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Creado por Ange Vie Mayo 06, 2016 11:12 pm
La pelinegra escucho atentamente las explicaciones y respuestas dadas por el masculino de ojos rojos, la historia parecía bastante incompleta aunque tendría sentido si el golpe en la cabeza que dio su madre para secuestrar a aquel muchacho hubiera causado daño cerebral, aunque era todo un milagro el hecho de que no se hubiera ahogado simplemente y muerto, como dicen "el diablo cuida de los suyos" pensó para sus adentros la pelinegra mientras seguía hilando la historia en su cabeza con algo más de lentitud.
Las preguntas dadas por parte del masculino eran bastante más precisas y astutas que las realizadas por Angelene, parecía ser que era más inteligente que ella y se había dado cuenta de algo, aquello realmente no cambiaba nada, solo aceleraba un poco las cosas, aunque para sorpresa de la pirata en lugar de presionarla para responder le dio tiempo hasta el día siguiente para idear una mentira o tomar algún otro curso de acción que le pareciera más conveniente, una decisión bastante extraña sin lugar a dudas.
Haciendo caso a la sugerencia del masculino se fueron a descansar para el día siguiente, un cuarto desconocido, olores desconocidos y un techo ajeno, aquello ya era normal para ella, llevaba algún tiempo sin descansar en un lugar que pudiera llamar propio, paso largos minutos viendo la habitación iluminada por la luz que se colaba por entremedio de las cortinas, pensando que era lo que realmente deseaba hacer y como lo lograría, era realmente algo más molesto de lo que hubiera pensado.
Tras llegar a la conclusión de que su venganza no tendría sentido alguno si simplemente le mataba mientras dormía o algo por el estilo dejo el asunto de lado y decidió que comenzaría por molestarlo simplemente, un tipo como aquel claramente no sería un problema de matar si ella lo deseara, cosa que la decepcionaba un poco, una parte de ella esperaba encontrarse un férreo marine de ojos rojos amante de la justicia muy musculoso que le daría una pelea formidable antes de ser abatido por ella, sin embargo se topó con... Zeref.
El abrazo de Morfeo la alcanzo e hizo dormirse pese a todas las cosas que podrían impedir a alguien en su posición dormir ella lo hacía muy plácidamente, sin embargo era una mujer de dormir poco y con sueño muy ligero, así que el simple aullido de una bestia del exterior le hizo despertar en medio de la noche, fue una vez más al baño y al momento de re-ingresar a su cuarto una pequeña chispa de inocente maldad broto en ella, recordando parte de lo que había hablado con su anfitrión anteriormente.
Con tanto sigilo como pudo busco la habitación del dueño de la casa y tan pronto como la detecto entro en ella con una sonrisa maliciosa se encaró a la cama le miro un momento y luego se metió entre las sabanas del masculino con intenciones de abrazársele para que al despertar la encontrará allí de esa forma, aprovechando también a ver qué clase de reacción tendría.
Las preguntas dadas por parte del masculino eran bastante más precisas y astutas que las realizadas por Angelene, parecía ser que era más inteligente que ella y se había dado cuenta de algo, aquello realmente no cambiaba nada, solo aceleraba un poco las cosas, aunque para sorpresa de la pirata en lugar de presionarla para responder le dio tiempo hasta el día siguiente para idear una mentira o tomar algún otro curso de acción que le pareciera más conveniente, una decisión bastante extraña sin lugar a dudas.
Haciendo caso a la sugerencia del masculino se fueron a descansar para el día siguiente, un cuarto desconocido, olores desconocidos y un techo ajeno, aquello ya era normal para ella, llevaba algún tiempo sin descansar en un lugar que pudiera llamar propio, paso largos minutos viendo la habitación iluminada por la luz que se colaba por entremedio de las cortinas, pensando que era lo que realmente deseaba hacer y como lo lograría, era realmente algo más molesto de lo que hubiera pensado.
Tras llegar a la conclusión de que su venganza no tendría sentido alguno si simplemente le mataba mientras dormía o algo por el estilo dejo el asunto de lado y decidió que comenzaría por molestarlo simplemente, un tipo como aquel claramente no sería un problema de matar si ella lo deseara, cosa que la decepcionaba un poco, una parte de ella esperaba encontrarse un férreo marine de ojos rojos amante de la justicia muy musculoso que le daría una pelea formidable antes de ser abatido por ella, sin embargo se topó con... Zeref.
El abrazo de Morfeo la alcanzo e hizo dormirse pese a todas las cosas que podrían impedir a alguien en su posición dormir ella lo hacía muy plácidamente, sin embargo era una mujer de dormir poco y con sueño muy ligero, así que el simple aullido de una bestia del exterior le hizo despertar en medio de la noche, fue una vez más al baño y al momento de re-ingresar a su cuarto una pequeña chispa de inocente maldad broto en ella, recordando parte de lo que había hablado con su anfitrión anteriormente.
Con tanto sigilo como pudo busco la habitación del dueño de la casa y tan pronto como la detecto entro en ella con una sonrisa maliciosa se encaró a la cama le miro un momento y luego se metió entre las sabanas del masculino con intenciones de abrazársele para que al despertar la encontrará allí de esa forma, aprovechando también a ver qué clase de reacción tendría.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zeref Hawkings Dom Mayo 08, 2016 10:45 pm
El pelinegro esperaba que la chica diera respuesta a sus preguntas a la mañana siguiente por el momento ella estaba más que invitada a pasar la noche en su cómoda cabaña, aunque claro en diferentes cuartos ya que el pelinegro se moriría de vergüenza por tener que dormir como una chica de tan agraciada apariencia como la que tenía su invitada. Fue de esta manera que una vez que le deseo buenas noches a su invitada, el pelinegro cayo profundamente dormido en su cama ya que estaba bastante cansado de sus actividades en el día, el joven era un experto en quedarse dormido profundamente en especial en lugares tranquilos como el interior de su cabaña. Desafortunadamente aquella noche el pirata experimentaría una pesadilla en la cual se encontraba completamente solo en un mar vasto de oscuridad, en aquel mar el joven comenzaba buscar alguna seña de otra persona, pero no encontraba nada y la oscuridad solo se hacía más profunda. Lo que era peor aquel sueño solo empeoro cuando a lo lejos podía ver la figura de Mavis, pero sin importar lo mucho que corriese, el pirata no podía acortar las distancias y termino siendo jalado por una extraña fuerza a lo más profundo de aquel mar oscuro.
Una vez que fue tragado por la oscuridad del mar y que su cuerpo solo descendía hasta el mismo fondo, el joven sintió una presencia extraña a sus espaldas y esta solo quería devorar su esencia, cuando la presencia estuvo a punto de consumirlo por completo el pelinegro despertó de golpe en su cama y con el rostro bastante agitado. – Solo fue un terrible sueño. Parece ser que ya es de mañana – fue lo que dijo con un tono bastante agitado mientras aún se recuperaba del impacto de su terrible sueño, el joven llevo sus manos a un lado y fue cuando comenzó a sentir una extraña sensación. El pelinegro apretaba lo que parecía ser algo bastante suave haciendo que varias dudas surgieran en su mente, cuando el pirata despertó finalmente pudo darse cuenta de que Ange se encontraba abrazado a su persona y debajo de sus sabanas, lo que era peor la mano del joven estaba tocando los atributos de la chica haciendo que un sonrojo intenso se instalara en el rostro del joven. – ¡¿Que rayos estás haciendo en mi cuarto Ange?! – fue lo que exclamo el pelinegro bastante nervioso mientras saltaba de la cama y se caía de la misma, el pelinegro no podía creer que hubiese dormido con aquella chica, lo que era peor seguramente Mavis si le hubiese visto le hubiera dejado de hablar por lo menos una semana por estar con otra mujer.
Zeref aún se encontraba bastante avergonzado por lo ocurrido y al recordar que su mano toco la delantera ajena rápidamente hizo una señal de disculpa para la chica y partió cuanto antes de su cuarto para tratar de calmarse un poco. Una vez que pudo calmarse al tomar aire fresco en el exterior de la cabaña, el pelinegro regreso donde su invitada y ya con su actitud normal le pregunto si quería algo en específico para desayunar, aparte que todavía estaba el asunto de que la chica debía responder a las preguntas que hizo el joven el día anterior. – Mientras preparo el desayuno para ambos, puedes tomarte otra ducha yo esperare a que termines para darme una propia, aunque claro podemos invertir el turno si aún tienes un poco de sueño – fue lo que dijo tranquilamente el joven esperando la respuesta por parte de su invitada, sin duda alguna era bastante interesante tener una joven como Ange en su cabaña.
Una vez que fue tragado por la oscuridad del mar y que su cuerpo solo descendía hasta el mismo fondo, el joven sintió una presencia extraña a sus espaldas y esta solo quería devorar su esencia, cuando la presencia estuvo a punto de consumirlo por completo el pelinegro despertó de golpe en su cama y con el rostro bastante agitado. – Solo fue un terrible sueño. Parece ser que ya es de mañana – fue lo que dijo con un tono bastante agitado mientras aún se recuperaba del impacto de su terrible sueño, el joven llevo sus manos a un lado y fue cuando comenzó a sentir una extraña sensación. El pelinegro apretaba lo que parecía ser algo bastante suave haciendo que varias dudas surgieran en su mente, cuando el pirata despertó finalmente pudo darse cuenta de que Ange se encontraba abrazado a su persona y debajo de sus sabanas, lo que era peor la mano del joven estaba tocando los atributos de la chica haciendo que un sonrojo intenso se instalara en el rostro del joven. – ¡¿Que rayos estás haciendo en mi cuarto Ange?! – fue lo que exclamo el pelinegro bastante nervioso mientras saltaba de la cama y se caía de la misma, el pelinegro no podía creer que hubiese dormido con aquella chica, lo que era peor seguramente Mavis si le hubiese visto le hubiera dejado de hablar por lo menos una semana por estar con otra mujer.
Zeref aún se encontraba bastante avergonzado por lo ocurrido y al recordar que su mano toco la delantera ajena rápidamente hizo una señal de disculpa para la chica y partió cuanto antes de su cuarto para tratar de calmarse un poco. Una vez que pudo calmarse al tomar aire fresco en el exterior de la cabaña, el pelinegro regreso donde su invitada y ya con su actitud normal le pregunto si quería algo en específico para desayunar, aparte que todavía estaba el asunto de que la chica debía responder a las preguntas que hizo el joven el día anterior. – Mientras preparo el desayuno para ambos, puedes tomarte otra ducha yo esperare a que termines para darme una propia, aunque claro podemos invertir el turno si aún tienes un poco de sueño – fue lo que dijo tranquilamente el joven esperando la respuesta por parte de su invitada, sin duda alguna era bastante interesante tener una joven como Ange en su cabaña.
Zeref Hawkings
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Lun Mayo 09, 2016 8:53 am
Angelene si bien se había acostado junto a Zeref malintencionadamente una vez que cayó dormida bajo el manto de Morfeo simplemente se quedo abrazada a esa fuente de calor que era el pirata, en un momento empezó a agitarse y moverse ligeramente despertando un poco a la fémina que apenas y abrió un poco los ojos, el pensamiento de que el masculino fuera a tener una pesadilla le hizo sonreír y volvió a cerrar sus ojos para disfrutar del momento, escuchando la respiración agitada, al estar tan pegada a él pudo sentir los latidos de su corazón acelerado por el miedo, el sudor frio del miedo.
Por su parte ella tenía en su agraciado rostro una sonrisa tan angelical como la niña más inocente que cualquiera pudiera encontrarse, aunque se redujo drásticamente cuando escucho la voz del masculino al despertar, sintió como la tocaba y se sorprendía, un poco sonrojada por acción física natural la muchacha abrió los ojos ante la interrogación en voz alta de parte del masculino ella simplemente respondió a aquello con una sonrisa mientras se sentaba un poco de lado en la cama, era la sonrisa de una dulce dama que había pasado una buena noche.
No emitió palabra alguna ante la disculpa dada por el masculino por tocarla, se limitó a desviar el rostro cerrando los ojos, había visto mujeres ofendidas hacer cosas como esa antes, así que le pareció lo mejor a hacer, cuando Zeref regresó más calmado preguntando por los turnos para bañarse la joven con un gesto se cubrió el pecho un poco fingiendo miedo muy torpemente -Preferiría que seas tú quien se bañe primero, aún es temprano, y no te preocupes, no eludiré tu pregunta, no soy esa clase de persona- dijo mientras se cubría un poco con las sabanas esperando a que el masculino se fuera.
La pelinegra se quedo un momento en aquella cama ajena donde habían dormido juntos, tomó la almohada de Zeref y se abrazo a ella mientras pensaba un poco más en lo que haría en ese día y como diría lo que tenía que decir, nuevamente llego a la conclusión de que no valía la pena pensarlo tanto y se quedo abrazando la almohada junto a su rostro un momento antes de levantarse, una vez fuera de la cama realizo algunos estiramientos especiales para ella teniendo en cuenta sus características especiales, mientras que con la mirada reviso todo el lugar, si bien no se puso a abrir cajones ni nada por el estilo se tomo la molestia de ver todo bastante meticulosamente antes de salir.
Tenía ganas de seguir incomodando y molestando al masculino, pero no terminaba se saber si era suficientemente atrevida como para meterse al baño, dudó un momento pero luego llego a la conclusión, como de costumbre, de que no importaba, así que espero a su oportunidad y entro -Hola Zeref, buenos días~ venía ayudarte a lavarte.- dijo con una voz juguetona mientras cerraba la puerta del baño tras de si.
Por su parte ella tenía en su agraciado rostro una sonrisa tan angelical como la niña más inocente que cualquiera pudiera encontrarse, aunque se redujo drásticamente cuando escucho la voz del masculino al despertar, sintió como la tocaba y se sorprendía, un poco sonrojada por acción física natural la muchacha abrió los ojos ante la interrogación en voz alta de parte del masculino ella simplemente respondió a aquello con una sonrisa mientras se sentaba un poco de lado en la cama, era la sonrisa de una dulce dama que había pasado una buena noche.
No emitió palabra alguna ante la disculpa dada por el masculino por tocarla, se limitó a desviar el rostro cerrando los ojos, había visto mujeres ofendidas hacer cosas como esa antes, así que le pareció lo mejor a hacer, cuando Zeref regresó más calmado preguntando por los turnos para bañarse la joven con un gesto se cubrió el pecho un poco fingiendo miedo muy torpemente -Preferiría que seas tú quien se bañe primero, aún es temprano, y no te preocupes, no eludiré tu pregunta, no soy esa clase de persona- dijo mientras se cubría un poco con las sabanas esperando a que el masculino se fuera.
La pelinegra se quedo un momento en aquella cama ajena donde habían dormido juntos, tomó la almohada de Zeref y se abrazo a ella mientras pensaba un poco más en lo que haría en ese día y como diría lo que tenía que decir, nuevamente llego a la conclusión de que no valía la pena pensarlo tanto y se quedo abrazando la almohada junto a su rostro un momento antes de levantarse, una vez fuera de la cama realizo algunos estiramientos especiales para ella teniendo en cuenta sus características especiales, mientras que con la mirada reviso todo el lugar, si bien no se puso a abrir cajones ni nada por el estilo se tomo la molestia de ver todo bastante meticulosamente antes de salir.
Tenía ganas de seguir incomodando y molestando al masculino, pero no terminaba se saber si era suficientemente atrevida como para meterse al baño, dudó un momento pero luego llego a la conclusión, como de costumbre, de que no importaba, así que espero a su oportunidad y entro -Hola Zeref, buenos días~ venía ayudarte a lavarte.- dijo con una voz juguetona mientras cerraba la puerta del baño tras de si.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zeref Hawkings Mar Mayo 10, 2016 9:05 pm
Era natural que ella estuviese un poco defensiva luego de que el pirata tocara su delantera aunque no fuera a propósito, el joven solo se limitó a marcharse del cuarto para dirigirse rápidamente a su baño una vez que su invitada le dijera que se bañaría después de su persona. Una vez que llego al cuarto del baño, el joven comenzó a desvestirse de su túnica quitándose por completo la parte superior de la misma y dejando la parte inferior puesta, antes de quitarse por completo su ropaje, el joven debía preparar el agua de la tina. Mientras el agua se calentaba con el pasar del tiempo, el pelinegro mantenía cerrado los ojos para tratar de pensar en su accionar para los próximos días, por alguna extraña razón sentía un poco de hostilidad por parte de la fémina sobre todo cuando el joven no se encontraba presente, tal vez no sería del todo bueno escuchar la respuesta de la chica a la pregunta que hizo en el día anterior el joven. Zeref no tenía motivos para llegar a luchar contra aquella mujer en el caso de que fuera su enemiga, pero claramente se defendería ya que no podía permitirse dar el lujo de marchar al mundo de los muertos sin cumplir con la promesa hecha a Mavis.
Una vez que el agua termino de calentar el pelinegro se retiró su parte inferior de su vestimenta y estuvo a punto de meterse en la tina hasta que cierto incidente se llevó a cabo. De manera sorpresiva Ange apareció en el baño y con una voz bastante juguetona le realizo una propuesta bastante inesperada al pirata. Al principio el pelinegro se quedó de piedra ante la presencia de la fémina, luego un sonrojo intenso se instaló en su rostro al darse cuenta de que se encontraba totalmente desnudo y con su humanidad fuera frente a su invitada, rápidamente el pirata se sumergió en la tina para tratar de ocultar la parte inferior de su cuerpo. – ¡¿Que rayos estas diciendo Ange?! Sabes que eso no es correcto entre un hombre y una mujer a menos que sean pareja o tenga una mayor cercanía – fueron las palabras que salieron de la boca del joven mientras trataba de recuperar su compostura, sin duda alguna estaba bastante avergonzado por lo atrevida que era la fémina que tenía como invitada, Zeref claramente se imaginó varios golpes por parte de Mavis al pensar que si ella estuviese con vida y viera a Ange ofrecerle a su amado ayudarlo con su baño, ella en un gran ataque de celos desquitaría toda su furia con el pirata.
– Agradezco tus intenciones, pero será mejor si nos bañamos de forma separada. Descuida no tardare mucho y tendrás el baño para ti sola – fue lo que dijo el pelinegro una vez que se tranquilizó al respirar profundamente y esperando a que la fémina saliera del cuarto de baño, aunque con lo atrevida que estaba últimamente el pelinegro no se sorprendería mucho si ella comenzara a desvestirse y se metiera con él a la tina. Esperando respuesta por parte de la chica, el pelinegro aún no se había dado cuenta que en medio de la conmoción, su collar se había desprendido de su cuello y ahora se encontraba en el suelo junto a sus ropajes, lo que no sabía Zeref era el hecho de que efectivamente estaba siendo observado por su amada, pero esta andaba como una mera espectadora al ya no poseer un cuerpo físico y solo podía entrar en contacto con otras personas si la gente llegaba a tocar aquel collar, aunque Mavis desconocía las razones por lo que a pesar de estar llevando el collar todo el tiempo, Zeref no podía verla ni escucharla.
Una vez que el agua termino de calentar el pelinegro se retiró su parte inferior de su vestimenta y estuvo a punto de meterse en la tina hasta que cierto incidente se llevó a cabo. De manera sorpresiva Ange apareció en el baño y con una voz bastante juguetona le realizo una propuesta bastante inesperada al pirata. Al principio el pelinegro se quedó de piedra ante la presencia de la fémina, luego un sonrojo intenso se instaló en su rostro al darse cuenta de que se encontraba totalmente desnudo y con su humanidad fuera frente a su invitada, rápidamente el pirata se sumergió en la tina para tratar de ocultar la parte inferior de su cuerpo. – ¡¿Que rayos estas diciendo Ange?! Sabes que eso no es correcto entre un hombre y una mujer a menos que sean pareja o tenga una mayor cercanía – fueron las palabras que salieron de la boca del joven mientras trataba de recuperar su compostura, sin duda alguna estaba bastante avergonzado por lo atrevida que era la fémina que tenía como invitada, Zeref claramente se imaginó varios golpes por parte de Mavis al pensar que si ella estuviese con vida y viera a Ange ofrecerle a su amado ayudarlo con su baño, ella en un gran ataque de celos desquitaría toda su furia con el pirata.
– Agradezco tus intenciones, pero será mejor si nos bañamos de forma separada. Descuida no tardare mucho y tendrás el baño para ti sola – fue lo que dijo el pelinegro una vez que se tranquilizó al respirar profundamente y esperando a que la fémina saliera del cuarto de baño, aunque con lo atrevida que estaba últimamente el pelinegro no se sorprendería mucho si ella comenzara a desvestirse y se metiera con él a la tina. Esperando respuesta por parte de la chica, el pelinegro aún no se había dado cuenta que en medio de la conmoción, su collar se había desprendido de su cuello y ahora se encontraba en el suelo junto a sus ropajes, lo que no sabía Zeref era el hecho de que efectivamente estaba siendo observado por su amada, pero esta andaba como una mera espectadora al ya no poseer un cuerpo físico y solo podía entrar en contacto con otras personas si la gente llegaba a tocar aquel collar, aunque Mavis desconocía las razones por lo que a pesar de estar llevando el collar todo el tiempo, Zeref no podía verla ni escucharla.
Zeref Hawkings
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Mar Mayo 10, 2016 10:25 pm
La muchacha de negros cabellos hizo un claro puchero mientras que escuchaba la respuesta tan claramente negativa dada por parte del masculino, aquello realmente la había molestado -No hacía falta que rechazaras la invitación de una chica de forma tan cruel, ni que fuera un #$%& monstruo horripilante tendrías que haber reaccionado así- grito bastante molesta mientras se daba la vuelta y salía del baño azotando la pobre e indefensa puerta al salir, la madera crujió como si gritara de dolor por aquella acción tan despiadada.
La realidad es que solo había querido asustarlo y chequear un poco su cuerpo, aunque acabo molestándose realmente, no era más que otro humano común y corriente, una parte de la fémina esperaba alguna clase de cicatriz gigante o algo que lo hiciera verse más rudo de lo que aparentaba ser llevando aquella túnica y ropas tan raras que usaba aquel muchacho, la joven caminó un poco y empezó a revisar las habitaciones con la mirada, rápidamente ingreso a la cocina y comenzó a revisarla como si se tratara de su propia casa, después de todo, no sentía ningún respeto por la propiedad de aquel ojos-rojos.
Después de juguetear un momento en la cocina acabo por ponerse a preparar el desayuno ella misma, ciertamente aquel vestido no le quedaba para nada bien el día anterior y sin embargo la tela había cedido y se había estirado para tomar la forma de las curvas de la pelinegra, sonrió satisfecha hasta que recordó a quien se suponía que había pertenecido aquel vestido blanco que ahora portaba sobre su piel y partes mecanicas, la amada de Zeref.
La muchacha dejo salir un bufido molesta mientras preparaba el desayudo, prestando un poco menos de atención al mismo Me hubiera gustado llegar antes y ser yo quien la matara, tal vez delante de sus ojos o algo así, es un alfeñique pero al menos hacer algo tan creativo hubiera hecho que me odiara mucho, me hubiera ido campante y él hubiera empezado a perseguirme a mí, estúpida mujer que murió antes de tiempo pensó para sus adentros con irritación la pelinegra -Eh? Oh... diablos... bueno, puedo decir que fue a propósito...- La joven se sorprendió a si misma tras haber hecho mucho más desayuno de lo que había planeado, era suficiente para dos o incluso tres personas, teniendo en cuenta que ella desayunaba de forma abundante de todas formas seguía sobrando un plato de comida, podría darselo a Zeref una vez que saliera tal vez usarlo para otra broma.
La pirata sirvió la mesa y espero pacientemente a su oportunidad entonces usaría el gran clásico de las novelas de cortesanas y esas cosas -Zeref, ya preparé el desayuno, puedes comerlo primero... o si prefieres puedes venir por mi primero- En un tono seductor y picaron mientras que estiraba un poco más el cuello del vestido para formar un pronunciado escote mientras que se acercaba para acariciar el cuello del masculino con la zurda y acercaba su rostro al ojirubí a la espera de su próxima reacción.
La realidad es que solo había querido asustarlo y chequear un poco su cuerpo, aunque acabo molestándose realmente, no era más que otro humano común y corriente, una parte de la fémina esperaba alguna clase de cicatriz gigante o algo que lo hiciera verse más rudo de lo que aparentaba ser llevando aquella túnica y ropas tan raras que usaba aquel muchacho, la joven caminó un poco y empezó a revisar las habitaciones con la mirada, rápidamente ingreso a la cocina y comenzó a revisarla como si se tratara de su propia casa, después de todo, no sentía ningún respeto por la propiedad de aquel ojos-rojos.
Después de juguetear un momento en la cocina acabo por ponerse a preparar el desayuno ella misma, ciertamente aquel vestido no le quedaba para nada bien el día anterior y sin embargo la tela había cedido y se había estirado para tomar la forma de las curvas de la pelinegra, sonrió satisfecha hasta que recordó a quien se suponía que había pertenecido aquel vestido blanco que ahora portaba sobre su piel y partes mecanicas, la amada de Zeref.
La muchacha dejo salir un bufido molesta mientras preparaba el desayudo, prestando un poco menos de atención al mismo Me hubiera gustado llegar antes y ser yo quien la matara, tal vez delante de sus ojos o algo así, es un alfeñique pero al menos hacer algo tan creativo hubiera hecho que me odiara mucho, me hubiera ido campante y él hubiera empezado a perseguirme a mí, estúpida mujer que murió antes de tiempo pensó para sus adentros con irritación la pelinegra -Eh? Oh... diablos... bueno, puedo decir que fue a propósito...- La joven se sorprendió a si misma tras haber hecho mucho más desayuno de lo que había planeado, era suficiente para dos o incluso tres personas, teniendo en cuenta que ella desayunaba de forma abundante de todas formas seguía sobrando un plato de comida, podría darselo a Zeref una vez que saliera tal vez usarlo para otra broma.
La pirata sirvió la mesa y espero pacientemente a su oportunidad entonces usaría el gran clásico de las novelas de cortesanas y esas cosas -Zeref, ya preparé el desayuno, puedes comerlo primero... o si prefieres puedes venir por mi primero- En un tono seductor y picaron mientras que estiraba un poco más el cuello del vestido para formar un pronunciado escote mientras que se acercaba para acariciar el cuello del masculino con la zurda y acercaba su rostro al ojirubí a la espera de su próxima reacción.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zeref Hawkings Jue Mayo 12, 2016 10:23 pm
Sin duda alguna la fémina era una mujer bastante particular y sin pudor alguno, Zeref no esperaba que ella se molestase por el hecho de haberle rechazado a su invitación de ayudar a lavarse, el sonido del choque de la puerta fue bastante intenso que el pelinegro simplemente se quedó un rato sumergido en la tina tratando de descifrar lo acontecido. Una vez ya más relajado, el pelinegro termino de darse su baño y colocándose nuevamente de su vestimenta, fue hasta donde la cocina donde se sorprendió que la chica cocinara para ambos, claramente era un gesto amable por parte de su invitada aunque el pirata esperaba tener que cocinar para ella, sobre todo si quería ser un buen anfitrión. Cuando el pirata iba a realizar un comentario positivo sobre la cocina de la fémina, está nuevamente se puso bastante juguetona con el pirata tirando uno de sus particulares comentarios que provocaban vergüenza en el pelinegro, quien todavía no podía creer lo que estaba pasando con una mera desconocida. – ¿Que rayos estás haciendo Ange? Recuerda que hace poco mi amada falleció y no es correcto que me intentes coquetear – fueron las palabras dichas por el pirata con bastante nerviosismo ante las caricias en su cuello y la cercanía del rostro de la fémina, el joven estaba cayendo en la trampa de la mujer y seguramente si no fuera porque tenía que cumplir la promesa a Mavis, al pelinegro no le hubiese importado robarle un beso a su invitada.
Aun atrapado por la confusión de la cercanía de la fémina, el pelinegro se imagino una escena bastante particular en su mente, por alguna extraña razón pensó que Mavis aun se encontraba con vida y esta le decía un par de palabras a la fémina. – ¡Aléjate de Zeref, maldita arpía de grandes pechos! No sé qué andas planeando, pero te he visto mirar detenidamente toda la cabaña, si planes hacerle algo malo a Zeref me las pagaras mujer víbora – fueron las palabras dichas con bastante enojo y celos por parte de Mavis en el delirio de Zeref, está seguramente no le agradaría el hecho de que mujeres con un mejor cuerpo al suyo se acercaran a su amado. Regresando a la normalidad Zeref, este se apartó un poco de la fémina para tratar de mantener la cordura y rápidamente se sentó en la mesa para probar de la comida realizada por la fémina. – La verdad tu platillo está bastante delicioso, creo que eres mucho mejor cocinera que yo – fueron las palabras dichas por el joven con una sonrisa cálida mientras terminaba de comer su platillo, aunque ya se acercaba la hora de la verdad y era tiempo de que Zeref escuchara respuesta por parte de Ange a su interrogativa anterior.
Aun atrapado por la confusión de la cercanía de la fémina, el pelinegro se imagino una escena bastante particular en su mente, por alguna extraña razón pensó que Mavis aun se encontraba con vida y esta le decía un par de palabras a la fémina. – ¡Aléjate de Zeref, maldita arpía de grandes pechos! No sé qué andas planeando, pero te he visto mirar detenidamente toda la cabaña, si planes hacerle algo malo a Zeref me las pagaras mujer víbora – fueron las palabras dichas con bastante enojo y celos por parte de Mavis en el delirio de Zeref, está seguramente no le agradaría el hecho de que mujeres con un mejor cuerpo al suyo se acercaran a su amado. Regresando a la normalidad Zeref, este se apartó un poco de la fémina para tratar de mantener la cordura y rápidamente se sentó en la mesa para probar de la comida realizada por la fémina. – La verdad tu platillo está bastante delicioso, creo que eres mucho mejor cocinera que yo – fueron las palabras dichas por el joven con una sonrisa cálida mientras terminaba de comer su platillo, aunque ya se acercaba la hora de la verdad y era tiempo de que Zeref escuchara respuesta por parte de Ange a su interrogativa anterior.
Zeref Hawkings
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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Creado por Ange Lun Mayo 16, 2016 8:57 am
Cuando el masculino la increpo por lo que hacía y afirmaba que no debía de coquetear con el por estar de luto la muchacha dejo salir un pequeño bufido mientras se sentaba a comer ella también, hasta que escucho el halago dado por el pelinegro -Obviamente es delicioso, lo hice especialmente para ti, con todo mi deseo- la joven mintió mientras hablaba coquetamente una vez más sabiendo que de ser aquello cierto la comida hubiera estado envenenada seguramente, comenzó a hablar mientras comían.
-Zeref, yo hace poco perdí también a mucha gente importante para mi, mi madre y la gente que cuidaba de mi por eso estoy aquí completamente sola, pero los muertos no volverán y estoy segura de que muchos de ellos desean que encuentre mi felicidad. La chica que amabas ¿Crees que estaría feliz simplemente porque te pongas así cuando otra coquetea contigo? ¿Crees que sería capaz de negarte el calor de otro ser humano sabiendo que ella no puede hacerlo?, las mujeres podemos ser muy egoístas, pero no tanto como para impedir la felicidad y la oportunidad de que alguien más lo pase bien solo porque nosotras no podemos.- Dijo tranquilamente, a modo de reflexión mientras terminaba su gran ración de desayuno.
La joven se sentó un poco más cómoda, apoyando los codos en la mesa, cruzando sus dedos y poniendo su mentón sobre los mismos -Bueno, supongo que es hora de responder lo que preguntaste anteriormente... Sí, soy una pirata, me crie entre piratas y vivo como una pirata, libre de ataduras externas, solo con aquellas que me impongo a mi misma.- Hablaba tranquila, casi soñadora mientras veía directamente aquellos ojos rojos que tantas ganas tenía de ver llorando.
-Por qué estaba buscándote... oh por cierto, no sé si te diste cuenta, pero eres a la persona que buscaba... en fin, te buscaba por una vieja promesa, un juramente tan fuerte que no une hasta la muerte... aunque no tienes por qué sentirte mal de no saberlo, siendo que no recuerdas nada de lo que paso hace ya varios años...- la muchacha estaba evidentemente decepcionada y melancólica al momento de comentar aquellas últimas palabras, aún quedaba mucho por decir, pero la joven se levanto y acaricio la mesa con uno de sus dedos al andar.
Trato de posicionarse detrás de Zeref y extender ambos brazos por los lados de su cabeza y luego junto sus manos sobre el pecho del mismo mientras que ella se apoyaba su rostro en un hombro y sus atributos en la espalda del masculino -¿Realmente quieres que continúe? Imagino que ya te estarás haciendo a alguna idea de cuál es la razón por la que estoy aquí, de por qué coqueteo tanto contigo- nuevamente no estaba mintiendo del todo, aunque era poco probable de que nadie pudiera deducir algo correcto de entre las acciones y vagas palabras de la joven de ojos esmeralda.
-Zeref, yo hace poco perdí también a mucha gente importante para mi, mi madre y la gente que cuidaba de mi por eso estoy aquí completamente sola, pero los muertos no volverán y estoy segura de que muchos de ellos desean que encuentre mi felicidad. La chica que amabas ¿Crees que estaría feliz simplemente porque te pongas así cuando otra coquetea contigo? ¿Crees que sería capaz de negarte el calor de otro ser humano sabiendo que ella no puede hacerlo?, las mujeres podemos ser muy egoístas, pero no tanto como para impedir la felicidad y la oportunidad de que alguien más lo pase bien solo porque nosotras no podemos.- Dijo tranquilamente, a modo de reflexión mientras terminaba su gran ración de desayuno.
La joven se sentó un poco más cómoda, apoyando los codos en la mesa, cruzando sus dedos y poniendo su mentón sobre los mismos -Bueno, supongo que es hora de responder lo que preguntaste anteriormente... Sí, soy una pirata, me crie entre piratas y vivo como una pirata, libre de ataduras externas, solo con aquellas que me impongo a mi misma.- Hablaba tranquila, casi soñadora mientras veía directamente aquellos ojos rojos que tantas ganas tenía de ver llorando.
-Por qué estaba buscándote... oh por cierto, no sé si te diste cuenta, pero eres a la persona que buscaba... en fin, te buscaba por una vieja promesa, un juramente tan fuerte que no une hasta la muerte... aunque no tienes por qué sentirte mal de no saberlo, siendo que no recuerdas nada de lo que paso hace ya varios años...- la muchacha estaba evidentemente decepcionada y melancólica al momento de comentar aquellas últimas palabras, aún quedaba mucho por decir, pero la joven se levanto y acaricio la mesa con uno de sus dedos al andar.
Trato de posicionarse detrás de Zeref y extender ambos brazos por los lados de su cabeza y luego junto sus manos sobre el pecho del mismo mientras que ella se apoyaba su rostro en un hombro y sus atributos en la espalda del masculino -¿Realmente quieres que continúe? Imagino que ya te estarás haciendo a alguna idea de cuál es la razón por la que estoy aquí, de por qué coqueteo tanto contigo- nuevamente no estaba mintiendo del todo, aunque era poco probable de que nadie pudiera deducir algo correcto de entre las acciones y vagas palabras de la joven de ojos esmeralda.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zeref Hawkings Lun Mayo 16, 2016 11:20 pm
Sin duda alguna la mujer era bastante alzada y coqueta con el pelinegro, quien hacia lo mejor que podía para tratar de resistir a los encantos de la fémina, todo por hacerle honor a su amada Mavis, quien falleció no hace mucho. Mientras continuaban comiendo, la fémina dijo unas palabras bastante interesantes y revelo un poco de su enigmático pasado. De cierta manera la fémina tenía razón en sus palabras, Mavis seguramente deseaba que el pelinegro fuera feliz en el resto de su vida, por esa razón no le comento nada al respecto de los responsables de su muerte, aun sabiendo luego el pirata que fueron los marines que la asesinaron al ir por una antigua recompensa por la cabeza de Mavis, el problema radicaba que sería mal visto que el joven comenzara a salir con otras chicas recién al poco tiempo de que su amada falleciera, además de que el joven tenía que cumplir con la promesa que le hizo de un mundo ideal aunque fuera algo prácticamente imposible. El joven iba a responder ante la pequeña reflexión hecha por la fémina, pero antes terminaría de escuchar a la joven ya que finalmente le revelaría la respuesta de la pregunta que le hizo el día anterior.
– Eso no puede ser cierto – fue lo único que replico el pelinegro ante las palabras de la fémina, ella lo estaba buscando a su persona, es cierto que el joven no recuerda nada de su pasado desde que despertó un día en su lugar favorito de la isla, pero de que haya hecho una promesa con la mujer y sin recordar nada ni siquiera sentirlo, eso hacia dudar un poco de las palabras de la ahora mujer pirata. El pirata seguía quieto en su lugar tratando de meditar las palabras de la fémina, el joven sintió el calor ajeno de la mujer al colocarse a su espalda y continuar con el jugueteo por parte de ella. – Puede que tus palabras sean la verdad y tengamos una relación íntima entre los dos, pero eso ya es cosa del pasado, el Zeref que tú conociste o recuerdas murió. Ahora soy otra persona – fue lo que dijo seriamente el pelinegro para apartarse del cuerpo de la fémina y luego darse media vuelta para observarla una vez que tuviera una distancia prudente. – De todas formas me siento incomodo de que me coquetees, como dijiste no creo que Mavis haya querido que me quede atrapado en el pasado, seguro hubiese querido que siguiera adelante con mi vida, pero el problema radica que ella murió no hace mucho tiempo. Me siento mal tratar de comenzar con otro tipo de relación aun sabiendo de que tengo que salir de la isla para tratar de cumplir con la promesa que le hice – fue lo que dijo seriamente el pirata sin dejar de mirar a la fémina por si acaso no se tomaba sus palabras de la mejor manera.
Bueno ahora que sabía que ella era una pirata y le estaba buscando, el pelinegro debía tener ciertas precauciones ya que los piratas de por si no tienen buena reputación de ser amistosos y aún no sabe cómo es que reaccionaria ella ante la negativa del joven. – Bueno ahora que sé que eres una pirata y ya te he aclarado que de cierta manera no soy el joven que buscabas, puedes quedarte un rato, pero al final del día deberías partir para continuar con tu vida, yo haré lo mismo por mi parte y tal vez nos veremos de nuevo en otra ocasión – fue lo que dijo el pelinegro mientras se acercaba a la puerta de su casa y la abría, en caso de que la fémina quisiera salir de inmediato, tal vez podría tratar de conocer de mejor forma a la mujer, pero una vez que haya pasado el tiempo y ella no esté tan provocativa con su persona.
– Eso no puede ser cierto – fue lo único que replico el pelinegro ante las palabras de la fémina, ella lo estaba buscando a su persona, es cierto que el joven no recuerda nada de su pasado desde que despertó un día en su lugar favorito de la isla, pero de que haya hecho una promesa con la mujer y sin recordar nada ni siquiera sentirlo, eso hacia dudar un poco de las palabras de la ahora mujer pirata. El pirata seguía quieto en su lugar tratando de meditar las palabras de la fémina, el joven sintió el calor ajeno de la mujer al colocarse a su espalda y continuar con el jugueteo por parte de ella. – Puede que tus palabras sean la verdad y tengamos una relación íntima entre los dos, pero eso ya es cosa del pasado, el Zeref que tú conociste o recuerdas murió. Ahora soy otra persona – fue lo que dijo seriamente el pelinegro para apartarse del cuerpo de la fémina y luego darse media vuelta para observarla una vez que tuviera una distancia prudente. – De todas formas me siento incomodo de que me coquetees, como dijiste no creo que Mavis haya querido que me quede atrapado en el pasado, seguro hubiese querido que siguiera adelante con mi vida, pero el problema radica que ella murió no hace mucho tiempo. Me siento mal tratar de comenzar con otro tipo de relación aun sabiendo de que tengo que salir de la isla para tratar de cumplir con la promesa que le hice – fue lo que dijo seriamente el pirata sin dejar de mirar a la fémina por si acaso no se tomaba sus palabras de la mejor manera.
Bueno ahora que sabía que ella era una pirata y le estaba buscando, el pelinegro debía tener ciertas precauciones ya que los piratas de por si no tienen buena reputación de ser amistosos y aún no sabe cómo es que reaccionaria ella ante la negativa del joven. – Bueno ahora que sé que eres una pirata y ya te he aclarado que de cierta manera no soy el joven que buscabas, puedes quedarte un rato, pero al final del día deberías partir para continuar con tu vida, yo haré lo mismo por mi parte y tal vez nos veremos de nuevo en otra ocasión – fue lo que dijo el pelinegro mientras se acercaba a la puerta de su casa y la abría, en caso de que la fémina quisiera salir de inmediato, tal vez podría tratar de conocer de mejor forma a la mujer, pero una vez que haya pasado el tiempo y ella no esté tan provocativa con su persona.
Zeref Hawkings
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Mar Mayo 17, 2016 7:57 am
Los ojos esmeralda dedicaron una mirada aguda al pelinegro cuando este afirmo que lo que ella decía no era cierto, se pregunto si se habría dado cuenta de algo, pero el mismo revelaría que en realidad era otra cosa a la que se refería, la afirmación de que era una persona completamente diferente la irritaba menormente ya que eso también implicaría que no quedaba nadie con quien desahogar su propia furia, que no quedaba nada más que ella misma y que su venganza era algo imposible de realizar sin importar que.
Cuando el pelinegro se volteara a verla ella tendría ya una expresión de frustración mientras mordía su labio inferior con una mueca de frustración, tras escuchar las reiteraciones de aquella promesa y lo reciente del fallecimiento de aquella hembra la joven hizo un gesto con los labios mientras dirigía su mirada al suelo dejando que algunos mechones de su cabello cubrieran parte de su rostro -Me quedaré un rato más.- Cuando escucho la puerta abrirse, era una oferta de retirarse la cual la joven no estaba dispuesta a aceptar.
-Esa bien, no voy a seguir coqueteando contigo ¿De esa forma podría quedarme algo más de tiempo?- Pregunto la joven mientras procedía a sentarse en el lugar en donde había desayunado, puso sus manos en una posición similar a la que hubiera tenido antes, ambos codos en la mesa y sus dedos cruzados, pero en lugar de apoyar su mentón sobre estos, ahora ponía allí su frente, dejando caer parte de su cabello por delante de sus manos, dejándola mirando la mesas y sus piernas pero cubriendo sus expresiones.
-Por cierto, ya has mencionado un par de veces esa promesa ¿Puedo saber cuál es? Después de todo, dentro de poco vas partir de la isla abandonando este lugar a su suerte, así que no me sé si me serviría de algo volver a venir aquí en el futuro.- La muchacha hablaba mientras pensaba, no estaba siendo juguetona y tampoco miraba al masculino, estaba demasiado irritada para jugar, incluso sus hombros temblaban un poco por momentos ¿Valía la pena matar a ese enclenque? Probablemente ni siquiera tuviera la fuerza para ofrecer un desafío a la pirata modificada.
Cuando el pelinegro se volteara a verla ella tendría ya una expresión de frustración mientras mordía su labio inferior con una mueca de frustración, tras escuchar las reiteraciones de aquella promesa y lo reciente del fallecimiento de aquella hembra la joven hizo un gesto con los labios mientras dirigía su mirada al suelo dejando que algunos mechones de su cabello cubrieran parte de su rostro -Me quedaré un rato más.- Cuando escucho la puerta abrirse, era una oferta de retirarse la cual la joven no estaba dispuesta a aceptar.
-Esa bien, no voy a seguir coqueteando contigo ¿De esa forma podría quedarme algo más de tiempo?- Pregunto la joven mientras procedía a sentarse en el lugar en donde había desayunado, puso sus manos en una posición similar a la que hubiera tenido antes, ambos codos en la mesa y sus dedos cruzados, pero en lugar de apoyar su mentón sobre estos, ahora ponía allí su frente, dejando caer parte de su cabello por delante de sus manos, dejándola mirando la mesas y sus piernas pero cubriendo sus expresiones.
-Por cierto, ya has mencionado un par de veces esa promesa ¿Puedo saber cuál es? Después de todo, dentro de poco vas partir de la isla abandonando este lugar a su suerte, así que no me sé si me serviría de algo volver a venir aquí en el futuro.- La muchacha hablaba mientras pensaba, no estaba siendo juguetona y tampoco miraba al masculino, estaba demasiado irritada para jugar, incluso sus hombros temblaban un poco por momentos ¿Valía la pena matar a ese enclenque? Probablemente ni siquiera tuviera la fuerza para ofrecer un desafío a la pirata modificada.
Ange
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Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zeref Hawkings Mar Mayo 17, 2016 10:15 pm
Como imaginaba, la mujer pirata rechazo su oferta de retirarse de la cabaña de manera inmediata y sabiendo que esta no se marcharía de su hogar, el joven cerro tranquilamente la puerta aunque sabía profundamente que las palabras dichas por Zeref afectaron a la mujer, se podía sentir un poco la tensión del ambiente entre ambos jóvenes, pero nada podía hacer el pelinegro ya que sus palabras fueron totalmente sinceras. Zeref simplemente respondió con un gesto de afirmación cuando la chica le dijo que ya no le coquetería más, el joven esperaba que ella cumpliese con su palabra y siendo cortés con la misma decidió volver también a su asiento para quedar cara a cara con la hermosa fémina de agraciados atributos. – Cierto ya he mencionado varias veces el asunto de la promesa, tal vez lo encuentres algo estúpido, pero en el lecho de muerte de Mavis le prometí que cumpliría con su deseo o anhelo. Ella quería crear un mundo pacifico donde la gente pudiera vivir en armonía y no hubieran tantos conflictos bélicos como los hay ahora actualmente en las distintas facciones. La verdad cuando ella estaba viva siempre me burlaba de aquel sueño de Mavis, no es más que un mero ideal, imposible de alcanzar, pero ahora que la perdí y ya nada me ata a esta isla, no pienso que sea una mala idea tratar de forjar aquel ideal, por lo menos sé que debo viajar por el mundo para lograrlo – fueron las palabras que le comento a la fémina sin importarle mucho si ella consideraba estúpida sus razones para salir de la isla, el joven trataría de cumplir con su palabra y punto.
Zeref se quedó callado un rato ya que necesitaba pensar que es lo que haría a continuación, claramente Ange sufrió un cambio desde que le dijo aquellas palabras, podía ver como sus hombros temblaban de vez en cuando y ella evitaba hacer contacto directo con sus ojos. – Al parecer te decepcionaste bastante al no ser lo que esperaba, la verdad con todo lo que me has dicho y tu repentino cambio de actitud creo que efectivamente ibas por mi cabeza – fue lo que dijo fríamente el pelinegro uniendo todo lo dicho por la fémina y dándole una lógica a sus acciones con palabras, puede que estuviera equivocado y estuviera de esa forma la mujer porque al ser una persona que busca por algo de una promesa o amor y que la otra persona no te corresponda o ni se acuerde debe ser algo bastante duro. – La verdad no quiero llegar a tener que luchar contigo, pero si haces algo que ponga mi vida en riesgo, me defenderé. Como te dije tengo una promesa que cumplir, por ahora puedes pasar el resto del dia en mi casa y es tu turno de tomar una ducha – fue lo que dijo con un poco de furia el doctor haciendo que sus ojos de color negro se tornaran de color rojizo, esta caracteriza siempre la ha tenido de nacimiento y sus orbes toman ese color cuando la ira o rabia invaden el cuerpo de Zeref.
Zeref se quedó callado un rato ya que necesitaba pensar que es lo que haría a continuación, claramente Ange sufrió un cambio desde que le dijo aquellas palabras, podía ver como sus hombros temblaban de vez en cuando y ella evitaba hacer contacto directo con sus ojos. – Al parecer te decepcionaste bastante al no ser lo que esperaba, la verdad con todo lo que me has dicho y tu repentino cambio de actitud creo que efectivamente ibas por mi cabeza – fue lo que dijo fríamente el pelinegro uniendo todo lo dicho por la fémina y dándole una lógica a sus acciones con palabras, puede que estuviera equivocado y estuviera de esa forma la mujer porque al ser una persona que busca por algo de una promesa o amor y que la otra persona no te corresponda o ni se acuerde debe ser algo bastante duro. – La verdad no quiero llegar a tener que luchar contigo, pero si haces algo que ponga mi vida en riesgo, me defenderé. Como te dije tengo una promesa que cumplir, por ahora puedes pasar el resto del dia en mi casa y es tu turno de tomar una ducha – fue lo que dijo con un poco de furia el doctor haciendo que sus ojos de color negro se tornaran de color rojizo, esta caracteriza siempre la ha tenido de nacimiento y sus orbes toman ese color cuando la ira o rabia invaden el cuerpo de Zeref.
Zeref Hawkings
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(1/100)
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