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Creado por Ayashi Kouba Miér Mayo 25, 2016 4:44 am
Las cosas no fueron como la planeada, la llamada por el den den mushi nunca fue efectiva, no hubo un plan de respaldo, así que el tesoro no fue obtenido, menuda pérdida de tiempo, sin embargo, ya sin comunicación con la mujer aquella, mis planes iban a cambiar de un momento a otro, es decir, ahora podía hacer conforme mi voluntad, y estando con el bufón y otras chicas, pues simplemente, sin contar a la mink porque ella había tomado su camino, habló para los aun presentes (Kefka, Alba y Ginko) -Si quieren volver con Mitsuki, ahí ustedes, yo iré a buscar un barco e iniciaré mi propia conquista de este pobre mundo... el que más sabe, será el más poderoso al final- atiné a comentar y finalmente emprendí mi viaje al pueblo cercano de aquella zona boscosa.
No es que fuese solitaria, ok, si, solía serlo, pero aquella caminata empezaba a ser aburrida, y el pueblo mismo no ofrecía mucho que digamos, así que era el momento propicio para hacer lo más importante de un informante al llegar a un lugar nuevo -¿Dónde estará la taberna?- fue mi pregunta hecha al aire, observé por todos lados pero no la veía todavía, era un lugar sumamente importante, pues, solía ser el lugar donde los rumores se solían esparcir entre las multitudes, y todos comenzaban con un poco de ron. Avancé hasta lograr alcanzar el lugar que parecía ser la taberna, y justo al abrir la puerta, bingo, unas mesas por varios lados, la barra y el típico grandulón con una manta limpiando el mismo recipiente de vidrio, estaba en el lugar correcto.
Era aun un poco temprano, seguramente caerían las 6 de la tarde y el lugar aun no estaba totalmente lleno, avancé tranquilamente, varias miradas ya se posaban en mi, después de todo, no era común que una mujer ingresara a un lugar como ese y, sobretodo, completamente sola... o eso creía, no estaba segura si Kefka y compañía habían decidido seguirme. Llegue a la barra y tomé asiento, pronto el cantinero me notó, pues hizo una mueca con la ceja y una expresión en su rostro, esperaba que le pidiera algo -Ron... en un tarro- mencioné para luego volver a hablar -Y ya que tengo su atención, quisiera preguntarle sobre barcos ¿Hay alguna venta de barcos por aquí?- si, claro, compraría uno, por supuesto, haría un tipo de compra llamada "robo", eso es lo que haría, pero no había que decirlo, no es que debía saberlo el cantinero, y simplemente esperaba sentada a dos cosas, mi bebida y una respuesta.
No es que fuese solitaria, ok, si, solía serlo, pero aquella caminata empezaba a ser aburrida, y el pueblo mismo no ofrecía mucho que digamos, así que era el momento propicio para hacer lo más importante de un informante al llegar a un lugar nuevo -¿Dónde estará la taberna?- fue mi pregunta hecha al aire, observé por todos lados pero no la veía todavía, era un lugar sumamente importante, pues, solía ser el lugar donde los rumores se solían esparcir entre las multitudes, y todos comenzaban con un poco de ron. Avancé hasta lograr alcanzar el lugar que parecía ser la taberna, y justo al abrir la puerta, bingo, unas mesas por varios lados, la barra y el típico grandulón con una manta limpiando el mismo recipiente de vidrio, estaba en el lugar correcto.
Era aun un poco temprano, seguramente caerían las 6 de la tarde y el lugar aun no estaba totalmente lleno, avancé tranquilamente, varias miradas ya se posaban en mi, después de todo, no era común que una mujer ingresara a un lugar como ese y, sobretodo, completamente sola... o eso creía, no estaba segura si Kefka y compañía habían decidido seguirme. Llegue a la barra y tomé asiento, pronto el cantinero me notó, pues hizo una mueca con la ceja y una expresión en su rostro, esperaba que le pidiera algo -Ron... en un tarro- mencioné para luego volver a hablar -Y ya que tengo su atención, quisiera preguntarle sobre barcos ¿Hay alguna venta de barcos por aquí?- si, claro, compraría uno, por supuesto, haría un tipo de compra llamada "robo", eso es lo que haría, pero no había que decirlo, no es que debía saberlo el cantinero, y simplemente esperaba sentada a dos cosas, mi bebida y una respuesta.
Última edición por Ayashi Kouba el Lun Jun 20, 2016 4:32 pm, editado 1 vez
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Kefka Palazzo Jue Mayo 26, 2016 12:41 pm
Pues como que todo se fue a la mierda iniciando el mes de mayo, la banda estaba separándose porque Aoi no podía controlar sus hormonas de pollo al momento de escupirme provocando que una explosión me empujara unos metros de la zona de impacto siendo recibido por mi mejor amigo peludo que sirvió como un enorme colchón.- ¿Óyeme qué demonios que comiste? ¿Pareciera que al consumir esa fruta, que futuramente te quitaran por inactividad, te diera el poder que tus flemas exploten?- se me taparon los oídos por la explosión y estaba manchado del humo y tierra que levanto la explosión, pero la más ofendida de este aspecto era Laura peluda que decidió hacer sus maletas e ir por una mejor vida en un barquito. -¡Cuidado con el fandom de Zootopia!- le advertí conforme se iba mostrando mi completo vale-madrismo en que se retirara una nakama sin embargo Bozco se acerco a la orilla y gruño fuertemente despidiéndose de su amiga. –Gruuuuuuuuoooooooooooow T_T- lloraba al mismo tiempo en lo que repentinamente Ayashi se comenzaría a retirar del lugar con los demás que mágicamente se habían quedado congelados como si su alma interior fuese abandonada… (Ah lo cual aprovechare y le daré unas buenas nalgadas a todas…)
Con unas manos rojas por las nalgadas (¿Quién dijo que no le metí fuerza al golpe?) sin reacción inmediata de las víctimas y con un oso llorón me dirigí a donde Ayashi escuchando que deseaba conquistar el mundo porque sabía muchas cosas. –No vale si lo sacaste de la Wikipedia… quiero ver tus referencias en el formato MLA… ¿Ya no usan ese formato? Bueno… entonces en formato APA… ¿Qué ese no era el nombre de un bisonte volador?- le comente en lo que la seguíamos viendo quien más nos seguía, lo cual según las fechas de conexión de los ex-nakamas parecía que nadie nos iba a seguir y sería una cita romántica entre la mujer cara de hombre y yo… y Bozco. Se llegó al pueblo (¿Joder, había un pueblo aquí?) y se notaba que Ayashi quería desahogar las penas de haber perdido a sus nakamas bebiendo al preguntar con ojos llorosos ficticios sobre la dirección de la taberna. –Vayan ustedes… yo iré por algo mas saludable…- les dijo cuando vio a su acompañante entrar, según ella muchos se le quedaron viendo (Ni que estuvieras tan buena) pero en lugar del payaso fue Bozco quien ingreso a la taberna detrás de Ayashi asustando a todos los presentes sacando sus armas en caso de que atacara.
Bozco se sentó a lado de Ayashi con los ojos llorosos –Grooow grrrrr T_T- le dijo al cantinero en lo que sus lágrimas llenaban la barra señalando la bebida con etiqueta conocida como “Cerveza Bohemia Oscura” así que el cantinero, con mucho miedo debo decir, sirvió un tarro de cerveza al oso viendo como se lo tomaba de golpe señalándole de nuevo la cerveza para que le sirviera mas. ¿Qué pasaría si no obedece al oso? esa era la pregunta que no quería conocer teniendo a una bestia enorme frente a él. Mientras tanto el grandioso Kefka le había quitado una cubeta a un pobre inválido sin piernas que la usaba como envase de colecta para su futura operación pero vacío el contenido dejándole las monedas y billetes en el suelo. ¿A que fue a quitarle la cubeta si le dejo el dinero que había recolectado? –Ni madres… quiero leche de cabra…- y como la isla lo dice, había cabras en muchos lados del pueblo así que se agarró la que parecía hembra y comenzó a ordeñarla para su leche en lo que Ayashi postea su siguiente post.
Con unas manos rojas por las nalgadas (¿Quién dijo que no le metí fuerza al golpe?) sin reacción inmediata de las víctimas y con un oso llorón me dirigí a donde Ayashi escuchando que deseaba conquistar el mundo porque sabía muchas cosas. –No vale si lo sacaste de la Wikipedia… quiero ver tus referencias en el formato MLA… ¿Ya no usan ese formato? Bueno… entonces en formato APA… ¿Qué ese no era el nombre de un bisonte volador?- le comente en lo que la seguíamos viendo quien más nos seguía, lo cual según las fechas de conexión de los ex-nakamas parecía que nadie nos iba a seguir y sería una cita romántica entre la mujer cara de hombre y yo… y Bozco. Se llegó al pueblo (¿Joder, había un pueblo aquí?) y se notaba que Ayashi quería desahogar las penas de haber perdido a sus nakamas bebiendo al preguntar con ojos llorosos ficticios sobre la dirección de la taberna. –Vayan ustedes… yo iré por algo mas saludable…- les dijo cuando vio a su acompañante entrar, según ella muchos se le quedaron viendo (Ni que estuvieras tan buena) pero en lugar del payaso fue Bozco quien ingreso a la taberna detrás de Ayashi asustando a todos los presentes sacando sus armas en caso de que atacara.
Bozco se sentó a lado de Ayashi con los ojos llorosos –Grooow grrrrr T_T- le dijo al cantinero en lo que sus lágrimas llenaban la barra señalando la bebida con etiqueta conocida como “Cerveza Bohemia Oscura” así que el cantinero, con mucho miedo debo decir, sirvió un tarro de cerveza al oso viendo como se lo tomaba de golpe señalándole de nuevo la cerveza para que le sirviera mas. ¿Qué pasaría si no obedece al oso? esa era la pregunta que no quería conocer teniendo a una bestia enorme frente a él. Mientras tanto el grandioso Kefka le había quitado una cubeta a un pobre inválido sin piernas que la usaba como envase de colecta para su futura operación pero vacío el contenido dejándole las monedas y billetes en el suelo. ¿A que fue a quitarle la cubeta si le dejo el dinero que había recolectado? –Ni madres… quiero leche de cabra…- y como la isla lo dice, había cabras en muchos lados del pueblo así que se agarró la que parecía hembra y comenzó a ordeñarla para su leche en lo que Ayashi postea su siguiente post.
Kefka Palazzo
Hoja de personaje
Nivel:
(7/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Anhell Valkenhayn Jue Jun 02, 2016 1:08 am
Después de haber escapado de aquella jodida isla llena de marines y claro después de haberse embarcado en un viaje sin retorno hacia alguna zona del mundo, pues ciertamente ella no se había preocupado por el destino del barco en el cual había decidido navegar, finalmente llegaron a una isla situado demasiado lejos de aquella isla llamada Shelltown, según parece todo había salido como lo esperaba y es que nadie le había perseguido hasta su actual destino. El viaje había sido un tanto ajetreado y eso se debió a una repentina tormenta que azoto las aguas, haciendo que el barco se meciera cual barco hecho de papel, ciertamente había comprobado la destreza de aquellos marines y claro ella no se había quedado atrás pues su gran fuerza física y resistencia le valió de algo en ese viaje, pero aquello fue pasado, finalmente desembarcaron, pero antes de aquello el capitán del navío le entrego los berries que ella había pagado, pues estaba agradecido por el trabajo que ella realizo en el barco y es que con una placa de metal había reparado el mástil de forma improvisada. Así que una vez que termino de hablar con aquel hombre decidió tocar puerto, empezando a caminar en dirección hacia el pueblo más cercano.
La brisa del mar lucia agradable, en aquel momento ella había decidido el dejar que sus receptores trabajaran, logrando sentir el aroma salino del mar, la brisa fresca que acaricia su nívea piel y el sol ardiente que poco a poco le hace entrar en un leve letargo, quizás era necesario el descansar un poco, pues en todo el viaje no pudo reponer energía, se estiro un poco, quitándose la capucha que poseía, dejando ver aquellos peculiares cuernos que poseía, poco le importaba el llamar la atención, de manera lenta lo siguiente en quitarse fue aquella especie de gabán desgastado que le cubría el cuerpo, dejando al descubierto la peculiar arma que poseía, que parecía mas un artefacto sacado de alguna clase de disfraz de Sci-fi que de otra cosa. Sus pasos lentos la guiaron hacia un área llena de palmeras un sitio perfecto para descansar un momento, dejarse llevar por el sonido del mar, las gaviotas y el ruido de las personas que pasaban por ahí, tan solo escuchar los pasos de aquellos entes, provocaba en ella una sensación de desasosiego y una confortable sensación de anhelo, quizás recordaba sus días como "hija" de aquella familia que ella misma asesino, eso era muy probable.
Sus ojos lentamente fueron cerrándose, la brisa soplaba lentamente y su cuerpo lograba sentir el frescor, muy a pesar de ser mecánica sus sensores era demasiado precisos así que ella lograba emular de forma completa las sensaciones humanas, debía de agradecer o maldecir más bien a su "padre", pero bueno, en ese agradable momento ella estaba contenta o algo similar, con las decisiones tomadas para su diseño.
La brisa del mar lucia agradable, en aquel momento ella había decidido el dejar que sus receptores trabajaran, logrando sentir el aroma salino del mar, la brisa fresca que acaricia su nívea piel y el sol ardiente que poco a poco le hace entrar en un leve letargo, quizás era necesario el descansar un poco, pues en todo el viaje no pudo reponer energía, se estiro un poco, quitándose la capucha que poseía, dejando ver aquellos peculiares cuernos que poseía, poco le importaba el llamar la atención, de manera lenta lo siguiente en quitarse fue aquella especie de gabán desgastado que le cubría el cuerpo, dejando al descubierto la peculiar arma que poseía, que parecía mas un artefacto sacado de alguna clase de disfraz de Sci-fi que de otra cosa. Sus pasos lentos la guiaron hacia un área llena de palmeras un sitio perfecto para descansar un momento, dejarse llevar por el sonido del mar, las gaviotas y el ruido de las personas que pasaban por ahí, tan solo escuchar los pasos de aquellos entes, provocaba en ella una sensación de desasosiego y una confortable sensación de anhelo, quizás recordaba sus días como "hija" de aquella familia que ella misma asesino, eso era muy probable.
Sus ojos lentamente fueron cerrándose, la brisa soplaba lentamente y su cuerpo lograba sentir el frescor, muy a pesar de ser mecánica sus sensores era demasiado precisos así que ella lograba emular de forma completa las sensaciones humanas, debía de agradecer o maldecir más bien a su "padre", pero bueno, en ese agradable momento ella estaba contenta o algo similar, con las decisiones tomadas para su diseño.
Anhell Valkenhayn
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Vie Jun 10, 2016 1:35 am
Tras los sucesos narrados por el payaso, de los cuales no tomé en cuenta ninguno al momento de empezar a caminar, es decir, que ignoró tales sucesos hasta llegar a donde, en este momento, nos encontramos. En ese momento, mientras comenzaba una conversación con el cantinero, un peludo oso entró en la taberna llamando la atención de todos los presentes, muchos inclusive aguantaron la respiración al entrar este, pues algunos mitos mencionaban que si se hacían el muerto, los osos te ignoraban, y quizá pensaron que dicho oso entraba a molestarles, aunque ninguno, y puedo asegurarlo, se preguntó ¿Qué hacía un oso en aquella taberna?
En fin, nos encontrábamos en dicha taberna y Bosto, deprimido totalmente, pidió algo de beber, era graciosa ver la reacción de los ahí presentes, pues me giré levemente para verlos, no había duda, eran divertidos todos esos tipos, me reía a carcajadas al verlos, no podía evitarlo, entonces regresé mi vista al cantinero -Bueno... ¿en qué estábamos? A si ¿Dónde venden barcos en esta maldita isla? Supongo que lo sabes... mira que es una pregunta sencilla, luego empezarán las difíciles- le mencioné al cantinero mientras este llenaba nuevamente el tarro del oso para que este bebiera, mantuve la sonrisa, debía obtener información con más relevancia en la isla.
-Si... si hay un lugar en el puerto... es el del viejo McGregon... pero no son baratos- alarma, palabra equivocada, entonces coloqué mi dedo índice bajo mi labio inferior y pensé un poco, así que un tal McGregon... además de viejo -Si... ¿Quién es este tal McGregon? ¿Su historia? ¿Su juventud? ¿Sabes algo?- aquel cantinero pareció recobrar levemente la compostura, pues de nueva cuenta estaba limpiando aquel vaso de vidrio con mucho entusiasmo... si, me hacía imaginar que así era, aunque fuera mentira, entonces me contesto -No sé mucho, dicen que de joven fue un miembro de la marina, pero no destacó demasiado, al parecer se hizo viejo y simplemente se retiró sin pena ni gloria, claro, el viejo no dice mucho a nadie, pocas veces sale de ese su local- fueron las palabras del viejo, a lo que quedé pensativa una vez más.
Y entonces ¿Qué es lo que debíamos hacer? Observé a Bosco y le di una palmada en la espalda peluda -Ya anímate peludón... por cierto ¿Dónde está ese payaso idiota? Bueno, de momento no importa... ven, ayúdame, obtendremos un barco... ve a la entrada y no dejes que nadie salga- mencioné con tranquilidad esperando a que el oso se fuese a la puerta y la cubriera con su cuerpo, una vez ya viera aquel movimiento del oso, entonces es cuando me pondría de pie sobre la silla y con ambas manos dentro de las bolsas de mi abrigo comenzaría a hablar -Hagamos esto fácil caballeros... quiero que me digan TODO lo que saben del viejo McGregon, el que vende barcos en esta isla... pero entiendan algo... no busco información tonta ni poco importante... ¡Quiero aquello que sea de verdad importante! Si se rehúsan o no dicen más que tonterías entonces...- saco mi diestra de una de las bolsas del abrigo y extiendo mi mano con la daga apuntando a todos, pero luego muevo la daga en dirección de la entrada donde esperaba que ya estuviese Bosco -Los degollaré o mi buen amigo Bosco se los comerá... al final morirán, así que... ¡Hablen carajo!- extendí mi amenaza a aquellos hombres del bar que, seguramente, podrían comenzar a odiarme y tal, pero con un oso a mi favor dudo mucho que se pongan quejicas ¿cierto?
En fin, nos encontrábamos en dicha taberna y Bosto, deprimido totalmente, pidió algo de beber, era graciosa ver la reacción de los ahí presentes, pues me giré levemente para verlos, no había duda, eran divertidos todos esos tipos, me reía a carcajadas al verlos, no podía evitarlo, entonces regresé mi vista al cantinero -Bueno... ¿en qué estábamos? A si ¿Dónde venden barcos en esta maldita isla? Supongo que lo sabes... mira que es una pregunta sencilla, luego empezarán las difíciles- le mencioné al cantinero mientras este llenaba nuevamente el tarro del oso para que este bebiera, mantuve la sonrisa, debía obtener información con más relevancia en la isla.
-Si... si hay un lugar en el puerto... es el del viejo McGregon... pero no son baratos- alarma, palabra equivocada, entonces coloqué mi dedo índice bajo mi labio inferior y pensé un poco, así que un tal McGregon... además de viejo -Si... ¿Quién es este tal McGregon? ¿Su historia? ¿Su juventud? ¿Sabes algo?- aquel cantinero pareció recobrar levemente la compostura, pues de nueva cuenta estaba limpiando aquel vaso de vidrio con mucho entusiasmo... si, me hacía imaginar que así era, aunque fuera mentira, entonces me contesto -No sé mucho, dicen que de joven fue un miembro de la marina, pero no destacó demasiado, al parecer se hizo viejo y simplemente se retiró sin pena ni gloria, claro, el viejo no dice mucho a nadie, pocas veces sale de ese su local- fueron las palabras del viejo, a lo que quedé pensativa una vez más.
Y entonces ¿Qué es lo que debíamos hacer? Observé a Bosco y le di una palmada en la espalda peluda -Ya anímate peludón... por cierto ¿Dónde está ese payaso idiota? Bueno, de momento no importa... ven, ayúdame, obtendremos un barco... ve a la entrada y no dejes que nadie salga- mencioné con tranquilidad esperando a que el oso se fuese a la puerta y la cubriera con su cuerpo, una vez ya viera aquel movimiento del oso, entonces es cuando me pondría de pie sobre la silla y con ambas manos dentro de las bolsas de mi abrigo comenzaría a hablar -Hagamos esto fácil caballeros... quiero que me digan TODO lo que saben del viejo McGregon, el que vende barcos en esta isla... pero entiendan algo... no busco información tonta ni poco importante... ¡Quiero aquello que sea de verdad importante! Si se rehúsan o no dicen más que tonterías entonces...- saco mi diestra de una de las bolsas del abrigo y extiendo mi mano con la daga apuntando a todos, pero luego muevo la daga en dirección de la entrada donde esperaba que ya estuviese Bosco -Los degollaré o mi buen amigo Bosco se los comerá... al final morirán, así que... ¡Hablen carajo!- extendí mi amenaza a aquellos hombres del bar que, seguramente, podrían comenzar a odiarme y tal, pero con un oso a mi favor dudo mucho que se pongan quejicas ¿cierto?
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Kefka Palazzo Mar Jun 14, 2016 2:49 pm
Ya llevaba media cubeta llena de leche de cabra (Y de una vez aclaro que si era hembra, ya tome un trago de esa leche que salió…) en lo que Ayashi estaba buscando información para poder irnos de este lugar rico en lácteos de cabra. Y mientras yo estaba obteniendo los nutrientes pasaremos al punto de vista de Bozco (¡Ayashi, aprende a escribir bien su nombre!) que se había sentado al nivel de la barra para que le sirvieran la cerveza y ahogar sus penas en alcohol causando que la todos en el bar se congelaran al ver el nivel de pelos que poseía, incluso algunos se desmayaron haciéndose los muertos por que sabían que su presencia no era digna ante dicho animal provocando una carcajeada de Ayashi que se escuchó hasta afuera. -¿No que iba a conseguir información? Nada más fue a contar unos chistes de pepito… yo prefiero los de “Uuuuuh que tu mama…” son mejores y completamente ofensivos- me queje mientras llevaba medía cubeta ¿Iba tan rápido sacando la leche? Para el día siguiente le dolerá a la cabra pero como no se ha quejado asumiré que es una cabra masoquista.
Mientras Bozco bebía, cosa milagrosa que el cantinero le diera lo que deseaba, Ayashi estaba consiguiendo información pero como el oso no sabía el lenguaje humano sino que reacciona más con señales y ademanes, así que toda la plática que hacían no les entendía nada en lo absoluto pero lo que si era que esta marca de alcohol era buena. –Gruooooow- exclamo Bozco en lo que aun bebía pero pudo escuchar el conjunto de sonidos y que la palabra “McGregon” lo repitieron como si fuese algo importante, al cabo de unos segundos recibió de la nada una palmada de parte de Ayashi demostrando su gusto sexuales por los animales y además estaba aprovechando que Bozco estaba despechado con alcohol en su sistema para aprovecharse. -… gruo…- Sin entender lo que le dijo decidió mejor alejarse de ella antes que hiciera algún acto violador y se dirigió a la puerta donde se sentó para no dejarla salir y que la autoridades llegaran a arrestarla por violar su espacio personal. –GRUOOOOOOOW- se quejó el oso al mismo tiempo que Ayashi comenzó su campaña política para obtener información.
-Ya deje seca esta cabra… y me falta un cuarto de cubeta… ¿Cuánta más leche necesito para poder calcular la masa del sol?- mencione sin darme cuenta que la espalda peluda de Bozco bloqueaba la entrada y la gente aparto sus cabras cuando vieron que exprimir hasta la última gota a la que había agarrado. Enseguida comencé a escuchar gritos sin identificar bien lo que decían pudiendo apreciar la espalda de Bozco estorbando la entrada. –Genial, ahora están viendo la del Conjuro 7 sin mi…- me queje, esos cabrones están haciendo todo sin mi así que debía descargar mis sentimientos de decepción y tristeza a base de leche de cabra recién ordeñada. -¡¡¡Pero por que!!!- lloraba mientras tomaba de la cubeta -¡Por que no me quieren! Oh vaya esta leche si sabe rica…- interrumpí, vaya que era leche de calidad… a lo mejor debí haber dejado con vida a la cabra –¡¡¡Por que!!!-
Mientras Bozco bebía, cosa milagrosa que el cantinero le diera lo que deseaba, Ayashi estaba consiguiendo información pero como el oso no sabía el lenguaje humano sino que reacciona más con señales y ademanes, así que toda la plática que hacían no les entendía nada en lo absoluto pero lo que si era que esta marca de alcohol era buena. –Gruooooow- exclamo Bozco en lo que aun bebía pero pudo escuchar el conjunto de sonidos y que la palabra “McGregon” lo repitieron como si fuese algo importante, al cabo de unos segundos recibió de la nada una palmada de parte de Ayashi demostrando su gusto sexuales por los animales y además estaba aprovechando que Bozco estaba despechado con alcohol en su sistema para aprovecharse. -… gruo…- Sin entender lo que le dijo decidió mejor alejarse de ella antes que hiciera algún acto violador y se dirigió a la puerta donde se sentó para no dejarla salir y que la autoridades llegaran a arrestarla por violar su espacio personal. –GRUOOOOOOOW- se quejó el oso al mismo tiempo que Ayashi comenzó su campaña política para obtener información.
-Ya deje seca esta cabra… y me falta un cuarto de cubeta… ¿Cuánta más leche necesito para poder calcular la masa del sol?- mencione sin darme cuenta que la espalda peluda de Bozco bloqueaba la entrada y la gente aparto sus cabras cuando vieron que exprimir hasta la última gota a la que había agarrado. Enseguida comencé a escuchar gritos sin identificar bien lo que decían pudiendo apreciar la espalda de Bozco estorbando la entrada. –Genial, ahora están viendo la del Conjuro 7 sin mi…- me queje, esos cabrones están haciendo todo sin mi así que debía descargar mis sentimientos de decepción y tristeza a base de leche de cabra recién ordeñada. -¡¡¡Pero por que!!!- lloraba mientras tomaba de la cubeta -¡Por que no me quieren! Oh vaya esta leche si sabe rica…- interrumpí, vaya que era leche de calidad… a lo mejor debí haber dejado con vida a la cabra –¡¡¡Por que!!!-
Kefka Palazzo
Hoja de personaje
Nivel:
(7/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Mar Jun 28, 2016 1:54 am
Y ahí estabamos, Bozco sentado a la puerta sin entender ni una palabra que le decía, un tabernero que limpiaba el mismo vaso una y otra vez, y claro está, los aterrados ebrios y no tan ebrios en la taberna... había que decir que habían unos nada aterrados, pero esos morirían de todos modos, no los contaba ni como extras -Y bien ¿dirán algo? miren que me aburro y cuando me aburro... me gusta cortar algunas gargantas- mencioné con tranquilidad mientras mostraba la hoja de mi espada, no muy pesada, perfecta para usarla con una mano y no perder mi agilidad, un pobre ebrio pasaba por delante de ella en ese momento, no se había dado cuenta de nada, flacucho, ya había tomado mucho y todos observaban con expectación ¿Qué haría yo? Pues yo lo vi y simplemente lo empalé con mi espada en la garganta, sin misericordia ni aviso, saqué la espada y la agité manchando a algunos cercanos de sangre.
Observé a todos y sonreí -¿Qué? ¿Nunca habían visto a nadie morir? Bueno... ¡Hablen ya o los mato a todos! ¡Por un carajo!- grité y todos se horrorizaron, me acerqué a la barra y tomé un tarro con cerveza que ahí estaba y empecé a beber, entonces me detuve y observé a todos de nuevo -¿Qué esperan? Hablen que los escucho, sé oír y beber al mismo tiempo- finalicé y continué bebiendo, fue cuando los balbuceos empezaron, un poco de conversación entre ellos y uno decidió hablar, así que abrió la boca -El viejo McGregon es un hombre solitario, sirvió a la marina en sus años mozos hasta que se retiró, creo que lo más que alcanzó fue rango de capitán- dejé de beber y observé un poco -Así que un ex-capitán de la marina... bien, ¡Largo de aquí! Bozo, dale paso al hombre ese... ¿alguien más?- volví a preguntar en lo que el viejo se iba, esperaba que Bozco entendiera mi ademán de que se moviera a un lado, a ver si dejaba irse a aquel hombre, de todos modos, ya se divertiría.
El otro hombre habló también -Dicen que la razón de su retiro fue porque perdió unos dedos de su pie derecho, además que quedó lisiado de la columna y tiene un implante metálico en su pierna derecha- vaya, cuando se teme por la vida, las cucarachas aprenden a hablar, eso me gustaba, oírles llorar y soltar toda la sopa -Bien, bien, eso suena muy importante, así que puedes largarte ¡Ábrele paso Bozco! Y... ¿algo más?- les pregunté sonriente, quizá había algo más, pues todos empezaban a verse pensando y analizando a ver si había algo más que mencionar.
Y cuando pensaba en finalizar la sesión, uno más abrió la boca -Dicen que... nunca ascendió a algo más porque... era un mujeriego... o eso dicen, tuvo muchos problemas en varias islas y eso le retuvo de mejorar- detalles importantes, si, el bronce final, deseaba aplaudirle pero no lo haría -Oh, felicidades, te has ganado la cena además de tu libertad, vete, largo y no veas atrás- si, le exigí que se fuera mientras le hacía señas a Bozco que le dejara pasar, para luego que, una vez se fuera bloqueara nuevamente la puerta, entonces me levanté de mi asiento y puse la parte de la hoja sin filo sobre mi hombro derecho -Tengo lo que necesito... pero no sé... ¿Acaso habrá algo más que pueda saber?- sonreí y observé a todos con mis orbes rojos, parecían estar sedientos de sangre... ¿Alguien más hablaría o era momento de acabar el juego?
Observé a todos y sonreí -¿Qué? ¿Nunca habían visto a nadie morir? Bueno... ¡Hablen ya o los mato a todos! ¡Por un carajo!- grité y todos se horrorizaron, me acerqué a la barra y tomé un tarro con cerveza que ahí estaba y empecé a beber, entonces me detuve y observé a todos de nuevo -¿Qué esperan? Hablen que los escucho, sé oír y beber al mismo tiempo- finalicé y continué bebiendo, fue cuando los balbuceos empezaron, un poco de conversación entre ellos y uno decidió hablar, así que abrió la boca -El viejo McGregon es un hombre solitario, sirvió a la marina en sus años mozos hasta que se retiró, creo que lo más que alcanzó fue rango de capitán- dejé de beber y observé un poco -Así que un ex-capitán de la marina... bien, ¡Largo de aquí! Bozo, dale paso al hombre ese... ¿alguien más?- volví a preguntar en lo que el viejo se iba, esperaba que Bozco entendiera mi ademán de que se moviera a un lado, a ver si dejaba irse a aquel hombre, de todos modos, ya se divertiría.
El otro hombre habló también -Dicen que la razón de su retiro fue porque perdió unos dedos de su pie derecho, además que quedó lisiado de la columna y tiene un implante metálico en su pierna derecha- vaya, cuando se teme por la vida, las cucarachas aprenden a hablar, eso me gustaba, oírles llorar y soltar toda la sopa -Bien, bien, eso suena muy importante, así que puedes largarte ¡Ábrele paso Bozco! Y... ¿algo más?- les pregunté sonriente, quizá había algo más, pues todos empezaban a verse pensando y analizando a ver si había algo más que mencionar.
Y cuando pensaba en finalizar la sesión, uno más abrió la boca -Dicen que... nunca ascendió a algo más porque... era un mujeriego... o eso dicen, tuvo muchos problemas en varias islas y eso le retuvo de mejorar- detalles importantes, si, el bronce final, deseaba aplaudirle pero no lo haría -Oh, felicidades, te has ganado la cena además de tu libertad, vete, largo y no veas atrás- si, le exigí que se fuera mientras le hacía señas a Bozco que le dejara pasar, para luego que, una vez se fuera bloqueara nuevamente la puerta, entonces me levanté de mi asiento y puse la parte de la hoja sin filo sobre mi hombro derecho -Tengo lo que necesito... pero no sé... ¿Acaso habrá algo más que pueda saber?- sonreí y observé a todos con mis orbes rojos, parecían estar sedientos de sangre... ¿Alguien más hablaría o era momento de acabar el juego?
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