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Creado por Juuzou Yamazaki Mar Jun 07, 2016 9:45 pm
La puesta de sol había pasado hacía un par de minutos, la gente comenzaba a recoger sus puestos y a cerrar algunos de los locales, poco a poco la villa se iba vaciando de niños y pasaba a llenarse de adultos, hombres en su mayoría que aprovechaban para abarrotar los bares que llevaban abiertos desde medio día, el ajetreo dentro de cada bar era un sonido similar, hombres gritando, música típica y alguno que otro pleito entre borrachos, algo que obviamente no podía faltar. La peliazul, con una capa que cubría su rostro se dedicó a investigar por la ciudad apoyándose del anonimato que estaba por proporcionarle la luz de una luna menguante. Se detuvo en un pequeño callejón para confirmar que traía consigo sus armas, ya que si los rumores eran ciertos, debía estar preparada para cualquier tipo de ataque. No había pasado mucho tiempo desde que la peliazul había decidido encontrar, en sus propias palabras -el camino correcto-, para seguir con aquellos ideales que la impulsaron a salir de Shells Town hacía poco más de cinco años.
La capa de igual manera, ayudaba a cubrirla del frío de una noche que se colaba de a poco, aún le quedaba una última noche en la isla y para su suerte había pagado por adelantado su estancia en una pequeña posada donde al término de su pequeño trabajo, el cual consistía en encontrar a un grupo de revolucionarios que supuestamente iban a dar un golpe contra una familia noble del lugar, la cual si los rumores no se equivocaban, tenían contacto estrecho con el gobierno debido a un par de negocios. Juuzou jamás había conocido a un revolucionario en persona y la simple idea de ver cómo se llevaba a cabo una de sus misiones, le emocionaba lo suficiente para mantenerla en la calle a esas horas.
Un grito, fuego y marines corriendo en dirección a la zona acaudalada del lugar fueron su señal de alerta para avanzar en la misma dirección que ellos, conforme más se acercaba al lugar, los gritos se iban haciendo más fuertes y las personas habían abandonado sus tareas para saber de qué se trataba, un marine aseguraba que se trataba de piratas, pero la cocinera sabía que no era así. Siguió avanzando en busca de su objetivo pero el paso le fue impedido por otro marine que al igual que ella había detenido a varias personas más bajo la excusa de mantenerlos seguros — Mierda — susurró por lo bajo mientras se alejaba del tumulto y buscaba otra forma de conseguir lo que estaba buscando, necesitaba información y ahí debía encontrarla.
edito: El editado es únicamente para cambiar el título del tema de presente a pasado debido al TS.
La capa de igual manera, ayudaba a cubrirla del frío de una noche que se colaba de a poco, aún le quedaba una última noche en la isla y para su suerte había pagado por adelantado su estancia en una pequeña posada donde al término de su pequeño trabajo, el cual consistía en encontrar a un grupo de revolucionarios que supuestamente iban a dar un golpe contra una familia noble del lugar, la cual si los rumores no se equivocaban, tenían contacto estrecho con el gobierno debido a un par de negocios. Juuzou jamás había conocido a un revolucionario en persona y la simple idea de ver cómo se llevaba a cabo una de sus misiones, le emocionaba lo suficiente para mantenerla en la calle a esas horas.
Un grito, fuego y marines corriendo en dirección a la zona acaudalada del lugar fueron su señal de alerta para avanzar en la misma dirección que ellos, conforme más se acercaba al lugar, los gritos se iban haciendo más fuertes y las personas habían abandonado sus tareas para saber de qué se trataba, un marine aseguraba que se trataba de piratas, pero la cocinera sabía que no era así. Siguió avanzando en busca de su objetivo pero el paso le fue impedido por otro marine que al igual que ella había detenido a varias personas más bajo la excusa de mantenerlos seguros — Mierda — susurró por lo bajo mientras se alejaba del tumulto y buscaba otra forma de conseguir lo que estaba buscando, necesitaba información y ahí debía encontrarla.
edito: El editado es únicamente para cambiar el título del tema de presente a pasado debido al TS.
Última edición por Juuzou Yamazaki el Vie Jun 17, 2016 9:36 pm, editado 1 vez
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
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Creado por Nicklas Vermillion Sáb Jun 11, 2016 1:46 pm
-No me gusta causar destrozos, pero tampoco me gusta que a costa del trabajo de los isleños de Toroa ustedes se llenen los bolsillos y repleten sus dominios de cosas que no necesitan para vivir, malditos aprovechadores-
-Nohohoho, nos insultas y repudias, no eres mas que un roto sin un pelo de elegancia y además resentido. Los prefiero tontos y sumisos, son menos escandalozos y se conforman con las migajas que les damos, son buenos ejemplares de los simios Nohohoho. Basta de charlar con gente de bajo nivel ¡Guardias, desháganse de este estorbo mientras yo llamo a los inútiles de la marina!-
El hombre de ropas celestes de la alta sociedad y un peinado de color rubio y con la forma similar al de las pelucas blancas y rizadas que ocupaban antaño los jueces y personajes distinguidos se alarmo ante mi sorpresiva y violenta visita contra su morada. Este huyo por las escaleras de su enorme casona y mientras yo aprovechaba de destruir y quemar las despensas en la cual guardaba unas cantidades exuberantes de dinero, una gran tropa de hombres uniformados con ropas grises, un total de seis, se ponían en posición de batalla, a la vez podía observar como el humo del fuego salía liberado de entre las ventanas y toda abertura que la casona poseía. Ya me había puesto en problemas sin darme cuenta por lo que la unica opción era fugarme. Abrí la ventana y salte al tejado mas cercano de ese barrio adinerado. A lo lejos veía a una patrulla de la marina acercarse y apuntar con sus armas a la casona, de momento no me habían avistado, yo a ellos si porque me encontraba cubierto por las lujosas estructuras que sobresalían de las construcciones. A lo lejos algo me llamo la atención y era una joven muchacha (o eso pensaba por la forma anatómica que poseía) encapuchada al igual que yo, seguro había venido para formar parte de una misión. Abandone de inmediato el lugar y me dispuse a seguirla.
-Hola, ¿Para donde vas? ¿Quién eres? Soy Nicklas, Nicklas Vermillion, pertenezco a la Armada Revolucionaria y por la facha que llevas tu también. Disculpa si me equivoco, no fue mi intención pasarte a llevar-
-Nohohoho, nos insultas y repudias, no eres mas que un roto sin un pelo de elegancia y además resentido. Los prefiero tontos y sumisos, son menos escandalozos y se conforman con las migajas que les damos, son buenos ejemplares de los simios Nohohoho. Basta de charlar con gente de bajo nivel ¡Guardias, desháganse de este estorbo mientras yo llamo a los inútiles de la marina!-
El hombre de ropas celestes de la alta sociedad y un peinado de color rubio y con la forma similar al de las pelucas blancas y rizadas que ocupaban antaño los jueces y personajes distinguidos se alarmo ante mi sorpresiva y violenta visita contra su morada. Este huyo por las escaleras de su enorme casona y mientras yo aprovechaba de destruir y quemar las despensas en la cual guardaba unas cantidades exuberantes de dinero, una gran tropa de hombres uniformados con ropas grises, un total de seis, se ponían en posición de batalla, a la vez podía observar como el humo del fuego salía liberado de entre las ventanas y toda abertura que la casona poseía. Ya me había puesto en problemas sin darme cuenta por lo que la unica opción era fugarme. Abrí la ventana y salte al tejado mas cercano de ese barrio adinerado. A lo lejos veía a una patrulla de la marina acercarse y apuntar con sus armas a la casona, de momento no me habían avistado, yo a ellos si porque me encontraba cubierto por las lujosas estructuras que sobresalían de las construcciones. A lo lejos algo me llamo la atención y era una joven muchacha (o eso pensaba por la forma anatómica que poseía) encapuchada al igual que yo, seguro había venido para formar parte de una misión. Abandone de inmediato el lugar y me dispuse a seguirla.
-Hola, ¿Para donde vas? ¿Quién eres? Soy Nicklas, Nicklas Vermillion, pertenezco a la Armada Revolucionaria y por la facha que llevas tu también. Disculpa si me equivoco, no fue mi intención pasarte a llevar-
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
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Creado por Juuzou Yamazaki Lun Jun 13, 2016 2:13 pm
Siguió evitando a la gente, buscando pequeños espacios por los cuales caminar ya que debido a su complexión podía darse el luego de escabullirse sin ser notada, la oscuridad era una gran aliada e iba a aprovecharla al máximo mientras conseguía lo que buscaba. La voces de la gente, los gritos exagerados de las mujeres, los marines intentando calmar a un tumulto para no meterse en problemas y una peliazul en busca de algo que le fuese de ayuda. Poco a poco pasar entre la gente se había hecho más complejo, de un momento a otro el tumulto fue creciendo y ella recibió varios pisotones y empujones, en cualquier momento si no salía de ahí tendría que empezar a golpear a la gente para poder escapar, sin embargo de un momento a otro ya se encontraba fuera, el aire fresco llenó sus pulmones y se dispuso a seguir su camino hasta que una voz masculina llamó su atención.
Se giró para poder observar la silueta de una capa idéntica a la de ella, sus ojos se abrieron como platos al escuchar todo lo que decía y por un momento creyó que se trataba de una emboscada de la marina, sin embargo la misma idea fue eliminada al recordar que ella no era precisamente alguien que debía ser capturada con ese tipo de artimañas por ser poco más que un cero a la izquierda — Hablas mucho para tener que ser alguien encubierto — susurró por lo bajo mientras miraba al mismo tiempo a su alrededor en busca de miradas curiosas o alguien que estuviera al pendiente de un par de desconocidos encapuchados.
— Yo soy Juuzou, Juuzou Yamazaki — la peliazul no dejaba de mirarle en busca de un rostro que le pareciera conocido, pero incluso debajo de la sombra que le proporcionaba la capa, sus rasgos no se parecían en lo absoluto al de los revolucionarios con los que se había encontrado tiempo atrás, más marines llegaban al lugar al igual que más ciudadanos por lo que en busca de un lugar menos observado donde pudieran hablar sin meterse en problemas, por lo que lo tomó del brazo y lo llevó entre las calles hasta lo que parecía un callejón poco transitado, al menos ahí pasarían desapercibidos un par de minutos más — ¿Sabes qué fue lo que pasó ahí? ¿Fue obra tuya? — preguntó finalmente, mientras se retiraba la gorra que cubría su cabeza ya que en aquél lugar no corría peligro de momento.
Se giró para poder observar la silueta de una capa idéntica a la de ella, sus ojos se abrieron como platos al escuchar todo lo que decía y por un momento creyó que se trataba de una emboscada de la marina, sin embargo la misma idea fue eliminada al recordar que ella no era precisamente alguien que debía ser capturada con ese tipo de artimañas por ser poco más que un cero a la izquierda — Hablas mucho para tener que ser alguien encubierto — susurró por lo bajo mientras miraba al mismo tiempo a su alrededor en busca de miradas curiosas o alguien que estuviera al pendiente de un par de desconocidos encapuchados.
— Yo soy Juuzou, Juuzou Yamazaki — la peliazul no dejaba de mirarle en busca de un rostro que le pareciera conocido, pero incluso debajo de la sombra que le proporcionaba la capa, sus rasgos no se parecían en lo absoluto al de los revolucionarios con los que se había encontrado tiempo atrás, más marines llegaban al lugar al igual que más ciudadanos por lo que en busca de un lugar menos observado donde pudieran hablar sin meterse en problemas, por lo que lo tomó del brazo y lo llevó entre las calles hasta lo que parecía un callejón poco transitado, al menos ahí pasarían desapercibidos un par de minutos más — ¿Sabes qué fue lo que pasó ahí? ¿Fue obra tuya? — preguntó finalmente, mientras se retiraba la gorra que cubría su cabeza ya que en aquél lugar no corría peligro de momento.
Juuzou Yamazaki
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Creado por Nicklas Vermillion Lun Jun 13, 2016 6:43 pm
Suave, por no decirlo de otra manera, así se podía describir en una palabra el encuentro con la supuesta muchacha revolucionaria, en verdad me parecía un tanto gracioso que ella perteneciera a la Armada, podía tratarse de una niña jugando a ser revolucionaria bajo el mando de un alto rango o posiblemente y para sorpresa mía en realidad contaba con habilidades para lucirse en este bando y en las arriesgadas misiones que conlleva formar parte de esta sociedad. Los estragos causados y el escándalo a plena luz del día, harían de esta jornada una repleta de problemas y ahora que me encontraba con esta "joven" debería ser mas precavido y pensar en como dar el siguiente paso sin terminar en enfrentamientos de índole agresiva, cosa que se ha vuelto un poco mas complicada desde que visite Goa, ahora soy relativamente conocido por algunos pocos, gracias a Dios que llevo una capucha encima o de lo contrario, no podría ni dormir con lo desconfiado que puedo llegar a ser.
-Bueno si... no puedo evitarlo... movámonos-
Se presento con el nombre completo de Juuzou Yamazaki, la voz seguía dando indicio de que se trataba de una mujer de no mas de 25 años y a lo menos 16, seguía llamando la atención este detalle. Antes de que pudiera seguir parloteando, la "chica" me jalo del brazo, trasladándome hacia un sitio mas seguro entre tanto caos generado por mi mismo. Me interrogo apenas pudo, quería saber a que se debía tanto barullo en el barrio alto, no sabía si contarle o no, podría tratarse de un espía de la marina o del siempre desconfiable gobierno. A continuación, me preparaba para hacerle yo unas preguntas con tal de que me despejara cualquier rastro de desconfianza que pudiera percibir en ella, pero no fue necesario, se levanto la capucha y pude ver a una joven realmente como pensaba que era, peliazul, de piel clara y ojos claros, no esperaba que fuera una mujer para desconfiar por lo que le conté lo justo y necesario, a medida fuera conociéndole mas revelaría mas detalles.
-Eres demasiado joven ¿En verdad perteneces a los nuestros? Si, aquel desastre que ves lo hice yo, hay trabajo que hacer en esta isla no lo hice por gusto, a ese hombre lo tenía entre ceja y ceja y según me informaron desde una sede de la armada, cuenta con ciertos datos de utilidad, esta entrometido en asuntos del gobierno, si pudieras ayudarme a sacarle la información te lo agradecería, ya que a ti no te buscan te podría cubrir las espaldas, incluso hasta podria pasarte mi gorra cosa que pases mas inadvertida-
Me retire la capucha para dejar mi rostro al descubierto y que me ubicara de mejor manera, a la vez aproveche de mostrarle la gorra de la que le hablaba, había sido incomodo tener una cobertura sobre la propia gorra, menos mal podía sacarme la capucha, por lo menos durante unos cuantos segundos.
-Bueno si... no puedo evitarlo... movámonos-
Se presento con el nombre completo de Juuzou Yamazaki, la voz seguía dando indicio de que se trataba de una mujer de no mas de 25 años y a lo menos 16, seguía llamando la atención este detalle. Antes de que pudiera seguir parloteando, la "chica" me jalo del brazo, trasladándome hacia un sitio mas seguro entre tanto caos generado por mi mismo. Me interrogo apenas pudo, quería saber a que se debía tanto barullo en el barrio alto, no sabía si contarle o no, podría tratarse de un espía de la marina o del siempre desconfiable gobierno. A continuación, me preparaba para hacerle yo unas preguntas con tal de que me despejara cualquier rastro de desconfianza que pudiera percibir en ella, pero no fue necesario, se levanto la capucha y pude ver a una joven realmente como pensaba que era, peliazul, de piel clara y ojos claros, no esperaba que fuera una mujer para desconfiar por lo que le conté lo justo y necesario, a medida fuera conociéndole mas revelaría mas detalles.
-Eres demasiado joven ¿En verdad perteneces a los nuestros? Si, aquel desastre que ves lo hice yo, hay trabajo que hacer en esta isla no lo hice por gusto, a ese hombre lo tenía entre ceja y ceja y según me informaron desde una sede de la armada, cuenta con ciertos datos de utilidad, esta entrometido en asuntos del gobierno, si pudieras ayudarme a sacarle la información te lo agradecería, ya que a ti no te buscan te podría cubrir las espaldas, incluso hasta podria pasarte mi gorra cosa que pases mas inadvertida-
Me retire la capucha para dejar mi rostro al descubierto y que me ubicara de mejor manera, a la vez aproveche de mostrarle la gorra de la que le hablaba, había sido incomodo tener una cobertura sobre la propia gorra, menos mal podía sacarme la capucha, por lo menos durante unos cuantos segundos.
Nicklas Vermillion
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Creado por Juuzou Yamazaki Lun Jun 13, 2016 7:49 pm
La peliazul no pudo evitar poner los ojos en blanco ante el primer comentario del hombre tras retirarse la capucha, no era la primera vez que sucedía y le ofendía que por su apariencia física pensaran que sólo era una broma o algo por el estilo, el encapuchado se había ganado unos buenos puñetazos con su Puño Americano, sin embargo Juuzou respiró profundamente antes de hacer nada y se relajó prestando atención a todo lo demás que él tenía que decirle, sobretodo respecto a las preguntas que ella le había hecho anteriormente. No pudo evitar dejar notar un tanto su sorpresa al escuchar que efectivamente todo ese alboroto era obra de él, pero no porque él fuera algún tipo de super revolucionario sino porque sí que sabía armar alboroto él solito.
— De hecho, eso es precisamente a lo que yo venía, a conseguir información, pero los marines rodearon el lugar al tiro — enarcó una ceja, no para inculparlo sino simplemente para recalcar que probablemente ese incendio pudo haberse evitado y así se quitaban de encima a los marines, después de todo no podían enterarse de algún secuestro o recopilación de información. Durante los meses anteriores había entendido que pasar desapercibida era un arma mucho mejor que cualquier pistola o katana, ella prefería el anonimato y así se había evitado varios problemas, después de todo lo que ella menos quería era ser reconocida.
Se planteó la propuesta del chico que ahora se retiraba la capucha y pudo ver la gorra de la que hablaba, exhaló y se cruzó de brazos durante unos segundos para poder notar los pros y los contras, tras entender que quizá esa era la única opción en la que ella podría conseguir la información, no le quedó de otra más que aceptar la propuesta que él le daba — Esta bien — asintió mientras se aseguraba de traer consigo su bastón bo retráctil en la pierna, se retiró el puño Americano y lo guardó en uno de los bolsillos de su short — Tendremos que ver por dónde puedo entrar — se mordió el labio inferior pensativa — Amm.. Podría ser, por alguna ventana de un segundo piso no tengo problemas, sólo necesitaría que tú estuvieras al pendiente de que nadie me siguiera para poder tener una salida segura — mencionó pasando la mirada al chico — ¿O tienes alguna idea mejor? — cuestionó, rápidamente.
— De hecho, eso es precisamente a lo que yo venía, a conseguir información, pero los marines rodearon el lugar al tiro — enarcó una ceja, no para inculparlo sino simplemente para recalcar que probablemente ese incendio pudo haberse evitado y así se quitaban de encima a los marines, después de todo no podían enterarse de algún secuestro o recopilación de información. Durante los meses anteriores había entendido que pasar desapercibida era un arma mucho mejor que cualquier pistola o katana, ella prefería el anonimato y así se había evitado varios problemas, después de todo lo que ella menos quería era ser reconocida.
Se planteó la propuesta del chico que ahora se retiraba la capucha y pudo ver la gorra de la que hablaba, exhaló y se cruzó de brazos durante unos segundos para poder notar los pros y los contras, tras entender que quizá esa era la única opción en la que ella podría conseguir la información, no le quedó de otra más que aceptar la propuesta que él le daba — Esta bien — asintió mientras se aseguraba de traer consigo su bastón bo retráctil en la pierna, se retiró el puño Americano y lo guardó en uno de los bolsillos de su short — Tendremos que ver por dónde puedo entrar — se mordió el labio inferior pensativa — Amm.. Podría ser, por alguna ventana de un segundo piso no tengo problemas, sólo necesitaría que tú estuvieras al pendiente de que nadie me siguiera para poder tener una salida segura — mencionó pasando la mirada al chico — ¿O tienes alguna idea mejor? — cuestionó, rápidamente.
Juuzou Yamazaki
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Creado por Nicklas Vermillion Vie Jun 17, 2016 9:02 pm
A lo lejos podía sentir el trote sostenido de un pelotón de sujetos, probablemente guardias del mismo ricachon o de la marina que estaban en búsqueda de mi cabeza, esto me distraía del encuentro con la chica revolucionaria y no permitía concentrarme en el plan a ejecutar. Interrumpí lo que me decía de manera brusca, de puros nervios y previendo el ser acorralados, agarre un bote de basura, lo tire al suelo dejándolo en posición horizontal y de una patada lo lance a la salida del callejón, esperando que pasaran de largo cuando llegaran hasta donde estemos nosotros o que simplemente cambien su ruta y no se metan a donde nos encontramos. Me rasque la cabeza y esbozando una ligera y casi imperceptible sonrisa, le pedí disculpas a la chica y es que solo había escuchado la última parte de su comunicado, la cual preguntaba si es que yo tenía una mejor idea para inmiscuirse en la casona del adinerado hombre o por lo menos obtener datos de relevancia que este pudiese revelar, ya sea por las buenas (preferentemente) o por las malas, que era la opción mas realista que de momento se nos mostraba.
-Supongo que te refieres a la misión ¿no? pues pienso que yo debería hacer de carnada, ya que ellos me conocen, simplemente debo atraer la atención de todos los guardias para que te sea mas fácil llegar hasta el objetivo. El viste de manera extravagante, un traje completamente azul y una rubia peluca rizada. Llévate mi gorra y quítate la capucha, debes verte como alguien normal ya que a mi me identifican por esta capa que traigo encima. Nos reuniremos en la Cafetería Buen Aroma, esperemos salga todo bien-
Le propuse tal procedimiento a realizar, la verdad no espere su respuesta y fui muy impulsivo, pero ya que las cosas se estaban complicando por la presencia de marines y el estar en una isla dominada por el gobierno mundial no era como para estar tranquilos y de seguro me comprendería mas adelante. Le coloque la gorra en sobre su cabeza, me puse la capucha y corrí desde el otro lado del callejón, dirigiéndome hacia el patio trasero de la casona y planeando dar la vuelta por todo el territorio, gritando cosas violentas en contra del noble para que los guardias captaran la atención y fueran a por mi.
-¡Vamos! ¿¡Dejarán que me salga con la mía!? ¡Payasos de guardias tienes, mariquita de alta clase!-
-Supongo que te refieres a la misión ¿no? pues pienso que yo debería hacer de carnada, ya que ellos me conocen, simplemente debo atraer la atención de todos los guardias para que te sea mas fácil llegar hasta el objetivo. El viste de manera extravagante, un traje completamente azul y una rubia peluca rizada. Llévate mi gorra y quítate la capucha, debes verte como alguien normal ya que a mi me identifican por esta capa que traigo encima. Nos reuniremos en la Cafetería Buen Aroma, esperemos salga todo bien-
Le propuse tal procedimiento a realizar, la verdad no espere su respuesta y fui muy impulsivo, pero ya que las cosas se estaban complicando por la presencia de marines y el estar en una isla dominada por el gobierno mundial no era como para estar tranquilos y de seguro me comprendería mas adelante. Le coloque la gorra en sobre su cabeza, me puse la capucha y corrí desde el otro lado del callejón, dirigiéndome hacia el patio trasero de la casona y planeando dar la vuelta por todo el territorio, gritando cosas violentas en contra del noble para que los guardias captaran la atención y fueran a por mi.
-¡Vamos! ¿¡Dejarán que me salga con la mía!? ¡Payasos de guardias tienes, mariquita de alta clase!-
Nicklas Vermillion
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Creado por Juuzou Yamazaki Vie Jun 17, 2016 9:35 pm
Quería darle un zape, había notado que no le había prestado la atención necesaria y supo que efectivamente alguien como él se pudo haber montado el escenario con fuego y guardias solito. ¿Es que todos los revolucionarios eran tan hiperactivos como él? La peliazul inhaló y exhaló profundamente mientras miraba como tomaba medidas drásticas con un bote de basura lanzándolo lejos del callejón donde ellos se encontraban, asintió vencida ante todo lo que él decía y se sorprendió de que él mismo se ofreciera como carnada para el montón de marines o guardias del dueño de la misma casa de la que debían obtener toda la información posible, después de todo ella podía ser fácilmente el doble de sigilosa que él; ventajas de un cuerpo delgado y pequeño.
Se retiró la capa como él había mencionado y la dejó en el suelo pateándola lejos, después de todo siempre podía conseguirse una nueva, ya que no tenía dónde colocarla sin parecer sospechosa. Dejó que él le colocara la gorra y posteriormente se acomodó el cabello de tal forma que no le estorbara del todo la vista, apenas tuvo tiempo de decir nada ya que el otro revolucionario salió corriendo en dirección contraria a la que ella debía ir ¿Es que iba de broma? ¡Tenía que pensar mejor sus movimientos! la joven revolucionaria se mordió el labio inferior y tras unos pocos segundos comenzó a caminar normalmente, evitando el contacto con cualquier grupo de marines o guardias. Avanzó hasta la barda y la saltó ágilmente aprovechando que todos estaban con la vista sobre Nicklas. Corrió por el jardín hasta una de las paredes y entró por una de las ventanas de la planta baja, asegurándose de que ningún sirviente la viera, ocultándose en las cortinas y aprovechando el nulo movimiento de personal, avanzó hasta la parte que ardía en llamas.
Una vez llegó a las escaleras, armó su bastón Bo y aprovechó cada rincón de la casa con cortinas largas para poder ocultarse, pero debido al fuego era más que fácil seguir avanzando ya que los que estuvieran dentro estaban más que preocupados por apagar el fuego que su compañero revolucionario se había tomado la molestia de formar. Se escabulló hasta el tercer piso y se encontró con un par de sirvientas a las cuáles golpeó en la cabeza para dejarlas inconscientes, posteriormente arrastrándolas a una de las habitaciones y cerrando la puerta una vez las dejó dentro, siguió su camino hasta que en una de las habitaciones escuchó la voz de un hombre que gritaba enfurecido, se asomó sigilosamente y se encontró al hombre que gritaba por medio de un den den mushi a probablemente los guardias que estaban persiguiendo a Nicklas — ¡Atrapenlo! ¡Lo quiero vivo para yo mismo asesinarlo! — esas palabras llenaron de preocupación a la peliazul, por lo que sacudió la cabeza para olvidarse de ello y estar concentrada en lo que estaba a punto de hacer.
Fue cuestión de segundos en los que entró sin ser vista llegando por la parte de atrás al hombre vestido de azul con peluca blanca rizada, le dió dos golpes en la cabeza con el bastón Bo, tirándolo al suelo. Posteriormente se aseguró de apagar la transmisión del den den mushi y de arrastrar su pesado cuerpo lejos de la entrada y de la ventana, tomó un par de cortinas y las rompió en tiras no muy gruesas para improvisar una soga y amarrarlo de los pies y de las manos — ¡Con un demonio, sí que pesas! — exclamó mientras se retiraba el sudor de la frente y seguía con los varios amarres, colocando finalmente uno en sus ojos y otro más en su boca. Tomó una jarra con vino de lo que parecía el escritorio y se lo tiró en la cabeza, despertándolo — Despierta maldito — comenzó a hablar la peliazul con la voz más ruda que le pudo salir — La cosa está así, yo pregunto, tú respondes, si me mientes, te mato, si gritas, te mato y si cooperas te dejaré vivir incluso cuando no lo merezcas — movió la silla detrás del escritorio y con aún el bastón Bo en la mano se sentó frente al cuerpo en el suelo de aquél hombre — ¿Entendiste? — preguntó una vez más a lo que el hombre asintió.
Se retiró la capa como él había mencionado y la dejó en el suelo pateándola lejos, después de todo siempre podía conseguirse una nueva, ya que no tenía dónde colocarla sin parecer sospechosa. Dejó que él le colocara la gorra y posteriormente se acomodó el cabello de tal forma que no le estorbara del todo la vista, apenas tuvo tiempo de decir nada ya que el otro revolucionario salió corriendo en dirección contraria a la que ella debía ir ¿Es que iba de broma? ¡Tenía que pensar mejor sus movimientos! la joven revolucionaria se mordió el labio inferior y tras unos pocos segundos comenzó a caminar normalmente, evitando el contacto con cualquier grupo de marines o guardias. Avanzó hasta la barda y la saltó ágilmente aprovechando que todos estaban con la vista sobre Nicklas. Corrió por el jardín hasta una de las paredes y entró por una de las ventanas de la planta baja, asegurándose de que ningún sirviente la viera, ocultándose en las cortinas y aprovechando el nulo movimiento de personal, avanzó hasta la parte que ardía en llamas.
Una vez llegó a las escaleras, armó su bastón Bo y aprovechó cada rincón de la casa con cortinas largas para poder ocultarse, pero debido al fuego era más que fácil seguir avanzando ya que los que estuvieran dentro estaban más que preocupados por apagar el fuego que su compañero revolucionario se había tomado la molestia de formar. Se escabulló hasta el tercer piso y se encontró con un par de sirvientas a las cuáles golpeó en la cabeza para dejarlas inconscientes, posteriormente arrastrándolas a una de las habitaciones y cerrando la puerta una vez las dejó dentro, siguió su camino hasta que en una de las habitaciones escuchó la voz de un hombre que gritaba enfurecido, se asomó sigilosamente y se encontró al hombre que gritaba por medio de un den den mushi a probablemente los guardias que estaban persiguiendo a Nicklas — ¡Atrapenlo! ¡Lo quiero vivo para yo mismo asesinarlo! — esas palabras llenaron de preocupación a la peliazul, por lo que sacudió la cabeza para olvidarse de ello y estar concentrada en lo que estaba a punto de hacer.
Fue cuestión de segundos en los que entró sin ser vista llegando por la parte de atrás al hombre vestido de azul con peluca blanca rizada, le dió dos golpes en la cabeza con el bastón Bo, tirándolo al suelo. Posteriormente se aseguró de apagar la transmisión del den den mushi y de arrastrar su pesado cuerpo lejos de la entrada y de la ventana, tomó un par de cortinas y las rompió en tiras no muy gruesas para improvisar una soga y amarrarlo de los pies y de las manos — ¡Con un demonio, sí que pesas! — exclamó mientras se retiraba el sudor de la frente y seguía con los varios amarres, colocando finalmente uno en sus ojos y otro más en su boca. Tomó una jarra con vino de lo que parecía el escritorio y se lo tiró en la cabeza, despertándolo — Despierta maldito — comenzó a hablar la peliazul con la voz más ruda que le pudo salir — La cosa está así, yo pregunto, tú respondes, si me mientes, te mato, si gritas, te mato y si cooperas te dejaré vivir incluso cuando no lo merezcas — movió la silla detrás del escritorio y con aún el bastón Bo en la mano se sentó frente al cuerpo en el suelo de aquél hombre — ¿Entendiste? — preguntó una vez más a lo que el hombre asintió.
Juuzou Yamazaki
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Creado por Nicklas Vermillion Vie Jun 17, 2016 10:57 pm
De callejón en callejón, casa en casa, incluso en las cercanías del gran castillo que sobresale si observas desde lejos la isla perteneciente a la realeza, así es como me la llevaba, corriendo por mi vida y a la vez arrastrando un gran problema a mis espaldas. ¿La solución? despojarme de esta capucha y continuar mi camino como un completo desconocido, pero para ello, debía conocer la situación de Juuzou, y es que me había alejado tanto de la casona que me encontraba a pocos metros de la costa, de meterme ahí, caería en desventaja, con mi habilidad de nadador no bastaría como para superar las naves de las cuales disponen los marines, era un escenario complejo y poco a poco mis piernas se agotaban mas y mas.
-Hah... Hah... Hah... "estoy empezando a sudar... eso es bueno para la salud pero me estoy exigiendo demasiado, dentro de un poco tiempo ya no podre seguir corriendo, debo buscar una ruta de escape, al parecer los marines y..." Hah... "guardias, todos ellos, me están tratando de tender una trampa para volver a resguardar al ricachon, si logro ganar algo mas de tiempo y escapar a la vez de estos, me doy por pagado, no creo que la chica se demore mas del tiempo que le he dado..."
Los había provocado a tal punto que todos me estaban siguiendo, inclusive peleaban entre ellos para decidir quien se quedaba con mi cabeza o quién se daría el placer de atraparme, inmovilizarme y patearme el trasero. El próximo paso era simple, correr alrededor de la periferia del bosque, para confundirme entre las hierbas, hacer que me pierdan el rastro y así dirigirme a la cafetería donde esperaba que me encontrase con la joven.
Llegue al lugar esperado y continuaban siguiéndome. La vegetación era tan densa que de seguro lograría mi cometido, de no ser por un loco marine que estaba a punto de cometer algo que no esperaba hiciese nadie de la justicia en su sano juicio. El lugar se incendió repentinamente y cuál guepardo tras una gacela ya me encontraba en presencia de un siniestro, las llamas estaban aumentando a gran velocidad, tanto así que si se dejaba continuar este fenómeno, probablemente llegaría a los poblados. Era una situación positiva para mi, ya que el fuego logro dividirnos, aunque no podía sentirme mas decepcionado de lo que observe, jamás pensé que llegarían a tanto por capturar a un desconocido que simplemente se rebelo ante la opresión de los mas influyentes, era un sentir dulce y agraz, incómodo momento.
-Maldición, no me habrán atrapado pero han dañado la naturaleza. Marines, agentes del gobierno, hasta los mismos civiles con experiencia en combate, todos son unos imbéciles cegados por un poco de autoridad...-
Apretaba el puño mientras me deshacia de la capucha sin que me observasen por la intensidad de las llamas y corrí en la misma dirección de la cual hace unos cuantos minutos atrás había escapado, fijando como objetivo la cafetería Buen aroma, y si las cosas resultaron con mayor complicación, iría a por la muchacha por su rescate, solo esperaba no tener que pasar por eso, no quería salir con toda la isla tras nosotros.
-Hah... Hah... Hah... "estoy empezando a sudar... eso es bueno para la salud pero me estoy exigiendo demasiado, dentro de un poco tiempo ya no podre seguir corriendo, debo buscar una ruta de escape, al parecer los marines y..." Hah... "guardias, todos ellos, me están tratando de tender una trampa para volver a resguardar al ricachon, si logro ganar algo mas de tiempo y escapar a la vez de estos, me doy por pagado, no creo que la chica se demore mas del tiempo que le he dado..."
Los había provocado a tal punto que todos me estaban siguiendo, inclusive peleaban entre ellos para decidir quien se quedaba con mi cabeza o quién se daría el placer de atraparme, inmovilizarme y patearme el trasero. El próximo paso era simple, correr alrededor de la periferia del bosque, para confundirme entre las hierbas, hacer que me pierdan el rastro y así dirigirme a la cafetería donde esperaba que me encontrase con la joven.
Llegue al lugar esperado y continuaban siguiéndome. La vegetación era tan densa que de seguro lograría mi cometido, de no ser por un loco marine que estaba a punto de cometer algo que no esperaba hiciese nadie de la justicia en su sano juicio. El lugar se incendió repentinamente y cuál guepardo tras una gacela ya me encontraba en presencia de un siniestro, las llamas estaban aumentando a gran velocidad, tanto así que si se dejaba continuar este fenómeno, probablemente llegaría a los poblados. Era una situación positiva para mi, ya que el fuego logro dividirnos, aunque no podía sentirme mas decepcionado de lo que observe, jamás pensé que llegarían a tanto por capturar a un desconocido que simplemente se rebelo ante la opresión de los mas influyentes, era un sentir dulce y agraz, incómodo momento.
-Maldición, no me habrán atrapado pero han dañado la naturaleza. Marines, agentes del gobierno, hasta los mismos civiles con experiencia en combate, todos son unos imbéciles cegados por un poco de autoridad...-
Apretaba el puño mientras me deshacia de la capucha sin que me observasen por la intensidad de las llamas y corrí en la misma dirección de la cual hace unos cuantos minutos atrás había escapado, fijando como objetivo la cafetería Buen aroma, y si las cosas resultaron con mayor complicación, iría a por la muchacha por su rescate, solo esperaba no tener que pasar por eso, no quería salir con toda la isla tras nosotros.
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Sáb Jun 18, 2016 2:04 am
Retiró el pedazo de cortina que le tapaba la boca al hombre, el mismo empezó a decir un montón de groserías hacia la joven revolucionaria, las mismas que ignoró mientras volvía a su asiento y lo miraba — Muy bien, comienza por decirme ¿De dónde sacas todo tu dinero? — mientras preguntaba, aprovechando que no podía verla en lo absoluto, golpeó con su bastón un jarrón de porcelana como si se tratase de un bate de béisbol contra la misma pelota, el jarrón se rompió y parte de los trozos llegaron al cuerpo del noble — Ambos sabemos que eres un fanático de los minerales y que no eres capaz de pagar honradamente por el trabajo que realizan todas esas personas dentro de la mina ¿O me equivoco? — la sola idea le daba asco, sin embargo no podía simplemente matarlo sin que le dijera — ¡Dímelo! — gritó esta vez molesta, mientras giraba la vista a la puerta en búsqueda de alguna mirada curiosa o de alguna señal que le dijera que lo mejor era marcharse de lugar.
— No acabes con la poca paciencia que me queda, que ganas de partirte la cara no me faltan — musitó molesta — ¡¿Cómo demonios puedes conseguir tantas ganancias con pérdidas nulas?! — esta vez, un golpe directo al estómago logró que el hombre sacara el aire y tosiera varias veces, volviendo a los insultos — ¡No te diré nada, maldita zorra! — un segundo golpe al estómago hizo que pidiera que se detuviera — ¡Es..clavos! — soltó el hombre tosiendo al mismo tiempo. La peliazul lo sabía, sin embargo tenía que confirmarlo con las propias palabras del noble, exhaló molesta y siguió con el interrogatorio con el cuál se había tomado demasiadas libertades con el tiempo, siendo que tenía encima a los guardias y a la marina incluso cuando el chico de antes le había dicho que se encargaría de ser la carnada — Ahora ¿Cómo demonios puedes tener esclavos trabajando sin siquiera preocuparte por caer preso? — la pregunta se respondía sola, pero ella necesitaba reunir información verídica para poder hacer cualquier movimiento, el hombre que tenía atado delante de ella, era de esos que se volvían peces gordos con el paso del tiempo.
Obviamente, era mejor erradicarlos desde el principio. Un tercer golpe, esta vez en el pecho, hizo que la tos se hiciera mucho más fuerte, los insultos, como era costumbre, volvieron a hacerse presentes pero esta vez no tuvo que haber un cuarto golpe para saber que sobornaba a la marina con dinero para que hicieran la vista gorda y él se pudiese seguir haciendo rico con los minerales de la ciudad a costa de todos los demás ciudadanos de la isla — Qué asco me das — exclamó despectivamente la peliazul mientras miraba los documentos en el escritorio de la habitación en la que se encontraban — Te recomiendo que liberes a todas esas personas antes de que alguien con menos paciencia que yo se encargue de ti — obviamente esa amenaza no era más que una advertencia ya que ella sólo debía reunir información, la cual ya tenía.
Tomó los documentos del escritorio, los dobló y los guardó dentro de su sudadera, una vez estuvieron bien fijos salió al pasillo no sin antes asomarse de que no estuviese nadie a la vista, una vez confirmado, corrió por el pasillo hasta unas segundas escaleras, asegurándose de que nadie la siguiera ni que estuvieran en el piso de abajo. Aprovechándose de las sombras y una vez más de las cortinas para pasar desapercibida de todo aquél que pudiera resultar más que problemático para la peliazul. Una vez pilló una ventana abierta saltó y corrió saltando una segunda vez la barda quedando fuera. Esperó que hubiese marines o guardias fuera pero todos estaban corriendo en dirección a una enorme pila de humo, una mucho mayor que la que provenía de la casa cuyo humo se había detenido en parte debido a que ya habían logrado apagar el fuego — Vaya, sí que la ha liado parda ¿Es que el fuego es su especialidad? — susurró mientras corría un par de calles en lado contrario a la cafetería para despistar a cualquiera. Segura de que nadie iba tras ella, se retiró la gorra y se acomodó el cabello retirando todo rastro de sudor, comenzando a caminar en dirección a la cafetería bajando su ritmo cardiaco y atenta a todos a su alrededor, intentando mezclarse con la gente del lugar que parecía consternada por el fuego que de repente comenzaba a consumir la vegetación. Tras varios minutos llegó a dicha cafetería y buscó al chico con la mirada aún desde la puerta mientras dividía su bastón Bo y lo devolvía a la pequeña cinta que se encontraba en su pierna.
— No acabes con la poca paciencia que me queda, que ganas de partirte la cara no me faltan — musitó molesta — ¡¿Cómo demonios puedes conseguir tantas ganancias con pérdidas nulas?! — esta vez, un golpe directo al estómago logró que el hombre sacara el aire y tosiera varias veces, volviendo a los insultos — ¡No te diré nada, maldita zorra! — un segundo golpe al estómago hizo que pidiera que se detuviera — ¡Es..clavos! — soltó el hombre tosiendo al mismo tiempo. La peliazul lo sabía, sin embargo tenía que confirmarlo con las propias palabras del noble, exhaló molesta y siguió con el interrogatorio con el cuál se había tomado demasiadas libertades con el tiempo, siendo que tenía encima a los guardias y a la marina incluso cuando el chico de antes le había dicho que se encargaría de ser la carnada — Ahora ¿Cómo demonios puedes tener esclavos trabajando sin siquiera preocuparte por caer preso? — la pregunta se respondía sola, pero ella necesitaba reunir información verídica para poder hacer cualquier movimiento, el hombre que tenía atado delante de ella, era de esos que se volvían peces gordos con el paso del tiempo.
Obviamente, era mejor erradicarlos desde el principio. Un tercer golpe, esta vez en el pecho, hizo que la tos se hiciera mucho más fuerte, los insultos, como era costumbre, volvieron a hacerse presentes pero esta vez no tuvo que haber un cuarto golpe para saber que sobornaba a la marina con dinero para que hicieran la vista gorda y él se pudiese seguir haciendo rico con los minerales de la ciudad a costa de todos los demás ciudadanos de la isla — Qué asco me das — exclamó despectivamente la peliazul mientras miraba los documentos en el escritorio de la habitación en la que se encontraban — Te recomiendo que liberes a todas esas personas antes de que alguien con menos paciencia que yo se encargue de ti — obviamente esa amenaza no era más que una advertencia ya que ella sólo debía reunir información, la cual ya tenía.
Tomó los documentos del escritorio, los dobló y los guardó dentro de su sudadera, una vez estuvieron bien fijos salió al pasillo no sin antes asomarse de que no estuviese nadie a la vista, una vez confirmado, corrió por el pasillo hasta unas segundas escaleras, asegurándose de que nadie la siguiera ni que estuvieran en el piso de abajo. Aprovechándose de las sombras y una vez más de las cortinas para pasar desapercibida de todo aquél que pudiera resultar más que problemático para la peliazul. Una vez pilló una ventana abierta saltó y corrió saltando una segunda vez la barda quedando fuera. Esperó que hubiese marines o guardias fuera pero todos estaban corriendo en dirección a una enorme pila de humo, una mucho mayor que la que provenía de la casa cuyo humo se había detenido en parte debido a que ya habían logrado apagar el fuego — Vaya, sí que la ha liado parda ¿Es que el fuego es su especialidad? — susurró mientras corría un par de calles en lado contrario a la cafetería para despistar a cualquiera. Segura de que nadie iba tras ella, se retiró la gorra y se acomodó el cabello retirando todo rastro de sudor, comenzando a caminar en dirección a la cafetería bajando su ritmo cardiaco y atenta a todos a su alrededor, intentando mezclarse con la gente del lugar que parecía consternada por el fuego que de repente comenzaba a consumir la vegetación. Tras varios minutos llegó a dicha cafetería y buscó al chico con la mirada aún desde la puerta mientras dividía su bastón Bo y lo devolvía a la pequeña cinta que se encontraba en su pierna.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nicklas Vermillion Sáb Jun 18, 2016 11:39 am
Con las manos en los bolsillos y sin dar vuelta la mirada atrás, a paso lento y con el cabello grisáceo al descubierto, me hallaba caminando entre toda la gente. Mi expresión era muy seria y miraba de reojo a todas las personas para saber si alguien fijaba su atención en mi por x motivo, al parecer estaba pasando desapercibido y había gente de mi tamaño y complexión similar, por lo que no me ponía nervioso en que me pudieran comparar con el encapuchado que estaba mostrando ser hasta hace unos cuantos minutos antes. El sol estaba brillando fuertemente, despidiéndose del atardecer con un destello naranjo oscuro, muy particular de esta escena, transmitía una calma envidiable, de hecho, podía observar como la gente fotografiaba desde distinta altura y ángulos posibles para captar esa hermosa postal. Me quede pasmado mirando el cielo y como se ocultaba el sol, por un momento olvide todos los problemas por los que estaba pasando e incluso casi que no iba al punto de encuentro con la chica, de no ser por un equipo de bomberos que iban en un medio de transporte a detener el incendio provocado por los mismos justicieros, vaya día repleto de trabajo para los verdaderos héroes encargados de salvar vidas, a la larga me lo agradecerán, a mi y a toda la facción con ideales mas puros y sinceros que cualquier otra asociación.
Espabile y seguí mi camino, pero ni si quiera podía dar con el lugar y la dirección en concreto, no tuve otra opción mas que preguntar a los habitantes de la zona. Busque a la persona que mejor impresión me diera en cuanto a conocedor/a de la isla fuese desde historia natural hasta los locales comerciales como es el caso que estaba buscando. Tras mirar entre varias personas observe a un par de ancianos fumando un habano sentados en una banca frente a un parque, me acerque a estos y les pregunte por el local en especial, a lo que ambos me miraron y me señalaron con el dedo apuntando hacia el otro lado de la calle, pasado el parque, al frente, se podía observar el sitio. Agradecí, aunque no basto con esto, me empezaron a preguntar un montón de cosas, seguro traía pinta de que no tenía nada que hacer, esto era bueno por la distracción que quería generar pero malo porque quizás me estaba retrasando y podría poner en problemas a Juuzou.
-Gracias por la información, me temo que debo retirarme, nos vemos señores-
Corrí dentro del mismo sector, observando a los niños jugar en el interior, a las familias recreándose con sus mismos críos y mascotas. En linea recta siempre me mantuve para no distraerme del objetivo, donde a lo lejos, podía divisar la cafetería, con un estilo típico de estos lugares, un ambiente serio desde afuera pero donde podías te podías relajar por horas y horas, dependiendo de los gustos de cada quien claro. Al estar a unos cuantos metros del local, pude ver a la chica Juuzou de espalda a punto de entrar al interior del recinto, la reconocí por su figura y cabellera azul, no era muy habitual dentro de lo que había visto en el tiempo que llevaba aquí. Para jugarle una broma, que sabía me podía costar un poco cara pero de todos modos ya estaba decidido, le agarre de los brazos en una posición inmovilizadora e intentando cambiar la voz le dije Ríndete, estás arrestada. Solo reía por dentro, estaba contento de que todo saliera bien, al parecer, y ya me estaba preparando para abandonar la isla luego de conocer la información que hubiera logrado recolectar la joven.
Espabile y seguí mi camino, pero ni si quiera podía dar con el lugar y la dirección en concreto, no tuve otra opción mas que preguntar a los habitantes de la zona. Busque a la persona que mejor impresión me diera en cuanto a conocedor/a de la isla fuese desde historia natural hasta los locales comerciales como es el caso que estaba buscando. Tras mirar entre varias personas observe a un par de ancianos fumando un habano sentados en una banca frente a un parque, me acerque a estos y les pregunte por el local en especial, a lo que ambos me miraron y me señalaron con el dedo apuntando hacia el otro lado de la calle, pasado el parque, al frente, se podía observar el sitio. Agradecí, aunque no basto con esto, me empezaron a preguntar un montón de cosas, seguro traía pinta de que no tenía nada que hacer, esto era bueno por la distracción que quería generar pero malo porque quizás me estaba retrasando y podría poner en problemas a Juuzou.
-Gracias por la información, me temo que debo retirarme, nos vemos señores-
Corrí dentro del mismo sector, observando a los niños jugar en el interior, a las familias recreándose con sus mismos críos y mascotas. En linea recta siempre me mantuve para no distraerme del objetivo, donde a lo lejos, podía divisar la cafetería, con un estilo típico de estos lugares, un ambiente serio desde afuera pero donde podías te podías relajar por horas y horas, dependiendo de los gustos de cada quien claro. Al estar a unos cuantos metros del local, pude ver a la chica Juuzou de espalda a punto de entrar al interior del recinto, la reconocí por su figura y cabellera azul, no era muy habitual dentro de lo que había visto en el tiempo que llevaba aquí. Para jugarle una broma, que sabía me podía costar un poco cara pero de todos modos ya estaba decidido, le agarre de los brazos en una posición inmovilizadora e intentando cambiar la voz le dije Ríndete, estás arrestada. Solo reía por dentro, estaba contento de que todo saliera bien, al parecer, y ya me estaba preparando para abandonar la isla luego de conocer la información que hubiera logrado recolectar la joven.
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
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