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Creado por Ord "The Dead" Sáb Abr 30, 2016 4:08 pm
Proveniente de un alboroto en su ultima isla, donde Ord no tuvo mucho que ver, acabo atendiendo a los piratas causantes del altercado a cambio de un viaje y un poco de dinero. Había planeado pasar a Isla Minion aunque esa tripulación se diriguia hacia otro destino, ellos agradecidos con el doctor pasaron cerca de la costa y lo dejaron.
Era una isla bastante fría pero eso a Ord no le preocupaba tanto. Divisó el pueblo a lo lejos y camino hacia el, caminaba algo tranquilo, ya en la entrada del pueblo suponiendo que cierto edificio era la posada se dirigio hacia allí. Los habitantes que no estaban dentro de sus casa lo veían miraban asustado, el algo ansioso caminaba cabizbajo para que verlos, veía como sus pies se hundían en la nieve. Llegó a la posada entró, el posadero y los presentes lo miraban con cara de haber visto a un fantasma, le sorprendía un poco porque estaba más acostumbrado a molestar que a asustar. Se acercó al posadero que lo miraba más espantado a cada paso que daba, estando justo al frente le dijo, ante la molesta mirada de todos sobre el, -HOLA, NECESITO UNA HABITACIÓN SEÑOR POSADERO- con su voz grave y hueca. Este templando un poco le dió una llave y lo hizo firmar. Ord agradeció coordinadamente y subió hacia su temporal morada, mientras escuchaba susurros a como se iba alejando, prefería no prestar atención. Pensaba que su katana nueva los podía haber asustado.
Pasadas unas par de horas en su habitación, sabiendo que era tarde y probablemente no quedarían muchas personas afuera decidió salir a conocer la isla y los parajes alejados. Bajo las gradas, miró al posadero e inmediatamente quitó la mirada, salió despacio sintiendo la mirada asustada del posadero tras de él, dijo savemente -ADIÓS- y al cerrar la puerta escuchó algo similar a fiuuuu, le pareció que algo le dio alivio al posadero.
Caminaba por el pueblo divisó el consultorio del medico, esperaba ir al siguiente día. Conoció el pueblo durante su trayecto se topó con alguna que otra persona que se asustaban, algunos lo suficiente como para dejar salir un pequeño grito. Vio un castillo en la colina y decidió ir a echar un vistazo. Cuando iba saliendo miró a un hombre alto que parecia no asustarse con su presencia y le dijo que ese castillo estaba embrujado. Ord le agradeció muy coordinadamente por el consejo y le dijo - De igual manera solo voy a darme la vuelta, tengo un problema de sueño - Y se alejo caminando despacio como se le caracterizaba. Pasados los minutos estaba en la entrada del castillo cuando escuchó algunos sonidos, pensó que podría ser una animal pero se ocultó un poco para mirar. Aunque se había mostrado muy valiente ciertamente fue por curiosidad, Ord no es de lo que les hacen frente a todo.
Era una isla bastante fría pero eso a Ord no le preocupaba tanto. Divisó el pueblo a lo lejos y camino hacia el, caminaba algo tranquilo, ya en la entrada del pueblo suponiendo que cierto edificio era la posada se dirigio hacia allí. Los habitantes que no estaban dentro de sus casa lo veían miraban asustado, el algo ansioso caminaba cabizbajo para que verlos, veía como sus pies se hundían en la nieve. Llegó a la posada entró, el posadero y los presentes lo miraban con cara de haber visto a un fantasma, le sorprendía un poco porque estaba más acostumbrado a molestar que a asustar. Se acercó al posadero que lo miraba más espantado a cada paso que daba, estando justo al frente le dijo, ante la molesta mirada de todos sobre el, -HOLA, NECESITO UNA HABITACIÓN SEÑOR POSADERO- con su voz grave y hueca. Este templando un poco le dió una llave y lo hizo firmar. Ord agradeció coordinadamente y subió hacia su temporal morada, mientras escuchaba susurros a como se iba alejando, prefería no prestar atención. Pensaba que su katana nueva los podía haber asustado.
Pasadas unas par de horas en su habitación, sabiendo que era tarde y probablemente no quedarían muchas personas afuera decidió salir a conocer la isla y los parajes alejados. Bajo las gradas, miró al posadero e inmediatamente quitó la mirada, salió despacio sintiendo la mirada asustada del posadero tras de él, dijo savemente -ADIÓS- y al cerrar la puerta escuchó algo similar a fiuuuu, le pareció que algo le dio alivio al posadero.
Caminaba por el pueblo divisó el consultorio del medico, esperaba ir al siguiente día. Conoció el pueblo durante su trayecto se topó con alguna que otra persona que se asustaban, algunos lo suficiente como para dejar salir un pequeño grito. Vio un castillo en la colina y decidió ir a echar un vistazo. Cuando iba saliendo miró a un hombre alto que parecia no asustarse con su presencia y le dijo que ese castillo estaba embrujado. Ord le agradeció muy coordinadamente por el consejo y le dijo - De igual manera solo voy a darme la vuelta, tengo un problema de sueño - Y se alejo caminando despacio como se le caracterizaba. Pasados los minutos estaba en la entrada del castillo cuando escuchó algunos sonidos, pensó que podría ser una animal pero se ocultó un poco para mirar. Aunque se había mostrado muy valiente ciertamente fue por curiosidad, Ord no es de lo que les hacen frente a todo.
Última edición por Ord "The Dead" el Lun Mayo 23, 2016 4:02 am, editado 3 veces
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Sawada Tsunayoshi Sáb Abr 30, 2016 4:52 pm
La tarde apenas se asomaba en la Isla Minion, la gente caminaba activa por las calles comprando y vendiendo, paseando o incluso había quienes sólo caminaban por el gusto de hacerlo. El joven Sawada bajó de un pequeño salto del barco en el que había llegado, la gente a bordo aún no sabía que había un precio por su cabeza y habían accedido a ayudarlo a llegar a la pequeña isla a cambio de un poco de trabajo a bordo, así que había llegado sin problemas y estaba listo para comenzar a buscar gente para unirse a su tripulación, después de todo, tenía que cumplir con el destino que su familia le había heredado. Aún no estaba seguro de cómo lo haría pues era muy tímido, sin embargo tendría que encontrar alguna manera de hacerlo.
Caminó por el pueblo husmeando en los puestos, buscando algo de comer o un lugar donde dormir, sin embargo, a falta de dinero, estaba seguro que nadie le regalaría ni el techo ni la comida, así que siguió caminando hasta llegar a una pequeña plaza donde había bancas y unos pequeños montículos de nieve. Tenía que hablar con alguien si quería comenzar su viaje, tal vez si entraba en alguna taberna podría encontrar a alguien que estuviera interesado en unirse a su tripulación, aunque no estaba seguro de si sería un buen capitán. Decidió tomar la pequeña calzada que subía y se torcía un poco, seguro encontraría algo entretenido que hacer.
Después de caminar un rato, el joven Sawada llegó a una pequeña posada, debido a su escaso dinero sólo se podría quedar una noche así que decidió que lo mejor sería descansar para partir al día siguiente. Con pasos casi arrastrados entró a la pequeña posada y notó que la gente tenía un aire extraño, parecía como si todos estuvieran un poco pálidos. –Quisiera una habitación, la más barata que tenga, por favor. –Dijo el chico mientras extendía su mano y ponía un poco de dinero sobre el mostrador, el posadero le dio una llave y le dijo que firmara en un libro que había sobre el mostrador. –Disculpe, ¿Ha pasado algo? Todos parecen un poco asustados. –Dijo el chico mientras tomaba la llave de su habitación. –Ha venido un fantasma y ha alquilado una habitación, después ha salido a caminar, la gente piensa que va a maldecir el lugar. –El chico abrió los ojos de manera exagerada, lo último que necesitaba era un fantasma merodeando mientras él trataba de dormir; tragó saliva para tratar de tomar valor, dio media vuelta y salió de la posada para tratar de despejar su mente pues no podía dejar de pensar en aquél fantasma del que hablaba el posadero.
Había dado un par de vueltas por el pueblo cuando se dio cuenta que se encontraba en una parte alta del pueblo, donde se alzaba un gran castillo, el chico caminó lentamente hasta un costado del mismo y recorrió la muralla buscando llegar a la parte de enfrente para poder apreciarlo mejor. –¡Hey, tú! –Escuchó que alguien decía, volteó y encontró a unos niños que se encontraban ocultos en un arbusto, parecía que le estaban hablando a él, así que se dirigió hasta ellos y se agachó un poco para escucharlos mejor. –No deberías acercarte a ese castillo.- Dijo uno de los niños. -¿Por qué? –Contestó el joven un poco confundido. –Dicen que está embrujado y por las noches los fantasmas se roban a quienes se acercan demasiado y los llevan hasta lo más profundo del castillo, donde les sacan los ojos y ¡se comen su corazón! –Agregó el niño poniéndole un tono dramático que hizo que la piel de Tsuna se pusiera de gallina y el miedo regresara a su cabeza. –¿Fan…Fantasmas, dices? –Preguntó con terror en su voz mientras se enderezaba, volteó a ver por encima de su hombro el castillo y cuando volvió a ver el arbusto, los niños ya no estaban. Comenzó a caminar de manera apresurada para regresar al pueblo y por error terminó justo en la entrada del castillo. Se dio cuenta que estaba perdido y ya estaba bastante oscuro, así que comenzó a temer que los fantasmas vinieran por él para comerse sus corazón. Trató de recordar por qué camino había llegado pero era inútil, el miedo lo tenía totalmente descontrolado. De pronto, escuchó un ruido a sus espaldas que hizo que un escalofrío recorriera su espalda hasta su nuca, se arrodilló en el suelo y puso sus manos sobre su cabeza haciéndose bolita y soltando un patético grito. -¡No me lastimes, por favor! -
Caminó por el pueblo husmeando en los puestos, buscando algo de comer o un lugar donde dormir, sin embargo, a falta de dinero, estaba seguro que nadie le regalaría ni el techo ni la comida, así que siguió caminando hasta llegar a una pequeña plaza donde había bancas y unos pequeños montículos de nieve. Tenía que hablar con alguien si quería comenzar su viaje, tal vez si entraba en alguna taberna podría encontrar a alguien que estuviera interesado en unirse a su tripulación, aunque no estaba seguro de si sería un buen capitán. Decidió tomar la pequeña calzada que subía y se torcía un poco, seguro encontraría algo entretenido que hacer.
Después de caminar un rato, el joven Sawada llegó a una pequeña posada, debido a su escaso dinero sólo se podría quedar una noche así que decidió que lo mejor sería descansar para partir al día siguiente. Con pasos casi arrastrados entró a la pequeña posada y notó que la gente tenía un aire extraño, parecía como si todos estuvieran un poco pálidos. –Quisiera una habitación, la más barata que tenga, por favor. –Dijo el chico mientras extendía su mano y ponía un poco de dinero sobre el mostrador, el posadero le dio una llave y le dijo que firmara en un libro que había sobre el mostrador. –Disculpe, ¿Ha pasado algo? Todos parecen un poco asustados. –Dijo el chico mientras tomaba la llave de su habitación. –Ha venido un fantasma y ha alquilado una habitación, después ha salido a caminar, la gente piensa que va a maldecir el lugar. –El chico abrió los ojos de manera exagerada, lo último que necesitaba era un fantasma merodeando mientras él trataba de dormir; tragó saliva para tratar de tomar valor, dio media vuelta y salió de la posada para tratar de despejar su mente pues no podía dejar de pensar en aquél fantasma del que hablaba el posadero.
Había dado un par de vueltas por el pueblo cuando se dio cuenta que se encontraba en una parte alta del pueblo, donde se alzaba un gran castillo, el chico caminó lentamente hasta un costado del mismo y recorrió la muralla buscando llegar a la parte de enfrente para poder apreciarlo mejor. –¡Hey, tú! –Escuchó que alguien decía, volteó y encontró a unos niños que se encontraban ocultos en un arbusto, parecía que le estaban hablando a él, así que se dirigió hasta ellos y se agachó un poco para escucharlos mejor. –No deberías acercarte a ese castillo.- Dijo uno de los niños. -¿Por qué? –Contestó el joven un poco confundido. –Dicen que está embrujado y por las noches los fantasmas se roban a quienes se acercan demasiado y los llevan hasta lo más profundo del castillo, donde les sacan los ojos y ¡se comen su corazón! –Agregó el niño poniéndole un tono dramático que hizo que la piel de Tsuna se pusiera de gallina y el miedo regresara a su cabeza. –¿Fan…Fantasmas, dices? –Preguntó con terror en su voz mientras se enderezaba, volteó a ver por encima de su hombro el castillo y cuando volvió a ver el arbusto, los niños ya no estaban. Comenzó a caminar de manera apresurada para regresar al pueblo y por error terminó justo en la entrada del castillo. Se dio cuenta que estaba perdido y ya estaba bastante oscuro, así que comenzó a temer que los fantasmas vinieran por él para comerse sus corazón. Trató de recordar por qué camino había llegado pero era inútil, el miedo lo tenía totalmente descontrolado. De pronto, escuchó un ruido a sus espaldas que hizo que un escalofrío recorriera su espalda hasta su nuca, se arrodilló en el suelo y puso sus manos sobre su cabeza haciéndose bolita y soltando un patético grito. -¡No me lastimes, por favor! -
Sawada Tsunayoshi
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Dom Mayo 01, 2016 11:03 am
Hizo un soplido en la montaña que trajo consigo un bajón de temperatura y más oscuridad que tornabalunaba más la nieve del lugar. Y los arboles parecían temblar de frió y miedo por esa corriente que los envolvía y devoraba aún más en la noche sombría. En algún lugar cercano se escuchó un leve movimiento de nieve, algún misterioso ser sagrado de ese pueblo pudo haberse despertado o simplemente ser un pequeño alud.
Al escuchar la suplica de una voz humana se tranquilizó un poco al saber que era otra persona y algo asustada como él. Lentamente se movió de sus escondrijo y vio a una bolita humana que titiritaba más que por el miedo que por el frío, se acerco con la intención de decir saludar. Estando ya cara a cara, en este caso cara a bolita dijo -HOLA CHICO, TRANQUILO SOY UN HUMANO. MI NOMBRE ES ORD EL MUERTO- era prácticamente la misma presentación que usaba siempre, aunque en ocasiones variaba entre El Muerto y La Muerte por pura gusto, era sus apodos de la infancia y no lo desagradaban, aunque cuando algún paciente suyo Ord como medico le dice que su nombre es La Muerte, una que otra vez eso había funcionado como anestésico.
El chico lo miró y en su rostro veía aún más temor. A lo que le pidió que se tranquilizara que él era una persona y no uno de los supuestos fantasmas. De un momento a otro mientras le explicaba sintió una extraña presencia a sus espaldas y al girar vio algo blanco moverse rápidamente, por un momento el también se asustó cuando volvió a ver al chico este estaba petrificado, literalmente, no se movía con una expresión de horror y un ligero moco liquido le salía de la fosa nasal derecha. Ord le preguntó -¿Qué Fue Lo Que ViSTe?- con un tonó que ya no era tan intimidante para el chico por lo que había presenciado pero que no sabía que era. Ord tragaba grueso porque el chico no le respondía. Ord se puso de cuclillas esperando ver una reacción del chico incluso lo analizaba pensando que lo que le estaba sucediendo podía ser una enfermedad.
Al escuchar la suplica de una voz humana se tranquilizó un poco al saber que era otra persona y algo asustada como él. Lentamente se movió de sus escondrijo y vio a una bolita humana que titiritaba más que por el miedo que por el frío, se acerco con la intención de decir saludar. Estando ya cara a cara, en este caso cara a bolita dijo -HOLA CHICO, TRANQUILO SOY UN HUMANO. MI NOMBRE ES ORD EL MUERTO- era prácticamente la misma presentación que usaba siempre, aunque en ocasiones variaba entre El Muerto y La Muerte por pura gusto, era sus apodos de la infancia y no lo desagradaban, aunque cuando algún paciente suyo Ord como medico le dice que su nombre es La Muerte, una que otra vez eso había funcionado como anestésico.
El chico lo miró y en su rostro veía aún más temor. A lo que le pidió que se tranquilizara que él era una persona y no uno de los supuestos fantasmas. De un momento a otro mientras le explicaba sintió una extraña presencia a sus espaldas y al girar vio algo blanco moverse rápidamente, por un momento el también se asustó cuando volvió a ver al chico este estaba petrificado, literalmente, no se movía con una expresión de horror y un ligero moco liquido le salía de la fosa nasal derecha. Ord le preguntó -¿Qué Fue Lo Que ViSTe?- con un tonó que ya no era tan intimidante para el chico por lo que había presenciado pero que no sabía que era. Ord tragaba grueso porque el chico no le respondía. Ord se puso de cuclillas esperando ver una reacción del chico incluso lo analizaba pensando que lo que le estaba sucediendo podía ser una enfermedad.
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
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(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Sawada Tsunayoshi Dom Mayo 01, 2016 6:29 pm
El joven Sawada temblaba de miedo mientras cubría su cabeza con sus manos, no quería que los fantasmas le sacaran los ojos, la simple imagen de eso en su cabeza lo hacía temblar. De pronto, escuchó pasos cerca de él y un escalofrío le recorrió el cuerpo, haciéndolo agitarse con más fuerza. Una voz le dijo algo en un tono amigable que lo tranquilizó un poco. Levantó el rostro lentamente, parecía que se trataba de un humano, pero su complexión era extraña, tenía unos brazos muy largos que daban un aspecto extraño. -Mi nombre es Ord "El Muerto". -Dijo el extraño a modo de introducción. El chico se levanto lentamente y se presentó ante el extraño. -Yo soy Sawada Tsunayoshi, pero puedes llamarme Tsuna. -Le dijo mientras trataba de analizar si aquella criatura era realmente humana o algún fantasma que trataba de embaucarlo para tomar sus ojos. El joven Ord lo tranquilizó asegurando no ser un fantasma y probando que podía ser tocado como cualquier persona. De pronto, detrás del brazos largos surgió una pequeña figura blanca, estaba bastante lejos y se mantenía inmóvil, con la vacía mirada clavada en los dos jóvenes, el joven Sawada comenzó a sentir cómo sus piernas se sacudían debido al miedo, su mirada denotaba la sensación que lo abordaba de forma abrupta, incluso un pequeño moco salió por su fosa nasal. -¿Qué fue lo que viste? -Le preguntó Ord, quién parecía un poco alterado también. El chico tenía su mirada fija en los ojos del brazos largos y no emitía ningún sonido, levantó su mano señalando hacia donde estaba la extraña figura pero ésta había desaparecido. Un intenso escalofrío recorrió su espalda y lo obligó a caer de rodillas en el suelo, cuando el chico parado frente a él se acuclilló frente a él y comenzó a observarlo de manera detenida el chico notó que la pequeña silueta blanca se encontraba atrás de su acompañante pero estaba tan sólo a unos pasos de ellos. -¡No me saques los ojos, me gustan donde están! -Gritó el joven Sawada mientras salía disparado en dirección al pueblo a toda velocidad dejando al otro sujeto atrás.
- Ord:
- Me parece que tomaste demasiado manejo en mi personaje en tu post anterior y te recomiendo de manera amable que procures no hacerlo pues puede ocasionar problemas más adelante. Te recomiendo usar frases en forma de suposición y no en forma de afirmación. Ej. "...volvió a ver al chico quien debía estar petrificado..."
O evitar tomar esos papeles, simplemente narrar un pequeño espacio de acciones propias y dejar un margen para que el otro personaje reaccione y modifique la dirección del rol.
Sawada Tsunayoshi
Hoja de personaje
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Creado por Ord "The Dead" Lun Mayo 02, 2016 6:00 pm
El chico que estaba analizando dijo unas palabras sobre sus ojos y salio despavorido, Ord tenia miedo de mirar hacia atras, cuando de repente sintió un escalofrió, volteo vi un aura blanca que lo espanto lo hizo pegar un brinco y muy alto que lo hizo golpearse con una rama, salio corriendo desorientado y cayo por un barranco. Mientras caia dando vueltas se preguntaba que habia sido eso aliviado por haber escapado, al final de la caida cayo sobre un matorral pero su brazo derecho si golpeo con una piedra, estaba fracturado y el dolor que sentia era inconmensurable. Se levanto y vio su brazo sumamente adolorido, con la otra mano metio una mano entre su pequeño bolso y saco un pequeño tarrito, lo bebió, volvió a sacar algo, esta vez un hierba que la puso en la herida, encogió su brazo, sumamente largo y delgado, saco una venda y se quito su guante de pelear y empezo a caminar hacia el pueblo de nuevo. Su rostro adolorido poco a poco se tornaba relajado y sus pupilas se dilataban. Se sentia mucho mejor y habia olvidado por completo el fantasma y al chico que habia visto previamente.
Llego a la posada, todos le vieron bien y le sonrieron, no habia nadie aparte del posadero pero Ord saludo a todos amablemente. Subio con su lento caminar. Una vez en su cuarto se quito la ropa, equipos de pelea y el botiquín que siempre carga, esta vez no andaba la mochila. Desnudo mientras alegremente preparaba un brebaje diferente tarareaba. Algun vecino golpeo la pared y le lanzo la clasica onomatopeya algo molesto -Shhhhhhhhh- probablemente algun otro hiciera algo parecido pero Ord en su trance de recuperacion ni lo noto. Una vez lista la nueva pócima, la ingerio, pego un brinco en el aire se giro y antes de caer ya estaba dormido. Ese era un efecto secundario pero durmio bien porque sabia que al otro día amanecería mucho mejor. La noche pasaba y miles de sueños y pesadillas lo acompañaban, unas dentro de las otras y las otros, fue eterna la noche pero en esa eternidad sus celulas hicieron un gran trabajo.
Al despertar algo tarde despues de su sesion de autoconocimiento astral se levanto con un brillo completamente diferente. Se podria decir que iluminado cual Buda con anorexia. Bajo en la posada ofrecian un desayuno por las mañanas y faltando 4 minutos para que acabaran de darlo Ord habia llegado, por suerte penso y lo pidió ante las caras asustadas de mas de alguno, llevaba un vendaje que se habia colocado al despertarse. Mientras comía sentía que alguien lo observaba diferente, sin el característico miedo pero no le importo tenia mucha hambre y su cuerpo necesitaba reponer energía.
Llego a la posada, todos le vieron bien y le sonrieron, no habia nadie aparte del posadero pero Ord saludo a todos amablemente. Subio con su lento caminar. Una vez en su cuarto se quito la ropa, equipos de pelea y el botiquín que siempre carga, esta vez no andaba la mochila. Desnudo mientras alegremente preparaba un brebaje diferente tarareaba. Algun vecino golpeo la pared y le lanzo la clasica onomatopeya algo molesto -Shhhhhhhhh- probablemente algun otro hiciera algo parecido pero Ord en su trance de recuperacion ni lo noto. Una vez lista la nueva pócima, la ingerio, pego un brinco en el aire se giro y antes de caer ya estaba dormido. Ese era un efecto secundario pero durmio bien porque sabia que al otro día amanecería mucho mejor. La noche pasaba y miles de sueños y pesadillas lo acompañaban, unas dentro de las otras y las otros, fue eterna la noche pero en esa eternidad sus celulas hicieron un gran trabajo.
Al despertar algo tarde despues de su sesion de autoconocimiento astral se levanto con un brillo completamente diferente. Se podria decir que iluminado cual Buda con anorexia. Bajo en la posada ofrecian un desayuno por las mañanas y faltando 4 minutos para que acabaran de darlo Ord habia llegado, por suerte penso y lo pidió ante las caras asustadas de mas de alguno, llevaba un vendaje que se habia colocado al despertarse. Mientras comía sentía que alguien lo observaba diferente, sin el característico miedo pero no le importo tenia mucha hambre y su cuerpo necesitaba reponer energía.
Ord "The Dead"
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Creado por Sawada Tsunayoshi Lun Mayo 02, 2016 10:32 pm
Tsuna siguió corriendo hasta llegar a la posada, se detuvo frente a la puerta y respiró para recuperar el aliento con sus manos en sus rodillas, después de un momento decidió que era mejor entrar, en esa isla debían merodear los fantasmas y no quería encontrarse con uno. Al entrar a la pequeña posada notó que no había nadie en el pequeño restaurante/bar que había en la entrada, así que decidió subir a su cuarto, al llegar a su habitación notó que tenía hambre así que hurgó en la pequeña bolsa donde guardaba sus pocas pertenencias y sacó un pedazo de pan viejo que guardaba y lo comió con un poco de problemas, después se quitó la sudadera que vestía y se acostó en la pequeña cama; le habían dado el cuarto más pequeño, apenas cabía la cama y la pequeña mesa de noche, parecía más bien una bodega adaptada para alojar a alguien y sacar dinero por eso.
A la mañana siguiente se levantó con un pequeño dolor en el cuello debido a que el pequeño catre no estaba en las mejores condiciones, refunfuñó un poco mientras se ponía la sudadera y tomó su pequeña mochila. Al salir del cuarto notó que se escuchaba bastante ruido afuera, como si hubiera mucha gente en la recepción, decidió bajar a averiguar que pasaba y camino hasta las escaleras, mientras bajaba a pasos torpes notó que estaban sirviendo desayuno para todos los huéspedes, olía delicioso, era un aroma que embriagaba su mente y hacía que su vacío estómago rugiera. Al acercarse por su plato notó que había bajado tan tarde que sólo le dieron las sobras que quedaban en la cacerola, tras recibir su plato de las manos de una amable señora, dio la vuelta y vio al brazos largos que había conocido el día anterior y decidió que iría a hablar con él, con un poco de suerte, lo convencería de ser parte de su tripulación.
Al llegar a la pequeña mesa donde estaba sentado su futuro compañero, se paró frente a él. -Hola, nos conocimos ayer pero no tuvimos la oportunidad de conversar debido al fantasma. -Dijo el joven Sawada mientras se sentaba frente al brazos largos y le dirigía una nerviosa sonrisa. Mientras esperaba la respuesta tomó una cucharada del guisado que le habían servido y al levantar la cuchara y dejar el bocado en su boca sintió una punzada en su hombro, hizo una mueca de dolor y con la mano izquierda se tocó el hombro derecho y parte del cuello.
A la mañana siguiente se levantó con un pequeño dolor en el cuello debido a que el pequeño catre no estaba en las mejores condiciones, refunfuñó un poco mientras se ponía la sudadera y tomó su pequeña mochila. Al salir del cuarto notó que se escuchaba bastante ruido afuera, como si hubiera mucha gente en la recepción, decidió bajar a averiguar que pasaba y camino hasta las escaleras, mientras bajaba a pasos torpes notó que estaban sirviendo desayuno para todos los huéspedes, olía delicioso, era un aroma que embriagaba su mente y hacía que su vacío estómago rugiera. Al acercarse por su plato notó que había bajado tan tarde que sólo le dieron las sobras que quedaban en la cacerola, tras recibir su plato de las manos de una amable señora, dio la vuelta y vio al brazos largos que había conocido el día anterior y decidió que iría a hablar con él, con un poco de suerte, lo convencería de ser parte de su tripulación.
Al llegar a la pequeña mesa donde estaba sentado su futuro compañero, se paró frente a él. -Hola, nos conocimos ayer pero no tuvimos la oportunidad de conversar debido al fantasma. -Dijo el joven Sawada mientras se sentaba frente al brazos largos y le dirigía una nerviosa sonrisa. Mientras esperaba la respuesta tomó una cucharada del guisado que le habían servido y al levantar la cuchara y dejar el bocado en su boca sintió una punzada en su hombro, hizo una mueca de dolor y con la mano izquierda se tocó el hombro derecho y parte del cuello.
Sawada Tsunayoshi
Hoja de personaje
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Creado por Ord "The Dead" Mar Mayo 03, 2016 1:20 am
Mientras ingeria como un descosido un rostro vagamente familiar se le acercó y le habló del encuentro de ayer a lo que Ord pensaba para sus adentros en la infinidad de realidades que vivió en el mundo onírico de la mano de Morfeo pero recordó algo de un fantasma y pensó que debía ser previo a su lesión y tuvo un vago recuerdo del chico pero no del fantasma. Además en ese instante hizo una expresión de dolor, Ord le preguntó -¿Si quieres puedo chequearte es dolor de vértebras? Soy doctor- le decía mientras lo suponía en tono amigable y luego dijo - no se si ya lo había dicho esto pero mi nombre es Ord- decía no muy seguro de haberlo dicho. Se miró el brazo -¿Qué fue lo del fantasma de ayer? Sufrí una lesión y por los medicamentos que me recete no recuerdo bien lo sucedido - le decía con una mueca en su fea cara que denotaba extravagancia. Mientras el chico respondía su mente se aclaraba respecto a lo que sucedió y le tendió lo mano en son de amistad, agradeciéndole por lo comentado.
La encargada de la comida vino con cierto pánico a retirar los platos, mientras Ord agradecía con la cabeza le decía a la señora -Estaba delicioso por cierto ¿qué tan cierto es lo de los fantasmas que habitan por los alrededores del pueblo? y ¿de que forma se le puede dar caza? - La chica balbuceo unas palabra a lo que lo más entendible para ambos fue -... el cura Magnolio tiene... - y huyó con los platos entre sus manos. Ord le dijo a Sawada - No se que opinas pero me interesa este asunto, aunque soy un hombre de ciencia me he acercado a mucho a tipos de medicina que llevan a descubrir cosas nuevas del mundo, te aseguro de que si acá hay fantasmas reales deben tener algo importante que contar - decía mientras pensaba visitar al sacerdote - ¿Qué dices sobre acompañarme, te aseguro una aventura y algo valioso al final? - mientras le mostraba su mano en forma de saludo.
Ord estaba muy seguro de esto, en uno de sus sueños seguía a un cerdo que lo llevaba a un sembradio de tomates y el junto a su tía Maria comían al animal y frutas, se veía sangriento tanto el cerdo como los tomates pero eso claramente era interpretable, según él, como un premio al final de un próximo siguiendo a algo y con un poco de esfuerzo podía haber sangre pero Ord no pensaba en eso sus sueños siempre la tenían.
La encargada de la comida vino con cierto pánico a retirar los platos, mientras Ord agradecía con la cabeza le decía a la señora -Estaba delicioso por cierto ¿qué tan cierto es lo de los fantasmas que habitan por los alrededores del pueblo? y ¿de que forma se le puede dar caza? - La chica balbuceo unas palabra a lo que lo más entendible para ambos fue -... el cura Magnolio tiene... - y huyó con los platos entre sus manos. Ord le dijo a Sawada - No se que opinas pero me interesa este asunto, aunque soy un hombre de ciencia me he acercado a mucho a tipos de medicina que llevan a descubrir cosas nuevas del mundo, te aseguro de que si acá hay fantasmas reales deben tener algo importante que contar - decía mientras pensaba visitar al sacerdote - ¿Qué dices sobre acompañarme, te aseguro una aventura y algo valioso al final? - mientras le mostraba su mano en forma de saludo.
Ord estaba muy seguro de esto, en uno de sus sueños seguía a un cerdo que lo llevaba a un sembradio de tomates y el junto a su tía Maria comían al animal y frutas, se veía sangriento tanto el cerdo como los tomates pero eso claramente era interpretable, según él, como un premio al final de un próximo siguiendo a algo y con un poco de esfuerzo podía haber sangre pero Ord no pensaba en eso sus sueños siempre la tenían.
Ord "The Dead"
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Creado por Sawada Tsunayoshi Miér Mayo 04, 2016 11:45 am
-Si quieres puedo checarte ese dolor de vértebras, soy doctor. –Dijo el brazos largos en un pequeño espacio entre bocados, después se presentó. –Sí, ya lo habías dicho y te agradecería que revisaras mi cuello, no dormí nada bien anoche. Yo me llamo Sawada Tsunayoshi, pero puedes llamarme Tsuna. –Dijo el chico entre bocados, estaba muy hambriento y no quería que lo poco que le habían dado de comida, se enfriara. Escuchó que el otro chico le comentaba de su lesión y mencionaba no recordar mucho del día anterior, parecía que algún tipo de droga lo había hecho olvidar el terrible suceso que habían presenciado. –Pues nos encontramos afuera del castillo embrujado que está en la parte alta de la isla, sólo nos habíamos presentado cuando apareció una extraña figura blanca, un fantasma si me lo preguntas. Yo salí corriendo por el miedo y de alguna manera regresé a la posada, no sabía si estabas bien, temía que los fantasmas se hubieran comido tu corazón. –Explico Tsuna a su acompañante, a lo que el brazos largos respondió extendiendo su mano. El joven Sawada estrechó su mano firmemente durante un momento y después prosiguió con su comida.
Se acercó una robusta mujer cabello negro a recoger los platos y a pesar de que el joven Sawada aún no terminaba, se lo arrebató de enfrente. El chico se sorprendió al notar que su acompañante preguntaba sobre los fantasmas, parecía tener la intención de darle caza a alguno. Tsuna pensaba que aquél tipo estaba loco «¿cómo es que su mente lo lleva a querer encontrarse con los fantasmas de nuevo?, son aterradores.» Pensó el chico mientras un escalofrío escalaba por su columna, causándole un poco de dolor en el cuello de nuevo. El brazos largos frente a él le ofreció acompañarlo, parecía bastante emocionado por descubrir que sucedía con esos fantasmas, cómo si su curiosidad lo impulsara a aventurarse a algo totalmente descabellado, en ese momento, Tsuna estuvo seguro que quería a aquél individuo en su tripulación, era una parte esencial, alguien que presionara a avanzar. Estrechó la mano que el otro joven había extendido -¿Te gustaría formar parte de mi tripulación? –La pregunta salió disparada de su boca sin que pudiera contenerla, sin embargo, el chico estaba feliz de haber preguntado, era el primer paso para formar una tripulación capaz de conquistar el Grand Line.
Se acercó una robusta mujer cabello negro a recoger los platos y a pesar de que el joven Sawada aún no terminaba, se lo arrebató de enfrente. El chico se sorprendió al notar que su acompañante preguntaba sobre los fantasmas, parecía tener la intención de darle caza a alguno. Tsuna pensaba que aquél tipo estaba loco «¿cómo es que su mente lo lleva a querer encontrarse con los fantasmas de nuevo?, son aterradores.» Pensó el chico mientras un escalofrío escalaba por su columna, causándole un poco de dolor en el cuello de nuevo. El brazos largos frente a él le ofreció acompañarlo, parecía bastante emocionado por descubrir que sucedía con esos fantasmas, cómo si su curiosidad lo impulsara a aventurarse a algo totalmente descabellado, en ese momento, Tsuna estuvo seguro que quería a aquél individuo en su tripulación, era una parte esencial, alguien que presionara a avanzar. Estrechó la mano que el otro joven había extendido -¿Te gustaría formar parte de mi tripulación? –La pregunta salió disparada de su boca sin que pudiera contenerla, sin embargo, el chico estaba feliz de haber preguntado, era el primer paso para formar una tripulación capaz de conquistar el Grand Line.
Sawada Tsunayoshi
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Sáb Mayo 07, 2016 11:44 pm
Podría ser interesante pertenecer a una tripulación pensaba -Aún no lo había pensado mi estimado Sawada, de momento navego solo en busca de mi sueño pero si al final de esta cacería de fantasmas me demuestras que puedes ser un digno capitán prometería acompañarte- se levantó de su silla y con uno de sus largos brazos tomó su cabeza, con el otro empezaba a palparlo la parte posterior al cuello, ante la mirada horrorizada de algunos presentes que se iban rápidamente siguió sin prestarles mucha atención. El pequeño Sawada no parecía muy cómodo pero al final cooperó con el chequeo, se volvió a sentar saco un mortero de su mochila, una cuantas especies y empezó a machacarlas. Sacó un gotero, puso sobre la mesa una especie de venda y encima les esparció el polvo de las especies y las gotas. Y le dijo -Ponte esto en la zona adolorida, en el transcurso del día mejorara la sensación de molestía- se levantaba y dijo voy a darme una ducha mientras estiraba un poco su adolorida mano y codo. Si te parece te esperó a las cuatro de la tarde para volver a ir a por los fantasmas, tal vez alguno nos comente sobre algún conocimiento milenario - decía mientras se iba riendo -kukukukuku-.
Subió las gradas y antes de ir por la ducha, lavó su mortero y se preparo un tranquilizante que ingirió rápidamente con un vaso de agua, volvió a sentir como el brazo se relajaba acompañado de un par de sensaciones alucinógenas, últimamente tenía un comportamiento ciertamente autodestructivo con su cuerpo y los efectos de sus medicinas pero el se sentía bien con este, podría traer futuros problemas o ventajas, nadie lo sabía de momento. Se dio rapidamente el baño acompañado de extraños momentos y sensaciones en la ducha, bajo a la villa compró un par de frutas con el dinero que le quedaba y se los comió mientras el estado de su cuerpo volvía a la normalidad y parecía encontrarse en perfecto estado. Fue de nuevo a su habitación por sus armas y se dirigió hacia donde había visto los fantasmas, no sabía si el chico Sawada llegaría pero armado de un valor que no le caracterizaba se dirigió junto a su espada.
Subió las gradas y antes de ir por la ducha, lavó su mortero y se preparo un tranquilizante que ingirió rápidamente con un vaso de agua, volvió a sentir como el brazo se relajaba acompañado de un par de sensaciones alucinógenas, últimamente tenía un comportamiento ciertamente autodestructivo con su cuerpo y los efectos de sus medicinas pero el se sentía bien con este, podría traer futuros problemas o ventajas, nadie lo sabía de momento. Se dio rapidamente el baño acompañado de extraños momentos y sensaciones en la ducha, bajo a la villa compró un par de frutas con el dinero que le quedaba y se los comió mientras el estado de su cuerpo volvía a la normalidad y parecía encontrarse en perfecto estado. Fue de nuevo a su habitación por sus armas y se dirigió hacia donde había visto los fantasmas, no sabía si el chico Sawada llegaría pero armado de un valor que no le caracterizaba se dirigió junto a su espada.
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ord "The Dead" Dom Mayo 22, 2016 4:23 pm
Una vez en lugar del encuentro espero por el chico Sawada que le había prometido llegar, lamentablemente no llego y Ord tuvo que ir solo en la cacería de fantasmas, tenía bastante miedo el tipo, no es nada valeroso y menos aún estando solo por lo que optó por recurrir a un estimulante mental. Se sentó en el piso cruzando sus piernas y bajando como un resorte. De su gigantesca mochila sacaría unas especies y un mortero, una de sus costumbre en situaciones fuera de su control y en las que estaba solo. Era un buen medico respetable, excepto por un par de errores del pasado pero cuando estaba solo era capaz de hacer muchas locuras.
Las plantas que usó eran tranquilizantes y alucinógenos con los que su percepción de la realidad empezó a verse alterada. Iba caminando por donde habían visto la aparente aparición y Ord no se topo con nada sentía que anduvo caminando por horas, solo se divertía en el lugar frío, justo entonces se topó con un niño morenito. El tipo delgado de casi dos metros le dijo -PequeñO,nO deberiAs andAr pOr acÁ, dicEn quE hAy fantasmAs - su voz era algo diferente a la de siempre, pausada, diferentes tonos, bastante variada el pequeño niño de ojos profundos y dientes blancos le dijo -No señor Ord, acá no hay fantasmas. De hecho acá no hay nada. Acá la vida perece y todo lo que me rodea se extingue con el tiempo. Me gustaría pasar más tiempo con usted, se ve que es un hombre interesante pero será en otro momento. Dentro de mucho, mucho tiempo señor Ord- el tipo feo perplejo en su trance y sus palabras no entendía como el chico supo su nombre y le dijo -EstA biEn pequeñO, nOs vemOs En otrO momentO, mE sientO extrañO a tU ladO- a lo que el pequeño diría -no es tu culpa señor Ord, tu luchas contra mí y no lo sabes. Eres un medico que me impide tener más amigos a mi lado. Me das cierta envidia por tu apodo porque no te representa.- acabaría diciendo dándole la espalda y desapareciendo como apareció. El medico pirata volvería a la isla y reflexionaría sobre lo sucedido por al menos una semana más.
Las plantas que usó eran tranquilizantes y alucinógenos con los que su percepción de la realidad empezó a verse alterada. Iba caminando por donde habían visto la aparente aparición y Ord no se topo con nada sentía que anduvo caminando por horas, solo se divertía en el lugar frío, justo entonces se topó con un niño morenito. El tipo delgado de casi dos metros le dijo -PequeñO,nO deberiAs andAr pOr acÁ, dicEn quE hAy fantasmAs - su voz era algo diferente a la de siempre, pausada, diferentes tonos, bastante variada el pequeño niño de ojos profundos y dientes blancos le dijo -No señor Ord, acá no hay fantasmas. De hecho acá no hay nada. Acá la vida perece y todo lo que me rodea se extingue con el tiempo. Me gustaría pasar más tiempo con usted, se ve que es un hombre interesante pero será en otro momento. Dentro de mucho, mucho tiempo señor Ord- el tipo feo perplejo en su trance y sus palabras no entendía como el chico supo su nombre y le dijo -EstA biEn pequeñO, nOs vemOs En otrO momentO, mE sientO extrañO a tU ladO- a lo que el pequeño diría -no es tu culpa señor Ord, tu luchas contra mí y no lo sabes. Eres un medico que me impide tener más amigos a mi lado. Me das cierta envidia por tu apodo porque no te representa.- acabaría diciendo dándole la espalda y desapareciendo como apareció. El medico pirata volvería a la isla y reflexionaría sobre lo sucedido por al menos una semana más.
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
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