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Creado por Shimazu Toyohisa Mar Mayo 24, 2016 12:13 am
Luego de pasar la tarde entrenando y encontrarse con la exmarine que había conocido, acabarían con la intención de ir de copas esa noche, haciendo una escala en el apartamento de Octarine, luego de darse una ducha y un poco más de conversación continuarían los acontecimientos.
Bonhart estaba radiante, tanto en actitud, menos tosca, como en apariencia, elegante y femenina, el de ojos color miel solo podía apreciarla mientras esta se negaba a responderle puntualmente sus respuestas pero le daba unas pinceladas sugerentes de las respuestas que él le solicitaba. Cuando ya estaba preparada empezaría a contarle de como es que ella vive la vida y a profundizar en el porque de sus acciones, la luz de las dos velas le daba cierto aire de tristeza a la respuesta lo dejaba satisfecho, a Octarine le hubiese gustado darle un abrazo pero no era buen momento, ella incitaba a seguir la joven noche. Rápidamente bajaron las escaleras y paramos despidiéndose de Virgilio que no pudo evitar soltar un comentario que me vendría en gracia enfatizando en una curiosa palabra -“Garañón” -el marine pensaba “que clase de palabra milenaria es esa, nunca la he escuchado” .
Al salir del lugar no podía dejar de apreciar la noche era bastante hermosa y acompañado de la veterana de guerra, realmente quedaba mal llamarla así con la forma de vestir de esa noche. El marine la guiaría, inicialmente el pensaba en llevarla a donde solía ir, pero ese bar le traía muy malos recuerdos de lo sucedido con su vecina. Por lo que optó por una segunda opción, más elegante pese a que él no lo iba tanto, el trayecto era más largo pero podría pasar por la tienda que quería visitar, quedaba justo al frente de ese local y cerraban tarde. Le diría un poco de mala manera su compañera -¿Vamos a pasar acá un momento? Hay un par de cosas que me urge comprar desde hace días y hasta ahora que paso tengo la oportunidad – mientras la miraba fríamente, dudaba un poco que tanto podría aguantar esta actitud ante su mirada y que tanto más ella sin el alcohol que le había prometido hacía ya un par de horas. El pelinegro esperaba cerciorarse una vez adentro si valía la pena regalarle uno de esos aparatos, podía ser que tuviese uno y su intención de sorprenderla resultara un caso perdido. Una vez adentro del local le preguntaría con un fingido tono de egocentrismo que le salia relativamente bien -Me voy a comprar el mejor Den Den Mushi de la tienda, su pongo que tu debes tener al menos uno de los baratos Bonhart- le salía bien gracias a su habilidad para mentir, discernir las delgadas lineas entre la verdad y la mentira es algo que los especialistas en el sigilo han entrenado, pese a que era un soldado nuevo, esto se le daba muy bien cuando se lo proponía.
Bonhart estaba radiante, tanto en actitud, menos tosca, como en apariencia, elegante y femenina, el de ojos color miel solo podía apreciarla mientras esta se negaba a responderle puntualmente sus respuestas pero le daba unas pinceladas sugerentes de las respuestas que él le solicitaba. Cuando ya estaba preparada empezaría a contarle de como es que ella vive la vida y a profundizar en el porque de sus acciones, la luz de las dos velas le daba cierto aire de tristeza a la respuesta lo dejaba satisfecho, a Octarine le hubiese gustado darle un abrazo pero no era buen momento, ella incitaba a seguir la joven noche. Rápidamente bajaron las escaleras y paramos despidiéndose de Virgilio que no pudo evitar soltar un comentario que me vendría en gracia enfatizando en una curiosa palabra -“Garañón” -el marine pensaba “que clase de palabra milenaria es esa, nunca la he escuchado” .
Al salir del lugar no podía dejar de apreciar la noche era bastante hermosa y acompañado de la veterana de guerra, realmente quedaba mal llamarla así con la forma de vestir de esa noche. El marine la guiaría, inicialmente el pensaba en llevarla a donde solía ir, pero ese bar le traía muy malos recuerdos de lo sucedido con su vecina. Por lo que optó por una segunda opción, más elegante pese a que él no lo iba tanto, el trayecto era más largo pero podría pasar por la tienda que quería visitar, quedaba justo al frente de ese local y cerraban tarde. Le diría un poco de mala manera su compañera -¿Vamos a pasar acá un momento? Hay un par de cosas que me urge comprar desde hace días y hasta ahora que paso tengo la oportunidad – mientras la miraba fríamente, dudaba un poco que tanto podría aguantar esta actitud ante su mirada y que tanto más ella sin el alcohol que le había prometido hacía ya un par de horas. El pelinegro esperaba cerciorarse una vez adentro si valía la pena regalarle uno de esos aparatos, podía ser que tuviese uno y su intención de sorprenderla resultara un caso perdido. Una vez adentro del local le preguntaría con un fingido tono de egocentrismo que le salia relativamente bien -Me voy a comprar el mejor Den Den Mushi de la tienda, su pongo que tu debes tener al menos uno de los baratos Bonhart- le salía bien gracias a su habilidad para mentir, discernir las delgadas lineas entre la verdad y la mentira es algo que los especialistas en el sigilo han entrenado, pese a que era un soldado nuevo, esto se le daba muy bien cuando se lo proponía.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Mar Mayo 24, 2016 9:20 am
Como al entrar, la cazadora y el marine se cruzaron con el viejo Vigilio, casero del lugar donde vivía Octarine, aquel hombre que no se veía ya para nada joven demostraba aún más su edad utilizando una expresión que a la pasada la fémina tuvo que pensar para recordar que significaba y tan pronto se dio cuenta abrió un poco los ojos mirando para atrás como si viera algo insólito, al alejarse un poco comentó -Chico, dile a tu casero que se compre un diccionario, esa expresión ya era anticuada cuando yo no llegaba a mis quince.-
Aquel día no había sido particularmente bueno ni malo en cuanto al clima, sin embargo la noche parecía tener ganas de hacer gala de sus joyas que en el firmamento eran las estrellas, que como un sin fin de diamantes decoraban el manto nocturno en cuya altura se podía divisar una perla que mucha gente desearía poder alcanzar con su mano, aquella luna que en esa velada estaba llena y radiante como pocas veces en el año, sin lugar a dudas, era una noche muy hermosa hasta para la venenosa cazadora.
El joven solicito desviarse un poco del destino para pasar por alguna tienda, cosa que a la que la mujer respondería con gran amabilidad -Las cosas que son necesarias se compran a la primera oportunidad, la cual es el primer descanso que tienes disponible para llegar, comprar y regresar a la rutina, "urgen materiales médicos" y si esperaste una semana para comprarlos yo te daría una paliza.- Comento con tirria.
Por un momento el calmado y "amigable" Octarine se puso en plan pedante para comentar sobre comprar un Den Den mushi -No, no tengo, pero ese tonito tuyo es justo lo que necesitaba, que pongas voz de niño pijo solamente por comprar una herramienta de trabajo, escucha #$%& como te vuelva a escuchar con esa forma de hablar te voy a meter cargadores enteros de rifle por el c**o hasta que vomites las balas y tengas tu lección de humildad ¿Entendiste?, pendejo- afirmo saliendo de la tienda azotando la puerta con la fuerza propia de una mujer enojada.
La mujer reviso su bolso, era pequeño así que no podía llevar arma, cargadores y además la lata de habanos, por lo que solo traía algunos cigarrillos, tomo uno lo encendió y dio una calada que prácticamente consumió más de la mitad de una sola vez, para la segunda calada ya no quedaba nada del cigarrillo, lanzo el humo de forma que hasta parecía ser el llameante aliento de un dragón listo para atacar ante la mínima provocación antes de encender el segundo cigarro mientras se apoyaba contra la pared de la tienda a poco más de un metro de la puerta.
Aquel día no había sido particularmente bueno ni malo en cuanto al clima, sin embargo la noche parecía tener ganas de hacer gala de sus joyas que en el firmamento eran las estrellas, que como un sin fin de diamantes decoraban el manto nocturno en cuya altura se podía divisar una perla que mucha gente desearía poder alcanzar con su mano, aquella luna que en esa velada estaba llena y radiante como pocas veces en el año, sin lugar a dudas, era una noche muy hermosa hasta para la venenosa cazadora.
El joven solicito desviarse un poco del destino para pasar por alguna tienda, cosa que a la que la mujer respondería con gran amabilidad -Las cosas que son necesarias se compran a la primera oportunidad, la cual es el primer descanso que tienes disponible para llegar, comprar y regresar a la rutina, "urgen materiales médicos" y si esperaste una semana para comprarlos yo te daría una paliza.- Comento con tirria.
Por un momento el calmado y "amigable" Octarine se puso en plan pedante para comentar sobre comprar un Den Den mushi -No, no tengo, pero ese tonito tuyo es justo lo que necesitaba, que pongas voz de niño pijo solamente por comprar una herramienta de trabajo, escucha #$%& como te vuelva a escuchar con esa forma de hablar te voy a meter cargadores enteros de rifle por el c**o hasta que vomites las balas y tengas tu lección de humildad ¿Entendiste?, pendejo- afirmo saliendo de la tienda azotando la puerta con la fuerza propia de una mujer enojada.
La mujer reviso su bolso, era pequeño así que no podía llevar arma, cargadores y además la lata de habanos, por lo que solo traía algunos cigarrillos, tomo uno lo encendió y dio una calada que prácticamente consumió más de la mitad de una sola vez, para la segunda calada ya no quedaba nada del cigarrillo, lanzo el humo de forma que hasta parecía ser el llameante aliento de un dragón listo para atacar ante la mínima provocación antes de encender el segundo cigarro mientras se apoyaba contra la pared de la tienda a poco más de un metro de la puerta.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Mar Mayo 24, 2016 3:13 pm
Una vez solo dentro del local de artículos tecnológicos avanzarían hasta donde estaba el regordete vendedor, con unos ojos achinados por sus grandes pómulos, regordetes mejillas y barba, ambas rojas como si de un zorro se tratase, les daba la bienvenida cordialmente mientras parecía frotarse las manos disimuladamente. Al estar a su lado el marine le preguntaría por las versiones de Diales y seleccionaría uno en especifico, el tendero lo tomaba y lo separaba del resto, Octarine preguntaría -¿Qué Den Den mushi portatil me recomienda?- el vendedor sacaba varios y le hablaba sobre las especificaciones de cada uno, era un campo amplio pero al final habló mejor de uno, desde luego el más caro y dijo -Deme dos por favor- mientras sacaba parte de su dinero y terminaba el intercambio, guardaba el Dial y un Den Den mushi en su bolsillo y dejaba el otro en su palma. Le agradecía al vendedor y salia en busca de rubia que se encontraba fumando le decía – Aunque solo sea una herramienta de trabajo te regalo esta, así siempre que lo uses vas a recordar al estúpido joven que ayudaste a entrenar en la playa y que aunque te sientas sola en la vida acá hay un alma que te estima y puedes llamar cuando quieras – le tomaba las manos pese a que opusiera resistencia y le colocaba el dispositivo de comunicación en la mano – De mi para ti, toma este acto como te plazca pero no me puedes devolver un regalo, a menos que me hagas uno – le sonreía algo ruborizado y sacaba la lengua infantilmente y proseguía animadamente -¡Ahora si, por las copas, es justo al frente!- caminaban y cruzaban rápidamente hasta llegar a dicho establecimiento.
Al llegar al local era un bar de barra, a la entrada contaba con un par de puertas redondas que dejaban ver su interior y luego de abrirse regresaban a su lugar con cierto sonido quejumbroso de la madera. La taberna era espaciosa y con bastantes mesas, tanto para cuatro como para dos y la larga barra. El barman era un señor de barba estilizada y cabello corto, blancos como la nieve, corpulento y frotaba un vaso mientras ambos entraban. Octarine pensaba “Este bar es mejor que el otro, tiene mejor ambiente a fin de cuentas y las diferencias de precio son una nimiedad, es más apto para venir con alguien” esperaba que la veterana decidiera donde sentarse suponía que preferiría la barra pero le preguntaba -¿Dónde gustes Bonhart?- mientras realizaba un movimiento con la mano, dándole la libertad de elección que aunque no se lo hubiera hecho esta iba a tomar, ya la había conocido bastante bien en tan poco tiempo.
Al llegar al local era un bar de barra, a la entrada contaba con un par de puertas redondas que dejaban ver su interior y luego de abrirse regresaban a su lugar con cierto sonido quejumbroso de la madera. La taberna era espaciosa y con bastantes mesas, tanto para cuatro como para dos y la larga barra. El barman era un señor de barba estilizada y cabello corto, blancos como la nieve, corpulento y frotaba un vaso mientras ambos entraban. Octarine pensaba “Este bar es mejor que el otro, tiene mejor ambiente a fin de cuentas y las diferencias de precio son una nimiedad, es más apto para venir con alguien” esperaba que la veterana decidiera donde sentarse suponía que preferiría la barra pero le preguntaba -¿Dónde gustes Bonhart?- mientras realizaba un movimiento con la mano, dándole la libertad de elección que aunque no se lo hubiera hecho esta iba a tomar, ya la había conocido bastante bien en tan poco tiempo.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Mar Mayo 24, 2016 9:01 pm
Junto a la puerta de una tienda de artículos tecnológicos se encontraba una mujer de elegante vestimenta fumando, con un bolso colgando y una mirada irritada, tal vez algún hombre se hubiera fijado en ella de no ser por aquella mirada y tal vez alguien se hubiera atrevido a acercarse de no ser por el hecho de que un muchacho que salía de dicha tienda se acercó a la rubia para darle un obsequio de una forma un tanto peculiar, la mujer miró el den den mushi un momento, sabía que era de los caros, había estado pensando en que tendría que comprar uno por seguridad.
No hizo comentarios, simplemente siguió al muchacho hasta llegar al establecimiento donde se dedicarían a tomar aquella noche, la mujer no hizo mucho caso al gesto del marine simplemente dedico una fría mirada analítica al establecimiento, como buscando cualquier falencia para quejarse y culpar de la misma al muchacho de ojos pardos, sin embargo en lugar de eso caminó hasta una de las mesas que eran para dos personas que estaba junto a una ventana y se sentó allí como si el suelo que pisará le perteneciera, como si ese lugar fuera suyo desde el comienzo, las pisadas de una emperatriz que está en sus aposentos.
Una vez allí pensó un momento antes de dirigirse al patrocinador de aquella velada -Tomaré Whiskey, Ron, Vodka o Cerveza, lo que tu tomes, no me gusta tomar algo distinto a lo de mi ... compañero de copas vamos a decir, por no darte un título demasiado honorifico.- Comentó, descartando la opción de llamar a aquello una cita, no se veia a si misma tan desesperada como para estar teniendo una cita con un chico como aquel -Por cierto, gracias por el regalo, aunque no esperes uno de mi parte ni de que te lo devuelva cuando te enojes conmigo, lo que va a parar a mis manos pasa a ser de mi propiedad ¿Entendido?-
No hizo comentarios, simplemente siguió al muchacho hasta llegar al establecimiento donde se dedicarían a tomar aquella noche, la mujer no hizo mucho caso al gesto del marine simplemente dedico una fría mirada analítica al establecimiento, como buscando cualquier falencia para quejarse y culpar de la misma al muchacho de ojos pardos, sin embargo en lugar de eso caminó hasta una de las mesas que eran para dos personas que estaba junto a una ventana y se sentó allí como si el suelo que pisará le perteneciera, como si ese lugar fuera suyo desde el comienzo, las pisadas de una emperatriz que está en sus aposentos.
Una vez allí pensó un momento antes de dirigirse al patrocinador de aquella velada -Tomaré Whiskey, Ron, Vodka o Cerveza, lo que tu tomes, no me gusta tomar algo distinto a lo de mi ... compañero de copas vamos a decir, por no darte un título demasiado honorifico.- Comentó, descartando la opción de llamar a aquello una cita, no se veia a si misma tan desesperada como para estar teniendo una cita con un chico como aquel -Por cierto, gracias por el regalo, aunque no esperes uno de mi parte ni de que te lo devuelva cuando te enojes conmigo, lo que va a parar a mis manos pasa a ser de mi propiedad ¿Entendido?-
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Miér Mayo 25, 2016 5:58 pm
El marine esperaba gentilmente mientras la fémina se posara donde su carácter la llevara, a fin de cuentas, iba tomando posesión del lugar solo con su presencia. Seleccionaría una mesa para dos al lado de la ventana, la vista que tenían alcanzaba la gigantesca luna que acompañaba esa noche, no sorprendería por la elección ya que aun no la entendía, no estaba ni cerca de entender la punta de ese iceberg femenino que surcaba la vida como quería.
Una vez sentados y ya que Bonhart gentilmente le daba la oportunidad de seleccionar la bebida de la noche, dudaba entre cerveza y whiskey, por lo que dijo -Empecemos con algunas rondas de cervezas para conversar- llamaba hacía el tipo de canas haciendo una señal indicando un par de jarras de la bebida amarga que tanto le gustaba y proseguía -si pasamos bien la noche podemos seguir con whiskey- la miraba fijamente y le replicaba – tranquilidad no busco ningún trató honorifico de tu parte solo por invitarte, trátame como gustes a fin de cuentas nos acabamos de conocer – proseguía cerrada, ella le agradecia pero cierta carencia de sentimiento, ciertamente el marine estaba atrapado en algo que no podía cambiar. Ante la pregunta de si había entendido solo le quedó decir -Si claro, ya entiendo y como gustes- la miraba de cerca pero decaído para nada se sentía cerca de superar la barrera que ella misma ponía, simplemente podía aguardar a su reacción, había derribado unas algunas paredes para que le abriera su alma pero debía insistir más y eso era algo que de momento el marine quería evitar. Necesitaba naturalidad de parte de la veterana rubia no podía forzarla, ella le dijo que en su momento y si le apetecía respondería a sus dudas.
Estaban la llegada de las bebidas amarilla y con una leve capa espumosa, esa capa que se formaba y desperdiciaba el alcohol de esa forma era la misma capa que la rubia ponía podía eliminarse poco a poco pero no desaparecería y cada vez que vertía un poco más de ella misma se volvía a crear dicha capa. Le gustaba la imagen que tenía a la vista, la rubia cerveza contrastaba con su burbujeante cabello amarillo. Hablaban de nimiedades como el lugar, la noche, la luna y las armas, conversaciones sin un rumbo definido. Solo hacían pasar el tiempo mientras sus vasos se vaciaban y Octarine esperaba algún cambio que no parecía venir de la mano de la primera jarra y no sabía si vendría. No se aburría, por el contrario disfrutaba mucho de la compañía y todo lo que hablaban pero tenía sus duelos internos de mente y alma por un lado, corazón y cerebro por otro lado. Esperaba un desenlace exterior que no parecía venir para darle ventaja a algún bando.
Una vez sentados y ya que Bonhart gentilmente le daba la oportunidad de seleccionar la bebida de la noche, dudaba entre cerveza y whiskey, por lo que dijo -Empecemos con algunas rondas de cervezas para conversar- llamaba hacía el tipo de canas haciendo una señal indicando un par de jarras de la bebida amarga que tanto le gustaba y proseguía -si pasamos bien la noche podemos seguir con whiskey- la miraba fijamente y le replicaba – tranquilidad no busco ningún trató honorifico de tu parte solo por invitarte, trátame como gustes a fin de cuentas nos acabamos de conocer – proseguía cerrada, ella le agradecia pero cierta carencia de sentimiento, ciertamente el marine estaba atrapado en algo que no podía cambiar. Ante la pregunta de si había entendido solo le quedó decir -Si claro, ya entiendo y como gustes- la miraba de cerca pero decaído para nada se sentía cerca de superar la barrera que ella misma ponía, simplemente podía aguardar a su reacción, había derribado unas algunas paredes para que le abriera su alma pero debía insistir más y eso era algo que de momento el marine quería evitar. Necesitaba naturalidad de parte de la veterana rubia no podía forzarla, ella le dijo que en su momento y si le apetecía respondería a sus dudas.
Estaban la llegada de las bebidas amarilla y con una leve capa espumosa, esa capa que se formaba y desperdiciaba el alcohol de esa forma era la misma capa que la rubia ponía podía eliminarse poco a poco pero no desaparecería y cada vez que vertía un poco más de ella misma se volvía a crear dicha capa. Le gustaba la imagen que tenía a la vista, la rubia cerveza contrastaba con su burbujeante cabello amarillo. Hablaban de nimiedades como el lugar, la noche, la luna y las armas, conversaciones sin un rumbo definido. Solo hacían pasar el tiempo mientras sus vasos se vaciaban y Octarine esperaba algún cambio que no parecía venir de la mano de la primera jarra y no sabía si vendría. No se aburría, por el contrario disfrutaba mucho de la compañía y todo lo que hablaban pero tenía sus duelos internos de mente y alma por un lado, corazón y cerebro por otro lado. Esperaba un desenlace exterior que no parecía venir para darle ventaja a algún bando.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Miér Mayo 25, 2016 7:11 pm
Una vez que el marine afirmara haber entendido lo que decía la rubia, la susodicha se limitó a asentir como si fuera lo mínimo que esperaba de parte del joven, que también decidió como empezarían a beber aquella noche -Bien, buena elección, cerveza primero y whiskey después, nada mal para ser solo un chico.- comentó sin tapujos la doncella de ojos como el hielo en su habitual tono de superioridad para con el muchacho de cabellos oscuros.
La velada transcurría de una forma cuanto menos, agradable desde el punto de vista de la cazadora, tomaban tranquilamente, hablaban sobre aquel lugar donde estaban, sobre otros bares, hablaban sobre la redondez de la luna y como podría ser un excelente blanco de prácticas si se pudiera alcanzar, la mujer se explayo largo y tendido sobre los distintos tipos de armas, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia y la forma de contrarrestar algunas de ellas, mayormente comentaba por experiencia sobre las más clásicas, todo mientras seguía tomando cerveza.
Rápidamente llego la segunda jarra con tanta charla, la garganta seca pedía más alcohol así fue como llego la segunda jarra de cerveza que quedo medio vacía con rapidez, la rubia dejo de hablar por un rato, permitió a su interlocutor decir las chorradas que quisiera mientras que ella seguía mirando la luna a través de aquella ventana, rayos de luz lunar atravesaban el cristal posándose sobre el rostro de la rubia que parecía responder a la luna con su mirada antes de regresar a la realidad.
-Ya llevamos rato hablando, estoy de buen humor, además de que me lo estuve pasando bien tratándote como lo hago, ya me gustaría cruzarme más seguido contigo o personas como tu.- Comento la rubia mientras veía la jarra antes darle otro breve sorbo -Recuerdo que tenías unas preguntas que dije que respondería cuando me viniera en gana, pues es tu oportunidad, después de todo, tengo ganas de hablar un poco más, ha pero cuando termine esta jarra empezamos con el whiskey, avísale a tu amigo.- Dijo en un tono mucho menos abrasivo de lo habitual, incluso hasta podría llegar a decirse que era un tono, casi casi que juguetón el que la rubia estaba utilizando al momento de plantear aquello.
La velada transcurría de una forma cuanto menos, agradable desde el punto de vista de la cazadora, tomaban tranquilamente, hablaban sobre aquel lugar donde estaban, sobre otros bares, hablaban sobre la redondez de la luna y como podría ser un excelente blanco de prácticas si se pudiera alcanzar, la mujer se explayo largo y tendido sobre los distintos tipos de armas, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia y la forma de contrarrestar algunas de ellas, mayormente comentaba por experiencia sobre las más clásicas, todo mientras seguía tomando cerveza.
Rápidamente llego la segunda jarra con tanta charla, la garganta seca pedía más alcohol así fue como llego la segunda jarra de cerveza que quedo medio vacía con rapidez, la rubia dejo de hablar por un rato, permitió a su interlocutor decir las chorradas que quisiera mientras que ella seguía mirando la luna a través de aquella ventana, rayos de luz lunar atravesaban el cristal posándose sobre el rostro de la rubia que parecía responder a la luna con su mirada antes de regresar a la realidad.
-Ya llevamos rato hablando, estoy de buen humor, además de que me lo estuve pasando bien tratándote como lo hago, ya me gustaría cruzarme más seguido contigo o personas como tu.- Comento la rubia mientras veía la jarra antes darle otro breve sorbo -Recuerdo que tenías unas preguntas que dije que respondería cuando me viniera en gana, pues es tu oportunidad, después de todo, tengo ganas de hablar un poco más, ha pero cuando termine esta jarra empezamos con el whiskey, avísale a tu amigo.- Dijo en un tono mucho menos abrasivo de lo habitual, incluso hasta podría llegar a decirse que era un tono, casi casi que juguetón el que la rubia estaba utilizando al momento de plantear aquello.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Jue Mayo 26, 2016 4:55 pm
- OST:
Como si fuese una balanza la cerveza bajaba y el carácter de Jennyfer se volvía menos frío, era imposible que estuviese ebria con tan poco pero sin duda se estaba desinhibiendo en su particular trato, podía ser el alcohol era la respuesta más lógica o ser por la compañía que empezaba a tenerle en mejor estima. El marine se sentía satisfecho con el ligero cumplido sobre la elección de las bebidas para esa cálida noche. Sentía como entraba se volvía segundo a segundo más ameno esos lapsos, también sentía una tangible felicidad, un momento donde solo faltaba que los desconocidos del local hicieran ese sentimiento plausible con sus palmas, se sentía bastante bien compartir la vida con alguien que le importaba, curiosamente desde hace tan poco.
En determinado momento de la segunda jarra de birra la rubia quedaría en trance con la luna, el marine decía alguna que otra divagación momentánea mientras solo pensaba en captar esa bella imagen que sus ojos captaban. Una rubia plateada de mirada fría y algo melancólica. Su cabeza se iluminaria por un segundo y aprovecharía la distracción de bella musa, sacando el Dial que había comprado recientemente. Era un Vision Dial que aprovecharía captando esa imagen magistral. Había comprado el Dial para sus trabajos de infiltrado pero ese momento le pareció ese uso como anillo al dedo para estrenarla, la imagen que captaba era como una alegoría. Una de un niño que alimenta a una bestia indomable y esta a su lado posaba en armonía acurrucandolo.
La apaciguada fiera cambiaría de cassette pasando de sus comentario ponzoñoso y ácidos a palabras cálidas e incluso más que amables. Octarine sentía que vencía una barrera de esa persona que podía ser tan fría como un tempano pero tenía un interior caliente y abrasador cualquier otro. Pensaba en decirle lo que pensaba ya que esta le daba la oportunidad, lo iba a ser y lo pintaba mediante sus labios con estas palabras -Inicialmente tenía preguntas de cosas que quería saber y quería entender de ti. Ahora siento que en poco tiempo he llegado a apreciar tu compañía en todo momento, cuando eres ruda me haces mejor y cuando eres suave solo quiero estar a tu lado.-Agarraba el dial que tenía bajo la mesa con mucha fuerza, no podía quedarse ahí - Las personas pasan por nuestras vidas sin más, algunas viene y otras se van, algunas nunca se vuelven a ver. Yo realmente quiero conocerte y entenderte mejor, estar a tu lado cuanto podamos. Se que nuestras responsabilidades probablemente en algún momento próximo me alejen de esta isla y a ti también pero por eso me gustaría volver a verte. -No inmutaba su mirada cargada de sentimiento- Me gustaría pasar todo el tiempo que pueda a tu lado y cuando no pueda estar contigo esperar el momento para reencontrarte. Hace mucho, probablemente nunca, sentí especial interés en alguna persona cotidiana hasta tal punto pero tu has encendido algo que había olvidado- La seguía mirando fijamente, retiraría su vista para ayudar a sus resecos labios, bebía lo que quedaba de su cerveza. Hacía una señal con tres dedos formando una doble u, seguido de un amor y paz que en realidad significaba un dos. Aguardaba respuestas y aguardaba el whisky pero estaba tranquilo, había sido completamente honesto consigo y ese sería su consuelo en cualquier caso.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Jue Mayo 26, 2016 8:51 pm
- Ost:
-Oh, sí, yo he caído profundamente en las redes del amor por ti en el momento que te vi moviendo ese látigo como si fueras una niña que le preocupa romperse una uña- Dijo en tono saca castico y claramente molesto la mujer de ojos azules -Si esperabas que dijera algo así en serio, pues te equivocas chico, estás hablando con una vieja bruja amargada que disfruta de tomar, fumar, follar y maltratar a la gente sin importarle nada ¿Que esperabas? ¿Que dijera algo de pasar todo el tiempo posible juntos?- comentó con tirria mientras que terminaba lo que le quedaba de cerveza en la jarra, tras aquello vio llegar al canoso con el whiskey, dobles, sabía que durarían poco al ritmo que esto estaba tomando -Que la próxima también sea el Whiskey, por favor- Dijo brevemente mientras le daba un trago al vaso recién llegado.
-Chico, si hay algo que molesta y aparta a las mujeres como yo de un hombre, es esta clase de cosas, llevarlas a lugares bonitos, darles regalos está bien, ¿Pero declararte? ¿No te parece de mal gusto para con una mujer que claramente quiere estar sola la mayor parte de su tiempo?, es como intentar meter un gato al agua y obligarlo a nadar, no funcionará, o el gato acaba por ahogarse si lo logras.- La mujer hablaba sin irritación, hablaba como dando un consejo amable a un niño perdido o intentando convencer a un alcohólico depresivo de que ya había tomado suficiente por aquella noche, era esa clase de tono que demostraba cierta empatía por la persona con la que se hablaba en aquello momentos.
-Chico, si no me hubieras caído bien ya te hubiera disparado en una rodilla por debajo de la mesa y me hubiera ido sin pagar solo por ponerte así, te di la mano y te me tiraste al cuello cual animal rabioso, me lanzaste todo esos sentimientos y cosas que, creo que ya te deberías de haber dado cuenta de que no me gusta... no lo malentiendas, soy humana, si me gustan, pero en pequeñas cantidades, tu eres un #$%& terrón de azúcar bañado en miel de tan dulce que eres ¿Me ves comiendo algo así todos los días?, intenta calmarte. Un poco de azúcar de vez en cuando está bien, con demasiado me dará diabetes y me iré ¿Puedes entender eso? ¿Puedes aceptar algo así? ¿Entiendes lo que te estoy queriendo decir chico? ¿Qué dices?- Pregunto con una media sonrisas mientras se terminaba su vaso de Whisky de un trago para tratarse sus propias palabras.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Jue Mayo 26, 2016 9:53 pm
Luego de limpiarse de todos sus pesares Octarine recibiría un merecido y refrescante baño de cerveza, la sinceridad consigo mismo siempre tiene un precio y es particularmente caro si tu opinión difiere con quien la recibe. El marine guardo el Dial junto con todos sus sentimientos, un puño en su bolsillo. Escuchaba atento todo lo que la rubia le decía, la verdad no escuchaba discutía internamente con todo lo que esta le decía, hablaba de ser una vieja bruja amargada a él no le parecía, cada quien es libre de percibir a las demás personas como se quiera, incluso las mismas personas suelen tener perspectivas equivocadas consigo mismo para bien o para mal. Acataba las ordenes que decía la rubia, era un perro regañado y mojado con cerveza -nunca dije todo el tiempo nada de estar todo el tiempo- decía levemente para que no fuese un monologo.
La veterana seguía con sus comentario que no faltaba a la sinceridad de lo que ella consideraba, por lo que el marine solo asentía al haber estado equivocado con sus actos para con ella. Quizás fue un buen momento para que el marine sufriera este golpe de realidad, las buenas intenciones no garantizaban un buen resultado y pese a haber realizado los pasos que Bonhart mencionaba de los hombres, el lo hacía porque realmente eso le dictaba su corazón, nunca había vivido el mencionado amor, no tenía una referencía de uno padres, el monje andaba solo, Virgilio era viudo, su imagen no era más que la de los libros que había leído en este campo y estos se podían contar con tan solo una mano porque nunca se había interesado mucho en eso. Agarraba su whiskey y bebía aún más rápido, sinceramante quería olvidar, era un buen inicio para él. La rubia proliferaba consejos de manera calmada de como tratarla, era una gata libre y el marine un cachorro perdido, claramente uno salía con el hocico rasgado.
La ultima ráfaga de palabras atacaba a la dulzura de su carácter, lo decía como si fuese una molestia y para una mujer tan ácida lo era la última andanada de preguntas trataba sobre su exceso de este pecado capital para sus parámetros, a fin de cuentas cada quien tiene los suyos. -Tienes toda la razón, ese es el punto de quiebre, yo tolero tu personalidad y me gusta, tu por el contrario no toleras la mía y la aborreces, ahí radica mi problema no supongo que caerte bien es simplemente seguir tus ordenes - se levanta de la mesa dejaba, dirigiéndose al baño mientras colocaba el vaso vacío antes de irse.
Al pasar de vuelta por la barra le pediría una botella de whisky para llevar y una cajetilla de cigarros, no sabía porque sintió la necesidad de esos ultimos, pagaría la cuenta completa estando ahí, la cazadora ya había recibido su segundo trago cuando regreso se acercó con la botella en la mano y diciendo -Tienes toda la razón en todo, tu estas bien y yo estoy mal- le dejaba las llaves de su apartamento en la mesa y decía mientras se iba caminando -Puedes pasar por tus armas, si quieres llevarte mi dinero también puedes llevarte lo que te venga en gana, me da igual- se despedía con la botella en la mano (Al llegar cambiaría el escondite de su dinero y cosas de valor por mera precaución) y sus sentimientos en el bolsillo, cuando cruzaba la puerta del local solo decía -¡A la mierda todo!- entro el sigilo de la noche y se perdería como quien se desvanece al no hacerse notar en una conversación de varias personas, hasta llegar a su habitación prefería apagar su conflicto interno solo, era una dura lección más, y evitar más discusiones dolorosas para él.
La veterana seguía con sus comentario que no faltaba a la sinceridad de lo que ella consideraba, por lo que el marine solo asentía al haber estado equivocado con sus actos para con ella. Quizás fue un buen momento para que el marine sufriera este golpe de realidad, las buenas intenciones no garantizaban un buen resultado y pese a haber realizado los pasos que Bonhart mencionaba de los hombres, el lo hacía porque realmente eso le dictaba su corazón, nunca había vivido el mencionado amor, no tenía una referencía de uno padres, el monje andaba solo, Virgilio era viudo, su imagen no era más que la de los libros que había leído en este campo y estos se podían contar con tan solo una mano porque nunca se había interesado mucho en eso. Agarraba su whiskey y bebía aún más rápido, sinceramante quería olvidar, era un buen inicio para él. La rubia proliferaba consejos de manera calmada de como tratarla, era una gata libre y el marine un cachorro perdido, claramente uno salía con el hocico rasgado.
La ultima ráfaga de palabras atacaba a la dulzura de su carácter, lo decía como si fuese una molestia y para una mujer tan ácida lo era la última andanada de preguntas trataba sobre su exceso de este pecado capital para sus parámetros, a fin de cuentas cada quien tiene los suyos. -Tienes toda la razón, ese es el punto de quiebre, yo tolero tu personalidad y me gusta, tu por el contrario no toleras la mía y la aborreces, ahí radica mi problema no supongo que caerte bien es simplemente seguir tus ordenes - se levanta de la mesa dejaba, dirigiéndose al baño mientras colocaba el vaso vacío antes de irse.
Al pasar de vuelta por la barra le pediría una botella de whisky para llevar y una cajetilla de cigarros, no sabía porque sintió la necesidad de esos ultimos, pagaría la cuenta completa estando ahí, la cazadora ya había recibido su segundo trago cuando regreso se acercó con la botella en la mano y diciendo -Tienes toda la razón en todo, tu estas bien y yo estoy mal- le dejaba las llaves de su apartamento en la mesa y decía mientras se iba caminando -Puedes pasar por tus armas, si quieres llevarte mi dinero también puedes llevarte lo que te venga en gana, me da igual- se despedía con la botella en la mano (Al llegar cambiaría el escondite de su dinero y cosas de valor por mera precaución) y sus sentimientos en el bolsillo, cuando cruzaba la puerta del local solo decía -¡A la mierda todo!- entro el sigilo de la noche y se perdería como quien se desvanece al no hacerse notar en una conversación de varias personas, hasta llegar a su habitación prefería apagar su conflicto interno solo, era una dura lección más, y evitar más discusiones dolorosas para él.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Jue Mayo 26, 2016 10:34 pm
El muchacho de cabello negro no tuvo ninguna de las raciones que le hubieran gustado a la rubia, simplemente se siguió mostrando sumiso mientras que le contestaba poco y tomaba bastante, aquello la molestaba, pero era lo que ella le había dado a entender que quería así que no podía quejarse abiertamente de aquello, al menos no en ese mismo momento, así que continuo con su casi monologo hasta que llegará el turno de que el muchacho reaccionara de una buena vez, de una forma que no hacia feliz a la rubia.
El muchacho mostro una actitud bastante desagradable una vez que volvio de limpiarse la cerveza, una vez que lo vio irse termino su trago, agarro las llaves y las puso en su bolso antes de emprender la marcha, de camino a la casa de Octarine la mujer se metió en un callejón y pateo un bote de basura tomo su arma del bolso y disparo hasta quedarse sin balas, recargo el arma y volvió a disparar hasta quedarse sin balas, repitió el proceso las veces necesarias para quedarse sin cargadores ni balas en su bolso, prendió un cigarro y continuo su camino hasta el lugar, antes de llegar ya había terminado todos los cigarros que tenía.
Entro con cara de pocos amigos que incluso el viejo casero distinguió, aun así saludo con un gesto -Si llega hoy dile al mocoso que dejó la puerta abierta.- comento de pasada mientras que subía hasta llegar al departamento, tras abrir la puerta entro y al igual que había hecho antes con su mochila, dejo caer el bolso junto al marco del a puerta sobre la mochila, cerró la puerta y se tiró en la cama del marine, podía sentir su propio olor a tabaco, pólvora y alcohol, aquello la hizo sonreírse, puso la almohada sobre su abdomen y cruzo ambos brazos detrás de su cabeza, no había encendido ninguna luz y había pateado algunas cosas al andar, pero no creía que molestará al dueño de casa si es que regresaba aquella misma noche.
La mujer odiaba haber obtenido la reacción que tuvo de parte del chico, así que haría lo que creía correcto para corregir las cosas de la forma en que ella consideraba que debían de ser, pero para ello tenía que por lo menos hablar con él una vez más -Más le vale a ese mocoso volver antes de que salga el sol o voy a prender fuego este lugar...- maldijo mientras que sonreía maliciosamente pensando en que haría si no llegaba a aparecer.
El muchacho mostro una actitud bastante desagradable una vez que volvio de limpiarse la cerveza, una vez que lo vio irse termino su trago, agarro las llaves y las puso en su bolso antes de emprender la marcha, de camino a la casa de Octarine la mujer se metió en un callejón y pateo un bote de basura tomo su arma del bolso y disparo hasta quedarse sin balas, recargo el arma y volvió a disparar hasta quedarse sin balas, repitió el proceso las veces necesarias para quedarse sin cargadores ni balas en su bolso, prendió un cigarro y continuo su camino hasta el lugar, antes de llegar ya había terminado todos los cigarros que tenía.
Entro con cara de pocos amigos que incluso el viejo casero distinguió, aun así saludo con un gesto -Si llega hoy dile al mocoso que dejó la puerta abierta.- comento de pasada mientras que subía hasta llegar al departamento, tras abrir la puerta entro y al igual que había hecho antes con su mochila, dejo caer el bolso junto al marco del a puerta sobre la mochila, cerró la puerta y se tiró en la cama del marine, podía sentir su propio olor a tabaco, pólvora y alcohol, aquello la hizo sonreírse, puso la almohada sobre su abdomen y cruzo ambos brazos detrás de su cabeza, no había encendido ninguna luz y había pateado algunas cosas al andar, pero no creía que molestará al dueño de casa si es que regresaba aquella misma noche.
La mujer odiaba haber obtenido la reacción que tuvo de parte del chico, así que haría lo que creía correcto para corregir las cosas de la forma en que ella consideraba que debían de ser, pero para ello tenía que por lo menos hablar con él una vez más -Más le vale a ese mocoso volver antes de que salga el sol o voy a prender fuego este lugar...- maldijo mientras que sonreía maliciosamente pensando en que haría si no llegaba a aparecer.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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