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Creado por Elise Shigure Miér Ene 20, 2016 5:14 pm
Arlene recientemente se despertaba de la cama y... si, ya estaba llegando tarde. Algo increíble de su parte dado que le gustaba la puntualidad y el cumplimiento lo mas perfecto posible de las normas y aquello era una notable falta a lo que seria su primera misión, algo que con seguridad la llevaría a vérselas de frente con problemas a los cuales no tenia ganas de ver siendo una recluta con tan escasos días de ingreso -¡¿Escasos?! ¡Apenas llevo dos días!- El grito de la marine era sorprendente, como si estuviera reprochandole a cierta narradora las palabras elegidas para definir la situación, aunque no era mas que una mera coincidencia de los hechos dado que esta simplemente se encontraba fuera de si, absorta en la idea de correr para llegar a donde debía de llegar en menos de veinte minutos -¡Ahhh! Nunca mas me quedo leyendo libros de medicina hasta tan tarde- Después de ello un sin fin de malas palabras mientras iba tirando sus ropas de dormir por todas partes de la reducida habitación entrando al baño donde paso, como un milagro de los dioses, unos escasos cinco o diez minutos.
Con el pelo mojado, apenas arreglado, comenzaría a vestirse de manera rápida, ropa interior, guantes de combate, collar, vestido e incluso recordaría de tomar su cinturón donde reposaba su preciado e imponente martillo en cuyo mango rezaba el nombre del mismo -¡Joder!- Ese ultimo grito mientras terminaba de calzarse con unas enormes botas decoradas en montones de púas. La puerta de su habitación se abrió de golpe justo a tiempo para cerrarla rápidamente mientras miraba uno de los tantos relojes que se veían por las calles -¿Tengo... ¡Cinco minutos?!- No llegaba, lo sabia, no había manera.
Por esa misma regla de tres y sin tomarse el mayor esfuerzo de presentarse a la practica, la fémina se dio la vuelta pero en lugar de ingresar de nuevo en su habitación simplemente se digno a dar la vuelta y caminar para perderse entre algunos negocios de la isla entrando sin mucho problema en uno de los muchos bares que frecuentaban alguno de los marines que como Arlene metían la pata en sus practicas.
Con el pelo mojado, apenas arreglado, comenzaría a vestirse de manera rápida, ropa interior, guantes de combate, collar, vestido e incluso recordaría de tomar su cinturón donde reposaba su preciado e imponente martillo en cuyo mango rezaba el nombre del mismo -¡Joder!- Ese ultimo grito mientras terminaba de calzarse con unas enormes botas decoradas en montones de púas. La puerta de su habitación se abrió de golpe justo a tiempo para cerrarla rápidamente mientras miraba uno de los tantos relojes que se veían por las calles -¿Tengo... ¡Cinco minutos?!- No llegaba, lo sabia, no había manera.
Por esa misma regla de tres y sin tomarse el mayor esfuerzo de presentarse a la practica, la fémina se dio la vuelta pero en lugar de ingresar de nuevo en su habitación simplemente se digno a dar la vuelta y caminar para perderse entre algunos negocios de la isla entrando sin mucho problema en uno de los muchos bares que frecuentaban alguno de los marines que como Arlene metían la pata en sus practicas.
Elise Shigure
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Galen Marek Jue Ene 21, 2016 1:05 pm
Había sido la noche más pesada que el joven ángel había pasado. A pesar del tiempo que llevaba en el Mar Azul, la poca presión que había aquí abajo lo ponía nervioso. Si pudiera volver a Birka y sentir esa presión natural en su cuerpo se sentiría perfecto, pues ahora era como una pluma y no llegaba a acostumbrarse. Daba vueltas imposibles en la cama, deshaciéndola y arrancando las sabanas. Era joven, y le dolía no poder dormir, pues para alguien de su edad era extremadamente necesario. Intentaba cerrar los ojos, pero se le hacia imposible, era como si algo estuviera impidiendo que el ángel durmiera, y el mayor problema es que cuando tuviera que dedicarse a proteger la civilización estaría completamente cabreado por no haber dormido lo suficiente. Eran las cinco de la mañana y dudaba que pudiera cerrar los ojos de una vez. Solo los cerró y comenzó a imaginarse durmiendo en su hogar, allá en el Mar Blanco y al final... Se durmió.
Estaba sonando la alarma y los ojos de Galen no se abrían. Era hora de despertar, pero estaba claro que no iba a levantarse. Había dormido muy poco, pero esperaba que fuera suficiente como para no demostrar su cabreo a los viandantes. Seguía dormido y debía presentarse en la reunión de cadetes. Llevaba un par de años en la Marina, pero solo era un raso. Había salido hace poco de la Academia y la verdad, ser un soldado de la Marina estaba siendo mas cansado de lo que imaginaba, y todo era por el hecho de la poca presión en el Mar Azul al que un Birkan estaba acostumbrado. Al cabo de unos veinte minutos consiguió levantarse, pero ya era demasiado tarde. El hecho de haberse levantado tarde había provocado todo esto -¡Oh mierda! Ya no llego- dijo cambiándose a una velocidad asombrosa y saliendo de su habitación. Ahora que no podía llegar a la reunión iría a alguna taberna en la que abundara la Marina.
Las calles no estaban muy abarrotadas a esas horas de la mañana, pero si era cierto que se podía ver a alguna gente comprando en los puestos. Aun quedaba bastante para el turno de Galen, por lo que tenia tiempo suficiente para poder tomarse algo. Rápidamente llegó hasta una de las tabernas, y pudo observar la cantidad de marines que había, no una cantidad enorme, pero si unos diez. Galen se acerco a la barra. En el interior del bar pareció reconocer a una de las nuevas reclutas, como él, de una extraña apariencia y coloración de la piel, pero de un gran atractivo, de todas formas, Galen eran demasiado joven. Se sentó en la barra y pidió una cerveza, esperando a que el tabernero le sirviera y llegó entonces...
Un hombre que no estaba muy sobrio se acercó a la muchacha que no parecía humana. Estaba claro que, o aquel hombre no buscaba nada bueno dirigiéndole la palabra a aquella dama, o es que quería algo más, quizás dañarla. Galen solo lo observaba de reojo -Hola guapa, ¿cuanto he de pagar para que me acompañes hasta mi cama?- los ojos de aquel hombre observaron de reojo algo que se posaba en su sien -Retira eso y largo- los otros marines se levantaron y observaron la escena, sin actuar y dejar que el destino decida el final de aquel hombre.
Estaba sonando la alarma y los ojos de Galen no se abrían. Era hora de despertar, pero estaba claro que no iba a levantarse. Había dormido muy poco, pero esperaba que fuera suficiente como para no demostrar su cabreo a los viandantes. Seguía dormido y debía presentarse en la reunión de cadetes. Llevaba un par de años en la Marina, pero solo era un raso. Había salido hace poco de la Academia y la verdad, ser un soldado de la Marina estaba siendo mas cansado de lo que imaginaba, y todo era por el hecho de la poca presión en el Mar Azul al que un Birkan estaba acostumbrado. Al cabo de unos veinte minutos consiguió levantarse, pero ya era demasiado tarde. El hecho de haberse levantado tarde había provocado todo esto -¡Oh mierda! Ya no llego- dijo cambiándose a una velocidad asombrosa y saliendo de su habitación. Ahora que no podía llegar a la reunión iría a alguna taberna en la que abundara la Marina.
Las calles no estaban muy abarrotadas a esas horas de la mañana, pero si era cierto que se podía ver a alguna gente comprando en los puestos. Aun quedaba bastante para el turno de Galen, por lo que tenia tiempo suficiente para poder tomarse algo. Rápidamente llegó hasta una de las tabernas, y pudo observar la cantidad de marines que había, no una cantidad enorme, pero si unos diez. Galen se acerco a la barra. En el interior del bar pareció reconocer a una de las nuevas reclutas, como él, de una extraña apariencia y coloración de la piel, pero de un gran atractivo, de todas formas, Galen eran demasiado joven. Se sentó en la barra y pidió una cerveza, esperando a que el tabernero le sirviera y llegó entonces...
Un hombre que no estaba muy sobrio se acercó a la muchacha que no parecía humana. Estaba claro que, o aquel hombre no buscaba nada bueno dirigiéndole la palabra a aquella dama, o es que quería algo más, quizás dañarla. Galen solo lo observaba de reojo -Hola guapa, ¿cuanto he de pagar para que me acompañes hasta mi cama?- los ojos de aquel hombre observaron de reojo algo que se posaba en su sien -Retira eso y largo- los otros marines se levantaron y observaron la escena, sin actuar y dejar que el destino decida el final de aquel hombre.
Galen Marek
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Elise Shigure Vie Ene 22, 2016 6:15 pm
Aquel sitio no estaba muy lleno, a lo mucho unos diez, tal vez quince marines eran todo lo que había en aquel sitio. Uno de ellos no era un recluta y aparentaba tener un puesto ligeramente mayor que incitaba al hecho de que la practica matutina no era su trabajo y, con toda posibilidad, no tenia otra cosa que hacer mas que patrullar la isla. Era interesante ver como el sujeto de cargo mayor se retiraba del negocio con una ligera reverencia y apenas unos cinco de todos los marines que allí dentro se encontraban "¡Ja! Al parecer no soy la única que se quedo dormida" Se dijo para sus adentros mientras se acercaba a la barra a paso tranquilo, sin mirar mucho al resto de personas, no le interesaba saber si le miraban con miedo por su apariencia o con deseo por su buena figura a pesar de sus escamas, claro esta.
Y no demoro mucho en llegar el tontillo de turno que se cree que por la raza de Arlene esta no puede hacer mas que obedecer puesto que era una raza típica en las ventas de esclavos, lo único que realmente puede sacar de lugar a la pelinegra -¿Cuanto?- No se dio la vuelta para mirarlo, continuo con la vista levantada, mirando fijamente el techo por unos segundos bastante silenciosos y largos -Digamos que tal vez unos miles de millones- Lo mismo que habían pagado por ella cuando había sido vendida como esclava, era un buen precio sin duda alguna, aunque por lo mismo era una buena razón para comprar a su vez lo que venia a continuación de sus palabras.
Su brazo se estiro con gran rapidez y con el puño cerrado embocando el mismo en el centro del rostro de aquel sujeto que cayo al suelo inconsciente, con la nariz notablemente roja y ligeramente torcida -Aunque si no puedes soportar un golpe como ese no vas a lograr mucho mas- No lo escuchaba, lo sabia, pero no le podía importar menos. Giro su rostro mostrando una notable mirada asesina y una amplia sonrisa donde cada uno de sus puntiagudos dientes se dibujaba de manera perfecta y muy macabra -¿Alguien mas me quiere arruinar la mañana o ya puedo desayunar en paz?- Su tono de voz era ligeramente diferente al anterior, mucho mas profundo y furioso e incluso cuando termino de hablar su rostro termino en aquella misma sonrisa de antes; una muestra mas que clara de que tenia en sus genes los de un tiburón y el mas mínimo indicio de combate prendía su mecha de cazadora innata. Se cruzo de brazos y se comenzó a hamacar en el banquillo donde se encontraba sentada demostrando un amplio domino del equilibrio mientras un conjunto de marines, del resto que allí se encontraban, se ponían en pie de manera bastante amenazante, algo que realmente no le podía importar menos a nuestra protagonista.
Y no demoro mucho en llegar el tontillo de turno que se cree que por la raza de Arlene esta no puede hacer mas que obedecer puesto que era una raza típica en las ventas de esclavos, lo único que realmente puede sacar de lugar a la pelinegra -¿Cuanto?- No se dio la vuelta para mirarlo, continuo con la vista levantada, mirando fijamente el techo por unos segundos bastante silenciosos y largos -Digamos que tal vez unos miles de millones- Lo mismo que habían pagado por ella cuando había sido vendida como esclava, era un buen precio sin duda alguna, aunque por lo mismo era una buena razón para comprar a su vez lo que venia a continuación de sus palabras.
Su brazo se estiro con gran rapidez y con el puño cerrado embocando el mismo en el centro del rostro de aquel sujeto que cayo al suelo inconsciente, con la nariz notablemente roja y ligeramente torcida -Aunque si no puedes soportar un golpe como ese no vas a lograr mucho mas- No lo escuchaba, lo sabia, pero no le podía importar menos. Giro su rostro mostrando una notable mirada asesina y una amplia sonrisa donde cada uno de sus puntiagudos dientes se dibujaba de manera perfecta y muy macabra -¿Alguien mas me quiere arruinar la mañana o ya puedo desayunar en paz?- Su tono de voz era ligeramente diferente al anterior, mucho mas profundo y furioso e incluso cuando termino de hablar su rostro termino en aquella misma sonrisa de antes; una muestra mas que clara de que tenia en sus genes los de un tiburón y el mas mínimo indicio de combate prendía su mecha de cazadora innata. Se cruzo de brazos y se comenzó a hamacar en el banquillo donde se encontraba sentada demostrando un amplio domino del equilibrio mientras un conjunto de marines, del resto que allí se encontraban, se ponían en pie de manera bastante amenazante, algo que realmente no le podía importar menos a nuestra protagonista.
Elise Shigure
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Creado por Galen Marek Sáb Ene 23, 2016 2:43 am
La flecha del rubio seguía posando su punta afilada en la sien de aquel hombre, haciendo presión y al cabo de un rato, un hilillo de sangre. Ese era el precio a pagar por el descaro de hablar mal de una mujer, no, de hablar mal de una persona, no, de hablar de mal de una compañera que acababa de entrar en la Marina, justo como el propio Galen. Aquella flecha había provocado una pequeña herida en la sien del hombre, pero este ni se inmutaba, quizás por el hecho de estar tan ebrio que ya no sentía dolor alguno, o quizás porque estaba tan ensimismado en aquella mujer que hacia caso omiso de las palabras del rubio. Fue entonces que la marine comenzó a dirigir sus palabras contra aquel hombre. Me parecía vergonzoso que ningún marine hiciera nada ante aquella aberración de persona -¿Tan cara? Menuda debes estar hecha, seguro que toda una tigres..- Galen tuvo que retirar a fuerza el arco porque lo que vino a continuación le obligó para no dañar mas gravemente a aquel tipo tan indispuesto.
La mujer comenzó a hablarle, a contestarle a aquellas palabras tan sinuosas y estúpidas, pero a continuación, apareció un puñetazo. Si, el puño de la mujer se dirigió contra el rostro del borracho y rápidamente lo tumbó sin problemas. Galen observó realmente sorprendido y desde sus labios soltó -¡Auu!- todos los marines allí presentes hicieron lo propio. Se levantaron y observaron el cuerpo inmóvil e inconsciente de aquel beodo. Lo observaban con interés, parecía tener el tabique roto, y la verdad, ahora era mucho mas guapo. Mientras, Galen luchaba contra las palabras de la mujer, que deseaba desayunar en paz y decidió dirigirle un enorme halago. Si, tenia quince años, si, no sabia cuando callarse, pero vamos a ver, por un halago no te cruzan la cara... Supongo.
-Menudo golpe- la observo, fijándose en el cuerno que devoraba su frente. Sabia perfectamente que se trataba de una Gyojin, y Galen adoraba la diversidad en la Marina, pues eso les haría mas fuertes -Realmente eres asombrosa- pronunció el muchacho, silenciandose un momento -Disculpa mi indiscreción, me llamo Marek, Galen Marek, y como tu soy un recluta de la Marina- ¿porque no ir entablando relación con los nuevos reclutas? -¿Que tipo de Gyojin eres? Jamas vi a uno con semejante cuerno en la cabeza, es... impresionante-
La mujer comenzó a hablarle, a contestarle a aquellas palabras tan sinuosas y estúpidas, pero a continuación, apareció un puñetazo. Si, el puño de la mujer se dirigió contra el rostro del borracho y rápidamente lo tumbó sin problemas. Galen observó realmente sorprendido y desde sus labios soltó -¡Auu!- todos los marines allí presentes hicieron lo propio. Se levantaron y observaron el cuerpo inmóvil e inconsciente de aquel beodo. Lo observaban con interés, parecía tener el tabique roto, y la verdad, ahora era mucho mas guapo. Mientras, Galen luchaba contra las palabras de la mujer, que deseaba desayunar en paz y decidió dirigirle un enorme halago. Si, tenia quince años, si, no sabia cuando callarse, pero vamos a ver, por un halago no te cruzan la cara... Supongo.
-Menudo golpe- la observo, fijándose en el cuerno que devoraba su frente. Sabia perfectamente que se trataba de una Gyojin, y Galen adoraba la diversidad en la Marina, pues eso les haría mas fuertes -Realmente eres asombrosa- pronunció el muchacho, silenciandose un momento -Disculpa mi indiscreción, me llamo Marek, Galen Marek, y como tu soy un recluta de la Marina- ¿porque no ir entablando relación con los nuevos reclutas? -¿Que tipo de Gyojin eres? Jamas vi a uno con semejante cuerno en la cabeza, es... impresionante-
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Creado por Elise Shigure Dom Ene 24, 2016 10:14 am
Como era de esperarse, una gran parte de los presentes en el bar no hicieron mas que soltar una ligera exclamación de dolor, puesto que el golpe de Arlene tenia una sobrecarga de fuerza aun para no haber golpeado con todas sus fuerzas. Por su parte nadie mas intento cruzarse en el camino de la fémina que interpreto el momento de silencio y paz como una respuesta a su pregunta. Aunque había un pequeño chico, uno que no parecía tener mas de quince años, que se termino por acercar hacia donde se encontraba la pelinegra. Los orbes rojizos de la misma se posaron sobre el pequeño y mostrando aquella sonrisa espero alguna clase de palabra, un pequeña frase para enviarlo a volar directamente contra la pared mas cercana usando uno solo de sus golpes. Pero no, realmente no iba a ser capaz de efectuar algo como eso puesto que el pequeño no hizo otra cosa mas que soltar un pequeño alago, algo insignificante que le hizo bajar los humos a la dama -¿Si? Realmente no fue uno de mis mejores golpes, pero es mejor así- Simplemente tomo sus palabras y haciendo un desinterés completo por el hombre inconsciente a su lado le respondió al rubio, con completa tranquilidad, como sin nada hubiera ocurrido.
No es que nuestra protagonista fuera bipolar o alternara entre la locura y la calma como quien se cambia de ropas, mas bien era parte de su inocencia al actuar, de su manera tan torpe de ser; para hacerlo mas simple se puede decir que que la fémina estaba siendo ella misma en su estado mas puro -Arlene S. Rossweisse, un gusto Renacuajo- Si, un hermoso apodo para un pequeño chico como aquel puesto que realmente era pequeño, tanto de cuerpo como de edad. Aunque no era del todo estúpido puesto que había hecho una pregunta mas que interesante y, por cierto lado, privada -Sabes, si preguntas algo como eso en mi isla natal es muy posible que te traten como un pervertido- No era del todo cierto, pero le gustaba destacar que la pregunta sobre el tipo de Gyojin era algo un tanto privado de contar -De todas maneras no estamos en mi isla natal, pero recuerdalo para la próxima vez Renacuajo- El intento de sonar como una maestra era algo que no le quedaba del todo, aunque de todas maneras lo seguía haciendo con un completo desinterés.
Finalmente el mesero se acerco a aquella mesa y en cuanto al pedido de Arlene... Tal vez sea mejor leerlo completo -Me gustaría pedir un kilo de carne...- Obviamente el mesero la interrumpió diciéndole que no preparaban comidas aun, puesto que era horario de desayuno, algo completamente normal -Oh, no, carne cruda por favor y un té rojo para acompañar- Como cabía de esperar el hombre se quedo completamente congelado ante tal pedido, aunque finalmente termino por apuntarlo para retirarse al interior de la cocina -Soy un Tiburón Toro, por eso el cuerno- Anteriormente tenia dos cuernos, pero un ligero accidente que no tenia muchas ganas de contar le arruino el par dejando aquel extenso y único que cuerno que se le podía ver en todo momento.
No es que nuestra protagonista fuera bipolar o alternara entre la locura y la calma como quien se cambia de ropas, mas bien era parte de su inocencia al actuar, de su manera tan torpe de ser; para hacerlo mas simple se puede decir que que la fémina estaba siendo ella misma en su estado mas puro -Arlene S. Rossweisse, un gusto Renacuajo- Si, un hermoso apodo para un pequeño chico como aquel puesto que realmente era pequeño, tanto de cuerpo como de edad. Aunque no era del todo estúpido puesto que había hecho una pregunta mas que interesante y, por cierto lado, privada -Sabes, si preguntas algo como eso en mi isla natal es muy posible que te traten como un pervertido- No era del todo cierto, pero le gustaba destacar que la pregunta sobre el tipo de Gyojin era algo un tanto privado de contar -De todas maneras no estamos en mi isla natal, pero recuerdalo para la próxima vez Renacuajo- El intento de sonar como una maestra era algo que no le quedaba del todo, aunque de todas maneras lo seguía haciendo con un completo desinterés.
Finalmente el mesero se acerco a aquella mesa y en cuanto al pedido de Arlene... Tal vez sea mejor leerlo completo -Me gustaría pedir un kilo de carne...- Obviamente el mesero la interrumpió diciéndole que no preparaban comidas aun, puesto que era horario de desayuno, algo completamente normal -Oh, no, carne cruda por favor y un té rojo para acompañar- Como cabía de esperar el hombre se quedo completamente congelado ante tal pedido, aunque finalmente termino por apuntarlo para retirarse al interior de la cocina -Soy un Tiburón Toro, por eso el cuerno- Anteriormente tenia dos cuernos, pero un ligero accidente que no tenia muchas ganas de contar le arruino el par dejando aquel extenso y único que cuerno que se le podía ver en todo momento.
Elise Shigure
Hoja de personaje
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(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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