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Creado por Itami Vie Sep 23, 2016 8:14 pm
¿Cuánto tiempo había pasado desde lo de Marineford? ... Sus labios uniéndose primero de forma bruta con los de ella luego de una escena estúpida e innecesaria de celos, y luego con la gentileza que extrañamente Mayura parecía poder demostrar solo con él; era extraño, pero se sentía como si hubiesen pasado años, ¿tal vez décadas? No, tampoco para tanto. El hecho era es que el peliturquesa había logrado acostumbrarse a la idea de que sentía algo más que una simple amistad entre Marines por ella. Iba más allá de eso, llegaban más a lo personal y sin embargo nada más que ellos dos sabía sobre la relación... tal vez se debía a que habían compartido demasiadas vivencias juntos y la confianza que se llegaban a tener era digna de envidiar. Cual fuera el caso, ahora eso no importaba, no tenían mucho tiempo para concentrarse en sus cosas personales cuando les pasaban enviando a misiones de reconocimiento y asistencia de las fuerzas militares en otras islas. Se sentía como un nuevo comienzo y eso que llevaban un tiempo ya de militancia como Marines; en aquella ocasión les estaban enviando a Loguetown en el East Blue, con el encargo de que sirvieran de apoyo para las fuerzas hospedadas en aquella isla. El viaje se hizo un tanto eterno, posiblemente por el hecho de que Itami odiaba un poco el mar... ¿un temor del pasado tal vez? Un feo recuerdo del pasado que le dejaba un gusto amargo en la boca cada vez que le pasaba por la mente.
Recostado en la cama en su habitación dentro de aquella embarcación que los llevaba a Loguetown, al peliturquesa se le cruzó algo por la cabeza, algo que no había pensado en absoluto y que sin embargo ahora tal vez que se lo ponía a meditar, sería un grave problema a la larga; levantándose rápidamente del catre, buscó a la bicolor en los interiores del barco, esperando encontrarle pronto antes de que todo ese asunto se le olvidara. Una vez la halló, suspiró con cierto alivio ya que aún aquel pensamiento le revolvía por la cabeza como un huracán en pleno proceso. Aclaró levemente su garganta, intentando llamar la atención de la chica en cuestión.
— Oye, Mayu... — dijo Itami en un inicio, esperando que le mirase. — Hay algo que debo preguntarte, y tal vez sea algo bastante... importante. — agregó para luego encogerse fugazmente de hombros, intentando sacarse no una inseguridad, sino más bien el hecho de que cuanto más ponía sus pensamientos en el asunto más le preocupaba. — ¿Qué sucederá de ahora en adelante con tu familia? Después de lo que sucedió la última vez que me vi en la obligación de darle una patada en la cara a tu hermano, ¿no te parece que si llegan a enterarse de que estamos...? Bueno, ya sabes... Tu padre es un hombre de muchos recursos, y estoy seguro que buscará la manera de hacer dos cosas. — dijo emitiendo un resoplido a modo de risa llena de ironía, ya que no le gustaba para nada pensar que realmente serían capaces de hacer algo así, pero por lo demostrado aquella vez... sabía perfectamente que sí, eran capaces y de más aún.
— Lo primero es volver a tenerte en sus garras, y lo segundo es buscar a alguien que me atrape, cuelgue de los huevos y me dejen desangrando cual cerdo colgado de las patas. — comentó para que ella tuviera en cuenta la situación. Ya de por sí querían matarle y eso que nunca dijeron que estaban juntos, desde hacía mucho antes que hubiera algo entre los dos jóvenes Marines ya la familia de la chica quería castrarlo y decapitarlo, todo al mismo tiempo; suspiró con suavidad, renegando fugazmente con la cabeza. — No me hagas mucho caso de todos modos, no es que tenga miedo ni nada por el estilo... ya me conoces bien por ese sentido, tal vez estoy pensando demasiado en ello y nunca más volverán a aparecer. — culminó el comentario, siendo pronto interrumpidos por un compañero Marine, el cual les informaba que ya estaban por llegar a Loguetown, de hecho por la ventana de la habitación se podía ver el puerto a escasa distancia, un par de minutos a lo sumo antes de llegar y anclar. Desembarcar no sería problema alguno, pero la primera tarea que deberían hacer al bajar y tocar tierra firme sería empezar a buscar indicios de algún pirata bueno para nada, o maleantes de poca monta.
Recostado en la cama en su habitación dentro de aquella embarcación que los llevaba a Loguetown, al peliturquesa se le cruzó algo por la cabeza, algo que no había pensado en absoluto y que sin embargo ahora tal vez que se lo ponía a meditar, sería un grave problema a la larga; levantándose rápidamente del catre, buscó a la bicolor en los interiores del barco, esperando encontrarle pronto antes de que todo ese asunto se le olvidara. Una vez la halló, suspiró con cierto alivio ya que aún aquel pensamiento le revolvía por la cabeza como un huracán en pleno proceso. Aclaró levemente su garganta, intentando llamar la atención de la chica en cuestión.
— Oye, Mayu... — dijo Itami en un inicio, esperando que le mirase. — Hay algo que debo preguntarte, y tal vez sea algo bastante... importante. — agregó para luego encogerse fugazmente de hombros, intentando sacarse no una inseguridad, sino más bien el hecho de que cuanto más ponía sus pensamientos en el asunto más le preocupaba. — ¿Qué sucederá de ahora en adelante con tu familia? Después de lo que sucedió la última vez que me vi en la obligación de darle una patada en la cara a tu hermano, ¿no te parece que si llegan a enterarse de que estamos...? Bueno, ya sabes... Tu padre es un hombre de muchos recursos, y estoy seguro que buscará la manera de hacer dos cosas. — dijo emitiendo un resoplido a modo de risa llena de ironía, ya que no le gustaba para nada pensar que realmente serían capaces de hacer algo así, pero por lo demostrado aquella vez... sabía perfectamente que sí, eran capaces y de más aún.
— Lo primero es volver a tenerte en sus garras, y lo segundo es buscar a alguien que me atrape, cuelgue de los huevos y me dejen desangrando cual cerdo colgado de las patas. — comentó para que ella tuviera en cuenta la situación. Ya de por sí querían matarle y eso que nunca dijeron que estaban juntos, desde hacía mucho antes que hubiera algo entre los dos jóvenes Marines ya la familia de la chica quería castrarlo y decapitarlo, todo al mismo tiempo; suspiró con suavidad, renegando fugazmente con la cabeza. — No me hagas mucho caso de todos modos, no es que tenga miedo ni nada por el estilo... ya me conoces bien por ese sentido, tal vez estoy pensando demasiado en ello y nunca más volverán a aparecer. — culminó el comentario, siendo pronto interrumpidos por un compañero Marine, el cual les informaba que ya estaban por llegar a Loguetown, de hecho por la ventana de la habitación se podía ver el puerto a escasa distancia, un par de minutos a lo sumo antes de llegar y anclar. Desembarcar no sería problema alguno, pero la primera tarea que deberían hacer al bajar y tocar tierra firme sería empezar a buscar indicios de algún pirata bueno para nada, o maleantes de poca monta.
Itami
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mayura Dom Oct 09, 2016 2:33 pm
Desde hacía horas que estaba apoyada en la barandilla del barco. Durante esos días sentía como si todo en seguida pudiese agobiarle y en parte imaginaba el motivo, sabía que este tenía nombre y era uno masculino. Hacía tiempo que no llegaba a sentir algo así por alguien, una persona que irrumpiese en sus pensamientos y le hiciera descolocar sin saber qué hacer. Dio un suspiro. A decir verdad no sabía muy bien qué hacer, desde que se habían besado las cosas regresaron a la normalidad y realmente no hubo ningún otro movimiento como aquél de nuevo. No podía evitar preocuparse y pensar que tal vez, solo tal vez, Itami hubiera estado emocionado en ese momento.- ¿Tal vez esté pensándolo de más...? -pensó, instantes antes de que el viento soplase y le dejase el pelo totalmente despeinado. En lo que se lo acomodaba con la yema de los dedos escuchó unos pasos a su espalda por lo que instintivamente se dio la vuelta.
Al ver llegar al peli turquesa sintió una punzada en el pecho y se le empezó a acalorar el rostro. Bajó la mirada por acto reflejo, sin poder creer lo absurdamente que estaba actuando. Era Itami, lo veía cada día, y aún así se ponía de esa forma por él.- E...Ey -le saludó lo más casual que pudo. Al notar lo serio que estaba el chico alzó ambas cejas. Si bien no era alguien que estuviera risueño todo el tiempo, no le había visto tan serio muchas veces por lo que inclinó la cabeza mientras le hacía un ademán para que hablase. Escuchó pacientemente todo lo que decía y no pudo fruncir un poco la nariz. ¿Lo de ellos? Si quiera sabía sobre ello, si quiera tenía idea de si estaban saliendo o no pues no dijeron absolutamente nada. En caso de que estuvieran juntos imaginaba que tendrían problemas por parte de su familia, no obstante ellos ya no formaban parte de su vida. Desde que se marchó de Shell Town, ya no formaba parte de ello. No sabía qué tal estaban y en parte no sabía si era lo mejor luego de saber que su padre estuvo ocultándole todo ese tiempo que su madre quiso saber de ella esos años y no se lo permitió.
- Ita-... -se quedó callada al ver al recluta acercarse y chasqueó la lengua con molestia. Era un mal momento para interrumpir, debían aclarar muchas cosas.- Hablemos de esto después... Ahora no podemos -le dijo en un susurro para que solo él escuchase y empezó a caminar dirección uno de los laterales del barco. Ya llevaba sus armas encima por lo que no tuvo que regresar a su cuarto. Apenas llegaron al puerto hizo lo mismo de siempre: saltar desde lo alto del barco. Tenía esa mala costumbre y si no fuera porque llevaba un short bajo su falda toda la tripulación le habría visto todo. Se dio la vuelta para mirar en dirección al contrario y esbozó una leve sonrisa al verle llegar.- ¿Lo primero será reunirnos con el resto de Marines? -le preguntó, sin tener mucha idea de lo que debían hacer pues había prestado atención más bien nula a lo que decían los superiores.- ¡Hacía mucho tiempo que no íbamos a algún lugar de misión! En parte lo echaba de menos. Tener que entrenar contigo y verte la cara a diario aburre -dijo antes de sacarle la lengua y soltar una risilla entre dientes. Era obvio que no lo decía en serio, siempre le estaba diciendo cosas así para molestarle y que él le respondiese por igual, así era como se trataban. Por ello y por más motivos era que dudaba de si en verdad había algo entre ellos... Y eso solo lo sabría cuando hablasen.- Vayamos donde tengamos que ir y continuemos la conversación de antes. Si puede ser con un trozo de pastel -comentó con una sonrisa gatuna, básicamente obligándole con eso a tener que invitarle.
Al ver llegar al peli turquesa sintió una punzada en el pecho y se le empezó a acalorar el rostro. Bajó la mirada por acto reflejo, sin poder creer lo absurdamente que estaba actuando. Era Itami, lo veía cada día, y aún así se ponía de esa forma por él.- E...Ey -le saludó lo más casual que pudo. Al notar lo serio que estaba el chico alzó ambas cejas. Si bien no era alguien que estuviera risueño todo el tiempo, no le había visto tan serio muchas veces por lo que inclinó la cabeza mientras le hacía un ademán para que hablase. Escuchó pacientemente todo lo que decía y no pudo fruncir un poco la nariz. ¿Lo de ellos? Si quiera sabía sobre ello, si quiera tenía idea de si estaban saliendo o no pues no dijeron absolutamente nada. En caso de que estuvieran juntos imaginaba que tendrían problemas por parte de su familia, no obstante ellos ya no formaban parte de su vida. Desde que se marchó de Shell Town, ya no formaba parte de ello. No sabía qué tal estaban y en parte no sabía si era lo mejor luego de saber que su padre estuvo ocultándole todo ese tiempo que su madre quiso saber de ella esos años y no se lo permitió.
- Ita-... -se quedó callada al ver al recluta acercarse y chasqueó la lengua con molestia. Era un mal momento para interrumpir, debían aclarar muchas cosas.- Hablemos de esto después... Ahora no podemos -le dijo en un susurro para que solo él escuchase y empezó a caminar dirección uno de los laterales del barco. Ya llevaba sus armas encima por lo que no tuvo que regresar a su cuarto. Apenas llegaron al puerto hizo lo mismo de siempre: saltar desde lo alto del barco. Tenía esa mala costumbre y si no fuera porque llevaba un short bajo su falda toda la tripulación le habría visto todo. Se dio la vuelta para mirar en dirección al contrario y esbozó una leve sonrisa al verle llegar.- ¿Lo primero será reunirnos con el resto de Marines? -le preguntó, sin tener mucha idea de lo que debían hacer pues había prestado atención más bien nula a lo que decían los superiores.- ¡Hacía mucho tiempo que no íbamos a algún lugar de misión! En parte lo echaba de menos. Tener que entrenar contigo y verte la cara a diario aburre -dijo antes de sacarle la lengua y soltar una risilla entre dientes. Era obvio que no lo decía en serio, siempre le estaba diciendo cosas así para molestarle y que él le respondiese por igual, así era como se trataban. Por ello y por más motivos era que dudaba de si en verdad había algo entre ellos... Y eso solo lo sabría cuando hablasen.- Vayamos donde tengamos que ir y continuemos la conversación de antes. Si puede ser con un trozo de pastel -comentó con una sonrisa gatuna, básicamente obligándole con eso a tener que invitarle.
Mayura
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Itami Sáb Nov 05, 2016 12:00 pm
Justo cuando parecía que iban a tener una oportunidad de hablar de aquello que le preocupaba a Itami, el Marine les interrumpió. El peliturquesa suspiró profundamente escuchando lo que le decía la contraria y luego simplemente rió, resoplando por la nariz y encogiéndose fugazmente de hombros antes de renegar un poco, cruzándose de brazos por unos segundos. — Gracias por ese halago, querida... realmente comenzaba a echar de menos que me tocaras las pelotas de esa manera. — le dijo con cierta ironía, pero es que iba en serio... ¿cuánto tiempo había pasado desde la última vez que habían ido de misión juntos? Se sentía como una eternidad y de hecho habían perdido un poco/bastante la práctica. Lo suficiente como para que les enviaran a ese estilo de encargos simples en vez de misiones de captura o algo por el estilo. Básicamente habían vuelto al punto base de la Marina, hacer meros recados y patrulla en la ciudad, nada más. ¿Es que habían perdido la confianza en aquel par que tan efectivo fue en el pasado? Tal vez estaban lo que se consideraba hoy en día como "aguados"... Quién sabe; de todos modos, ya bajando de la embarcación con intenciones de adentrarse poco a poco en Loguetown, ya se veía un grupo de Marines dirigiéndose de igual forma hacia ellos, como si ya supieran de su llegada. No eran los únicos en bajar del barco, tras ellos venía un pequeño grupo más de reclutas los cuales habían sido encomendados con la misma misión que el par de tortolitos.
— Ahí vienen, estate pronta para que algún superior empiece a gritarnos a todos como si fuésemos escoria de nuevo. — le advertía a la contraria, llevando la mano derecha a la espalda ajena y acariciando esta por la zona de los omóplatos apenas un par de segundos antes de que los otros Marines en Loguetown terminasen de acercarse. Ya el encargado de todos se adelantó y sacando pecho empezó a hablar en un tono algo despectivo y mandón, justo como se lo esperaba Itami el cual tenía que aguantarse la risa. — ¡Escuchen bien, niños! — empezó diciendo. — Están aquí para hacer patrullas en pares, los que ya tengan compañero que vayan recorriendo la ciudad, los que llegaron recién vayan al norte, los que ya estamos hace tiempo estacionados en Loguetown cubriremos el sur. No pierdan el tiempo, señoritas, ¡vamos, vamos! ¡Muevan esos bonitos y apretados traseros! — decía, dedicándole de paso una descarada y sucia mirada a Mayura, sonriendo con una cerda picardía que llegaba a asquear al peliturquesa. Pero no podía enojarse, era una pérdida de tiempo y solamente crearía más problemas. Miró de reojo por unos segundos a su fiel compañera y simplemente renegó fugazmente con la cabeza, como diciéndole sin palabras "No le hagas caso, por favor." Conocía la personalidad un tanto 'rebelde' de la chica, sabía que si quería era capaz de patearle los huevos a aquel hombre hasta dejárselos en las cuencas oculares, pero no eso no significaba que fuera buena idea hacerlo, todo lo contrario de hecho.
De todos modos, una vez terminó de dar aquellas instrucciones, cada grupo empezó a formarse y sin tardar ya comenzaron las patrullas. — Bueno, eso significa que nosotros igual nos podemos ir. — hizo una pausa y reanudó la marcha, ya dejando que cada Marine se fuera por su lado. — Sígueme, tengo el lugar perfecto para charlar, aún recuerdo haberlo visto cuando vinimos por primera vez a esta isla... espero que siga abierto. — decía caminando a un ritmo sin prisa pero sin pausa. Tenían tanto de lo que hablar, era como si no se hubieran visto por años y eso que se cruzaban todos los días y vivían básicamente en la misma casa, ¿tanto se habían 'separado' luego de lo sucedido aquella vez? Es como si no quisieran tocar el tema y sin embargo ahora mismo habían retomado esa confianza como para hablar de ello... tal vez aquel día sería la ocasión adecuada para sentar cabeza y de una maldita vez decirse las cosas a la cara, qué es lo que sucedía entre los dos y si había algo en realidad... ¿Lo habría? El camino al local mencionado por Itami fue corto por suerte, y seguía allí, abierto y reluciente como la primera vez que lo vio. Una confitería/cafetería de altísima calidad por precios aceptables para todos. — Aquí es. — le dijo, entrando luego de ella ya que le permitiría el paso. Buscó una mesa para los dos y cuando el mesero se acercó, él pidió un pequeño café espresso y un pastel de mouse de chocolate. Y ella, pues... lo que le apeteciera, no le limitaría en gastos, nunca lo hizo a fin de cuentas. — Tenemos... mucho de lo que hablar, Mayu... no solo el tema de tu familia, aunque ya no te des con ellos. — le dejó en claro, sonriendo de medio labio. Esperaba que entendiera a qué se refería, estaba seguro que ella pensaba lo mismo... se conocían hacía mucho ya, sabía lo que podría estar pasando por su mente con cierta facilidad.
— Ahí vienen, estate pronta para que algún superior empiece a gritarnos a todos como si fuésemos escoria de nuevo. — le advertía a la contraria, llevando la mano derecha a la espalda ajena y acariciando esta por la zona de los omóplatos apenas un par de segundos antes de que los otros Marines en Loguetown terminasen de acercarse. Ya el encargado de todos se adelantó y sacando pecho empezó a hablar en un tono algo despectivo y mandón, justo como se lo esperaba Itami el cual tenía que aguantarse la risa. — ¡Escuchen bien, niños! — empezó diciendo. — Están aquí para hacer patrullas en pares, los que ya tengan compañero que vayan recorriendo la ciudad, los que llegaron recién vayan al norte, los que ya estamos hace tiempo estacionados en Loguetown cubriremos el sur. No pierdan el tiempo, señoritas, ¡vamos, vamos! ¡Muevan esos bonitos y apretados traseros! — decía, dedicándole de paso una descarada y sucia mirada a Mayura, sonriendo con una cerda picardía que llegaba a asquear al peliturquesa. Pero no podía enojarse, era una pérdida de tiempo y solamente crearía más problemas. Miró de reojo por unos segundos a su fiel compañera y simplemente renegó fugazmente con la cabeza, como diciéndole sin palabras "No le hagas caso, por favor." Conocía la personalidad un tanto 'rebelde' de la chica, sabía que si quería era capaz de patearle los huevos a aquel hombre hasta dejárselos en las cuencas oculares, pero no eso no significaba que fuera buena idea hacerlo, todo lo contrario de hecho.
De todos modos, una vez terminó de dar aquellas instrucciones, cada grupo empezó a formarse y sin tardar ya comenzaron las patrullas. — Bueno, eso significa que nosotros igual nos podemos ir. — hizo una pausa y reanudó la marcha, ya dejando que cada Marine se fuera por su lado. — Sígueme, tengo el lugar perfecto para charlar, aún recuerdo haberlo visto cuando vinimos por primera vez a esta isla... espero que siga abierto. — decía caminando a un ritmo sin prisa pero sin pausa. Tenían tanto de lo que hablar, era como si no se hubieran visto por años y eso que se cruzaban todos los días y vivían básicamente en la misma casa, ¿tanto se habían 'separado' luego de lo sucedido aquella vez? Es como si no quisieran tocar el tema y sin embargo ahora mismo habían retomado esa confianza como para hablar de ello... tal vez aquel día sería la ocasión adecuada para sentar cabeza y de una maldita vez decirse las cosas a la cara, qué es lo que sucedía entre los dos y si había algo en realidad... ¿Lo habría? El camino al local mencionado por Itami fue corto por suerte, y seguía allí, abierto y reluciente como la primera vez que lo vio. Una confitería/cafetería de altísima calidad por precios aceptables para todos. — Aquí es. — le dijo, entrando luego de ella ya que le permitiría el paso. Buscó una mesa para los dos y cuando el mesero se acercó, él pidió un pequeño café espresso y un pastel de mouse de chocolate. Y ella, pues... lo que le apeteciera, no le limitaría en gastos, nunca lo hizo a fin de cuentas. — Tenemos... mucho de lo que hablar, Mayu... no solo el tema de tu familia, aunque ya no te des con ellos. — le dejó en claro, sonriendo de medio labio. Esperaba que entendiera a qué se refería, estaba seguro que ella pensaba lo mismo... se conocían hacía mucho ya, sabía lo que podría estar pasando por su mente con cierta facilidad.
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