez ocupó su lugar, haciendo una seña con su diestra a la mesera, para recibir atención.
La joven morocha de orbes esmeraldas puso delante de este un gran jarro lleno de ron, justo cuando otro sujeto se hizo presente en ese lugar de mala muerte. No era necesario ser un genio para notar las miradas poco amigables dirigidas a la figura que se sentó en una mesa sentada junto a la que él ocupaba. –Oye.- Se recargó contra el respaldo de la silla que ocupaba, levantando las patas delanteras, haciendo equilibrio como si se tratara de un juego de niños. No lo miraba, pues sabía que eso atraería problemas innecesarios. –No creo que seas muy bienvenido que digamos.- En un susurro, continuo sus palabras, sin darle mucha importancia a los matones que mascullaban cosas por lo bajo. Parecía que los problemas estaban la vuelta de la esquina. –No es mi problema, pero te aconsejaría que te vayas.-
Coyote Starrk
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Toshiro Hitsugaya Jue Mayo 05, 2016 8:58 am
No había que ser un genio para darse cuenta que el espadachín no era bienvenido en el lugar, era ajeno a ese ambiente y se podía notar a simple vista. El pirata que estaba buscando no se encontraba en el lugar aunque pudo reconocer a unos tantos que busco en algún momento, perdió el interés sobre ellos ya que los veía muy simple para capturar, no eran un reto el hecho de tener que capturarlos. Los comentarios sobre él no se hicieron esperar, al minuto algunas personas estaban haciendo comentarios, no alcanzaba a escucharlos sin embargo era notorio lo que estaban haciendo. La mayoría de ellos ya se encontraba ebrios a pesar de que era cerca del mediodía, por lo que conocía de los piratas que había capturado anteriormente no era muy diferente a lo que estaba habiendo, alguna vez se aprovechó de esa condición para capturar a alguien, sobre todo cuando estaba iniciando como un cazarrecompensas. Con el tiempo prefería un combate contra ellos para capturarlos, de esa manera podía estar avanzar aunque fuera un poco para volverse más fuerte, su sueño no era algo que pudiera hacer de un día para otro.
Luego de realizar su pedido un hombre con un parche en la cara que estaba a unas mesas de distancia lo llamo, se giró para verlo y esperar que le dijera algo importante. Sus palabras eran bastante obvias, lo sabía mejor que nadie y por eso mismo estaba en ese sitio, era algo de lo que aprendió al ir capturando piratas. — Lo tengo más que claro, no es algo que me detenga. Dudo que alguno de los presentes pueda hacerme algo. — Tenia confianza en su fuerza, los que se encontraban en el lugar eran más débiles que Okita, incluso quien le estaba hablando. — Si estoy aquí es por algo, cuando termine me iré de aquí. — Con quien estaba hablando sobresalía del resto, era más fuerte que el resto aunque si se enfrentaba contra todos al mismo tiempo seguramente se encontraría con algún problema. — ¿Qué hace alguien como tú por estos lados? Puedo ver que eres distintos al resto. — La mesera llego con su pedido, dejándole una botella de Sake y algo para comer.
Luego de realizar su pedido un hombre con un parche en la cara que estaba a unas mesas de distancia lo llamo, se giró para verlo y esperar que le dijera algo importante. Sus palabras eran bastante obvias, lo sabía mejor que nadie y por eso mismo estaba en ese sitio, era algo de lo que aprendió al ir capturando piratas. — Lo tengo más que claro, no es algo que me detenga. Dudo que alguno de los presentes pueda hacerme algo. — Tenia confianza en su fuerza, los que se encontraban en el lugar eran más débiles que Okita, incluso quien le estaba hablando. — Si estoy aquí es por algo, cuando termine me iré de aquí. — Con quien estaba hablando sobresalía del resto, era más fuerte que el resto aunque si se enfrentaba contra todos al mismo tiempo seguramente se encontraría con algún problema. — ¿Qué hace alguien como tú por estos lados? Puedo ver que eres distintos al resto. — La mesera llego con su pedido, dejándole una botella de Sake y algo para comer.
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
Creado por Coyote Starrk Jue Mayo 05, 2016 12:05 pm
El sol, en lo alto del cielo, indicaba que ya era mediodía. Sin embargo, en ese bar de mala muerte era común el tener “clientes” a esas horas, en estado de ebriedad y violencia elevada. La costumbre indicaba que todos debían atacar a quién no fuese “como ellos”, aquel que no encajara en el grupo de matones, desalmados, ladrones y otros calificativos que indicaran un bajo, casi nulo, nivel de humanidad. Claro estaba, el hombre que había ingresado tras Coyote brillaba con luces de neón en un callejón oscuro. Hasta el más ebrio de los presentes tenía sus ojos puestos en este, con cierto recelo y, puntualmente, odio injustificado hacía su persona. ¿Por qué odiar a lo que era diferente?
El ojo que anteriormente estaba cubierto por el parche se posó sobre este hombre tan particular, con cierto interés. Sus palabras denotaban una seguridad y calma muy superior a la de muchas personas que había encontrado en su vida. Tomó el jarro delante de él y se levantó de su asiento, acercándose al aparente humano de tan llamativa presencia. –Con su permiso.- Antes de ocupar un lugar en la misma mesa, hizo una reverencia con su cabeza, un leve gesto de cortesía que había aprendido en sus años de gloria. Dejó el objeto lleno de ron sobre la mesa y ocupó el banco que daba frente al espadachín.
-Damisela, más ron por favor- Con su zurda levantada, ejerciendo un tono de voz elevado, llamó la atención de la mesera y, por supuesto, de los demás presentes en aquel lugar. Un mar de ojos fijaron su atención en los dos hombres, cosa que Coyote pasó por alto totalmente. Darles la atención que tanto deseaban solo generaría problemas innecesarios. –No soy tan diferente de las escorias que aquí ves presentes.- Una sonrisa se dibujó en su rostro, mientras indicaba con su cabeza a los ebrios al otro lado del local. –Suelo estar ebrio, tengo problemas para dormir, siento cierto rechazo por las normas.-
-¿Por qué te estoy comentando todo esto?- Dio un largo trago antes de proseguir, con la misma calma con la que había ingresado al lugar e iniciado una conversación con el extraño personaje. –Se nota que eres más fuerte que todos estos tipos. Ni siquiera a esta distancia podría hacerte algo.- Levantó ambas manos y las inclinó hacia atrás, como si estuviese cargando una caja o algo pesado. Esa era la expresión que tanto usaba para expresar su simplicidad, seguido de un encogimiento de hombros. Hablaba con seguridad de sus palabras, escogiéndolas de antemano pues, a diferencia de lo que muchos podrían creer, el tirador era más inteligente de lo que aparentaba. –Por cierto, Coyote Starrk. Un hombre aburrido que deseaba ver algo interesante para variar.-
El ojo que anteriormente estaba cubierto por el parche se posó sobre este hombre tan particular, con cierto interés. Sus palabras denotaban una seguridad y calma muy superior a la de muchas personas que había encontrado en su vida. Tomó el jarro delante de él y se levantó de su asiento, acercándose al aparente humano de tan llamativa presencia. –Con su permiso.- Antes de ocupar un lugar en la misma mesa, hizo una reverencia con su cabeza, un leve gesto de cortesía que había aprendido en sus años de gloria. Dejó el objeto lleno de ron sobre la mesa y ocupó el banco que daba frente al espadachín.
-Damisela, más ron por favor- Con su zurda levantada, ejerciendo un tono de voz elevado, llamó la atención de la mesera y, por supuesto, de los demás presentes en aquel lugar. Un mar de ojos fijaron su atención en los dos hombres, cosa que Coyote pasó por alto totalmente. Darles la atención que tanto deseaban solo generaría problemas innecesarios. –No soy tan diferente de las escorias que aquí ves presentes.- Una sonrisa se dibujó en su rostro, mientras indicaba con su cabeza a los ebrios al otro lado del local. –Suelo estar ebrio, tengo problemas para dormir, siento cierto rechazo por las normas.-
-¿Por qué te estoy comentando todo esto?- Dio un largo trago antes de proseguir, con la misma calma con la que había ingresado al lugar e iniciado una conversación con el extraño personaje. –Se nota que eres más fuerte que todos estos tipos. Ni siquiera a esta distancia podría hacerte algo.- Levantó ambas manos y las inclinó hacia atrás, como si estuviese cargando una caja o algo pesado. Esa era la expresión que tanto usaba para expresar su simplicidad, seguido de un encogimiento de hombros. Hablaba con seguridad de sus palabras, escogiéndolas de antemano pues, a diferencia de lo que muchos podrían creer, el tirador era más inteligente de lo que aparentaba. –Por cierto, Coyote Starrk. Un hombre aburrido que deseaba ver algo interesante para variar.-
Coyote Starrk
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Toshiro Hitsugaya Jue Mayo 05, 2016 2:48 pm
Tomo la botella de Sake que le llevo la mesera para servirse un poco en el vaso que le dieron para servirse, era del tamaño perfecto para servirse un buen Sake. La comida que le llevaron era carne picada para que fuera fácil de tomar y llevársela a la boca, saco unos trozos para degustar que tal estaba, tenía algo de hambre luego de pasar un par de horas sin comer. Para su suerte la carne se encontraba sabrosa y el Sake como le gustaba, no podía pedir más de momento mientras recopilaba información sobre algunos piratas.
Con quien estaba hablando a la distancia de un momento a otro tomo la botella de lo que estuviera tomando acercándose donde se encontraba Okita mirándolo sin decirle nada, cuando hablo para sentarse en la mesa el cazador con un gesto de su mano derecha le indico que se sentara. Lleno el vaso de Sake para tomar un trago dejándolo donde estaba antes, — Con lo de diferente me refería a que eres más fuertes que ellos, por lo menos te ves más fuertes que ellos. — Miraría al resto de personas que se encontraban en el lugar, los que fueron capaz de escucharon se estaban aguantando las ganas para saltarle encima, lo que no le preguntaba porque sabía que podría vencerlos en caso de un combate. — Pero por lo que dices tienes las mismas actitudes que ellos. —
Ante la pregunte que le hizo aquel sujeto no sabía cómo responderle, si él no lo sabía mucho menos podría ayudarlo en saber la respuesta. — Si tú no sabes la respuesta, dudo poder ayudarte en algo así. — Saco otro trozo de carne para seguir comiendo. — Quizás si me puedas hacer algo desde esta distancia, ni siquiera ha intentado hacer algo. — Ante la presentación de Coyote por lo que dijo estiro la mano para poder estrecharla — Soy Okita. Un hombre que hace cosas interesantes. — Ninguno de los otros piratas hacia movimiento alguno, seguían haciendo lo mismo que cuando el cazador entro. — ¿Qué es lo que hace una persona como tú en este lugar? Si quieres embriagarte podrías hacerlo en otro lado. — Ahora podía bajar la atención que estaba teniendo al encontrarse solo, con un poco de suerte el pirata que estaba buscando podría llegar al bar.
Con quien estaba hablando a la distancia de un momento a otro tomo la botella de lo que estuviera tomando acercándose donde se encontraba Okita mirándolo sin decirle nada, cuando hablo para sentarse en la mesa el cazador con un gesto de su mano derecha le indico que se sentara. Lleno el vaso de Sake para tomar un trago dejándolo donde estaba antes, — Con lo de diferente me refería a que eres más fuertes que ellos, por lo menos te ves más fuertes que ellos. — Miraría al resto de personas que se encontraban en el lugar, los que fueron capaz de escucharon se estaban aguantando las ganas para saltarle encima, lo que no le preguntaba porque sabía que podría vencerlos en caso de un combate. — Pero por lo que dices tienes las mismas actitudes que ellos. —
Ante la pregunte que le hizo aquel sujeto no sabía cómo responderle, si él no lo sabía mucho menos podría ayudarlo en saber la respuesta. — Si tú no sabes la respuesta, dudo poder ayudarte en algo así. — Saco otro trozo de carne para seguir comiendo. — Quizás si me puedas hacer algo desde esta distancia, ni siquiera ha intentado hacer algo. — Ante la presentación de Coyote por lo que dijo estiro la mano para poder estrecharla — Soy Okita. Un hombre que hace cosas interesantes. — Ninguno de los otros piratas hacia movimiento alguno, seguían haciendo lo mismo que cuando el cazador entro. — ¿Qué es lo que hace una persona como tú en este lugar? Si quieres embriagarte podrías hacerlo en otro lado. — Ahora podía bajar la atención que estaba teniendo al encontrarse solo, con un poco de suerte el pirata que estaba buscando podría llegar al bar.
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
Creado por Coyote Starrk Vie Mayo 06, 2016 12:39 pm
Levantó su zurda, luego de haber escuchado lo que “el hombre que hace cosas interesantes” tenía para decir, como si tratara de evitar que este prosiguiera. Con su cabeza negó un par de veces, como si no estuviese de acuerdo en lo que Okita había dicho. –Tengo sus manías, si.- Comenzó a hablar una vez el opuesto terminó lo que tenía que decir, luego de haber dado otro trago del Ron que la mesera había traído nuevamente a la mesa. El Ron era una de las tantas manías y costumbres de pirata que el tirador tenía arraigado en su ser y, para ser francos, no le molestaba en lo absoluto. –Sin embargo, no soy muy partidario de los problemas.-
Sin darse vuelta, señaló con su dedo índice a una de las mesas que se encontraba en un rincón oscuro. Puntualmente señalaba a un pelado de figura redonda, con grandes músculos en sus brazos. Era fácilmente distinguible no solo por su figura, sino también por el tatuaje en forma de estrella que llevaba alrededor de su ojo izquierdo. –Ese tipo de ahí, así como lo ves, es un experto en boxeo.- Su indicación pasó a un sujeto escuálido a su lado, de largos cabellos castaños similares a la del propio sujeto que hablaba. Iba vestido con vestiduras blancas, con un cinturón negro atado a su cintura. –Ese de ahí es experto en…- Por un prolongado minuto quedó mudo, con su dedo índice sobre su frente, golpeando una y otra vez sobre su cráneo, tratando de producir algo de su cerebro. –No recuerdo el nombre, pero es un arte marcial famoso. Es bueno, muy bueno.-
Dio otro trago de su bebida alcohólica antes de proseguir. Cada vez que el ron pasaba por su garganta, sentía como si volviese a la vida. A veces se consideraba un alcohólico dependiente. –Quizá no lo parezca, pero este lugar de mala muerte está lleno de figuras expertas en algún arte marcial o método de combate.- Recorrió el lugar sin disimulo alguno con sus orbes castaños, esperando que su “acompañante” hiciera exactamente lo mismo. Aunque admitía que ese lugar no parecía ser de gran interés, nunca había que juzgar a alguien por su apariencia… O eso es lo que decían.
-Podría seguir nombrándote figuras, señalando famosos cuyos nombres no recuerdo, pero eso te aburriría.- Encogiéndose de hombres se recostó contra el respaldo de su asiento, levándose con las patas traseras de la misma, haciendo equilibrio como un niño aburrido. –Dicen que aquí solo vienen lo más fuertes, los expertos, quienes no temen ensuciarse las manos para demostrar su supremacía.- Ladeo su cabeza unos segundos, indicando a unos sujetos que mascullaban desde la barra, detrás de ellos. Se notaba que estos se preparaban para causar algún desmadre. –Solo deseaba con mis propios ojos este lugar.-
Sin darse vuelta, señaló con su dedo índice a una de las mesas que se encontraba en un rincón oscuro. Puntualmente señalaba a un pelado de figura redonda, con grandes músculos en sus brazos. Era fácilmente distinguible no solo por su figura, sino también por el tatuaje en forma de estrella que llevaba alrededor de su ojo izquierdo. –Ese tipo de ahí, así como lo ves, es un experto en boxeo.- Su indicación pasó a un sujeto escuálido a su lado, de largos cabellos castaños similares a la del propio sujeto que hablaba. Iba vestido con vestiduras blancas, con un cinturón negro atado a su cintura. –Ese de ahí es experto en…- Por un prolongado minuto quedó mudo, con su dedo índice sobre su frente, golpeando una y otra vez sobre su cráneo, tratando de producir algo de su cerebro. –No recuerdo el nombre, pero es un arte marcial famoso. Es bueno, muy bueno.-
Dio otro trago de su bebida alcohólica antes de proseguir. Cada vez que el ron pasaba por su garganta, sentía como si volviese a la vida. A veces se consideraba un alcohólico dependiente. –Quizá no lo parezca, pero este lugar de mala muerte está lleno de figuras expertas en algún arte marcial o método de combate.- Recorrió el lugar sin disimulo alguno con sus orbes castaños, esperando que su “acompañante” hiciera exactamente lo mismo. Aunque admitía que ese lugar no parecía ser de gran interés, nunca había que juzgar a alguien por su apariencia… O eso es lo que decían.
-Podría seguir nombrándote figuras, señalando famosos cuyos nombres no recuerdo, pero eso te aburriría.- Encogiéndose de hombres se recostó contra el respaldo de su asiento, levándose con las patas traseras de la misma, haciendo equilibrio como un niño aburrido. –Dicen que aquí solo vienen lo más fuertes, los expertos, quienes no temen ensuciarse las manos para demostrar su supremacía.- Ladeo su cabeza unos segundos, indicando a unos sujetos que mascullaban desde la barra, detrás de ellos. Se notaba que estos se preparaban para causar algún desmadre. –Solo deseaba con mis propios ojos este lugar.-
Coyote Starrk
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Toshiro Hitsugaya Vie Mayo 06, 2016 10:32 pm
Mientras estaba en el bar disfrutando del sake y de la carne que le llevo la mesera, aprovechaba el momento para observar las acciones de los hombres que se encontraban dentro del lugar, estaba buscando a un pirata y lo más probable es que pudiera conseguir algo de información en ese ligar, su experiencia le había enseñado donde buscar al momento de querer información de alguien. Estando en el bar un hombre con una apariencia desordenada se acercó para conversar un poco, podía notar que era más fuerte que el resto de quienes se encontraban en el lugar sin contar al mismo Okita.
Daba el último trago al vaso de sake que se sirvió para dejarlo en la mesa, estiraría su mano izquierda tomando así la botella para servirse otro vaso más aunque no lo tomo de inmediato, solo lo dejo servido. La conversación se mantenía fluía sin muchas interrupciones de nadie. — La verdad es que te vez como alguien que si pudiera estaría en algún lugar sin moverse. — Con esa apariencia mayormente desordenada no era su mejor carta de presentación, dejaba algo despreocupado ese lado sin embargo al cazador no era algo que le importara mucho, lo que hacía o no el resto no era algo que le preocupara hasta que afectara de alguna manera sus intereses.
Con aquel gesto que estaba teniendo quien usaba un parche se quedó callado sin decir palabra alguna mientras este hablaba, le estaba indicado personas que se encontraban mesas a su lado agregando algunos datos sobre el estilo de pelea que usaban. — ¿Por qué me estás dando esta información? No es como si te la hubiera pedido y la verdad es que por ahora estoy buscando otro tipo de información. — Algo duro para quien pudiera considerarlo así pero no le gustaba que lo interrumpiera cuando estaba tratando de conseguir información, es cierto que prefería estar conversando con alguien que estar solo pero no que lo interrumpieran. Por otro lado pareciera que conocía bastante detalles de quienes habitaban la isla, a lo mejor podría tener algo de información que lo ayudara. — Puedo notar que sabes mucho sobre quienes viven en la isla ¿Eres de por aquí? — Esperando una respuesta volvió a dar un trago al vaso de saque que tenía frente a él.
— Algo había escuchado sobre la isla, conocida por sus conocimientos sobre las artes marciales principalmente por el Karate, dicen que puedes aprender todo tipo de esa arte en esta isla. Es algo interesante si lo piensas bien, me gustaría poder enfrentarme a uno sin embargo yo uso Katanas para pelear, dudo mucho que sea un combate justo si solo usan sus manos. — Deseaba que existiera un lugar similar con quienes usaran espadas para poder demostrar que era el mejor espadachín del mundo.
No sabía nada de su compañero y este le había dado un poco de información sin que se lo pidiera. — ¿Hay algo en particular que te atraiga a la isla? No te veo como alguien que utilice las manos en un combate, debes usar alguna arma. — No sabía en específico cual ya que no se veían a simple vista, podía ser un arma de distancia o un arma de filo que ocultara en sus ropas.
Daba el último trago al vaso de sake que se sirvió para dejarlo en la mesa, estiraría su mano izquierda tomando así la botella para servirse otro vaso más aunque no lo tomo de inmediato, solo lo dejo servido. La conversación se mantenía fluía sin muchas interrupciones de nadie. — La verdad es que te vez como alguien que si pudiera estaría en algún lugar sin moverse. — Con esa apariencia mayormente desordenada no era su mejor carta de presentación, dejaba algo despreocupado ese lado sin embargo al cazador no era algo que le importara mucho, lo que hacía o no el resto no era algo que le preocupara hasta que afectara de alguna manera sus intereses.
Con aquel gesto que estaba teniendo quien usaba un parche se quedó callado sin decir palabra alguna mientras este hablaba, le estaba indicado personas que se encontraban mesas a su lado agregando algunos datos sobre el estilo de pelea que usaban. — ¿Por qué me estás dando esta información? No es como si te la hubiera pedido y la verdad es que por ahora estoy buscando otro tipo de información. — Algo duro para quien pudiera considerarlo así pero no le gustaba que lo interrumpiera cuando estaba tratando de conseguir información, es cierto que prefería estar conversando con alguien que estar solo pero no que lo interrumpieran. Por otro lado pareciera que conocía bastante detalles de quienes habitaban la isla, a lo mejor podría tener algo de información que lo ayudara. — Puedo notar que sabes mucho sobre quienes viven en la isla ¿Eres de por aquí? — Esperando una respuesta volvió a dar un trago al vaso de saque que tenía frente a él.
— Algo había escuchado sobre la isla, conocida por sus conocimientos sobre las artes marciales principalmente por el Karate, dicen que puedes aprender todo tipo de esa arte en esta isla. Es algo interesante si lo piensas bien, me gustaría poder enfrentarme a uno sin embargo yo uso Katanas para pelear, dudo mucho que sea un combate justo si solo usan sus manos. — Deseaba que existiera un lugar similar con quienes usaran espadas para poder demostrar que era el mejor espadachín del mundo.
No sabía nada de su compañero y este le había dado un poco de información sin que se lo pidiera. — ¿Hay algo en particular que te atraiga a la isla? No te veo como alguien que utilice las manos en un combate, debes usar alguna arma. — No sabía en específico cual ya que no se veían a simple vista, podía ser un arma de distancia o un arma de filo que ocultara en sus ropas.
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
Creado por Coyote Starrk Sáb Mayo 07, 2016 6:28 pm
El comentario dirigido a su persona le causo algo de gracia, manifestándolo en una sutil risa que no se molestó en disimular. Había una gran veracidad en las palabras del ajeno, quizá guiándose por su apariencia, su forma de expresarse o hablar. Asintió con la cabeza un par de veces, incluso luego de que el hombre afirmara que la información que le estaba brindando no era la que buscaba. –Veo que no lo entiendes, así que te lo explicaré.- Su tono de voz era, dentro de lo que cabía, gentil, pues no buscaba enojar al quién era su “acompañante” en aquel lúgubre lugar. –Navego por mi cuenta hace un tiempo, por lo que me gusta ver cosas con mis propios ojos, simplemente para no aburrirme.-
Cierto hombre dijo una vez que las personas aburridas eran las que podrían causar revoluciones, crear cosas nuevas de la nada, buscar mejorar las cosas ya existentes o encontrar los secretos mejores guardados. Esas afirmación, aunque cierta, era poco acertada para un sujeto como Coyote. No tenía una gran aspiración, carecía de valores que lo hicieran un gran hombre respetable y honorable, y tampoco deseaba hacerlo. –Como dije antes, solo soy un hombre aburrido, en busca de algo interesante.- Sus labios remarcaban las palabras “aburrido” e “interesante”, como si todo lo que este representara estuviese volcado en ambas. –Pensé que podría pasar algo interesante, que me sacara del aburrimiento, por lo que vine a este lugar. Ya sabes, donde se supone hay grandes artistas marciales, con deseos de grandeza.-
Con su zurda apartó levemente su abrigo, metiendo su diestra dentro del mismo. Al cabo de unos segundos, dejó salir una de sus armas, depositándola sobre la mesa. El accionar tomó lugar luego de las palabras de Okita, dando en el clavo con lo que este había expresado. –Así es. Uso pistolas. Nada elegante como las armas de filo, carente de potencia como los combates mano a mano.- Sin siquiera mirar su arma, comenzó a girarla, como si se tratara la botellita del famoso juego que los niños y adolescentes jugaban. Era una manía que había adquirido durante sus noches de lectura para no quedarse dormido. –Sin embargo, las armas como esta son más precisas, rústicas. No son para dar ningún espectáculo o medir tus habilidades. Son para cumplir con el trabajo.-
El arma dio un par de vueltas, hasta que finalmente se detuvo con su cañón apuntado al espadachín. El tirador no había ejercido más que solo fuerza para hacerla girar, por lo que se podría afirmar que había sido obra de la fortuna. –Creí que venir a este lugar, con personas tan apuestas a mí, podría entretenerme un rato. Aprendí, si… Pero no puedo decir que me servirá de algo.- Con un sutil movimiento de su rostro denotando negación, tomó de su vaso y dio un largo trago. Quizá el extraño podría entretenerlo un rato. -¿Y tú? ¿Qué es lo que tanto haces en este lugar? Se ve que andas esperando la llegada de alguien.-
Cierto hombre dijo una vez que las personas aburridas eran las que podrían causar revoluciones, crear cosas nuevas de la nada, buscar mejorar las cosas ya existentes o encontrar los secretos mejores guardados. Esas afirmación, aunque cierta, era poco acertada para un sujeto como Coyote. No tenía una gran aspiración, carecía de valores que lo hicieran un gran hombre respetable y honorable, y tampoco deseaba hacerlo. –Como dije antes, solo soy un hombre aburrido, en busca de algo interesante.- Sus labios remarcaban las palabras “aburrido” e “interesante”, como si todo lo que este representara estuviese volcado en ambas. –Pensé que podría pasar algo interesante, que me sacara del aburrimiento, por lo que vine a este lugar. Ya sabes, donde se supone hay grandes artistas marciales, con deseos de grandeza.-
Con su zurda apartó levemente su abrigo, metiendo su diestra dentro del mismo. Al cabo de unos segundos, dejó salir una de sus armas, depositándola sobre la mesa. El accionar tomó lugar luego de las palabras de Okita, dando en el clavo con lo que este había expresado. –Así es. Uso pistolas. Nada elegante como las armas de filo, carente de potencia como los combates mano a mano.- Sin siquiera mirar su arma, comenzó a girarla, como si se tratara la botellita del famoso juego que los niños y adolescentes jugaban. Era una manía que había adquirido durante sus noches de lectura para no quedarse dormido. –Sin embargo, las armas como esta son más precisas, rústicas. No son para dar ningún espectáculo o medir tus habilidades. Son para cumplir con el trabajo.-
El arma dio un par de vueltas, hasta que finalmente se detuvo con su cañón apuntado al espadachín. El tirador no había ejercido más que solo fuerza para hacerla girar, por lo que se podría afirmar que había sido obra de la fortuna. –Creí que venir a este lugar, con personas tan apuestas a mí, podría entretenerme un rato. Aprendí, si… Pero no puedo decir que me servirá de algo.- Con un sutil movimiento de su rostro denotando negación, tomó de su vaso y dio un largo trago. Quizá el extraño podría entretenerlo un rato. -¿Y tú? ¿Qué es lo que tanto haces en este lugar? Se ve que andas esperando la llegada de alguien.-
Coyote Starrk
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Toshiro Hitsugaya Sáb Mayo 07, 2016 8:16 pm
Aquel sujeto con el que estaba conversando se estaba riendo, el cazador no entendía muy bien porque lo estaba haciendo si a su parecer no había dicho nada gracioso, aunque quizás era por otro motivo o simplemente estaba loco y aun no lo sabía. — Tal parece que no entendí a lo que te referías. — Esperaba a que Coyote le explicara lo que entendió mal, no había dormido mucho últimamente y el sake que estaba bebiendo no lo estaba ayudando. No es que estuviera borrado, para nada, solo que algunas cosas no les estaba prestando la suficiente atención por estar pendiente a los comportamientos que tenían los demás piratas en la isla. Al escuchar el comentario del que llevaba un parche en la cara comenzó a reírse por dentro, no mostró ninguna reacción física similar a una risa ni nada similar, encontraba gracioso que dijera que le gustaba ver el mundo con sus ojos cuando usaba un parche para tapar uno.
Por una razón que Okita desconocía por razones obvias, con quien estaba hablando repetía que se trataba de un hombre aburrido, es cierto que se veía algo desordenado pero no como alguien aburrido. A lo mejor la falta de interés por hacer cosas lo tenía así, el cazador se lo podía imaginar capaz de estar igual que una planta haciendo fotosíntesis y para él estaría perfecto. — Me imagino que harán varios combates con demostración al público, debe ser una isla donde las artes marciales se viven por todos lados menos este… quizás tengas algo de suerte por esos lados para entretenerte. — No sé le ocurría nada más que pudiera tener de atracción la isla para que dejara de ser un “hombre aburrido”.
En el momento cuando Coyote saco sus pistolas todos en el lugar se dieron vuelta para mirarlo, estaba llamando la atención. Por la experiencia que poseía el sacar un arma de un momento a otro podría ser peligroso, alguien podría tomarlo como una declaración y comenzar una verdadera guerra en el pequeño bar. — Ohhh. Pistolas, así que mantienes la distancia para poder atacar, debes tener un buen pulso y vista. — Como lo veía si alguien usaba pistolas sin embargo no tenía una buena puntería o un pulso decente no servía para nada. — Las Katanas también son armas precisas, pueden ser muy peligrosas si es que se saben ocupar bien. — No estaba de acuerdo con las palabras del hombre de desordenado cabello.
— Tienes razón, estoy buscando a alguien. — Tomo otro trozo de carne para colocar en su boca, dio unos mordiscos y luego volvió a dar otro trago de sake. — Estoy buscando a un pirata para capturarlo, por lo que supe estaba en esta lista la última vez que lo vieron. —Termino de beber lo que quedaba en el vaso. — Quizás sepas de quien se trata. — Deposito el vaso en la mesa frente a él.
Por una razón que Okita desconocía por razones obvias, con quien estaba hablando repetía que se trataba de un hombre aburrido, es cierto que se veía algo desordenado pero no como alguien aburrido. A lo mejor la falta de interés por hacer cosas lo tenía así, el cazador se lo podía imaginar capaz de estar igual que una planta haciendo fotosíntesis y para él estaría perfecto. — Me imagino que harán varios combates con demostración al público, debe ser una isla donde las artes marciales se viven por todos lados menos este… quizás tengas algo de suerte por esos lados para entretenerte. — No sé le ocurría nada más que pudiera tener de atracción la isla para que dejara de ser un “hombre aburrido”.
En el momento cuando Coyote saco sus pistolas todos en el lugar se dieron vuelta para mirarlo, estaba llamando la atención. Por la experiencia que poseía el sacar un arma de un momento a otro podría ser peligroso, alguien podría tomarlo como una declaración y comenzar una verdadera guerra en el pequeño bar. — Ohhh. Pistolas, así que mantienes la distancia para poder atacar, debes tener un buen pulso y vista. — Como lo veía si alguien usaba pistolas sin embargo no tenía una buena puntería o un pulso decente no servía para nada. — Las Katanas también son armas precisas, pueden ser muy peligrosas si es que se saben ocupar bien. — No estaba de acuerdo con las palabras del hombre de desordenado cabello.
— Tienes razón, estoy buscando a alguien. — Tomo otro trozo de carne para colocar en su boca, dio unos mordiscos y luego volvió a dar otro trago de sake. — Estoy buscando a un pirata para capturarlo, por lo que supe estaba en esta lista la última vez que lo vieron. —Termino de beber lo que quedaba en el vaso. — Quizás sepas de quien se trata. — Deposito el vaso en la mesa frente a él.
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
Creado por Coyote Starrk Dom Mayo 08, 2016 9:22 pm
Podía sentir las miradas fijas en su espalda, en sus manos y en su arma que reposaba tranquilamente sobre la mesa de madera. Por supuesto que mucho no le importaba, salvo por lo problemático que pasaría a ser la situación si, por la razón que sea, se iniciara algún combate, pleito, pelea, o lo que sea que irrumpiera su aparente paz. Ante tal pensamiento y, siendo francos, posible desencadenamiento de eventos, el tirador levantó el arma y la mostró, apuntando hacía el techo, a los ojos de todos los interesados que no se molestaban en disimular acerca de donde estaba su atención. –No quiero problemas, no quiero problemas.- Agitó el arma en el aire, como si quisiera mostrarles un juguete nuevo, antes de depositarla debajo de su abrigo, pues no valía la pena que siguiera a la vista de todos.
-Por supuesto, las espadas pueden ser mortíferas.- Asintió ante las palabras de Okita, creyendo que sus palabras habían generado alguna especie de enojo en su acompañante. Bien sabía lo mortales que podrían las armas de filo, pues esa era su función principal. Sin embargo, muchos la usaban más como una forma de hacer arte, en coreografías bien preparadas, movimientos lujosos y armas ostentosas. No importaba, empero, lo que el castaño pensara, pues parecía que todo desencadenaría en un conflicto innecesario. –Sin embargo, pocas personas en este lugar usan espadas como armas predilectas. Son más bien puro músculo y golpes.-
Dio un trago final a su bebida, antes de tomar unas monedas y dejarlas sobre la mesa, pues parecía que la tensión en ese lugar aumentaría. –Si un pirata es lo que estás buscando, este es tu lugar.- Con una sonrisa cínica se puso de pie, dedicándole una última mirada al espadachín de notoria fuerza superior a la de los demás. No dudaba que podría acabar con todos los presentes en cuestión de segundos. Sin embargo, advertir nunca estaba de más. –Fue interesante haberte conocido, Okita. Espero que nos volvamos a ver algún día.- Comenzó a dar cortos pasos a la puerta, dándole la espalda a todos los presentes. –Espero que salgas de este lugar con vida. Sería bastante feo el perecer en este lugar.- Con una última sonrisa se retiró del lugar, volviendo al monótono aburrimiento mortal de la vida en esa isla. Solo se quedaría unos días más antes de irse en busca de algo interesante que hacer. Quién sabe, hasta podría unirse a una tripulación pirata.
-Por supuesto, las espadas pueden ser mortíferas.- Asintió ante las palabras de Okita, creyendo que sus palabras habían generado alguna especie de enojo en su acompañante. Bien sabía lo mortales que podrían las armas de filo, pues esa era su función principal. Sin embargo, muchos la usaban más como una forma de hacer arte, en coreografías bien preparadas, movimientos lujosos y armas ostentosas. No importaba, empero, lo que el castaño pensara, pues parecía que todo desencadenaría en un conflicto innecesario. –Sin embargo, pocas personas en este lugar usan espadas como armas predilectas. Son más bien puro músculo y golpes.-
Dio un trago final a su bebida, antes de tomar unas monedas y dejarlas sobre la mesa, pues parecía que la tensión en ese lugar aumentaría. –Si un pirata es lo que estás buscando, este es tu lugar.- Con una sonrisa cínica se puso de pie, dedicándole una última mirada al espadachín de notoria fuerza superior a la de los demás. No dudaba que podría acabar con todos los presentes en cuestión de segundos. Sin embargo, advertir nunca estaba de más. –Fue interesante haberte conocido, Okita. Espero que nos volvamos a ver algún día.- Comenzó a dar cortos pasos a la puerta, dándole la espalda a todos los presentes. –Espero que salgas de este lugar con vida. Sería bastante feo el perecer en este lugar.- Con una última sonrisa se retiró del lugar, volviendo al monótono aburrimiento mortal de la vida en esa isla. Solo se quedaría unos días más antes de irse en busca de algo interesante que hacer. Quién sabe, hasta podría unirse a una tripulación pirata.
Coyote Starrk
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Buscando Tomates
» Buscando problemas
» Buscando datos
» Buscando la sensatez del grupo
» Buscando algo de privacidad
» Buscando problemas
» Buscando datos
» Buscando la sensatez del grupo
» Buscando algo de privacidad
Página 1 de 2.
|
|