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Creado por Kurogane Matsuo Sáb Jun 18, 2016 6:15 am
En cuanto llegó al East Blue Kurogane tenía claro cual sería su primer destino; Tequila Wolf. Aquella isla nevada era del agrado del pelinegro quién disfrutaba de ambientes fríos y se podía ver en como sus ojos tranquilos recorrían la isla dejando marcados sus pasos a sus espaldas acompañados de otras muchas huellas que los habitantes habían dejado también.
Kurogane se detuvo a unos metros de un bar, observando el vaho que salía de su boca, resultaba en cierto modo divertido. Esbozó una pequeña sonrisa y finalmente retomó el rumbo para adentrarse en el interior de la taberna viendo como ésta estaba llena de hombres, en su mayoría borrachos, bebiendo sake, ron, entre otras bebidas que tenían alcohol. Se acercó a la barra esquivando a los clientes y finalmente se sentó en uno de los taburetes dejando de lado su katana y quitándose el polo que había cogido "prestado" para poder ocultarse del frío.
— Sírvame un poco sake, por favor. — Se acomodó como pudo en el asiento, estaba un tanto desgastado aunque poco le importaba eso, ya había estado en sitios peores. Miraba a su alrededor, pensando en si él había llegado a acabar de aquella forma al beber mucho, recordaba que los médicos le decían lo mismo sobre como su hígado estaba hecho añicos, aunque hacía caso omiso, si no se moría aún era porque estaba sano. Al recibir el sake agradeció al camarero y le dio un pequeño trago al vaso, escuchando con atención lo que decían los otros.
Kurogane se detuvo a unos metros de un bar, observando el vaho que salía de su boca, resultaba en cierto modo divertido. Esbozó una pequeña sonrisa y finalmente retomó el rumbo para adentrarse en el interior de la taberna viendo como ésta estaba llena de hombres, en su mayoría borrachos, bebiendo sake, ron, entre otras bebidas que tenían alcohol. Se acercó a la barra esquivando a los clientes y finalmente se sentó en uno de los taburetes dejando de lado su katana y quitándose el polo que había cogido "prestado" para poder ocultarse del frío.
— Sírvame un poco sake, por favor. — Se acomodó como pudo en el asiento, estaba un tanto desgastado aunque poco le importaba eso, ya había estado en sitios peores. Miraba a su alrededor, pensando en si él había llegado a acabar de aquella forma al beber mucho, recordaba que los médicos le decían lo mismo sobre como su hígado estaba hecho añicos, aunque hacía caso omiso, si no se moría aún era porque estaba sano. Al recibir el sake agradeció al camarero y le dio un pequeño trago al vaso, escuchando con atención lo que decían los otros.
Kurogane Matsuo
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Lun Jun 20, 2016 8:53 pm
Hermoso, imponente y humilde eran las cualidades que mejor describían a la belleza en la que estábamos a bordo Juuzou y yo, un bonito obsequio por parte de la armada para este grupo de iniciados en la facción, seguro lucíamos prometedores para los altos rangos, de lo contrario, simplemente nos hubieran dado un barquito mas tradicional como a muchos de los otros, estaba contento por ser premiado y mas aún por lo cómodo que resultaba aunque fuera construido de 100% madera, sin contar los accesorios en el interior del navío claro esta. Navegaba bien en las aguas, no era fuertemente sacudido y casi que no se manchaba la cubierta por las buenas paredes de este, altas y resistentes, simplemente un barco de clase, era eso o que nunca había tenido bajo mi poder una nave, que también podía influir en mi manera de apreciar al transporte.
El viento de pasar a sentirse fresco empezaba a romper la piel, el sol se ocultaba cada vez mas por nubes y una densa bruma empezaba a cubrirnos mientras nos adentrábamos mas y mas en el mar. Esta situación me puso un poco nervioso y muy friolento, quise ir a por la chica con la que había realizado la ultima misión para saber si tenía cierta información respecto a lo que estaba sucediendo, lo que era yo, sentía que mi habilidad de termo regulación me estaba fallando y claro, como no, si tan solo llevaba una chaqueta y ni si quiera cerrada por completo, nunca hay que perder el estilo dicen. En realidad la intención de ir por ella solo quedo en eso, en la intención, porque en cuanto moverme casi que no podía, el cambio fue brusco y probablemente iríamos a pescar un resfriado o algo peor de no llegar pronto a destino.
-O-O-Oye... niña... carajo no m-me puedo ni mover... vamos no puedo d-dejar superarme por cosassss tan simples-
Con una voz rasposa y esforzada exigí a mi cuerpo caminar hacia el timón y tomar rumbo camino a la isla mas cercana, solo seguí derecho esperando llegar a tierra firme, en ese momento no me quedaba mas que encomendar a los espíritus nuestras almas y que Poseidon nos guiara a destino. En lo que pasaron unos cuantos minutos, un repentino impacto remeció todo el barco en milésimas de segundo, pero no sonó como si algo se hubiera roto, fue mas bien como si un objeto hubiese amortiguado un posible choque. Me asome en la parte mas frontal del barco y esforzando la vista pude apreciar un montón de algas cubriendo al barco y un pedazo de tierra que era lo único que podía divisarse con este terrible panorama. Me anime y quise bajar de inmediato pero antes le grite a la joven que bajara conmigo, de no hacerlo moriría de frío y si, literalmente hablando.
-¡Heeey, llegamos a tierra, vamos a explorar necesitamos refugio!-
El viento de pasar a sentirse fresco empezaba a romper la piel, el sol se ocultaba cada vez mas por nubes y una densa bruma empezaba a cubrirnos mientras nos adentrábamos mas y mas en el mar. Esta situación me puso un poco nervioso y muy friolento, quise ir a por la chica con la que había realizado la ultima misión para saber si tenía cierta información respecto a lo que estaba sucediendo, lo que era yo, sentía que mi habilidad de termo regulación me estaba fallando y claro, como no, si tan solo llevaba una chaqueta y ni si quiera cerrada por completo, nunca hay que perder el estilo dicen. En realidad la intención de ir por ella solo quedo en eso, en la intención, porque en cuanto moverme casi que no podía, el cambio fue brusco y probablemente iríamos a pescar un resfriado o algo peor de no llegar pronto a destino.
-O-O-Oye... niña... carajo no m-me puedo ni mover... vamos no puedo d-dejar superarme por cosassss tan simples-
Con una voz rasposa y esforzada exigí a mi cuerpo caminar hacia el timón y tomar rumbo camino a la isla mas cercana, solo seguí derecho esperando llegar a tierra firme, en ese momento no me quedaba mas que encomendar a los espíritus nuestras almas y que Poseidon nos guiara a destino. En lo que pasaron unos cuantos minutos, un repentino impacto remeció todo el barco en milésimas de segundo, pero no sonó como si algo se hubiera roto, fue mas bien como si un objeto hubiese amortiguado un posible choque. Me asome en la parte mas frontal del barco y esforzando la vista pude apreciar un montón de algas cubriendo al barco y un pedazo de tierra que era lo único que podía divisarse con este terrible panorama. Me anime y quise bajar de inmediato pero antes le grite a la joven que bajara conmigo, de no hacerlo moriría de frío y si, literalmente hablando.
-¡Heeey, llegamos a tierra, vamos a explorar necesitamos refugio!-
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Mar Jun 21, 2016 1:33 pm
Aún no podía creer que tuviera entre sus manos una carabela tan bonita, lucía bastante bonita desde cualquier punto y quizá era más por la emoción de recibir un regalo así, tan de repente que la peliazul seguía sin creer que donde viajaban ya era algo propio, algo que le pertenecía no sólo a ella, sino al segundo revolucionario que conoció hacía tres meses en Toroa. De alguna manera, la peliazul se había tranquilizado un poco por el hecho de viajar acompañada -al menos ya no se perdía ella sola, debido a sus extremadamente básicos por no decir nulos conocimientos de navegación y orientación- y aunque sonara estúpido, ya no se sentía tan desprotegida como antes, incluso cuando viajaba con un adicto a la adrenalina, de la misma manera en que lo había visto en Toroa, aunque eso había logrado que le cayera mucho mejor de lo que esperaba.
El frío comenzaba a hacerse presente y ella lo notó al salir de la cocina para observar el mar y el camino que Nicklas estaba tomando, rodó los ojos al ver cómo iba vestido y se adentró una vez más en la cocina, esta vez para colocar al fuego una tetera que había comprado hacía un mes aproximadamente, con agua suficiente para rellenar un termo, aprovechó para acomodarse el abrigo y el gorro de tal forma que pudiese maniobrar cerca de la estufa sin meterse en problemas, sus manos estaban tibias y prácticamente el haber cocinado algo pequeño para ambos había ayudado a mantener una temperatura más cálida que la que podía sentirse afuera de la misma.
Una vez el agua comenzó a hervir, colocó un par de hojas de naranja y bajó la lumbre lo más que pudo para que se aprovechara el calor del agua casi por sí sola, esperó un par de minutos y después de ello apagó por completo el fuego, abrió la tapa de la tetera y con ayuda de un colador colocó el té dentro del termo que ya tenía preparado, una vez estuvo casi lleno, lo cerró, colocando la tetera de nuevo sobre la estufa y saliendo posteriormente a cubierta para encontrarse con un cubo de hielo, avanzó lo suficiente para poder escuchar que le llamaba y quiso darle un zape al escucharlo decirle niña, sin embargo se detuvo y mientras calentaba sus manos con el termo que llevaba, avanzó a uno de los costados del barco y minutos después, tras haber podido divisar una isla, el sonido de un choque la alertó y sacudió, se asomó rápidamente a observar si aquello no había causado una apertura en la proa. Segundos después escuchó una vez más la voz de Nicklas que le gritaba que tenían que bajar a buscar refugio, la peliazul dejó el termo en el suelo y corrió a soltar el ancla ya que no podían darse el lujo de perder el primer barco decente que tenían.
Tras tomar el termo, bajó y sus pies tocaron tierra, misma que conforme iban avanzando se cubría de nieve — Deberías cerrar esa sudadera, aún no tenemos un médico capacitado que pueda atenderte — musitó mientras le tendía el termo que llevaba entre las manos las cuales las había mantenido tibias — Bebe eso, debería funcionar para que puedas seguir caminando por ti mismo — se burló y metió sus manos en los bolsillos mirando por delante, en busca de algún sitio donde pudieran cubrirse del frío por un tiempo y también donde pudieran comprar algo de comida que aunque aún tenían lo necesario, no podía aventurarse a seguir viajando sólo con ello — Creo que adelante veo un bar, seguro ahí sí que está cálido — exclamó mientras aceleraba el paso escuchando como crujía la nieve bajo sus pies.
El frío comenzaba a hacerse presente y ella lo notó al salir de la cocina para observar el mar y el camino que Nicklas estaba tomando, rodó los ojos al ver cómo iba vestido y se adentró una vez más en la cocina, esta vez para colocar al fuego una tetera que había comprado hacía un mes aproximadamente, con agua suficiente para rellenar un termo, aprovechó para acomodarse el abrigo y el gorro de tal forma que pudiese maniobrar cerca de la estufa sin meterse en problemas, sus manos estaban tibias y prácticamente el haber cocinado algo pequeño para ambos había ayudado a mantener una temperatura más cálida que la que podía sentirse afuera de la misma.
Una vez el agua comenzó a hervir, colocó un par de hojas de naranja y bajó la lumbre lo más que pudo para que se aprovechara el calor del agua casi por sí sola, esperó un par de minutos y después de ello apagó por completo el fuego, abrió la tapa de la tetera y con ayuda de un colador colocó el té dentro del termo que ya tenía preparado, una vez estuvo casi lleno, lo cerró, colocando la tetera de nuevo sobre la estufa y saliendo posteriormente a cubierta para encontrarse con un cubo de hielo, avanzó lo suficiente para poder escuchar que le llamaba y quiso darle un zape al escucharlo decirle niña, sin embargo se detuvo y mientras calentaba sus manos con el termo que llevaba, avanzó a uno de los costados del barco y minutos después, tras haber podido divisar una isla, el sonido de un choque la alertó y sacudió, se asomó rápidamente a observar si aquello no había causado una apertura en la proa. Segundos después escuchó una vez más la voz de Nicklas que le gritaba que tenían que bajar a buscar refugio, la peliazul dejó el termo en el suelo y corrió a soltar el ancla ya que no podían darse el lujo de perder el primer barco decente que tenían.
Tras tomar el termo, bajó y sus pies tocaron tierra, misma que conforme iban avanzando se cubría de nieve — Deberías cerrar esa sudadera, aún no tenemos un médico capacitado que pueda atenderte — musitó mientras le tendía el termo que llevaba entre las manos las cuales las había mantenido tibias — Bebe eso, debería funcionar para que puedas seguir caminando por ti mismo — se burló y metió sus manos en los bolsillos mirando por delante, en busca de algún sitio donde pudieran cubrirse del frío por un tiempo y también donde pudieran comprar algo de comida que aunque aún tenían lo necesario, no podía aventurarse a seguir viajando sólo con ello — Creo que adelante veo un bar, seguro ahí sí que está cálido — exclamó mientras aceleraba el paso escuchando como crujía la nieve bajo sus pies.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Vie Jul 01, 2016 11:04 pm
La poderosa niebla que cubría la periferia de la isla disminuyo su intensidad al pisar tierra firme y esta paso a ser una "simple" neblina, se agradecía al menos que el clima se tornase generoso con los nuevos visitantes y que así no nos perdiéramos en la entrada y búsqueda de algún lugar para tomar un punto de referencia y ubicarnos, porque la verdad, el sitio no daba buena espina y me ponía nervioso, tanto por andar con una jovencita y cargar con la responsabilidad que significaba caminar junto a ella como por saber cuanto resistiría mi cuerpo estas bajas temperaturas. No quería perder el estilo, era algo que me caracterizaba, la chaqueta abierta, la gorra volteada y los pantalones rasgados, pero la muchacha tenía razón, si no priorizaba mi salud antes que la moda me sentiría un idiota y quedaría ridiculizado entre mis colegas de la salud si me estuvieran observando, que plancha me daría y encima recibiendo consejos de una chica que aún se le podía sentir el olor a leche y el talco para bebés a kilómetros de distancia.
-Supongo que tienes razón, por esta vez haré una excepción, pero me veo nerd así que no te burles, de ser así te dejo tirada acá y sobrevives siendo adoptada por una pareja de osos-
Al escucharla hablar sobre un doctor y no haber descubierto mi identidad (bueno en realidad no le había dicho nunca, ni tampoco aparentaba ser uno) me sentí con ganas de columpiarla y no revelar quien era hasta que tuviera que entrar en acción, pero en realidad, estaba siendo generosa y hasta me ofrecía beber de algo hecho, al parecer, por sus propias manos, acto tierno y sorpresivo, no tenía la apariencia de saber cocinar pero hacer un zumo cualquiera podía, bastaba leer las instrucciones del reverso del envase, de todos modos lo hizo y lo compartió, le contaría el secreto que nunca tuvo intención de ser algo oculto, pero justo cuando tenía la intención de decirlo, adelanto su andar para dirigirse a un bar que logro divisar con buena vista, de momento callaría la información.
"Esto esta sabroso y cálido. Rico sabor a naranja. ¿Que hago tomando esto si allá hay una taberna? allá voy cerveza"
En vez de acelerar la caminata, corrí en dirección al bar, sacudiendo la cabeza de Juuzou para bromear y desafiarla a unas carreras, aunque sabía que ganaría por el hecho de empezar con mas ventaja, solo quería joder, hacer mas amena la extraña relación que se había forjado entre los recién conocidos revolucionarios. Al llegar a la puerta de la taberna, la cuál era bastante rústica, pero no por ello de mal gusto, sentía el calor del interior de la instalación y quería entrar cuanto antes, pero esperaría a que la chica emo llegase.
-Supongo que tienes razón, por esta vez haré una excepción, pero me veo nerd así que no te burles, de ser así te dejo tirada acá y sobrevives siendo adoptada por una pareja de osos-
Al escucharla hablar sobre un doctor y no haber descubierto mi identidad (bueno en realidad no le había dicho nunca, ni tampoco aparentaba ser uno) me sentí con ganas de columpiarla y no revelar quien era hasta que tuviera que entrar en acción, pero en realidad, estaba siendo generosa y hasta me ofrecía beber de algo hecho, al parecer, por sus propias manos, acto tierno y sorpresivo, no tenía la apariencia de saber cocinar pero hacer un zumo cualquiera podía, bastaba leer las instrucciones del reverso del envase, de todos modos lo hizo y lo compartió, le contaría el secreto que nunca tuvo intención de ser algo oculto, pero justo cuando tenía la intención de decirlo, adelanto su andar para dirigirse a un bar que logro divisar con buena vista, de momento callaría la información.
"Esto esta sabroso y cálido. Rico sabor a naranja. ¿Que hago tomando esto si allá hay una taberna? allá voy cerveza"
En vez de acelerar la caminata, corrí en dirección al bar, sacudiendo la cabeza de Juuzou para bromear y desafiarla a unas carreras, aunque sabía que ganaría por el hecho de empezar con mas ventaja, solo quería joder, hacer mas amena la extraña relación que se había forjado entre los recién conocidos revolucionarios. Al llegar a la puerta de la taberna, la cuál era bastante rústica, pero no por ello de mal gusto, sentía el calor del interior de la instalación y quería entrar cuanto antes, pero esperaría a que la chica emo llegase.
- Resumen Nivel 5:
- SI TIENES PAJA DE LEERLO TODO ESTIMADA, TE LO RESUMO:
FUE TODO EN RESPUESTA A LO QUE ME DIJISTE Y CON UNOS PEQUEÑOS AÑADIDOS MIOS, LO ÚNICO DIFERENTE ES QUE ADELANTE EL PASO ECHANDOTE UNAS CARRERITAS Y A PUNTO DE ENTRAR AL BAR
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Sáb Jul 02, 2016 10:41 pm
La peliazul puso los ojos en blanco al escuchar el montón de tonterías que provenían de la boca del "hombre" que venía con ella, si bien en su momento había resultado astuto poco a poco la joven Juuzou se daba cuenta de que estaba con un chico muy inmaduro, o al meno eso es lo que le daba a entender a ella con cada cosa que decía, en su comportamiento y en la manera en la que reaccionaba ante las situaciones en las que se encontraban el par de jóvenes revolucionarios — ¿De verdad me crees tan inmadura como tú, para burlarme de tu ya ridícula apariencia? — soltó en un tono de broma bastante extraño, como si de alguna manera ella pudiera tomarse la libertad de bromear con alguien que acababa de conocer hacía poco tiempo en comparación con otras personas.
Observó cómo, tras entregarle el termo con el té de naranja, el joven de gorra corría en dirección al bar que la peliazul había mencionado anteriormente ¿Era algún tipo de broma? Exhaló profundamente y prosiguió a seguirlo comenzando su carrera, pero el sonido de un den den mushi la hizo detenerse, lo sacó del pequeño saco que la cubría y lo contestó. Sus ojos se abrieron como platos al escuchar la voz que provenía de tan peculiar aparato y tras entender las palabras que decía, colgó sin decir una sola palabra sabiendo que no había necesidad de decir nada. La cara extraña que traía el den den mushi desapareció cuando la llamada terminó, sus ojos se cerraron como si estuviera durmiendo y la peliazul lo devolvió dentro de su abrigo, corriendo esta vez rápidamente en dirección al bar donde se había metido su compañero de tripulación.
Una vez entró, pudo sentir como sus mejillas ardían por el cambio tan drástico de temperatura, podía jurar incluso que estaban rojizas. Se retiró el gorro que le cubría del aire y cerró la puerta detrás de ella, buscando con la mirada a Nicklas — Apuesto que te pediste una cerveza — susurró para ella misma, caminando hasta donde se encontraba el único hombre con gorra que obviamente no lo cubría de la nieve — No te pongas cómodo, tenemos planes y después de encontrar a ya sabes quién, nos iremos — exhaló sentándose en un banco, mientras recargaba los codos sobre la barra de madera que le separaba del barman — ¿Tienes algo para comer? — le preguntó al hombre — Prepara lo más rápido que tengas y pónmelo para llevar, que sean cuatro porciones — una vez dijo eso, se giró para buscar al hombre por el que se encontraban en Tequila Wolf, bueno, al menos uno de ellos.
Observó cómo, tras entregarle el termo con el té de naranja, el joven de gorra corría en dirección al bar que la peliazul había mencionado anteriormente ¿Era algún tipo de broma? Exhaló profundamente y prosiguió a seguirlo comenzando su carrera, pero el sonido de un den den mushi la hizo detenerse, lo sacó del pequeño saco que la cubría y lo contestó. Sus ojos se abrieron como platos al escuchar la voz que provenía de tan peculiar aparato y tras entender las palabras que decía, colgó sin decir una sola palabra sabiendo que no había necesidad de decir nada. La cara extraña que traía el den den mushi desapareció cuando la llamada terminó, sus ojos se cerraron como si estuviera durmiendo y la peliazul lo devolvió dentro de su abrigo, corriendo esta vez rápidamente en dirección al bar donde se había metido su compañero de tripulación.
Una vez entró, pudo sentir como sus mejillas ardían por el cambio tan drástico de temperatura, podía jurar incluso que estaban rojizas. Se retiró el gorro que le cubría del aire y cerró la puerta detrás de ella, buscando con la mirada a Nicklas — Apuesto que te pediste una cerveza — susurró para ella misma, caminando hasta donde se encontraba el único hombre con gorra que obviamente no lo cubría de la nieve — No te pongas cómodo, tenemos planes y después de encontrar a ya sabes quién, nos iremos — exhaló sentándose en un banco, mientras recargaba los codos sobre la barra de madera que le separaba del barman — ¿Tienes algo para comer? — le preguntó al hombre — Prepara lo más rápido que tengas y pónmelo para llevar, que sean cuatro porciones — una vez dijo eso, se giró para buscar al hombre por el que se encontraban en Tequila Wolf, bueno, al menos uno de ellos.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Dom Jul 03, 2016 12:09 am
-Amigo... Ejem... no tienes algo de ¿Blues, Bass, Jazz? vamos no seas amargo-
Entrar a esa cálida y acogedora taberna me hizo recordar mis días de completa libertad e irresponsabilidad, que en realidad seguían presentes al entrar en la revolución, pero no tanto como en un inicio cuando era civil y me dedicaba a ir de concierto en concierto cualquiera fuera la distancia que lo impidiera. El olor a etanol, la gente durmiéndose en una esquina o riendo en medio de la fiesta, chocando sus copas y soltando grotescas palabras de las cuales no tenía conocimiento alguno, todo muy divertido y un contagioso animo el cual me incitaba a tomar asiento y compartir con el primer tipo/a que estuviera dispuesto a competir en cuanto a beber y joder se trataba.
Al lado mío había un tipo tocando música celta, era entretenida pero hacía tiempo que no podía disfrutar de una suave pieza de Jazz, si fuese capaz de cambiar el género, aunque sea una sola canción, sería de gran satisfacción e incluso le agradecería con uno que otro berrie. Al escuchar mi sugerencia, el sujeto se río de mi y me dijo que me retirara si venía con mala disposición y sin ganas de echar el pelo. Me dio algo de rabia pero también le comprendí, lo malo era que no me caracterizo por ser alguien paciente con la gente y ya estaba a punto de estallar y hacerle saber quién era yo y por qué me decían "El Sucio Nicklas", sobrenombre que no me gustaba pero que hacía referencia a mi destacada habilidad en la niñez para golpear idiotas que fueran una molestia para mi.
A punto de entrar en una riña contra el tipo, vi llegar a mi compañera en el barco y me detuve de inmediato, le sonreí al tipo y me disculpe por ser mal educado, lo confundí a tal punto que dejo de tocar y con un ademán negativo fue a tomar asiento, seguro a beber y recuperar energías para seguir cantando. De manera seria como le caracterizaba me dijo que me apresurara y que fuéramos a encontrarnos con alguien, no tenía idea a que se refería y eso que aún no bebía ni media docena de jarras de cerveza, pero bueno tenía razón, debía acelerar el paso y buscar a nuestro objetivo para irnos ya de este horrible congelador natural.
Según me informaron desde una sede de la revolución, debía buscar a un tipo con vendajes, pelo negro, estatura medianamente alta y con pinta de ser rebelde. Entre toda la gente que había, el trabajo se dificultaba y me estresaba rápidamente, pero como la explicación había sido tan clara, a prueba de tontos se podría decir, solo tenía que estar calmo y atento. Me acerque a la barra, donde también se encontraba la joven acompañante, y ahí se encontraba desparramado sobre esta, con la cabeza apoyada sobre sus brazos cruzados, como si le hubiera llegado la resaca bestialmente. Le agite suavemente para saber si estaba despierto, esperaba que su respuesta no fuera brusca, pero no dijo nada. Lo agarre suavemente y lo eche al hombro para cargarlo hacía el barco cuando la capitana diera la orden, pero como vi que tomo asiento, yo haría lo mismo. Me aproxime hacia un banquito cercano a ella y pedí una cerveza para llevar.
-¿No vinimos acá en vano o si? una cerveza artesanal por favor-
Entrar a esa cálida y acogedora taberna me hizo recordar mis días de completa libertad e irresponsabilidad, que en realidad seguían presentes al entrar en la revolución, pero no tanto como en un inicio cuando era civil y me dedicaba a ir de concierto en concierto cualquiera fuera la distancia que lo impidiera. El olor a etanol, la gente durmiéndose en una esquina o riendo en medio de la fiesta, chocando sus copas y soltando grotescas palabras de las cuales no tenía conocimiento alguno, todo muy divertido y un contagioso animo el cual me incitaba a tomar asiento y compartir con el primer tipo/a que estuviera dispuesto a competir en cuanto a beber y joder se trataba.
Al lado mío había un tipo tocando música celta, era entretenida pero hacía tiempo que no podía disfrutar de una suave pieza de Jazz, si fuese capaz de cambiar el género, aunque sea una sola canción, sería de gran satisfacción e incluso le agradecería con uno que otro berrie. Al escuchar mi sugerencia, el sujeto se río de mi y me dijo que me retirara si venía con mala disposición y sin ganas de echar el pelo. Me dio algo de rabia pero también le comprendí, lo malo era que no me caracterizo por ser alguien paciente con la gente y ya estaba a punto de estallar y hacerle saber quién era yo y por qué me decían "El Sucio Nicklas", sobrenombre que no me gustaba pero que hacía referencia a mi destacada habilidad en la niñez para golpear idiotas que fueran una molestia para mi.
A punto de entrar en una riña contra el tipo, vi llegar a mi compañera en el barco y me detuve de inmediato, le sonreí al tipo y me disculpe por ser mal educado, lo confundí a tal punto que dejo de tocar y con un ademán negativo fue a tomar asiento, seguro a beber y recuperar energías para seguir cantando. De manera seria como le caracterizaba me dijo que me apresurara y que fuéramos a encontrarnos con alguien, no tenía idea a que se refería y eso que aún no bebía ni media docena de jarras de cerveza, pero bueno tenía razón, debía acelerar el paso y buscar a nuestro objetivo para irnos ya de este horrible congelador natural.
Según me informaron desde una sede de la revolución, debía buscar a un tipo con vendajes, pelo negro, estatura medianamente alta y con pinta de ser rebelde. Entre toda la gente que había, el trabajo se dificultaba y me estresaba rápidamente, pero como la explicación había sido tan clara, a prueba de tontos se podría decir, solo tenía que estar calmo y atento. Me acerque a la barra, donde también se encontraba la joven acompañante, y ahí se encontraba desparramado sobre esta, con la cabeza apoyada sobre sus brazos cruzados, como si le hubiera llegado la resaca bestialmente. Le agite suavemente para saber si estaba despierto, esperaba que su respuesta no fuera brusca, pero no dijo nada. Lo agarre suavemente y lo eche al hombro para cargarlo hacía el barco cuando la capitana diera la orden, pero como vi que tomo asiento, yo haría lo mismo. Me aproxime hacia un banquito cercano a ella y pedí una cerveza para llevar.
-¿No vinimos acá en vano o si? una cerveza artesanal por favor-
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Mar Jul 05, 2016 4:25 pm
— Nuestro plan inicial no era venir a que te embriagaras — comentó de mala gana mientras seguía con la mirada puesta sobre cada uno de los presentes mientras intentaba buscar facciones similares a las de un hombre alto con un tatuaje en el rostro, sin embargo esto se vería obstaculizado por el hecho de que más de la mitad de los hombres ahí presentes tenían capuchas que les cubrían el rostro, algo de suponerse sobretodo cuando se encontraban en una isla custodiada por agentes del Cipher Pol quienes se convertirían en un enorme dolor de cabeza si se enteraban que en sus narices había un pequeño grupo de Revolucionarios intentando formalizar una tripulación a partir de dos grupos pequeños.
Se giró para quedar sentada de forma correcta, recargó ambos codos sobre la barra de madera y posó su vista sobre el dueño del bar quien parecía muy concentrado preparando las cuatro porciones que anteriormente le había pedido la joven peliazul. De reojo observaba como el revolucionario que respondía al nombre de Nicklas seguía en su afán de beber algo antes de que los tres revolucionarios presentes en el bar tuvieran que salir de ahí. Su paciencia no era mucha y sin embargo estaba haciendo un esfuerzo enorme por controlarse ya que su miedo de ser capturada aumentaba con cada minutos que se encontraban ahí, llámenlo sexto sentido pero ella sabía que estaban tentando demasiado a la suerte mientras más tiempo estuviesen en Tequila Wolf, irónicamente estaban en la boca del lobo.
Tras el transcurso de unos minutos más, su pedido fue entregado en cuatro cajas de bento envueltas por una tela, Juuzou los tomó y le dejó las monedas sobre la barra de madera, se puso de pie con las cuatro cajas de bento en ambas manos y comenzó a andar por el bar hasta que sus ojos se pòsaron en un hombre que traía consigo vendas y el dichoso tatuaje en la cara, mismo que la joven revolucionaria no entendía del todo. Juuzou avanzó hasta él y sin dejar que las miradas curiosas se posaran sobre ella, en un movimiento ágil y un volumen de voz no muy alto le dijo todo lo que necesitaba saber para que ahora los tres pudiesen marcharse del lugar sin levantar sospecha alguna, ya con un Revolucionario avisado Juu volvió a su antiguo asiento para quedar a lado de Nicklas — Lo he encontrado, supongo que es hora de marcharnos ¿No? — comentó mientras posaba la vista sobre el hombre al que habían ido a buscar.
Se giró para quedar sentada de forma correcta, recargó ambos codos sobre la barra de madera y posó su vista sobre el dueño del bar quien parecía muy concentrado preparando las cuatro porciones que anteriormente le había pedido la joven peliazul. De reojo observaba como el revolucionario que respondía al nombre de Nicklas seguía en su afán de beber algo antes de que los tres revolucionarios presentes en el bar tuvieran que salir de ahí. Su paciencia no era mucha y sin embargo estaba haciendo un esfuerzo enorme por controlarse ya que su miedo de ser capturada aumentaba con cada minutos que se encontraban ahí, llámenlo sexto sentido pero ella sabía que estaban tentando demasiado a la suerte mientras más tiempo estuviesen en Tequila Wolf, irónicamente estaban en la boca del lobo.
Tras el transcurso de unos minutos más, su pedido fue entregado en cuatro cajas de bento envueltas por una tela, Juuzou los tomó y le dejó las monedas sobre la barra de madera, se puso de pie con las cuatro cajas de bento en ambas manos y comenzó a andar por el bar hasta que sus ojos se pòsaron en un hombre que traía consigo vendas y el dichoso tatuaje en la cara, mismo que la joven revolucionaria no entendía del todo. Juuzou avanzó hasta él y sin dejar que las miradas curiosas se posaran sobre ella, en un movimiento ágil y un volumen de voz no muy alto le dijo todo lo que necesitaba saber para que ahora los tres pudiesen marcharse del lugar sin levantar sospecha alguna, ya con un Revolucionario avisado Juu volvió a su antiguo asiento para quedar a lado de Nicklas — Lo he encontrado, supongo que es hora de marcharnos ¿No? — comentó mientras posaba la vista sobre el hombre al que habían ido a buscar.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Miér Jul 06, 2016 3:35 pm
En verdad que el tipo se encontraba borracho a mas no poder, de seguro ya se encontraba en el séptimo sueño o de hecho, si no hubiera sentido el calor de su cuerpo y la leve respiración que emanaba, fácilmente se le podría confundir con un muerto. Me estaba incomodando un poco cargarle sin tomar una decisión inmediata, así que para no llamar la atención lo deje sentado a mi lado en un banquito esperando a que la capitana diera la orden de abandonar el bar, cosa que se le notaba quería hacer lo mas pronto posible pero se encontraba esperando el pedido para llevar al barco, seguro era licor y uno que otro picadillo para engañar el estomago. Se oía un tanto molesta la chica, y claro, tenía cierta razón al estar en una isla tan peligrosa para gente como nosotros, pero también estaba exagerando demasiado ya que aún estábamos bastante lejos del centro de Tequila Wolf y a pocos metros del mar como para huir rápidamente en caso de que se manifestara la mas mínima de las sospechas.
-Necesito mantener el calor... un poco de cerveza servirá. Deberías calmarte y comer o beber algo, el aguita de naranja no te dará las energías necesarias para seguir navegando. Quedémonos una media hora mas y partimos ¿Te parece?-
Le mire con algo de seriedad pero mas centrado en mi jarra que en ella para no sentirme incómodo. En ese mismo momento, empece a sentir nuevamente la música celta pero esta vez con mucha mas intensidad, se notaba que ya no era solo el mismo tipo con el que me enfrente anteriormente, sino que esta vez se trataba de un trio establecido, cada uno con un instrumento diferente para darle mas variedad y atraer mas la atención del público. Me volteé para observarlos con cara de pocos amigos y resulta que el mismo sujeto de recién se estaba riendo de mi mientras soplaba con fuerza la gaita y sus compañeros hacían sonar el violín y tambor, dando unos cuantos pasos típicos de esas fiestas para avivar el espectáculo y llamar a la gente a participar de eso mismo.
Seguí bebiendo sin darle mayor importancia, en realidad no me causaba mayor desagrado, era nada mas el hecho de que ya hubo un cierto roce con uno de los músicos. Solté una leve carcajada y aproveche para preguntarle al barman la hora, el ambiente afuera era muy engañoso y no sabía que pensar, si se trataba de una noche clara o un día opaco. Eran las seis de la tarde según lo que me dijo el señor. No quería darle las gracias aún ya que quería aprovechar que había entablado conversación con el para obtener un poco mas de información, posiblemente estábamos arriesgando mas de lo que creíamos estando allí.
La pregunta estaba orientada hacia los Cipher Pol y otro tipo de seguridad que pudiera haber sobre la isla, quería saber si estaban rondando alrededor de todo el montón de tierra firme, sí habían ocurrido atentados últimamente por parte de algunos vándalos, entre otras dudas suavemente lanzadas para tratar de no levantar sospechas. El hombre me respondió que la seguridad estaba bastante presente en esta zona y que intentos de atracos o asesinatos eran pan de cada día pero muy pocos se concretaban gracias al personal eficiente encargado de resguardar la vida de los civiles. Trague saliva y le agradecí finalmente por haberme entregado parte de su tiempo. Nuevamente le insistí a la chica que consumiera algo antes de partir, no quería cargar después con dos revolucionarios en mi espalda.
-Necesito mantener el calor... un poco de cerveza servirá. Deberías calmarte y comer o beber algo, el aguita de naranja no te dará las energías necesarias para seguir navegando. Quedémonos una media hora mas y partimos ¿Te parece?-
Le mire con algo de seriedad pero mas centrado en mi jarra que en ella para no sentirme incómodo. En ese mismo momento, empece a sentir nuevamente la música celta pero esta vez con mucha mas intensidad, se notaba que ya no era solo el mismo tipo con el que me enfrente anteriormente, sino que esta vez se trataba de un trio establecido, cada uno con un instrumento diferente para darle mas variedad y atraer mas la atención del público. Me volteé para observarlos con cara de pocos amigos y resulta que el mismo sujeto de recién se estaba riendo de mi mientras soplaba con fuerza la gaita y sus compañeros hacían sonar el violín y tambor, dando unos cuantos pasos típicos de esas fiestas para avivar el espectáculo y llamar a la gente a participar de eso mismo.
Seguí bebiendo sin darle mayor importancia, en realidad no me causaba mayor desagrado, era nada mas el hecho de que ya hubo un cierto roce con uno de los músicos. Solté una leve carcajada y aproveche para preguntarle al barman la hora, el ambiente afuera era muy engañoso y no sabía que pensar, si se trataba de una noche clara o un día opaco. Eran las seis de la tarde según lo que me dijo el señor. No quería darle las gracias aún ya que quería aprovechar que había entablado conversación con el para obtener un poco mas de información, posiblemente estábamos arriesgando mas de lo que creíamos estando allí.
La pregunta estaba orientada hacia los Cipher Pol y otro tipo de seguridad que pudiera haber sobre la isla, quería saber si estaban rondando alrededor de todo el montón de tierra firme, sí habían ocurrido atentados últimamente por parte de algunos vándalos, entre otras dudas suavemente lanzadas para tratar de no levantar sospechas. El hombre me respondió que la seguridad estaba bastante presente en esta zona y que intentos de atracos o asesinatos eran pan de cada día pero muy pocos se concretaban gracias al personal eficiente encargado de resguardar la vida de los civiles. Trague saliva y le agradecí finalmente por haberme entregado parte de su tiempo. Nuevamente le insistí a la chica que consumiera algo antes de partir, no quería cargar después con dos revolucionarios en mi espalda.
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
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Creado por Juuzou Yamazaki Lun Jul 11, 2016 1:48 am
—Mantener el calor sería mucho más fácil si trajeras algo más encima, ya sabes.. lo que la gente que vive en este tipo de lugares usa — enarcó una ceja con cierto tono de irritación en dirección al joven de gorra que parecía más que dispuesto a quedarse más para satisfacer su deseo de beber alcohol ¿Es que quería demostrar algún punto? Juu se sentó molesta de nueva cuenta en el banco, recargando la cabeza sobre sus brazos cruzados denotando aburrimiento y es que ella no podía sentirse de otra manera, sin embargo sabía que no podía ser tan dura con alguien como Nicklas ya que le había salvado de meterse en un verdadero problema en aquella última misión que hicieron juntos. Exhaló vencida por las palabras del veinteañero y se hizo a la idea de que al menos se quedarían por unos cuarenta minutos más — Sólo no bebas tanto para que también deba cargarte — señaló con la mirada el cuerpo de quien respondía al nombre de Kurogane.
Juu jamás fue amante de la bebida, de hecho no le agradaba en lo absoluto el sabor del sake, probablemente se debía a que no tenía edad suficiente para beber o para apreciar el sabor del licor de arroz que muchos pedían a gritos en aquél establecimiento, después de todo se trataba de un bar. Jugueteó con una tercera parte de su bastón Bo sobre la barra siguiendo inconscientemente el ritmo que marcaba el trío que estaba levantando el ambiente entre el montón de borrachos que ya se encontraban en el lugar. No tenía hambre, tampoco tenía frío, la única sensación que la invadía era el saber que se encontraban en la boca del lobo junto a un compañero que parecía tomarse todo demasiado a la ligera, a quien no podía culpar porque habían pasado días difíciles en alta mar y después de todo un ser humano necesitaba relajarse de vez en cuando para no volverse loco, una opción que Juuzou ya no podía tomar porque con ella no había remedio, estaba más podrida que la madera de un barco viejo.
Escuchó atentamente las preguntas que realizaba al barman y se aferró al conjunto de cuatro cajas que ya había pagado, seguramente el otro grupo también tenía hambre y ya que no podía asegurarse de si ellos traían consigo ingredientes o un cocinero, prefería ser previsora y llevar algo ya preparado por si llevaban al igual que ella y Nicklas varios días sin comer como era debido, algo a lo que la peliazul estaba más que acostumbrada por lo que no resultaba en un mayor problema mantenerse un par de días más sin probar comida como era debido — Tenemos que marcharnos — comentó por ¿tercera vez? Ya no sabía cuántas veces había repetido aquellas tres palabras esperando que fueran consideradas por él.
— Recibí una llamada y no quiero que se marchen sin nosotros — esa era una idea muy extremista ya que sabía que si el peligro no era inminente, les esperarían pero era algo que no se podía tomar a la ligera — Además de que si la tormenta de nieve se hace más grande no sabremos ni para dónde caminar — dramatizó ya que ella era pésima orientádose y por lo poco que había conocido al revolucionario, él sufría del mismo problema.
Juu jamás fue amante de la bebida, de hecho no le agradaba en lo absoluto el sabor del sake, probablemente se debía a que no tenía edad suficiente para beber o para apreciar el sabor del licor de arroz que muchos pedían a gritos en aquél establecimiento, después de todo se trataba de un bar. Jugueteó con una tercera parte de su bastón Bo sobre la barra siguiendo inconscientemente el ritmo que marcaba el trío que estaba levantando el ambiente entre el montón de borrachos que ya se encontraban en el lugar. No tenía hambre, tampoco tenía frío, la única sensación que la invadía era el saber que se encontraban en la boca del lobo junto a un compañero que parecía tomarse todo demasiado a la ligera, a quien no podía culpar porque habían pasado días difíciles en alta mar y después de todo un ser humano necesitaba relajarse de vez en cuando para no volverse loco, una opción que Juuzou ya no podía tomar porque con ella no había remedio, estaba más podrida que la madera de un barco viejo.
Escuchó atentamente las preguntas que realizaba al barman y se aferró al conjunto de cuatro cajas que ya había pagado, seguramente el otro grupo también tenía hambre y ya que no podía asegurarse de si ellos traían consigo ingredientes o un cocinero, prefería ser previsora y llevar algo ya preparado por si llevaban al igual que ella y Nicklas varios días sin comer como era debido, algo a lo que la peliazul estaba más que acostumbrada por lo que no resultaba en un mayor problema mantenerse un par de días más sin probar comida como era debido — Tenemos que marcharnos — comentó por ¿tercera vez? Ya no sabía cuántas veces había repetido aquellas tres palabras esperando que fueran consideradas por él.
— Recibí una llamada y no quiero que se marchen sin nosotros — esa era una idea muy extremista ya que sabía que si el peligro no era inminente, les esperarían pero era algo que no se podía tomar a la ligera — Además de que si la tormenta de nieve se hace más grande no sabremos ni para dónde caminar — dramatizó ya que ella era pésima orientádose y por lo poco que había conocido al revolucionario, él sufría del mismo problema.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Mar Jul 12, 2016 2:33 pm
-Esta bien niña... no quiero que sigas estando mas nerviosa, te puede doler el estomago, la cabeza y así... una cadena de malestares que lo único que lograrían sería ponerme nervioso a mi y de nuevo todo el tonteo... vamos allá-
Sentía como el líquido se deslizaba por mi esófago, eran los últimos sorbos de aquel brebaje que me tenía a gusto en el local. Era un lugar bastante cómodo, la gente era sociable, los músicos enérgicos y peleadores, el barman era el típico caballero que atendía y agradaba a todos por su buena disposición para conversar y/o aclarar dudas a los viajeros y personas perdidas. Me daba lastima tener que irme pero la presión de la chiquilla estaba surgiendo efecto y en realidad tenía razón, ya no era un chico despreocupado y tenía que hacerme cargo de los planes de la revolución y no embriagarme como si no hubiese futuro ni problemas, porque era lo mas probable de acarrear si seguíamos en este sucucho. Coloque la jarra sobre la barra, me limpie la boca con la manga del antebrazo y agradecí al buen hombre que me había compartido la bebida. Le jale una mejilla suavemente a la muchacha que se sentaba a mi lado y le dije que nos pusiéramos en marcha luego de oír que nos podían dejar abandonados en esta isla los demás compañeros de facción. Me despedí amablemente de las personas con las que me relacione, incluso le di un fuerte abrazo al músico con el que había tenido ciertos roces, me quedaba mirando las mesas de rato en rato como si estuviesen pasando un partido de fútbol en la televisión, creo que el efecto del alcohol estaba surtiendo efecto, pero lo bueno era que no me caracterizaba por ponerme violento, por el contrario, era de los tipos graciosos cuando me paso de copas, lo malo era que me distraía con facilidad y eso se podía notar ya que estaba en la salida del bar y sin el muchacho de objetivo en mis espaldas.
-Hehehe, se me olvida por quién vinimos. Te sigo Juuzou, llévame hacia donde estén esos sujetos ¿Estás segura de que no es una trampa a todo esto?-
Fui a por el tipo, me lo eché al hombro, su cuerpo estaba pesado, tibio y fermentando, era desagradable pero al menos serviría para aguantar las bajas temperaturas del exterior y no sufrir un brusco cambio de escenarios. Me quede bajo la puerta, esperando a la chica y posteriormente nos dirigimos hacia el lugar donde sería el sitio de encuentro con los demás encapuchados.
Sentía como el líquido se deslizaba por mi esófago, eran los últimos sorbos de aquel brebaje que me tenía a gusto en el local. Era un lugar bastante cómodo, la gente era sociable, los músicos enérgicos y peleadores, el barman era el típico caballero que atendía y agradaba a todos por su buena disposición para conversar y/o aclarar dudas a los viajeros y personas perdidas. Me daba lastima tener que irme pero la presión de la chiquilla estaba surgiendo efecto y en realidad tenía razón, ya no era un chico despreocupado y tenía que hacerme cargo de los planes de la revolución y no embriagarme como si no hubiese futuro ni problemas, porque era lo mas probable de acarrear si seguíamos en este sucucho. Coloque la jarra sobre la barra, me limpie la boca con la manga del antebrazo y agradecí al buen hombre que me había compartido la bebida. Le jale una mejilla suavemente a la muchacha que se sentaba a mi lado y le dije que nos pusiéramos en marcha luego de oír que nos podían dejar abandonados en esta isla los demás compañeros de facción. Me despedí amablemente de las personas con las que me relacione, incluso le di un fuerte abrazo al músico con el que había tenido ciertos roces, me quedaba mirando las mesas de rato en rato como si estuviesen pasando un partido de fútbol en la televisión, creo que el efecto del alcohol estaba surtiendo efecto, pero lo bueno era que no me caracterizaba por ponerme violento, por el contrario, era de los tipos graciosos cuando me paso de copas, lo malo era que me distraía con facilidad y eso se podía notar ya que estaba en la salida del bar y sin el muchacho de objetivo en mis espaldas.
-Hehehe, se me olvida por quién vinimos. Te sigo Juuzou, llévame hacia donde estén esos sujetos ¿Estás segura de que no es una trampa a todo esto?-
Fui a por el tipo, me lo eché al hombro, su cuerpo estaba pesado, tibio y fermentando, era desagradable pero al menos serviría para aguantar las bajas temperaturas del exterior y no sufrir un brusco cambio de escenarios. Me quede bajo la puerta, esperando a la chica y posteriormente nos dirigimos hacia el lugar donde sería el sitio de encuentro con los demás encapuchados.
Nicklas Vermillion
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