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Creado por Shinya Kougami Dom Abr 24, 2016 10:30 am
Guren estaba completamente agotado de hacer simplemente cosas básicas como soldado pero había surgido hace poco el momento idóneo para movilizarse a otro sector para hacer algo un poco más elaborado pero tampoco de una complejidad demasiado absurda. Ahora sería designado en investigar además de encargarse de unos bandidos, aunque claro no era una tarea para él solo, no sabia más detalles de aquello simplemente lo necesario como si le ocultasen más cosas. Como por ejemplo quien sería su acompañante o sus compañeros en cuestión. Tampoco es que fuera quisquilloso con respecto a eso, ya que podía trabajar con quien sea.
Se le asignó Ilusia para movilizarse y claro lo iban a llevar en un barco de la marina. En medio del viaje iba leyendo los papeles de instrucciones a hacer, también de que se vería las caras con una caza recompensas, era la primera vez que oía de alguien así. Le llamó la atención puesto que en su vida se imaginó que existía aquello, bueno sabía de la existencia y todo pero primera vez que desde la marina se mostraban tan abiertos a tener que juntar a un soldado con un caza recompensas. Le agradaba en el fondo la idea.
Lo dejaron en el puerto y él simplemente comenzó a deambular por las calles como cuan lobo solitario. No sabía por donde comenzar, su ropa denotaba que iba por la marina pero claro las personas no estaban muy interesadas en él. La tierra era prospera en su totalidad y parecía ajena totalmente a la violencia, eso era lo más dudoso para Guren que en un sector como este no hubiera nada de violencia o algo que le hiciera sospechar, claro el primer lugar para que bandidos se escondieran ante la buena fachada de este sector.
Todo en aquel lugar era pacifico, las personas se saludaban las unas con las otras a Guren hasta le decían buenos días joven. El chico siguió caminando como si nada por aquel amplio sector siempre con sus katanas al descubierto. No sabía donde encontrarse con la persona con la que debía ser su compañero. Así que se quedó cerca del puerto por si alguien se le acercaba aunque recordó que estaban los detalles de quien sería, los había pasado por alto.
Al leer se percató de que era una chica. Tragó saliva porque se imaginó antes a un hombre fortachón. Se sorprendió ya que en sí la descripción era muy certera y era cosa de simplemente buscar. Tenía cabellera larga y negra decía en la descripción por eso se guiaría ya que por ahora sólo habían hombres en el puerto, sacando los peces y provisiones que venían de otras islas.
Se le asignó Ilusia para movilizarse y claro lo iban a llevar en un barco de la marina. En medio del viaje iba leyendo los papeles de instrucciones a hacer, también de que se vería las caras con una caza recompensas, era la primera vez que oía de alguien así. Le llamó la atención puesto que en su vida se imaginó que existía aquello, bueno sabía de la existencia y todo pero primera vez que desde la marina se mostraban tan abiertos a tener que juntar a un soldado con un caza recompensas. Le agradaba en el fondo la idea.
Lo dejaron en el puerto y él simplemente comenzó a deambular por las calles como cuan lobo solitario. No sabía por donde comenzar, su ropa denotaba que iba por la marina pero claro las personas no estaban muy interesadas en él. La tierra era prospera en su totalidad y parecía ajena totalmente a la violencia, eso era lo más dudoso para Guren que en un sector como este no hubiera nada de violencia o algo que le hiciera sospechar, claro el primer lugar para que bandidos se escondieran ante la buena fachada de este sector.
Todo en aquel lugar era pacifico, las personas se saludaban las unas con las otras a Guren hasta le decían buenos días joven. El chico siguió caminando como si nada por aquel amplio sector siempre con sus katanas al descubierto. No sabía donde encontrarse con la persona con la que debía ser su compañero. Así que se quedó cerca del puerto por si alguien se le acercaba aunque recordó que estaban los detalles de quien sería, los había pasado por alto.
Al leer se percató de que era una chica. Tragó saliva porque se imaginó antes a un hombre fortachón. Se sorprendió ya que en sí la descripción era muy certera y era cosa de simplemente buscar. Tenía cabellera larga y negra decía en la descripción por eso se guiaría ya que por ahora sólo habían hombres en el puerto, sacando los peces y provisiones que venían de otras islas.
Shinya Kougami
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Dom Abr 24, 2016 11:56 am
¿Las ventajas de ser una espada de alquiler? Sencillo, siempre hay trabajo, sobre todo para una mujer como Lily, una persona con capacidades de combate por sobre la media y habilidades de infiltración para pasar desapercibida y aparentar lo que no es en caso de ser necesario siempre era bien valorada, sobre todo cuando solo había una mancha en su historial de caserías hasta el momento, tal vez fuera un fallo atroz aquel, pero era el único.
Su fallo le quito mucho pero le dio gran poder a cambio y por ese poder era que se la había contratado para efectuar un trabajo en conjunto a la marina, un trabajo simple y de poca monta en el cual debería de hacerse cargo de un par de bandidos, su función era en parte reemplazar a soldados que eran más útiles como vigías, reparando cosas y curando gente, en resumen, la estaban utilizando para cuidar mejor de sus recursos y aquello no al molestaba en absoluto, después de todo los más grandes de cualquier profesión tenían que trabajar desde abajo para ascender hasta la cima.
Realmente no era un trabajo de infiltración por si mismo así que la joven de fría mirada no tuvo que buscar ni ponerse algún disfraz acorde a la situación, simplemente se puso ropas cómodas y que le permitieran trabajar tranquilamente, el conjunto esta vez sería una camisa blanca con botones dorados, una gran capa de color bordo y unos pantalones oscuros, llevaba la espada a simple vista se podría deducir de que era su arma principal, lo cual no era el caso realmente, sin embargo siempre era una ventaja no mostrar todo su repertorio.
Se encontraba en el muelle, buscando con la mirada a la persona con la cual debería de encontrarse y a la cual ayudaría en aquella misión, la gente del lugar era demasiado buena para el gusto de la pelinegra criada en Wishkey Peack que no se sentía cómoda en aquel ambiente tan extraño, después de un rato revisando en el muelle finalmente diviso a un hombre que coincidía al menos en mayor parte con la persona a la cual esperaba, sin mucha prisa la fémina comenzó a caminar un poco rápido para alcanzarlo y tocarle el hombro.
Al acercarse la joven le miraba un desde abajo por la gran diferencia de alturas entre el masculino y la fémina -Buenas tardes, soy Lily ¿Puede ser que tú seas Guren Ichinose?.- Pregunto en voz relativamente baja, más por costumbre de evitar gritar nombres ajenos que por paranoia de ser oída mientras que dirigía sus orbes plateados a cruzarse con los ajenos por un momento antes de bajar un poco la vista “avergonzada”.
Su voz era suave y agradable, como la de una doncella, había usado un tono bajo y vergonzoso propio de una muchachita que ha tratado pocas veces con los hombres, con temor de estar equivocándose de persona, se había parado de lado mientras que la zurda movía la empuñadura su arma disimuladamente para ocultarla con la capa generando la imagen de mujer desarmada débil para que si no era a quien buscaba el marine no se molestara, no era gran cosa ya que el arma solo permanecería oculta y sin ser sospechosa en aquella postura por un breve periodo de tiempo, tiempo más que suficiente para identificar si era o no la persona buscada.
Su fallo le quito mucho pero le dio gran poder a cambio y por ese poder era que se la había contratado para efectuar un trabajo en conjunto a la marina, un trabajo simple y de poca monta en el cual debería de hacerse cargo de un par de bandidos, su función era en parte reemplazar a soldados que eran más útiles como vigías, reparando cosas y curando gente, en resumen, la estaban utilizando para cuidar mejor de sus recursos y aquello no al molestaba en absoluto, después de todo los más grandes de cualquier profesión tenían que trabajar desde abajo para ascender hasta la cima.
Realmente no era un trabajo de infiltración por si mismo así que la joven de fría mirada no tuvo que buscar ni ponerse algún disfraz acorde a la situación, simplemente se puso ropas cómodas y que le permitieran trabajar tranquilamente, el conjunto esta vez sería una camisa blanca con botones dorados, una gran capa de color bordo y unos pantalones oscuros, llevaba la espada a simple vista se podría deducir de que era su arma principal, lo cual no era el caso realmente, sin embargo siempre era una ventaja no mostrar todo su repertorio.
Se encontraba en el muelle, buscando con la mirada a la persona con la cual debería de encontrarse y a la cual ayudaría en aquella misión, la gente del lugar era demasiado buena para el gusto de la pelinegra criada en Wishkey Peack que no se sentía cómoda en aquel ambiente tan extraño, después de un rato revisando en el muelle finalmente diviso a un hombre que coincidía al menos en mayor parte con la persona a la cual esperaba, sin mucha prisa la fémina comenzó a caminar un poco rápido para alcanzarlo y tocarle el hombro.
Al acercarse la joven le miraba un desde abajo por la gran diferencia de alturas entre el masculino y la fémina -Buenas tardes, soy Lily ¿Puede ser que tú seas Guren Ichinose?.- Pregunto en voz relativamente baja, más por costumbre de evitar gritar nombres ajenos que por paranoia de ser oída mientras que dirigía sus orbes plateados a cruzarse con los ajenos por un momento antes de bajar un poco la vista “avergonzada”.
Su voz era suave y agradable, como la de una doncella, había usado un tono bajo y vergonzoso propio de una muchachita que ha tratado pocas veces con los hombres, con temor de estar equivocándose de persona, se había parado de lado mientras que la zurda movía la empuñadura su arma disimuladamente para ocultarla con la capa generando la imagen de mujer desarmada débil para que si no era a quien buscaba el marine no se molestara, no era gran cosa ya que el arma solo permanecería oculta y sin ser sospechosa en aquella postura por un breve periodo de tiempo, tiempo más que suficiente para identificar si era o no la persona buscada.
- Apariencia:
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shinya Kougami Dom Abr 24, 2016 2:35 pm
A veces Guren se resignaba en encontrar a las personas ya que era pésimo para aquello. Tenía que tener una foto pegada a la mano e ir observándola cada dos segundos para no olvidar detalle. En esta ocasión parecía más desorientado de lo normal e incluso se podía notar algo preocupado por tener que encontrar a su compañera. Pero como es bastante astuto sabía que en un lugar donde estaba repleto de varones, una mujer sería fácil de identificar por lejos. En fin simplemente al joven le quedaría esperar para el encuentro.
Pasaron quien sabe cuantos minutos para cuando de pronto alguien le tocó el hombro, al mirarle era una chica de menor estatura que él, veía de una manera acorde a la misión que se le encomendaron. Se veía débil de contextura física pero Guren en el fondo sabía que eso no era cierto, era una fachada. Se presentó ante Ichinose como Lily, sí en definitiva era ella ya que lo llamó por su nombre con apellido incluido. Guren simplemente observó las orbes de ella, entrecerró sus ojos para analizar mejor la situación y no verse sumergido en alguna especie de trampa.
Ya sabiendo que ella era la indicada prefirió ocultar sus katanas bajo su ropa puesto que no sería necesario movimiento alguno, él podía actuar sin importar si era una chica atractiva quien estuviese enfrente, la rebanaría si causara un problema. Es el caso en que haya sido de una trampa pero no lo era. El peli negro por su parte decidió toser para esclarecer su voz antes de comenzar a hablar.
— Sí ése soy yo. Supongo que eres mi pareja de misión. — Le dijo a la “delicada” mujer que tenía enfrente mientras bostezaba un poco. — Así que solo con nosotros bastará para hacernos cargo. — Sonrió mientras comenzó su caminata pero no sin antes mirarle de soslayo. — Vamos directo donde esos bandidos. Queda lejos así que podemos charlar un rato en el camino. ¿Te parece bien? — Terminó comentando a la par que sus piernas iniciaban el andar pero siempre a la par de ella, sin dejarla detrás ni sin estar al lado de ella, hombro con hombro. Parecía más bien que intentaba protegerla en cuestión. El lugar se sabia que era “pacifico” pero todos sabemos que dentro de sitios así se esconde la maldad y hay un sinfín de cosas que debemos de sacar a la luz.
— Soy pésimo intentando charlar con alguien y más con una mujer.. — Se rascó la cabeza en lo que ya se salían de la zona más “comercial” para ya adentrarse a terrenos donde por última vez se ubicó a los bandidos. — Supongo que eres una espadachín. — Finalizó pero no solo con eso sino que quedándose quieto sintió varas miradas posadas en ellos, no era como si algún poder de haki se lo hiciera sentir solo que se podía notar enfrente de ellos varios hombres mirando fijamente, de todos lados le miraban muchos, al parecer estaban cercanos al nido de las ratas.
Pasaron quien sabe cuantos minutos para cuando de pronto alguien le tocó el hombro, al mirarle era una chica de menor estatura que él, veía de una manera acorde a la misión que se le encomendaron. Se veía débil de contextura física pero Guren en el fondo sabía que eso no era cierto, era una fachada. Se presentó ante Ichinose como Lily, sí en definitiva era ella ya que lo llamó por su nombre con apellido incluido. Guren simplemente observó las orbes de ella, entrecerró sus ojos para analizar mejor la situación y no verse sumergido en alguna especie de trampa.
Ya sabiendo que ella era la indicada prefirió ocultar sus katanas bajo su ropa puesto que no sería necesario movimiento alguno, él podía actuar sin importar si era una chica atractiva quien estuviese enfrente, la rebanaría si causara un problema. Es el caso en que haya sido de una trampa pero no lo era. El peli negro por su parte decidió toser para esclarecer su voz antes de comenzar a hablar.
— Sí ése soy yo. Supongo que eres mi pareja de misión. — Le dijo a la “delicada” mujer que tenía enfrente mientras bostezaba un poco. — Así que solo con nosotros bastará para hacernos cargo. — Sonrió mientras comenzó su caminata pero no sin antes mirarle de soslayo. — Vamos directo donde esos bandidos. Queda lejos así que podemos charlar un rato en el camino. ¿Te parece bien? — Terminó comentando a la par que sus piernas iniciaban el andar pero siempre a la par de ella, sin dejarla detrás ni sin estar al lado de ella, hombro con hombro. Parecía más bien que intentaba protegerla en cuestión. El lugar se sabia que era “pacifico” pero todos sabemos que dentro de sitios así se esconde la maldad y hay un sinfín de cosas que debemos de sacar a la luz.
— Soy pésimo intentando charlar con alguien y más con una mujer.. — Se rascó la cabeza en lo que ya se salían de la zona más “comercial” para ya adentrarse a terrenos donde por última vez se ubicó a los bandidos. — Supongo que eres una espadachín. — Finalizó pero no solo con eso sino que quedándose quieto sintió varas miradas posadas en ellos, no era como si algún poder de haki se lo hiciera sentir solo que se podía notar enfrente de ellos varios hombres mirando fijamente, de todos lados le miraban muchos, al parecer estaban cercanos al nido de las ratas.
Shinya Kougami
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Dom Abr 24, 2016 3:26 pm
Tras una aguda mirada por parte del individuo más alto este afirmo ser la persona buscada por la cazadora de recompensas quien se relajó con una sonrisa y dejo de ocultar su arma, no era un gesto evidente así que tampoco se podría tomar como una amenaza, parecía estar tranquilo a pesar de la delicada apariencia de quien sería su compañera de armas en aquella misión, la gente precavida no se dejaba llevar por la fachada simple de la fémina, al menos no a menos que se disfrazara pusiera mucho se si en el engaño.
Aquel joven era suficientemente precavido para no prejuzgar a simple vista. Comenzaron a dirigirse al nido de bandidos que se suponía debían limpiar mientras que el marine daba un intento de comienzo de conversación -No tengo problema en que vayamos directo, mucho menos tengo problemas de hablar en el camino, después de todo, siempre está bien saber un poco de la persona que será tu compañera de armas para una batalla.- Dijo tranquilamente con aquella femenina y relajada voz que utilizaba habitualmente.
Dada su vestimenta y situación no podría jugar tanto como había hecho en el pasado con su salvador, pero así estaba bien para ella, aunque por la actitud tan solemne que Guren tenía al andar parecía que existía aún la esperanza de que la cazadora pudiera divertirse un poco con él, o más bien a su costa.
Tras la afirmación de ser pésimo para intentar charlar con una mujer la joven se sonrió y mientras escuchaba el comentario sobre su forma de combate se acercó para tomarle del brazo de forma juguetona -Venga, no seas timidito, Guren, no hay que parecer que estamos yendo a cometer un asesinato o esa aura asesina espantara a las presas débiles.- Dijo en voz baja mientras sonreía, era una voz dulce, la sonrisa era agradable a la vista, pero el contenido de las palabras no era tan dulce, desde afuera podría parecer una chica linda coqueteando aunque la realidad era algo diferente.
-Si, a la hora de luchar principalmente utilizo armas cortantes como la espada en mi cintura, aunque tendrás que perdonarme si no soy tan fuerte como tú, se nota a simple vista tu disciplina y la dedicación que debes haber puesto en dominar tu arte... ¿De dónde vienes Guren? Yo nací en Wishkey Peack-
Aquel joven era suficientemente precavido para no prejuzgar a simple vista. Comenzaron a dirigirse al nido de bandidos que se suponía debían limpiar mientras que el marine daba un intento de comienzo de conversación -No tengo problema en que vayamos directo, mucho menos tengo problemas de hablar en el camino, después de todo, siempre está bien saber un poco de la persona que será tu compañera de armas para una batalla.- Dijo tranquilamente con aquella femenina y relajada voz que utilizaba habitualmente.
Dada su vestimenta y situación no podría jugar tanto como había hecho en el pasado con su salvador, pero así estaba bien para ella, aunque por la actitud tan solemne que Guren tenía al andar parecía que existía aún la esperanza de que la cazadora pudiera divertirse un poco con él, o más bien a su costa.
Tras la afirmación de ser pésimo para intentar charlar con una mujer la joven se sonrió y mientras escuchaba el comentario sobre su forma de combate se acercó para tomarle del brazo de forma juguetona -Venga, no seas timidito, Guren, no hay que parecer que estamos yendo a cometer un asesinato o esa aura asesina espantara a las presas débiles.- Dijo en voz baja mientras sonreía, era una voz dulce, la sonrisa era agradable a la vista, pero el contenido de las palabras no era tan dulce, desde afuera podría parecer una chica linda coqueteando aunque la realidad era algo diferente.
-Si, a la hora de luchar principalmente utilizo armas cortantes como la espada en mi cintura, aunque tendrás que perdonarme si no soy tan fuerte como tú, se nota a simple vista tu disciplina y la dedicación que debes haber puesto en dominar tu arte... ¿De dónde vienes Guren? Yo nací en Wishkey Peack-
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shinya Kougami Dom Abr 24, 2016 4:27 pm
Con sinceridad Guren siempre fue pésimo para hablar con chicas, usualmente no hablaba si no era necesario y una vez en la academia de la marina cuando le tocó hacer un trabajo con un grupo de puras mujeres no habló sino hasta que le pidieron su opinión. No era timidez quizás era más bien que no se sentía a gusto. Su madre le solía decir que tuviera cuidado que no todas las mujeres eran como ella de amable, muchas podían parecerlo pero en el fondo eran unas chiquillas que solo les gustaba causar el mal al sexo opuesto pero igual existían otras que eran lo opuesto, quizás tanta lección por parte de su madre le hizo estar siempre a la defensiva. Era normal y más en un hombre que vivió solitario durante tantos años.
La chica a Guren le pareció liviana de sangre como decían. Aunque tan expresiva que era le causaba intriga y algo que su madre le comentó hace años le venía a la mente. Olvidó eso pero decidió que conocerla igual era interesante, ella por su parte respondió de manera positiva ante aquello. Para conocer a su aliado es mejor conocerlo en términos personales, siempre le dijeron eso y lo pondría en practica ahora. No quería ser borde ni nada por el estilo aunque su naturaleza era esa, pero el triunfo de la misión dependía de su actuar.
A Ichinose le sorprendió aquella tomada de brazo. No es que jamás le hubieran hecho aquello sino que era bastante sorpresivo. Le miró y no pudo evitar entrar en confianza rápido aunque era claro que usaría esa postura para pasar más desapercibido en general, sería menos llamativo andar además los bandidos no se alterarían ante la presencia de la marina sino que andarían más relajados porque dos jóvenes andaban charlando.
Las palabras de la chica de cabellera negra le hicieron gracia por dentro, tímido si era, de que fueran a cometer un asesinato hasta ahora lo dudaba. La espada del muchacho estaba lista para rebanar alguna que otra cabeza, no olía el peligro y no temía por morir pero obviamente tenía que atender todo con calma por ahora.
— Tienes razón. Espantaré a todos.. muy gruñón de mi parte. — Sonrió dejando de lado aquello. Aunque el deje de las palabras no era tan literal como se creía, ambos eran muy cuidadosos en usar sus palabras, se notaba meramente al leer entre lineas pero no todos se van a poner a estudiar como eran dichas las palabras.
Luego el tema cambió, aunque claro la chica pasó a ser modesta diciendo que el joven era más fuerte que ella. No se sabría decir en verdad, a veces es mejor no juzgar libro alguno por su portada. Lo que sí era cierto era el esfuerzo que él había entregado por aprender el arte de la katana. Estuvo días sin dormir por dominar ciertos movimientos, sus manos sangraron de tanto sostener la espada de entrenamiento. Las callosidades se notaban en sus manos, eran evidentes por eso las observó. Aunque se despertó de eso al saber de donde provenía ella por su parte el no sabía nada, hasta usaba un nombre que no era el original, seguro era mejor contarle.
— No creo que sea fuerte. Pero sí me críe años vagando por la calle, peleando por un plato de comer. Cubriéndome entre los arboles para no mojarme en la lluvia. Soportando golpes por parte de piratas los que me querían robar. Yo .. No sé donde nací, tampoco me importa, ni se con exactitud el día. Mi nombre actual es el que mis padres adoptivos me dieron. Y ya me es normal tomarlo como propio. — Dijo en lo que ya todas las miradas no eran destinadas a ellos, podían avanzar con más confianza hacia donde en verdad querían ir. — Y sí tienes razón, dedique tiempo, sudor y sangre por aprender a usar la espada. Mi padre fue marine, ahora se jubiló y está en casa con mi anciana madre. — Le respondió a Lily, sus ojos se ponían serios como los hielos de los polos. Su mirada se perdía en el camino que seguían. No hablaba de su pasado, siempre fue penoso y .. carente de vida.
— Seguro tu vida fue mejor que la mía ¿No? Digamos que soy simplemente un huérfano que encontró un techo. Nací el día que llegué a la casa de mis padres, por mera casualidad. — Finalizó cortante. Ya estaban lo suficientemente adentrados como para ponerse en marcha. Guren tenía una leve idea donde podían estar los bandidos, a veces olía o tenía ese presentimiento, el cual adquirió durante esos largos años en las calles.
La chica a Guren le pareció liviana de sangre como decían. Aunque tan expresiva que era le causaba intriga y algo que su madre le comentó hace años le venía a la mente. Olvidó eso pero decidió que conocerla igual era interesante, ella por su parte respondió de manera positiva ante aquello. Para conocer a su aliado es mejor conocerlo en términos personales, siempre le dijeron eso y lo pondría en practica ahora. No quería ser borde ni nada por el estilo aunque su naturaleza era esa, pero el triunfo de la misión dependía de su actuar.
A Ichinose le sorprendió aquella tomada de brazo. No es que jamás le hubieran hecho aquello sino que era bastante sorpresivo. Le miró y no pudo evitar entrar en confianza rápido aunque era claro que usaría esa postura para pasar más desapercibido en general, sería menos llamativo andar además los bandidos no se alterarían ante la presencia de la marina sino que andarían más relajados porque dos jóvenes andaban charlando.
Las palabras de la chica de cabellera negra le hicieron gracia por dentro, tímido si era, de que fueran a cometer un asesinato hasta ahora lo dudaba. La espada del muchacho estaba lista para rebanar alguna que otra cabeza, no olía el peligro y no temía por morir pero obviamente tenía que atender todo con calma por ahora.
— Tienes razón. Espantaré a todos.. muy gruñón de mi parte. — Sonrió dejando de lado aquello. Aunque el deje de las palabras no era tan literal como se creía, ambos eran muy cuidadosos en usar sus palabras, se notaba meramente al leer entre lineas pero no todos se van a poner a estudiar como eran dichas las palabras.
Luego el tema cambió, aunque claro la chica pasó a ser modesta diciendo que el joven era más fuerte que ella. No se sabría decir en verdad, a veces es mejor no juzgar libro alguno por su portada. Lo que sí era cierto era el esfuerzo que él había entregado por aprender el arte de la katana. Estuvo días sin dormir por dominar ciertos movimientos, sus manos sangraron de tanto sostener la espada de entrenamiento. Las callosidades se notaban en sus manos, eran evidentes por eso las observó. Aunque se despertó de eso al saber de donde provenía ella por su parte el no sabía nada, hasta usaba un nombre que no era el original, seguro era mejor contarle.
— No creo que sea fuerte. Pero sí me críe años vagando por la calle, peleando por un plato de comer. Cubriéndome entre los arboles para no mojarme en la lluvia. Soportando golpes por parte de piratas los que me querían robar. Yo .. No sé donde nací, tampoco me importa, ni se con exactitud el día. Mi nombre actual es el que mis padres adoptivos me dieron. Y ya me es normal tomarlo como propio. — Dijo en lo que ya todas las miradas no eran destinadas a ellos, podían avanzar con más confianza hacia donde en verdad querían ir. — Y sí tienes razón, dedique tiempo, sudor y sangre por aprender a usar la espada. Mi padre fue marine, ahora se jubiló y está en casa con mi anciana madre. — Le respondió a Lily, sus ojos se ponían serios como los hielos de los polos. Su mirada se perdía en el camino que seguían. No hablaba de su pasado, siempre fue penoso y .. carente de vida.
— Seguro tu vida fue mejor que la mía ¿No? Digamos que soy simplemente un huérfano que encontró un techo. Nací el día que llegué a la casa de mis padres, por mera casualidad. — Finalizó cortante. Ya estaban lo suficientemente adentrados como para ponerse en marcha. Guren tenía una leve idea donde podían estar los bandidos, a veces olía o tenía ese presentimiento, el cual adquirió durante esos largos años en las calles.
Shinya Kougami
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Dom Abr 24, 2016 5:09 pm
Mientras viajaban la pelinegra se mantenía aferrada al brazo de su compañero, sonriendo cual doncella enamorada que se había prendido a origen de su afecto a pesar de no ser el caso, el marine no era particularmente hablador en un comienzo, sin embargo al momento que se soltó era como si se tratara de otro muchacho, ya había conocido a alguien así por lo que la joven no se preocupó demasiado o al menos no demostró que le afectara de ninguna forma en su exterior, aunque no pudo evitar hacer una mueca de desagrado ante la interrogante sobre su vida.
Aquella mueca desapareció cual estrella fugaz, brillando solo por un instante que los afortunados podrían recordar y los que se lo perdieron jamás sabrán que ocurrió -Guren... déjame darte un consejo, sé que soy solo una niña desde el punto de vista de muchas personas, pero te puedo asegurar algo, todos en este mundo perdimos y ganamos cosas, todos cargamos con nuestras propias cargas más o menos difíciles de llevar, cada uno debe de volverse fuerte para sobrellevar el peso de su pasado sin inclinarse ni perder el rumbo de su camino.- La voz de la muchacha era comprensiva y suave como la seda, el gesto de una madre para con un niño que cometió un pequeño error.
Para cuando termino de hablar agudizo su mirada y se apartó un poco del marine, se estaba preparando mentalmente para el encuentro, no faltaba mucho para que llegaran al nido de ratas, se suponía eran entre cinco y diez, un grupo grande pero débil en poder individual, si ambos tenían una capacidad de combate similar el resultado debería de ser fácilmente predecible -Una vez que terminemos con la limpieza y si quieres puedo contarte una historia, pero ahora es momento de empezar con nuestro trabajo, estamos a cinco minutos del nido.- Dijo desenvainando su espada y tomándola con la zurda dirigiendo la punta al suelo, no era una postura de combate sino de movimiento, sus pasos eran ligeros como la brisa pero silenciosos como las pisadas de un depredador.
Aquella mueca desapareció cual estrella fugaz, brillando solo por un instante que los afortunados podrían recordar y los que se lo perdieron jamás sabrán que ocurrió -Guren... déjame darte un consejo, sé que soy solo una niña desde el punto de vista de muchas personas, pero te puedo asegurar algo, todos en este mundo perdimos y ganamos cosas, todos cargamos con nuestras propias cargas más o menos difíciles de llevar, cada uno debe de volverse fuerte para sobrellevar el peso de su pasado sin inclinarse ni perder el rumbo de su camino.- La voz de la muchacha era comprensiva y suave como la seda, el gesto de una madre para con un niño que cometió un pequeño error.
Para cuando termino de hablar agudizo su mirada y se apartó un poco del marine, se estaba preparando mentalmente para el encuentro, no faltaba mucho para que llegaran al nido de ratas, se suponía eran entre cinco y diez, un grupo grande pero débil en poder individual, si ambos tenían una capacidad de combate similar el resultado debería de ser fácilmente predecible -Una vez que terminemos con la limpieza y si quieres puedo contarte una historia, pero ahora es momento de empezar con nuestro trabajo, estamos a cinco minutos del nido.- Dijo desenvainando su espada y tomándola con la zurda dirigiendo la punta al suelo, no era una postura de combate sino de movimiento, sus pasos eran ligeros como la brisa pero silenciosos como las pisadas de un depredador.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shinya Kougami Dom Abr 24, 2016 8:02 pm
La forma de hablar de Lily cautivaba los oídos de Guren por el hecho de sus palabras, le parecían interesantes aunque claro cuando habló de que personas ganaban y perdían cosas, era claro ademas de evidente. Su madre le comentó una vez que las niñas sueñan y hablan de príncipes mientras que las mujeres hablan de la realidad y no se preocupan si el hombre con quien quieren estar es un príncipe, un plebeyo o un simple guerrero. Ahora entendía porque lo decía, el trasfondo de todo era el madurar. Siempre los adultos te entregan enseñanzas que al inicio crees que son inútiles pero luego resultan ser muy ciertas.
Guren aclaró su voz un poco para poder hablar, respondiendo a lo que estaba diciendo que evidentemente era cierto pero había algo en que estaba no conforme. Así que no la miró, simplemente siguió su mirar hacia adelante a medida que avanzaban.
— Niña no eres, sino que una mujer. Es cosa de que te escuches. — Le comentó con certeza el muchacho. Había que reconocer cuando una fémina ya no era niña sino que mujer, supongo que era el paso más honesto hacia algo mejor. Así como cuando los niños son pequeños no les agrada que les digan que son chicos, sino que son jóvenes o que ya están grandes, es lo mismo en este caso.
La chica propuso que luego del trabajito debido podía contarle una historia. Era obvio por como lo mencionaba que traba de algo de ella, sería interesante que existía detrás de ella o al menos para Ichinose sería muy bien visto pero era cierto igual que estaban a nada de comenzar un enfrentamiento directo con los bandidos los cuales evidentemente en cualidades de combate no iban a ser rivales para ellos, sus armas hablarían por ellos no había más que agregar al respecto.
El peli negro miró como la chica desenvainó su espada, cerró sus ojos y tomó la propia sacándola de una manera rápida, digna de un espadachín de Wano. Cuando este hizo aquello varios bandidos se hablaron entre si y comenzaron a avanzar donde estaban los dos muchachos. Uno de los bandidos pronto se abalanzó pero Guren sin importarle mucho se movió como la sombra, llegó a la estancia más cercana del enemigo. El calvo quedo con los ojos abiertos cuando tan pronto como no lo notó expulsó sangre por su boca, la cual ensució el rostro de Guren. La espada de él estaba manchada y el cuerpo se desplomó en el suelo.
— Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? Así que ustedes son los bandidos problemáticos. ¿Para quien trabajan? — Dijo el muchacho mientras varios comenzaron a armarse de apoco, algunos le señalaron con sus armas. Otros se preparaban para golpear a cualquiera de los dos. Estaba claro que iba a correr más sangre. Fue así como de improviso y ante los ojos del espadachín un hombre corpulento se abalanzó sobre Lily con toda la intención de matarle. Los ojos de Guren siguieron por si debía saltar a defenderle pero otros venían a por él, ya no podía hacer más, el combate estaba iniciando. Los bandidos iban a ser controlados vivos o muertos.
Guren aclaró su voz un poco para poder hablar, respondiendo a lo que estaba diciendo que evidentemente era cierto pero había algo en que estaba no conforme. Así que no la miró, simplemente siguió su mirar hacia adelante a medida que avanzaban.
— Niña no eres, sino que una mujer. Es cosa de que te escuches. — Le comentó con certeza el muchacho. Había que reconocer cuando una fémina ya no era niña sino que mujer, supongo que era el paso más honesto hacia algo mejor. Así como cuando los niños son pequeños no les agrada que les digan que son chicos, sino que son jóvenes o que ya están grandes, es lo mismo en este caso.
La chica propuso que luego del trabajito debido podía contarle una historia. Era obvio por como lo mencionaba que traba de algo de ella, sería interesante que existía detrás de ella o al menos para Ichinose sería muy bien visto pero era cierto igual que estaban a nada de comenzar un enfrentamiento directo con los bandidos los cuales evidentemente en cualidades de combate no iban a ser rivales para ellos, sus armas hablarían por ellos no había más que agregar al respecto.
El peli negro miró como la chica desenvainó su espada, cerró sus ojos y tomó la propia sacándola de una manera rápida, digna de un espadachín de Wano. Cuando este hizo aquello varios bandidos se hablaron entre si y comenzaron a avanzar donde estaban los dos muchachos. Uno de los bandidos pronto se abalanzó pero Guren sin importarle mucho se movió como la sombra, llegó a la estancia más cercana del enemigo. El calvo quedo con los ojos abiertos cuando tan pronto como no lo notó expulsó sangre por su boca, la cual ensució el rostro de Guren. La espada de él estaba manchada y el cuerpo se desplomó en el suelo.
— Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? Así que ustedes son los bandidos problemáticos. ¿Para quien trabajan? — Dijo el muchacho mientras varios comenzaron a armarse de apoco, algunos le señalaron con sus armas. Otros se preparaban para golpear a cualquiera de los dos. Estaba claro que iba a correr más sangre. Fue así como de improviso y ante los ojos del espadachín un hombre corpulento se abalanzó sobre Lily con toda la intención de matarle. Los ojos de Guren siguieron por si debía saltar a defenderle pero otros venían a por él, ya no podía hacer más, el combate estaba iniciando. Los bandidos iban a ser controlados vivos o muertos.
Shinya Kougami
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Lun Abr 25, 2016 9:05 am
A las amables palabras por parte de la cazadora solo les llego una respuesta que no se relacionaba tanto con el contenido de las mismas sino con la forma en la que comenzó su explicación, aquel comentario sobre la madurez hizo que la joven sonriera, no dijo nada en respuesta, no era necesario responder a aquella afirmación con la cual se enorgulleció un poco, tal vez no fuera lo mismo a que se lo dijera una persona claramente mayor que ella, sin embargo seguía agradándole oír aquellas palabras.
No tardaron mucho en llegar donde los bandidos, como de costumbre en el campo de batalla, los hombres y las bestias realizaron los primeros movimientos sin mucha sutileza, como era obvio, tras asesinar a uno de los malvivientes nadie respondería a las interrogantes del marine -Guren, primero se pregunta y luego se mata, los muertos no hablan hasta donde yo sé.- Comento tranquilamente la fémina mientras veía al que había atacado a su compañero despumándose como si de un costal de cereales se tratase -Supongo que eso quiere decir que no nos dirán ¿verdad?- La muchacha pregunto en tono juguetón mientras que entre sus labios se dibujaba una sonrisa no tan amable ni dulce como las anteriores.
Uno de los bandidos, un tipo bastante corpulento e imponente se abalanzo sobre ella, probablemente tuviera la intención de abatirla primero para usarla como escudo contra el masculino o para obligarle a rendirse, tal vez intimidarlo matando a su compañera, no importaba la razón que lo hubiera llevado a tomar ese curso de acción, lo importante es que ya había empezado a moverse, sin tanta violencia la joven levanto ligeramente su arma y retrocedió medio paso, espero impasible a su rival antes de moverse con una agilidad y gracia dignas de una bailarina.
Un movimiento fluido y hermoso, aquella agilidad era propia de algún felino, aquel movimiento fue guiado por una espada, la espada al pasar junto al cuerpo del bandido se apoyo contra el costado del mismo, a medida que la fémina seguía avanzando la hoja del arma cortaba con su filo cada vez más profundo en la carne de aquel corpulento hombre.
Aquel hombre sufrió más, llego a tomarse por el costado mientras veía como su vital escancia carmesí se derramaba por una gran herida que desde la cual salía también el contenido de los órganos heridos por la intrusión del arma en su cuerpo, gimió de dolor antes de caer al suelo para seguir sufriendo.
-Vale chicos, creo que no les gustara terminar muriendo lentamente en el suelo como su amigote, así que se van a rendir amablemente y responderán la pregunta hecha por mi compañero aquí presente o los mataré a todos, vivos o muertos a mi me pagarán lo mismo por detenerlos.- Dijo en un tono menos juguetón, mientras alzaba el arma asesina apuntando al segundo hombre más cercano a ella como pronunciando una sentencia, evidentemente todavía creían que la superioridad numérica les daría la victoria a pesar de ver caer ya a dos de sus camaradas.
No tardaron mucho en llegar donde los bandidos, como de costumbre en el campo de batalla, los hombres y las bestias realizaron los primeros movimientos sin mucha sutileza, como era obvio, tras asesinar a uno de los malvivientes nadie respondería a las interrogantes del marine -Guren, primero se pregunta y luego se mata, los muertos no hablan hasta donde yo sé.- Comento tranquilamente la fémina mientras veía al que había atacado a su compañero despumándose como si de un costal de cereales se tratase -Supongo que eso quiere decir que no nos dirán ¿verdad?- La muchacha pregunto en tono juguetón mientras que entre sus labios se dibujaba una sonrisa no tan amable ni dulce como las anteriores.
Uno de los bandidos, un tipo bastante corpulento e imponente se abalanzo sobre ella, probablemente tuviera la intención de abatirla primero para usarla como escudo contra el masculino o para obligarle a rendirse, tal vez intimidarlo matando a su compañera, no importaba la razón que lo hubiera llevado a tomar ese curso de acción, lo importante es que ya había empezado a moverse, sin tanta violencia la joven levanto ligeramente su arma y retrocedió medio paso, espero impasible a su rival antes de moverse con una agilidad y gracia dignas de una bailarina.
Un movimiento fluido y hermoso, aquella agilidad era propia de algún felino, aquel movimiento fue guiado por una espada, la espada al pasar junto al cuerpo del bandido se apoyo contra el costado del mismo, a medida que la fémina seguía avanzando la hoja del arma cortaba con su filo cada vez más profundo en la carne de aquel corpulento hombre.
Aquel hombre sufrió más, llego a tomarse por el costado mientras veía como su vital escancia carmesí se derramaba por una gran herida que desde la cual salía también el contenido de los órganos heridos por la intrusión del arma en su cuerpo, gimió de dolor antes de caer al suelo para seguir sufriendo.
-Vale chicos, creo que no les gustara terminar muriendo lentamente en el suelo como su amigote, así que se van a rendir amablemente y responderán la pregunta hecha por mi compañero aquí presente o los mataré a todos, vivos o muertos a mi me pagarán lo mismo por detenerlos.- Dijo en un tono menos juguetón, mientras alzaba el arma asesina apuntando al segundo hombre más cercano a ella como pronunciando una sentencia, evidentemente todavía creían que la superioridad numérica les daría la victoria a pesar de ver caer ya a dos de sus camaradas.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shinya Kougami Mar Abr 26, 2016 12:53 pm
Guren no era mucho de pensar cuando quería pelear ya que siempre la buscaba cuando se trataba de algo que lo necesitase, en este caso fue más bien por el hecho de ser bandidos. Tampoco es contenerse para con las peleas aun si su enemigo es muy fuerte, no le teme a la muerte y esa es su peor debilidad en cuestión. Tan pronto como el peli negro mató a uno de los malhechores las palabras de la mujer salieron a la luz, en verdad tenía razón pero quizás eso haría hablar a los demás, al menos eso pensó.
Ichinose tenía la mala manía de pelear contra los enemigos casi de cerca por eso utiliza una katana como arma principal. No es mucho de alardear de sus habilidades pero sí se sabe que su desempeño con la arma es digno de observar, esos movimientos tan poco ortodoxos, tan poco limpios para algunos hacen que su estilo de pelea sea por mucho uno que han querido aprender de Wano pero hay pocos maestros esparcidos por los mares ya que la concentración yace en la isla como tal.
Al observar como su enemigo caía muerto y veía a su compañera defenderse como una felina con cuales movimientos tan ágiles que sólo ella podía hacer sintió un alivio al tener semejante compañera es por eso que decidió pronto como pudo reagruparse con ella. Los demás se quedaron observando, el grupo parecía ser menor ya que varios salieron corriendo, seguramente avisarían de que la marina estaba aquí. Aunque igual no lo harían ya que si todo se sabía se podía formar algo peor, incluso las cabezas más grande de los mares podrían llegar.
Se acercó a su compañera casi olvidando de que habían más bandidos que se encontraban con la valentía suficiente para atacarles, pero para el muchacho no era muy importante, tratar con débiles era cosa fácil a la larga.
— Pensé que hablaría en su último aliento o quizás este lo haría. — Pateó al sujeto que yacía sin vida. Luego de aquello como siempre bufó guardando su katana en un acto bastante poco creíble por parte de él. Miró a los que quedaban, ahora lo mejor sería intentar dialogar aunque las armas de los pocos que quedaban parecían más buscar sangre. Entre los epítetos que le lanzaban alzó la voz.
— Ya, ya. Seré directo y será mejor por el bien de ustedes. ¿Qué ocultan aquí? — Habló con firmeza en su tono de voz mientras los miraba casi con unos ojos congelados por el frío de su ser. Si tuviese el haki despierto seguramente infundiría miedo pero como no, simplemente era una mirada más. Los sujetos meneaban todo tipo de armas, desde las más inocentes hasta las más artesanales que mucho más dañinas eran. De pronto uno lanzó una roca que cayó en la cabeza de Guren, el se quedó inmune pero brotó la sangre, la cual fluyó cuan pequeño río por toda la frente y mejilla derecha. No hizo más sino que poner el dedo pulgar en la katana para desenvainarla, mientras sus ojos ahora eran ardientes de violencia como la de un león hambriento. Hasta había olvidado había venido con alguien.
Ichinose tenía la mala manía de pelear contra los enemigos casi de cerca por eso utiliza una katana como arma principal. No es mucho de alardear de sus habilidades pero sí se sabe que su desempeño con la arma es digno de observar, esos movimientos tan poco ortodoxos, tan poco limpios para algunos hacen que su estilo de pelea sea por mucho uno que han querido aprender de Wano pero hay pocos maestros esparcidos por los mares ya que la concentración yace en la isla como tal.
Al observar como su enemigo caía muerto y veía a su compañera defenderse como una felina con cuales movimientos tan ágiles que sólo ella podía hacer sintió un alivio al tener semejante compañera es por eso que decidió pronto como pudo reagruparse con ella. Los demás se quedaron observando, el grupo parecía ser menor ya que varios salieron corriendo, seguramente avisarían de que la marina estaba aquí. Aunque igual no lo harían ya que si todo se sabía se podía formar algo peor, incluso las cabezas más grande de los mares podrían llegar.
Se acercó a su compañera casi olvidando de que habían más bandidos que se encontraban con la valentía suficiente para atacarles, pero para el muchacho no era muy importante, tratar con débiles era cosa fácil a la larga.
— Pensé que hablaría en su último aliento o quizás este lo haría. — Pateó al sujeto que yacía sin vida. Luego de aquello como siempre bufó guardando su katana en un acto bastante poco creíble por parte de él. Miró a los que quedaban, ahora lo mejor sería intentar dialogar aunque las armas de los pocos que quedaban parecían más buscar sangre. Entre los epítetos que le lanzaban alzó la voz.
— Ya, ya. Seré directo y será mejor por el bien de ustedes. ¿Qué ocultan aquí? — Habló con firmeza en su tono de voz mientras los miraba casi con unos ojos congelados por el frío de su ser. Si tuviese el haki despierto seguramente infundiría miedo pero como no, simplemente era una mirada más. Los sujetos meneaban todo tipo de armas, desde las más inocentes hasta las más artesanales que mucho más dañinas eran. De pronto uno lanzó una roca que cayó en la cabeza de Guren, el se quedó inmune pero brotó la sangre, la cual fluyó cuan pequeño río por toda la frente y mejilla derecha. No hizo más sino que poner el dedo pulgar en la katana para desenvainarla, mientras sus ojos ahora eran ardientes de violencia como la de un león hambriento. Hasta había olvidado había venido con alguien.
Shinya Kougami
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Mar Abr 26, 2016 4:20 pm
La cazadora se sentía genuinamente decepcionada de la inteligencia y capacidad de razonamiento demostrado por los bandidos, no eran atletas ni guerreros, no tenían cuerpos esculpidos a base de entrenamiento y esfuerzo, era solamente un grupo de malvivientes que compensaban el hecho de ser más débiles que un granjero con la violencia que anidaba en ellos, la ventaja numérica y su disposición a ensuciarse las manos sin remordimientos pero con miedo a las represalias.
Cuando la piedra voló en rumbo a Ichinose la pelinegra supuso que el marine la esquivaría, bloquearía o haría algo extravagante para intimidar a los bandidos, pero en lugar de ello puso una mirada muy violenta y se preparó a desenvainar el arma, en resumen, nada productivo para el objetivo de obtener alguna información de aquellos idiotas.
Suspiro pesadamente, no tenía ganas de seguir prolongando las cosas así que tomo su espada con la zurda y un extraño sonido pudo oírse entre los árboles, el sonido de aire comprimido siendo expulsado con gran fuerza, desde distintas partes del cuerpo de la fémina surgía aquel sonido que la seguía al moverse rápida como un rayo, anteriormente había sido rápida y elegante, pero a una velocidad de vértigo inconcebible se acercó a uno de los bandidos y lo atravesó de lado a lado con su arma en una letal embestida antes de avanzar al próximo que llego a levantar un tridente para interferir con la espada de la cazadora, un extraño silbido atravesó el aire y el hombre del tridente bajo la mirada para toparse con una cuchilla que había penetrado unos en su cuerpo conectada por un cable a la muñeca derecha de la cazadora.
El arma regreso a su dueña que aún impulsada por aquel silbido del viento detrás de sus pasos lanzo una serie de diez cortes a un dúo de bandidos que se encontraban bastante juntos como para distribuir los ataques entre ambos antes de emitir por última vez aquel silbido extraño y abalanzarse sobre su última víctima lanzando un largo y poderosos corte también seguido por el silbido del aire comprimido siendo expulsado por su brazo, en un santiamén el grupo de bandidos que no habían escapado anteriormente se vio diezmado a solo cuatro hombres que no terminaban de creer lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos.
Con la espada y bañada en sangre y la hoja de muñeca en similar condición dirigió su mirada a los que quedaban -Dejemos de perder el tiempo.- Sentención con crueldad -Guren, deja a uno vivo para interrogarlo, a menos de que quieran empezar a hablar ahora.- No había sonrisas, no había carcajadas, simplemente una expresión de disgusto resultante de comprender que solo serían racionales y obedecerían si se les sometía mediante el miedo de encontrarse con un monstruo sanguinario que no hubieran imaginado ellos mismos.
Cuando la piedra voló en rumbo a Ichinose la pelinegra supuso que el marine la esquivaría, bloquearía o haría algo extravagante para intimidar a los bandidos, pero en lugar de ello puso una mirada muy violenta y se preparó a desenvainar el arma, en resumen, nada productivo para el objetivo de obtener alguna información de aquellos idiotas.
Suspiro pesadamente, no tenía ganas de seguir prolongando las cosas así que tomo su espada con la zurda y un extraño sonido pudo oírse entre los árboles, el sonido de aire comprimido siendo expulsado con gran fuerza, desde distintas partes del cuerpo de la fémina surgía aquel sonido que la seguía al moverse rápida como un rayo, anteriormente había sido rápida y elegante, pero a una velocidad de vértigo inconcebible se acercó a uno de los bandidos y lo atravesó de lado a lado con su arma en una letal embestida antes de avanzar al próximo que llego a levantar un tridente para interferir con la espada de la cazadora, un extraño silbido atravesó el aire y el hombre del tridente bajo la mirada para toparse con una cuchilla que había penetrado unos en su cuerpo conectada por un cable a la muñeca derecha de la cazadora.
El arma regreso a su dueña que aún impulsada por aquel silbido del viento detrás de sus pasos lanzo una serie de diez cortes a un dúo de bandidos que se encontraban bastante juntos como para distribuir los ataques entre ambos antes de emitir por última vez aquel silbido extraño y abalanzarse sobre su última víctima lanzando un largo y poderosos corte también seguido por el silbido del aire comprimido siendo expulsado por su brazo, en un santiamén el grupo de bandidos que no habían escapado anteriormente se vio diezmado a solo cuatro hombres que no terminaban de creer lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos.
Con la espada y bañada en sangre y la hoja de muñeca en similar condición dirigió su mirada a los que quedaban -Dejemos de perder el tiempo.- Sentención con crueldad -Guren, deja a uno vivo para interrogarlo, a menos de que quieran empezar a hablar ahora.- No había sonrisas, no había carcajadas, simplemente una expresión de disgusto resultante de comprender que solo serían racionales y obedecerían si se les sometía mediante el miedo de encontrarse con un monstruo sanguinario que no hubieran imaginado ellos mismos.
- Techs usadas:
* Cuchillo de muñeca arrojadizo: Se trata de una hoja de treinta centímetros acerrada conectada al brazo derecho, de Lily, esta cuchilla tiene además un sistema para dispararla a 8 metros de distancia y tiene un resistente hilo de hierro que mantiene el cuchillo conectado al cuerpo de L.i.l.y, también posee un sistema de que trae el arma de regreso.
Sistema de propulsión I: Desde la espalda y las extremidades de Lily salen fuertes corrientes de vapor comprimido que le pueden servir para impulsarse o incrementar el impacto de sus golpes o para dar saltos asombrosos, ralentizar su caída o mantenerse en el aire durante cierta cantidad de tiempo.
Efecto 1: Destreza +1
Corte: Lily utiliza los propulsores en sus extremidades para enviar una gran cantidad de energía en un único ataque cortante y a nivel 10 empieza a lanzar una poderosa onda cortante. Esta técnica puede utilizarse con cualquier extremidad (Brazos o piernas).
Ráfaga: Lily laza una seguidilla de cortes consecutivos que no lanzan ondas cortantes pero tienen gran precisión.
Nivel 1: 10 cortes.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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