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Censo
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Creado por Sora Mizurou Vie Oct 28, 2016 1:30 pm
09:00pm
Taberna Pussy Cat
Miqueot
- ost:
La vida en el mar no era fácil, muchas veces habían conflictos, saqueos, muertes, despedidas, e incluso traiciones. Mas existía un lugar donde todo esto se olvidaba y solo existía un sentido en común… ¿qué cual era ese lugar?, no seria otro que las tan gloriosas ¡cantinas de mala muerte!. Pues era allí donde toda la podredumbre del mar se reunía para tener un único objetivo el cual claramente seria emborracharse hasta perder la conciencia.
Fue en una de estas cantinas de mala muerte donde el pirata mejor conocido como Sora Mizurou encontraría lo que se podría llamar a futuro como un camarada. El chico de cabellos rubios y banda negra en la cabeza se encontraba coreando una canción popular mientras bebía una cerveza en la peor cantina de la isla de miqueot - Binkusu no sake wo, todoke ni yuku yo, umikaze kimakaze namimakase - exclamaba con alegría para luego tomar un buen sorbo de aquellas cerveza acompañado por los muchos tantos piratas malvividos que habían terminado en el mismo lugar que el cocinero. – Como te seguía diciendo… ¡esa chica tenia unos pechos enormes!, ¡eran tan grandes como la cabeza de ese gordo de allá!, hahaha – la conversación que el chico mantenía con un sujeto de al lado no se podría llamar para nada intelectual, mas no se podía pedir mucho debido al estado por el que se encontraba el chico, ¿cómo sora termino ebrio?, bueno ese mismo día algunas horas atrás perdió el dinero que le quedaba para abandonar la isla debido a unos piratas que había embaucado en una anterior situación, así que por culpa de su mala suerte no tuvo el mas mínimo cuidado en ahogar sus penas en alcohol, de paso podría embaucar a otros cuantos piratas para ganar algo de dinero y es que el joven era fiel creyente de la frase ¨ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón¨, el único fallo en su plan es que esta vez había querido beber hasta el cansancio pues normalmente simplemente bastaba con actuar como ebrio.
- ¡camarero sírvame un vaso mas!, ¡aquí mi colega invita! – exclamo el rubio con alegría riendo con su compañero de al lado, el cual no se habría dado cuenta aun de lo gorrón que estaba siendo el cocinero – Un vaso mas a la orden – contesto el camarero llenando nuevamente el recipiente de Sora quien seguiría hablando de dos sandias las cuales habría encontrado unas semanas atrás, claro ese fue el inicio de la conversación mas se había trasgiversado tanto que terminaron todos confundiéndolas con pechos de mujer.
Fue en una de estas cantinas de mala muerte donde el pirata mejor conocido como Sora Mizurou encontraría lo que se podría llamar a futuro como un camarada. El chico de cabellos rubios y banda negra en la cabeza se encontraba coreando una canción popular mientras bebía una cerveza en la peor cantina de la isla de miqueot - Binkusu no sake wo, todoke ni yuku yo, umikaze kimakaze namimakase - exclamaba con alegría para luego tomar un buen sorbo de aquellas cerveza acompañado por los muchos tantos piratas malvividos que habían terminado en el mismo lugar que el cocinero. – Como te seguía diciendo… ¡esa chica tenia unos pechos enormes!, ¡eran tan grandes como la cabeza de ese gordo de allá!, hahaha – la conversación que el chico mantenía con un sujeto de al lado no se podría llamar para nada intelectual, mas no se podía pedir mucho debido al estado por el que se encontraba el chico, ¿cómo sora termino ebrio?, bueno ese mismo día algunas horas atrás perdió el dinero que le quedaba para abandonar la isla debido a unos piratas que había embaucado en una anterior situación, así que por culpa de su mala suerte no tuvo el mas mínimo cuidado en ahogar sus penas en alcohol, de paso podría embaucar a otros cuantos piratas para ganar algo de dinero y es que el joven era fiel creyente de la frase ¨ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón¨, el único fallo en su plan es que esta vez había querido beber hasta el cansancio pues normalmente simplemente bastaba con actuar como ebrio.
- ¡camarero sírvame un vaso mas!, ¡aquí mi colega invita! – exclamo el rubio con alegría riendo con su compañero de al lado, el cual no se habría dado cuenta aun de lo gorrón que estaba siendo el cocinero – Un vaso mas a la orden – contesto el camarero llenando nuevamente el recipiente de Sora quien seguiría hablando de dos sandias las cuales habría encontrado unas semanas atrás, claro ese fue el inicio de la conversación mas se había trasgiversado tanto que terminaron todos confundiéndolas con pechos de mujer.
Sora Mizurou
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sinbad Vie Oct 28, 2016 2:37 pm
El alcohol uno de los vicios en los que más solía reincidir el pelimorado, principalmente cuando venía de celebrar algo y en este caso era una noticia que había escuchado de reino, a fin de cuentas cualquier buena nueva como esa era motivo para un buen festejo, tampoco debía contárselo a nadie, sus orígenes eran irrelevantes cuando lo que estaba por venir era la fiesta.
No llevaba un par de copas, desde buena hora de la tarde había estado bebiendo vino y algo de ron que ciertamente aturdía sus sentidos levemente, pese a ser un hombre de grandes proporciones y gran resistencia al alcohol. No podía evitarlo tenía una jarra pero de ron, negando en parte el tan común vino que parecía preferir la gente local debido al orgullo por su producto, esta era una bebida que le iba mejor al pelimorado.
La particularidad de Sinbad en estas andanzas de copas era siempre la misma, ya fuese por su carisma o una especie de estrella que le guiaba siempre terminaba con cierta relación de amistad con todos los que bebía y como de costumbre desde que había llegado a Miqueot había estado ocultándose con otro personaje, de nombre similar al suyo pero de motivaciones en la vida algo dispares y trabajos que tendían a lo sencillo, como hacía en todas las islas, era un mitomano por naturaleza pero lo hacía por gusto, desde que se unió a la armada revolucionaria había empezado a ser extremadamente cuidadoso con sus pasos, a fin de cuentas desde una edad muy joven le habían puesto precio a su cabeza por ciertos delitos en Lvneel que había cometido gustosamente.
Ciertamente la conversación de unos tipos de al lado le parecía más entretenida pues había llegado solo y al ubicarse en esa mesa luego de unos minutos llegarían unos aparentes mercaderes a tratar de venderles algo de dudosa calidad y procedencia, no generaban mucha confianza y una chica algo despeinada y con el rimel algo corrido también rondaba y plagaba la mesa con preguntas vacías, tampoco daba ánimo de contestarle y a Sinbad no le resultaba en absoluto atractiva, el único que le había dado una buena impresión había sido el tipo justo frente suyo que al ver la cimitarra del revolucionario le preguntaría un poco al respecto.
Estando en esa mesa central y mientras seguía con la bebida no podía evitar cada vez más, en ese instante sería escuchar a un joven que parecía hablar sobre algo que le concernía aunque no lo pintase nada, observaría por unos segundos al tipo señalado por el rubio y volvería a ver al eufórico bebedor segundos después de lo expresado. Durante la presencia de un camarero que pasaba a llenar los motores de tanto zángano que pululaba en ese lugar, acotaría para el rubio con confianza y metiéndose en su conversación, girando algo su cuerpo y estirando algo el cuello -¿De casualidad su nombre no era Marisabel de Isla Minion? La cabeza de ese gordo me la recuerda perfectamente - sonreía con extrema confianza y picardía por las memoranzas -Aunque seguro sean muy joven para meterse con alguien como ella, aunque incluso yo era muy joven- era la mesa de al lado -¿Son de acá o viajeros de la vida?- decía como si ese grupo anduviese junto o fuese de allí, siempre lo suponía porque solía ser un simple viajero y pese a que ese lugar no parecía ser visitado principalmente por los del lugar pero era uno de los lugares donde vendían alcohol que aún no había visitado.
Mirando al camarero le haría una señalización con su mano hacía su vaso para darle a entender que quería una jarra más y este parecía captarle con la afirmación de la cabeza, era el que lo estaba atendiendo por lo que no se esperaría una equivocación.
En ese instante una discusión entre dos tipos se empezaría a desarrollar al fondo del lugar, en una esquina gritándose poco a poco un improperio mayor que el anterior, pese a que eso pasaba de fondo Sinbad pretendía no tener líos por el momento pero siempre que había alcohol parecía ser algo inevitable.
No llevaba un par de copas, desde buena hora de la tarde había estado bebiendo vino y algo de ron que ciertamente aturdía sus sentidos levemente, pese a ser un hombre de grandes proporciones y gran resistencia al alcohol. No podía evitarlo tenía una jarra pero de ron, negando en parte el tan común vino que parecía preferir la gente local debido al orgullo por su producto, esta era una bebida que le iba mejor al pelimorado.
La particularidad de Sinbad en estas andanzas de copas era siempre la misma, ya fuese por su carisma o una especie de estrella que le guiaba siempre terminaba con cierta relación de amistad con todos los que bebía y como de costumbre desde que había llegado a Miqueot había estado ocultándose con otro personaje, de nombre similar al suyo pero de motivaciones en la vida algo dispares y trabajos que tendían a lo sencillo, como hacía en todas las islas, era un mitomano por naturaleza pero lo hacía por gusto, desde que se unió a la armada revolucionaria había empezado a ser extremadamente cuidadoso con sus pasos, a fin de cuentas desde una edad muy joven le habían puesto precio a su cabeza por ciertos delitos en Lvneel que había cometido gustosamente.
Ciertamente la conversación de unos tipos de al lado le parecía más entretenida pues había llegado solo y al ubicarse en esa mesa luego de unos minutos llegarían unos aparentes mercaderes a tratar de venderles algo de dudosa calidad y procedencia, no generaban mucha confianza y una chica algo despeinada y con el rimel algo corrido también rondaba y plagaba la mesa con preguntas vacías, tampoco daba ánimo de contestarle y a Sinbad no le resultaba en absoluto atractiva, el único que le había dado una buena impresión había sido el tipo justo frente suyo que al ver la cimitarra del revolucionario le preguntaría un poco al respecto.
Estando en esa mesa central y mientras seguía con la bebida no podía evitar cada vez más, en ese instante sería escuchar a un joven que parecía hablar sobre algo que le concernía aunque no lo pintase nada, observaría por unos segundos al tipo señalado por el rubio y volvería a ver al eufórico bebedor segundos después de lo expresado. Durante la presencia de un camarero que pasaba a llenar los motores de tanto zángano que pululaba en ese lugar, acotaría para el rubio con confianza y metiéndose en su conversación, girando algo su cuerpo y estirando algo el cuello -¿De casualidad su nombre no era Marisabel de Isla Minion? La cabeza de ese gordo me la recuerda perfectamente - sonreía con extrema confianza y picardía por las memoranzas -Aunque seguro sean muy joven para meterse con alguien como ella, aunque incluso yo era muy joven- era la mesa de al lado -¿Son de acá o viajeros de la vida?- decía como si ese grupo anduviese junto o fuese de allí, siempre lo suponía porque solía ser un simple viajero y pese a que ese lugar no parecía ser visitado principalmente por los del lugar pero era uno de los lugares donde vendían alcohol que aún no había visitado.
Mirando al camarero le haría una señalización con su mano hacía su vaso para darle a entender que quería una jarra más y este parecía captarle con la afirmación de la cabeza, era el que lo estaba atendiendo por lo que no se esperaría una equivocación.
En ese instante una discusión entre dos tipos se empezaría a desarrollar al fondo del lugar, en una esquina gritándose poco a poco un improperio mayor que el anterior, pese a que eso pasaba de fondo Sinbad pretendía no tener líos por el momento pero siempre que había alcohol parecía ser algo inevitable.
Sinbad
Hoja de personaje
Nivel:
(13/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sora Mizurou Miér Nov 09, 2016 4:44 pm
- ost:
¨ -¿De casualidad su nombre no era Marisabel de Isla Minion? La cabeza de ese gordo me la recuerda perfectamente -¨ de repente un tercero se uniría a la conversación de Sora, por sus palabras parecía ser alguien que conocía a la persona de la que estaba hablando el cocinero, mas al ser un hecho que se había inventado lo único que pudo responder a la intromisión fue – Jajaja el mundo es demasiado pequeño, ahora somos hermanos de mujeres – exclamo con alegría el oji ambarino con una sonrisa en su rostro mientras veía como aquel personaje se sentaba junto a ellos preguntándoles por su procedencia, a primera vista se trataba de alguien de su misma altura con cabellos largos y mirada peculiar, parecía tratarse de ese tipo de personas que te agradan desde el primero momento por lo que el chico no miro para nada molesta su llegada, todo lo contrario contestaría con agrado a sus palabras. – Un viajero de la vida, ¡mi deber es toparme con las mujeres mas hermosas! – exclamo levantando su cerveza para darle un buen sorbo, a continuación el tipo junto a el respondería algo similar riéndose aunque para el peli rubio no era solo habladuría realmente su sueño era besar a cada princesa hermosa que pudiera existir, ¿un sueño egoísta e infantil?, la verdad si pero vamos unos quieren el one piece y van a la aventura, otros ven la aventura en las mujeres.
- Un placer, soy Sora, ¿tu también eres un viajero? – la pregunta por parte del rubio no se haría esperar, este extendería su baso de cerveza para que ambos brindaran en señal de presentación y una vez saber el nombre de su contrario daría otro buen sorbo a su bebida. Aunque mientras estos dos se presentaban no sabían lo que estaría ocurriendo a las afueras de aquel bar de mala muerte.
Pues mientras unos reían, a las afueras del bar 3 hermosas mujeres se encontraban frente a la entrada - ¿Estas segura de que esta aquí? – preguntaría una de ellas – Si, es el tipo sentado con el rubio y el tipo alto – sentenciaría la siguiente quien se acababa de apartar de la ventana, en esta se podían ver algunos rastros de pólvora y frente a las chicas un pequeño hilillo de la misma lo que parecería indicar lo obvio… malas noticias para los presentes, aunque mas que eso… malas para el sujeto del que Sora estaba usando como barril sin fondo que le invitara comida. – Me pregunto si todos harán boom – murmuro la mas pequeña de las tres con una sonrisa, aquellas tres mujeres no eran mas que asesinas a sueldo contratadas para eliminar a un hombre en especifico, parecía ser que el tipo junto a los dos protagonistas no era alguien muy normal pues en la isla había una recompensa por su cabeza una que aquellas damas estaban interesadas en cobrar, tanto así que la mas pequeña prendería un fosforo para lanzarlo al hilillo de pólvora desencadenando una explosión que derribaría la ventana y la puerta del establecimiento mandando a los aires a quienes se encontraran adentro.
- Un placer, soy Sora, ¿tu también eres un viajero? – la pregunta por parte del rubio no se haría esperar, este extendería su baso de cerveza para que ambos brindaran en señal de presentación y una vez saber el nombre de su contrario daría otro buen sorbo a su bebida. Aunque mientras estos dos se presentaban no sabían lo que estaría ocurriendo a las afueras de aquel bar de mala muerte.
Pues mientras unos reían, a las afueras del bar 3 hermosas mujeres se encontraban frente a la entrada - ¿Estas segura de que esta aquí? – preguntaría una de ellas – Si, es el tipo sentado con el rubio y el tipo alto – sentenciaría la siguiente quien se acababa de apartar de la ventana, en esta se podían ver algunos rastros de pólvora y frente a las chicas un pequeño hilillo de la misma lo que parecería indicar lo obvio… malas noticias para los presentes, aunque mas que eso… malas para el sujeto del que Sora estaba usando como barril sin fondo que le invitara comida. – Me pregunto si todos harán boom – murmuro la mas pequeña de las tres con una sonrisa, aquellas tres mujeres no eran mas que asesinas a sueldo contratadas para eliminar a un hombre en especifico, parecía ser que el tipo junto a los dos protagonistas no era alguien muy normal pues en la isla había una recompensa por su cabeza una que aquellas damas estaban interesadas en cobrar, tanto así que la mas pequeña prendería un fosforo para lanzarlo al hilillo de pólvora desencadenando una explosión que derribaría la ventana y la puerta del establecimiento mandando a los aires a quienes se encontraran adentro.
- Chicas:
Sasha Nix // Nivel 4 // Sin Fruta // Hermana Mayor
Crystal Nix // Nivel 3 // Sin Fruta // Hermana Del Medio
Shacry Nix // Nivel 1 // Sin Fruta // Hermana Menor
Para aquellos que se encontraban adentro, o al menos para el rubio este solo vería como por un momento estaría conociendo a un buen colega y al siguiente se encontraba en el suelo con dolor en su cuerpo y bastante polvo encima - ¡¿PERO QUE MIERDA?! – exclamaría con enojo levantándose con dificultad para ver como gran parte de los presentes se encontraban inconscientes y otros escapando al ver a las chicas que tendrían en frente, claro, todos escaparían menos el peli rubio quien solo podría responder atenuando su mirada poniéndose bastante serio, tal parecía que se había enojado lo suficiente como para cabrearse por lo sucedido – Oe…, alguna de ustedes... ¿tiene novio? – tras sus palabras su expresión cambiaria a la de un joven enamorado a quien parecía no haberle importado lo que acababa de suceder. - ¡¿Acaso eres idiota?! – exclamo el sujeto que minutos antes le estaba invitando la fiesta, este se notaba un poco nervioso por encontrarse en aquella situación y bueno para aquellos que siquiera leyeran el periódico sabrían del grupo de caza recompensas conocido como las hermanas try, un grupo de compañeras que actuaban como hermanas a la par que apresaban a delincuentes y piratas por toda la isla de miqueot, algo que claramente el peli rubio ignoraba pues no era de la isla.
Sora Mizurou
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sinbad Dom Nov 13, 2016 2:41 am
De entre el grupo de tipos al lado, el más bullicioso y rubio respondería con una afirmación ante lo dicho por el navegante. Efectivamente habían estado hablando de la misma chica, a veces por más gigantesco que fuese un blue las coincidencias eran fascinantes -Hermanos de mujeres- se acercaría haciendo tintinar los vasos -es un gran deber y más aún toda una responsabilidad, suerte con eso. Yo lo veo más como un placer que un deber pero sin importar como se vea es disfrutar la vida - se alcoholizaba un poco más con un gran trago, seguía siendo muy poco para lo que el pelimorado soportaba. Un tipo de su tamaño era difícil de embriagar y un más difícil de vencer, aunque en esas condiciones podía resultar un poco desastroso -Un gusto Sora, soy Seth y claro. De vivir en esta isla pasaría ebrio siempre- decía completamente risueño y con un aire de querer simplemente pasarla bien, además de una mentira perfecta, como siempre mantenía una personalidad cualquiera en toda isla para evitar cualquier relación con su origen.
El de iris dorado miel llevaba bastante tiempo en esa isla, aunque no lo aceptara le encantaba ese lugar. El vino era perfecto y el ambiente festivo siempre reinaba a todas horas y en especial en todos lo bares, incluso en los más ruines como ese. Aunque el revolucionario pretendía estar lejos de sus labores estrictas, no era demasiado fiel aún a sus objetivos, principalmente cuando no eran estrictamente necesarios de acción inmediata.
Un poco de desorden invadiría lo que parecía era un momento de disfrute y para dispersarse. El desorden había hecho que acabara en el suelo. El polvo que se había levantado y el estruendo fue bastante fuerte como para desconcertar a Sinbad.
A la puerta llamaban tres chicas bastante jóvenes y atractivas, el pelimorado las observaría con una sonrisa de diversión total, al menos todo lo que pasará ahí iría por cuenta de ellas y las chicas bellas activas e imparables siempre eran un espectáculo. Escucharía la reacción del rubio y la pregunta exagerada por el otro tipo. El revolucionario intervendría solo para seguir el juego de este que parecía sumamente divertido -Merecen a alguien como yo, las puedo llevar donde gusten- desenvainaba su cimitarra solo para decir de manera rápida dispuesta a ayudar a quien fuese, ni siquiera tenía un bando en esa isla, pese a ser revolucionario estaba demasiado desligado de los principios fundamentales, especialmente cuando poco a poco empezaba a estar ebrio y solo quería diversión, moverse y sentirse el rey de la isla -¿A quién hay que rebanar para poder irnos con ustedes por una copa a un bar que no reviente?- sonriente y expectante, sintiendose el protagonista al ver una gran mayoría, que conocía a las chicas, no pretendían intervenir.
El de iris dorado miel llevaba bastante tiempo en esa isla, aunque no lo aceptara le encantaba ese lugar. El vino era perfecto y el ambiente festivo siempre reinaba a todas horas y en especial en todos lo bares, incluso en los más ruines como ese. Aunque el revolucionario pretendía estar lejos de sus labores estrictas, no era demasiado fiel aún a sus objetivos, principalmente cuando no eran estrictamente necesarios de acción inmediata.
Un poco de desorden invadiría lo que parecía era un momento de disfrute y para dispersarse. El desorden había hecho que acabara en el suelo. El polvo que se había levantado y el estruendo fue bastante fuerte como para desconcertar a Sinbad.
A la puerta llamaban tres chicas bastante jóvenes y atractivas, el pelimorado las observaría con una sonrisa de diversión total, al menos todo lo que pasará ahí iría por cuenta de ellas y las chicas bellas activas e imparables siempre eran un espectáculo. Escucharía la reacción del rubio y la pregunta exagerada por el otro tipo. El revolucionario intervendría solo para seguir el juego de este que parecía sumamente divertido -Merecen a alguien como yo, las puedo llevar donde gusten- desenvainaba su cimitarra solo para decir de manera rápida dispuesta a ayudar a quien fuese, ni siquiera tenía un bando en esa isla, pese a ser revolucionario estaba demasiado desligado de los principios fundamentales, especialmente cuando poco a poco empezaba a estar ebrio y solo quería diversión, moverse y sentirse el rey de la isla -¿A quién hay que rebanar para poder irnos con ustedes por una copa a un bar que no reviente?- sonriente y expectante, sintiendose el protagonista al ver una gran mayoría, que conocía a las chicas, no pretendían intervenir.
Sinbad
Hoja de personaje
Nivel:
(13/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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