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Creado por Rida Sarwick Lun Jul 18, 2016 10:40 am
Dos años atrás...
Era una mañana fresca y brillante, apenas sin nubes en la cúpula celeste. Había llegado a la Isla de Dawn en mi larga travesía para perfeccionar mis dotes culinarias. Me preguntaba qué tipo de ingredientes podría conseguir en Villa Foosha, un pueblito rural de la isla que era tan humilde como pacífico. Apenas y cargaba lo necesario en una alforja de viaje que sostenía con la mano diestra: algo de comida, mi sansetsukon, unos pocos utensilios de cocina, una chaqueta de recambio y mi dinero. Me había acostumbrado a viajar ligero, era lo mejor y podía moverme libremente por el East Blue sin necesidad de tener que asentarme mucho tiempo en alguna isla. Después de todo, mi objetivo primordial era conocer todo lo que se pudiera acerca de la gastronomía de cada uno de los Blues, antes de aventurarme al Grand Line.
Caminando por la calle principal de la villa, me di cuenta de que algunos pueblerinos me veían con curiosidad. Era natural que en un sitio de tan baja población, se percataran enseguida de los forasteros como yo que nos acercábamos por cualquier motivo. Sin embargo, antes de entablar conversación con alguno de ellos, quería echar yo mismo un vistazo por los alrededores, conocer bien el lugar e identificar qué animales podrían cazarse en las afueras o más allá, dentro de las inmediaciones del bosque.
Escuchando a un par de gaviotas graznar desde las alturas, me dirigí a través de todo el camino principal que cruzaba la villa hasta empezar a alejarme del pueblo por el otro lado. Caminé un buen rato, silbando una melodía alegre, y cuando me topé con la primera cosa viva saliendo del pueblo, resultó algo de lo más peculiar. No era un animal ni mucho menos, era una persona. Una joven mujer, de cabellos rosados, y... Espera, ¿qué?
Me paré en seco, con los ojos desorbitados.
— ¡¿Si... si... SIRENA?! —grité, sin poder dar crédito a mis ojos, pero la tenía a unos veinte metros de distancia, y podía ver claramente su cuerpo. Era una mujer normal, salvo que en lugar de piernas tenía una gran cola de pez rosada. Además, parecía estar entrenando con tres espadas al mismo tiempo, dos de ellas en sus manos y otra en su boca. Junto a la sirena había un gran estanque, ¿qué hacía fuera del agua? Aquel espectáculo era increíble para mí, jamás había visto una ningyo en persona, ni siquiera sabía que no eran más que el típico mito de los marinos— ¡EH, TÚ! ¡¿Eres una sirena en serio?! ¡Es increíble! —bramé, echando a correr hacia ella para verla desde más cerca, con una gran sonrisa de niño pequeño en la cara de duende.
Era una mañana fresca y brillante, apenas sin nubes en la cúpula celeste. Había llegado a la Isla de Dawn en mi larga travesía para perfeccionar mis dotes culinarias. Me preguntaba qué tipo de ingredientes podría conseguir en Villa Foosha, un pueblito rural de la isla que era tan humilde como pacífico. Apenas y cargaba lo necesario en una alforja de viaje que sostenía con la mano diestra: algo de comida, mi sansetsukon, unos pocos utensilios de cocina, una chaqueta de recambio y mi dinero. Me había acostumbrado a viajar ligero, era lo mejor y podía moverme libremente por el East Blue sin necesidad de tener que asentarme mucho tiempo en alguna isla. Después de todo, mi objetivo primordial era conocer todo lo que se pudiera acerca de la gastronomía de cada uno de los Blues, antes de aventurarme al Grand Line.
Caminando por la calle principal de la villa, me di cuenta de que algunos pueblerinos me veían con curiosidad. Era natural que en un sitio de tan baja población, se percataran enseguida de los forasteros como yo que nos acercábamos por cualquier motivo. Sin embargo, antes de entablar conversación con alguno de ellos, quería echar yo mismo un vistazo por los alrededores, conocer bien el lugar e identificar qué animales podrían cazarse en las afueras o más allá, dentro de las inmediaciones del bosque.
Escuchando a un par de gaviotas graznar desde las alturas, me dirigí a través de todo el camino principal que cruzaba la villa hasta empezar a alejarme del pueblo por el otro lado. Caminé un buen rato, silbando una melodía alegre, y cuando me topé con la primera cosa viva saliendo del pueblo, resultó algo de lo más peculiar. No era un animal ni mucho menos, era una persona. Una joven mujer, de cabellos rosados, y... Espera, ¿qué?
Me paré en seco, con los ojos desorbitados.
— ¡¿Si... si... SIRENA?! —grité, sin poder dar crédito a mis ojos, pero la tenía a unos veinte metros de distancia, y podía ver claramente su cuerpo. Era una mujer normal, salvo que en lugar de piernas tenía una gran cola de pez rosada. Además, parecía estar entrenando con tres espadas al mismo tiempo, dos de ellas en sus manos y otra en su boca. Junto a la sirena había un gran estanque, ¿qué hacía fuera del agua? Aquel espectáculo era increíble para mí, jamás había visto una ningyo en persona, ni siquiera sabía que no eran más que el típico mito de los marinos— ¡EH, TÚ! ¡¿Eres una sirena en serio?! ¡Es increíble! —bramé, echando a correr hacia ella para verla desde más cerca, con una gran sonrisa de niño pequeño en la cara de duende.
- Aclaración:
- A quien lea, dejo constancia de que el hecho de encontrar a Liana entrenando ha sido pactado previamente con su usuario
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Lun Jul 18, 2016 12:18 pm
Desde que llegue a esta isla, me sentía como nueva, me sentía libre. Ya no existían esas órdenes llenas de maltrato y odio donde la única respuesta era asentir con la cabeza, solo paz y armonía. Como todas las mañanas, al levantarme desayunaba mientras escuchaba el sonido de los pájaros y dejaba rozar el viento sobre mi rostro, era perfecto! No había nada ni nadie que me dijera que hacer hasta que escuchaba la fastidiosa y retumbante voz del anciano Saorishi – OEEEE LIANAAAAAA… QUE HACES ALLI RELAJADA!!!!! A ENTRENAAAAR- no había ni un solo día que no escuchara esos fastidiosos gritos, ya eran fijos, y como siempre le respondía gritando Con cara de demonio -ALMENOS DEJAME TERMINAR MI DESAYUNOOOO- El anciano Saorishi me responde riendo –Keeeenshishishi si no te doy un paro jamás dejarías de comer.. y perderás tu figu..- antes de que termine la oración, me deslice por el piso hacia él y le di un golpe la cual le dejo un chichón y suspiro desde el piso –Oee oee oeee no le pegues a un anciano, y mucho menos al que se preocupa por tus herm.. – le di otro golpe en el chichón y le dije Con cara de dominio –Ni UNA PALABRA MAS!!!-.
Comenzamos a entrenar, admito que el anciano pervertido de Saorishi a pesar de todo sabía pelear demasiado y de verdad que enseño muchísimo. Al terminar el calentamiento y ejercicio de músculos tanto en los brazos como en la boca, comenzó el verdadero entrenamiento! El anciano deja en libertad 3 colibrís con una pequeña cuerda atada en cada 1 de ellos y me pide que las corte sin pegarles a los colibrís. Me dije a mi misma, es hora de usar esta técnica que he estado perfeccionando, grite –SUSHIIIII…- lance 3 cortes muy precisos a cada una de las cuerdas en seguidilla, fue como el derrumbe de una fila de dominós, quede de espalda y termino diciendo –Served- el anciano pervertido perplejo mientras caían dos lazos y una pluma. Si, me había equivocado, casi mataba a un colibrí! Y eso se debió a que escuche los gritos de alguien que se estaba acercando a mí.
Me quede pensativa mientras él se me acercaba, me estaba viendo con una cara que parecía un niño viendo su regalo de navidad. Me dije… será un pervertido?
Lo note muy emocionado, creí firmemente que era por mi asombroso ataque que había hecho. Le dije sonriendo muy orgullosa –Si, a que no te esperabas semejante situación ehh! me encorve y pegaba mis dos dedos índices aunque falle-
Comenzamos a entrenar, admito que el anciano pervertido de Saorishi a pesar de todo sabía pelear demasiado y de verdad que enseño muchísimo. Al terminar el calentamiento y ejercicio de músculos tanto en los brazos como en la boca, comenzó el verdadero entrenamiento! El anciano deja en libertad 3 colibrís con una pequeña cuerda atada en cada 1 de ellos y me pide que las corte sin pegarles a los colibrís. Me dije a mi misma, es hora de usar esta técnica que he estado perfeccionando, grite –SUSHIIIII…- lance 3 cortes muy precisos a cada una de las cuerdas en seguidilla, fue como el derrumbe de una fila de dominós, quede de espalda y termino diciendo –Served- el anciano pervertido perplejo mientras caían dos lazos y una pluma. Si, me había equivocado, casi mataba a un colibrí! Y eso se debió a que escuche los gritos de alguien que se estaba acercando a mí.
Me quede pensativa mientras él se me acercaba, me estaba viendo con una cara que parecía un niño viendo su regalo de navidad. Me dije… será un pervertido?
Lo note muy emocionado, creí firmemente que era por mi asombroso ataque que había hecho. Le dije sonriendo muy orgullosa –Si, a que no te esperabas semejante situación ehh! me encorve y pegaba mis dos dedos índices aunque falle-
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Rida Sarwick Mar Jul 19, 2016 10:58 am
No todos los días uno se encontraba con una ningyo, y menos en un pueblo como aquel de poca monta, por lo que era natural estar tan impresionado como para no haberme dado cuenta de que no era la única persona junto a ese estanque. Había un anciano que no parecía la gran cosa acompañando a la sirena, pero lo ignoré por completo. La mujer del mar se encontraba entrenando, y mientras me acercaba a ella emocionado, cortaba con rápidos tajos las cuerdas que unían a un trío de colibrís. Pensando que era un entrenamiento bastante poco ortodoxo (pobres colibrís si la ningyo fallaba), no evité componer un gesto de estupefacción al ver la manera en que ella, con su peculiar estilo de tres espadas, realizaba una técnica de cortes muy llamativa por el nombre. Al menos para mí.
— Una sirena con una espada en la boca desplumando colibrís, esto lo contaré en las fiestas —susurré para mí mismo, deteniéndome a unos tres metros escasos de ella y del anciano.
Ella probablemente había pensado que me acerqué corriendo a ver su desempeño entrenando, y por eso me habló con bastante orgullo de la técnica recién hecha. La vi bien, ya estando cerca. Era una ningyo hermosa, de cabello rosado, probablemente el sueño de todo marinero.
— Creo que esta es la situación que menos me esperaba en la vida —contesté, con una sonrisa tan amplia como la suya, solo que la mía era burlona y me daba aspecto de duende— Sirena-chan, con esa técnica para cortar me das a pensar que eres una buena cocinera, ¿me equivoco? —me crucé de brazos, ladeando la cabeza mientras la miraba— ¿Fallaste? ¿Y a qué querías darle, al anciano? —señalé con el pulgar hacia un costado en dirección al viejo, sin mirarlo, aún sonriendo con suficiencia a la ningyo— Si quieres te puedo ayudar, yo lo ablando y tú lo fileteas, y luego compartimos recetas, ¿qué dices? —sonreí cerrando los ojos; en esos momentos mi sonrisa exagerada era más grande que mi propia cara.
— Una sirena con una espada en la boca desplumando colibrís, esto lo contaré en las fiestas —susurré para mí mismo, deteniéndome a unos tres metros escasos de ella y del anciano.
Ella probablemente había pensado que me acerqué corriendo a ver su desempeño entrenando, y por eso me habló con bastante orgullo de la técnica recién hecha. La vi bien, ya estando cerca. Era una ningyo hermosa, de cabello rosado, probablemente el sueño de todo marinero.
— Creo que esta es la situación que menos me esperaba en la vida —contesté, con una sonrisa tan amplia como la suya, solo que la mía era burlona y me daba aspecto de duende— Sirena-chan, con esa técnica para cortar me das a pensar que eres una buena cocinera, ¿me equivoco? —me crucé de brazos, ladeando la cabeza mientras la miraba— ¿Fallaste? ¿Y a qué querías darle, al anciano? —señalé con el pulgar hacia un costado en dirección al viejo, sin mirarlo, aún sonriendo con suficiencia a la ningyo— Si quieres te puedo ayudar, yo lo ablando y tú lo fileteas, y luego compartimos recetas, ¿qué dices? —sonreí cerrando los ojos; en esos momentos mi sonrisa exagerada era más grande que mi propia cara.
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Mar Jul 19, 2016 1:57 pm
Liana al escuchar la respuesta de ese tal hombre, Le dio la espalda, se sonrojo y mientras se tambaleaba pensaba –este tipo esta tan emocionado por mi técnica que no se lo esperaba jamás en la vida! SUGUEEE!!- en lo que liana felizmente voltea para responderle, lo nota con una cara de felicidad que ingenuamente ella aun pensaba que era por su técnica, el la anticipa con una pregunta que solo le hizo darse cuenta que tenía hambre y vaya que si tenía hambre después de ese entrenamiento.
-ay no! Solo se pelear y todo gracias a ese pervertido de allá! Que aunque no tenga buena pinta sabe pelear bastante!!- exclama liana señalando al viejo Saorishi de manera disimulada. Se encorva un poco la ningyo rosa y susurra -La verdad no sé nada de cocinar pero de repente grita AUNQUE AMO COMERRRR!-
Mientras ella reía el hombre le pregunto dos cosas algo curiosas donde ella exclamo –Jajajajaja claro por tu culpa casi mato al colibrí!- se pone pensativa por un momento, voltea hacia el viejo y exclama ingenuamente – los humanos se comen? No sé nada de cocina pero si tú lo cocinas con gusto lo pruebo- el anciano Saorishi le lanza una chancla a liana mientras grita – NI SIQUIERA LO PIENSES- Saorishi se va gruñendo y diciéndose a sí mismo –Lo que me tengo que aguantar a esta edad- mientras liana en el piso con un chichón en la cabeza.
Liana se levanta mientras se soba la cabeza riendo y le dice al hombre –ese viejo no sabe tomarse las cosas a la ligera jajajaja. Ahora sí que muero de hambre y no sé a dónde podríamos ir musculitos- liana confianzuda e imprudente ya asume que son amigos y que van a comer juntos. Lo mira de manera picara desde el piso y le dice – o acaso… musculitos… no sabes nada ni donde cuando de comida habla? ehhhhh-
-ay no! Solo se pelear y todo gracias a ese pervertido de allá! Que aunque no tenga buena pinta sabe pelear bastante!!- exclama liana señalando al viejo Saorishi de manera disimulada. Se encorva un poco la ningyo rosa y susurra -La verdad no sé nada de cocinar pero de repente grita AUNQUE AMO COMERRRR!-
Mientras ella reía el hombre le pregunto dos cosas algo curiosas donde ella exclamo –Jajajajaja claro por tu culpa casi mato al colibrí!- se pone pensativa por un momento, voltea hacia el viejo y exclama ingenuamente – los humanos se comen? No sé nada de cocina pero si tú lo cocinas con gusto lo pruebo- el anciano Saorishi le lanza una chancla a liana mientras grita – NI SIQUIERA LO PIENSES- Saorishi se va gruñendo y diciéndose a sí mismo –Lo que me tengo que aguantar a esta edad- mientras liana en el piso con un chichón en la cabeza.
Liana se levanta mientras se soba la cabeza riendo y le dice al hombre –ese viejo no sabe tomarse las cosas a la ligera jajajaja. Ahora sí que muero de hambre y no sé a dónde podríamos ir musculitos- liana confianzuda e imprudente ya asume que son amigos y que van a comer juntos. Lo mira de manera picara desde el piso y le dice – o acaso… musculitos… no sabes nada ni donde cuando de comida habla? ehhhhh-
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Rida Sarwick Mar Jul 19, 2016 9:09 pm
Me quedó claro que una cosa no era la ningyo, y eso era aburrida. Era entusiasta y muy, muy expresiva, hasta más que yo y eso era mucho decir. Su buen ánimo para las cosas se me contagió inmediatamente. Ante la mención de que solo sabía pelear, quedé algo impresionado, pues la técnica que había visto implementada en un buen pescado podría rebanarlo como toda una cocinera. Supuse que algunas personas tenían la madera pero no la práctica. ¿Y quién hubiera dicho que aquel anciano le había enseñado eso? Por como se veía, nunca lo habría adivinado. La sirena, con bastante efusividad, clamaba que amaba comer. Ya sólo con eso me caía bien.
— ¡Bien por ti, Sirena-chan! Todas las personas tienen que amar comer, o no están del todo vivas —dije, sonriendo ampliamente— Así que este viejo es tu maestro, ¿es eso? ¿Tú también agarras las espadas con la boca? Es un estilo raro, nunca lo había visto —inquirí, sin retirar en ningún momento mi sonrisa burlona del rostro.
Estallé en carcajadas ante la pequeña disputa del viejo con su aprendiz, quien parecía aceptar gustosa la idea de comérselo incluso a él. Tenía que tener un apetito bestial, pensé. Mientras reía encorvándome un poco, el anciano se alejó enfurruñado, dejándome solo con la ningyo, quien me comentó que el abuelo no sabía tomarse las cosas a la ligera.
— Es un viejo cascarrabias, no le prestes atención —resté importancia, sin preocuparme por bajar la voz o por ser respetuoso con los mayores. La chica me había contagiado su ánimo y por eso respondí de la misma manera ante su manifiesto de hambre, como si fuera una amiga de toda la vida— ¡Ja! Déjame decirte que es tu día de suerte. Estás ante Rida Sarwick, un cocinero legendario que ha navegado por los Blues dejando su huella culinaria en cada isla que visita. Nadie que haya probado mi comida ha quedado sin ganas de más. Tú pareces tener un apetito digno de mis dotes, Sirena-chan. Tan solo necesito ingredientes, ¿dónde los consigo? —pregunté mientras me daba la vuelta y empezaba a caminar y retirarme de aquel lugar por donde se había ido el anciano. Me detuve para mirar a la ningyo de reojo— A todo esto, ¿te puedes mover por tierra con esa cola, o te tengo que cargar? Si es lo segundo, no me hago responsable de lo que toque, ¿eh? —le dije sin pelos en la lengua, sonriendo de manera bastante burlona.
— ¡Bien por ti, Sirena-chan! Todas las personas tienen que amar comer, o no están del todo vivas —dije, sonriendo ampliamente— Así que este viejo es tu maestro, ¿es eso? ¿Tú también agarras las espadas con la boca? Es un estilo raro, nunca lo había visto —inquirí, sin retirar en ningún momento mi sonrisa burlona del rostro.
Estallé en carcajadas ante la pequeña disputa del viejo con su aprendiz, quien parecía aceptar gustosa la idea de comérselo incluso a él. Tenía que tener un apetito bestial, pensé. Mientras reía encorvándome un poco, el anciano se alejó enfurruñado, dejándome solo con la ningyo, quien me comentó que el abuelo no sabía tomarse las cosas a la ligera.
— Es un viejo cascarrabias, no le prestes atención —resté importancia, sin preocuparme por bajar la voz o por ser respetuoso con los mayores. La chica me había contagiado su ánimo y por eso respondí de la misma manera ante su manifiesto de hambre, como si fuera una amiga de toda la vida— ¡Ja! Déjame decirte que es tu día de suerte. Estás ante Rida Sarwick, un cocinero legendario que ha navegado por los Blues dejando su huella culinaria en cada isla que visita. Nadie que haya probado mi comida ha quedado sin ganas de más. Tú pareces tener un apetito digno de mis dotes, Sirena-chan. Tan solo necesito ingredientes, ¿dónde los consigo? —pregunté mientras me daba la vuelta y empezaba a caminar y retirarme de aquel lugar por donde se había ido el anciano. Me detuve para mirar a la ningyo de reojo— A todo esto, ¿te puedes mover por tierra con esa cola, o te tengo que cargar? Si es lo segundo, no me hago responsable de lo que toque, ¿eh? —le dije sin pelos en la lengua, sonriendo de manera bastante burlona.
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Jue Jul 21, 2016 11:32 pm
Liana mientras estaba escuchando lo que decía su nuevo amigo estaba babeando del hambre con una sonrisota y tenía sus ojos más brillantes que el sol, para ella era un sueño hecho realidad tener un amigo cheff, además de tenerlo era para ella sola se imaginaba todo un banquete para ella y el amigo cocinando felizmente sin parar. Muy alegre y agitada le responde -¡SUGUEEEE! ¡QUE GENIAAAAAAL! ¡SUUUUUGUEEE SUGGUEEEEE! ¡YA QUIERO COMEEERR DE TU COMIDA MUSCULITOOOOOSSS!- pero entonces susurra encorvada - no sé dónde vendan ingredientes ¡capas en la ciudad!- exclama muy feliz ya que no veía la hora de poder probar las artes culinarias de su nuevo amigo.
La ningyo rosa de repente cambia drásticamente de un estado de felicidad a seriedad pura con una cara endemoniada, le da un golpe a toda velocidad y fuerza en la cara al nuevo amigo y grita -¡SERAS CABROOON! ¿¡ACASO TODOS LOS HUMANOS SON PERVERTIDOS!?- El pobre hombre cae al piso con un chichón en la cabeza.
-De hecho si me podría deslizar, no es que necesite de tu ayuda musculitos ¡JUM!- Replico con un poco de orgullo la joven ningyo… Aunque exclamo -pero si te digo la verdad me gustaría que me cargues ya que eso me deja muy exhausta y ando cansada por el entrenamiento que tuve- dice la ningyo sostenido su cabeza con una sonrisa -a no ser que no tengas la fuerza suficiente para cargarme musculitos- exclama con una cara picara tanteando con el dedo los músculos de su amigo.
La ningyo rosa de repente cambia drásticamente de un estado de felicidad a seriedad pura con una cara endemoniada, le da un golpe a toda velocidad y fuerza en la cara al nuevo amigo y grita -¡SERAS CABROOON! ¿¡ACASO TODOS LOS HUMANOS SON PERVERTIDOS!?- El pobre hombre cae al piso con un chichón en la cabeza.
-De hecho si me podría deslizar, no es que necesite de tu ayuda musculitos ¡JUM!- Replico con un poco de orgullo la joven ningyo… Aunque exclamo -pero si te digo la verdad me gustaría que me cargues ya que eso me deja muy exhausta y ando cansada por el entrenamiento que tuve- dice la ningyo sostenido su cabeza con una sonrisa -a no ser que no tengas la fuerza suficiente para cargarme musculitos- exclama con una cara picara tanteando con el dedo los músculos de su amigo.
- Spoiler:
- El chichon en la cabeza fue pactado con el usuario de rida
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Rida Sarwick Vie Jul 22, 2016 11:17 am
La ningyo era sumamente entusiasta para todo, en especial cuando se trataba de comida. Apenas le dije que podía preparar algo para ella, no podía contener su emoción. Para un cocinero siempre era agradable presenciar tales ganas de comer. A mí me inspiraba a hacer un platillo verdaderamente impresionante, que estuviera a la altura de las expectativas de aquella sirena glotona. Aunque pensándolo bien, con ese apetito probablemente podría comerse lo que fuera, como un tiburón en frenesí. ¿Sería una ningyo de tiburón? Esa cola rosada no lo parecía, pero como igual no sabía casi nada de los seres de esa raza, no lo descarté.
Como ella también pensaba que en el pueblo podríamos conseguir buenos ingredientes para el almuerzo, allí nos dirigiríamos. No sin antes recibir un buen porrazo por el comentario pervertido de antes. En el fondo sabía que me lo merecía, pero me quedé allí en el suelo tirado riendo en tono de burla con una expresión resignada de "valió la pena". Me puse en pie sacudiendo un poco mis ropas.
— Bah, todas las personas tienen algo de perversión, no solo los humanos, Sirena-chan —le dije, levantando un dedo como que le estaba enseñando una importante lección de vida. Ella, de todas formas, pidió ser cargada, tratando de tomarme el pelo con mi fuerza. No sabía si había dicho lo de poder deslizarse en serio o estaba alardeando— Oe, oe, oe, que estos musculitos no son de adorno. ¡Mira! —me incliné y la levanté con ambos brazos con bastante facilidad, usando una mano para sostener su gran cola de sirena y la otra en su espalda. Le sonreí como un niño pequeño nuevamente— No pesas nada, mujer, tendré que hacerte engordar un poco. A ver, a ver, a ver... ¡a por los ingredientes! —y dicho esto me llevé conmigo a mi nueva amiga sirena por donde había venido en dirección a la Villa Foosha.
Mientras caminábamos, las casas se hacían más grandes conforme la distancia se reducía. Decidí ir preguntándole algunas cosas mientras íbamos. No sabía nada de las ningyo o de la "gente del agua", y la verdad es que me picaba mucho la curiosidad.
— ¿Cómo llegaste aquí, Sirena-chan? Pensé que las sirenas vivían a muchos kilómetros bajo el agua y se comían a los marineros desprevenidos —eso recordaba de los típicos cuentos de altamar que contaban los corsarios— A todo esto, ¿tienes nombre? —también pregunté, cayendo en cuenta de que no lo sabía todavía. Aunque probablemente seguiría usando el "Sirena-chan" de todas formas.
Como ella también pensaba que en el pueblo podríamos conseguir buenos ingredientes para el almuerzo, allí nos dirigiríamos. No sin antes recibir un buen porrazo por el comentario pervertido de antes. En el fondo sabía que me lo merecía, pero me quedé allí en el suelo tirado riendo en tono de burla con una expresión resignada de "valió la pena". Me puse en pie sacudiendo un poco mis ropas.
— Bah, todas las personas tienen algo de perversión, no solo los humanos, Sirena-chan —le dije, levantando un dedo como que le estaba enseñando una importante lección de vida. Ella, de todas formas, pidió ser cargada, tratando de tomarme el pelo con mi fuerza. No sabía si había dicho lo de poder deslizarse en serio o estaba alardeando— Oe, oe, oe, que estos musculitos no son de adorno. ¡Mira! —me incliné y la levanté con ambos brazos con bastante facilidad, usando una mano para sostener su gran cola de sirena y la otra en su espalda. Le sonreí como un niño pequeño nuevamente— No pesas nada, mujer, tendré que hacerte engordar un poco. A ver, a ver, a ver... ¡a por los ingredientes! —y dicho esto me llevé conmigo a mi nueva amiga sirena por donde había venido en dirección a la Villa Foosha.
Mientras caminábamos, las casas se hacían más grandes conforme la distancia se reducía. Decidí ir preguntándole algunas cosas mientras íbamos. No sabía nada de las ningyo o de la "gente del agua", y la verdad es que me picaba mucho la curiosidad.
— ¿Cómo llegaste aquí, Sirena-chan? Pensé que las sirenas vivían a muchos kilómetros bajo el agua y se comían a los marineros desprevenidos —eso recordaba de los típicos cuentos de altamar que contaban los corsarios— A todo esto, ¿tienes nombre? —también pregunté, cayendo en cuenta de que no lo sabía todavía. Aunque probablemente seguiría usando el "Sirena-chan" de todas formas.
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Vie Jul 22, 2016 1:38 pm
Al liana ver como su amigo musculitos la cargaba con tanta facilidad y sin problema alguno, la ningyo rosa grita emocionada y medio tambaleante exclama – ¡SUGUEEEE MUSCULITOOSSS! A por todos los ingredientes de la isla ¡WUJUUUU! ¡HOY SE COMERA UN BANQUETE! ¡MUSCULITOS ES EL MEJOR CHEF! –
-Pues veras musculitos vengo de la isla gyojin y se encuentra por debajo del red line cerca del archipiélago de shanbody ¿sabes? Eso queda por el grand line ¡a unos 10.000 kilómetros de profundidad! Donde los peores seres del mar y reyes marinos abundan wuaaajajajajaja- Exclama riendo liana mientras de a poquito se encorva como si tuviera demasiada pena y susurra – sabes musculitos… pero llegue hasta acá escapando de unos hombres malos que su equipo se llama nobles, si lo sé es horrible ese nombre y ni siquiera entendí durante mucho tiempo que deporte jugaban- lo decía mientras inconscientemente tanteaba con el dedo la barbilla de musculitos y exclama – lo peor es que me contrataron sin pagarme durante 16 años para que hiciera lo que me pidieran ¡ABURRIDOOO!- grita liana intentando tapar la verdad un poco porque no sabía el pasado de su amigo y tenía miedo a perderlo (cosa que se debe a el racismo de muchos humanos a su raza) mientras se queda un poco dormida sobre los brazos de su amigo. Comienza a bostezar y lo abraza muy fuerte mientras dice - Me llamo Liana ¿Y tú musculitos? ¿Cuál es tu historia? La mía es aburrriiiidaa, aunque de cierta forma me alegra contártela sabes Bosteza fuerte tenía tiempo que no conseguía a un amigo- sonríe liana sonrojada mientras le susurra – ¿Ya está lista la comida?-
-Pues veras musculitos vengo de la isla gyojin y se encuentra por debajo del red line cerca del archipiélago de shanbody ¿sabes? Eso queda por el grand line ¡a unos 10.000 kilómetros de profundidad! Donde los peores seres del mar y reyes marinos abundan wuaaajajajajaja- Exclama riendo liana mientras de a poquito se encorva como si tuviera demasiada pena y susurra – sabes musculitos… pero llegue hasta acá escapando de unos hombres malos que su equipo se llama nobles, si lo sé es horrible ese nombre y ni siquiera entendí durante mucho tiempo que deporte jugaban- lo decía mientras inconscientemente tanteaba con el dedo la barbilla de musculitos y exclama – lo peor es que me contrataron sin pagarme durante 16 años para que hiciera lo que me pidieran ¡ABURRIDOOO!- grita liana intentando tapar la verdad un poco porque no sabía el pasado de su amigo y tenía miedo a perderlo (cosa que se debe a el racismo de muchos humanos a su raza) mientras se queda un poco dormida sobre los brazos de su amigo. Comienza a bostezar y lo abraza muy fuerte mientras dice - Me llamo Liana ¿Y tú musculitos? ¿Cuál es tu historia? La mía es aburrriiiidaa, aunque de cierta forma me alegra contártela sabes Bosteza fuerte tenía tiempo que no conseguía a un amigo- sonríe liana sonrojada mientras le susurra – ¿Ya está lista la comida?-
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Rida Sarwick Vie Jul 22, 2016 7:41 pm
Imaginaba que en la Villa ya todos sabían que había una ningyo por ahí. De otra forma, cuando llegara a caminar entre las casas y los aldeanos me vieran cargando con una sirena en mis brazos, probablemente pensarían que estaban soñando o algo así. Ese tipo de cosas no solían ocurrir a diario. Igualmente, como gritaba la sirena cuando se emocionaba, seguramente la oirían hasta en el Reino de Goa, cuidado y si no en toda la Isla de Dawn.
— Por supuesto que Musculitos es el mejor chef, como ya te he dicho, hoy es tu día de suerte —afirmé ante sus gritos, sonriendo muy complacido con los elogios de una hermosa sirena.
Ella comenzó a contarme su historia, por la cual le pregunté. Al principio me perdí un poco, no sabiendo donde estaban algunas de las locaciones que ella mencionaba. Sabía lo que era el Grand Line y el Red Line, pero ¿Isla Gyojin? ¿Archipiélago de Shabondy? Era la primera vez que oía de tales lugares. Era muy extraño encontrarse con alguien que realmente hubiera estado en el Grand Line y vuelto con vida de tan peligroso mar. ¿Cuántas maravillas no habrían allí esperándome? Lo imaginé mientras la ningyo seguía con su historia. Relajé un poco la expresión, que se ensombreció un poco cuando me enteré de que había tenido una vida bastante dura. Por lo que contaba, y deduciendo un poco sus infantiles comentarios, la sirena fue esclavizada por más de década y media, escapando de sus captores recientemente.
Al sentir como ella me abrazaba fuerte (me hizo gracia que su propia historia le diera sueño), y cómo me preguntaba ahora por mí, sentí afecto y empatía por aquella chica.
— Bah, mi historia es más aburrida que la tuya. Solamente me aventuré al mar hace muchísimos años para convertirme en pirata —nunca hablaba de más de mi pasado, era algo que prefería mantener para mí— Viajo desde entonces por los Blues. El East Blue era el último que me faltaba por visitar, y a cada isla que voy aprendo nuevas cosas sobre el arte de la cocina. Seré el mejor cocinero del mundo algún día —sonreí de nuevo— Con que te llamas Liana. Bueno, puedes dormir un rato que para que la comida esté lista primero tengo que conseguir ingredientes, así que falta bastante. Nunca atosigues a un chef de primera, Sirena-chan —mientras le decía estas palabras, llegábamos a Villa Foosha. Empecé a buscar algún local de comida donde pudiera adquirir lo que buscaba. Con el dinero que cargaba encima debía de ser suficiente, si no ya vería que trato haría. O si el dueño o dueña del local me caía mal, podría darle una paliza y llevarme las cosas, eso lo decidiría sobre la marcha— Entonces, ahora que saliste de las garras de esos bastardos, ¿cual es tu objetivo? —inquirí al final; tenía curiosidad por saber qué pretendía hacer una sirena como ella en el mundo superior.
— Por supuesto que Musculitos es el mejor chef, como ya te he dicho, hoy es tu día de suerte —afirmé ante sus gritos, sonriendo muy complacido con los elogios de una hermosa sirena.
Ella comenzó a contarme su historia, por la cual le pregunté. Al principio me perdí un poco, no sabiendo donde estaban algunas de las locaciones que ella mencionaba. Sabía lo que era el Grand Line y el Red Line, pero ¿Isla Gyojin? ¿Archipiélago de Shabondy? Era la primera vez que oía de tales lugares. Era muy extraño encontrarse con alguien que realmente hubiera estado en el Grand Line y vuelto con vida de tan peligroso mar. ¿Cuántas maravillas no habrían allí esperándome? Lo imaginé mientras la ningyo seguía con su historia. Relajé un poco la expresión, que se ensombreció un poco cuando me enteré de que había tenido una vida bastante dura. Por lo que contaba, y deduciendo un poco sus infantiles comentarios, la sirena fue esclavizada por más de década y media, escapando de sus captores recientemente.
Al sentir como ella me abrazaba fuerte (me hizo gracia que su propia historia le diera sueño), y cómo me preguntaba ahora por mí, sentí afecto y empatía por aquella chica.
— Bah, mi historia es más aburrida que la tuya. Solamente me aventuré al mar hace muchísimos años para convertirme en pirata —nunca hablaba de más de mi pasado, era algo que prefería mantener para mí— Viajo desde entonces por los Blues. El East Blue era el último que me faltaba por visitar, y a cada isla que voy aprendo nuevas cosas sobre el arte de la cocina. Seré el mejor cocinero del mundo algún día —sonreí de nuevo— Con que te llamas Liana. Bueno, puedes dormir un rato que para que la comida esté lista primero tengo que conseguir ingredientes, así que falta bastante. Nunca atosigues a un chef de primera, Sirena-chan —mientras le decía estas palabras, llegábamos a Villa Foosha. Empecé a buscar algún local de comida donde pudiera adquirir lo que buscaba. Con el dinero que cargaba encima debía de ser suficiente, si no ya vería que trato haría. O si el dueño o dueña del local me caía mal, podría darle una paliza y llevarme las cosas, eso lo decidiría sobre la marcha— Entonces, ahora que saliste de las garras de esos bastardos, ¿cual es tu objetivo? —inquirí al final; tenía curiosidad por saber qué pretendía hacer una sirena como ella en el mundo superior.
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Vie Jul 29, 2016 6:15 pm
-Para ser el mejor cocinero vas a tener que pelear algún día contra mi estómago musculitos- susurra liana mientras reía muy adormecida y bostezona. Noto que su nuevo amigo estaba muy a gusto con ella pero por algún extraño presentimiento no le creyó del todo su pasado, y exclama muy despierta como si ya no tuviera sueño alguno –Algo me dice que tu historia va mas allá musculitos ¡jajajaja! Capas estoy solo dando una mala teoría pero para mí tu sueño va más allá… jijijiji y bueno cambiando el tema musculitos misteriosos tantea otra vez el bíceps mientras ve a la nada susurrando mi sueño en la vida es conseguir el one piece para así poder ser la pirata más libre GRITA ¡y así de una buena vez! ¡DEJARLE CLARO AL MUNDO QUE TODAS LAS ESPECIES SOMOS IGUALES!-.
-Tengo hambre musculiiiitooosssssss- liana lo dice mientras le gruñe el estómago muy fuerte y cruza los brazos, ella mientras decía eso nota que están llegando al pueblo, se queda pensando viendo a la nada y al reaccionar se asusta mientras se voltea para abrazar fuertemente a musculitos mientras le dice –Musculitos cambie idea vámonos de acá, es que de verdad ya no tengo hambre- lo mira con cara llorosa y asustada.
La pobre de liana entro en crisis, ya que al ver mucha gente así sea del pueblo y no la ciudad llena de nobles ella recordaba todo el tiempo que fue maltratada, manipulada, torturada tanto psicológicamente como físicamente, sentía un sentimiento de ansiedad, ella normalmente no es así y podría controlar la situación de manera muy serena pero como en este caso esta musculitos, y de verdad ella no sabe ¿quién es él? ¿De dónde viene? ¿Será que él no sabe que algunos humanos odian a las sirenas? Incógnitas que le pasaban por la cabeza y no sabía cómo plasmarlas.
-Tengo hambre musculiiiitooosssssss- liana lo dice mientras le gruñe el estómago muy fuerte y cruza los brazos, ella mientras decía eso nota que están llegando al pueblo, se queda pensando viendo a la nada y al reaccionar se asusta mientras se voltea para abrazar fuertemente a musculitos mientras le dice –Musculitos cambie idea vámonos de acá, es que de verdad ya no tengo hambre- lo mira con cara llorosa y asustada.
La pobre de liana entro en crisis, ya que al ver mucha gente así sea del pueblo y no la ciudad llena de nobles ella recordaba todo el tiempo que fue maltratada, manipulada, torturada tanto psicológicamente como físicamente, sentía un sentimiento de ansiedad, ella normalmente no es así y podría controlar la situación de manera muy serena pero como en este caso esta musculitos, y de verdad ella no sabe ¿quién es él? ¿De dónde viene? ¿Será que él no sabe que algunos humanos odian a las sirenas? Incógnitas que le pasaban por la cabeza y no sabía cómo plasmarlas.
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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