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Creado por William J. Blazkowicz Sáb Ago 06, 2016 3:27 pm
El grupo de revolucionarios recién formado estaba recibiendo un mensaje bastante importante por una vía segura, el den den mushi fijo que se encontraba protegido por el shiro den den mushi, comunicaba que en las islas organ había un operativo logístico del gobierno mundial. Como uno de los revolucionarios de mayor rango en los mares azules, le correspondía a William y a su grupo hacerse cargo de sabotearlo. Pero había un problema, la vigilancia de la marina, cosa que también estaba en el mensaje. Eso dejaba bastante preocupado al capitán, porque desconocía que tan fuertes eran los marines, aun así la misión era bastante sencilla, llegar, llevarse la carga que esos transportistas estuviesen trasladando e irse. Aun así, eso implicaba luchar contra la marina, cosa no demasiado entusiasmarte a decir verdad.
Como buen estratega que era, William llego a la isla donde informaron de la presencia del convoy, pero desde el otro extremo. No quería encontrarse con visitas sorpresas por parte de la marina, y comenzó a dar algunas ordenes – bien, como saben nos han encomendado sabotear un operativo del gobierno mundial, no es la primera vez que hacemos una misión como esta, pero lo que hay que recordar primeramente que nosotros no estamos buscando una batalla campal, llegamos, destrozamos los aparatos, tomamos la carga y nos vamos – dice bastante calmado – por otro lado, hay presencia marine en la isla, de modo que debemos estar listos para luchar – los reclutas a bordo del Essex estaban nerviosos, pero con un fuerte golpe al mástil del barco propinado por William todos parecían calmarse – Para minimizar el factor alerta y evitar poner mucha gente en peligro, me llevare conmigo a Enishi y Nicklas, nosotros iremos y montaremos una distracción mientras los demás se mueven por el bosque para iniciar el operativo – una vez dicho eso todo el mundo se puso en marcha.
El grupo de tres revolucionarios ingreso al interior de la isla a pie, la maniobra era bastante sencilla. Se separaron en 2 grupos, uno conformado solamente por William y el otro tanto por enishi como por Nicklas. Una vez lo bastante cerca era momento de actuar, el luchador se le fue de frente al primer marine que se le cruzo por el medio, dándole un golpe directamente en la base del cráneo con su nunchaku – ¡Que empiece la fiesta! – exclama mientras gira su nunchaku. Llevaba un atuendo bastante sencillo, su indumentaria regular salvo que no llevaba camisa, pero si llevaba sus armas, tanto los guanteletes como el nunchaku.
Como buen estratega que era, William llego a la isla donde informaron de la presencia del convoy, pero desde el otro extremo. No quería encontrarse con visitas sorpresas por parte de la marina, y comenzó a dar algunas ordenes – bien, como saben nos han encomendado sabotear un operativo del gobierno mundial, no es la primera vez que hacemos una misión como esta, pero lo que hay que recordar primeramente que nosotros no estamos buscando una batalla campal, llegamos, destrozamos los aparatos, tomamos la carga y nos vamos – dice bastante calmado – por otro lado, hay presencia marine en la isla, de modo que debemos estar listos para luchar – los reclutas a bordo del Essex estaban nerviosos, pero con un fuerte golpe al mástil del barco propinado por William todos parecían calmarse – Para minimizar el factor alerta y evitar poner mucha gente en peligro, me llevare conmigo a Enishi y Nicklas, nosotros iremos y montaremos una distracción mientras los demás se mueven por el bosque para iniciar el operativo – una vez dicho eso todo el mundo se puso en marcha.
El grupo de tres revolucionarios ingreso al interior de la isla a pie, la maniobra era bastante sencilla. Se separaron en 2 grupos, uno conformado solamente por William y el otro tanto por enishi como por Nicklas. Una vez lo bastante cerca era momento de actuar, el luchador se le fue de frente al primer marine que se le cruzo por el medio, dándole un golpe directamente en la base del cráneo con su nunchaku – ¡Que empiece la fiesta! – exclama mientras gira su nunchaku. Llevaba un atuendo bastante sencillo, su indumentaria regular salvo que no llevaba camisa, pero si llevaba sus armas, tanto los guanteletes como el nunchaku.
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Nicklas Vermillion Dom Ago 07, 2016 5:52 pm
Cuando pensé que viajaríamos en barcos separados, el revolucionario que nos fue a recoger en Tequila wolf prefirió hacernos subir al suyo como un gesto de cortesía o para relacionarnos mas para saber si eramos de confianza y a su vez nos servía tanto a mi como a Juuzou para verificar de que no se trataba de una especie de engaño/secuestro o como se le quiera llamar. El ambiente era muy extraño en la isla nevada y brumosa, me gustaban los climas fríos y el agua congelada para que decir, junto a la taberna y a su festivo entorno, no me podía quejar de nada, pero el hecho de que no pudiéramos estar mas allá de unas cuantas horas y nos tuviéramos que ir de inmediato era de temer, al menos no nos ocurrió nada y logramos escapar de una pieza y con unas cuantas jarras de alcohol, nada de lo que un hombre se quejaría jamás, o por lo menos de un alcohólico avanzado.
Fui a revisar que tan asegurado estaba mi barco al de los demás revolucionarios. Jale de las muchas cadenas y cuerdas que enlazaban los navíos, al parecer no había problema con ello y podía estar mas tranquilo. La jovencita que me acompañaba al parecer había ido a tomar una siesta, estaba muerta de frío y eso que la gente de piel blanca generalmente es mas resistente a las crudas temperaturas de invierno, seguro le había pasado la cuenta la fugaz estadía en aquella isla del East Blue. Me acerque al líder de la división y escuche los planes que tenía en mente. Me impaciente cuando escuche la palabra "pelear", lugar al que iba, lugar en el que me tenía que enfrascar en una mocha. No refunfuñe ni nada, pero no me agradaba la idea, aún así los enemigos no creo que fueran muy complicados, con mis conocimientos como luchador seguro bastaba.
-Cuenten conmigo en esto, pero la chica que me acompañaba seguro se siente agotada, debe descansar por el momento-
Seguí el plan al pie de la letra, me fui con el espadachín con el que no había intercambiado muchas palabras pero seguro que en este momento nos soltaríamos y conoceríamos mas por medio de las armas. Al pisar tierra y adentrarme un poco en ella, pude ver como un pelotón de marines estaban un poco alterados y se comunicaban por medio de Den Den Mushi con otro soldado que estaba a la lejanía, se notaba que algo raro estaba ocurriendo y ellos se disponían a abandonar el sitio, pero como dijo el tal William, tenía que crear una distracción y eso es lo que haría, no quería arruinar los planes y menos en la primera misión como aliados.
-De aquí no se mueven perros sarnosos, vengan de a uno-
Con las tonfas en manos y mirada baja para que no me miraran al rostro, me preparaba para sus ataques y para dejarlos en ridículos, ninguno de ellos aparentaba ser una seria amenaza.
Fui a revisar que tan asegurado estaba mi barco al de los demás revolucionarios. Jale de las muchas cadenas y cuerdas que enlazaban los navíos, al parecer no había problema con ello y podía estar mas tranquilo. La jovencita que me acompañaba al parecer había ido a tomar una siesta, estaba muerta de frío y eso que la gente de piel blanca generalmente es mas resistente a las crudas temperaturas de invierno, seguro le había pasado la cuenta la fugaz estadía en aquella isla del East Blue. Me acerque al líder de la división y escuche los planes que tenía en mente. Me impaciente cuando escuche la palabra "pelear", lugar al que iba, lugar en el que me tenía que enfrascar en una mocha. No refunfuñe ni nada, pero no me agradaba la idea, aún así los enemigos no creo que fueran muy complicados, con mis conocimientos como luchador seguro bastaba.
-Cuenten conmigo en esto, pero la chica que me acompañaba seguro se siente agotada, debe descansar por el momento-
Seguí el plan al pie de la letra, me fui con el espadachín con el que no había intercambiado muchas palabras pero seguro que en este momento nos soltaríamos y conoceríamos mas por medio de las armas. Al pisar tierra y adentrarme un poco en ella, pude ver como un pelotón de marines estaban un poco alterados y se comunicaban por medio de Den Den Mushi con otro soldado que estaba a la lejanía, se notaba que algo raro estaba ocurriendo y ellos se disponían a abandonar el sitio, pero como dijo el tal William, tenía que crear una distracción y eso es lo que haría, no quería arruinar los planes y menos en la primera misión como aliados.
-De aquí no se mueven perros sarnosos, vengan de a uno-
Con las tonfas en manos y mirada baja para que no me miraran al rostro, me preparaba para sus ataques y para dejarlos en ridículos, ninguno de ellos aparentaba ser una seria amenaza.
Nicklas Vermillion
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Enishi Dom Ago 07, 2016 9:31 pm
Los nuevo grupo de revolucionarios había sido formado hace no mucho, lo bueno es que se notaban personas de fiar, para el bienestar de todos. El pelirrojo estaba acostumbrándose de apoco a las nuevas caras pero siempre mostrando su careta más protectora con los nuevos y los antiguos, de los pocos, que habían permanecido, de ésos que no corrieron como perritos. El espadachín consumía demasiado alcohol en los últimos días, su aliento no apestaba pero si traía como siempre un estado algo agotado como si durmiese poco, no traía ganas de mucho pero si los altos mandos ordenaban una misión pues así se haría.
Tras un tiempo llegó las indicaciones de hacer algo, solo se limitó a escuchar lo que decía el encargado del grupo, William. Se rascó la cabeza y bostezó tomando las indicaciones debidas. Se arregló la ropa, sus trajes de Wano relucían preciosos hoy, sus espadas, le acompañaban igual. Se rascó la panza en lo que escuchó como su compañero, Nicklas, de los nuevos hacía alusión a la pequeña chiquilla que se les había unido. Sonrió un poco, se le acercó posando su mano diestra en el hombro del mismo caminó por el lado de él, sonriendo, añadiendo unas palabras.
—Esa pequeña con aroma a talco, es mejor que se relaje. El hermano Enishi la cuidará desde ahora. No te preocupes, ¿vale?— Finalizó con una sonrisa tan simpática como la de todos los días. Hoy no estaba consumiendo alcohol, eso era bueno ya que recordó a esa mujer de cabellos blancos, la que le gusta. Era el momento indicado para moverse, los grupos habían sido formados y esto le serviría al espadachín de cabellos de fuego para conocer más a su aliado nuevo, seguro formarían una alianza interesante pero eso se va forjando a medida de que las aventuras van surgiendo, los peligros que ponen a prueba a todos igual.
Enishi tenía clara su misión, hacer de distracción y eso sería lo que haría en el momento aquel. Las palabras de su compañero le hicieron reír un poco, si que tenía la boca bastante ligera para referirse a los enemigos. El espadachín de los cabellos rojos sacó su katana más hermosa, la meitou y la apuntó hacia adelante. Sí, por el uniforme deberían ser marines o algo por el estilo, se rascó la cabeza y miró con esas orbes celestes tan preciosas, intensas y penetrantes.
—No es nada personal. Me pueden atacar los que gusten, prometo no matarles solo dejarlos inconscientes. Pero no puedo decir lo mismo de mi amigo.— Le rodeó con el brazo el cuello un momento, sonriendo para luego soltarle y ponerse en defensa, estaría preparado para lo que se avecinara, fuese lo que fuese.
Tras un tiempo llegó las indicaciones de hacer algo, solo se limitó a escuchar lo que decía el encargado del grupo, William. Se rascó la cabeza y bostezó tomando las indicaciones debidas. Se arregló la ropa, sus trajes de Wano relucían preciosos hoy, sus espadas, le acompañaban igual. Se rascó la panza en lo que escuchó como su compañero, Nicklas, de los nuevos hacía alusión a la pequeña chiquilla que se les había unido. Sonrió un poco, se le acercó posando su mano diestra en el hombro del mismo caminó por el lado de él, sonriendo, añadiendo unas palabras.
—Esa pequeña con aroma a talco, es mejor que se relaje. El hermano Enishi la cuidará desde ahora. No te preocupes, ¿vale?— Finalizó con una sonrisa tan simpática como la de todos los días. Hoy no estaba consumiendo alcohol, eso era bueno ya que recordó a esa mujer de cabellos blancos, la que le gusta. Era el momento indicado para moverse, los grupos habían sido formados y esto le serviría al espadachín de cabellos de fuego para conocer más a su aliado nuevo, seguro formarían una alianza interesante pero eso se va forjando a medida de que las aventuras van surgiendo, los peligros que ponen a prueba a todos igual.
Enishi tenía clara su misión, hacer de distracción y eso sería lo que haría en el momento aquel. Las palabras de su compañero le hicieron reír un poco, si que tenía la boca bastante ligera para referirse a los enemigos. El espadachín de los cabellos rojos sacó su katana más hermosa, la meitou y la apuntó hacia adelante. Sí, por el uniforme deberían ser marines o algo por el estilo, se rascó la cabeza y miró con esas orbes celestes tan preciosas, intensas y penetrantes.
—No es nada personal. Me pueden atacar los que gusten, prometo no matarles solo dejarlos inconscientes. Pero no puedo decir lo mismo de mi amigo.— Le rodeó con el brazo el cuello un momento, sonriendo para luego soltarle y ponerse en defensa, estaría preparado para lo que se avecinara, fuese lo que fuese.
Enishi
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
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