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Creado por Shimazu Toyohisa Vie Mayo 13, 2016 9:41 pm
La batalla estaba apuntó de empezar, los bandidos aparecían por todas partes y los marines presentes en el pueblo eran los encargados de repeler las acciones de estos, aunque de momento fuesen minoría absoluta, en cuanto a lo que en numérico se refiere. Probablemente y realizando un conteo rapido inicialmente Octarine podía calcular unos veinticuatro, contando a los últimos nueve que llegaban de manera imponente, aparentemente los más poderosos. Por el bando de los marines eran quince, once marines, Zed, Octarine y los dos tipos del pueblo más robustos y valerosos aparentemente, cargados de ganas de erradicar la peste que les aquejaba la cotidianidad. Cuando llegasen el resto de marines la proporción sería mucho mayor a favor de ellos eran al menos unos treinta, sin contar con el alto rango encargado de esa pequeña misión que había llegado en el momento preciso.
Octarine todavía contenía el sabor de la bebida isotónica que acababa de ingerir y aunque esto no era mucho había sido un respiro tanto para su cuerpo como para su mente, el agotamiento debido a la tensión de su ultima hora había sido algo bastante estresante que también pasaba factura. -Zed, aunque no estemos tan listos como deberíamos vamos a acabar con todos los que podamos, la competencia no se detiene hasta que todos estén en el piso- le decía tratando de sacar animo y vitalidad de una fuente a la que le quedaba bastante poco.
Octarine todavía contenía el sabor de la bebida isotónica que acababa de ingerir y aunque esto no era mucho había sido un respiro tanto para su cuerpo como para su mente, el agotamiento debido a la tensión de su ultima hora había sido algo bastante estresante que también pasaba factura. -Zed, aunque no estemos tan listos como deberíamos vamos a acabar con todos los que podamos, la competencia no se detiene hasta que todos estén en el piso- le decía tratando de sacar animo y vitalidad de una fuente a la que le quedaba bastante poco.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Roderick Molten Sáb Mayo 14, 2016 5:09 pm
Entre al interior del local, mire a todos lados y encontré a Octarine. Me acerqué a el preguntando si ya había ejecutado la llamada, a lo que me entere que ya lo había hecho, justamente en la cantina contaban con un Den Den Mushi, y claro, no se puede andar por la vida sin tener una forma de comunicación, tenía que recomendar eso a la marina, después de todo cuentan con varios fondos, un Ko Den Den Mushi no significaría grandes perdidas monetarias para la institución. En ese momento me iba a preparar para la batalla saliendo a observar el panorama, pero el muchacho marine con el que competía me estaba invitando a una ronda de alcohol, dicen que los vikingos y otras antiguas fuerzas de combate se daban grandes festines y se llenaban de vigor para enfrentar a cientos y cientos de enemigos, donde claro, la principal atracción era el alcohol y el que mas fuerzas otorgaba a los luchadores. Era eso o quería ganarme en la competencia, podía pensar que era débil en cuanto al consumo de bebidas alcohólicas se refería y aprovecharse para ganar la apuesta, astuto pero tramposo y no pienso que un marine se atreva a usar estrategias de esa calaña.
A pesar de todo acepte y bebí una buena cantidad, sin pasarse de la raya antes de lo que sería el enfrentamiento, los refuerzos no tardarían en llegar y por mientras solo había que aguantar y poner valor en el campo de batalla. Dando el último sorbo del pitcher en el que estaba tomando, estampe el recipiente contra la barra, me limpie la boca con el antebrazo repetidamente y le dije a Octarine, respondiendo a su fuerte determinación que saliéramos a apoyar a los que se encontraban resguardando la iglesia y su alrededor.
-Tienes razón compañero, todavía sigue en pie el reto, pero esto ha pasado a ser un poco mas complicado de lo que nos hablaron. Si vamos a combatir tratemos de no ser un estorbo, pongamos a prueba nuestro ingenio para capturar a los enemigos por sobre la fuerza-
Le sonreí y posteriormente me dirigí hacia la puerta, aunque antes de abandonar el lugar, me di vuelta y le grite agradecidamente al Barman y le hice una seña al joven iniciado para que se apresurara, quizás temía que el alcohol se le distribuyera rápidamente a todas la zonas de su cuerpo, a decir verdad, también sentía que la cámara estaba mal enfocada.
A pesar de todo acepte y bebí una buena cantidad, sin pasarse de la raya antes de lo que sería el enfrentamiento, los refuerzos no tardarían en llegar y por mientras solo había que aguantar y poner valor en el campo de batalla. Dando el último sorbo del pitcher en el que estaba tomando, estampe el recipiente contra la barra, me limpie la boca con el antebrazo repetidamente y le dije a Octarine, respondiendo a su fuerte determinación que saliéramos a apoyar a los que se encontraban resguardando la iglesia y su alrededor.
-Tienes razón compañero, todavía sigue en pie el reto, pero esto ha pasado a ser un poco mas complicado de lo que nos hablaron. Si vamos a combatir tratemos de no ser un estorbo, pongamos a prueba nuestro ingenio para capturar a los enemigos por sobre la fuerza-
Le sonreí y posteriormente me dirigí hacia la puerta, aunque antes de abandonar el lugar, me di vuelta y le grite agradecidamente al Barman y le hice una seña al joven iniciado para que se apresurara, quizás temía que el alcohol se le distribuyera rápidamente a todas la zonas de su cuerpo, a decir verdad, también sentía que la cámara estaba mal enfocada.
Roderick Molten
Hoja de personaje
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(33/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Mar Mayo 17, 2016 2:21 pm
Terminaría de pagar las bebidas y agradecería al vendedor, un momento después se percataría de que Zed ya estaba desde la puerta agradecería con un ligero grito, realmente le caía bien su forma de ser, dejaría el dinero aunque el encargado le dijese que tranquilo. Ese chico había recuperado vitalidad con la bebida o le había afectado lo suficiente como para acelerarlo, Octarine había conocido personas que soportaban menos que una jarra como esa, no esperaba que Zed fuese así, el tenía un buen aguante pese a poseer una delgada figura y según se dice son los que más fácil se embriagan, el no era el caso.
Al salir y ver a los bandidos que atacaban a sus compañero en mayoría numérica dijo -Vamos rápido Zed, a dar todo el apoyo que podamos- se acercaron a la iglesia donde se disputaba el enfrentamiento más arduo esta vez un poco mermado de condición y queriendo conservar la mayor cantidad de fuerzas hasta el final lucharía al lado de dos compañeros marines contra otros tres maleantes, la mayoría de pequeñas batalla se había organizado con desventaja numérica, Octarine solo había llegado a igualar una de tantas. Se ubicaban de esa forma a un lado de la iglesia mientras algunos soldados armados trataban de mantener a raya a los bandidos que salían desde las zonas más boscosas para que no incrementaran la fuerza neta que trataba de acabar con la mayoría de marines al costado del templo.
Octarine entraba en en ese combata dando bloqueos y esquivando de frente tanto espadazos como cuchilladas de los tipos mientras le daba a sus dos compañero un respiro para que atacaran con todo lo que tenían. Eran pequeños combates intensos donde mucho hombres relativamente jóvenes se jugaban la vida defendiendo sus ideales ante la búsqueda de mejores condiciones para su vida al coste que fuese, aunque no hubiesen impresionantes poderes la batalla era encarnizada y de ambos bandos se vería caer sangre, algún ideal debía ganar.
Al salir y ver a los bandidos que atacaban a sus compañero en mayoría numérica dijo -Vamos rápido Zed, a dar todo el apoyo que podamos- se acercaron a la iglesia donde se disputaba el enfrentamiento más arduo esta vez un poco mermado de condición y queriendo conservar la mayor cantidad de fuerzas hasta el final lucharía al lado de dos compañeros marines contra otros tres maleantes, la mayoría de pequeñas batalla se había organizado con desventaja numérica, Octarine solo había llegado a igualar una de tantas. Se ubicaban de esa forma a un lado de la iglesia mientras algunos soldados armados trataban de mantener a raya a los bandidos que salían desde las zonas más boscosas para que no incrementaran la fuerza neta que trataba de acabar con la mayoría de marines al costado del templo.
Octarine entraba en en ese combata dando bloqueos y esquivando de frente tanto espadazos como cuchilladas de los tipos mientras le daba a sus dos compañero un respiro para que atacaran con todo lo que tenían. Eran pequeños combates intensos donde mucho hombres relativamente jóvenes se jugaban la vida defendiendo sus ideales ante la búsqueda de mejores condiciones para su vida al coste que fuese, aunque no hubiesen impresionantes poderes la batalla era encarnizada y de ambos bandos se vería caer sangre, algún ideal debía ganar.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
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(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Roderick Molten Jue Mayo 19, 2016 10:22 pm
Tras salir del local y ver que Octarine se encontraba en mi misma sintonía, re-energetizado por los buenos tragos que consumimos en la cantina, nos fuimos de lleno contra los marines, o por lo menos eso evidenciaba mi compañero quien ya se encontraba librando una pelea contra los inadaptados. Esto me alarmo, quería derribar seres de mala facha para ganar la apuesta, bueno mejor dicho evitar destrozos en la isla, pero habían algunos que estaban armados con pistolas, rifles, entre otras armas construidas por ellos mismos, cosa que podía ser un plus para la marina ya que hay que saber construir las armas porque puede que les salga el tiro por la culata y mueran bajo su propia ley. Esto último sería gracioso pero no podía apostar a mi suerte y esperar que murieran por error de ellos mismos, tenía que ir al ataque.
"Miro y miro y lo único que veo es una batalla desatada, creo que el objetivo que tenían en mente ya se ha estropeado. Los marines tienen bajo resguardo todas y cada una de las entradas que tiene disponible la iglesia. Alrededor de toda la isla ya hay marines que se encuentran combatiendo a los piratas que serían enviados a generar caos. Aún faltan los refuerzos y solo queda identificar al capitán de estos gusanos, la victoria es nuestra"
Haciendo uso de mis habilidades como infiltrado, me fui por detrás de una hilera de casas que habían cercanas a la iglesia, cerca de por ahí se encontraba una tropa de piratas armados para atacar de larga distancia, era su carta mas ofensiva ya que los que peleaban cuerpo a cuerpo tenían decepcionantes habilidades de combate. Una vez derrotados esos pocos, se acabaría el juego. Así fue como sucedió, casi como si de un asesino se tratase, sigilosamente me acerque a la espalda de todos y cada uno y les di un puñetazo en la nuca a cada uno de ellos, los disparos cesaron y las armas cayeron contra el suelo, aunque no todo fue color de rosa, si bien los mequetrefes cayeron derrotados, en ese preciso momento sonó lo que parecía ser un pequeño Den Den Mushi que al parecer se encontraba en plena llamada. Sin pensarlo, registre al cuerpo caído, busque y saque al caracol escuchando lo que estaba comunicando, con mucha atención y sin decir ni una palabra.
-Zakkaria, Thomas, Repó-Repórtense, ¿Cómo esta la situación? Respondan maldición estúpidos no tenemos tiempo que perder. Jefe las cosas pasaron a complicarse mas de lo que esperábamos, ¿tendremos que ir en persona a atender este problema? cortare la transmisión al parecer esos dos ya fueron derrotados o peor aún asesinados, cambio fuera.
La situación me alarmo bastante, como novato no sabía que hacer con tanta información que podía ser valiosisima para mis superiores. Como no veía a alguien de mayor rango a mi cercanía, me acerqué al marine mas cercano para que se esparciera la voz y me encargue de que se lo hicieran saber a Octarine, para que presionara a los refuerzos marines cosa de que lleguen a tiempo para una posible ofensiva de emergencia por parte de los del bando pirata.
"Miro y miro y lo único que veo es una batalla desatada, creo que el objetivo que tenían en mente ya se ha estropeado. Los marines tienen bajo resguardo todas y cada una de las entradas que tiene disponible la iglesia. Alrededor de toda la isla ya hay marines que se encuentran combatiendo a los piratas que serían enviados a generar caos. Aún faltan los refuerzos y solo queda identificar al capitán de estos gusanos, la victoria es nuestra"
Haciendo uso de mis habilidades como infiltrado, me fui por detrás de una hilera de casas que habían cercanas a la iglesia, cerca de por ahí se encontraba una tropa de piratas armados para atacar de larga distancia, era su carta mas ofensiva ya que los que peleaban cuerpo a cuerpo tenían decepcionantes habilidades de combate. Una vez derrotados esos pocos, se acabaría el juego. Así fue como sucedió, casi como si de un asesino se tratase, sigilosamente me acerque a la espalda de todos y cada uno y les di un puñetazo en la nuca a cada uno de ellos, los disparos cesaron y las armas cayeron contra el suelo, aunque no todo fue color de rosa, si bien los mequetrefes cayeron derrotados, en ese preciso momento sonó lo que parecía ser un pequeño Den Den Mushi que al parecer se encontraba en plena llamada. Sin pensarlo, registre al cuerpo caído, busque y saque al caracol escuchando lo que estaba comunicando, con mucha atención y sin decir ni una palabra.
-Zakkaria, Thomas, Repó-Repórtense, ¿Cómo esta la situación? Respondan maldición estúpidos no tenemos tiempo que perder. Jefe las cosas pasaron a complicarse mas de lo que esperábamos, ¿tendremos que ir en persona a atender este problema? cortare la transmisión al parecer esos dos ya fueron derrotados o peor aún asesinados, cambio fuera.
La situación me alarmo bastante, como novato no sabía que hacer con tanta información que podía ser valiosisima para mis superiores. Como no veía a alguien de mayor rango a mi cercanía, me acerqué al marine mas cercano para que se esparciera la voz y me encargue de que se lo hicieran saber a Octarine, para que presionara a los refuerzos marines cosa de que lleguen a tiempo para una posible ofensiva de emergencia por parte de los del bando pirata.
Roderick Molten
Hoja de personaje
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Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Sáb Mayo 21, 2016 5:28 pm
La batalla era espesa los golpes volaban por todo lado, los bandos que se enfrentaban, los disparos y gritos rodeaban la escena cercana a la iglesia que profesaba la fe de todos los seres vivos.
Octarine dejo de percibir a su nuevo amigo Zed mientras se concentraba en su combate, supuso que debía estar haciendo algo bueno bastante bueno ya que aparentemente oculto su presenciar. El combate que tenía en ese momento frente a varios tipos acompañado de otros marines lograron salir airosos mediante los golpes fulminantes de sus compañeros gracias a su rápida presión y bloqueos.
Habiendo acabado su pequeño escuadrón iría a dar soporte a algún otro grupo que luchaba es desventaja. Mientras intervenían Octarine dejaba de escuchar disparos del lado de los rivales, así era de preciso el oído del pelinegro. “Probablemente Zed realizará alguna táctica o maniobra encargadose de ellos o al menos deteniéndolo, se ve que es ágil” las pequeñas batallas continuaban y de ambos bandos muchos caían, con heridas leves y otros no tanto, dos bajas inmediatas de cada bando.
En ese momento un marine se acercó informando sobre los planes de los enemigos, diciendo que el chico de pelo blanco había conseguido la información, Octarine sintió un poco de admiración por Zed y quería preguntarle como había hecho, como infiltrado siempre le gustaba mejorar en ese aspecto. En ese momento escuchó una marcha y al girar su cabeza vio a la tropa total de marines que venía con el superior dirigiendolos desde el frente. El delgado pelinegro se acercaría moviendo la mano indicando que era aliado para comentar el mensaje que se había transmitido – Permiso para hablar. La situación se volvió un caos, no se esperaban tantos individuos, estamos manteniendo controlada el pueblo con pocos heridos pero por un canal de información se sabe que los bandidos ya van a atacar con todas sus fuerza. - Esperando que la tropa se movilizara y lo hicieron muy rápido, una vez dicho eso a ese superior en menos de quince segundos ya estaba acabando con los insurrectos.
Octarine dejo de percibir a su nuevo amigo Zed mientras se concentraba en su combate, supuso que debía estar haciendo algo bueno bastante bueno ya que aparentemente oculto su presenciar. El combate que tenía en ese momento frente a varios tipos acompañado de otros marines lograron salir airosos mediante los golpes fulminantes de sus compañeros gracias a su rápida presión y bloqueos.
Habiendo acabado su pequeño escuadrón iría a dar soporte a algún otro grupo que luchaba es desventaja. Mientras intervenían Octarine dejaba de escuchar disparos del lado de los rivales, así era de preciso el oído del pelinegro. “Probablemente Zed realizará alguna táctica o maniobra encargadose de ellos o al menos deteniéndolo, se ve que es ágil” las pequeñas batallas continuaban y de ambos bandos muchos caían, con heridas leves y otros no tanto, dos bajas inmediatas de cada bando.
En ese momento un marine se acercó informando sobre los planes de los enemigos, diciendo que el chico de pelo blanco había conseguido la información, Octarine sintió un poco de admiración por Zed y quería preguntarle como había hecho, como infiltrado siempre le gustaba mejorar en ese aspecto. En ese momento escuchó una marcha y al girar su cabeza vio a la tropa total de marines que venía con el superior dirigiendolos desde el frente. El delgado pelinegro se acercaría moviendo la mano indicando que era aliado para comentar el mensaje que se había transmitido – Permiso para hablar. La situación se volvió un caos, no se esperaban tantos individuos, estamos manteniendo controlada el pueblo con pocos heridos pero por un canal de información se sabe que los bandidos ya van a atacar con todas sus fuerza. - Esperando que la tropa se movilizara y lo hicieron muy rápido, una vez dicho eso a ese superior en menos de quince segundos ya estaba acabando con los insurrectos.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
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Creado por Roderick Molten Sáb Mayo 21, 2016 11:42 pm
Nadie dominaba el encuentro, todo estaba bastante parejo y parecía mantenerse así, de momento habían pocos muertos y esperaba no lamentar muchas mas perdidas de estos, ni tampoco de piratas la verdad, aunque si llegaban a hacer una locura nos veríamos obligados a ejecutar otra maniobra ofensiva, el asesinato a sangre fría. Por mi parte creo que ya había colaborado bastante acabando con las fuerzas a media distancia de los piratas, creo que sería momento de esposar a los caídos y de trasladarlos a la sede mas cercana, claro si es que todo el escándalo cesaba, cosa que de momento no era muy posible debido a la rápida propagación de los piratas y tras haber oído que tenían un as bajo la manga vía Den Den Mushi, había que estar preparado para lo peor, que estaba pronto a suceder por lo demás.
"Me pregunto si faltará mucho tiempo para que lleguen los refuerzos... necesitamos que esto acabe lo antes posible"
Ya tenía el ceño fruncido y me sentía bastante inquieto e incómodo con mi atuendo de marine, no estaba acostumbrado aún a tanta formalidad, por lo que me desabotone la camiseta un poco dejando entrar un poco de aire y acto seguido me dirigí hacia el centro, abandonando a los cuerpos noqueados a su suerte. Al haber llegado me encontre con el chico de pelo negro y a un poco de distancia a un montón de personas teniendo duelos frente a frente con distinta variedad de armas y otros a la antigua, cara a cara desarmados, con nada mas que sus propios puños para pelear. No le di tanta relevancia a esto y me fije que el mayor junto a un pelotón de soldados ya se encontraban presente en el área. Me iba a presentar como era de costumbre al encontrarse ante un hombre de alta categoría, pero de pronto este mismo nos pego una tacleada a los mas cercanos y en ese momento una fuerte explosión se sintió justo en donde estábamos de pie. Sorprendido y en el suelo mire a mi alrededor tratando de buscar la causa de la detonación y a unos cuantos metros de distancia pude ver a un monton de hombres de mal aspecto y a uno grande y fornido jugueteando con una granada como si de una pelota de plástico se tratase.
-Nahahahahaha ¿Por qué la marina interfiere en nuestros planes? retírense de acá gusanos o haré volar todo este lugar con mi armamento-
"Me pregunto si faltará mucho tiempo para que lleguen los refuerzos... necesitamos que esto acabe lo antes posible"
Ya tenía el ceño fruncido y me sentía bastante inquieto e incómodo con mi atuendo de marine, no estaba acostumbrado aún a tanta formalidad, por lo que me desabotone la camiseta un poco dejando entrar un poco de aire y acto seguido me dirigí hacia el centro, abandonando a los cuerpos noqueados a su suerte. Al haber llegado me encontre con el chico de pelo negro y a un poco de distancia a un montón de personas teniendo duelos frente a frente con distinta variedad de armas y otros a la antigua, cara a cara desarmados, con nada mas que sus propios puños para pelear. No le di tanta relevancia a esto y me fije que el mayor junto a un pelotón de soldados ya se encontraban presente en el área. Me iba a presentar como era de costumbre al encontrarse ante un hombre de alta categoría, pero de pronto este mismo nos pego una tacleada a los mas cercanos y en ese momento una fuerte explosión se sintió justo en donde estábamos de pie. Sorprendido y en el suelo mire a mi alrededor tratando de buscar la causa de la detonación y a unos cuantos metros de distancia pude ver a un monton de hombres de mal aspecto y a uno grande y fornido jugueteando con una granada como si de una pelota de plástico se tratase.
-Nahahahahaha ¿Por qué la marina interfiere en nuestros planes? retírense de acá gusanos o haré volar todo este lugar con mi armamento-
Roderick Molten
Hoja de personaje
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Creado por Shimazu Toyohisa Dom Mayo 22, 2016 1:07 am
Justo cuando el joven recluta le comentaba a su superior la situación este diría – Rápido muchachos, vamos a acabar con esto.- diriguiendo a todos lo que lo seguían - Quiero ver terminado esta “batalla” en un momento.- marcando con tono burlesco sobre la palabra batallas – Y el que acabe herido se quedará en esta isla por débil, ¡somos mayoría, somos la marina!- esa seria su frase final y grito de guerra.
Octarine se unió a la caballería que había llegado durante la lucha cerca de la iglesia, donde ya estaba Zed. -Gran trabajo con esa información, luego debes contarme como la obtuviste -sin mentir en lo más mínimo, arrasaron con los que había ahí. El mayor al mando era rapidísimo llegó y en menos de un minuto acabo por lo menos con once. El pelinegro solo lo miraba sorprendido mientras el avanzaba a donde creía vendrían las ultimas fuerzas según la introspección que había hecho en la guarida de estos. El delgado recluta dirigía a uno cuantos soldados, no les daba ordenes solo les mostraba la ruta, además de que corría bastante rápido en comparación con algunos de los que lo seguían pero debían ser mucho más fuertes. Veía a su lado como las fuerzas que azotaban el pueblo habían sido completamente detenidas y ya el mayor empezaba a acercarse hacia ellos de manera supersónica para Octarine, “es impresionantemente absurdo” y se escuchó una explosión fuerte con la aparición de los tipos más fuertes que sembraban el terror. Era la batalla final y estaba por comenzar, aunque la superioridad de la marina era completamente evidente, por suerte para el pueblo, para la paz y para los dos jóvenes reclutas que habían destacado hasta el momento pese a ser bastante jóvenes.
El pelinegro se enfrentó a un tipo más derrotándolo después de acabar empapado y agotadisimo, al acabar todo esto estaba exhausto los refuerzos también y en especial el mayor parecería haber estado en una practica rutinaria pero se cargó una gran mayoría de los que aparentaban ser los villanos más poderosos de esa isla. Octarine jamás pensó que alguien pudiese hacer tanta diferencia, su perspectiva de la fuerza cambio por completo, ese era el nivel al que quería aspirar.
Octarine se unió a la caballería que había llegado durante la lucha cerca de la iglesia, donde ya estaba Zed. -Gran trabajo con esa información, luego debes contarme como la obtuviste -sin mentir en lo más mínimo, arrasaron con los que había ahí. El mayor al mando era rapidísimo llegó y en menos de un minuto acabo por lo menos con once. El pelinegro solo lo miraba sorprendido mientras el avanzaba a donde creía vendrían las ultimas fuerzas según la introspección que había hecho en la guarida de estos. El delgado recluta dirigía a uno cuantos soldados, no les daba ordenes solo les mostraba la ruta, además de que corría bastante rápido en comparación con algunos de los que lo seguían pero debían ser mucho más fuertes. Veía a su lado como las fuerzas que azotaban el pueblo habían sido completamente detenidas y ya el mayor empezaba a acercarse hacia ellos de manera supersónica para Octarine, “es impresionantemente absurdo” y se escuchó una explosión fuerte con la aparición de los tipos más fuertes que sembraban el terror. Era la batalla final y estaba por comenzar, aunque la superioridad de la marina era completamente evidente, por suerte para el pueblo, para la paz y para los dos jóvenes reclutas que habían destacado hasta el momento pese a ser bastante jóvenes.
El pelinegro se enfrentó a un tipo más derrotándolo después de acabar empapado y agotadisimo, al acabar todo esto estaba exhausto los refuerzos también y en especial el mayor parecería haber estado en una practica rutinaria pero se cargó una gran mayoría de los que aparentaban ser los villanos más poderosos de esa isla. Octarine jamás pensó que alguien pudiese hacer tanta diferencia, su perspectiva de la fuerza cambio por completo, ese era el nivel al que quería aspirar.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
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Creado por Roderick Molten Jue Jun 02, 2016 12:03 pm
Me sacudí el polvo que manchaba mi atuendo y me sobe el antebrazo el cual había sido rasmillado por entrar en contacto con tal brusquedad de la caída contra el suelo. Me puse de pie y al identificar a los tipos me iba a lanzar como loco contra ellos, pero debía esperar indicaciones, no debía actuar sin antes consultar al superior que estaba presente entre nosotros, sería una falta de respeto que podría costar caro, sanciones que irían desde limpiar la cubierta del barco hasta tarea extra en cuanto a labores administrativas de la marina, lo cuál todo mundo le hacía el quite por ser la actividad mas somnífera que te pudiesen asignar. A mi lado estaba, además de las pequeñas parejas que estaban compitiendo por sus respectivos bandos, el muchacho Octarine a quién le impresiono al parecer mi forma de derrotar enemigos silenciosamente. Le levante el dedo pulgar y le mostré una sonrisa descubriendo un poco los dientes. Era tal mi impaciencia que me acerqué al mayor y le pedí que tomara una decisión en un momento en el que era necesario actuar rápido y no pensar en estrategias, de hecho todo estaba saliendo de 10, no habían civiles corriendo peligro y en cuanto a las construcciones ninguna había salido dañada, a excepción del suelo que tenía algunos huecos o hendiduras por causa de balas desviadas o las explosiones que había lanzado el nuevo sujeto.
Alto Rango Marine: Mmm, según lo poco que he podido apreciar en el terreno de batalla, he visto en ustedes dos reclutas nos agarra del hombro al pelinegro y a mi Un valor sobresaliente, me gustaría poner a prueba sus habilidades encargándose del enemigo mayor, de lograrlo esto les servirá en su hoja de vida a la hora de pedir un ascenso. Enorgullezcanme y denle duro, no se preocupen por los demas que lo acompañan, los derribare en cuestión de segundos
Sorprendentemente los hombres que rodeaban al gran fortachón cayeron al suelo y un poco de humo se podía divisar a lo lejos saliendo de sus cuerpos, al parecer eran impactos de bala, ¿De donde provenían? pues de la pistola que el superior cargaba en su mano. En menos de que aceptáramos el desafío propuesto por el capitán, ya había derrotado a unos 5-6 rivales, era un hombre muy habilidoso y se notaba tener un amplio dominio en distintas formas de pelear, tanto desarmado como con un pistola como acabábamos de presenciar.
-S-Señor! Encantado de aceptar su reto-
El hombre de las granadas al ver a sus nakamas caer y a nosotros conversar de lo mas tranquilo, se enfureció al punto de que las venas de su frente se marcaban y tanto la iris como la pupila parecían desaparecer, el sujeto estaba fuera de sí mismo. Su ofensiva comenzó lanzando granadas a diestra y siniestra, dañando a sus propios aliados como a algunos marines, situación que me puso en alarma y fue la señal para que entrara en acción. Corriendo me fui en picada contra el adversario, corriendo en zig-zag para evitar que me lanzara granadas con precisión. Había logrado captar su atención y a medida me atacaba lograba esquivar, con dificultad pero lo conseguía, le hombre se puso nervioso y esto le jugo en contra. Aproveche una abertura que había mostrado y me barrí en el suelo contra sus piernas, como un jugador de fútbol tratando de robar una pelota para desestabilizarlo. En ese momento esperaba que Octarine fuera detrás de mi para aprovechar su desequilibrio y le diera una buena tunda.
-¡Es tu momento Octarine! ¡Demostremos de lo que somos capaz!-
Alto Rango Marine: Mmm, según lo poco que he podido apreciar en el terreno de batalla, he visto en ustedes dos reclutas nos agarra del hombro al pelinegro y a mi Un valor sobresaliente, me gustaría poner a prueba sus habilidades encargándose del enemigo mayor, de lograrlo esto les servirá en su hoja de vida a la hora de pedir un ascenso. Enorgullezcanme y denle duro, no se preocupen por los demas que lo acompañan, los derribare en cuestión de segundos
Sorprendentemente los hombres que rodeaban al gran fortachón cayeron al suelo y un poco de humo se podía divisar a lo lejos saliendo de sus cuerpos, al parecer eran impactos de bala, ¿De donde provenían? pues de la pistola que el superior cargaba en su mano. En menos de que aceptáramos el desafío propuesto por el capitán, ya había derrotado a unos 5-6 rivales, era un hombre muy habilidoso y se notaba tener un amplio dominio en distintas formas de pelear, tanto desarmado como con un pistola como acabábamos de presenciar.
-S-Señor! Encantado de aceptar su reto-
El hombre de las granadas al ver a sus nakamas caer y a nosotros conversar de lo mas tranquilo, se enfureció al punto de que las venas de su frente se marcaban y tanto la iris como la pupila parecían desaparecer, el sujeto estaba fuera de sí mismo. Su ofensiva comenzó lanzando granadas a diestra y siniestra, dañando a sus propios aliados como a algunos marines, situación que me puso en alarma y fue la señal para que entrara en acción. Corriendo me fui en picada contra el adversario, corriendo en zig-zag para evitar que me lanzara granadas con precisión. Había logrado captar su atención y a medida me atacaba lograba esquivar, con dificultad pero lo conseguía, le hombre se puso nervioso y esto le jugo en contra. Aproveche una abertura que había mostrado y me barrí en el suelo contra sus piernas, como un jugador de fútbol tratando de robar una pelota para desestabilizarlo. En ese momento esperaba que Octarine fuera detrás de mi para aprovechar su desequilibrio y le diera una buena tunda.
-¡Es tu momento Octarine! ¡Demostremos de lo que somos capaz!-
Roderick Molten
Hoja de personaje
Nivel:
(33/100)
Haki:
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Creado por Shimazu Toyohisa Mar Jun 07, 2016 2:51 pm
El marine parecía confiar en los jóvenes reclutas y los incentivaba a que destacaran contra el aparente líder, el que había proliferado las palabras más malvadas que Octarine escuchó en esa isla, en la cueva, en la guarida de los rufianes. Sin duda sería un gusto partirle la cara a un cretino egoísta y desinteresado por la humanidad como ese. El del negro cabello miro al del blanco y después de que diera esa propuesta de dar el ultimo esfuerzo y acabar con el tipo. Le dijo al superior -Desde luego, no lo vamos a decepcionar- y se paraba firme para dirigirse a este. Le dijo a Zed -Así es es nuestro momento- dijo con una sonrisa, estaba algo cansado pero la emoción de destacar recorría todo su cuerpo, la oportunidad de quedar bien frente a un alto rango y las ganas de competir con el moreno se juntaban para volver un maremagnún de emociones en su cabeza y le decía a su nuevo amigo -¡Vamos ya!- empezaba a correr contra el tipo, eran dos y estaban muy emocionados. El tipo era alto y se veía fuerte, su única arma era un báculo con partes metálicas en las puntas. Tenían que esquivar cualquier ataque y acertar todos los que pudieran, sin duda a simple vista se notaba que los delgados chicos eran ágiles y rápidos, a diferencia del rival que aparentaba ser pura fuerza bruta.
El de guantes negros se abalanzó corriendo de la misma forma que su compañero y en cuanto tuvo la oportunidad le lanzó una poderosa patada en la espinilla, el tipo no pudo esquivarlo ante la distracción de ambos, esquivaría un ataque posterior y arremetería con otra parada, esta vez gusto en el estomago y estando de frente a diferencia de antes. Era grande y lento, sus motivos eran los equivocados y no tenía confianza al ver la situación de como los marines mermaron por completo el ataque de los suyos-Zed a tu derecha- le aconsejaba en un preciso momento. Por motivos como esos su derrota era inminente y caería como un costal de papas. Zed hacía muy bien su parte y combatía perfectamente sincronizado con Octarine, casi como si se conociesen de mucho antes y los impactos dados al rival sin duda fueron muy contundentes, luego de unos cuantos más se veía solo odio y desesperación y gritó -Pequeños granujas ustedes no me van a humillar, lo voy a acabar- palabras que le salían del higado a un mal perdedor como ese tipo, su derrota estaba asegurada.
El de guantes negros se abalanzó corriendo de la misma forma que su compañero y en cuanto tuvo la oportunidad le lanzó una poderosa patada en la espinilla, el tipo no pudo esquivarlo ante la distracción de ambos, esquivaría un ataque posterior y arremetería con otra parada, esta vez gusto en el estomago y estando de frente a diferencia de antes. Era grande y lento, sus motivos eran los equivocados y no tenía confianza al ver la situación de como los marines mermaron por completo el ataque de los suyos-Zed a tu derecha- le aconsejaba en un preciso momento. Por motivos como esos su derrota era inminente y caería como un costal de papas. Zed hacía muy bien su parte y combatía perfectamente sincronizado con Octarine, casi como si se conociesen de mucho antes y los impactos dados al rival sin duda fueron muy contundentes, luego de unos cuantos más se veía solo odio y desesperación y gritó -Pequeños granujas ustedes no me van a humillar, lo voy a acabar- palabras que le salían del higado a un mal perdedor como ese tipo, su derrota estaba asegurada.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Roderick Molten Mar Jun 07, 2016 6:30 pm
Una pelea que involucraría, sangre, sudor y lágrimas, no en realidad no, apenas sudor y por los pelos ya que la pelea no exigió demasiado esfuerzo físico y casi que estábamos de una pieza, bueno no por nada pertenecemos a la marina, nuestro estado de salud debe estar por sobre el de la media de la población humana y había quedado en evidencia tras esta batalla entre marines y piratas que nunca debió suceder en un lugar poblado en el cuál se puso en riesgo vidas y propiedades de civiles indefensos. Si hay algo que obligatoriamente habrá que hacer tras todo esto, será informar a los mas altos cargos acerca de la situación en la Isla Organ y su poca seguridad, con urgencia se requeria la presencia de mas personal marine y de calidad, este lugar esta muy expuesto como para que los piratas tomen la isla de parada con el objetivo de abastecerse y/o descansar, a su muy desagradable y poco elegante método de hacer las cosas.
Quién sería el rival a destacar entre tanta decepción de enemigos, no fue nada menos que otra desilusión mas a la lista de perdedores derrotados. La combinación entre mi persona y el recluta que me acompañaba en la pelea era digna de admirar y prometedora, me parece que le habíamos dejado mas que claro al capitán nuestra habilidad para combatir, resolver problemas en medio de un intercambio de golpes, y lo que mas sobresalía en ambos que era la agilidad con la cuál se movían, un beneficio que serviría para despistar a futuros adversarios en medio de una misión de rescate o de arresto a un sujeto de elevado wanted.
El hombre luego de una combinación de varios golpes recibidos y tras no poder hacer nada mas que aguantar e intentar devolver los ataques a una velocidad deprimente, se notaba que ya no podía mas, de hecho esperaba que ya se diera por vencido para arrestarlo y terminar de una vez con tanto escándalo. El sujeto lentamente iba a sacar un extraño artefacto de entre sus ropas, era parecido a las granadas que había lanzado anteriormente, pero tenía un diseño un poco mas tecnológico. Yo por lo menos desconocía el arma, aunque pensaba que Octarine tampoco sabía que es lo que el tipo sacaba entre sus ropas. De un momento a otro el capitán, que se encontraba observándonos en acción, se alarmó y sentía que nos gritaba unas palabras a nosotros, no lo escuchaba bien porque había una cierta distancia entre el y la batalla que estábamos librando por lo que no le preste mucha atención aunque después me llevara un reto.
El enemigo de un momento a otro detuvo sus movimientos y su cuerpo quedo paralizado con la granada en el mano, pero sellada menos mal por la seguridad de todos. Me rasque la cabeza, ya me estaba incomodando el extraño actuar del enemigo, estaba a punto de ir a golpearle para que dejara de payasear, pero de pronto su cuerpo se desplomo contra el suelo, soltando la granada, la cual dio unos cuantos botes quedando a pasos de mi ser. El capitán rápidamente se posicionó entre Octarine y yo y me pidió que le entregara el arma que había soltado el pirata, quien sabe para que, pero al tratarse de un alto rango no temería a entregarle tal responsabilidad. El señor nos felicito y nos permitió tomar la tarde libre antes de partir a otro destino, los demás compañeros se harían cargo de arrestar a los caídos y todo habría terminado finalmente tras unas cuantas horas de arduo trabajo para derrotarles.
-No quisiera que ustedes dos me olviden cuando lleguen a ser grandes iconos de la marina... tomen este humilde presente, ya sabrán que uso darle-
En mis manos recibí un recipiente verde con una linea horizontal roja que tenia un escrito con letras amarillas que decía "SAKE". Agradecí inclinando mi cuerpo y posteriormente me retire, pidiéndole a Octarine que me acompañara hasta el barco, no había que desperdiciar una buena oportunidad como esta ante un compañero marine con el que compartía varias cosas en común. Tenía en mente aprovechar hasta el último concho del líquido en el interior del envase.
Ya en la cubierta del barco, le pedí a mi compañero que tomara asiento, esperaba que no estuviese muy confundido por mi actitud, simplemente quería que fuera paciente. Me dirigí a la cocina del navío y conseguí unas jarras hechas de madera, saque un par y volví al sector donde le había convocado. Me senté y cuidadosamente vertí el líquido hasta casi rebalsar cada una de las jarras, posteriormente tape el recipiente, agarre mi jarra y solté unas cuantas palabras que eran necesarias para la ocasión.
-¿Sabes? Me siento honrado de haber formado parte de los guerreros que lucharon en Organ, sin duda fue mejor que cualquier entrenamiento matutino, nos reforzaron en todas las áreas posibles, haciéndonos mejores reclutas y grandes compañeros. Siento que de todos los marines con los que viaje, tu tienes cualidades que hacen que me sienta bien a la hora de pelear junto a un valeroso recluta como tu, es probable que por cuestiones de trabajo a ti te asignen a una división y a mi a otra, pocos son los casos de amigos que se han alistado en la marina o en el Gobierno mundial y que han seguido juntos hasta llegar a altos cargos. Ante esa posibilidad de que no nos veamos mas a partir del día de mañana, he pensado que deberíamos sellar nuestra amistad y sana rivalidad hasta mas allá de cualquier barrera, dicen que cuando brindas con sake junto a otra persona estos participantes, aún sin compartir lazos sanguíneos, se vuelven hermanos por toda la vida. Nadie sabe que es lo que pueda pasar el día de mañana, pero teniendo una familia a tu lado, jamas estarás solo y yo no dejare que nadie pase a llevar nuestros sueños y metas. Brindemos por nosotros y la marina, hermano-
El momento quedo inmortalizado en la memoria de ambos jóvenes marines hasta que el tiempo decida volver a reencontrarlos, quien sabe en que momento, lugar y en que circunstancia, la única certeza que ambos teníamos era que volveríamos en calidad de hermanos, mucho mas experimentados y quien sabe con que cantidad de historias por contar y nuevos objetivos por los cual luchar.
Quién sería el rival a destacar entre tanta decepción de enemigos, no fue nada menos que otra desilusión mas a la lista de perdedores derrotados. La combinación entre mi persona y el recluta que me acompañaba en la pelea era digna de admirar y prometedora, me parece que le habíamos dejado mas que claro al capitán nuestra habilidad para combatir, resolver problemas en medio de un intercambio de golpes, y lo que mas sobresalía en ambos que era la agilidad con la cuál se movían, un beneficio que serviría para despistar a futuros adversarios en medio de una misión de rescate o de arresto a un sujeto de elevado wanted.
El hombre luego de una combinación de varios golpes recibidos y tras no poder hacer nada mas que aguantar e intentar devolver los ataques a una velocidad deprimente, se notaba que ya no podía mas, de hecho esperaba que ya se diera por vencido para arrestarlo y terminar de una vez con tanto escándalo. El sujeto lentamente iba a sacar un extraño artefacto de entre sus ropas, era parecido a las granadas que había lanzado anteriormente, pero tenía un diseño un poco mas tecnológico. Yo por lo menos desconocía el arma, aunque pensaba que Octarine tampoco sabía que es lo que el tipo sacaba entre sus ropas. De un momento a otro el capitán, que se encontraba observándonos en acción, se alarmó y sentía que nos gritaba unas palabras a nosotros, no lo escuchaba bien porque había una cierta distancia entre el y la batalla que estábamos librando por lo que no le preste mucha atención aunque después me llevara un reto.
El enemigo de un momento a otro detuvo sus movimientos y su cuerpo quedo paralizado con la granada en el mano, pero sellada menos mal por la seguridad de todos. Me rasque la cabeza, ya me estaba incomodando el extraño actuar del enemigo, estaba a punto de ir a golpearle para que dejara de payasear, pero de pronto su cuerpo se desplomo contra el suelo, soltando la granada, la cual dio unos cuantos botes quedando a pasos de mi ser. El capitán rápidamente se posicionó entre Octarine y yo y me pidió que le entregara el arma que había soltado el pirata, quien sabe para que, pero al tratarse de un alto rango no temería a entregarle tal responsabilidad. El señor nos felicito y nos permitió tomar la tarde libre antes de partir a otro destino, los demás compañeros se harían cargo de arrestar a los caídos y todo habría terminado finalmente tras unas cuantas horas de arduo trabajo para derrotarles.
-No quisiera que ustedes dos me olviden cuando lleguen a ser grandes iconos de la marina... tomen este humilde presente, ya sabrán que uso darle-
En mis manos recibí un recipiente verde con una linea horizontal roja que tenia un escrito con letras amarillas que decía "SAKE". Agradecí inclinando mi cuerpo y posteriormente me retire, pidiéndole a Octarine que me acompañara hasta el barco, no había que desperdiciar una buena oportunidad como esta ante un compañero marine con el que compartía varias cosas en común. Tenía en mente aprovechar hasta el último concho del líquido en el interior del envase.
Ya en la cubierta del barco, le pedí a mi compañero que tomara asiento, esperaba que no estuviese muy confundido por mi actitud, simplemente quería que fuera paciente. Me dirigí a la cocina del navío y conseguí unas jarras hechas de madera, saque un par y volví al sector donde le había convocado. Me senté y cuidadosamente vertí el líquido hasta casi rebalsar cada una de las jarras, posteriormente tape el recipiente, agarre mi jarra y solté unas cuantas palabras que eran necesarias para la ocasión.
-¿Sabes? Me siento honrado de haber formado parte de los guerreros que lucharon en Organ, sin duda fue mejor que cualquier entrenamiento matutino, nos reforzaron en todas las áreas posibles, haciéndonos mejores reclutas y grandes compañeros. Siento que de todos los marines con los que viaje, tu tienes cualidades que hacen que me sienta bien a la hora de pelear junto a un valeroso recluta como tu, es probable que por cuestiones de trabajo a ti te asignen a una división y a mi a otra, pocos son los casos de amigos que se han alistado en la marina o en el Gobierno mundial y que han seguido juntos hasta llegar a altos cargos. Ante esa posibilidad de que no nos veamos mas a partir del día de mañana, he pensado que deberíamos sellar nuestra amistad y sana rivalidad hasta mas allá de cualquier barrera, dicen que cuando brindas con sake junto a otra persona estos participantes, aún sin compartir lazos sanguíneos, se vuelven hermanos por toda la vida. Nadie sabe que es lo que pueda pasar el día de mañana, pero teniendo una familia a tu lado, jamas estarás solo y yo no dejare que nadie pase a llevar nuestros sueños y metas. Brindemos por nosotros y la marina, hermano-
El momento quedo inmortalizado en la memoria de ambos jóvenes marines hasta que el tiempo decida volver a reencontrarlos, quien sabe en que momento, lugar y en que circunstancia, la única certeza que ambos teníamos era que volveríamos en calidad de hermanos, mucho mas experimentados y quien sabe con que cantidad de historias por contar y nuevos objetivos por los cual luchar.
Roderick Molten
Hoja de personaje
Nivel:
(33/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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