Despues de que los dos Minks abandonaran su tierra natal, Zou, estos tuvieron que acompañar a aquel grupo de revolucionarios a su siguiente trabajo, despues de atravesar algun que otro mar, estos por fin se encontraron en el mar que iba a su destino, el South Blue y segun las propias palabras del capitan del barco, estos iban a ayudar junto a los demas tripulantes a la reconstruccion de una isla que se hacia llamar Centurea, una isla que los mismos revolucionarios arrasaron pero que ahora quieren recuperar ademas de no crear malas vibraciones con la isla. Asi que de vuelta al presente, actualmente Kindred se encontraba como una niña a la que le han regalado un viaje a un parque de atracciones en navidad, estaba yendo de aqui para alla en el barco, le habia encantado el mr y se pasaba largos momentos unicamente mirandolos, habia otros momentos en los que hablaba con el capitan del barco y otros como el que estaba apunto de suceder en estos momentos - Ey Kindred ¿quieres jugar un rato? - pregunto uno de los revolucionarios que se encontaba junto a algunos compañeros mas, se encontraban con cartas en sus manos y unas especies de fichas de colores, la mink se acerco para que eran pues estaba realmente curioso - ¿Que jugais? ¿Os comeis las cartas o algo? - pregunto curiosa mientras los chicos se reian y trataban de explicarle a la Mink.

Despues de un rato en que la Mink se la paso jugando a aquel juego de cartas, mordisqueando alguna porque le resultaba deliciosa, el capitan anuncio la llegada al puerto de la isla, Kindred entonces alzo sus orejsa y cola, emocionada se puso sobre la barandilla del barco y cuando este toco puerto, parandose de manera repentina para la Mink, cayo fuera del barco hacia el agua del mar bajo la mirada alarmante de todo el barco, algunos hasta con la boca abiera - ¡Ayudenla a subir! ¡Vamos estupidos! - decia el capitan mientras Kindred ya estaba fuera del agua, completamente empapada de arriba a abajo, se sacudio en el mismo puerto como lo haria cualquier animal y despues miro hacia el barco - Estoy bien, solo me cai y..¡. no mireis panda de pervertidos! ¡Tu menos Galahad! - dijo mientras se giraba, cubriendose mientras el capitan les daba un golpe a cada revo que se encontraba mirando, para que se pusieran a trabajar en vez de molestar.

Hacía poco que había llegado a aquella isla escondido en la un barco de mercancías, seguí buscando cualquier información que pudiera serle útil para encontrar al tipo que lo había liberado, y sabiendo que los revolucionarios destruyeron aquella isla y pensaban reconstruirla ellos mismos, fui en busca de información acerca de aquel tipo. Con suerte aparecería en la isla o conseguiría saber al menos como llegar hasta él. Al poco tiempo de llegar escuche de un barco que llegaría en unos días al puerto, el barco traería más revolucionarios, lo que quería decir que quizás viajaba a bordo el joven que le salvó de pasar el resto de sus días en Marinejois con un collar explosivo en el cuello y siendo la mascota de algún noble mundial.

Esperé cerca del puerto vaciando una botella de sake para hacer más corta la espera hasta que dicho barco llegara, estaba sentado entre montones de material de construcción y las pocas personas que andaban por allí me miraban extraño, era obvio que ninguno sabia de la existencia de los minks y ver a un mono parlante les chochaba mucho, eso mismo pasó cuando el barco al que estaba esperando llegó al puerto, una joven minks oveja cayó al agua desde el navío, para mi sorpresa, después de tantos años volvía a ver a un mink uno al que no conocía, pero ver a alguien de mi especie me hizo recordar los tiempos en los que aún era un guardián del bosque ballena y vivía con mi mujer y mi hija en mi tierra natal. Poco después un segundo mink lobo bajaría del barco, corriendo por el puerto hacia la chica para taparla con su propia capa.

Di un pequeño salto hacia delante y comencé a andar hacia ellos apoyándome en el bastón-¡Oi Ooi! Pensé que no volvería a ver un mink en años ¿qué hacen ustedes por aquí muchachos?- Decía sonriendo y acercándome hacia la pareja mientras dejaba que la nostalgia invadiera mi mente. –Mi nombre es Saruishi Encantado de conocerlos iujijijiji- No podía parar de reír mientras me presentaba a los dos revolucionarios de mi misma especie.

Despues de caer del barco una vez este llego a puerto, ademas de que estaba completamente mojada cuando salio hacia la orilla, su pelaje dejaba ahora ver partes mas intimas de la Mink y por eso se giro y cubrio para que nadie la viera - Esto me pasa por despistada... que frio - solto un pequeño estornudo mientras notaba como una ropa mas grande que ella estaba sobre sus hombros, la gabardina de Galahad tranquilamente le serviria para cubrirse todo el cuerpo como si fuera una manta, no es que eso fue lo que hico antes de girarse y mirarlo algo ruborizado por su comentario - Es por la lana, me cubre todo el cuerpo pero cuando me doy un baño pues pasa lo que pasa - comento girandose para verlo y luego alzo las orejas para escuchar como se acercaba lo que parecia ser otro Mink, tan lejos de Zou se habian encontrado a un Mink mono, en esta isla que todavia necesitaba construccion y ayuda ¿Que haria por aqui? ¿No seria un esclavo? La curiosidad lleno a Kindred que se acerco hasta el Mink para darle un fuerte abrazo, separandose pues no queria que se mojara y luego dijo con tono amable - Es bueno ver a alguien de nuestra raza aunque no esperaba verlo tan pronto, yo soy Kindred, una Mink oveja y el Galahad, un Mink Lobo - señalo al lobo a su espalda mientras sonreia.

- ¿Que hacemos? Hemos venido con aquel barco a ayudar a la reconstruccion de la isla pero Saruishi ¿que haces tan lejos de Zou? No te tienen de esclavo ¿verdad? - pregunto curiosa y preocupada, le preocupaba que aquel Mink pudiera haber sufrido malos tratos o que incluso siguiera sufriendolos, si se trataba de lo segundo sin duda no tendria piedad con quien fuera en aquel lugar.

Tras un cálido abrazo de la chica oveja y una presentación de los minks, note como ambos se preocupaban por mi libertad. La pareja viajaba en un navío revolucionario y supuse automáticamente que además de normal ellos habían pasado por lo mismo en algún momento, quizás incluso al igual que mi propia hija fueron secuestrado siendo muy jóvenes. –No no, nada de eso muchas gracias por preocuparos, solo busco a un hombre, un joven que me salvó de ser el esclavo de los nobles mundiales no hace mucho tiempo… Sabía que los revolucionarios estaban encargándose de las reparaciones en esta isla y pensé que podría encontrar a ese joven o quizás conocer su paradero…-Dije mientras enseñaba en mi espalda la marca del dragón que hacían los tenryubitos en sus esclavos para distinguirlos del resto de esclavos. –Y ya hace algunos años que dejé nuestra tierra para rescatar a mi mujer e hija, ambas fueron secuestradas pero nunca llegué a encontrarlas…- Dije cambiando un poco el tono, pero rápidamente esbocé una sonrisa para no aguar la fiesta. –Pero eso ya es agua pasada ¡ahora me gustaría festejar con mis nuevos amigos! ¿Qué e decís chicos? ¿Os gustaría tomar algo?- Dije invitándolos a tomar de lo que quedaba en la botella de sake. –Sigo haciendo el mismo sake de frutas que hacía en Zou ¿Quieren probarlo?- Definitivamente estaba contento de encontrar a dos personas de mi tierra, aunque fueran desconocidos, la chica me recordaba un poco a mi hija, ahora sería quizás un poco mayor a ella y no era una mink oveja, pero me gustaba pensar que estaría en algún lugar disfrutando se su libertad igual que lo hacia Kindred. –Bueno y ¿Qué hay de vosotros chicos? ¿Cómo os unisteis a la armada revolucionaria?- Pregunte con mucha curiosidad, si había alguna remota posibilidad de que ellos conocieran al joven que me liberó o a mi familia me gustaría saberlo. Sería sin duda una gran noticia después de tanto tiempo vagando solo por los mares en busca de respuestas.

Kindred se quedo escuchando como Saruishi, aquel Mink Mono no era un esclavo cosa que alivio a la oveja, soltando un suspiro pero al escuchar como su familia habia sido secuestrada y no solo eso sino que el habia sido salvado por un hombre de los esclavos mundiales, la lleno un poco de tristeza, bajando sus orejas y cola levemente aunque al ver como el Mink Mono parecia mas animado, esta tambien se puso igual, sonriendole mientras le decia en tono amable - Seguro que tu hija esta jugando por alguna isla jeje La revolucion puede haberlas liberado y sino nosotros seremos los encargados de eso, tenlo por seguro Saru - dijo alzando su pecho con orgullo mientras escuchaba algo de un sake de frutos, lo cierto es que tenia ganas de probarlo pero habian venido a ayudar no para festejar, asi que esta nego con la cabeza levemente aunque dejando intuiir que estaria encantada de probar aquella bebida - Ahora mismo debemos ayudar a los habitantes de la isla con la reconstruccion, quizas cuando acabemos por la noche estare encantada de probar ese sake de frutas - dijo con una sonrisa mientras miraba hacia el barco donde habian venido, no les llamaron asi que seguramente seguian descargando materiales del barco aunque sabia que el capitan les daria un aviso para cuando fuera necesario ayudar.

Ante la pregunta de Saruishi de porque se unieran a la causa revolucionaria, Kindred volvio a llenarse de orgullo, se notaba en el tono de su voz - Nosotros matamos unos marines y salvamos a uno de los tripulantes de aquel barco, no fue facil escoger irse o quedarse pero no podia dejar que mas Minks sufrieran por el mundo, ademas ayudamos a la causa siempre que podemos - dijo mientras se ponia las manos en la cintura, mirando de reojo a Galahad y sonriendole pues el tenia una version mucho mas "romantica" del porque se unio a los revolucionarios.