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Creado por Daoko Lun Abr 11, 2016 7:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Parpadeó un par de veces escuchando atenta cada una de las respuestas que su torpe capitán tenía para darle. Entrecerrando su mirada no asentía ni negaba, simplemente una expresión neutra se mantenía en su rostro pese a que cualquiera con buen uso de razón podría estar más que preocupado por el malherido hombre. Y entonces su mirada se dirigió a una de las dos gemelas la cual a comparación de la otra parecía tener un poco más de humor y educación… - Gratis… - Respondió en un suave susurro parpadeando un par de veces mostrándose en su rostro una suave mueca de asombro. - Esas son proposiciones indecorosas. - Masculló por lo bajo y en sus labios quizá… Solo quizá pareció aparecer una suave, muy demasiado sutil sonrisa tomando aquello con gracia pero lo que por primera vez desde que había conocido a William y que jamás nadie de los humanos había visto en ella fue una sonrisa acompañada de una suave risilla apenas audible, el comentario de la contraria había sido más que gracioso, certero e inesperado en el momento.
Bajó su mirada siguiendo la mano de la contraria… ¿Tomarla o no?.. ¿Y si se quejaba por la sensación de sus escamas? Aunque claro, con los guantes que cubrían todo su brazo quizá no las sentiría ni sería desagradable para ella. - No creí que otros humanos a parte del capitán, la paloma y Ray fuesen tan respetuosos con los de mi especie. - Respondió con suma tranquilidad y aunque dudosa extendió su mano para estrecharla con la de la contraria. - Mi nombre es Daoko, el placer es mío. - Cómoda con la presencia de ella una mueca de tranquilidad se formó en su rostro terminando el apretón de manos se volví hacia la otra hermana que… Por mucho era bastante distinta. - Sí, son limones. - Respondió volviendo a aquella neutra expresión la cual por un momento pareció de fastidio ante lo siguiente dicho por ella, terminando por ignorarla completamente comenzó a caminar hacia William hincándose frente a él viendo de cerca las heridas. - El médico eres tú… Lo único que puedo hacer es ayudarte a ir al barco. - Giró sui rostro hacia Natsuki y “la otra” de la cual desconocía su nombre. - ¿Saben algo de medicina? ¿No sería mejor llevarlo al barco? - Cuestionó mientras con su mano picaba el estómago de William ¿Por qué? A ver si le dolía.
Parpadeó un par de veces escuchando atenta cada una de las respuestas que su torpe capitán tenía para darle. Entrecerrando su mirada no asentía ni negaba, simplemente una expresión neutra se mantenía en su rostro pese a que cualquiera con buen uso de razón podría estar más que preocupado por el malherido hombre. Y entonces su mirada se dirigió a una de las dos gemelas la cual a comparación de la otra parecía tener un poco más de humor y educación… - Gratis… - Respondió en un suave susurro parpadeando un par de veces mostrándose en su rostro una suave mueca de asombro. - Esas son proposiciones indecorosas. - Masculló por lo bajo y en sus labios quizá… Solo quizá pareció aparecer una suave, muy demasiado sutil sonrisa tomando aquello con gracia pero lo que por primera vez desde que había conocido a William y que jamás nadie de los humanos había visto en ella fue una sonrisa acompañada de una suave risilla apenas audible, el comentario de la contraria había sido más que gracioso, certero e inesperado en el momento.
Bajó su mirada siguiendo la mano de la contraria… ¿Tomarla o no?.. ¿Y si se quejaba por la sensación de sus escamas? Aunque claro, con los guantes que cubrían todo su brazo quizá no las sentiría ni sería desagradable para ella. - No creí que otros humanos a parte del capitán, la paloma y Ray fuesen tan respetuosos con los de mi especie. - Respondió con suma tranquilidad y aunque dudosa extendió su mano para estrecharla con la de la contraria. - Mi nombre es Daoko, el placer es mío. - Cómoda con la presencia de ella una mueca de tranquilidad se formó en su rostro terminando el apretón de manos se volví hacia la otra hermana que… Por mucho era bastante distinta. - Sí, son limones. - Respondió volviendo a aquella neutra expresión la cual por un momento pareció de fastidio ante lo siguiente dicho por ella, terminando por ignorarla completamente comenzó a caminar hacia William hincándose frente a él viendo de cerca las heridas. - El médico eres tú… Lo único que puedo hacer es ayudarte a ir al barco. - Giró sui rostro hacia Natsuki y “la otra” de la cual desconocía su nombre. - ¿Saben algo de medicina? ¿No sería mejor llevarlo al barco? - Cuestionó mientras con su mano picaba el estómago de William ¿Por qué? A ver si le dolía.
Daoko
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Enishi Miér Abr 20, 2016 9:50 am
Essex se llamaba en donde Enishi tenía sus pies puestos, la verdad es que lo primero que se le vino a la mente en una especie de juego de palabras, quizás en realidad era un nombre lujurioso ya que esa terminación “sex” no pasaba muy desapercibida pero bueno prefirió simplemente no dar comentario alguno simplemente se quedó escuchando lo que aquel hombre le tenía que decir.
Aquel hombre de facciones rudas estaba bien o al menos eso decían sus palabras pero claro que aceptó el alcohol que le entregó el colorín, como se iba a rechazar un trago que no era muy popular por estos lares además de que escasea como ningún otro. Los gustos de los habitantes de Wano son bastante rebuscados, exquisitos de todos los mares. Era cosa de ver como vestía el samurái, lo que bebía e incluso como se comportaba todo de él dictaba como era un joven de Wano hecho y derecho.
Luego el hombre pseudo rudo siguió comentando añadiendo el nombre además de un nombre extraño para la “unión” que tenía. Enishi ladeo la cabeza escuchando sus palabras, el apellido del sujeto era casi impronunciable y el nombre de la unión peor aún. Se rascó un poco la cabeza ante semejantes palabras salidas de un libro extraño de mares jamás antes explorados. Enishi no sabía como reaccionar ante esos nombre, si le decía que estaban super cool era obvio que le mentía así que prefirió callar, era decisión de cada cual elegir los nombres, apodos, etcétera. Como decía su abuela; “hay gustos que son para palos”.
Al instante el tema de conversación varió a lo que Enishi había sido encargado, le habló concretamente de lo sucedido. Enishi sacó algo para anotar cada palabra que le decía, le parecía curioso como lo decía, esperaba más detalles pero en la condición actual de él no esperaba mucho tampoco, podía ir recopilando datos para un reporte mucho más certero.
Cuando se percató que la misión fue un éxito se relajo pero recordó que trataba de personas, le hizo hervir la sangre y seguramente si tuviese alguno de sus hakis despiertos habría causado una gran conmoción, no podía controlar su rabia e ira para con quienes hacían el mal con seres inocentes. No entendía como habían ratas que podían hacer semejantes cosas. Prefirió alejar ese sentimiento de lado, no era bueno enojarse ahora.
William parecía un tipo honesto ante los ojos de Enishi. No mentía en sus palabras, se notaba que tenía madera para ser líder y eso no le entraba en la menor duda. Le agradó el comentario que añadió sobre que murió por su propia espada. Como todo espadachín lo mejor sería morir con honor, la espada de cada uno es el honor y orgullo, Enishi lo sabía y si aquel rival era un espadachín murió como debía ser, a pesar de ser una mierda. Anotó todo menos lo que venía a continuación. Dos de sus compañeros andaban en búsqueda de ropa adecuada, la verdad es que no quiso indagar en eso, le importaba un bledo. Enishi aclaró la voz pero aquel revolucionario procedió a decir que seguramente el colorín podría congeniar con un tal “Ray”, no le conocía pero viendo las cosas seguro lo haría.
— ¿Sólo con él? Vaya, vaya.. Pensé que me llevaría bien con todos. No suelo caer mal. — Con una amplía sonrisa le añadió al hombre de apellido complicado. Luego de eso dio unos pasos y se sentó al lado de él. — Debería anotar igual que hay revolucionarios con ropas llamativas… Pero no lo haré, no veo bien agregar eso. Tenemos que ser lo menos notorios posible y seguro eso lo sabes. Ten en cuenta que las sombras son nuestro mejor aliado. — El tono de voz de Enishi fue lento, pausado y con seriedad. Las palabras que decían tenían importancia y como no, él sabía lo que era ser un revolucionario además no quería perder la vida ni la de sus compañeros por gente que era “llamativa” como dijo William. Luego de eso sonrió otra vez tomando un temple mucho más amigable como el que solía tener siempre.
— Bueno supongo que les acompaño. Luego no sé a donde iré. — Se tomó el pelo mientras sonreía de manera algo nerviosa. —¿No tendrás una vacante aquí? Seguro en el futuro seré muy útil. — Agregó para finalizar mientras observaba para el mar, el viento meneaba su cabellera larga y roja como la ira. Sus orbes celestes estaban algo perdidas, se sentía algo extraño. Ya no quería hacer nada en solitario.. Hace semanas se le encomendó que buscase a donde pertenecer y veía a William como a quien seguir sus órdenes. Para Enishi el señor de apellido complicado era alguien de fiar, su instinto se lo decía.
Aquel hombre de facciones rudas estaba bien o al menos eso decían sus palabras pero claro que aceptó el alcohol que le entregó el colorín, como se iba a rechazar un trago que no era muy popular por estos lares además de que escasea como ningún otro. Los gustos de los habitantes de Wano son bastante rebuscados, exquisitos de todos los mares. Era cosa de ver como vestía el samurái, lo que bebía e incluso como se comportaba todo de él dictaba como era un joven de Wano hecho y derecho.
Luego el hombre pseudo rudo siguió comentando añadiendo el nombre además de un nombre extraño para la “unión” que tenía. Enishi ladeo la cabeza escuchando sus palabras, el apellido del sujeto era casi impronunciable y el nombre de la unión peor aún. Se rascó un poco la cabeza ante semejantes palabras salidas de un libro extraño de mares jamás antes explorados. Enishi no sabía como reaccionar ante esos nombre, si le decía que estaban super cool era obvio que le mentía así que prefirió callar, era decisión de cada cual elegir los nombres, apodos, etcétera. Como decía su abuela; “hay gustos que son para palos”.
Al instante el tema de conversación varió a lo que Enishi había sido encargado, le habló concretamente de lo sucedido. Enishi sacó algo para anotar cada palabra que le decía, le parecía curioso como lo decía, esperaba más detalles pero en la condición actual de él no esperaba mucho tampoco, podía ir recopilando datos para un reporte mucho más certero.
Cuando se percató que la misión fue un éxito se relajo pero recordó que trataba de personas, le hizo hervir la sangre y seguramente si tuviese alguno de sus hakis despiertos habría causado una gran conmoción, no podía controlar su rabia e ira para con quienes hacían el mal con seres inocentes. No entendía como habían ratas que podían hacer semejantes cosas. Prefirió alejar ese sentimiento de lado, no era bueno enojarse ahora.
William parecía un tipo honesto ante los ojos de Enishi. No mentía en sus palabras, se notaba que tenía madera para ser líder y eso no le entraba en la menor duda. Le agradó el comentario que añadió sobre que murió por su propia espada. Como todo espadachín lo mejor sería morir con honor, la espada de cada uno es el honor y orgullo, Enishi lo sabía y si aquel rival era un espadachín murió como debía ser, a pesar de ser una mierda. Anotó todo menos lo que venía a continuación. Dos de sus compañeros andaban en búsqueda de ropa adecuada, la verdad es que no quiso indagar en eso, le importaba un bledo. Enishi aclaró la voz pero aquel revolucionario procedió a decir que seguramente el colorín podría congeniar con un tal “Ray”, no le conocía pero viendo las cosas seguro lo haría.
— ¿Sólo con él? Vaya, vaya.. Pensé que me llevaría bien con todos. No suelo caer mal. — Con una amplía sonrisa le añadió al hombre de apellido complicado. Luego de eso dio unos pasos y se sentó al lado de él. — Debería anotar igual que hay revolucionarios con ropas llamativas… Pero no lo haré, no veo bien agregar eso. Tenemos que ser lo menos notorios posible y seguro eso lo sabes. Ten en cuenta que las sombras son nuestro mejor aliado. — El tono de voz de Enishi fue lento, pausado y con seriedad. Las palabras que decían tenían importancia y como no, él sabía lo que era ser un revolucionario además no quería perder la vida ni la de sus compañeros por gente que era “llamativa” como dijo William. Luego de eso sonrió otra vez tomando un temple mucho más amigable como el que solía tener siempre.
— Bueno supongo que les acompaño. Luego no sé a donde iré. — Se tomó el pelo mientras sonreía de manera algo nerviosa. —¿No tendrás una vacante aquí? Seguro en el futuro seré muy útil. — Agregó para finalizar mientras observaba para el mar, el viento meneaba su cabellera larga y roja como la ira. Sus orbes celestes estaban algo perdidas, se sentía algo extraño. Ya no quería hacer nada en solitario.. Hace semanas se le encomendó que buscase a donde pertenecer y veía a William como a quien seguir sus órdenes. Para Enishi el señor de apellido complicado era alguien de fiar, su instinto se lo decía.
Enishi
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por William J. Blazkowicz Vie Abr 22, 2016 7:49 am
Que va, no lo decía en ese sentido, seguro te llevas bien con todos, pero Ray Kazaragi es nuestro navegante principal y seguro podrían compartir notas u otros datos después de todo a eso se dedican ambos – dice William a enishi – se que mantener un bajo perfil es muy importante, pero ellas bueno, parece que su estrategia consiste en llamar la mayor cantidad de atención posible para que se concentren en ellas y los demás podamos movernos sin que nos vean, es poco ortodoxo pero al menos en la ultima misión funciono – recuerda la apariencia que tenían y realmente le costaba asimilar que pudiesen simplemente desvestirse en frente de los enemigos – aunque no creo que esa táctica siempre funcione, ojala puedan adaptarse y que cuando tengamos que ser todos como quien dice “uno con la sombra” sepan hacerlo, sino podríamos estar en gravísimos problemas en ciertos casos – mantener bajo perfil era muy importante en las infiltraciones, y quizás lo ultimo había sido un golpe de suerte, pero aunque hubiesen casos que funcionasen seguramente habría otros en los que no serviría – bueno, creo que lo mejor seria ir preparando el barco, mientras menos tiempo pasemos en la isla mejor – se levanta con dificultad y comienza a dar instrucciones a los reclutas para que comiencen a mover los aparejos. Levantando las velas y recogiendo las amarras del muelle, por si tenían que salir rápido, así no tendrían el inconveniente de toparse con algún obstáculo en el camino, solo faltaba que llegaran las gemelas y apenas pisaran el barco zarparían - de momento no tenemos una vacante, pero si tenemos espacio en el barco, asi que puedes acompañarnos si gustas
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Natsuki Shirayama Vie Abr 22, 2016 9:15 pm
La mayor simplemente asintió con la cabeza mientras le tomaba la mano a su hermana, arrastrándola hacia aquel restaurante atravesando el mismo de manera rápida, sin siquiera llegar a ser atrapadas por el mesero del lugar o cualquier aburrido hombre que confundiera la profesión de las gemelas que prontamente terminarían dentro del cuarto de baño en donde al menos una mujer se volteo a verlas a ambas antes de retirarse de manera fugaz, como si tuviera miedo de lo que le pudiera ocurrir, algo que le genero risa a Natsuki. Sin mas tomaría un conjunto de prendas que se asemejaban bastante al de una estudiante y le arrojaría el par idéntico a Natsumi esperando que esta comenzara a cambiarse. El tiempo que les tomaría eso seria de mas o menos unos diez minutos lo cual sumado a los diez minutos usados para las compras les dejaban exactamente con solo otros diez... Las matemáticas dividían muy bien esa media hora para hacer tres cosas.
-Rápido, rápido, rápido~- Apuro a la menor terminando por empujarla fuera del cuarto de baño, tomándola de la mano para salir corriendo de aquel local del cual un camarero intento frenarlas, llevándose un fuerte golpe por el golpe de la mayor, algo que lo arrojo unos cuantos metros hacia delante permitiendo la completa huida del par. Si se apuraban lo suficiente llegarían al barco y para ello sus serpientes se arrojarían hacia ellas con sus armas, puesto que estas eran bastante lentas cuando cargaban con el enorme arsenal de las damas -Imagino que ese es el barco, apúrate Natsu-nee- Por delante, en pleno muelle, se encontraba el barco que concordaba bastante bien con la descripción que William les había hecho del mismo.
-Rápido, rápido, rápido~- Apuro a la menor terminando por empujarla fuera del cuarto de baño, tomándola de la mano para salir corriendo de aquel local del cual un camarero intento frenarlas, llevándose un fuerte golpe por el golpe de la mayor, algo que lo arrojo unos cuantos metros hacia delante permitiendo la completa huida del par. Si se apuraban lo suficiente llegarían al barco y para ello sus serpientes se arrojarían hacia ellas con sus armas, puesto que estas eran bastante lentas cuando cargaban con el enorme arsenal de las damas -Imagino que ese es el barco, apúrate Natsu-nee- Por delante, en pleno muelle, se encontraba el barco que concordaba bastante bien con la descripción que William les había hecho del mismo.
Natsuki Shirayama
Hoja de personaje
Nivel:
(11/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Albedo Vie Abr 22, 2016 10:16 pm
Al parecer el sitio que había propuesto la menor fue completamente acertado, a decir verdad, estas aún no estaban 100% seguras de que el lugar iba a tener un lugar así como para que ambas pudieran cambiarse, además de que las dejen pasar, pero se ve que la agilidad de la mayor fue mejor en esta ocasión, su entrada al restaurant parecía haber pasado relativamente desapercibida mientras que ambas se dirigieron de forma sagaz al cuarto de baño, donde solo divisaron un cuerpo femenino el cual rápidamente huida de la bizarra escena en la que dos mujeres iguales vestían paños menores y entraban al baño al mismo momento que estaba ella.
Las prendas fueron pasadas por la mayor, esta vez eran prendas más calmas, la ropa en tonalidad blanca y verde era del agrado de la fémina mientras que pasaría a ponerse cada una de las prendas que se le había pasado comenzaba a repasar con sus manos el trabajo que le había tomado el ponerse la ropa y sin que quede de una forma mal vista, un pequeño moño sería puesto en el escote de la pelimorada mientras que en ese instante la mayor la empujaría para salir a las apuradas del lugar, esta fue como el parachoques, avanzando cada vez más rápido tacleando a cada uno de los encargados del restaurant como si pidieran explicación alguna. La salida de las mujeres fue bastante alborotada mientras que al final la mayor le dejaba un lindo regalo al último que se atrevía a detener a las féminas, la puerta impacto en la cara del individuo dejando una linda fotocopia de ella.
Los pasos hacía el muelle serían bastantes apresurados mientras que en un instante el par de serpientes descenderían del cielo, con todo el arsenal que estas tenían. Ahora la pintura estaba completa, un par de mujeres idénticas, con un millón de bolsas llenas de ropa al igual que varias armas que permanecían aferradas al par de serpientes que se mantenían junto a ellas. Nyssa había tomado posesión completa del hombro de la menor, mientras que su cola sostendría enroscada el hacha y la katana que ahora tenía. - Posiblemente, si no es una broma que nos jugo para deshacerse de nosotras. - Si, esta era un poco pesimista, pero a fin de cuentas sus pasos acortaron cada vez más el tramo hasta que en cuestión de minutos terminaron frente al barco que se le había nombrado anteriormente, la inscripción que decían que tenía era correcta, aquel era el barco.
Las prendas fueron pasadas por la mayor, esta vez eran prendas más calmas, la ropa en tonalidad blanca y verde era del agrado de la fémina mientras que pasaría a ponerse cada una de las prendas que se le había pasado comenzaba a repasar con sus manos el trabajo que le había tomado el ponerse la ropa y sin que quede de una forma mal vista, un pequeño moño sería puesto en el escote de la pelimorada mientras que en ese instante la mayor la empujaría para salir a las apuradas del lugar, esta fue como el parachoques, avanzando cada vez más rápido tacleando a cada uno de los encargados del restaurant como si pidieran explicación alguna. La salida de las mujeres fue bastante alborotada mientras que al final la mayor le dejaba un lindo regalo al último que se atrevía a detener a las féminas, la puerta impacto en la cara del individuo dejando una linda fotocopia de ella.
Los pasos hacía el muelle serían bastantes apresurados mientras que en un instante el par de serpientes descenderían del cielo, con todo el arsenal que estas tenían. Ahora la pintura estaba completa, un par de mujeres idénticas, con un millón de bolsas llenas de ropa al igual que varias armas que permanecían aferradas al par de serpientes que se mantenían junto a ellas. Nyssa había tomado posesión completa del hombro de la menor, mientras que su cola sostendría enroscada el hacha y la katana que ahora tenía. - Posiblemente, si no es una broma que nos jugo para deshacerse de nosotras. - Si, esta era un poco pesimista, pero a fin de cuentas sus pasos acortaron cada vez más el tramo hasta que en cuestión de minutos terminaron frente al barco que se le había nombrado anteriormente, la inscripción que decían que tenía era correcta, aquel era el barco.
Albedo
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
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