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Creado por Liza Drake Jue Sep 29, 2016 11:48 am
Después de la pequeña reunión que habían tenido, Liza se fue directa a su cuarto, todavía le daba vueltas a la cabeza y necesitaba un descanso. Mientras se orientaba por el barco, con una mano en la frente, pensaba que las posibilidades de que no la fastidiase en su primera misión eran bastante bajas. Tenía que descansar, para poder entrenar un poco antes de llegar a su destino.
Salió a la cubierta para tomar un poco el aire, aquel plan melancólico que poseía no le estaba gustando nada. Si iba a su cuarto, no iba a poder dormir. Se quedó apoyada en la barandilla, intentando estirar las piernas. "¿Qué hará la gente ahora?, pensó. Supuso que ninguno se encontraba en su camarote, así que mientras estiraba los músculos, se divirtió imaginando donde podrían encontrarse. Subió la pierna derecha donde antes se había apoyado, a ella le gustaba utilizar una técnica parecida a la del ballet para estirar antes de un entrenamiento o un combate, o cuando estaba tensa.
Estaba claro que su cabeza estaba en otro sitio esa noche, pero cada minuto que pasaba se daba cuenta de que no quería volver a estar sola como hasta el momento.
Se suponía que había iniciado esa aventura para ser feliz, para poder estar en paz consigo misma, quizá también para volver a tener una familia, y allí estaba, sola en la cubierta del barco. "Parezco idiota... Ahora mismo voy a ver qué se cuece en el barco". Empezó a animarse un poco, con actitud despreocupada empezó a andar por los pasillos, asomándose por cada sitio que podía. Mientras caminaba iba silbando una melodía que había entrado en su cabeza los días pasados, y había dejado de fijarse por donde andaba (usualmente para aprenderse el sitio contaba las veces que giraba a los lados).
En un segundo, se dio cuenta de que se había perdido de nuevo. -Mierda...espero que no me pase en la isla...
OFF: Sorry por el peque-post, hoy he tenido poco tiempo libre entre clases...
Salió a la cubierta para tomar un poco el aire, aquel plan melancólico que poseía no le estaba gustando nada. Si iba a su cuarto, no iba a poder dormir. Se quedó apoyada en la barandilla, intentando estirar las piernas. "¿Qué hará la gente ahora?, pensó. Supuso que ninguno se encontraba en su camarote, así que mientras estiraba los músculos, se divirtió imaginando donde podrían encontrarse. Subió la pierna derecha donde antes se había apoyado, a ella le gustaba utilizar una técnica parecida a la del ballet para estirar antes de un entrenamiento o un combate, o cuando estaba tensa.
Estaba claro que su cabeza estaba en otro sitio esa noche, pero cada minuto que pasaba se daba cuenta de que no quería volver a estar sola como hasta el momento.
Se suponía que había iniciado esa aventura para ser feliz, para poder estar en paz consigo misma, quizá también para volver a tener una familia, y allí estaba, sola en la cubierta del barco. "Parezco idiota... Ahora mismo voy a ver qué se cuece en el barco". Empezó a animarse un poco, con actitud despreocupada empezó a andar por los pasillos, asomándose por cada sitio que podía. Mientras caminaba iba silbando una melodía que había entrado en su cabeza los días pasados, y había dejado de fijarse por donde andaba (usualmente para aprenderse el sitio contaba las veces que giraba a los lados).
En un segundo, se dio cuenta de que se había perdido de nuevo. -Mierda...espero que no me pase en la isla...
OFF: Sorry por el peque-post, hoy he tenido poco tiempo libre entre clases...
Liza Drake
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Jue Sep 29, 2016 8:28 pm
- OST:
~y vuelvo mas muerto que vivo a empezar otra vez~
La reunión con los demás había pasado y me alegraba ver como toda la tripulación se interesaba en los planes, se podía ver como, de cada mano, mediante gesticulaciones efusivas, clara muestra de energía y demás sobraban ganas y disposición a ayudar a hacer de ese, nuestro grupo, la mejor versión posible de lo que eramos, la viva representación de la libertad. Era un concepto tan grande y tan potente que generaba en mí cierto miedo pero no el característico miedo de que me hiciera daño de alguna forma sino de perderme en su inmensidad, de no ser capaz de aprovechar la libertad que la vida misma me había dado desde que de manera fortuitamente accidental seguí y encontré al grupo que se conformo para el primer asalto, a un vil millonario, y con el que poco después se conformaría lo que ahora es Wild Dragons. Hace ya varios meses, varios bastante buenos y otros un tanto malos como los de Goa. Perder la libertad es lo peor que le puede pasar a un hombre, eso marca más de lo que cualquier siemprelibre puede imaginar, no se si Zett lo sintió así, por momentos parecía estar hibernando pero supongo que también debió de tener un gran impacto en su psique animal.
Sacaba a Luz Negra, uno de los hermosos equino que conservaba del robo en Lvneel y me disponía a cepillarle un poco, a que me hiciera compañía en la cubierta y dejarlo radiante por si se usaría ya el barco estaba por arribar en escasos minutos, no era navegante pero ver tierra daba esa sensación de inminencia, pese a que no tenía idea de la ubicación del puerto debíamos arribar pronto.
Mientras estaba caminaba hacía la proa divise a la pequeña Liza, para mí un tipo de dos metros de estatura y dos metros de brazo todos me parecen pequeños, parecía pensativa pero también alegre, mientras silbaba una canción que hacía que el caballo repicara un par de pasos. Pensé en decirle algo pero con una fugaz prisa se refugio en los pasillos. Tal vez dentro de un momento tendría que ir. Confiaba en ella pero me preocupaba que llegara a mi habitación y desordenara mi ordenado desorden de libros, recetas, especies y medicamentos, dejando de lado las drogas, apenas vi su cabellera rosa desaparecer. Voltee a ver al azabache y acaricie su cabeza acotando -Tu no llevas tanta prisa en la vida amigo- mi mano se separaba unos cuantos metros para alcanzar un poco de heno y acercarlo a la boca del animal -Te cuidare, todos merecen una segunda oportunidad- esboza mi no muy apreciada sonrisa para el que no me entendía del todo y le empezaba a cepillar con mis dedos en su negro pelaje. Solo necesitaba llevarlo de nuevo a su improvisado corral pero me daba gusto tener su compañía unos segundos más -come, come- le invitaba a comer eso mientras con una botella del vino mataba a cualquier miedo que aún quedaba dentro de mí previo a lo que venía, el combate, todo esto mientras la brisa nocturna seguía envolviendo nuestras oscuras figuras, ya me había cambiado para vestir con mi atuendo más tradicional previo a lo que se viniese.
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Blade Wolf Sáb Oct 01, 2016 11:34 am
Luego de estar en aquella reunión bastante aburrida en la que se encontraban el pacifista decidió abandonar el camarote de la capitana como todos los demás, había estado escuchando y observando todo pero siempre había sido de pocas palabras, quizás por que era empatico y no tenia la capacidad de sentir o interpretar las emociones humanas, si bien su núcleo informático, había sido diseñado para tratar de interpretar y auto adaptarse para sobrevivir y desarrollar formas de derrotar a las personas con capacidad de crear, nunca había logrado asimilar o crear a su manera de interpretar aquellos, pero seguía fallando camino de forma tranquila hasta la salida sin mirar quienes quedaban en el lugar y se fue caminando en sus cuatro patas hacia la proa del barco saliendo a sentir la brisa, bueno el no sentía nada exactamente pero su cuerpo metálico recibía los golpes de esta de forma suave, con ágiles movimientos dio un salto para ponerse sobre un par de cajas que se encontraban allí, los otros tripulantes tenían ganas de destruirlo todo, causar grandes explosiones por un instante sus sistemas comenzaron a iniciar una reproducción antigua pero el sacudió su metálica cabeza desactivando su pasado, no le gustaba tener esos lapsos de memoria, se levanto estirando todo su gran cuerpo metálico negro, parecía un gran león negro estirando su cuerpo, debía revisar sus armas y la munición antes de llegar no quería encontrarse con algún tipo de fallo durante la incursión.
Su espalda se abrió desplegando su arma de presionen, miro hacia el mar empezando a disparar unos tiros sobre el agua con su medidor HUD de sus ojos tranquilamente, luego de media docena de tiros salia humo de la punta del arma, este comenzó la recarga preventiva para luego guardar el arma, de forma lenta desplegando la otra arma que se encontraba en el otro lado, esta seria mas sencilla de probar comenzó a mover su cola para tomar la sierra que este escondía allí, era algo mas ruidosa de lo que cualquier otra cosa, pero tenia una buena capacidad trituradora mas bien, por los dientes afilados con los que contaba.
Su espalda se abrió desplegando su arma de presionen, miro hacia el mar empezando a disparar unos tiros sobre el agua con su medidor HUD de sus ojos tranquilamente, luego de media docena de tiros salia humo de la punta del arma, este comenzó la recarga preventiva para luego guardar el arma, de forma lenta desplegando la otra arma que se encontraba en el otro lado, esta seria mas sencilla de probar comenzó a mover su cola para tomar la sierra que este escondía allí, era algo mas ruidosa de lo que cualquier otra cosa, pero tenia una buena capacidad trituradora mas bien, por los dientes afilados con los que contaba.
Blade Wolf
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Mar Oct 04, 2016 8:07 pm
- Ost:
Una vez que el cuarto de la pirata estuviera suficientemente libre está se desarreglo y tomo sus espadas dejándolas junto a la cama antes de recostarse en la misma sintiendo la comodidad del costoso colchón y las finas telas en parte de su cuerpo, su rostro y en su torso principalmente aunque también en parte de sus muslos, el resto sabía que aunque lo controlará no lo sentiría sin embargo ya llevaba tanto tiempo desde que se había convertido en una Cyborg que no le incomodaba aquella situación.
Tras dormitar por una cantidad incierta de tiempo la capitana de Wild Dragons se levantó de su cama quitándose la ropa y envolviéndose en una toalla antes de revisar el curso que llevaba el Wing. Tras realizar unas pequeñas correcciones de rumbo y estar segura de que el barco se dirigía al destino deseado la pirata tomo un par de prendas para cambiarse e ir al cuarto de baños del barco, aquel lugar era bastante grande si fuera necesario entraría media docena de personas allí y aún sobraría algo de espacio en condiciones normales, aunque si las personas en cuestión fueran los tripulantes de Wild Dragons tal vez sería un tanto más estrecho gracias a los tripulantes particularmente grandes como Wolf y Zett.
Una vez que la pirata termino de limpiarse se secó y extendió sus alas, eran de las pocas partes que delataban fácilmente su naturaleza artificial cuando no estaba luchando así que tenía la costumbre de cubrirlas para que fueran un As bajo la manga durante los combates, sin embargo en aquel momento la pirata estaba en el barco junto a sus camaradas así que no tendría nada que ocultar, pensando en aquello sonrió antes de vestirse como de costumbre con la diferencia de llevar una camisa con la espalda arrancada exponiendo así aquellas alas y placas mecánicas que eran en parte cubiertas por el negro cabello de la fémina que se dirigía a la cubierta para disfrutar de un poco de aire fresco después del baño.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ord "The Dead" Sáb Nov 12, 2016 4:39 am
La noche junto a mi corcel era bastante apacible, emotiva y degustable. No tenía idea del futuro, el vino era ligero y la brisa tranquila. Seguía dándole de heno con una imborrable sonrisa que no era felicidad, simplemente era la cara que le quería mostrar a la tripulación, transmitirle a todos la seguridad de que todo estaría bien y de que peleásemos contra quien fuese en Spider Milles todo saldría de la mejor manera.
Por algún motivo esa noche me gustaba más de lo normal, el cielo estaba lo bastante despejado como para catalogarlo de infinitamente estrellado, pese a que así lo era se podían ver más de las que cualquier noche. A mar abierto y con un clima perfecto era absolutamente genial.
Sin ningún motivo en especifico me acostaría en el suelo, mientras el caballo seguía comiendo y yo confiando en que no sufriría un arrebato o me despegaría una pieza de una coz. Desde abajo, la cabeza en madera y la espalda en horizontal. Estiraba mi brazo, haciendo tronar ambas articulaciones, completamente vertical, miraba una estrella en concreta, no la más brillante pero si la que tenía el ritmo durante el titilar que a mi más me llamaba la atención, quería alcanzarla.
El brazo de dos metros se separaba en partes y de apoco todas iban subiendo, a la misma razón se iban separando unas de otras para tratar de llegar lo más lejos que se pudiera. Eran 12 piezas y cuando alcanzaría el punto máximo, no de mi capacidad pero si de mi concentración habían dos metros y medio entre cada una. Sentía mi mano y la podía ver perfectamente a los 24 metros de altura que había alcanzado pero no era suficiente, la perspectiva era solo una ilusión. Era un juego divertido y triste pero como siempre un entrenamiento adecuado para los poderes de esa fruta que me daba más beneficios desde que la había conseguido.
Justo en ese momento de concentración, queriendo alcanzar al menos 30 metros, vería a la capitana salir con completa naturalidad, calma y frescura. Efectivamente todas las piezas caerían sobre mi y el caballo, que parecía algo molesto y como si entendiera que era mi culpa. Sintiéndome algo extraño por mi posición y desmembramiento, levantaría levemente la cabeza para saludarla con voz firme, ocultando la trémula -Buenas noches Ange, lindo paisaje ¿No?- mientras armaba nuevamente mi brazo largo -ueueueue- era algo satisfactorio verla, siempre transmitía buena vibra, seguridad e inspiraba confianza, quizás era su desinterés absoluto por todo, no era la más lista pero tampoco era necesario eso en una líder. Pensar demasiado las todo no es bueno y yo lo sabía, en la cárcel puede ser cien veces peor. Aspectos que solo te llenan de voluntad.
Por algún motivo esa noche me gustaba más de lo normal, el cielo estaba lo bastante despejado como para catalogarlo de infinitamente estrellado, pese a que así lo era se podían ver más de las que cualquier noche. A mar abierto y con un clima perfecto era absolutamente genial.
Sin ningún motivo en especifico me acostaría en el suelo, mientras el caballo seguía comiendo y yo confiando en que no sufriría un arrebato o me despegaría una pieza de una coz. Desde abajo, la cabeza en madera y la espalda en horizontal. Estiraba mi brazo, haciendo tronar ambas articulaciones, completamente vertical, miraba una estrella en concreta, no la más brillante pero si la que tenía el ritmo durante el titilar que a mi más me llamaba la atención, quería alcanzarla.
El brazo de dos metros se separaba en partes y de apoco todas iban subiendo, a la misma razón se iban separando unas de otras para tratar de llegar lo más lejos que se pudiera. Eran 12 piezas y cuando alcanzaría el punto máximo, no de mi capacidad pero si de mi concentración habían dos metros y medio entre cada una. Sentía mi mano y la podía ver perfectamente a los 24 metros de altura que había alcanzado pero no era suficiente, la perspectiva era solo una ilusión. Era un juego divertido y triste pero como siempre un entrenamiento adecuado para los poderes de esa fruta que me daba más beneficios desde que la había conseguido.
Justo en ese momento de concentración, queriendo alcanzar al menos 30 metros, vería a la capitana salir con completa naturalidad, calma y frescura. Efectivamente todas las piezas caerían sobre mi y el caballo, que parecía algo molesto y como si entendiera que era mi culpa. Sintiéndome algo extraño por mi posición y desmembramiento, levantaría levemente la cabeza para saludarla con voz firme, ocultando la trémula -Buenas noches Ange, lindo paisaje ¿No?- mientras armaba nuevamente mi brazo largo -ueueueue- era algo satisfactorio verla, siempre transmitía buena vibra, seguridad e inspiraba confianza, quizás era su desinterés absoluto por todo, no era la más lista pero tampoco era necesario eso en una líder. Pensar demasiado las todo no es bueno y yo lo sabía, en la cárcel puede ser cien veces peor. Aspectos que solo te llenan de voluntad.
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