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Creado por Okita Souji Mar Mayo 10, 2016 12:37 pm
El joven de las orbes verdosas llevaba un par de días vagando por North Blue, ahora mismo estaba en Flavence, un lugar repleto de estructuras blancas como la nieve. Okita estaba bastante sorprendido desde el primer momento en que piso el suelo de la ciudad. Sus espadas eran de una tonalidad oscura en la empuñadura, hasta se hacían notar más ante semejante iluminación que solo era entregada por aquella gama de tonalidades blancas. No se podía decir más simplemente que el chico andaba buscando un lugar para comprar algo para beber, quizás un pan o algo para calmar la tripa revuelta que tenía, nada más que eso.
Tras buscar un par de minutos llegó a una panadería bastante acomodada. Los precios eran accesibles para cualquier mortal e incluso vendían jugo natural. El chico estaba vestido con un traje de color negro con dorado, pequeños detalles de color rojo con un dragón dibujado en el centro pero la vestimenta se podía abotonar en su caso lo llevaba con un poco del pecho descubierto con forma de “V”, bajo tenía una especie de camisa de color verde. Sus pantalones eran del mismo estampado. Poseía sus katanas amarradas a su cadera con un listón blanco. No traía mucha más ropa en un pequeño bolso. Traía otra ropa que era un poco más de Wano que la que usaba más que eso nada.
El chico pagó lo debido y con el pan en la boca, con el jugo en la otra mano comenzó a caminar mientras toda la gente parecía moverse en la misma dirección que él. Iban hombres fortachones que varios empujaron al espadachín, iban mujeres atractivas e incluso tipos de otras razas. Entre los murmullos se habló de un cazador que buscaba compañeros. Okita frunció el ceño, sabía que era su oportunidad de unirse a algún grupo y dejar de estar tan en soledad.
Siguió al grupo tranquilo mientras comía de manera exagerada el pan. Tenía tanta hambre que no comía sino que devoraba, sus mofletes se inflaban de comida. Cuando llegó y chocó con un corpulento Gyojin casi se ahoga, pidió disculpas y se acomodó en un sector mejor. Estaban varios reunidos, el sujeto estaba ahí. Casi no se podía observar mucho de él. Se podía ver que tenía hasta ya una carabela para comenzar. Okita bebió de su jugo haciendo bastante ruido. Entre todos le miraron algo molestos pero le dio lo mismo, siguió comiendo.
Eran muchas las personas amontonadas en el muelle, todas esperando a ver si eran reclutadas. El espadachín miró a todos lados acabando toda su comida. Bostezó y estiró sus brazos aprovechando eso se fue metiendo en la multitud como un gusano hasta llegar adelante. Observó a su alrededor, muchos tipos corpulentos, féminas guapas y capaces, otras que no les quedaba más que pelear. Al final seguro el líder debería elegir.
Okita no quiso esperar más y alzó la mano. Aclaró su voz con un estornudo antes de proceder.
— Oye ¿cuándo vas a elegir? Somos muchos, varios patanes y poca gente competente. — Las miradas se clavaron en él casi ahorcándole. Cerró sus ojos e hizo un gesto burlón con sus manos, levantando estas. — Vamos señor líder, haga su elección. Qué varios parece que se han cagado por la espera y necesitan ir a ducharse. — Molestó un poco más mientras hacía un gesto de hediondez con la diestra. Estaba demasiado tranquilo para la situación. Así es Okita y menos mal que no ha perdido interés aún.
Tras buscar un par de minutos llegó a una panadería bastante acomodada. Los precios eran accesibles para cualquier mortal e incluso vendían jugo natural. El chico estaba vestido con un traje de color negro con dorado, pequeños detalles de color rojo con un dragón dibujado en el centro pero la vestimenta se podía abotonar en su caso lo llevaba con un poco del pecho descubierto con forma de “V”, bajo tenía una especie de camisa de color verde. Sus pantalones eran del mismo estampado. Poseía sus katanas amarradas a su cadera con un listón blanco. No traía mucha más ropa en un pequeño bolso. Traía otra ropa que era un poco más de Wano que la que usaba más que eso nada.
El chico pagó lo debido y con el pan en la boca, con el jugo en la otra mano comenzó a caminar mientras toda la gente parecía moverse en la misma dirección que él. Iban hombres fortachones que varios empujaron al espadachín, iban mujeres atractivas e incluso tipos de otras razas. Entre los murmullos se habló de un cazador que buscaba compañeros. Okita frunció el ceño, sabía que era su oportunidad de unirse a algún grupo y dejar de estar tan en soledad.
Siguió al grupo tranquilo mientras comía de manera exagerada el pan. Tenía tanta hambre que no comía sino que devoraba, sus mofletes se inflaban de comida. Cuando llegó y chocó con un corpulento Gyojin casi se ahoga, pidió disculpas y se acomodó en un sector mejor. Estaban varios reunidos, el sujeto estaba ahí. Casi no se podía observar mucho de él. Se podía ver que tenía hasta ya una carabela para comenzar. Okita bebió de su jugo haciendo bastante ruido. Entre todos le miraron algo molestos pero le dio lo mismo, siguió comiendo.
Eran muchas las personas amontonadas en el muelle, todas esperando a ver si eran reclutadas. El espadachín miró a todos lados acabando toda su comida. Bostezó y estiró sus brazos aprovechando eso se fue metiendo en la multitud como un gusano hasta llegar adelante. Observó a su alrededor, muchos tipos corpulentos, féminas guapas y capaces, otras que no les quedaba más que pelear. Al final seguro el líder debería elegir.
Okita no quiso esperar más y alzó la mano. Aclaró su voz con un estornudo antes de proceder.
— Oye ¿cuándo vas a elegir? Somos muchos, varios patanes y poca gente competente. — Las miradas se clavaron en él casi ahorcándole. Cerró sus ojos e hizo un gesto burlón con sus manos, levantando estas. — Vamos señor líder, haga su elección. Qué varios parece que se han cagado por la espera y necesitan ir a ducharse. — Molestó un poco más mientras hacía un gesto de hediondez con la diestra. Estaba demasiado tranquilo para la situación. Así es Okita y menos mal que no ha perdido interés aún.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Tastia Arwon Mar Mayo 10, 2016 3:44 pm
Aquella mañana había salido de la posada demasiado temprano, la mujer que le había ofrecido la habitación se había extrañado al ver que la más tranquila y amable de sus invitados había desparecido, había pagado sus deudas , recogido sus cosas y salido por la puerta sin decir un mísero adiós. Tastia odiaba las despedidas, por eso siempre se iba cuando nadie se lo esperaba, cuando nadie la veía, así las cosas eran más simples y llevaderas para todos, así que con la maleta al hombro había salido sin hacer el menos de los ruidos.Había salido dispuesta a seguir con su búsqueda de compañía, pero había optado por comprar algo para comer y pasear por aquel lugar, con el estomago lleno pensaría mejor.
A medida que avanzaba por las calles, con su maleta al hombro y mordiendo su manzana, no faltaban las miradas curiosas y extrañas al ver a alguien como ella pasear por la calle sola y armada. Tastia había tenido siempre el aspecto de una princesa, le gustara o no admitirlo, elegante, recta, de piel clara y cabello brillante, ojos expresivos…menos mal que las apariencias no lo eran todo, porque siendo sinceros no se sentía como tal. Llevaba un vestido rojo, para no cambiar las costumbres, ajustado hasta la cadera que caía suelto con un corte lateral de estilo oriental , mezclado con unos volantes, una chaqueta corta, un arreglo de cabello improvisado y un abanico que había comprado por comodidad, tenía algo mas clásico en la maleta, la ropa de trabajo y poco mas, aunque eso no importaba ya, lo que destacaba era el sable que colgaba de su cintura como la cosa más natural del mundo.
Finalmente llegando a un lugar más céntrico se encontró con una procesión de gente andando hacía algún lugar en concreto, lejos de lanzarse a la locura, nuestra rubia protagonista decidió acercarse a una de las personas que se encaminaba hacía allí, preguntándole sobre a donde iban o porque tanto revuelo. Cinco minutos después se había enterado de todo lo que necesitaba e iba rumbo con los demás, a ver si había suerte y mataba dos pájaros de un tiro, nuevo lugar para dormir, nuevos compañeros. Todo avanzaba de forma tranquila y pausada, quitando las miradas furibundas que iban de un lado a otro, juzgando y testando a todo aquel que pudiera, despreciando con la mirada, admirando y fastidiando, señoras y señores, tenemos ante nosotros la clásica situación que hace que la suave y dulce personalidad de nuestra rubia favorita, estalle y se lleve a todos por delante. Como la calma antes de la tormenta, solo hizo falta que alguien soltara un comentario inapropiado, desesperado y aburrido, haciendo que muchos se enfadaran y que más de uno mirara a los demás buscando armar revuelo, ella por su parte simplemente bufo y rodo los ojos con calma, o con un intento de ella…los primeros síntomas de su enfado, comenzaban a mostrarse .
Y estalló, de pronto alguien ,un hombre de metro ochenta y tez oscura,se quejo y empujo a una joven que como ella andaba de curiosa para ver si había un hueco, buscando llegar hasta el hombre que había dicho lo de la ducha, casi barriendo con su camino hacia donde estaba él, Tastia por su parte solo tardo dos segundos en desenfundar en sable y colocarlo cerca de su garganta. Bien, perfecto, una manera de empezar el día de esas que encantan y enamoran, armando revuelo y metiéndose en problemas…Tastia era y siempre seria alguien que no soportaba que los demás pasaran encima de otros sin recibir un castigo a cambio.
-Tenga cuidado por dónde camina…señor…¿Se encuentra bien querida?.- La muchacha asintió, mirando a la mujer de cabellos rubios que con calma y como si nada, bajo la punta del sable al final de la garganta del hombre.- ¿Sabe lo bueno de ser médico, caballero? La capacidad de matar a alguien sin armar demasiado escándalo…solo cortando en el lugar indicado…- No es que fuera a hacerlo, no señores, ganas no le hubieran faltado, pero ella tenía control y esas cosas…o al menos de momento todavía las tenia.El hombre fue a rechistar, pero al ver que el filo se apretaba contra sus piel y aquella frialdad y seriedad en unos ojos de un tono tan sobrenatural, decidió alejarse e irse. Tastia se recompuso tras ayudar a la mujer a levantarse y miro al joven .- La próxima vez ahórrese el comentario impaciente, y si quiere para la peste, le cedo mi abanico…- se cruzo de brazos y se quedo en su sitio, mirando al frente, bien…asi era ella, para lo bueno y para lo malo, ¿Curioso, verdad?.
A medida que avanzaba por las calles, con su maleta al hombro y mordiendo su manzana, no faltaban las miradas curiosas y extrañas al ver a alguien como ella pasear por la calle sola y armada. Tastia había tenido siempre el aspecto de una princesa, le gustara o no admitirlo, elegante, recta, de piel clara y cabello brillante, ojos expresivos…menos mal que las apariencias no lo eran todo, porque siendo sinceros no se sentía como tal. Llevaba un vestido rojo, para no cambiar las costumbres, ajustado hasta la cadera que caía suelto con un corte lateral de estilo oriental , mezclado con unos volantes, una chaqueta corta, un arreglo de cabello improvisado y un abanico que había comprado por comodidad, tenía algo mas clásico en la maleta, la ropa de trabajo y poco mas, aunque eso no importaba ya, lo que destacaba era el sable que colgaba de su cintura como la cosa más natural del mundo.
Finalmente llegando a un lugar más céntrico se encontró con una procesión de gente andando hacía algún lugar en concreto, lejos de lanzarse a la locura, nuestra rubia protagonista decidió acercarse a una de las personas que se encaminaba hacía allí, preguntándole sobre a donde iban o porque tanto revuelo. Cinco minutos después se había enterado de todo lo que necesitaba e iba rumbo con los demás, a ver si había suerte y mataba dos pájaros de un tiro, nuevo lugar para dormir, nuevos compañeros. Todo avanzaba de forma tranquila y pausada, quitando las miradas furibundas que iban de un lado a otro, juzgando y testando a todo aquel que pudiera, despreciando con la mirada, admirando y fastidiando, señoras y señores, tenemos ante nosotros la clásica situación que hace que la suave y dulce personalidad de nuestra rubia favorita, estalle y se lleve a todos por delante. Como la calma antes de la tormenta, solo hizo falta que alguien soltara un comentario inapropiado, desesperado y aburrido, haciendo que muchos se enfadaran y que más de uno mirara a los demás buscando armar revuelo, ella por su parte simplemente bufo y rodo los ojos con calma, o con un intento de ella…los primeros síntomas de su enfado, comenzaban a mostrarse .
Y estalló, de pronto alguien ,un hombre de metro ochenta y tez oscura,se quejo y empujo a una joven que como ella andaba de curiosa para ver si había un hueco, buscando llegar hasta el hombre que había dicho lo de la ducha, casi barriendo con su camino hacia donde estaba él, Tastia por su parte solo tardo dos segundos en desenfundar en sable y colocarlo cerca de su garganta. Bien, perfecto, una manera de empezar el día de esas que encantan y enamoran, armando revuelo y metiéndose en problemas…Tastia era y siempre seria alguien que no soportaba que los demás pasaran encima de otros sin recibir un castigo a cambio.
-Tenga cuidado por dónde camina…señor…¿Se encuentra bien querida?.- La muchacha asintió, mirando a la mujer de cabellos rubios que con calma y como si nada, bajo la punta del sable al final de la garganta del hombre.- ¿Sabe lo bueno de ser médico, caballero? La capacidad de matar a alguien sin armar demasiado escándalo…solo cortando en el lugar indicado…- No es que fuera a hacerlo, no señores, ganas no le hubieran faltado, pero ella tenía control y esas cosas…o al menos de momento todavía las tenia.El hombre fue a rechistar, pero al ver que el filo se apretaba contra sus piel y aquella frialdad y seriedad en unos ojos de un tono tan sobrenatural, decidió alejarse e irse. Tastia se recompuso tras ayudar a la mujer a levantarse y miro al joven .- La próxima vez ahórrese el comentario impaciente, y si quiere para la peste, le cedo mi abanico…- se cruzo de brazos y se quedo en su sitio, mirando al frente, bien…asi era ella, para lo bueno y para lo malo, ¿Curioso, verdad?.
Tastia Arwon
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Mar Mayo 10, 2016 7:34 pm
Hijikata la gran parte del tiempo es una persona seria y muy estricta con todo lo que hace ¿El problema? Es que cuando sale a beber hay veces que se le va un poco la mano como lo había sido la noche anterior, no poseía una razón en particular para beber como lo hizo, fue algo que se dio. Se despertó con un dolor de cabeza que con suerte lo dejaba abrir sus ojos, preguntándose él porque se quedó hasta altas horas de la noche bebiendo sake, trato de seguir durmiendo dando un par de vueltas pero no podía hacer, el rayo de sol que pasaba por la ventaba le llegaba directamente a la cara. Sin mucho ánimo se levantó vistiendo sus ropas clásicas de Wano, que lo diferenciaban del resto, acomodo sus katanas donde siempre las llevaba y salió de donde se estaba quedando a dormir. Al estar solo debía conseguir algo de comida para poder sobrevivir, un trabajo o lo que fuera necesario para poder alimentarse.
Al salir a la calle cerca del muelle pudo notar como una gran cantidad de gente iba hacia esa dirección, era la primera vez que veía algo como eso desde que estaba en la isla. El blanco radiante de las construcciones de la isla le molestaba en los ojos, por lo mismo se quedó unos minutos de pie esperando a que se le pasara la molestia. Estando de pie pudo escuchar como un cazador estaba buscando a gente que se uniera a su tripulación, era su oportunidad perfecta para unirse a una tripulación y conseguir algo de comida de paso, el hambre lo estaba matando.
Para cuando llego al muelle viendo a toda la cantidad de gente ya se encontraba bien viéndose serio como de costumbre, a causa de la lejanía que tenía con quien había llamado a tal cantidad de gente no podía escuchar lo que decía así que tuvo que acercarse para poder oír bien. De su kimono saco un cigarro el cual prendió sin mucho problema, dio una calada tirando el humo a quienes se encontraban frente a él, aprovecho el momento en que tosieron un poco para ir adelantándose hasta llegar a las primeras filas donde si podía escuchar.
Alguien impaciente de entre el público comenzó a preguntar cuando iba a elegir además de decir que algunos parecieran que se hubieran cagado por el olor que tenían, dicho comentario fue algo que pudo sacarle una sonrisa cambiando aunque sea por un instante su rostro serio. Desde donde se encontraba pudo notar como una chica rubia se abría pasando entre la gente amenazando a alguien con un sable. Al parecer se trataría de una mañana bastante movida con gente interesante por todos lados, todo estaba en manos de quien los llamo para ver a quien elegir.
Al salir a la calle cerca del muelle pudo notar como una gran cantidad de gente iba hacia esa dirección, era la primera vez que veía algo como eso desde que estaba en la isla. El blanco radiante de las construcciones de la isla le molestaba en los ojos, por lo mismo se quedó unos minutos de pie esperando a que se le pasara la molestia. Estando de pie pudo escuchar como un cazador estaba buscando a gente que se uniera a su tripulación, era su oportunidad perfecta para unirse a una tripulación y conseguir algo de comida de paso, el hambre lo estaba matando.
Para cuando llego al muelle viendo a toda la cantidad de gente ya se encontraba bien viéndose serio como de costumbre, a causa de la lejanía que tenía con quien había llamado a tal cantidad de gente no podía escuchar lo que decía así que tuvo que acercarse para poder oír bien. De su kimono saco un cigarro el cual prendió sin mucho problema, dio una calada tirando el humo a quienes se encontraban frente a él, aprovecho el momento en que tosieron un poco para ir adelantándose hasta llegar a las primeras filas donde si podía escuchar.
Alguien impaciente de entre el público comenzó a preguntar cuando iba a elegir además de decir que algunos parecieran que se hubieran cagado por el olor que tenían, dicho comentario fue algo que pudo sacarle una sonrisa cambiando aunque sea por un instante su rostro serio. Desde donde se encontraba pudo notar como una chica rubia se abría pasando entre la gente amenazando a alguien con un sable. Al parecer se trataría de una mañana bastante movida con gente interesante por todos lados, todo estaba en manos de quien los llamo para ver a quien elegir.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Sakata Gintoki Mar Mayo 10, 2016 11:36 pm
El ruido en el exterior de la carabela se hacía a cada momento más intenso, las voces, gritos, golpes y pisadas llenaban el muelle de vida y todos parecían estar entusiasmados por lo que iría a ocurrir allí. Mirando por una de las ventanas, el capitán observo el área, allí se encontraban toda clase de sujetos, desde matones, criminales, mujeres hermosas y algunos novatos que no parecían saber en que se estaban metiendo. Su rostro fue rápidamente divisado a través de la ventana por una parte de la multitud, que empezó a gritarle y emocionarse al verlo.
Matón: Capitán!!! Eres el mejor!! Elígeme a mí, mis habilidades con la espada no pueden ser superadas!!!
Mujer: Si lo que necesita es atrapar criminal, yo soy la mejor opción capitán!!! No hay nadie que seduzca tan rápido a un hombre como yo!!
Okama: Amor!!! No escuches a esa simple mujer, todos saben que los Okamas son los más hermosos, musculosos, viriles y seductores de todos los mares, la única opción soy yo!!
Criminal: No!!! Elígeme a mí!! No hay nadie en los todos los cuatro blue que pueda cocinar la carne de Gyojin como yo lo hago!!!
Toda la multitud quedo callado por el último grito, y las miradas quedaron posadas en el criminal. Al menos diez Gyojin de gran tamaño avanzaron entre la multitud rápidamente y empezaron a rodear al hombre hasta que este no tenía salida. En cuestión de segundos todos los Gyojin se abalanzaron encima de este y poco a poco fueron desapareciendo entre la multitud hasta no escucharse ningún signo de pelea. El capitán se quedó mirando con cara de preocupación por lo que estaba pasando afuera -Si se investiga un homicidio en este muelle, yo tendría la culpa? podría ser cómplice por haber reunido a esta gente? me quedaría bien el traje de prisionero? y si es muy apretado? y si tengo que pasar el resto de mis años en una celda con un okama?... tengo que salir de esta isla cuanto antes!!...- Sus pensamientos lo llevaron a decidir que ya era tiempo de mostrarse, por lo cual se dirigió a la cubierta y de ahí extendió el puente de madera en dirección al muelle. Los gritos eran ensordecedores y afectaban su mecanismo de captación de sonido, pero aun así prosiguió hasta quedar frente a la enorme multitud. Por cada segundo que pasaba, los cantos y palabras en su honor aumentaban en intensidad, el capitán elevo su mano indicando que iba a hablar, y todos repentinamente bajaron el volumen de sus voces hasta quedar en silencio.
-Compañeros caza recompensas, se porque están aquí, porque se les fue prometida una oportunidad de cumplir sus sueños, de enriquecerse, de hacer justicia, conseguir honor....- el capitán bajo el tono de su voz un poco casi susurrando para seguir su siguiente frase -ejehm...ejehm... y porque dije que habría sake gratis para todos...- Los caza recompensas se miraron los unos a los otros en confusión y volvieron a mirarlo nuevamente.
Matón: No escuchamos la última parte, dila otra vez!!!
Gintoki mirando a todas las personas que tenía enfrente, hizo como que movía sus labios y estaba hablando, pero nuevamente la respuesta de la multitud fue que hablara mas alto. El capitán se colocó la mano derecha tapando su boca y volvió a hablar por tercera vez, aunque ahora diciendo algo inentendible y que parecía ser en otro idioma. La multitud confundida y un poco furiosa siguieron gritando para que hablara más claro, hasta que llegado un punto Gintoki les contesto gritando - Y porque les prometí Sake gratis para todos!!- La multitud feliz empezó a alentarlo nuevamente.
Okama: Por supuesto que lo hiciste, ese es el motivo por el que estamos aquí amor!!! Y por eso eres el mejor capitán!!!
Mujer: Deberíamos brindar ahora mismo por su gran amabilidad capitán!!
Matón: Tienen razón, un brindis ahora mismo, es lo mínimo que podemos hacer por usted capitán!!!
Gintoki estaba empezando a ponerse nervioso, y su procesador ya no coordinaba la información como debía, sabía que estaría en problemas si descubrían la verdad, y no había tenido en cuenta que la mayoría vendrían únicamente por el sake. Mientras todos reclamaban por su bebida, una voz se pudo escuchar entre la multitud, un hombre joven de cabello negro le pedía al capitán que eligiera de una vez a su tripulación. Un flash de luz recorrió la mente del capitán y aprovechando aquel comentario, este volvió a levantar su mano y dijo a la multitud -Ese hombrede ahí, está muy bien encaminado, no debemos beber antes de trabajar, el brindis será en honor a aquellos que formen la nueva tripulación, y de despedida para los que no sean elegidos, de lo contrario sabría amargo!!- La multitud empezó a bajar el tono nuevamente y no parecían estar tan felices como antes, una mujer de cabello rubio que se encontraba cerca del joven que anteriormente había gritado, había desenfundado su espada y parecía que estuviera a punto de cortarle el cuello el alguien. Gintoki calculo sus posibilidades de escapar en caso de que la multitud enfurecida tratara de hacerle algo y un pensamiento paso por su mente -Eso es!! Sigan peleando!! Creen una distracción para mí!!!- Por desgracia la pelea acabo rápidamente, y el capitán se dio cuenta que posiblemente moriría en aquel lugar.
Sus discursos se estaban acabando y cada vez la multitud estaba más enfurecida y habían perdido un poco de su confianza hacia el capitán, algunos incluso habían empezado a sujetar sus armas y desenvainarlas poco a poco. Por segunda vez un flash de luz paso por su procesador, y una nueva idea había llegado a él. Ya era la tercera vez que elevaba su mano para hacer que todos callaran, y escucharan sus palabras y después de esto no tendría otra oportunidad. -Como se habrán dado cuenta, los piratas han empezado a incrementarse de formas exorbitantes.- Una voz corto repentinamente su discurso para hacerle pregunta.
Matón: Que significa exorbitante?!!! No utilices esas palabras de tipo inteligente con nosotros!!
Okama: Cállate idiota, deja que el capitán termine!!
Matón: Quien te crees que eres para callarme? yo soy el famoso Toby nocturno, no existe un cazador de recompensas que haya capturado a tantos piratas en tan solo una semana como lo hice yo!!!
Okama: Cállate Boby, nadie le interesa tus historias falsas!!
Matón: A quien llamas Boby?!!! Es Toby!! maldito okama!!!
La oportunidad divina había descendido del cielo y Gintoki no dudo en aprovecharla -Si cállate Boby, te llamas a ti mismo nocturno pero seguro eres un madrugador, seguro tu mama debe estar esperando en casa a que le envíes una carta de que lograste unirte a mi tripulación, por desgracia tendrás que decirle en persona que fallaste.- Una pequeña sonrisa malvada se dibujó en el rostro del capitán y la ira de aquel hombre en la multitud creía segundo a segundo con cada palabra. Esta vez definitivamente una pelea iría a desatarse en aquel lugar.
Okama: Si!! el capitán habla con la verdad, miren esa cara de bebe, Boby no lleva cicatrices y no parece tener tampoco mucho musculo, es un farsante como la mayoría de los que están aquí!!
Maton: Esto ya ha llegado demasiado lejos, no voy a permitir que un okama y un capitán que no cumple sus promesas ensucien mi nombre.
Mujer: Y que vas a hacer entonces pequeño Boby madrugador?!!
La multitud empezó a reir y burlarse del hombre, mientras que aquel matón miraba a todas las personas de su alrededor, como si estuviera contándolas. Gintoki no pensó que ese hombre sería tan loco como para atacarlos a todos, pero eso cambio de un segundo para el otro. El matón llamado Toby desenfundo su espada y el solo acto de agitarla contra la multitud, género que muchos salieran despedidos volando. La cara del capitán cambio a preocupación y su mandíbula quedo abierta ante el enorme despliegue de fuerza. Su expresión de asombro y miedo se había quedado retratada en su rostro, pero en su mente sabía que había hecho algo que era peor que enfurecer a la multitud, un último pensamiento paso por su mente antes de quedar paralizado: -Es fuerte!!... es extremadamente fuerte!!.... que hace un tipo así aquí?!!! no debería estar buscando el one piece o algo así?!!!....Tengo que apurarme, situaciones así no pasan todos los días...su sacrificio no será olvidado caza recompensas!!! ...Gánenme un poco más tiempo!!!- El matón seguía arrasando con la multitud, y parecía que todos estaban empezando a pelear contra todos, una batalla campal se había desencadenado y el caos ahora reinaba en aquel muelle.
Matón: Capitán!!! Eres el mejor!! Elígeme a mí, mis habilidades con la espada no pueden ser superadas!!!
Mujer: Si lo que necesita es atrapar criminal, yo soy la mejor opción capitán!!! No hay nadie que seduzca tan rápido a un hombre como yo!!
Okama: Amor!!! No escuches a esa simple mujer, todos saben que los Okamas son los más hermosos, musculosos, viriles y seductores de todos los mares, la única opción soy yo!!
Criminal: No!!! Elígeme a mí!! No hay nadie en los todos los cuatro blue que pueda cocinar la carne de Gyojin como yo lo hago!!!
Toda la multitud quedo callado por el último grito, y las miradas quedaron posadas en el criminal. Al menos diez Gyojin de gran tamaño avanzaron entre la multitud rápidamente y empezaron a rodear al hombre hasta que este no tenía salida. En cuestión de segundos todos los Gyojin se abalanzaron encima de este y poco a poco fueron desapareciendo entre la multitud hasta no escucharse ningún signo de pelea. El capitán se quedó mirando con cara de preocupación por lo que estaba pasando afuera -Si se investiga un homicidio en este muelle, yo tendría la culpa? podría ser cómplice por haber reunido a esta gente? me quedaría bien el traje de prisionero? y si es muy apretado? y si tengo que pasar el resto de mis años en una celda con un okama?... tengo que salir de esta isla cuanto antes!!...- Sus pensamientos lo llevaron a decidir que ya era tiempo de mostrarse, por lo cual se dirigió a la cubierta y de ahí extendió el puente de madera en dirección al muelle. Los gritos eran ensordecedores y afectaban su mecanismo de captación de sonido, pero aun así prosiguió hasta quedar frente a la enorme multitud. Por cada segundo que pasaba, los cantos y palabras en su honor aumentaban en intensidad, el capitán elevo su mano indicando que iba a hablar, y todos repentinamente bajaron el volumen de sus voces hasta quedar en silencio.
-Compañeros caza recompensas, se porque están aquí, porque se les fue prometida una oportunidad de cumplir sus sueños, de enriquecerse, de hacer justicia, conseguir honor....- el capitán bajo el tono de su voz un poco casi susurrando para seguir su siguiente frase -ejehm...ejehm... y porque dije que habría sake gratis para todos...- Los caza recompensas se miraron los unos a los otros en confusión y volvieron a mirarlo nuevamente.
Matón: No escuchamos la última parte, dila otra vez!!!
Gintoki mirando a todas las personas que tenía enfrente, hizo como que movía sus labios y estaba hablando, pero nuevamente la respuesta de la multitud fue que hablara mas alto. El capitán se colocó la mano derecha tapando su boca y volvió a hablar por tercera vez, aunque ahora diciendo algo inentendible y que parecía ser en otro idioma. La multitud confundida y un poco furiosa siguieron gritando para que hablara más claro, hasta que llegado un punto Gintoki les contesto gritando - Y porque les prometí Sake gratis para todos!!- La multitud feliz empezó a alentarlo nuevamente.
Okama: Por supuesto que lo hiciste, ese es el motivo por el que estamos aquí amor!!! Y por eso eres el mejor capitán!!!
Mujer: Deberíamos brindar ahora mismo por su gran amabilidad capitán!!
Matón: Tienen razón, un brindis ahora mismo, es lo mínimo que podemos hacer por usted capitán!!!
Gintoki estaba empezando a ponerse nervioso, y su procesador ya no coordinaba la información como debía, sabía que estaría en problemas si descubrían la verdad, y no había tenido en cuenta que la mayoría vendrían únicamente por el sake. Mientras todos reclamaban por su bebida, una voz se pudo escuchar entre la multitud, un hombre joven de cabello negro le pedía al capitán que eligiera de una vez a su tripulación. Un flash de luz recorrió la mente del capitán y aprovechando aquel comentario, este volvió a levantar su mano y dijo a la multitud -Ese hombrede ahí, está muy bien encaminado, no debemos beber antes de trabajar, el brindis será en honor a aquellos que formen la nueva tripulación, y de despedida para los que no sean elegidos, de lo contrario sabría amargo!!- La multitud empezó a bajar el tono nuevamente y no parecían estar tan felices como antes, una mujer de cabello rubio que se encontraba cerca del joven que anteriormente había gritado, había desenfundado su espada y parecía que estuviera a punto de cortarle el cuello el alguien. Gintoki calculo sus posibilidades de escapar en caso de que la multitud enfurecida tratara de hacerle algo y un pensamiento paso por su mente -Eso es!! Sigan peleando!! Creen una distracción para mí!!!- Por desgracia la pelea acabo rápidamente, y el capitán se dio cuenta que posiblemente moriría en aquel lugar.
Sus discursos se estaban acabando y cada vez la multitud estaba más enfurecida y habían perdido un poco de su confianza hacia el capitán, algunos incluso habían empezado a sujetar sus armas y desenvainarlas poco a poco. Por segunda vez un flash de luz paso por su procesador, y una nueva idea había llegado a él. Ya era la tercera vez que elevaba su mano para hacer que todos callaran, y escucharan sus palabras y después de esto no tendría otra oportunidad. -Como se habrán dado cuenta, los piratas han empezado a incrementarse de formas exorbitantes.- Una voz corto repentinamente su discurso para hacerle pregunta.
Matón: Que significa exorbitante?!!! No utilices esas palabras de tipo inteligente con nosotros!!
Okama: Cállate idiota, deja que el capitán termine!!
Matón: Quien te crees que eres para callarme? yo soy el famoso Toby nocturno, no existe un cazador de recompensas que haya capturado a tantos piratas en tan solo una semana como lo hice yo!!!
Okama: Cállate Boby, nadie le interesa tus historias falsas!!
Matón: A quien llamas Boby?!!! Es Toby!! maldito okama!!!
La oportunidad divina había descendido del cielo y Gintoki no dudo en aprovecharla -Si cállate Boby, te llamas a ti mismo nocturno pero seguro eres un madrugador, seguro tu mama debe estar esperando en casa a que le envíes una carta de que lograste unirte a mi tripulación, por desgracia tendrás que decirle en persona que fallaste.- Una pequeña sonrisa malvada se dibujó en el rostro del capitán y la ira de aquel hombre en la multitud creía segundo a segundo con cada palabra. Esta vez definitivamente una pelea iría a desatarse en aquel lugar.
Okama: Si!! el capitán habla con la verdad, miren esa cara de bebe, Boby no lleva cicatrices y no parece tener tampoco mucho musculo, es un farsante como la mayoría de los que están aquí!!
Maton: Esto ya ha llegado demasiado lejos, no voy a permitir que un okama y un capitán que no cumple sus promesas ensucien mi nombre.
Mujer: Y que vas a hacer entonces pequeño Boby madrugador?!!
La multitud empezó a reir y burlarse del hombre, mientras que aquel matón miraba a todas las personas de su alrededor, como si estuviera contándolas. Gintoki no pensó que ese hombre sería tan loco como para atacarlos a todos, pero eso cambio de un segundo para el otro. El matón llamado Toby desenfundo su espada y el solo acto de agitarla contra la multitud, género que muchos salieran despedidos volando. La cara del capitán cambio a preocupación y su mandíbula quedo abierta ante el enorme despliegue de fuerza. Su expresión de asombro y miedo se había quedado retratada en su rostro, pero en su mente sabía que había hecho algo que era peor que enfurecer a la multitud, un último pensamiento paso por su mente antes de quedar paralizado: -Es fuerte!!... es extremadamente fuerte!!.... que hace un tipo así aquí?!!! no debería estar buscando el one piece o algo así?!!!....Tengo que apurarme, situaciones así no pasan todos los días...su sacrificio no será olvidado caza recompensas!!! ...Gánenme un poco más tiempo!!!- El matón seguía arrasando con la multitud, y parecía que todos estaban empezando a pelear contra todos, una batalla campal se había desencadenado y el caos ahora reinaba en aquel muelle.
Sakata Gintoki
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Miér Mayo 11, 2016 12:33 pm
Okita a menudo era un muchacho bastante fácil de tratar, con modales casi practicados a diario con personas de clase totalmente alta pero ahora no se encontraba rodeado de ellos, sino se puros puercos sedientos de formar parte de la tripulación. Sí bien hasta ahora solo ha dicho palabras bonitas y una dama de cabellos dorados quien le ofreció un abanico para acabar con aquella impureza con hedor a pedo -abanico el cual rechazó con una sonrisa-. No había más que eso, pensaba en verdad irse, podía ir a otro sitio a ver si algún cazador loco necesitaba de sus servicios o incluso acudir a la marina por una misión, muchas eran las posibilidades.
De pronto una trifulca se pronunció. Un okama para nada de sensual, un criminal y una mujer parecían ser los participes de todo eso. El joven cabellos castaños, casi negro, observó e incluso ignoro a algunos que allí estaban. Prestó atención cada vez más al chico que le habían apodado “Bobby”. Le causaba risa hasta el punto de que tenía que se cubría la boca a menudo para no soltar una carcajada de esas que se escuchan hasta cuando estas en el baño. Hasta la fecha el “capitán” parecía más bien un sujeto sacado de circo, pero le era entretenido al joven, bastante.
Se quedó mirando un poco más la reacción de todos, como el jefe se expresaba y hacia parodia de todo, seguro era de esos que hacían bromas para camuflar su fuerza o algo por el estilo. No tenía estilo de nada, aunque quizás quería timar a más de alguno. Miró a su alrededor otra vez, la multitud era poco tranquila. El okama con la mujer parecían tener cierto tipo de rencilla con Bobby y seguro esto iba a dar para largo.
Más de un sujeto ante el revuelo tomó sus armas, las palabras del jefe seguían resonando. Hablaba de piratas moviéndose, de todo un poco la verdad pero siempre con un toque algo humorístico. Era más que claro que ahora hasta el mismo capitán hacia ver mal a Bobby, el nombre más estúpido casi de perro. Le derrumbó los sueños de pocas palabras, era cruel seguro planeaba incinerar el mundo pero si planeaba algo así a la larga su plan tenía un 0.1% de concretarse. Hay seres muy fuertes en los mares y él solo no podría, solo si es que eso planea claro.
El joven Bobby se estaba cabreando a tal punto de que se volvió agresivo. Varios salieron volando a la par de un ataque de él. Okita bostezó, estaba algo aburrido y aún no daba su veredicto en lo absoluto. Miró de reojo al capitán, luego salió tan rápido como una bala donde Bobby. Al entrar en su área desenvainó la katana como un relámpago, se abalanzó pisando con fuerza el suelo y al ir directo al rostro de él giró la katana cambiando la empuñadura hacia adelante con la cual le golpeó en el mentón luego con una tomada normal de esta giró y cortó el cinturón del matón. Sus pantalones cayeron y dejaron ver su ropa interior con diseños de super héroes. Okita comenzó a reír mientras algunos ya se estaban calmando de apoco.
— Tu mami tiene buen gusto para la ropa infantil. — Sacudió su katana para guardarla mientras otro venía a por él, lo esquivo con un simple movimiento de pies para avanzar atrás, luego le pateó el trasero para que cayera. — Dejen de pelear y dejen que haga su elección. No hay de necesidad de pelear además hay civiles que no deben involucrarse. También hay mujeres con sus hijos que vinieron por curiosidad. — Bufó otra vez para hacerle una señal a un grupo de mujeres que estaban con sus pequeños para que se retiraran. Tenía hermanos y una madre por eso era más que respetuosos con ellos. Había eliminado a Bobby y toda la trifulca estaba cesando, se quería oír la decisión del “jefazo”.
De pronto una trifulca se pronunció. Un okama para nada de sensual, un criminal y una mujer parecían ser los participes de todo eso. El joven cabellos castaños, casi negro, observó e incluso ignoro a algunos que allí estaban. Prestó atención cada vez más al chico que le habían apodado “Bobby”. Le causaba risa hasta el punto de que tenía que se cubría la boca a menudo para no soltar una carcajada de esas que se escuchan hasta cuando estas en el baño. Hasta la fecha el “capitán” parecía más bien un sujeto sacado de circo, pero le era entretenido al joven, bastante.
Se quedó mirando un poco más la reacción de todos, como el jefe se expresaba y hacia parodia de todo, seguro era de esos que hacían bromas para camuflar su fuerza o algo por el estilo. No tenía estilo de nada, aunque quizás quería timar a más de alguno. Miró a su alrededor otra vez, la multitud era poco tranquila. El okama con la mujer parecían tener cierto tipo de rencilla con Bobby y seguro esto iba a dar para largo.
Más de un sujeto ante el revuelo tomó sus armas, las palabras del jefe seguían resonando. Hablaba de piratas moviéndose, de todo un poco la verdad pero siempre con un toque algo humorístico. Era más que claro que ahora hasta el mismo capitán hacia ver mal a Bobby, el nombre más estúpido casi de perro. Le derrumbó los sueños de pocas palabras, era cruel seguro planeaba incinerar el mundo pero si planeaba algo así a la larga su plan tenía un 0.1% de concretarse. Hay seres muy fuertes en los mares y él solo no podría, solo si es que eso planea claro.
El joven Bobby se estaba cabreando a tal punto de que se volvió agresivo. Varios salieron volando a la par de un ataque de él. Okita bostezó, estaba algo aburrido y aún no daba su veredicto en lo absoluto. Miró de reojo al capitán, luego salió tan rápido como una bala donde Bobby. Al entrar en su área desenvainó la katana como un relámpago, se abalanzó pisando con fuerza el suelo y al ir directo al rostro de él giró la katana cambiando la empuñadura hacia adelante con la cual le golpeó en el mentón luego con una tomada normal de esta giró y cortó el cinturón del matón. Sus pantalones cayeron y dejaron ver su ropa interior con diseños de super héroes. Okita comenzó a reír mientras algunos ya se estaban calmando de apoco.
— Tu mami tiene buen gusto para la ropa infantil. — Sacudió su katana para guardarla mientras otro venía a por él, lo esquivo con un simple movimiento de pies para avanzar atrás, luego le pateó el trasero para que cayera. — Dejen de pelear y dejen que haga su elección. No hay de necesidad de pelear además hay civiles que no deben involucrarse. También hay mujeres con sus hijos que vinieron por curiosidad. — Bufó otra vez para hacerle una señal a un grupo de mujeres que estaban con sus pequeños para que se retiraran. Tenía hermanos y una madre por eso era más que respetuosos con ellos. Había eliminado a Bobby y toda la trifulca estaba cesando, se quería oír la decisión del “jefazo”.
Okita Souji
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(16/100)
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Creado por Tastia Arwon Miér Mayo 11, 2016 1:54 pm
Cerró el abanico con un gesto entre grácil y molesto, no por el rechazo del mismo por el joven, si no porque le molestaba todo lo que estaba pasando, sin duda no era forma de empezar o acabar algo así.Así que con la calma que la caracterizaba y con aquella suave sonrisa que parecía no borrarse nunca de su rostro, comenzó a avanzar hacía el capitán. La mujer que acababa de ayudar apenas unos minutos antes fue a agarrarla para impedir que hiciera una locura, pero Tastia era demasiado impredecible como para optar por hacerle caso a la acción más lógica y calmada, así que simplemente dejo ambos brazos tranquilos y avanzó por medio del tumulto, con calma.
La trifulca se había alzado como un conjunto de humillación, problemas y gritos, ella por su parte no quería saber nada de eso, asi que aprovechando su fina figura, su metro sesenta y pocos y sus buenos reflejos, se dedico a esquivar golpes, intentos de tirones , personas arrojadas y ataques, llegando finalmente hasta donde andaba el capitán, como aquel que acaba andando en línea recta. Una vez a su lado se puso firme, sacando de nuevo el abanico, sonriendo divertida al ver que mas de uno no sabía porque había acabado al lado del capitán, y mira que era bastante simple.
-Por si acaso, no podemos permitir que tan amable y encantador capitán sufra daño alguno…aunque el mismo pudiera defenderse, claro.- Un día de estos iba a mirar si en otra vida, o si últimamente, había sido actriz, porque realmente mentir se estaba volviendo algo natural, que le salía con una facilidad casi pasmosa, pero digamos que en este caso, le interesaba saber lo que podía ofrecerle el capitán, aparte del sake.
Para su suerte, al final no tuvo que romperle nada a nadie, ni cortarle nada a nadie porque se le adelanto el del revuelo, asi que simplemente se quedo como una guardiana silenciosa del capitán, mientras sus ojos miraban curiosos a cierto caballero de ojos violáceos. Aparto la mirada y relajo la postura, hasta que vio como finalmente la ilusión de un hombre era derrumbada, ella no era tan mentalmente cruel…o al menos no en caliente, en frio podía haber sido algo mas mala, haber participado en aquellas risas, haber sido la primera en sonreír burlona, sarcástica o incluso haber degollado a aquel hombre…o cortado sus tendones para que acabara de rodillas…pero andaba de buen humor.
Finalmente la acción culmino con un duelo, por llamarlo de alguna forma, entre Bobby y el hombre de ojos verdes, cuando el pantalón acabo por caer ella simplemente sonrió, tapando parte de su rostro con el abanico, en un gesto que en la nobleza y la antigüedad denotaba vergüenza, mas como un miro hecho que nada. La cosa se estaba calmando, pero alguien no andaba del todo conforme con aquello, cuando guardo finalmente el abanico acabo suspirando levemente, a veces olvidaba que el ser humano era algo tan rastrero y despreciable que pocas veces podía sorprender...hasta que sorprendía a lo grande y finalmente acababa por liarla y armar mucho escándalo.
Una mujer , supuso una de las que andaba con el okama y el tipo peleándose antes, se abalanzó hacia ella al ver que se colocaba cerca del capitán, quizás en un arrebato de oportunismo o de buscar demostrar algo, ella por su parte se desplazó hacia un lado, dejando a la mujer pasar de largo, colando su pie para hacerle perder el equilibrio y hacerla caer de bruces. Se agacho mirando a la mujer, apartando un largo mechón rubio de su rostro, acomodando el vestido de forma perfecta y sonriendo de lado.- Tenga cuidado con los ataques asi…recuerde que se supone que nosotros somos los buenos…o algo así.- La mujer fue a levantarse presa del enfado, pero la rubia simplemente se aparto de nuevo, rodando los ojos, dejando que la mujer se fuera finalmente presa del enfado o la furia, o quizás de la humillación.
-Lamento la interrupción señor…puede hablar ahora si lo desea.- Con una leve inclinación y retomando su postura recta,se alejo del capitán, colocándose al frente de ellos junto al hombre de ojos verdes, al cual miro con una suave sonrisa.
La trifulca se había alzado como un conjunto de humillación, problemas y gritos, ella por su parte no quería saber nada de eso, asi que aprovechando su fina figura, su metro sesenta y pocos y sus buenos reflejos, se dedico a esquivar golpes, intentos de tirones , personas arrojadas y ataques, llegando finalmente hasta donde andaba el capitán, como aquel que acaba andando en línea recta. Una vez a su lado se puso firme, sacando de nuevo el abanico, sonriendo divertida al ver que mas de uno no sabía porque había acabado al lado del capitán, y mira que era bastante simple.
-Por si acaso, no podemos permitir que tan amable y encantador capitán sufra daño alguno…aunque el mismo pudiera defenderse, claro.- Un día de estos iba a mirar si en otra vida, o si últimamente, había sido actriz, porque realmente mentir se estaba volviendo algo natural, que le salía con una facilidad casi pasmosa, pero digamos que en este caso, le interesaba saber lo que podía ofrecerle el capitán, aparte del sake.
Para su suerte, al final no tuvo que romperle nada a nadie, ni cortarle nada a nadie porque se le adelanto el del revuelo, asi que simplemente se quedo como una guardiana silenciosa del capitán, mientras sus ojos miraban curiosos a cierto caballero de ojos violáceos. Aparto la mirada y relajo la postura, hasta que vio como finalmente la ilusión de un hombre era derrumbada, ella no era tan mentalmente cruel…o al menos no en caliente, en frio podía haber sido algo mas mala, haber participado en aquellas risas, haber sido la primera en sonreír burlona, sarcástica o incluso haber degollado a aquel hombre…o cortado sus tendones para que acabara de rodillas…pero andaba de buen humor.
Finalmente la acción culmino con un duelo, por llamarlo de alguna forma, entre Bobby y el hombre de ojos verdes, cuando el pantalón acabo por caer ella simplemente sonrió, tapando parte de su rostro con el abanico, en un gesto que en la nobleza y la antigüedad denotaba vergüenza, mas como un miro hecho que nada. La cosa se estaba calmando, pero alguien no andaba del todo conforme con aquello, cuando guardo finalmente el abanico acabo suspirando levemente, a veces olvidaba que el ser humano era algo tan rastrero y despreciable que pocas veces podía sorprender...hasta que sorprendía a lo grande y finalmente acababa por liarla y armar mucho escándalo.
Una mujer , supuso una de las que andaba con el okama y el tipo peleándose antes, se abalanzó hacia ella al ver que se colocaba cerca del capitán, quizás en un arrebato de oportunismo o de buscar demostrar algo, ella por su parte se desplazó hacia un lado, dejando a la mujer pasar de largo, colando su pie para hacerle perder el equilibrio y hacerla caer de bruces. Se agacho mirando a la mujer, apartando un largo mechón rubio de su rostro, acomodando el vestido de forma perfecta y sonriendo de lado.- Tenga cuidado con los ataques asi…recuerde que se supone que nosotros somos los buenos…o algo así.- La mujer fue a levantarse presa del enfado, pero la rubia simplemente se aparto de nuevo, rodando los ojos, dejando que la mujer se fuera finalmente presa del enfado o la furia, o quizás de la humillación.
-Lamento la interrupción señor…puede hablar ahora si lo desea.- Con una leve inclinación y retomando su postura recta,se alejo del capitán, colocándose al frente de ellos junto al hombre de ojos verdes, al cual miro con una suave sonrisa.
Tastia Arwon
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Miér Mayo 11, 2016 11:32 pm
La gente estaba impaciente por saber quién era la persona que convoco a todos los presentes a través de un anuncio, aunque en el caso de Hijikata llego por otras razones. Por todos lados podía escuchar cómo la gente hablaba, no podía escuchar con claridad lo que decían pero suponía que se trataba del porque estaban reunidos en ese lugar. Estando entre medio de tanta gente se le olvido que hace tan solo unos minutos había prendido un cigarro así que dio la última calada antes de tirarlo al suelo, coloco el cigarro entre el dedo corazón y el pulgar empujando con el primero mencionado saliendo disparado hacia adelante. Cuando el cigarro toco el suelo al otro lado de donde se encontraba la gente comenzó a gritar eufórica, se giró para ver que estaba pasando y el tan misterioso capitán por fin salía del barco mostrando su cara a todos los presentes.
Tan solo basto que saliera para que la gran mayoría comenzara a pedirle que los aceptara en la tripulación, pudiendo resaltar a tres personas inicialmente las que más llamaban la atención de entre todos los presentes. Por su parte el peli morado esperaba que el capitán mencionara su nombre o dijera como era que iba a seleccionar a quienes lo acompañarían, y ya que se encontraba en esas instancias probaría algo de suerte para ver si es que quedaba, conseguir una tripulación no era una mala idea. Con un simple gesto de aquella persona todos los que estaban hablando se quedaron callados, el silencio por unos instantes reino en el lugar esperando por sus palabras.
A las pocas palabras del capitán ya había interrupciones porque algunos no lo escuchaban, no es que él lo hubiera hecho pero sentía que no era nada importante como para interferirlo. Los mismos que se hicieron notar en cuanto salió el peliblanco volvían a hablar llamando la atención esta vez porque a uno de ellos le colocaron un sobrenombre gracioso, provocando que se molestara a tal nivel que comenzara a atacar a los que se encontraban alrededor. Con ese simple gesto resulto en que los demás sacaran sus armas derribando a todos los que pudieran, sentía como muchos de los presentes no era igual de fuertes que él así que no participaría de lo que estaba sucediendo. Coloco su mano izquierda sosteniendo a sus dos katanas mientras se movía de un lado a otro dando pasos precisos esquivando espadas, armas contundentes, golpes y todo lo que pudiera.
Termino cerca del barco donde no se encontraba nadie más, estaba apartado del resto por lo mínimo un metro. Desde donde se encontraba pudo notar como a quien le pusieron el sobrenombre se le caía el pantalón quedando aún más en ridículo que antes, fue tan inesperado como la carcajada que tuvo en ese momento, algo extraño en él ya que siempre mantenía un rostro serio y eran pocas las veces que le sacaban una sonrisa sin embargo en lo que llevaba en ese lugar eran dos veces las que cambiaba su típica expresión. Sentía que si se unía a la tripulación buenas cosas pasarían, el problema es hasta el momento no había hecho nada interesante para llamar la atención del capitán.
Por lo mismo es que decidió acercarse hacia donde se encontraba quien había hecho el llamado, mientras se estaba acercando detuvo a varios de los que estaban cerca del muelle con riesgo de caerse. La forma de detenerlos no era la mejor ya que los tomaba de las ropa lanzándolos hacia adentro o detenía sus ataques usando sus katanas aun enfundadas. — No sacaran nada haciendo todo esto. — Dio un fuerte suspiro esperando a que terminara pronto y dijeran quienes se unirían a la tripulación.
Tan solo basto que saliera para que la gran mayoría comenzara a pedirle que los aceptara en la tripulación, pudiendo resaltar a tres personas inicialmente las que más llamaban la atención de entre todos los presentes. Por su parte el peli morado esperaba que el capitán mencionara su nombre o dijera como era que iba a seleccionar a quienes lo acompañarían, y ya que se encontraba en esas instancias probaría algo de suerte para ver si es que quedaba, conseguir una tripulación no era una mala idea. Con un simple gesto de aquella persona todos los que estaban hablando se quedaron callados, el silencio por unos instantes reino en el lugar esperando por sus palabras.
A las pocas palabras del capitán ya había interrupciones porque algunos no lo escuchaban, no es que él lo hubiera hecho pero sentía que no era nada importante como para interferirlo. Los mismos que se hicieron notar en cuanto salió el peliblanco volvían a hablar llamando la atención esta vez porque a uno de ellos le colocaron un sobrenombre gracioso, provocando que se molestara a tal nivel que comenzara a atacar a los que se encontraban alrededor. Con ese simple gesto resulto en que los demás sacaran sus armas derribando a todos los que pudieran, sentía como muchos de los presentes no era igual de fuertes que él así que no participaría de lo que estaba sucediendo. Coloco su mano izquierda sosteniendo a sus dos katanas mientras se movía de un lado a otro dando pasos precisos esquivando espadas, armas contundentes, golpes y todo lo que pudiera.
Termino cerca del barco donde no se encontraba nadie más, estaba apartado del resto por lo mínimo un metro. Desde donde se encontraba pudo notar como a quien le pusieron el sobrenombre se le caía el pantalón quedando aún más en ridículo que antes, fue tan inesperado como la carcajada que tuvo en ese momento, algo extraño en él ya que siempre mantenía un rostro serio y eran pocas las veces que le sacaban una sonrisa sin embargo en lo que llevaba en ese lugar eran dos veces las que cambiaba su típica expresión. Sentía que si se unía a la tripulación buenas cosas pasarían, el problema es hasta el momento no había hecho nada interesante para llamar la atención del capitán.
Por lo mismo es que decidió acercarse hacia donde se encontraba quien había hecho el llamado, mientras se estaba acercando detuvo a varios de los que estaban cerca del muelle con riesgo de caerse. La forma de detenerlos no era la mejor ya que los tomaba de las ropa lanzándolos hacia adentro o detenía sus ataques usando sus katanas aun enfundadas. — No sacaran nada haciendo todo esto. — Dio un fuerte suspiro esperando a que terminara pronto y dijeran quienes se unirían a la tripulación.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
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Creado por Sakata Gintoki Vie Mayo 13, 2016 7:47 pm
Gintoki empezó a retroceder de a pequeños pasos tratando de acercarse lo más posible a su barco mientras la multitud estaba distraída con la pelea. Varios hombres ya habían caído rápidamente ante aquel matón y parecía avanzar en dirección al capitán, aunque un suceso inesperado ocurrió. Un hombre de cabellos castaños, que desde el fondo parecían de color negro, moviéndose como un relámpago por entre la multitud, logro llegar hasta Toby y en cuestión de segundos acabo con su enemigo y con lo que quedaba de su orgullo, haciéndolo revelar su infantil ropa interior. Si el primer hombre era fuerte, este debía serlo unas 100 veces más, Gintoki no dudo un segundo y activo el mecanismo en sus ojos para poder analizar la fuerza de otros seres. El centro de sus ojos se tornó de un color rojo brillante como si fuera una luz, y se quedaron fijos en aquel poderoso samurái, un segundo más tarde, una cegadora luz blanca salió de sus ojos iluminando a toda la multitud y se apagó enseguida. Dirigiendo su mano hacia la parte posterior de adentro de sus pantalones, el capitán empezó a moverla de un lado para otro, como si quisiera sacar algo. Luego de forcejear durante unos segundos, retiro su mano y con ella venia un papel que parecía tener números y datos el cual comenzó a leer.
-Veamos, luego de analizados los datos, su nombre según su rostro, cuerpo, actitud y fuerza, debería ser Ricky Armstrong, el análisis de sus manos dice que trabajo durante varios años de su vida pelando patatas, su estilo de pelea desciende del ballet del south blue, por su forma de pararse los resultados dicen que le atraen los gigantes con barba a medio crecer... Y su poder de pelea....- Los ojos de Gintoki se abrieron levemente mientras leía aquella sección, para su sorpresa, hacía mucho tiempo que no veía ese nivel tan alto - 356 P?!!!! Que poder!!! El nivel de un ser humano común y corriente es de tan solo 355 P, pero a este hombre tanto entrenamiento lo deben haber llevado a un nivel superior!!... Eso significa que es un Pe** más fuerte que el promedio de personas!!!-
En medio de su lectura, Gintoki fue interrumpido por dos mujeres que se encontraban peleando a su lado, o al menos una parecía intentar hacerlo, mientras la otra hacía gala de su poder. Sus movimientos eran gráciles y parecía saber cómo ahorrar fuerzas contra alguien que era un nivel inferior a ella. Nuevamente el capitán activo su mecanismo para medir niveles y apunto hacia aquella dama de cabellos rubios, sus ojos se tornaron rojos y un flash de luz salió de ellos nuevamente. Sacando por segunda vez un papel de adentro de sus pantalones, Gintoki comenzó a analizarlo. - Su nombre es Ofelia Mantecosa, según sus manos ha trabajado la mayor parte de su vida cortando tendones por placer.... No.... Algo debe estar mal.... ese trabajo no está dentro de mi base de resultados para análisis... definitivamente debe ser un error... nadie podría tener un trabajo tan diabólico y poseer esa apariencia angelical... También dice que según sus movimientos su estilo de pelea está basado en la danza corta tendones del east blue.... Que es la danza corta tendones?!!! Eso siquiera existe?!!!...Tampoco recuerdo que ese resultado este dentro de mi base de datos...Parece que los resultados están fallando, algo debe andar mal con mi mecanismo, mejor veamos su nivel de pelea...- Gintoki mostro una cara de disgusto al ver los resultados, algo definitivamente debía estar mal con aquel mecanismo, tantos años de uso y por primera vez estaba mostrando signos de fallos.
-Su nivel de pelea es de 700 T, eso significa que ha cortado 700 tendones más que el promedio de personas.... Qué clase de nivel es este?!!! Ni siquiera sé cómo medir su fuerza!!! Si el resultado fuera en Pe*** u otra unidad conocida podría llegar a calcular su poder... Pero la única conclusión es que algo ha fallado en mi base de datos, necesito una reparación...- La mujer había finalizado su corto combate, así como aquel hombre de cabellos castaños, ciertamente parecían personas con potencial, pero aún quedaba probarlos verdaderamente ante un encuentro que estuviera a su nivel. Gintoki continúo retrocediendo como había hecho con anterioridad y subió hasta su barco, desde donde su voz se proyectaría mejor. Golpeando la baranda de su barco con su puño derecho, llamo la atención de todos, era su oportunidad de conseguir a su tripulación ahora que todos se habían olvidado del sake.
-Escuchen y háganlo bien, ese hombre de ahí!!- dijo señalando al joven de cabello castaño -Y esa mujer!!- Dijo al señalar a la princesa rubia -Ya han ganado un lugar en mi tripulación!! Solo existen tres lugares posibles para un grupo tan selectivo como el mío, por lo tanto deberán probar que son lo suficientemente fuertes como para ocupar el tercer lugar.... O derrotar a los que ya han ganado un lugar!!- Gintoki elevo sus brazos y con los pulgares arriba apunto con el brazo derecho a la joven y con el izquierdo al hombre -Se los encargo, Armstrong y Mantecosa, demuéstrenme lo que pueden hacer, confió en su potencial!!- La multitud comenzó a hablar en voz alta entre ellos, muchos parecían estar planeando su siguiente movimiento y la gran parte de los que habían llegado para solo observar, empezaron a retirarse rápidamente ya que no querían verse envueltos en lo que iba a ocurrir.
Okama líder: Agarren ese joven puesto, si cree que es tan fuerte es porque nunca ha peleado contra un okama!!! Enséñenle por qué los okamas son los más temidos!!!
Okama 1: Pero me da un poco de pena, lastimar esa cara tan bonita...
Okama 2: Una vez que ganemos puedes quedártelo como mascota.
Okama 3: Yo también quiero que sea mi mascota!!
Okama 4: Vamos a tratarte muy bien cuando seas nuestra mascota boy-chan.
Okama: Liberen su belleza interior al mismo tiempo para deslumbrar al capitán!!
Okamas: Okama Kenpo!!
Realizando movimientos majestuosos y moviendo sus brazos como si fueran cisnes, los okamas se abalanzaron sobre el joven de cabello café. Sus labios parecían estar preparados para besarlo en cuanto lograran tocarlo, pero sus puños y piernas peludas mostraban firmeza y musculatura, ciertamente una patada de ellos podría llegar a fracturar un hueso, aunque sus besos parecían ser su arma más letal de todas. Mientras tanto cerca del barco, el grupo de Gyojins que anteriormente había dado una paliza al criminal que había hablado de más, regreso para posicionarse delante de la joven de cabellos rubios. No parecían tener intensión de mediar palabras y su gran tamaño imponía respeto ante los demás matones, piratas y caza recompensas, que decidieron mantenerse al margen mientras veían el resultado de este futuro conflicto.
-Veamos, luego de analizados los datos, su nombre según su rostro, cuerpo, actitud y fuerza, debería ser Ricky Armstrong, el análisis de sus manos dice que trabajo durante varios años de su vida pelando patatas, su estilo de pelea desciende del ballet del south blue, por su forma de pararse los resultados dicen que le atraen los gigantes con barba a medio crecer... Y su poder de pelea....- Los ojos de Gintoki se abrieron levemente mientras leía aquella sección, para su sorpresa, hacía mucho tiempo que no veía ese nivel tan alto - 356 P?!!!! Que poder!!! El nivel de un ser humano común y corriente es de tan solo 355 P, pero a este hombre tanto entrenamiento lo deben haber llevado a un nivel superior!!... Eso significa que es un Pe** más fuerte que el promedio de personas!!!-
En medio de su lectura, Gintoki fue interrumpido por dos mujeres que se encontraban peleando a su lado, o al menos una parecía intentar hacerlo, mientras la otra hacía gala de su poder. Sus movimientos eran gráciles y parecía saber cómo ahorrar fuerzas contra alguien que era un nivel inferior a ella. Nuevamente el capitán activo su mecanismo para medir niveles y apunto hacia aquella dama de cabellos rubios, sus ojos se tornaron rojos y un flash de luz salió de ellos nuevamente. Sacando por segunda vez un papel de adentro de sus pantalones, Gintoki comenzó a analizarlo. - Su nombre es Ofelia Mantecosa, según sus manos ha trabajado la mayor parte de su vida cortando tendones por placer.... No.... Algo debe estar mal.... ese trabajo no está dentro de mi base de resultados para análisis... definitivamente debe ser un error... nadie podría tener un trabajo tan diabólico y poseer esa apariencia angelical... También dice que según sus movimientos su estilo de pelea está basado en la danza corta tendones del east blue.... Que es la danza corta tendones?!!! Eso siquiera existe?!!!...Tampoco recuerdo que ese resultado este dentro de mi base de datos...Parece que los resultados están fallando, algo debe andar mal con mi mecanismo, mejor veamos su nivel de pelea...- Gintoki mostro una cara de disgusto al ver los resultados, algo definitivamente debía estar mal con aquel mecanismo, tantos años de uso y por primera vez estaba mostrando signos de fallos.
-Su nivel de pelea es de 700 T, eso significa que ha cortado 700 tendones más que el promedio de personas.... Qué clase de nivel es este?!!! Ni siquiera sé cómo medir su fuerza!!! Si el resultado fuera en Pe*** u otra unidad conocida podría llegar a calcular su poder... Pero la única conclusión es que algo ha fallado en mi base de datos, necesito una reparación...- La mujer había finalizado su corto combate, así como aquel hombre de cabellos castaños, ciertamente parecían personas con potencial, pero aún quedaba probarlos verdaderamente ante un encuentro que estuviera a su nivel. Gintoki continúo retrocediendo como había hecho con anterioridad y subió hasta su barco, desde donde su voz se proyectaría mejor. Golpeando la baranda de su barco con su puño derecho, llamo la atención de todos, era su oportunidad de conseguir a su tripulación ahora que todos se habían olvidado del sake.
-Escuchen y háganlo bien, ese hombre de ahí!!- dijo señalando al joven de cabello castaño -Y esa mujer!!- Dijo al señalar a la princesa rubia -Ya han ganado un lugar en mi tripulación!! Solo existen tres lugares posibles para un grupo tan selectivo como el mío, por lo tanto deberán probar que son lo suficientemente fuertes como para ocupar el tercer lugar.... O derrotar a los que ya han ganado un lugar!!- Gintoki elevo sus brazos y con los pulgares arriba apunto con el brazo derecho a la joven y con el izquierdo al hombre -Se los encargo, Armstrong y Mantecosa, demuéstrenme lo que pueden hacer, confió en su potencial!!- La multitud comenzó a hablar en voz alta entre ellos, muchos parecían estar planeando su siguiente movimiento y la gran parte de los que habían llegado para solo observar, empezaron a retirarse rápidamente ya que no querían verse envueltos en lo que iba a ocurrir.
Okama líder: Agarren ese joven puesto, si cree que es tan fuerte es porque nunca ha peleado contra un okama!!! Enséñenle por qué los okamas son los más temidos!!!
Okama 1: Pero me da un poco de pena, lastimar esa cara tan bonita...
Okama 2: Una vez que ganemos puedes quedártelo como mascota.
Okama 3: Yo también quiero que sea mi mascota!!
Okama 4: Vamos a tratarte muy bien cuando seas nuestra mascota boy-chan.
Okama: Liberen su belleza interior al mismo tiempo para deslumbrar al capitán!!
Okamas: Okama Kenpo!!
Realizando movimientos majestuosos y moviendo sus brazos como si fueran cisnes, los okamas se abalanzaron sobre el joven de cabello café. Sus labios parecían estar preparados para besarlo en cuanto lograran tocarlo, pero sus puños y piernas peludas mostraban firmeza y musculatura, ciertamente una patada de ellos podría llegar a fracturar un hueso, aunque sus besos parecían ser su arma más letal de todas. Mientras tanto cerca del barco, el grupo de Gyojins que anteriormente había dado una paliza al criminal que había hablado de más, regreso para posicionarse delante de la joven de cabellos rubios. No parecían tener intensión de mediar palabras y su gran tamaño imponía respeto ante los demás matones, piratas y caza recompensas, que decidieron mantenerse al margen mientras veían el resultado de este futuro conflicto.
Sakata Gintoki
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Vie Mayo 13, 2016 8:47 pm
Los acontecimientos parecían muy normales por ahora, de hecho tanto que Okita parecía algo sorprendido de los sucesos iban bien. Miró de reojo a la chica de cabellos dorados, al parecer no tendría problema alguno pero de todos modos le mantendría un ojo encima por si necesitaba ayuda por el cordial ofrecimiento de su abanico, la verdad es que necesitaba retribuirle de alguna manera. Sonrió un par de veces mirando para otro lado, el que buscaba a su tripulación hasta el momento estaba actuando como un cobarde, dejaba mucho que desear con sus habilidades como líder para ser honesto pero al joven no le interesó mucho no era bueno juzgar las cosas por como ha actuado hasta el momento nada más.
El publico estaba algo inquieto, varios se intentaron abalanzar sobre el chico de ojos verdosos, a varios los noqueo usando simplemente la empuñadura de sus katanas, a otros les pegó una patada en las canillas e hizo que se cayeran. A los más fuertes de razas un poco más resistentes los intentó evadir y que se golpearan entre sí, ya saben que dicen de tipos como los seres marinos, son algo estúpidos y brutos, puras masas de músculos nada más que eso. Estaba algo agotado de simplemente evadir así que al siguiente que vino le dio un fuerte corte diagonal en el torso, y luego guardó su katana ante el silencio de varios presentes. No quería quedar con una imagen de violento pero, tenía que defenderse.
La chica de rubios pelos era cordial en su hablar, una dama totalmente por el contrario de los sucios que estaban ahí. Tampoco veía más mujeres que destacaran en su actuar, la verdad le sorprendió que existieran más hombres interesados en ingresar que mujeres y no es solo que este chico sea muy “observador” sino que siempre han sido las que menos se unen. Sonrió un poco más con cada palabra de aquella refinada mujer y puso su mano sobre su mentón, algo pensativo.
De pronto el capitán alzó la voz aunque hablando cosas algo incoherentes. Primero lo señaló a él y a la chica de dorados pelos, al parecer habían sido elegidos entre todos pero no podía ser todo tan lindo. Cuando continuó e hizo gala de su ser tan random, parecía que había visto todo desde una película, pelear por los puestos y matar al chico y la joven que recién había elegido. Okita se desordenó el pelo mientras bufaba con una sonrisa burlona.
— Ara, Ara. Esto se pondrá problematico. — Dijo con una voz suave como el viento. Luego sus orbes se abrieron como platos al escuchar “Amstrong y Mantecosa”, evitó reír tapándose la boca con la mano derecha. — Mante…cosa. — Ahogó en una risa. El tipo era buen bufón al menos. Aunque no pudo reír más los asquerosos okamas se centraron en Okita, comenzaron su hablar diciendo cosas que hicieron que se le rondara un escalofrío sumamente tétrico. Le querían como mascota, que su rostro era bonito, para un chico como él solo le daba asco, hubiera preferido que hubieran sido mujeres de atributos exuberantes, con curvas muy exageradas y altas como las amazonas para morir de “snus-snus” al menos pero no, eran unos hombres afeminados de piernas más peludas que “selva” de francesa.
— Esperen..¡No soy mascota! Prefiero una mujer con mucho… — Hizo un gesto con sus manos de pechos grandes, luego de eso se puso en guardia ya que venían con sus pasos poco masculinos a atacarle. El solo hecho de sus movimientos hacia que su cuerpo más sintiera escalofríos. Okita desenvainó una de sus katanas para comenzar la defensa, cada paso de ellos y sus ataques eran fuertes, alguno los recibió haciendo que este retrocediera, no les dejo espacio para que le pudieran tomar, no quería esos labios y bigotes cerca de su rostro.
— Lo siento no es nada personal, chicas. — Le dijo a los Okamas y comenzó avanzando con un rostro serio, fue rápido en cada uno de sus sablazos, a tal punto que les dejo una herida diagonal en el pecho, pecho peludo que tenían eso sí. Cortó a cada uno de ellos como el viento pasando por el costado. Al finalizar quedó detrás del último el cual le lanzó un beso y se desplomó junto a los demás. Okita había terminado con esos seres pero no lo había sacado tan limpia, tenía marcado un labio de un Okama en su traje. Cuando se lo miró comenzó a limpiarlo rápidamente en lo que miró al capitán.
— Espero nunca más ver Okamas… Llévame a Amazon Lily, luego te presto la revista “Miss Amazon Lily” para motivarte. — Levantó su dedo pulgar y de tal manera limpió su katana para guardarla. Se quedó a la deriva ya que quedaban pocos. Buscó con su mirada a la mujer de cabellos dorados, la otra elegida. “Mantecosa” como le había puesto el canoso. Estaba a la espera por si necesitaba ayuda, no dudaría en saltar a defenderle si era necesario. Así actúa Okita para con las damas.
El publico estaba algo inquieto, varios se intentaron abalanzar sobre el chico de ojos verdosos, a varios los noqueo usando simplemente la empuñadura de sus katanas, a otros les pegó una patada en las canillas e hizo que se cayeran. A los más fuertes de razas un poco más resistentes los intentó evadir y que se golpearan entre sí, ya saben que dicen de tipos como los seres marinos, son algo estúpidos y brutos, puras masas de músculos nada más que eso. Estaba algo agotado de simplemente evadir así que al siguiente que vino le dio un fuerte corte diagonal en el torso, y luego guardó su katana ante el silencio de varios presentes. No quería quedar con una imagen de violento pero, tenía que defenderse.
La chica de rubios pelos era cordial en su hablar, una dama totalmente por el contrario de los sucios que estaban ahí. Tampoco veía más mujeres que destacaran en su actuar, la verdad le sorprendió que existieran más hombres interesados en ingresar que mujeres y no es solo que este chico sea muy “observador” sino que siempre han sido las que menos se unen. Sonrió un poco más con cada palabra de aquella refinada mujer y puso su mano sobre su mentón, algo pensativo.
De pronto el capitán alzó la voz aunque hablando cosas algo incoherentes. Primero lo señaló a él y a la chica de dorados pelos, al parecer habían sido elegidos entre todos pero no podía ser todo tan lindo. Cuando continuó e hizo gala de su ser tan random, parecía que había visto todo desde una película, pelear por los puestos y matar al chico y la joven que recién había elegido. Okita se desordenó el pelo mientras bufaba con una sonrisa burlona.
— Ara, Ara. Esto se pondrá problematico. — Dijo con una voz suave como el viento. Luego sus orbes se abrieron como platos al escuchar “Amstrong y Mantecosa”, evitó reír tapándose la boca con la mano derecha. — Mante…cosa. — Ahogó en una risa. El tipo era buen bufón al menos. Aunque no pudo reír más los asquerosos okamas se centraron en Okita, comenzaron su hablar diciendo cosas que hicieron que se le rondara un escalofrío sumamente tétrico. Le querían como mascota, que su rostro era bonito, para un chico como él solo le daba asco, hubiera preferido que hubieran sido mujeres de atributos exuberantes, con curvas muy exageradas y altas como las amazonas para morir de “snus-snus” al menos pero no, eran unos hombres afeminados de piernas más peludas que “selva” de francesa.
— Esperen..¡No soy mascota! Prefiero una mujer con mucho… — Hizo un gesto con sus manos de pechos grandes, luego de eso se puso en guardia ya que venían con sus pasos poco masculinos a atacarle. El solo hecho de sus movimientos hacia que su cuerpo más sintiera escalofríos. Okita desenvainó una de sus katanas para comenzar la defensa, cada paso de ellos y sus ataques eran fuertes, alguno los recibió haciendo que este retrocediera, no les dejo espacio para que le pudieran tomar, no quería esos labios y bigotes cerca de su rostro.
— Lo siento no es nada personal, chicas. — Le dijo a los Okamas y comenzó avanzando con un rostro serio, fue rápido en cada uno de sus sablazos, a tal punto que les dejo una herida diagonal en el pecho, pecho peludo que tenían eso sí. Cortó a cada uno de ellos como el viento pasando por el costado. Al finalizar quedó detrás del último el cual le lanzó un beso y se desplomó junto a los demás. Okita había terminado con esos seres pero no lo había sacado tan limpia, tenía marcado un labio de un Okama en su traje. Cuando se lo miró comenzó a limpiarlo rápidamente en lo que miró al capitán.
— Espero nunca más ver Okamas… Llévame a Amazon Lily, luego te presto la revista “Miss Amazon Lily” para motivarte. — Levantó su dedo pulgar y de tal manera limpió su katana para guardarla. Se quedó a la deriva ya que quedaban pocos. Buscó con su mirada a la mujer de cabellos dorados, la otra elegida. “Mantecosa” como le había puesto el canoso. Estaba a la espera por si necesitaba ayuda, no dudaría en saltar a defenderle si era necesario. Así actúa Okita para con las damas.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Tastia Arwon Sáb Mayo 14, 2016 6:23 am
El problema era cuando el capitán, que se suponía que debía velar por la integridad de su tripulación, o algo así, decidió que era mejor y mas fácil, encontrar el tercero entre alguno que pudiera abrirle la cabeza a alguno de ellos dos o demostrara ser igual de interesantes, efectivamente, su capitán estaba mal de la cabeza o su idiotez, simplemente, era demasiado profunda. Tomo aire de forma calmada, intentando traspasar algo de esa calma a su torrente sanguíneo, las cosas no acababan bien cuando se enfadaba.
-Vaya, yo pensando que mi Capitán cuidaría de mi, y es el primero en tirarme a los perros.- Su voz no había sido suave, aunque ya de por si solía serlo, ni su tono tranquilo y animado, no, le había salido con cansancio, quizás porque el apodo que le había puesto no había arreglado nada, sin duda, iba a acabar perdiendo la paciencia.- Alguna vez oí decirle a alguien que mi cabello era del color dorado de la mantequilla, pero gracias por joder uno de mis piropos favoritos…- Simple, concisa y realista, pero bueno, al menos ella no se llevaba la peor parte, los Okamas para él y para ella…un banco de peces. Pestañeo con calma al ver a tanto ser acercándose a ella, simplemente dejo sus manos en su propia espalda y sonrió con calma, irónico, ¿cierto?, pero Tastia tenía la mala costumbre de calmarse en los momentos más peligrosos y de prepararse cuando veía venir algo que no iba a ser nada bueno.
No pudo evitar una leve risa al escuchar a su compañero, vaya que rara se le hacía esa palabra, quejarse de que no era ninguna mascota, lastima, tenía toda la pinta de una para mas de una persona. Su risa sin embargo no fue tomada con tan buen gusto por las personas que iban a enfrentarla, las cuales se enfadaron pensando que ella simplemente se estaba riendo de ellos.- Oh lo lamento, nunca me reiría de un banco de peces tan encantador…aunque dicen que las sardinas no suelen ser muy humorísticas de por si.- Ladeo el rostro con una sonrisa traviesa y un brillo pícaro en sus orbes rosados, tenía una idea.
Efectivamente no hubo que esperar demasiado para ver los resultados de lo que dijo, el primero se arrojo a ella con un mal carácter digno de ver y ella sonrió levemente, desenfundo el sable y se desplazo hacia un costado, el gyojin esperaba algo mas de miedo por su parte, pero ella simplemente extendió el sable, haciéndole perder el equilibrio hacia delante al colocárselo en el pie. Un ruido sordo y el primero hacía caído bajo su propio peso, la cosa no era esa, la razón era que el segundo había sido igual expuesto, usando la diferencia de tamaños y el otro en el suelo,¿ consecuencia? , un segundo Gyojin acaba por caer encima del primero al no esperarse que este tropezara así, ¿Resultado?, dos Gyojins menos al empezar estos a pelearse entre sí llamándose idiotas.
-Sí que tienen mal carácter, si…-Basto esas palabras para que un tercero intentara golpearla, se dio cuenta justo para echar el cuerpo hacia atrás, viendo como el animalillo cortaba un par de mechones de cabello rubio de su flequillo por la fuerza y ella simplemente pestañeo. Su mirada dejo de ser divertida y burlona, haciendo que suspirara, quizás debía de mostrar aquel lado también a sus compañeros, después de todo ellos deberían de pararlo si alguna vez aquellos recuerdos volvían, una interesante preparación por si algo peligroso pasaba.
Así que tomo posición con el sable alzado, fijando su vista en la de aquel ser, dejando que presenciara el cambio en los mismos, de algo tranquilo y casi dulce a algo frio y perturbador , algo que mostraba que había visto demasiadas cosas que pensaba hacerle a él también… El escalofrió en el cuerpo del gyojin fue la tarjeta de inicio para ella, un paso al frente, dos al costado, un corte en la parte inferior del costado, agacharse para aprovechar que él debía de doblar casi su cuerpo entero para alcanzarla, golpear el costado contrario, un golpe en la parte doblada de las rodillas y el gyojin se encontraba de rodillas ante ella, con la hoja del sable en su cuello y un silencio ante su mirada.- Lo siento…es que me pongo de muy mal humor si me tocan el pelo…-sarcasmo, además del notorio e hiriente, pero oye, que por algo su apodo venía ahora por el.- A la siguiente hablare un poquito menos… -Se aparto de él y vio como caía al suelo nervioso, ella por su parte limpio el sable con un pañuelo y miró al frente.-¿Alguien más?.
No supo si sonó a desafío, a burla o a cansancio, pero la verdad es que cualquiera de aquellas tres cosas expresaba bien como se sentía, una dama criada por un monstruo, siempre resultaba más oscura que alegre, pero eso era algo que de momento prefería guardarse para si misma. De momento se quedo con el sable agarrado, apoyando su extremo en el suelo y con la empuñadura usada a modo de reposo para sus manos.
-Vaya, yo pensando que mi Capitán cuidaría de mi, y es el primero en tirarme a los perros.- Su voz no había sido suave, aunque ya de por si solía serlo, ni su tono tranquilo y animado, no, le había salido con cansancio, quizás porque el apodo que le había puesto no había arreglado nada, sin duda, iba a acabar perdiendo la paciencia.- Alguna vez oí decirle a alguien que mi cabello era del color dorado de la mantequilla, pero gracias por joder uno de mis piropos favoritos…- Simple, concisa y realista, pero bueno, al menos ella no se llevaba la peor parte, los Okamas para él y para ella…un banco de peces. Pestañeo con calma al ver a tanto ser acercándose a ella, simplemente dejo sus manos en su propia espalda y sonrió con calma, irónico, ¿cierto?, pero Tastia tenía la mala costumbre de calmarse en los momentos más peligrosos y de prepararse cuando veía venir algo que no iba a ser nada bueno.
No pudo evitar una leve risa al escuchar a su compañero, vaya que rara se le hacía esa palabra, quejarse de que no era ninguna mascota, lastima, tenía toda la pinta de una para mas de una persona. Su risa sin embargo no fue tomada con tan buen gusto por las personas que iban a enfrentarla, las cuales se enfadaron pensando que ella simplemente se estaba riendo de ellos.- Oh lo lamento, nunca me reiría de un banco de peces tan encantador…aunque dicen que las sardinas no suelen ser muy humorísticas de por si.- Ladeo el rostro con una sonrisa traviesa y un brillo pícaro en sus orbes rosados, tenía una idea.
Efectivamente no hubo que esperar demasiado para ver los resultados de lo que dijo, el primero se arrojo a ella con un mal carácter digno de ver y ella sonrió levemente, desenfundo el sable y se desplazo hacia un costado, el gyojin esperaba algo mas de miedo por su parte, pero ella simplemente extendió el sable, haciéndole perder el equilibrio hacia delante al colocárselo en el pie. Un ruido sordo y el primero hacía caído bajo su propio peso, la cosa no era esa, la razón era que el segundo había sido igual expuesto, usando la diferencia de tamaños y el otro en el suelo,¿ consecuencia? , un segundo Gyojin acaba por caer encima del primero al no esperarse que este tropezara así, ¿Resultado?, dos Gyojins menos al empezar estos a pelearse entre sí llamándose idiotas.
-Sí que tienen mal carácter, si…-Basto esas palabras para que un tercero intentara golpearla, se dio cuenta justo para echar el cuerpo hacia atrás, viendo como el animalillo cortaba un par de mechones de cabello rubio de su flequillo por la fuerza y ella simplemente pestañeo. Su mirada dejo de ser divertida y burlona, haciendo que suspirara, quizás debía de mostrar aquel lado también a sus compañeros, después de todo ellos deberían de pararlo si alguna vez aquellos recuerdos volvían, una interesante preparación por si algo peligroso pasaba.
Así que tomo posición con el sable alzado, fijando su vista en la de aquel ser, dejando que presenciara el cambio en los mismos, de algo tranquilo y casi dulce a algo frio y perturbador , algo que mostraba que había visto demasiadas cosas que pensaba hacerle a él también… El escalofrió en el cuerpo del gyojin fue la tarjeta de inicio para ella, un paso al frente, dos al costado, un corte en la parte inferior del costado, agacharse para aprovechar que él debía de doblar casi su cuerpo entero para alcanzarla, golpear el costado contrario, un golpe en la parte doblada de las rodillas y el gyojin se encontraba de rodillas ante ella, con la hoja del sable en su cuello y un silencio ante su mirada.- Lo siento…es que me pongo de muy mal humor si me tocan el pelo…-sarcasmo, además del notorio e hiriente, pero oye, que por algo su apodo venía ahora por el.- A la siguiente hablare un poquito menos… -Se aparto de él y vio como caía al suelo nervioso, ella por su parte limpio el sable con un pañuelo y miró al frente.-¿Alguien más?.
No supo si sonó a desafío, a burla o a cansancio, pero la verdad es que cualquiera de aquellas tres cosas expresaba bien como se sentía, una dama criada por un monstruo, siempre resultaba más oscura que alegre, pero eso era algo que de momento prefería guardarse para si misma. De momento se quedo con el sable agarrado, apoyando su extremo en el suelo y con la empuñadura usada a modo de reposo para sus manos.
Tastia Arwon
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
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