Online
Conectarse
En total hay 14 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 14 Invitados
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Creado por Death Vie Ago 26, 2016 9:27 pm
El viento soplaba con gran poder sobre el campo abierto, mientras realizaba mis entrenamientos matutinos en la campiña. Con ojos cerrados, procuraba que mi concentración fuera perfecta. El Oboro Kata era una de las formas más difíciles de dominar del Godai, así que cualquier tipo de interrupción resultaría en algo catastrófico. Mis manos se movían con soltura, tal cual como lo haría un artesano. Parecía que yo era quien moldeaba el viento cercano, al hacer gestos además de cambios en mi postura conforme sentía la brisa sobre mi piel. La capa entorpecía un poco la soltura de la que disponía, pero incluso esto era algo premeditado. Necesitaba acostumbrarme a la idea de luchar en este tipo de condiciones si deseaba triunfar en un futuro cercano como Maestro de las artes marciales. Inhale con fuerza, para después exhalar, intentando no perder el ritmo. De repente, el grito de un hombre además de los ladridos de un perro, me sacaron de mi pacifica meditación. Abrí mis orbes azulados para analizar a la persona frente a mi.
Era un hombre de quizás unos 37 años, quizás mayor, sudado se me acercaba con una expresión de enfado. - ¿Que no me has escuchado? ¡Que mierda haces en mi campo! ¡Responde! - Cierto... Recuerdo que salte una verja para llegar a este lugar. Era mi culpa por haberme dejado llevar, pero el aroma de las uvas, además de lo hermoso del paisaje me impulso inconscientemente a llegar hasta aquí. Era mi fallo, pero no planeaba disculparme por ello. No me agradaba el tono que usaba conmigo, así que en lenguaje de señas le dije algo. - "Usted. No debe. Enfadarse. Me. Retiraré." - Exhale con fuerza, para darme media vuelta. Siendo que al hacerlo, sentí como aquel hombre me tomo de la capa para girarme. - ¡Eres estúpido! ¿Crees que entendí una mierda de lo que dijiste? - Me comenzaba a ofender el tono que usaba este miserable. Inhale un poco más del aroma a fruta del campo, intentando relajarme...
Luego... Luego no recuerdo que sucedió... Aquel hombre movió su mano derecha para intentar tocar mi máscara y en un reflejo innato, yo reaccione. Capture su muñeca, dando un tirón adelante provocando que perdiera el equilibrio. Con mi rodilla izquierda le di un golpe en los testículos evitando que respondiera posteriormente di un paso atrás para llevarle hasta el suelo por las malas, provocando que su brazo quedara en un angulo inclinado. Mi pierna se movió, pateando la articulación del codo casi por instinto, provocando que se fracturara en un crujido que volvió a ponerme los pies sobre la tierra. Cuando recupere mis sentidos, solo quedaba aquel hombre gritando, retorciéndose en el suelo, maldiciendo mi nombre. El perro huyó despavorido, al observar a su amo en ese estado. Quizás buscaría ayuda.
Que lamentable... Me arrodille para comenzar a palpar el cuerpo de aquel sujeto. Saque unas llaves, para después de eso comenzar a caminar de vuelta a la ruta más cercana. Lamentaba meterme en problemas en un lugar tan agradable como Micqueot, pero parece que la escoria tenía deseos de muerte a donde sea que iba. Con un pequeño salto cruce la madera que funcionaba como separación del campo de uvas con el lugar d e transito de los civiles. Algunos de los ciudadanos me observaban extrañados, siendo que debajo de la capa, mi torso estaba descubierto además de un tatuaje de una serpiente se escapaba a la vista. Arreglando ese detalle, ocultando mi piel. Comencé a caminar rumbo a la ciudad... Tenía deseos de saber en que lugar vivía el dueño de un viñedo. Mejor, tenía curiosidad de saber cuantas riquezas poseía...
Era un hombre de quizás unos 37 años, quizás mayor, sudado se me acercaba con una expresión de enfado. - ¿Que no me has escuchado? ¡Que mierda haces en mi campo! ¡Responde! - Cierto... Recuerdo que salte una verja para llegar a este lugar. Era mi culpa por haberme dejado llevar, pero el aroma de las uvas, además de lo hermoso del paisaje me impulso inconscientemente a llegar hasta aquí. Era mi fallo, pero no planeaba disculparme por ello. No me agradaba el tono que usaba conmigo, así que en lenguaje de señas le dije algo. - "Usted. No debe. Enfadarse. Me. Retiraré." - Exhale con fuerza, para darme media vuelta. Siendo que al hacerlo, sentí como aquel hombre me tomo de la capa para girarme. - ¡Eres estúpido! ¿Crees que entendí una mierda de lo que dijiste? - Me comenzaba a ofender el tono que usaba este miserable. Inhale un poco más del aroma a fruta del campo, intentando relajarme...
Luego... Luego no recuerdo que sucedió... Aquel hombre movió su mano derecha para intentar tocar mi máscara y en un reflejo innato, yo reaccione. Capture su muñeca, dando un tirón adelante provocando que perdiera el equilibrio. Con mi rodilla izquierda le di un golpe en los testículos evitando que respondiera posteriormente di un paso atrás para llevarle hasta el suelo por las malas, provocando que su brazo quedara en un angulo inclinado. Mi pierna se movió, pateando la articulación del codo casi por instinto, provocando que se fracturara en un crujido que volvió a ponerme los pies sobre la tierra. Cuando recupere mis sentidos, solo quedaba aquel hombre gritando, retorciéndose en el suelo, maldiciendo mi nombre. El perro huyó despavorido, al observar a su amo en ese estado. Quizás buscaría ayuda.
Que lamentable... Me arrodille para comenzar a palpar el cuerpo de aquel sujeto. Saque unas llaves, para después de eso comenzar a caminar de vuelta a la ruta más cercana. Lamentaba meterme en problemas en un lugar tan agradable como Micqueot, pero parece que la escoria tenía deseos de muerte a donde sea que iba. Con un pequeño salto cruce la madera que funcionaba como separación del campo de uvas con el lugar d e transito de los civiles. Algunos de los ciudadanos me observaban extrañados, siendo que debajo de la capa, mi torso estaba descubierto además de un tatuaje de una serpiente se escapaba a la vista. Arreglando ese detalle, ocultando mi piel. Comencé a caminar rumbo a la ciudad... Tenía deseos de saber en que lugar vivía el dueño de un viñedo. Mejor, tenía curiosidad de saber cuantas riquezas poseía...
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Vie Ago 26, 2016 10:00 pm
Micqueot una de las islas más pecaminosas de los blues, si no es que la más de todo el North blue, un lugar donde el mejor alcohol fluía constantemente y donde los borrachos abundaban un lugar en donde era normal que la gente intentase aprovecharse de los borrachos o por el contrario los ebrios intentarán sobrepasar los límites que debían de saber que tenían en su estado de sobriedad, limites que evidentemente servían también para mantenerles seguros de hacer idioteces, como por ejemplo ver a una muchacha tomando una siesta en un callejón cubierta por una tela marrón y confundir a una joven limpia con una sin techo por la cual nadie se preocuparía.
Era por la mañana cuando un hombre un tanto tomado se acercó a la joven pelirroja que simplemente había optado por dormir en aquel callejón por falta de voluntad para molestarse en ir hasta uno de los refugios de la armada o conseguir algo de dinero para pagar el alojamiento en una de las posadas cercanas, cuando sintió que el trozo de tela que usaba a modo de mata era removido sus ojos se abrieron alerta pero antes de prestar atención a la apariencia de aquel individuo la fémina de ojos color sangre percibió el fuerte hedor del alcohol y sin miramiento algún desde su posición recostada en el piso lanzo una patada directamente a la entrepierna del hombre que cayo fulmino, la joven llevaba cadenas envolviendo sus brazos y su pierna izquierda, en un movimiento no muy trabajado giro en el suelo hizo una flexión de brazos y se levantó mirando al individuo que había empezado a vomitar, con bastante asco la revolucionaria pateo a ese hombre para tumbarlo antes de revisar a las apuradas su cinturón y lo que llevaba allí, obteniendo algo de dinero y un pequeño petate el cual conservaba más de la mitad de su contenido.
Con su botín entre sus dedos la pelirroja sonrió, había pasado mucho tiempo entre piratas y no parecía molestarle actuar como uno a pesar de pertenecer a la armada revolucionaria que supuestamente peleaba por la justicia y todas esas chorradas. Con aquella bebida y un desayuno comprado a costas de aquel desconocido que probablemente la recordaría incluso después de que se recuperará de la resaca, la joven de que apenas superaba los quince años de edad decidió que sería mejor alejarse del centro de la ciudad al menos por aquel día por lo que se encaminó rumbo a la zona más en los bordes de la misma con intención de buscar allí quizás alguna riña para pasar el tiempo hasta que llegará la fecha donde se suponía que tenía que realizar una misión.
Era por la mañana cuando un hombre un tanto tomado se acercó a la joven pelirroja que simplemente había optado por dormir en aquel callejón por falta de voluntad para molestarse en ir hasta uno de los refugios de la armada o conseguir algo de dinero para pagar el alojamiento en una de las posadas cercanas, cuando sintió que el trozo de tela que usaba a modo de mata era removido sus ojos se abrieron alerta pero antes de prestar atención a la apariencia de aquel individuo la fémina de ojos color sangre percibió el fuerte hedor del alcohol y sin miramiento algún desde su posición recostada en el piso lanzo una patada directamente a la entrepierna del hombre que cayo fulmino, la joven llevaba cadenas envolviendo sus brazos y su pierna izquierda, en un movimiento no muy trabajado giro en el suelo hizo una flexión de brazos y se levantó mirando al individuo que había empezado a vomitar, con bastante asco la revolucionaria pateo a ese hombre para tumbarlo antes de revisar a las apuradas su cinturón y lo que llevaba allí, obteniendo algo de dinero y un pequeño petate el cual conservaba más de la mitad de su contenido.
Con su botín entre sus dedos la pelirroja sonrió, había pasado mucho tiempo entre piratas y no parecía molestarle actuar como uno a pesar de pertenecer a la armada revolucionaria que supuestamente peleaba por la justicia y todas esas chorradas. Con aquella bebida y un desayuno comprado a costas de aquel desconocido que probablemente la recordaría incluso después de que se recuperará de la resaca, la joven de que apenas superaba los quince años de edad decidió que sería mejor alejarse del centro de la ciudad al menos por aquel día por lo que se encaminó rumbo a la zona más en los bordes de la misma con intención de buscar allí quizás alguna riña para pasar el tiempo hasta que llegará la fecha donde se suponía que tenía que realizar una misión.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Death Vie Ago 26, 2016 10:18 pm
"Mira mamá, es un super héroe..."
Comento un niño que me veía pasar por la calle. Su madre instintivamente se coloco entre él y yo, para apartarlo. Bien. No me agradaban mucho los niños. Eran ruidosos, sucios y molestos. Me provocaba dolor de cabeza el imaginarme tener que compartir lugar con uno de esos mocosos. Mi camino había sido bastante tranquilo, siendo que movía las llaves en mi mano izquierda con algo de soltura. Observando de un lugar a otro algo que pudiese guiarme a mi posible destino. Apenas comenzaba a llegar a la entrada del pueblo, cuando observe que había un mercado a plena luz del día. Sonreí ante la idea, siendo que camine hasta el primer puesto. Con un leve engaño, además de una distracción conveniente, me fui con una manzana en mi mano izquierda. La cual estaba haciendo botar de arriba a abajo, como si se tratase de una pequeña pelota. Parece que los inocentes me iban a resolver todos los problemas el día de hoy...
Sentí como algo chocó conmigo siendo que al girarme, observe que se trataba de una muchacha de unos 8 años. Parecía sucia, además de que su olor delataba que no había tomado una ducha en mucho tiempo. Sus ojos llorosos me indicaban que había algún problema. Antes de poder reaccionar, un par de manos me empujaron con fuerza, tirando de mí. Mi trasero toco el suelo mientras que un hombre visiblemente mayor, le dio una bofetada a la chica. - N-no vaz a robar mas... Pequeña... - El hombre estaba completamente borracho, siendo que olía el tufo de alcohol proveniente de su boca. Sin dudarlo, me levante para acercarme, rodeando su cuello con mi antebrazo cuello. Sorprendido, su cuerpo se tenso, pero antes de que pudiera resistirse, coloque mis dedos cerca de su garganta. Acerque mi rostro a su oreja para dirigirle la palabra.
Mis orbes azulados ahora mismo irradían una furia y sed de sangre que rara vez permitía resurgir. - Quiero sepas, que estoy a punto de romper tu cuello... No porque lastimarás a la niña... Perdí mi desayuno por tu culpa. Tienes 5 segundos para hacer valer mi tiempo. - 1. Mis manos se deslizaban para afianzarse. 2. Mis músculos se preparaban para dar un impulso fuerte. 3. Podía sentir el sudor que caía de su cuerpo. 4. Su respiración se aceleraba. 5. Todo había terminado. Moví mi cuerpo para provocar un intenso dolor y posteriormente un crujido que significaba que esta sabandija se marchó del mundo sin enterarse que sucedió. Comencé a caminar, como si estuviese borracho y acompañando a mi amigo a uno de los callejones cercanos donde tiré el cadáver al suelo. Por mera curiosidad, comencé a registrar el cuerpo del sujeto, siendo que conseguí un poco de efectivo.
Planeaba quedármelo, hasta que sentí una mirada proveniente del otro lado del callejon. Se trataba de la misma chiquilla, la cual me observaba con una extraña mezcla de terror y gratitud. Estos billetes no me servían, era como si me forzara a comer basura. Me levante, volviendo a mi altura normal para entregarle el efectivo a la muchacha, quien parecía ser la niña más feliz del mundo. "Supongo que para la felicidad no se necesita mucho..." Hecho esto, volvía a mi ruta normal, siendo que perdí la manzana recién robada. Sentía una sensación cálida en mis dedos, baje la mirada para ver que se trataba de unas gotas carmesí... Sangre...
Aun a plena luz, comencé a mover mis manos para limpiarlas de aquel liquido. Usaba mis manos para matar porque lo consideraba más limpio que las sucias espadas y pistolas, pero parece que la escoria siempre encontraba una manera para hacerme enfadar. No estaba atento a mi camino, siendo que no miraba al frente. Estaba completamente dedicado a eliminar cada rastro de aquella mugrosa sustancia de mis dedos... Mis perfectas manos no podían ser contaminadas con la sangre de un hombre que ni si quiera valía 1 segundo de mi tiempo. Puede que haya cometido un error al venir a este lugar... Seguro que existen otras zonas con mayores presas. Tenía que conformarme con lo que tenía ahora...
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Sáb Ago 27, 2016 10:04 pm
La luz del sol golpeaba por igual a todos los que no optaban por ocultarse entre las sombras como era el caso de la pequeña pelirroja de 1.63 que planeaba tomar un atajo en un callejón mientras empezaba a empinar el codo con aquel petate robado hace algunos minutos sin embargo algo obstruyo su distraído andar haciéndola chocarse con lo que resultó ser una figura desconocida -Oh, perdón.- la disculpa nacía más como efecto del alcohol que de la habitual actitud de Aine quien enfocó con sus orbes carmesí al individuo con quien había tropezado dejando volar sobre el mismo un par de gotas del elixir que se encontraba en el petate.
Una figura muy alta e imponente, un hombre enmascarado ataviado con una oscura capa la cual permitía que aquella figura tuviera un aspecto más lúgubre, cualquiera diría como mínimo que se trataba de una persona sospechosa sin lugar a dudas, era imposible no pensar que se trataba de una persona sospechosa, cosa que en el idioma de Aine significaba un igual o un posible contrincante -Lamento eso grandote, que te parece si te invito algo a comer para compensar.- aquella mascara le sonaba de algo al a revolucionaria, la realidad es que había decenas de miembros de la armada que utilizaban mascaras sin embargo la pelirroja no les había prestado la atención necesaria como para saber que ninguna se parecía a la que ocultaba el rostro de aquel individuo al cual pretendía medir antes de ver si lo desafiaba para pelear o si lo arrastraría a algún lugar para asaltarlo simplemente.
Una figura muy alta e imponente, un hombre enmascarado ataviado con una oscura capa la cual permitía que aquella figura tuviera un aspecto más lúgubre, cualquiera diría como mínimo que se trataba de una persona sospechosa sin lugar a dudas, era imposible no pensar que se trataba de una persona sospechosa, cosa que en el idioma de Aine significaba un igual o un posible contrincante -Lamento eso grandote, que te parece si te invito algo a comer para compensar.- aquella mascara le sonaba de algo al a revolucionaria, la realidad es que había decenas de miembros de la armada que utilizaban mascaras sin embargo la pelirroja no les había prestado la atención necesaria como para saber que ninguna se parecía a la que ocultaba el rostro de aquel individuo al cual pretendía medir antes de ver si lo desafiaba para pelear o si lo arrastraría a algún lugar para asaltarlo simplemente.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Death Sáb Ago 27, 2016 10:23 pm
Mientras intentaba limpiar mis manos ensangrentadas, observe como alguien se tropezaba conmigo. Levante la mirada, para observar que se trataba de una muchacha enana. Exhale con fuerza, provocando una especie de ruido casi animal por la intereferencia de mi mascara. Que poco conveniente... La chica se mostró dispuesta a compensar el error, siendo que me parecía innecesario. Aun así, tenía hambre, además de que necesitaba escapar. - ¡Aaaaaaah! - Ahí estaba... Alguien encontró a la basura que tuvo la osadía de ensuciar mis preciosas manos con su sangre. Casi me daba pena haberle asesinado de manera tan indolora. Tomaré nota de esta experiencia, para posteriormente aplicarlo a futuro. Moví mi mano para tocar el hombre de la chica, siendo que subí mi pulgar de manera afirmativa. Buscaban a un hombre enmascarado solitario. Si usaba a la muchacha, podría perderme entre la multitud curiosa. Mejor aún, obtenía una comida de gratis.
Levante la capucha de mi capa para cubrirme, siendo que con un rápido movimiento le indique que me siguiera. Comencé a caminar por las calles del distrito comercial, siendo que cada persona de la cercanía se movían para observar la razón del grito. Necesitaba un lugar donde ocultarme, siendo que debía pasar de manera sigilosa entre la mayoría. Mejor aún, aun debía de averiguar donde vivía aquel hombre al que le robe las llaves. Puede que no fuera del todo inteligente portar una máscara a plena luz del día, pero normalmente no me gustaba ocultarme, de hecho era lo opuesto. Me encantaba que las personas me vieran, era inevitable dado que al ser un espécimen de tan buena calidad, que la gente simplemente no pueda evitar sentir interés. Pensaba en fama y fortuna, mientras una pequeña risita escapaba de mi boca.
Tras caminar un par de cuadras, finalmente alcanzamos una taberna. Al ser tan temprano, no se encontraría nadie dentro, siendo que eso funcionaría a mi favor de manera temporal. Abrí la puerta, siendo que observe de un lado a otro los presentes. Después de eso, cruce tras el umbral al notar que no existía ningún miembro de las autoridades locales que pudiese plantearme un problema. Camine hasta la mesa de la esquina... Por regla, nunca me sentaba en un lugar, a menos que estuviese con la pared a mi espalda. Eso evitaba que un imbécil intentase dispararme o cortarme la garganta. Desgraciadamente estaba ocupada por un grupo de mal vivientes... Este lugar purulaba con ellos. A veces sentía deseos de dirigirles la palabra. Pero no... No valían escuchar mi melodiosa voz.
Amablemente. Extendí mi mano para levantar al primer tipo, siendo que lo tire en el suelo como si nada. - ¡Cual es tu problema imbécil! - Moví mi mano para tomar una de las jarras en las que bebían, siendo que procedí a apretarla hasta deformarla con mi agarre, hecho esto, se la tire a los pies del hombre en el suelo. Comprendiendo de que simplemente era más sencillo evitar problemas, decidieron marcharse. Siempre caían en ese truco... Cierto. Yo era fuerte. Pero las jarras normalmente estaban hecha de lata, cosa que hasta un niño podría doblar asumiendo que hiciera suficiente presión.
Levante la capucha de mi capa para cubrirme, siendo que con un rápido movimiento le indique que me siguiera. Comencé a caminar por las calles del distrito comercial, siendo que cada persona de la cercanía se movían para observar la razón del grito. Necesitaba un lugar donde ocultarme, siendo que debía pasar de manera sigilosa entre la mayoría. Mejor aún, aun debía de averiguar donde vivía aquel hombre al que le robe las llaves. Puede que no fuera del todo inteligente portar una máscara a plena luz del día, pero normalmente no me gustaba ocultarme, de hecho era lo opuesto. Me encantaba que las personas me vieran, era inevitable dado que al ser un espécimen de tan buena calidad, que la gente simplemente no pueda evitar sentir interés. Pensaba en fama y fortuna, mientras una pequeña risita escapaba de mi boca.
Tras caminar un par de cuadras, finalmente alcanzamos una taberna. Al ser tan temprano, no se encontraría nadie dentro, siendo que eso funcionaría a mi favor de manera temporal. Abrí la puerta, siendo que observe de un lado a otro los presentes. Después de eso, cruce tras el umbral al notar que no existía ningún miembro de las autoridades locales que pudiese plantearme un problema. Camine hasta la mesa de la esquina... Por regla, nunca me sentaba en un lugar, a menos que estuviese con la pared a mi espalda. Eso evitaba que un imbécil intentase dispararme o cortarme la garganta. Desgraciadamente estaba ocupada por un grupo de mal vivientes... Este lugar purulaba con ellos. A veces sentía deseos de dirigirles la palabra. Pero no... No valían escuchar mi melodiosa voz.
Amablemente. Extendí mi mano para levantar al primer tipo, siendo que lo tire en el suelo como si nada. - ¡Cual es tu problema imbécil! - Moví mi mano para tomar una de las jarras en las que bebían, siendo que procedí a apretarla hasta deformarla con mi agarre, hecho esto, se la tire a los pies del hombre en el suelo. Comprendiendo de que simplemente era más sencillo evitar problemas, decidieron marcharse. Siempre caían en ese truco... Cierto. Yo era fuerte. Pero las jarras normalmente estaban hecha de lata, cosa que hasta un niño podría doblar asumiendo que hiciera suficiente presión.
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Sáb Ago 27, 2016 11:09 pm
Aquel inmenso hombre silenciosamente respondió de forma afirmativa a la invitación ofrecida por parte de la pequeña pelirroja que comenzó a caminar en la dirección indicada por el enmascarado, con cada paso que daban debajo del sol podía sentir como el metal de las cadenas que envolvían su pierna izquierda y sus brazos se calentaba cada vez más por lo que se sintió realmente agradecida en el momento en que el desconocido accedió al interior de una taberna, una bastante poco habitada en aquellos momentos, aunque era normal, incluso en Micqueot era imposible que todas las tabernas se encontraran completamente llenas 24/7.
La "poca" gente que había en el establecimiento no tenían pinta de ser lo que se llamaría "buena gente" ni "ciudadanos ejemplares" por lo que la pelirroja internamente estaba tentada a lanzar un objeto a algún lugar al azar para ver si es que se iniciaba alguna clase de conflicto o una pelea de taberna, esos desmadres realmente eran de las actividades predilectas de la revolucionaria, aunque no era necesario aquel grandulón parecía ser que se tomaría el trabajo de iniciar alguna clase de trifulca, sin embargo para decepción de la quinceañera todo se resolvió con un poco de intimidación haciendo que la de mirada color sangre chasqueara su lengua con disgusto antes de sentarse.
Con un gesto de su mano la muchacha pidió una jarra de cerveza y dos raciones del "especial de la casa" señas básicas que se utilizarían en cualquier taberna de los blues pero no indico que tomaría su invitado, después de todo tal vez prefería tomar jugo -Oye grandote ¿Por qué echaste a esos enclenques?- la pelirroja preguntaba con curiosidad mientras tomaba una de las jarras abandonadas por aquellos tipos y revisándola antes de hacer fuerza para aplastarla con una facilidad que la decepcionaba lo suficiente como para hacer un infantil puchero -Bah ¿Por esto se asustaron? enclenques, definitivamente.- comento irritada mientras apoyaba uno de sus codos haciendo que las cadenas que rodeaban su antebrazo tintinearan antes de que ella apoyara el rostro en el dorso de su mano.
La "poca" gente que había en el establecimiento no tenían pinta de ser lo que se llamaría "buena gente" ni "ciudadanos ejemplares" por lo que la pelirroja internamente estaba tentada a lanzar un objeto a algún lugar al azar para ver si es que se iniciaba alguna clase de conflicto o una pelea de taberna, esos desmadres realmente eran de las actividades predilectas de la revolucionaria, aunque no era necesario aquel grandulón parecía ser que se tomaría el trabajo de iniciar alguna clase de trifulca, sin embargo para decepción de la quinceañera todo se resolvió con un poco de intimidación haciendo que la de mirada color sangre chasqueara su lengua con disgusto antes de sentarse.
Con un gesto de su mano la muchacha pidió una jarra de cerveza y dos raciones del "especial de la casa" señas básicas que se utilizarían en cualquier taberna de los blues pero no indico que tomaría su invitado, después de todo tal vez prefería tomar jugo -Oye grandote ¿Por qué echaste a esos enclenques?- la pelirroja preguntaba con curiosidad mientras tomaba una de las jarras abandonadas por aquellos tipos y revisándola antes de hacer fuerza para aplastarla con una facilidad que la decepcionaba lo suficiente como para hacer un infantil puchero -Bah ¿Por esto se asustaron? enclenques, definitivamente.- comento irritada mientras apoyaba uno de sus codos haciendo que las cadenas que rodeaban su antebrazo tintinearan antes de que ella apoyara el rostro en el dorso de su mano.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Death Dom Ago 28, 2016 9:25 am
Moví mi mano izquierda para indicarle al hombre que atendía este lugar. El mismo me observaba con cierto grado de temor, dado que mi demostración no fue para nada amigable. Le indique que me entregara el menú para después de eso, comenzar a señalar las cosas que deseaba, para después devolverle aquel pedazo de cuero con papel. Parecía una petición simple. La muchacha quería conversar... Algo bastante molesto a mi punto de vista. Moví mi mano para tomar un pedazo de papel cercano para luego sacar de mi bolsillo, un bolígrafo que siempre traía conmigo. Normalmente reservaba su tinta, para mi libro de cuentas, pero por ahora haría una excepción. Comencé a escribir con una excelente velocidad, además de una hermosa caligrafía. Hacía tanto tiempo que me dedicaba a comunicarme por este tipo de mensajes, que simplemente podía decir que mi escritura era de una calidad sorprendentemente alta. Tras hecho eso, procedí a mover el papel para que la muchacha pudiera leerlo.
Listo aquello, el hombre trajo mi petición. Se trataba de un plato bastante modesto, siendo que era en su mayoría vegetales, con unos pequeños pedazos de carne. Además de eso, no estaba bebiendo licor. Sino que se trataba de un poco de té. Esperaba que con esto pudiera saciar mi apetito, además de mantener en perfecto balance mi exigente dieta. Después de todo, no podía permitirme perder el tiempo en reconfigurar mi sistema de entrenamiento. Mi cuerpo, era una máquina que para funcionar necesitaba el correcto balance de comida. Si no toleraba a las personas débiles, mucho menos iba a aceptar cosas que debilitarán mi cuerpo. El alcohol, las drogas y cualquier comportamiento autodestructivo me estaba vetado, por eso mismo despreciaba a esas personas que solo podían sumergirse en este tipo de actitudes tan poco... Decorosas...
Moví mi mano izquierda para levantar mi máscara lo suficiente como para que mis labios se expusieran. Gracias a la capucha, además de que la iluminación del lugar no era mucha, la poca piel que mostraba se mantenía oculta. Aun así, mis labios se mostraban con una forma que algunos considerarían atractiva, siendo que me limite a comer como siempre. En silencio. Mis modales en la mesa eran simplemente demasiado elegantes, a pesar de que el establecimiento era peor que un urinal, yo no me rebajaría a comportarme como el resto de la basura que vivía en estas condiciones. La postura de mis brazos, mi espalda erguida además de los movimientos casi quirúrgicos, podían delatar mis deseos o al menos mis intentos de aparentar ser de la alta sociedad.
"Odio a las personas débiles.
Tener que compartir una habitación con ellos me repugna al punto de querer asesinarlos por su molesta presencia."
Tener que compartir una habitación con ellos me repugna al punto de querer asesinarlos por su molesta presencia."
Listo aquello, el hombre trajo mi petición. Se trataba de un plato bastante modesto, siendo que era en su mayoría vegetales, con unos pequeños pedazos de carne. Además de eso, no estaba bebiendo licor. Sino que se trataba de un poco de té. Esperaba que con esto pudiera saciar mi apetito, además de mantener en perfecto balance mi exigente dieta. Después de todo, no podía permitirme perder el tiempo en reconfigurar mi sistema de entrenamiento. Mi cuerpo, era una máquina que para funcionar necesitaba el correcto balance de comida. Si no toleraba a las personas débiles, mucho menos iba a aceptar cosas que debilitarán mi cuerpo. El alcohol, las drogas y cualquier comportamiento autodestructivo me estaba vetado, por eso mismo despreciaba a esas personas que solo podían sumergirse en este tipo de actitudes tan poco... Decorosas...
Moví mi mano izquierda para levantar mi máscara lo suficiente como para que mis labios se expusieran. Gracias a la capucha, además de que la iluminación del lugar no era mucha, la poca piel que mostraba se mantenía oculta. Aun así, mis labios se mostraban con una forma que algunos considerarían atractiva, siendo que me limite a comer como siempre. En silencio. Mis modales en la mesa eran simplemente demasiado elegantes, a pesar de que el establecimiento era peor que un urinal, yo no me rebajaría a comportarme como el resto de la basura que vivía en estas condiciones. La postura de mis brazos, mi espalda erguida además de los movimientos casi quirúrgicos, podían delatar mis deseos o al menos mis intentos de aparentar ser de la alta sociedad.
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Dom Ago 28, 2016 12:26 pm
Aquel tipo encapuchado realmente era bastante raro ya que en lugar de simplemente decir que era lo que había pasado tomo un pedazo de papel y comenzó a escribir así que la pelirroja asumió que se trataba de un hombre mudo, con ese dato en mente Aine intento recordar si había alguien que además de usar mascara fuera mudo entre los tipos que conocía en la armada pero luego se dio cuenta de que justamente con muchos de ellos no había intentado hablar así que era posible que todos lo fuera y nunca se hubiera enterado así que la joven descarto aquello como una pista para saber si el individuo era o no de la armada.
Una vez que el hombre de la taberna trajo el pedido la joven se resignó a intentar comunicarse ya que si no había hablado cuando tenía la boca libre evidentemente aquel tiempo no empezaría a platicar con la boca llena. La ración doble del especial de la casa constaba de un estofado bastante cargado con carne, patatas, calabaza y zanahoria, no era un plato refinado y el hecho de que fuera una ración abundante propia para alimentar a un hombre adulto dejándolo sobradamente satisfecho no ayudaba a mejorar la imagen de la muchacha que comenzó a... a hacer algo que quizás se podría decir que era comer aunque más apropiado sería simplemente decir que estaba engullendo o tragando la comida con voracidad.
Era muy obvio que aquella chica encadenada no era un ejemplo de cortesía, educación ni finura al momento de alimentarse y tomar la jarra con su bebida a la cual daba grandes sorbos antes de estrellarla contra la mesa y suspirar de satisfacción como muchos hombres hacían normalmente así como el fuego, la chica devoraba vivazmente todo lo que estaba en su plato antes de liquidar su jarra de cerveza soltando un eructo que destruía cualquier clase de esperanza que alguien pudiera tener en que esa muchacha se comportara de una forma mínimamente refinada.
Ya estando satisfecha la joven se percató de que aún no se habían presentado apropiadamente con aquel individuo enmascarado -Buah, que bueno que es comer hasta quedar satisfecha, en serio... Ha cierto creo que no me presente soy Aine, Aine Millteach, el placer es todo tuyo grandrote.- afirmó con una broma antes de limpiarse la mano derecha con un trozo de tela para luego extenderla en un gesto que obviamente esperaba un apretón de manos.
Una vez que el hombre de la taberna trajo el pedido la joven se resignó a intentar comunicarse ya que si no había hablado cuando tenía la boca libre evidentemente aquel tiempo no empezaría a platicar con la boca llena. La ración doble del especial de la casa constaba de un estofado bastante cargado con carne, patatas, calabaza y zanahoria, no era un plato refinado y el hecho de que fuera una ración abundante propia para alimentar a un hombre adulto dejándolo sobradamente satisfecho no ayudaba a mejorar la imagen de la muchacha que comenzó a... a hacer algo que quizás se podría decir que era comer aunque más apropiado sería simplemente decir que estaba engullendo o tragando la comida con voracidad.
Era muy obvio que aquella chica encadenada no era un ejemplo de cortesía, educación ni finura al momento de alimentarse y tomar la jarra con su bebida a la cual daba grandes sorbos antes de estrellarla contra la mesa y suspirar de satisfacción como muchos hombres hacían normalmente así como el fuego, la chica devoraba vivazmente todo lo que estaba en su plato antes de liquidar su jarra de cerveza soltando un eructo que destruía cualquier clase de esperanza que alguien pudiera tener en que esa muchacha se comportara de una forma mínimamente refinada.
Ya estando satisfecha la joven se percató de que aún no se habían presentado apropiadamente con aquel individuo enmascarado -Buah, que bueno que es comer hasta quedar satisfecha, en serio... Ha cierto creo que no me presente soy Aine, Aine Millteach, el placer es todo tuyo grandrote.- afirmó con una broma antes de limpiarse la mano derecha con un trozo de tela para luego extenderla en un gesto que obviamente esperaba un apretón de manos.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Death Dom Ago 28, 2016 12:48 pm
Estaba a la mitad de mi comida cuando simplemente aparte el plato... Era difícil poder comer con tranquilidad al ver como esa muchacha comía como un cerdo. Parecía ser que no tenía ningún tipo de educación o formalidad, lo que era realmente deplorable. Siendo que incluso sus cadenas me producían un poco de curiosidad. ¿Se trataba de una esclava que huía o algo por el estilo? No me sorprendería esto de ser así, después de todo, no cualquiera marcharía por ahí llevando esas cosas atadas a las manos. A menos que se tratase de una especie de moda extraña carente de sentido. Extendió su mano como si esperara que yo respondiera su saludo. Arreglando mi mascara, simplemente la baje un poco para luego con una exhalación, indicarle que que no la tocaría. Tras hacer eso. Con lenguaje de señas, usando mis manos deletree mi nombre. Los gestos que hacía con mis dedos recordaban a las letras a las que hacía alusión.
Fue lo único que decidí compartir con ella. Hecho esto, procedí a analizar el lugar en que me encontraba parecía una taberna cuanto menos decente, así que podría hacerme una idea de las cosas que guardaban en este lugar. El principal problema ahora resultaba la niña. Dudo mucho que estuviese dispuesta a colaborar en un asalto, menos aún, creo que estuviese dispuesta a cubrirme. Pero aun así, estaba en medio, lo que significaba que al menos habría otro sospechoso además de mi. Le hice otro gesto, indicándole que esperara por mi, siendo que me levante para comenzar caminar a donde se encontraba el tabernero. Con un gesto, le pregunte donde estaba el baño. Siendo que este me informo que se hallaba en la parte de atrás.
Caminando sin ningún tipo de prisa, abrí la puerta para ingresar. Comencé a registrar los cubículos siendo que en el último me di cuenta que alguien lo estaba ocupando... Perfecto. Abrí el cubículo de al lado, siendo que comencé a inhalar y a exhalar. Hecho esto, procedí a mover mi mano en un poderoso puñetazo atravesando la madera de la que estaba hecho esa cosa, para capturar al hombre de manera literal con los pantalones abajo su rostro se estrello contra la cerámica, siendo que le mantuve contra ella. Cerré su boca, evitando que gritara con mi enorme palma para después dirigirme a él. - Me alegro que tuvieses lo pantalones abajo, así no los mancharás... Escúchame. Vas a llamar al tabernero para que venga. Si de tus labios sale algo que no sea llamar a ese hombre, te romperé cada hueso desde tus dedos hasta tu hombro. ¿Entendido? - El hombre movió el rostro de manera afirmativa.
Libere mi agarre, siendo que tras eso el sujeto alzó la voz. - ¡Ey! ¡Amigo! ¡Que no hay papel en esta mierda! - Escuche las quejas del hombre de la barra, para después de eso con mi codo clavar un golpe en la testa dejando inconsciente a este hombre. Procedí a volver al cubículo de al lado, asegurándome de que mis pies no se vieran. Escuche la puerta abrirse, siendo que tras eso espere el momento indicado para salir. Rodee el cuello del hombre con mi antebrazo y mi bicep, comenzando a sofocarlo. Tras 1 minuto de lucha, el hombre estaba desmayado en ese sucio baño... Bien... Hora de volver al lugar para intentar distraer a la niña y que cargue con mi crimen. Solté a mi más reciente presa para comenzar a caminar afuera, siendo que me dirigí a mi asiento, tratando de aparentar que nada raro estaba sucediendo. Moví mi mano para retirar mi capucha, exponiendo mi larga cabellera. Con un par de gestos, le pregunte a la chica si estaba bien...
"Yo. Soy. Death."
Fue lo único que decidí compartir con ella. Hecho esto, procedí a analizar el lugar en que me encontraba parecía una taberna cuanto menos decente, así que podría hacerme una idea de las cosas que guardaban en este lugar. El principal problema ahora resultaba la niña. Dudo mucho que estuviese dispuesta a colaborar en un asalto, menos aún, creo que estuviese dispuesta a cubrirme. Pero aun así, estaba en medio, lo que significaba que al menos habría otro sospechoso además de mi. Le hice otro gesto, indicándole que esperara por mi, siendo que me levante para comenzar caminar a donde se encontraba el tabernero. Con un gesto, le pregunte donde estaba el baño. Siendo que este me informo que se hallaba en la parte de atrás.
Caminando sin ningún tipo de prisa, abrí la puerta para ingresar. Comencé a registrar los cubículos siendo que en el último me di cuenta que alguien lo estaba ocupando... Perfecto. Abrí el cubículo de al lado, siendo que comencé a inhalar y a exhalar. Hecho esto, procedí a mover mi mano en un poderoso puñetazo atravesando la madera de la que estaba hecho esa cosa, para capturar al hombre de manera literal con los pantalones abajo su rostro se estrello contra la cerámica, siendo que le mantuve contra ella. Cerré su boca, evitando que gritara con mi enorme palma para después dirigirme a él. - Me alegro que tuvieses lo pantalones abajo, así no los mancharás... Escúchame. Vas a llamar al tabernero para que venga. Si de tus labios sale algo que no sea llamar a ese hombre, te romperé cada hueso desde tus dedos hasta tu hombro. ¿Entendido? - El hombre movió el rostro de manera afirmativa.
Libere mi agarre, siendo que tras eso el sujeto alzó la voz. - ¡Ey! ¡Amigo! ¡Que no hay papel en esta mierda! - Escuche las quejas del hombre de la barra, para después de eso con mi codo clavar un golpe en la testa dejando inconsciente a este hombre. Procedí a volver al cubículo de al lado, asegurándome de que mis pies no se vieran. Escuche la puerta abrirse, siendo que tras eso espere el momento indicado para salir. Rodee el cuello del hombre con mi antebrazo y mi bicep, comenzando a sofocarlo. Tras 1 minuto de lucha, el hombre estaba desmayado en ese sucio baño... Bien... Hora de volver al lugar para intentar distraer a la niña y que cargue con mi crimen. Solté a mi más reciente presa para comenzar a caminar afuera, siendo que me dirigí a mi asiento, tratando de aparentar que nada raro estaba sucediendo. Moví mi mano para retirar mi capucha, exponiendo mi larga cabellera. Con un par de gestos, le pregunte a la chica si estaba bien...
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Dom Ago 28, 2016 2:41 pm
El tipo enmascarado seguía sin emitir sonido alguno y para colmo había rechazado el intento de cordialidad por parte de Aine, aunque tampoco es que ella se ofendiera por esa clase de cosas más allá de aprovecharlas como una oportunidad para empezar a una riña con alguien, sin embargo pelear justo después de comer no estaba entre una de sus formas de desperdiciar la comida predilectas por lo que simplemente lo dejo pasar hasta que vio como el autoproclamado Death decidía irse al servicio de caballeros mientras que ella optaba por medio recostarse con el mentón sobre la mesa.
Finalmente el hombre enmascarado había regresado después de un rato y parecía preguntar cómo se encontraba a la médica que dudaba si debía aclarar que sabía lenguaje de señas por su profesión para comunicarse con pacientes sin habla o si simplemente lo dejaba estar, lo dejó estar y respondió despreocupadamente mientras se incorporaba en el lugar -Meh, un poco aburrida, ahora que estoy haciendo la sobremesa, pero bueno, por cierto ¿Sabes pelear verdad? estoy buscando alguien para tener una pelea intensa pero por aquí abundan los enclenques y es simplemente demasiado patético, además de que a veces viene la marina y tener que correr de aquí para allá no es tampoco muy divertido- se quejó despreocupadamente la muchacha mientras que veía al enmascarado quitarse la capucha mostrando aquellos rubios cabellos que se veían infinitamente mejor cuidados que la flameante cabellera de la fémina.
Finalmente se estaba terminando la poca paciencia de aquella pequeña pendenciera, dejaría de dar rodeos y directamente preguntaría lo que quería saber sin intentar seguir ocultando su identidad -Por cierto, eres un tipo bastante sospechoso ¿Deat? ¿Tienes wanted o algo así? Porque me suenas de algo y no sé de qué así que quizás nos habíamos visto antes en alguna reunión de malvivientes o algo por el estilo.- afirmaba las cosas de forma relativamente despreocupada porque sin importar cual fuera la respuesta a ella no le causaría más problemas, si era un CP con mascara, le daba de a hostias, si era un moralista que intentaba capturarla, le daba de hostias, si era una persona con wanted entonces podían seguir hablando o el tipo ponerse a la defensiva en cuyo caso, se daban de a hostias y listo.
Finalmente el hombre enmascarado había regresado después de un rato y parecía preguntar cómo se encontraba a la médica que dudaba si debía aclarar que sabía lenguaje de señas por su profesión para comunicarse con pacientes sin habla o si simplemente lo dejaba estar, lo dejó estar y respondió despreocupadamente mientras se incorporaba en el lugar -Meh, un poco aburrida, ahora que estoy haciendo la sobremesa, pero bueno, por cierto ¿Sabes pelear verdad? estoy buscando alguien para tener una pelea intensa pero por aquí abundan los enclenques y es simplemente demasiado patético, además de que a veces viene la marina y tener que correr de aquí para allá no es tampoco muy divertido- se quejó despreocupadamente la muchacha mientras que veía al enmascarado quitarse la capucha mostrando aquellos rubios cabellos que se veían infinitamente mejor cuidados que la flameante cabellera de la fémina.
Finalmente se estaba terminando la poca paciencia de aquella pequeña pendenciera, dejaría de dar rodeos y directamente preguntaría lo que quería saber sin intentar seguir ocultando su identidad -Por cierto, eres un tipo bastante sospechoso ¿Deat? ¿Tienes wanted o algo así? Porque me suenas de algo y no sé de qué así que quizás nos habíamos visto antes en alguna reunión de malvivientes o algo por el estilo.- afirmaba las cosas de forma relativamente despreocupada porque sin importar cual fuera la respuesta a ella no le causaría más problemas, si era un CP con mascara, le daba de a hostias, si era un moralista que intentaba capturarla, le daba de hostias, si era una persona con wanted entonces podían seguir hablando o el tipo ponerse a la defensiva en cuyo caso, se daban de a hostias y listo.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Contenido patrocinado
Contenido patrocinado
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Solo una copa de vino
» La Bota de Vino [Piratas Zenit]
» De uvas, fuego, cadenas y una partitura sin igual [Aine]
» [Pasado] Venta de vino
» Vino, perdido, camaradas
» La Bota de Vino [Piratas Zenit]
» De uvas, fuego, cadenas y una partitura sin igual [Aine]
» [Pasado] Venta de vino
» Vino, perdido, camaradas
Página 1 de 2.
|
|