Los llamados "Keepers of Zeitura" habían estado navegando por el West blue desde hace varios días con rumbo a la famosa isla "Ohara", cuna de los mas famosos arqueólogos e investigadores que alguna vez el mundo tuvo la dicha de ver, aunque prácticamente estos habían desaparecido junto a su isla,o mejor dicho los había hecho desaparecer pues había rumores que hablaban sobre que el gobierno mundial había dado la orden de extinguir a todo habitante de la isla puesto que se les consideraba una amenaza a causa de su manejo de información e intención de revelar todo el conocimiento sobre la historia que habían recabado por años, un conocimiento que no debía salir a la luz ya que cambiaría el rumbo de la historia como la conocemos,por dicha razón sufrieron un ataque a gran escala terminado con la vida de todo "Ohariano" en el lugar, aun que todo era mas que un rumor que iba de boca en boca por los habitantes de islas cercanas a Ohara. Lo que no era un rumor es que las personas del lugar manejaban mucha información de diferentes ámbitos,la cual era de mucha importancia para Galya la pequeña sacerdotisa Zeitura,por lo que había dicho la peliblanca,dicha información estaba escrita en un libro y era de dicha importancia para seguir con su misión de predicar las enseñanzas de sus tres deidades,razón mas que suficiente para viajar a Ohara.

Tras el largo viaje al fin habían llegado a tierra firme,el lugar donde desembarcaron por primera vez era un pobre puerto muy pequeño y abandonado donde Gallagher fue el primero en bajar,al dar el primer paso en el puerto este pudo escuchar claramente como la madera crujía bajo sus pies,se preguntaba como aun seguía  en pie este lugar.Ató el cabo de amarre al puerto para que su embarcación no fuese a ser llevada por la marea después dirigió su vista a lo que quedaba de Ohara,solo cimientos de lo que al parecer era un gran árbol  y algunas edificaciones en ruinas,justamente en ese mismo instante sus dos compañeros de hermandad bajaban del barco,-Bien..,no perdamos tiempo y busquemos esa información,Galya,debes dirigirte directamente a ese lugar.-dijo señalando lo que quedaba de aquel árbol gigante,-Yo iré al pueblo en busca de habitantes,no quiero llevarme sorpresas en algún futuro cercano.-dijo bastante tranquilo explicando lo que haría,-Y tu Ryu,puedes seguirme pero por favor no estorbes.-de manera natural se dirigió a su otro hermano Zeitura sin ningún tipo de tacto pues era una característica de Gallagher,conversar sin medir sus palabras, pronunciando lo que su mente procesaba sin ningún tipo de tapujo,-Por cierto,si decides ir con Galya tendrás que cruzar un lago asi que procura que no caiga al agua,recuerda que no sabe nadar.-finalizó el pelirrojo para después ponerse a caminar rumbo al pueblo de Ohara,-Nos vemos antes del anochecer.-dijo sin mirar atrás siguiendo su camino.

Ahí se encontraba la joven sacerdotisa, sentada en la baranda del barco. Mecía sus pies con libertad mientras inhalaba con total libertad la refrescante brisa que traiga consigo el mar. Observaba como Gall hacía los preparativos para el desembarco en la cicatrizada isla. Cualquiera hubiera sido el evento que trajera la destrucción a Ohara, sería una marca de la cual jamás se recuperaría ni lo hará. Para cuando alcanzaron el pobre muelle que los esperaba, el pelirrojo bajo para asegurar la embarcación. Si bien no era lujosa ni portaba arsenales de combate, cumplía su principal función de transportarlos en estas tranquilas aguas. Y así lo había estado haciendo desde hace meses. Por fortuna, no se habían tropezado con problemas mayores en altamar, pues habría sido difícil afrontarlos. Las deidades los protegían.

La razón que los traía a tan desolado ambiente, era lo que hizo a Ohara famosa en su tiempo, información. Galya sabía de antemano que la predicación en pueblos no había sido el medio más efectivo hasta la fecha. Esto se debía a que pocos los tomaban en serio, y aquellos que aceptaban sus palabras no eran dignos de ingresar. Su mayor preocupación era que si no había sido efectivo aquí, lo sería aún menos en el Grand Line. Pese a ser apenas una adolescente cuando dejó su tierra de Skypiea, que dejaría de llamar hogar, sus recuerdos de las islas que visitó en ese mar estaban grabados en su memoria. Los humanos eran incrédulos ante una deidad mayor que cualquiera de ellos. Talvez era así pues les atemorizaba saber que a qué podrían estar destinados. Sin embargo, escuchó historias de algo que podría serle útil. De personas que en un pasado obtuvieron un poder que podría dominar al mundo, y aún así convivian con él. Porque adoraban a sus divinidades y respetaban sus deseos. El saber más acerca de esa cultura podría ayudar a Galya, y conocía de boca de uno de sus hermanos de culto que en Ohara podría ser el sitio donde reside un libro con parte de ese conocimiento. Era su deber recuperarlo.

Para cuando el navegante terminó con su labor, Galya bajó del pequeño navío. Como ya era costumbre, iba vestida con tu atuendo negro. Aquello que no era tan común es que portara su par de revólveres favoritos. Pues si bien el arte del disparo había crecido en práctica con ella, no habían sido demasiadas las ocasiones en las que tuviera que utilizarlo en situaciones de riesgo. Pues confiaba en la tutela de sus compañeros. -Estoy de acuerdo. -Añadió la sacerdotisa tras la orden del navegante. Si bien ella podría ser llamada la principal representante del Zeitura, no se veía así misma como una capitana. Por lo que el pelirrojo optaba por tomar la bandera del liderazgo en repetidos momentos. Sin embargo, tras escuchar la última indicación se cruzó de brazos y frunció un poco el ceño. -Gall, recuerda que tengo 22 años. No lo digas como si fuera una niña. -Dicho esto y sin resentimiento, besó su propia mano para luego colocarla en el pecho del navegante. -Que Argo te proteja hermano. -Acto seguido, repitió lo mismo con Ryo. -Que Eria te guie hermano. -Lista para irse, se dirigió con al cocinero, que hasta entonces poco había hablado. -No tienes porque seguirme, pero tampoco te lo impediré. -Guiñó con un gesto un tanto juguetón antes de acabar. -Pero no tendrás que sacarme del agua hoy.

Renuente a ocultar su preocupación por la sacerdotisa, ella aceptó gustosa su compañía. Si bien no los unían lazos sanguíneos, Gallagher y Ryo habían demostrado tal compromiso a la causa, que ella no dudaba del gran futuro que les aguardaba. Si bien a ella no le molestaba la presencia de ninguno, le gustaba que tomaran la iniciativa y fueran más independientes. Era parte de su proceso de preparación para el Juicio y no quería verse ella como un obstáculo para eso llegara a pasar. Además, lo que a veces les costaba entender es que ella jamás estaba sola. O al menos así se sentía. -Ten confianza. Sigamos nuestro camino. -Decidida la división, ambos dejaron al navegante atrás para adentrarse en la isla. No pasó mucho para que Galya se percatara de la ausencia de personas mientras transitaban la maltrecha vía hacia el centro. Fuera de ese detalle, los curiosos ojos de la joven no se apartaban de los restos del que fue un árbol titánico en su pasado. Aún cuando iban en la embarcación pudo observarlo. Sin embargo, ahora que recortaban la distancia, se daba cuenta del verdadero tamaño del ahora triste recuerdo de una gloria perdida. Deseaba haberlo admirado en su mayor esplendor.

La pregunta directa del cocinero rompió de inmediato el trance en el que se comenzaba a sumergir la peliblanca. -¿Ah? -Dijo a modo de reflejo mientras recuperaba la realidad en la que estaba. -Disculpa. Trataba de imaginar que llevó a tan majestuoso árbol a su inevitable fin. Eria no me lo ha querido revelar. -En un tono de lástima enmarcó la última frase, aunque no dejó que impregnará sus pensamientos. -La información que buscamos… -Se repitió para recapitular. -No lo sé. -Aclaró con total sinceridad. -En realidad poco conozco de los misterios que envuelven a este sitio. Pero sabía que teníamos que venir. -Como tenía presente que esa explicación iba a ser insuficiente para el luchador, trató de concretar un motivo más certero. Pues tampoco andaban buscando a la deriva. -¿Recuerdas a Zekyr, el primer Susurrador? -La interrogante no esperaba respuesta, pues cualquiera fuese no tenía relevancia para el punto al que quería llegar. -Nuestro hermano, quién recibió la tutela de Nil, es originario de estas desoladas tierras. Encomendados al conocimiento, su gente llegó a recopilar tanto mitos extintos como textos sin descifrar. Algunos albergan simples cuentos que los padres jamás volverán a contar a sus hijos. Otros la historia misma de una cultura. He oído de boca de él sobre una en particular. Tan antigua como la humanidad, aunque no tan decadente. ¿Por qué? Servían a sus deidades y veneraban su palabra.

-Él no estuvo presente cuando sucedió la tragedia de Ohara, por lo que desconoce lo que sucedió. Sin embargo rechaza la idea que tantos ejemplares, bajó el velo de la biblioteca, desaparecieran para siempre. Si bien no me encomendó a venir hasta aquí, yo misma lo debía corroborar. Además, de encontrar el libro que habla sobre estos ancestros, sería una pieza de gran valor para nosotros. -Tras lo dicho, reanudó la marcha. Pues se había detenido para ser clara con sus palabras. -Recuerda. No olvidamos el Pasado, aprendemos de él.

Gallagher había tomado el camino maltrecho rumbo al pueblo de Ohara,¿la razón?,el simple hecho de verificar que estuviera abandonado como se suponía que debería estarlo,no quería toparse con alguna emboscada durante su estadía en la isla así que iría en busca de ladrones,piratas o caza recompensas que tomarán como base dicho lugar,"Siempre ve un paso adelante de tu enemigo"era una de las frases que Gall mas recordaba ya que cuando era un esclavo escuchaba  muy frecuente esa frase por parte de su amo el cual era un rico comerciante inmiscuido en negocios sucios los cuales en ocasiones  conllevaban a matar a sus enemigos,su vida de esclavo era algo que no le gustaba recordar pero de algo estaba seguro es que había aprendido varias cosas siendo uno.

El pequeño pueblo estaba mucho mas cerca que el gran árbol donde Galya y Ryo se dirigían consecuentemente el llego mucho mas rápido a su destino que ellos,al llegar efectivamente confirmó que era un lugar completamente destruido,en si la mayoría eran escombros aunque aun quedaban algunas edificaciones en pie,Gall entró a una de ellas que al juzgar por su aspecto se trataba de una vivienda,en vez de puerta esta contaba con una cortina algo estropeada por el pasar del tiempo,al recorrerla observó lo que había en su interior esperándose encontrar al menos con alguien viviendo en el lugar pero lamentablemente no había nada en lo absoluto,solo algunas cosas llenas de polvo en las cuales una le llamó la atención en específico,era una muñeca que se encontraba en el suelo,la tomó en sus manos por varios segundos para después fijar su atención en una portarretrato colgado en la pared,en ella se observaba una mujer con una pequeña en sus brazos  sosteniendo la misma muñeca que el sostenía,-"Ante los ojos de ellos,todos eran culpables".-pensó Alex mientras dejaba la muñeca en la mesa empolvada y después salia del lugar,alzó la vista y contó las edificaciones que aun faltaban por revisar,no eran muchas pero si le tomaría algo de tiempo revisarlas todas.

Una por una fue revisando cada edificación, realmente no encontraba nada importante en ninguna, al menos se alegraba de que no hubiera ninguna “sorpresa” esperándolo en la isla de Ohara, ahora podría darle alcance a sus hermanos en el gran árbol.

Solo le faltaba una vivienda por revisar y la cual, al igual que la primera, esta no tenia demasiados daños se podría considerar habitable, Gall se acerco a la vivienda y abrió la puerta para entrar ya que esta contaba con una en vez de una cortina como la anterior, a simple vista parecía abandonada pero pronto, de lo que al parecer era la cocina salió un anciano bastante pequeño tal vez un poco mas pequeño que su capitana Galya, este traía consigo una tetera y una taza en sus manos que dejo en una mesa para después tomar asiento cerca de ella, prosiguió con la elaboración de té como si no hubiera visto al pelirrojo, tras darle el primer sorbo observó al navegante, -Bienvenido joven.- hablo bastante tranquilo mientras saludaba de lejos con una de sus manos, -Hola….-Gall correspondió al saludo, -¿Qué te trae a esta isla inhabitada hijo?.- el hijo de Argo no notó algún peligro en el anciano así que decidió contestar a su pregunta, -Información….-el anciano dio otro sorbo a su bebida para después continuar, -Creo que ambos venimos con el mismo objetivo.., Por qué no me cuentas que clase de información buscas mientras tomas algo, ¿te parece? .- lo invito a sentarse en la misma mesa que el, a Gall no le pareció tan mala idea y acepto contarle algo sobre su búsqueda , tal vez el anciano conocía un poco el lugar y sabría donde empezar a buscar el dichoso libro.

El gigantesco ser azul había despertado de su estado de letargo sobre las tablas que había cortado para mejorar y reparar su pequeña gran embarcación monoplaza para él. Su sueño había sido bastante placentero y las imagenes que le acompañaron le dieron la idea perfecta para la figura que iba a dejar en esa isla, con su gubia realizó la imagen que parecía un grigante oso con una espada y comprimido en un fragmento de madera cuadrado de 3 metros x 3 metros. Lo colocó junto donde yacía el árbol, hace muchos años biblioteca, de Ohara.

Debía dirigirse hasta el mar, pensó en recorrer una zona diferente a la que había recorrido previamente para ver si se encontraba con algo diferente. Que tantas cosas podían haber en esa isla que parecía tan devastada y desértica. A fin de cuentas lo mejor sería solo dar una vuelta, era la última carga de madera y la menos pesada, solo le restaría trabajar un poco en su embarcación. A menos que se encontrara algo de camino.

Empezó a cargar las tablas que había cortado y sobre las que había dormido para toparse con una escena un cuanto memorable. Era un tipo pelirrojo, le sonaba haberlo visto en algún lado pero no recordaba donde, al recordar a los humanos sol por detalles tan marcados como ese claramente le sonaba. Lo había conocido en Shells Town pero ya lo había olvidado. El tipo estaba hablando con un anciano. A Odín que la verdad en esa época le faltaban muchos modales y por aprender se acercaría a lo que parecía una vivienda maltrecha diciendo -Humano rojo, me suena que te conozco. ¿Habíamos luchado o eras un humano amable?- al llegar por el lado derecho, Gallagher le daba la espalda y no se había percatado de la gran figura que se acercaba a paso lento y con una gran carga de madera entre sus gigantescas hombros.