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Creado por Eitan Walker Mar Feb 02, 2016 8:14 pm
Campanadas de una capilla cristiana no tan lejos de donde un grupo de gitanos parecían dar un pequeño espectáculo con títeres, un pequeño show para los niños de aquella ciudad. Sonreí mientras miraba pasar todo tipo de gente por ahí y los niños escuchando todo tipo de historias que podían hacerse con esas marionetas, había un excelente día, matices de sonidos, colores por donde sea daban un buen signo de que sería una buena isla para estar unos días antes de partir. No tan lejos de ahí estaba mi respaldo en el tronco de un frondoso árbol, jugando con las cartas con tanta agilidad que solo un verdadero jugador podría hacer, lo curioso era que estas cartas eran un poco “distintas” a las convencionales, ya que eran de las que solían “hablarte” del futuro, bostece un poco y deje que el sombrero negro que cubría mis mechones de cabellos naranjas.
Mi sonrisa se podía observar debajo de aquel sombrero oscuro que opacaba mi rostro. – Un día bastante tranquilo…¿seguro de lo estás haciendo?- dije mientras alzaba la mirada para toparme con el rostro de un sujeto que pasaba, dándole una “probada” de los presagios que las cartas decían el día de hoy, el sujeto curioso me miro y dudo un poco de lo que hacía. – La vida no está comprada…todo tiene un costo- dije, con un rostro serio diferente al distraído que solía portar el 90% de mí tiempo. El sujeto se detuvo y la curiosidad de saber que tenía el futuro para él, dejo que lo pudiera atraer a que pagara algo justo por un presagio. Poco después de mostrarle con dos dedos delante de mi rostro la carta que demostraba tragedia en su futuro, el sujeto simplemente enfadado por no recibir lo que esperaba, pago de mala gana. – Pero nada está escrito…- comente mientras lo miraba fijamente… - El día de hoy puede ser diferente a los demás- comente luego de recibir mi paga, el sujeto se daba la media vuelta y se marchaba.
Mi rostro sombrío y serio cambio enseguida mientras bostezaba de nuevo y miraba como la dueña de la carpa me miraba, trague saliva de recordar que aún me faltaba a completar para pagar los daños que le había hecho a algunas cosas en la caravana. Suspire y pase mi bufanda que tenía en los hombros amarrándolo en mi cintura, para evitar que se volara con aquellos aires desopilantes que aparecían de cuando en cuando. Una bella chica de cabellos negros y piel canela hacia su aparición con una bella danza capaz de cautivar al corazón más helado de la isla, conjunto a un grupo que hacia una melodía que ponía un buen ritmo y ambiente a la isla del licor. Era la chica más bella de la caravana, realmente era la mejor en lo que hacía con aquella danza cautivadora.
Mi sonrisa se podía observar debajo de aquel sombrero oscuro que opacaba mi rostro. – Un día bastante tranquilo…¿seguro de lo estás haciendo?- dije mientras alzaba la mirada para toparme con el rostro de un sujeto que pasaba, dándole una “probada” de los presagios que las cartas decían el día de hoy, el sujeto curioso me miro y dudo un poco de lo que hacía. – La vida no está comprada…todo tiene un costo- dije, con un rostro serio diferente al distraído que solía portar el 90% de mí tiempo. El sujeto se detuvo y la curiosidad de saber que tenía el futuro para él, dejo que lo pudiera atraer a que pagara algo justo por un presagio. Poco después de mostrarle con dos dedos delante de mi rostro la carta que demostraba tragedia en su futuro, el sujeto simplemente enfadado por no recibir lo que esperaba, pago de mala gana. – Pero nada está escrito…- comente mientras lo miraba fijamente… - El día de hoy puede ser diferente a los demás- comente luego de recibir mi paga, el sujeto se daba la media vuelta y se marchaba.
- Spoiler:
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Fausto VIII Miér Feb 03, 2016 3:08 pm
Los días perfectos son cuando las personas pueden disfrutar sonriendo y pasándola bien. Todo es pacífico en la medida de lo posible de momento, son las malas noticias y los rumores los que terminan afectando la paz de un sitio y era el caso de Micqueto, mi nuevo destino. Una noticia se estaba expandiendo rápidamente por el pueblo y es que al parecer un ladrón, que iba mejorando cada día más pues costaba hasta verle, se estaba refugiando donde los pacíficos gitanos se establecen. En mi mente me invadía el pensamiento de que se armaría un buen lío, fui designado como miembro de la patrulla de reconocimiento para ir a investigar el sitio, presentándonos como soldados de la marina, para nada una buena idea.
Una vez en el lugar, la persona a cargo de los 4 soldados que estábamos con él se manifestó, fuerte, imponente y sin delicadeza. Eso realmente me molestó, me sacó de mis casillas, pero nada pude hacer, después de todo estaba a cargo –Un ladrón está ocultándose entre ustedes. Déjenos revisar sus pertenencias, casas y nadie saldrá herido o lastimado – La verdad es que si yo estuviera del otro lado quizás le hubiera lanzado algo o probablemente hubiera lanzado un escupitajo cerca de él ¿Quién se cree para hablar así? Muchas veces se me hace difícil aceptar el procedimiento con el cual nos movemos y pedimos algo. La mirada intensa de las personas ya se comenzaba a notar, sólo pude desviar la mirada a un costado.
Nadie alzó la mano y con la misma fiereza nos dejaron movernos con total libertad por el lugar. No tenía muchas ganas de hacerlo y las sospechas parecían quedarse en eso, sospechas. Quería que todo terminara lo más pronto posible ¿Qué tan difícil podría resultar pedir por favor de vez en cuando? Marina
Una vez en el lugar, la persona a cargo de los 4 soldados que estábamos con él se manifestó, fuerte, imponente y sin delicadeza. Eso realmente me molestó, me sacó de mis casillas, pero nada pude hacer, después de todo estaba a cargo –Un ladrón está ocultándose entre ustedes. Déjenos revisar sus pertenencias, casas y nadie saldrá herido o lastimado – La verdad es que si yo estuviera del otro lado quizás le hubiera lanzado algo o probablemente hubiera lanzado un escupitajo cerca de él ¿Quién se cree para hablar así? Muchas veces se me hace difícil aceptar el procedimiento con el cual nos movemos y pedimos algo. La mirada intensa de las personas ya se comenzaba a notar, sólo pude desviar la mirada a un costado.
Nadie alzó la mano y con la misma fiereza nos dejaron movernos con total libertad por el lugar. No tenía muchas ganas de hacerlo y las sospechas parecían quedarse en eso, sospechas. Quería que todo terminara lo más pronto posible ¿Qué tan difícil podría resultar pedir por favor de vez en cuando? Marina
Fausto VIII
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Eitan Walker Jue Feb 04, 2016 3:43 pm
Sonreí al ver un buen panorama, realmente sería un buen día, de pronto un grupo de marines opacaban la buena vibra del lugar, mi sonrisa se opacó un poco frunciendo el ceño, me acercaba de apoco mientras buscaba entender sus intenciones y su forma tan segura de caminar hacia los míos. Escuche como se dirigía a los presentes y me hizo enfadar bastante, como odiaba a los marines de ese tipo, me acerque dejando una considerable distancia del marine a mí, mientras todos permanecían callados y todos se quedaban quietos, había arruinado un buen momento. –Su pongo que tendrás una orden para revisarnos…- comente molesto, digo, después de todo somos ciudadanos y no estamos causando estragos, las “su pociones” no deben caber en la justicia del lugar ¿cierto?- comentaba mientras levantaba un títere que se había caído por la impresión para dejárselo a quien lo tenía antes.
Mi grupo se encontraba molesto e indignado por la forma en como fue tratada por ese marine déspota, parado ahí cargando el orgullo de la “justicia”, entendía que no éramos los más “puros”, pero aun ni siquiera hacíamos nada para ser acusados de esa forma. Mi idea fue posicionarme frente a él y así evitar que se acercara a mi gente. – No puedes venir aquí a desvanecer la paz, ¿no se supone que ese es su trabajo?, mantener la calma- comentaba mientras todos parecían aferrarse a sus pertenencias. Si bien sabía que en mi interior estaba preocupado por la actitud que tomara y como acabaría esto, pero por otro lado podría imaginar que después de esto obtendría un poco más de respeto y renombre entre los chicos de la caravana, aunque debía admitir que me sentía un poco intimidado por el sujeto, no era una persona violenta, era muy imprudente pero en esta ocasión llevaría con cuidado la situación.
Por otro lado la mirada intensa de los presentes incluyendo a los aldeanos parecían sorprendidos y un poco confundidos, ya que no sabían que pasaba, ¿a quién apoyar?, sin conocer la situación solo miraban lo que estaba pasando ahora, la tensión podría cortarse perfectamente con el filo de una katana o cualquier otro objeto, sin embargo no deje que fuera motivo para insultar a mi gente de esa forma… sin pruebas.
Mi grupo se encontraba molesto e indignado por la forma en como fue tratada por ese marine déspota, parado ahí cargando el orgullo de la “justicia”, entendía que no éramos los más “puros”, pero aun ni siquiera hacíamos nada para ser acusados de esa forma. Mi idea fue posicionarme frente a él y así evitar que se acercara a mi gente. – No puedes venir aquí a desvanecer la paz, ¿no se supone que ese es su trabajo?, mantener la calma- comentaba mientras todos parecían aferrarse a sus pertenencias. Si bien sabía que en mi interior estaba preocupado por la actitud que tomara y como acabaría esto, pero por otro lado podría imaginar que después de esto obtendría un poco más de respeto y renombre entre los chicos de la caravana, aunque debía admitir que me sentía un poco intimidado por el sujeto, no era una persona violenta, era muy imprudente pero en esta ocasión llevaría con cuidado la situación.
Por otro lado la mirada intensa de los presentes incluyendo a los aldeanos parecían sorprendidos y un poco confundidos, ya que no sabían que pasaba, ¿a quién apoyar?, sin conocer la situación solo miraban lo que estaba pasando ahora, la tensión podría cortarse perfectamente con el filo de una katana o cualquier otro objeto, sin embargo no deje que fuera motivo para insultar a mi gente de esa forma… sin pruebas.
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Fausto VIII Lun Feb 08, 2016 8:43 am
Sabía que la situación no tardaría en ponerse demasiado incómoda. Miraba de un lado a otros de manera sutil, la investigación se dio antes de que ellos siquiera pudieran protestar, con los ojos, obviamente. Uno de los personajes del lugar se levantó de entre todos, su voz podría explotar en cualquier momento y se sobreponía a lo que él creía era una inspección sin permiso ni autorización. Le plantó cara a nuestro líder de día, quería que la justicia se impartiera de la mejor forma, no le juzgo.
-La inspección se realiza por el hecho de que está de colados, no tiene permisos y se les ha dejado andar a sus anchas porque esto alegra a la ciudad –Se manifestó el capitán – Ahora, deja de ponerte tan chulito y sal de mi camino o podría tomarse como desacato a la autoridad y créeme, estarías lejos de un proceso judicial. Aquí soy la ley.
Sin embargo el de cabellos rojos continuó con unas palabras más. Le quedé mirando fijamente, no lucía como si se fuera a mover o algo por el estilo. Di un par de pasos hasta posicionarme frente al sujeto. La idea de inspeccionar de la forma en que lo hicimos la verdad no me agradaba, sin embargo parecía que en cualquier momento comenzaría una contienda entre ambas partes, nada saludable –Creo que no deberías ponerte tan cerca, invades el espacio personal –Quería se alejara de forma pacífica. Saqué las manos de mi pantalón y abrí las palmas –Como ves… La mayoría de nosotros no tiene armas, ni intención de pelear. Capitán por favor proceda –
Quizás me estaba dando atribuciones que no me concernían. El simple hecho de demorar el objetivo tan sólo lograría que se formara un mayor aire de tensión entre los presentes. La batalla podría ser algo inevitable de un momento a otro.
-La inspección se realiza por el hecho de que está de colados, no tiene permisos y se les ha dejado andar a sus anchas porque esto alegra a la ciudad –Se manifestó el capitán – Ahora, deja de ponerte tan chulito y sal de mi camino o podría tomarse como desacato a la autoridad y créeme, estarías lejos de un proceso judicial. Aquí soy la ley.
Sin embargo el de cabellos rojos continuó con unas palabras más. Le quedé mirando fijamente, no lucía como si se fuera a mover o algo por el estilo. Di un par de pasos hasta posicionarme frente al sujeto. La idea de inspeccionar de la forma en que lo hicimos la verdad no me agradaba, sin embargo parecía que en cualquier momento comenzaría una contienda entre ambas partes, nada saludable –Creo que no deberías ponerte tan cerca, invades el espacio personal –Quería se alejara de forma pacífica. Saqué las manos de mi pantalón y abrí las palmas –Como ves… La mayoría de nosotros no tiene armas, ni intención de pelear. Capitán por favor proceda –
Quizás me estaba dando atribuciones que no me concernían. El simple hecho de demorar el objetivo tan sólo lograría que se formara un mayor aire de tensión entre los presentes. La batalla podría ser algo inevitable de un momento a otro.
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