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Creado por Mikhail D. Black Miér Ago 24, 2016 4:08 pm
Micqueot, sábado por la noche. 08:47 p.m.
Sigh... no tenían porqué ser tan duros
-¡En este preciso instante partes a Micqueot, pedazo de granuja! ¡Y no oses volver de allí hasta que me traigas al menos un reporte completo!- la vociferante orden de parte del superior había supuesto una llamada de advertencia para los Agentes allí reunidos. El grupo, que constataba apenas de cuatro jóvenes de distintos colores y matices no era exactamente lo que se decía una joyita, especialmente si hacemos notar al más desobligado de los cuatro: un joven pelinegro de orejas puntiagudas que mira por la ventana hacia el exterior con gesto de aburrimiento claramente indiferente a la afrenta que al parecer es causada por su misma presencia -¡Te estoy hablando a ti, D. Black! ¡No te hagas el sordo, con un carajo!-el puño cerrado baja a la mesa y eriza la compostura de los tres restantes los que tienen el suficiente tacto y decencia para mantenerse callados y muy, pero muy sutilmente girar las miradas al unísono hacia el muchacho ido aún más, indiferente pues incluso bosteza lagrimeando de un ojo antes de guarecerse ambos manos en los bolsillos y deshacer la formación dando la espalda a las personas en la estancia -Claro, claro... Reporte...- y partió dejando estupefactos a los que quedaron atrás, ¿En verdad sabía a lo que se había metido?
Pero ahora que lo pienso, en realidad yo solito me metí en este maldito embrollo
Han pasado exactamente 65 días desde que llegó al lugar de su misión, y nada digno de contar ha tenido lugar en la pacífica isla de uvas y vino salvo uno que otro granuja que fácilmente luego de ver las dos espadas que el muchacho porta huyen sin oponer más resistencia. Esta noche pasará y la mañana traerá consigo 66 días de vacaciones obligadas. Mikhail comenzaba a preguntarse si en realidad querían librarse de él o solo querían que hiciera su trabajo por una vez, de forma satisfactoria mientras pasea por la noche entre los viñedos cogiendo de vez en cuando una que otra uva con la cola descubierta y arrojándolas a la boca para finalmente escupir la semilla y dejar un caminito que le ayudará a devolerse por donde ha venido, no es muy orientado y a pesar del tiempo que transcurrió caminando entre uvas no ha aprendido a saberse manejar con las locaciones. El rondín nocturno como ha sucedido desde su llegada pasa y termina... ¿Qué es eso?
-¡Ayuda! ¡Es un monstruo!- uno de los ladrones habituales corre por entre el viñedo como si fuera perseguido por su suegra o el mismo diablo -hay diferencia?- y apenas tropieza con el Agente le toma de las solapas de la ropa, míseramente arrastrando el resto del cuerpo en un acto de deliberada y desesperada actuación -¡Me atacó y me quitó todo lo que tenía!- una ceja alzada, silencio y una torcedura de labios es todo lo que el bajo ser recibe, más no la falta de atención. Una inspección rápida a su rostro y ropas demuestran que efectivamente, le faltan dientes y hay raspaduras, golpes marcados por todas partes. Mikhail espera que quien sea que fuera el responsable siga en las cercanías, ¡Esta es una buena oportunidad! -¿Por dónde?- pregunta tumbándolo al suelo para que deje de atosigarlo con su fétido aliento y el ladrón contesta con gesto tembloroso más adelante, por donde ha venido. El CP no pierde tiempo y tras escupir la última semilla justo en el entrecejo del ofendido hombre sale corriendo en su búsqueda
Olfato, se vale de este para captar cualquier aroma diferente al de las incontables frutas que lo rodean, y aunque sigue en línea recta al cabo de un rato capta lo que buscaba: un aroma fino, sutil y floral ¡Woah! Se detiene, ¿Son pasos los que escucha? ¡Lo son! Se agazapa, intentando perderse entre las ramas tupidas del viñedo cual pantera al acecho, incluso su cola se sacude con ansiedad mientras espera... y espera...
Mikhail D. Black
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Creado por Aine Miér Ago 24, 2016 5:15 pm
Una chica de baja estatura que de no ser por su actitud podría hasta decirse que era tierna, con ese concepto en meten la armada revolucionará envió a Aine a una misión muy simple y que no encajaba para nada en su gusto personal, entregar un mensaje, nada dado que era una soldado no podía tratarse de un mensaje de gran importancia para colmo, así que la joven pelirroja se sentía tremendamente ofendida por aquello, sin embargo no era quien para rechazar una orden, además tras cumplir la misión y si no la descubrían podría pasar un par de días en Micqueot y con suerte podría tomar algo delicioso con su primer sueldo que se le pagaría allí mismo.
Finalmente en micqueot cerca de unos viñedos debía de encontrarse con el contacto al cual debía de entregar el mensaje, a las 08 PM, un hombre enmascarado atendió al encuentro, dio la clave y recibió la carta entregada por la pequeña revolucionaría, podría decirse que la misión había fluido como la seda, sin embargo Aine tenía que quedarse en el viñedo para interceptar a posibles perseguidores, treinta minutos después de que el contacto en cuestión se retirará un hombre llamo la atención de la joven, aquel individuo con muy malas pintas se acercó a la "pequeña" joven de quince años de edad mientras hablaba sobre alguna tontería de que estaba perdida y el la ayudaría hasta estar suficientemente cerca para sacar un cuchillo y amenazarla para que entregará el dinero.
Después de darle una paliza al ladronzuelo en cuestión la joven reviso los bolsillos del mismo para encontrar solo cuatro billetes de quinientas berries en el, bastante decepcionante en verdad -No sé por qué esperaba que un ladrón tuviera dinero… aunque es algo, después de todo, ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón- comentó desinteresadamente, posteriormente le soltó con la esperanza de que perteneciera a una banda de malvivientes y vinieran a vengarse por lo de su amigo o algo así, sin embargo nada de eso pasaba mientras que la joven deambulaba por el viñedo.
Finalmente en micqueot cerca de unos viñedos debía de encontrarse con el contacto al cual debía de entregar el mensaje, a las 08 PM, un hombre enmascarado atendió al encuentro, dio la clave y recibió la carta entregada por la pequeña revolucionaría, podría decirse que la misión había fluido como la seda, sin embargo Aine tenía que quedarse en el viñedo para interceptar a posibles perseguidores, treinta minutos después de que el contacto en cuestión se retirará un hombre llamo la atención de la joven, aquel individuo con muy malas pintas se acercó a la "pequeña" joven de quince años de edad mientras hablaba sobre alguna tontería de que estaba perdida y el la ayudaría hasta estar suficientemente cerca para sacar un cuchillo y amenazarla para que entregará el dinero.
Después de darle una paliza al ladronzuelo en cuestión la joven reviso los bolsillos del mismo para encontrar solo cuatro billetes de quinientas berries en el, bastante decepcionante en verdad -No sé por qué esperaba que un ladrón tuviera dinero… aunque es algo, después de todo, ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón- comentó desinteresadamente, posteriormente le soltó con la esperanza de que perteneciera a una banda de malvivientes y vinieran a vengarse por lo de su amigo o algo así, sin embargo nada de eso pasaba mientras que la joven deambulaba por el viñedo.
08:47 PM
La joven de cabello rojo como el fuego se encuentra caminando por entre el viñedo, el ruido del viento que arrastraba aquel aroma de las uvas a través del lugar también hacia ondear la corta melena y producía el repiqueteo de cadenas, cadenas que se encontraban envolviendo ambos brazos y una de las piernas de la revolucionaria mientras que entre sus dedos llevaba un manojo de uvas las cuales lentamente tomaba e iba depositando una a una entre sus labios antes de degustar el sabor de aquellas frutas que si bien no eran del todo de su agrado seguían sirviendo para satisfacer su apetito y entretenerla en lo que llegaba la inexistente pandilla con la cual nunca pelearía -Qué aburrimiento…- comentó en voz baja mientras dirigía su mirada al cielo.Aine
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Creado por Mikhail D. Black Miér Ago 24, 2016 7:51 pm
8:48 p.m.
Ya no son solo pasos, ahora son cadenas, ¿Ah? es raro, pero no tan desconcertante para dejar de lado el hecho de que el aroma sigue ofreciendo al CP la sospecha de que este encuentro será uno... bastante agradable. En efecto, poco menos de un minuto después aparece en escena una adorable chica pelirroja. Los ojos del CP se iluminan y su cola comienza a moverse alegremente rozando las hojas del arbusto en el que se encuentra, apenas a unos 4 metros de la recién llegada y Mikhail... ni en cuenta. Solo hasta que se da el lujo de recordar que está escondido se permite un palmazo en la cara como idiota y procede a escabullirse a la línea siguiente del viñedo siempre agazapado y con la cola lo más bajo posible sin darse cuenta que un trozo de su mechón sobresale de entre su escondite y permanece lo suficiente como para que la chica -si ha estado viendo debidamente- lo note por el rabillo del ojo. Una vez escondido de nuevo se queda quieto, en completo silencio agradeciendo su sangre de depredador y maldiciendo su terquedad en no aprender del todo bien de su madre la correcta forma de acechar a sus presas para que en momentos como este no se meta en problemas
-Al menos tengo mis espadas- se consuela mentalmente. Se pregunta si será capaz de moverse a través de los arbustos sin llamar demasiada la atención; lo último que necesita es llenar su reporte con una detallada descripción de cómo fue que terminó siendo el responsable de la destrucción de media isla -Esa chica debe ser fuerte si dejó a un hombre más grande que ella en ese estado- traga saliva y por fin decide qué hacer. Se agazapa con la misma flexibilidad de un felino, afina la vista justo donde cree y supone que la pelirroja pasará o terminará, y tras unos cuantos segundos de espera salta fuera de su escondite, con la esperanza de rodear esa cintura y percibir aún más cercano ese dulce aroma
Mikhail D. Black
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Creado por Aine Jue Ago 25, 2016 10:31 pm
La joven distraídamente miraba al cielo, ciertamente era una aguerrida luchadora y una médica competente, una persona tremendamente apasionada cuyo corazón ardía en las brasas de la locura por el combate, pero seguía sin ser particularmente atenta a su entorno, probablemente por la falta de experiencia.
Aquel descuido por parte de la revolucionaría trajo como consecuencia que no se enterase de que había una presencia siguiéndola desde el otro lado de algunos viñedos hasta que metió una uva en su boca y pudo sentir un ruido que llamo su atención desde la espalda lo cual hubiera sido demasiado tarde si aquella presencia hubiera deseado hacerle algún daño, por suerte para la pelirroja aquello no era así.
Evidentemente la joven se asustó en el instante que sintió en el como espacio personal se veía invadido por una persona desconocida si su consentimiento ni alguna clase de advertencia, cosa que la hizo reaccionar de forma instintiva apartándose dando un fuerte paso para adelante haciéndola soltar las uvas que llevaba en la mano antes de retroceder con fuerza para lanzar un codazo en dirección al supuesto asaltante.
Al momento de tomar una postura de combate para ver en la dirección que lanzará aquel codazo la muchacha de ojos rojizos se llevó una sorpresa al ver que primero, se trataba de un único asaltante y segundo que había intentado atacarla con una toma en lugar de utilizar las espadas que cargaba -Si eres amigo de ese ladrón déjame decirte que vas a necesitar 100 años para venir a intentar hacerme una toma puerco malviviente y arrogante- la joven dirigió una mirada amenazante al desconocido mientras afinaba sus sentidos en búsqueda de otros agresores, con suerte aquello bastaría para que si había otro enemigo oculto se revelará o que el asaltante retrocediera o intentará empezar la pelea desenvainando sus armas.
Aquel descuido por parte de la revolucionaría trajo como consecuencia que no se enterase de que había una presencia siguiéndola desde el otro lado de algunos viñedos hasta que metió una uva en su boca y pudo sentir un ruido que llamo su atención desde la espalda lo cual hubiera sido demasiado tarde si aquella presencia hubiera deseado hacerle algún daño, por suerte para la pelirroja aquello no era así.
Evidentemente la joven se asustó en el instante que sintió en el como espacio personal se veía invadido por una persona desconocida si su consentimiento ni alguna clase de advertencia, cosa que la hizo reaccionar de forma instintiva apartándose dando un fuerte paso para adelante haciéndola soltar las uvas que llevaba en la mano antes de retroceder con fuerza para lanzar un codazo en dirección al supuesto asaltante.
Al momento de tomar una postura de combate para ver en la dirección que lanzará aquel codazo la muchacha de ojos rojizos se llevó una sorpresa al ver que primero, se trataba de un único asaltante y segundo que había intentado atacarla con una toma en lugar de utilizar las espadas que cargaba -Si eres amigo de ese ladrón déjame decirte que vas a necesitar 100 años para venir a intentar hacerme una toma puerco malviviente y arrogante- la joven dirigió una mirada amenazante al desconocido mientras afinaba sus sentidos en búsqueda de otros agresores, con suerte aquello bastaría para que si había otro enemigo oculto se revelará o que el asaltante retrocediera o intentará empezar la pelea desenvainando sus armas.
- Descripción aproximada del golpe:
Aine
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Creado por Mikhail D. Black Vie Ago 26, 2016 2:03 am
Mikhail, llegado el momento, sabrás que una chica es especial cuando veas estrellas...
¿¡Nyah!? ¿¡Estrellas?! ¿¡Es eso posible?!
El amor pega fuerte, gatito. Nunca lo olvides...
Y no, claro que no olvidaría un golpe como ese pues jamás lo esperó. Quizá había visto demasiadas películas románticas, quizá había sido -más- distraído de lo usual o quizá también simplemente estaba emocionado de ver a alguien nuevo. El caso es que lo que sintió justo en la boca del estómago no fueron mariposas si no un impacto de toro que le sacó el aire y lo proyectó hacia atrás unos cuatro metros por el suelo magullando cada músculo y articulación en el proceso. No fue si no hasta que desenvainada y clavada en el suelo su espada negra detuvo su avance y así agachado, falto de aire alzó la mirada a la chica, una llena de lágrimas y gesto decepcionado -Tú... no eres... nada linda...- replicó levantándose y guardando la espada gris en su funda. Las piernas le temblaban como gelatina y todavía le costaba recuperar el aliento cuando ya comenzaba a andar de nuevo hacia ella con pasos trémulos hasta justo quedar frente a ella, una corta distancia de medio metro que en sueños iba a librarle de un nuevo golpe, y aún así no iba a alzar sus espadas en su contra. Por detrás de él los viñedos habían sufrido una leve sacudida y ahora por donde el híbrido había volado la mayoría de las uvas maduras y no tanto habían quedado en el suelo, como inmóviles canicas llenas de jugo, desperdiciadas, perdidas
Hubo de pasar un par de minutos hasta que el Agente alzó una mano, ofreciéndosela a la adorable y -demasiado- peligrosa pelirroja en un gesto que pretendía ser amistoso -Hagamos paces, ¿Va? He estado varado y solo acá por poco más de dos meses y eres la primera chica/persona que veo en todo este tiempo, me he emocionado y...- estaba dejando de lado lo más importante: el porqué se ha escondido -Bueno, exceptuando esos ladrones. Han intentado tantas veces robarme -mentira, fue una y ni siquiera pudieron tocarle la chaqueta- que he aprendido a esconderme en los arbustos cuando anochece -otra mentira, de las grandes...
¿Cuál es tu nombre? ¿Porqué estás acá? Eran dos de las preguntas que más quería hacerle, pero no era el momento; seguiría viendo la posibilidad de llenar su reporte con este encuentro, después de todo que una chica sepa defenderse así... ¿Era pirata? Si era así no podía estar sola y esto era probablemente una emboscada
-Rin Okumura- terminó dándole el nombre falso que alguna vez usó en el pasado para salirse con la suya -Explorador y Espadachín de Zou... soy mitad mink pantera, mi cola lo prueba-a la mención la extremidad pareció cobrar vida propia y moverse cual serpiente cobra avivada por el ritmo de la flauta que la hipnotiza asomándose para que la chica pudiera contemplarla. Por detrás, a los lados y frente a ambos jóvenes el viñedo se extendía por kilómetros, y por encima de ellos las nubes grises cubrían las estrellas en su mayoría al igual que la luna. Parecía que llovería pronto
¿¡Nyah!? ¿¡Estrellas?! ¿¡Es eso posible?!
El amor pega fuerte, gatito. Nunca lo olvides...
Y no, claro que no olvidaría un golpe como ese pues jamás lo esperó. Quizá había visto demasiadas películas románticas, quizá había sido -más- distraído de lo usual o quizá también simplemente estaba emocionado de ver a alguien nuevo. El caso es que lo que sintió justo en la boca del estómago no fueron mariposas si no un impacto de toro que le sacó el aire y lo proyectó hacia atrás unos cuatro metros por el suelo magullando cada músculo y articulación en el proceso. No fue si no hasta que desenvainada y clavada en el suelo su espada negra detuvo su avance y así agachado, falto de aire alzó la mirada a la chica, una llena de lágrimas y gesto decepcionado -Tú... no eres... nada linda...- replicó levantándose y guardando la espada gris en su funda. Las piernas le temblaban como gelatina y todavía le costaba recuperar el aliento cuando ya comenzaba a andar de nuevo hacia ella con pasos trémulos hasta justo quedar frente a ella, una corta distancia de medio metro que en sueños iba a librarle de un nuevo golpe, y aún así no iba a alzar sus espadas en su contra. Por detrás de él los viñedos habían sufrido una leve sacudida y ahora por donde el híbrido había volado la mayoría de las uvas maduras y no tanto habían quedado en el suelo, como inmóviles canicas llenas de jugo, desperdiciadas, perdidas
Hubo de pasar un par de minutos hasta que el Agente alzó una mano, ofreciéndosela a la adorable y -demasiado- peligrosa pelirroja en un gesto que pretendía ser amistoso -Hagamos paces, ¿Va? He estado varado y solo acá por poco más de dos meses y eres la primera chica/persona que veo en todo este tiempo, me he emocionado y...- estaba dejando de lado lo más importante: el porqué se ha escondido -Bueno, exceptuando esos ladrones. Han intentado tantas veces robarme -mentira, fue una y ni siquiera pudieron tocarle la chaqueta- que he aprendido a esconderme en los arbustos cuando anochece -otra mentira, de las grandes...
¿Cuál es tu nombre? ¿Porqué estás acá? Eran dos de las preguntas que más quería hacerle, pero no era el momento; seguiría viendo la posibilidad de llenar su reporte con este encuentro, después de todo que una chica sepa defenderse así... ¿Era pirata? Si era así no podía estar sola y esto era probablemente una emboscada
-Rin Okumura- terminó dándole el nombre falso que alguna vez usó en el pasado para salirse con la suya -Explorador y Espadachín de Zou... soy mitad mink pantera, mi cola lo prueba-a la mención la extremidad pareció cobrar vida propia y moverse cual serpiente cobra avivada por el ritmo de la flauta que la hipnotiza asomándose para que la chica pudiera contemplarla. Por detrás, a los lados y frente a ambos jóvenes el viñedo se extendía por kilómetros, y por encima de ellos las nubes grises cubrían las estrellas en su mayoría al igual que la luna. Parecía que llovería pronto
Mikhail D. Black
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Creado por Aine Vie Ago 26, 2016 10:15 pm
Aquel individuo que había decidido aparecer en prescencia de Aine se mostraba bastante adolorido por el codazo que había impactado al pobre diablo que comenzó a pedir algo parecido a piedad haciendo que la pelirroja reaccionara sin siquiera terminar de escucharlo -¿Hacer las paces... ¿Con quién demonios crees que estás hablando?- Fue la primera respuesta que salió disparada de entre aquellos finos labios que decoraban el rostros de la joven Aine, aunque su cerebro parecía haber llegado a captar el resto de las palabras del pelinegro, haciendo que la joven se decepcionara enormemente -Ehhh ¿De qué me estás hablando? ¿No eres un ladrón o parte de la pandilla del tipo que acabo de apalear hace un momento?- pregunto mientras que en su rostro se manifestaba un infantil puchero.
Naturalmente luego de la decepción llego algo que parecía mínimamente llamar la atención de la fémina y era el hecho de que aquel individuo se autoproclamaba a sí mismo como un explorador y espadachín de Zou y un mitad mink, la pelirroja desconocía donde demonios quedaría Zou pero había aprendido un poco de los mink para poder tratar a algunos de los que había entre las filas de la armada revolucionaría por si llegaba a dar el caso de que la integrasen a un escuadrón que tuviera alguno de aquellos peculiares especímenes -¿Medio mink?- pregunto con curiosidad no había tenido muchas oportunidades de ver a uno de los habitantes de aquella isla que desconocía.
La pelirroja miraba con sospecha al pelinegro mientras que daba un par de pasos para adelante viendo aquella cola moverse cual serpiente, ciertamente era algo muy llamativo sin embargo no sería suficiente para que la revolucionaría dejase de estar en guardia, al menos no del todo ya que el tipo en cuestión seguía teniendo dos espadas y sobre todo -¿Y por qué el explorador ha intentado sujetarme por la espalda?- interrogo de forma bastante poco amigable mientras que en su rostro se dibujaba la desconfianza más sincera.
Naturalmente luego de la decepción llego algo que parecía mínimamente llamar la atención de la fémina y era el hecho de que aquel individuo se autoproclamaba a sí mismo como un explorador y espadachín de Zou y un mitad mink, la pelirroja desconocía donde demonios quedaría Zou pero había aprendido un poco de los mink para poder tratar a algunos de los que había entre las filas de la armada revolucionaría por si llegaba a dar el caso de que la integrasen a un escuadrón que tuviera alguno de aquellos peculiares especímenes -¿Medio mink?- pregunto con curiosidad no había tenido muchas oportunidades de ver a uno de los habitantes de aquella isla que desconocía.
La pelirroja miraba con sospecha al pelinegro mientras que daba un par de pasos para adelante viendo aquella cola moverse cual serpiente, ciertamente era algo muy llamativo sin embargo no sería suficiente para que la revolucionaría dejase de estar en guardia, al menos no del todo ya que el tipo en cuestión seguía teniendo dos espadas y sobre todo -¿Y por qué el explorador ha intentado sujetarme por la espalda?- interrogo de forma bastante poco amigable mientras que en su rostro se dibujaba la desconfianza más sincera.
Aine
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Creado por Mikhail D. Black Sáb Ago 27, 2016 11:21 pm
A mil por hora, así iba su corazón de la emoción que aún no amainaba ni siquiera por el tremendo golpe que recibió, o las duras palabras que la adorable pelirroja le arrojaba sin medirse, pues no era para nada educada o reservada y eso lejos de decepcionar al muchacho elevaba su sonrisa a una satisfecha aún cuando el gesto fuera solo interno. Una alma aguerrida, con el fuego clavado en cada poro de su piel y partícula de su alma. De ser una felina se imaginaría que sería una preciosa tigre blanca, reina de fuerza y voluntad -No, no soy un ladrón o mucho menos- le aseguró poniéndose firme sin perder ni un centímetro de terreno pues aunque la voz de ella sugería que no era tan pacífica contrario a sus pintas no iba, ni pensaba en desenfundar sus espadas. Al menos, no dos de ellas.... Esperó a que la rabia y fuerza bajara de su voz para contestar en orden sus interrogantes mientras se hacía mentalmente la pregunta de porqué no le había dado su nombre, si él tan fresco y dispuesto le había dado el suyo aunque falso
Día 15
El viñedo presenta problemas, una pequeña plaga se quiere extender del lado Oeste desde las orillas al centro. Desde la mañana he intentado deshacerme de las partes débiles, pero la bacteria avanza rápido. No me queda otra opción mas que cortar la zona infectada y quemarla... es una lástima, de este lado las uvas eran tan dulces, tan jugosas...
-Medio mink pantera, sí- abrió la boca para mostrarle sus colmillos largos pero no tanto, lo suficiente para hacerse notar cada que tuviera la boca abierta o sonriera, también sus orejas puntiagudas, semi ocultas tras la mata de su pelo corto y desordenado -¿Jamás has visto uno? Son muy comunes en la isla de donde provengo. Mamá es Mink, y Papá es humano- hablarle de sus orígenes era, por supuesto, innecesario y necesario a la vez. Necesitaba una distracción lo suficientemente convincente para actuar. Muy bien, hace unos momentos había dicho o pensado mejor dicho, que no iba a usar sus espadas en contra de la fémina que tenía enfrente. Pero el hastío ha aparecido de nuevo en su mejor momento, incluso antes de decirle los motivos por el que había salido de su escondite tan amistosamente a su encuentro
*Sigh*
-La verdad, lo lamento mucho- torció el gesto mientras acercaba la mano a la espada de funda negra para liberarla aunque no apuntó con ella a la chica; el filo permanecía apuntando hacia abajo, en descanso. Por encima de sus cabezas el cielo se tornó todavía más gris, y un relámpago se dejó oír a la distancia iluminándolo todo brevemente de blanco para, pocos segundos después comenzara la lluvia. La ropa del Híbrido se le pegaba al cuerpo como una segunda piel y el pelo se le aplastaba contra el cráneo, pero lo más notorio era su mirada triste, serio y determinada -La verdad es que soy un Agente CP, y me han enviado a esta isla a patrullar. Llevo exactamente 65 días rondando, y mis órdenes son oficializar una captura, o que no volviera. De verdad, sinceramente, lamento que tener que hacer esto-
Alzó la espada girando el filo para que la parte lisa quedara expuesta; una espada de filo invertido. Flexionó cuidadosamente las rodillas antes de casi deslizarse por el ahora fango del viñedo hacia la pelirroja, sin tener en cuenta que ella estaba desarmada cargó, y el primer corte lo hizo horizontal, apuntando a su estómago. Una batalla rápida, ése era su deseo
Día 15
El viñedo presenta problemas, una pequeña plaga se quiere extender del lado Oeste desde las orillas al centro. Desde la mañana he intentado deshacerme de las partes débiles, pero la bacteria avanza rápido. No me queda otra opción mas que cortar la zona infectada y quemarla... es una lástima, de este lado las uvas eran tan dulces, tan jugosas...
-Medio mink pantera, sí- abrió la boca para mostrarle sus colmillos largos pero no tanto, lo suficiente para hacerse notar cada que tuviera la boca abierta o sonriera, también sus orejas puntiagudas, semi ocultas tras la mata de su pelo corto y desordenado -¿Jamás has visto uno? Son muy comunes en la isla de donde provengo. Mamá es Mink, y Papá es humano- hablarle de sus orígenes era, por supuesto, innecesario y necesario a la vez. Necesitaba una distracción lo suficientemente convincente para actuar. Muy bien, hace unos momentos había dicho o pensado mejor dicho, que no iba a usar sus espadas en contra de la fémina que tenía enfrente. Pero el hastío ha aparecido de nuevo en su mejor momento, incluso antes de decirle los motivos por el que había salido de su escondite tan amistosamente a su encuentro
*Sigh*
-La verdad, lo lamento mucho- torció el gesto mientras acercaba la mano a la espada de funda negra para liberarla aunque no apuntó con ella a la chica; el filo permanecía apuntando hacia abajo, en descanso. Por encima de sus cabezas el cielo se tornó todavía más gris, y un relámpago se dejó oír a la distancia iluminándolo todo brevemente de blanco para, pocos segundos después comenzara la lluvia. La ropa del Híbrido se le pegaba al cuerpo como una segunda piel y el pelo se le aplastaba contra el cráneo, pero lo más notorio era su mirada triste, serio y determinada -La verdad es que soy un Agente CP, y me han enviado a esta isla a patrullar. Llevo exactamente 65 días rondando, y mis órdenes son oficializar una captura, o que no volviera. De verdad, sinceramente, lamento que tener que hacer esto-
Alzó la espada girando el filo para que la parte lisa quedara expuesta; una espada de filo invertido. Flexionó cuidadosamente las rodillas antes de casi deslizarse por el ahora fango del viñedo hacia la pelirroja, sin tener en cuenta que ella estaba desarmada cargó, y el primer corte lo hizo horizontal, apuntando a su estómago. Una batalla rápida, ése era su deseo
Mikhail D. Black
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Creado por Aine Dom Ago 28, 2016 1:14 pm
Aquel tipo no terminaba de inspirar confianza a Aine desde un comienzo, aunque movida por la curiosidad no había vuelto a tomar acciones agresivas contra aquel tipo después de saber que no se trataba de un ladrón en el momento que desenvainó una de sus espadas había quedado claro que pelearían y eso hizo que una sonrisa se dibujará en el aniñado rostro de la revolucionaria que comenzó a mover un poco su brazo derecho para soltar la cadena y que lentamente comenzará a desenvolverle soltando uno de los tres metros de cadena de dicho brazo.
Las gotas de lluvia comenzaban a caer, el suelo de la plantación tardaría poco en volverse lodoso y problemático para la pelea sin embargo quedaba algo de tiempo antes de que se volviera un problema, al menos eso pensó la pelirroja en el momento que escucho al masculino decir ser un Agente del Cipher Pol, no necesitaba más, sonrió y comenzó a correr en línea recta contra el pelinegro.
Sin que a la pelirroja le importara realmente lo que tuviera que decir su oponente esta avanzó con paso firme inclinando su cuerpo para abajo y con ambos brazos pegados los lados al cuerpo en una posición similar a la de un boxeador. Viendo como su oponente se dirigía también a ella inclinando la espada para lanzar un corte, que no era vertical y con eso bastaba para que la pelirroja se sintiera segura, cuando estuvo dentro del alcance de la espada (aproximadamente a un metro y medio) la fémina movió su antebrazo izquierdo rodeado por aquella cadena alejándolo de su cuerpo en dirección a para interceptar la hoja del arma rival mientras que hacia retroceder el puño derecho posicionándolo a la altura de su cadera.
El chirrido del los dos metales friccionándose entre ellos no se hizo esperar, la fémina flexionaba aquel antebrazo para “absorber” la fuerza del impacto rival. Cuando sintió la fuerza del ataque enemigo contra su ante-brazo la pelirroja dio un paso más para adelante cerrando el combate a una distancia aún más corta mientras que tensionaba los musculos de su brazo derecho sintiendo su puño cerca de su propia cadera.
En el momento que el pie izquierdo (aquel que había dado ese paso mientras bloqueaba la espada) toco el suelo la pelirroja lanzó un derechazo, su puño viajaba desde su cadera elevándose hasta debajo de la propia axila antes de avanzar con gran fuerza en dirección al centro del cuerpo rival, un golpe muy simple que aprovechaba la diferencia de alturas y la carrera que ambos contendientes habían tomado para enfrentarse convirtiéndolo en el punto de colisión de ambos cuerpos si aquel golpe lograba impactar.
Las gotas de lluvia comenzaban a caer, el suelo de la plantación tardaría poco en volverse lodoso y problemático para la pelea sin embargo quedaba algo de tiempo antes de que se volviera un problema, al menos eso pensó la pelirroja en el momento que escucho al masculino decir ser un Agente del Cipher Pol, no necesitaba más, sonrió y comenzó a correr en línea recta contra el pelinegro.
- Ost:
Sin que a la pelirroja le importara realmente lo que tuviera que decir su oponente esta avanzó con paso firme inclinando su cuerpo para abajo y con ambos brazos pegados los lados al cuerpo en una posición similar a la de un boxeador. Viendo como su oponente se dirigía también a ella inclinando la espada para lanzar un corte, que no era vertical y con eso bastaba para que la pelirroja se sintiera segura, cuando estuvo dentro del alcance de la espada (aproximadamente a un metro y medio) la fémina movió su antebrazo izquierdo rodeado por aquella cadena alejándolo de su cuerpo en dirección a para interceptar la hoja del arma rival mientras que hacia retroceder el puño derecho posicionándolo a la altura de su cadera.
El chirrido del los dos metales friccionándose entre ellos no se hizo esperar, la fémina flexionaba aquel antebrazo para “absorber” la fuerza del impacto rival. Cuando sintió la fuerza del ataque enemigo contra su ante-brazo la pelirroja dio un paso más para adelante cerrando el combate a una distancia aún más corta mientras que tensionaba los musculos de su brazo derecho sintiendo su puño cerca de su propia cadera.
En el momento que el pie izquierdo (aquel que había dado ese paso mientras bloqueaba la espada) toco el suelo la pelirroja lanzó un derechazo, su puño viajaba desde su cadera elevándose hasta debajo de la propia axila antes de avanzar con gran fuerza en dirección al centro del cuerpo rival, un golpe muy simple que aprovechaba la diferencia de alturas y la carrera que ambos contendientes habían tomado para enfrentarse convirtiéndolo en el punto de colisión de ambos cuerpos si aquel golpe lograba impactar.
- Off:
- Resumen: En el momento que Mik dice “Agente CP” Aine se pone a andar hacia el mientras que empieza a desenredar uno de los tres metros de cadena de su brazo derecho (exponiendo desde su hombro casi hasta el codo) avanzando en posición similar a la de un boxeador.
Bloquea con la zurda el espadazo horizontal de Mik sin dejar de avanzar (un paso) antes de lanzar un puñetazo (con la derecha) con toda la carrerilla al centro del cuerpo de Mik.
Aine
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mikhail D. Black Jue Sep 01, 2016 10:48 am
Día 27
De verdad, es la primera vez que me he arrepentido de hacer algo; el viñedo ha perdido medio kilómetro de plantas y no veo alguna mejoría ¿Porqué me preocupo por algo que no es mi responsabilidad? Es simple: jamás he podido voltear la cara a alguien que necesita ayuda, ni siquiera tratándose de algún enemigo. Está ese pirata por ejemplo, el que derroté un tiempo atrás. Estaba enfermo, no tenía muchas esperanzas de vida y me pidió que acabara con su miseria cuando lo fui a ver antes de que lo procesaran, en su celda a oscuras y con una sonrisa grata partió de este mundo. Ésa fue la primera vez que Blue Soul probó sangre, y quizá sería la única. Ahora se trataba del bienestar de una plantación de la que dependía una isla entera ¡Debía hacer algo!...
Día 35
Lo conseguí...
La pelirroja sonreía, pero no era un gesto amable; Mikhail sabía que se trataba de la anticipación a la batalla, pues apenas desenvaina Lonely Dragon ella responde a su acción de esa manera sin dudas o preocupaciones únicamente con la emoción de un guerrero impaciente. Poco tiempo tiene Agente tiene tiempo de escuchar el amenazante tintineo de las cadenas que desenrrollaba mientras iba a su encuentro con la misma velocidad que él, y con la mano fuertemente cerrada en un puño pensaba atacarlo de nuevo, al mismo punto. Reconoció que si otro golpe lo alcanzaba con esa misma fuerza -y además impulso- sería... bastante problemático. Lo ideal sería esquivarlo, pero... Heh, delicada no es pero... ¿Es que una damisela en peligro puede ser interesante? Definitivamente no ... ¿Habría tiempo de evitar perder en el primer turno? Eso esperaba. Las chispas saltaron, el chirrido de metal contra metal lastimó sus oídos pero no lo desalentó a tomar acción con la mano libre para atrapar con algo de dificultad el puño de la luchadora evitando la mayor parte del daño, pues aunque el golpe finalmente llegó a su objetivo no tuvo mayor efecto tal y como el anterior lo había logrado -Eres buena- suspiró el Agente sinceramente felicitándola con una fiera sonrisa que disminuyó un poco antes de su siguiente frase -No me gusta golpear chicas, pero...- alzó la pierna izquierda sirviéndose de la derecha como soporte para intentar alejarla de una patada; aunque era solo un amago hizo todo lo posible por hacer que creyera lo contrario. De funcionar empezarían de 0 nuevamente con la prudente distancia aunque la ventaja la tenía ella dado el primer golpe antes incluso que el combate empezara. Aún no recuperaba del todo el aire, por cierto. Todo ese tiempo alimentándose de uvas y pan habían mermado considerablemente sus fuerzas pues la mano que sostenía el puño temblaba y perdía agarre. El frío del agua que continuamente caía sobre él tampoco ayudaba
Joder, tiene fuerza, es rápida, y esas cadenas pueden ser un problema. Debo tener cuidado
De verdad, es la primera vez que me he arrepentido de hacer algo; el viñedo ha perdido medio kilómetro de plantas y no veo alguna mejoría ¿Porqué me preocupo por algo que no es mi responsabilidad? Es simple: jamás he podido voltear la cara a alguien que necesita ayuda, ni siquiera tratándose de algún enemigo. Está ese pirata por ejemplo, el que derroté un tiempo atrás. Estaba enfermo, no tenía muchas esperanzas de vida y me pidió que acabara con su miseria cuando lo fui a ver antes de que lo procesaran, en su celda a oscuras y con una sonrisa grata partió de este mundo. Ésa fue la primera vez que Blue Soul probó sangre, y quizá sería la única. Ahora se trataba del bienestar de una plantación de la que dependía una isla entera ¡Debía hacer algo!...
Día 35
Lo conseguí...
La pelirroja sonreía, pero no era un gesto amable; Mikhail sabía que se trataba de la anticipación a la batalla, pues apenas desenvaina Lonely Dragon ella responde a su acción de esa manera sin dudas o preocupaciones únicamente con la emoción de un guerrero impaciente. Poco tiempo tiene Agente tiene tiempo de escuchar el amenazante tintineo de las cadenas que desenrrollaba mientras iba a su encuentro con la misma velocidad que él, y con la mano fuertemente cerrada en un puño pensaba atacarlo de nuevo, al mismo punto. Reconoció que si otro golpe lo alcanzaba con esa misma fuerza -y además impulso- sería... bastante problemático. Lo ideal sería esquivarlo, pero... Heh, delicada no es pero... ¿Es que una damisela en peligro puede ser interesante? Definitivamente no ... ¿Habría tiempo de evitar perder en el primer turno? Eso esperaba. Las chispas saltaron, el chirrido de metal contra metal lastimó sus oídos pero no lo desalentó a tomar acción con la mano libre para atrapar con algo de dificultad el puño de la luchadora evitando la mayor parte del daño, pues aunque el golpe finalmente llegó a su objetivo no tuvo mayor efecto tal y como el anterior lo había logrado -Eres buena- suspiró el Agente sinceramente felicitándola con una fiera sonrisa que disminuyó un poco antes de su siguiente frase -No me gusta golpear chicas, pero...- alzó la pierna izquierda sirviéndose de la derecha como soporte para intentar alejarla de una patada; aunque era solo un amago hizo todo lo posible por hacer que creyera lo contrario. De funcionar empezarían de 0 nuevamente con la prudente distancia aunque la ventaja la tenía ella dado el primer golpe antes incluso que el combate empezara. Aún no recuperaba del todo el aire, por cierto. Todo ese tiempo alimentándose de uvas y pan habían mermado considerablemente sus fuerzas pues la mano que sostenía el puño temblaba y perdía agarre. El frío del agua que continuamente caía sobre él tampoco ayudaba
Joder, tiene fuerza, es rápida, y esas cadenas pueden ser un problema. Debo tener cuidado
Mikhail D. Black
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Aine Jue Sep 01, 2016 2:54 pm
- Ost:
Tal vez un luchador experimentado o una persona que se tomase su tiempo en pensar antes de actuar hubiera dudado de la cordura del espadachín que intentaba detener un golpe frontal como el que había realizado no tan pequeña fémina, sin embargo para esta última solo era una reacción normal, era un enemigo, un enemigo había bloqueado uno de sus golpes, pues solo tenía que hacer algo, seguir golpeando hasta romper a ese enemigo, atacar hasta atravesarlo como si de un muro golpeado por un ariete se tratará, esa era su forma de encarar la vida y aquel combate.
Una vez que pudo ver lo que se avecinaba la pelirroja tenso los músculos del estómago y en lugar de retroceder avanzó una vez más, anteriormente se había utilizado el pie izquierdo como base para dar el paso final antes de golpear así que ahora utilizaría el derecho como punto de apoyo y levantara la rodilla izquierda para golpear desde debajo la pierna de su oponente mientras que volvería a tirar de su propio brazo derecho para dirigir el codo hacia la pierna del rival con la intención de que entre ambas extremidades con la intención de romper tanto la tibia como el peroné de la pierna enemiga.
Aquella posición sería un tanto incomoda, sobre todo por el hecho de que la joven insistía en mantener su brazo izquierdo distanciado de su cuerpo, en guarda apoyado contra el metal de la katana utilizada por su rival de forma de que en el momento que el arma enemiga y su extremidad se separaran se diera cuenta sin necesidad de verlo directamente a su vez de que impedía al enemigo simplemente intentar cortarla sin hacer retroceder el arma.
- Off:
- Resumen: Aine recibe la patada en el estómago para intentar aplastar la pierna de Mik entre su rodilla izquierda desde abajo y el codo derecho desde arriba manteniendo la guardia del brazo izquierdo en contacto con la katana.
Aine tiene una contusión leve en el abdomen.
Área a golpear: Imagen de los huesos en cuestión.
Aine
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Nivel:
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Haki:
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