Online
Conectarse
En total hay 14 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 14 Invitados :: 1 Motor de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 1.
Creado por Iriam Sylvester Jue Jun 09, 2016 3:12 am
Vamos, si se iba a quedar en East Blue al menos debía hacer las cosas interesantes de nada servía que todas esas islas fueran solo exploradas superficialmente, claro que cada una merecía su tiempo de exploración y reconocimiento pero de eso a que la albina tuviera el deseo de hacerlo eran cosas totalmente diferentes. El porqué se quedaba en esa parte del vasto mar era un misterio incluso para ella; si contaba con un bote -aunque pequeño y con apenas lo necesario- ¿porqué no se marchaba a buscar más aventuras? Era sencillo: no podía. Algo dentro de ella le decía que debía esperar, que pronto tendría su oportunidad pero ya han pasado días, semanas y no hay nada, la espera es desoladora y su paciencia se agota. El día de hoy toma su rifle confiable y misterioso, unas cuantas provisiones para unos pocos días y decide ver si su humilde embarcación puede durar en las bravas aguas un poco más allá, es arriesgado y lo sabe, pero ¿qué más daba? Necesitaba algo de acción y adrenalina, algo que quedarse en tierra no iba a lograr, al menos en el mar se podía intentar pescar la cena para llevarle a Kishin algo rico para comer. Es apenas el amanecer de un nuevo día que ella despierta sobre la cubierta de su barcaza cuando la sombra de uno más grande la cubre por completo. Es un navío magnífico salido de sus más salvajes sueños... se le queda mirando y es que da cuenta que solo ese lado es hermoso, el otro que queda oculto a su vista está maltratado, destruido y corrompido por quemaduras, desgaste y tiempo. De una u otra manera consigue trepar por una cuerda vieja a la cubierta del barco para descubrir que la cubierta está intacta y que parece recién limpia, al menos la mitad, la otra está derruida, sin posibilidad alguna de reparación. Por un breve momento Iriam considera reparar el barco y hacerse con él, pero en cuanto el pensamiento cruza su mente el barco comienza a hundirse, la cubierta limpia se contagia de su otra mala mitad y la madera se pudre bajo sus botas precipitándola al mar donde un feroz monstruo la espera con hambre, abre las fauces y la devora
-!!!!!-
Abre los ojos. Un sueño, todo eso ha sido un maldito sueño, ¡parecía tan real! La albina permanece tumbada en su pequeña cubierta mientras recupera el ritmo tranquilo de su respiración y analiza lo que ha visto mientras dormía, pero no le halla sentido. Cuando por fin se incorpora ayudándose de los codos puede ver que sigue atado al muelle de la última isla que visitó cuyo nombre no importa ahora pues ella está de malhumor y consternada. Se pone en pie, coge su rifle y está por bajarse de su embarcación cuando a la distancia nota a una persona acercarse. Es un joven rubio, y por algún motivo sus aires le recuerdan a alguien... no sabe a quién, exactamente. El muchacho se detiene al iniciar el muelle y se queda allí, observando el mar o eso cree ella... ¿Qué estaba buscando? La curiosidad puede con ella y se acerca sin saber exactamente cómo iniciar la conversación, si es que hay alguna posibilidad de una por lo que simplemente se queda a su lado, mirando en la misma dirección que él
-!!!!!-
Abre los ojos. Un sueño, todo eso ha sido un maldito sueño, ¡parecía tan real! La albina permanece tumbada en su pequeña cubierta mientras recupera el ritmo tranquilo de su respiración y analiza lo que ha visto mientras dormía, pero no le halla sentido. Cuando por fin se incorpora ayudándose de los codos puede ver que sigue atado al muelle de la última isla que visitó cuyo nombre no importa ahora pues ella está de malhumor y consternada. Se pone en pie, coge su rifle y está por bajarse de su embarcación cuando a la distancia nota a una persona acercarse. Es un joven rubio, y por algún motivo sus aires le recuerdan a alguien... no sabe a quién, exactamente. El muchacho se detiene al iniciar el muelle y se queda allí, observando el mar o eso cree ella... ¿Qué estaba buscando? La curiosidad puede con ella y se acerca sin saber exactamente cómo iniciar la conversación, si es que hay alguna posibilidad de una por lo que simplemente se queda a su lado, mirando en la misma dirección que él
Iriam Sylvester
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nijimura Oakenelven Vie Jun 10, 2016 1:23 am
¿La isla donde se encontraba? Realmente no es algo que relevancia en ese momento sin embargo el clima apacible de la isla lo relajaba, por lo mismo es que estaba vistiendo sin su clásica chaqueta por lo que se veían sus tatuajes del brazo izquierda y otros en el cuerpo. Hace poco que había llegado a dicha isla a través de un bote que se encontró, no era el mejor de los botes pero con sus conocimientos sobre navegación fue capaz de usarlo sacando el máximo provecho posible, llegando sin problema alguno a la isla. De momento solo recorrió un lado de la isla que justamente era la playa pudiendo ver a lo lejos algunas construcciones de casas aunque para llegar a estas debería pasar por lo que se observaba era un denso bosque con uno que otro árbol más alto que el resto haciendo que sobresaliera.
En la hora que llevaba en la isla no se encontró con ninguna persona así que cada paso que daba prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor, sus guantes de combate se encontraban en uno de sus bolsillos del pantalón mientras que su látigo se afirmaba en la parte trasera del pantalón enrollado para ocupar menos espacio. No se preocupaba el hecho de no encontrarse con nadie de momento, lo más seguro es que estuvieran al interior de la isla y para encontrarse con ellos debería pasar por el bosque pero estaba buscando otra manera de hacerlo ya que no sabía con que se podía encontrar en dicho lugar. Era la primera vez que se encontraba en esa isla y no tenía mayores datos sobre ella, de hecho ni siquiera sabía el nombre.
De tanto caminar rodeando la isla llego hasta el muelle pudo ver que un bote estaba amarrado a uno de los tantos trozos de madera que lo conformaban, lo primero que pensó al verlo era en que tenía un medio de transporte para cuando tuviera que dejar la isla. Por lo mismo se acercó a dicho bote pudiendo notar como una mujer peliblanco estaba sobre el con un rifle en sus manos, al parecer sus planes estaban arruinados. — No parece el mejor lugar como para tomar una siesta. — En un tono relajado y amable se dirigía a ella para llamar su atención, estaban a tan solo unos 3 metros de distancia por lo que además de notar que era peliblanca lo cual ya era una gran atracción para el rubio pudo notar sus vestimentas que llamaron aún más su atención sobre ella.
En la hora que llevaba en la isla no se encontró con ninguna persona así que cada paso que daba prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor, sus guantes de combate se encontraban en uno de sus bolsillos del pantalón mientras que su látigo se afirmaba en la parte trasera del pantalón enrollado para ocupar menos espacio. No se preocupaba el hecho de no encontrarse con nadie de momento, lo más seguro es que estuvieran al interior de la isla y para encontrarse con ellos debería pasar por el bosque pero estaba buscando otra manera de hacerlo ya que no sabía con que se podía encontrar en dicho lugar. Era la primera vez que se encontraba en esa isla y no tenía mayores datos sobre ella, de hecho ni siquiera sabía el nombre.
De tanto caminar rodeando la isla llego hasta el muelle pudo ver que un bote estaba amarrado a uno de los tantos trozos de madera que lo conformaban, lo primero que pensó al verlo era en que tenía un medio de transporte para cuando tuviera que dejar la isla. Por lo mismo se acercó a dicho bote pudiendo notar como una mujer peliblanco estaba sobre el con un rifle en sus manos, al parecer sus planes estaban arruinados. — No parece el mejor lugar como para tomar una siesta. — En un tono relajado y amable se dirigía a ella para llamar su atención, estaban a tan solo unos 3 metros de distancia por lo que además de notar que era peliblanca lo cual ya era una gran atracción para el rubio pudo notar sus vestimentas que llamaron aún más su atención sobre ella.
Nijimura Oakenelven
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Iriam Sylvester Dom Jun 12, 2016 9:08 pm
Adormilada, algo desorientada y además con la sensación de aquel hórrido sueño aún presente en su pensamiento se podría decir que el comentario del rubio la tomó con la guardia baja. Tardó algunos segundos en contestar o reaccionar, era poca la distancia que los separaban por lo que no fue difícil que el contrario descifrara la respuesta de la albina cuya lengua también parecía tener cero ganas de ser hostil
-Es cómodo con la marea adecuada, aunque los sueños tienen el latente miedo de hundirte-
Bostezó tapándose la boca con una mano mientras se estiraba; había sido una buena siesta, solo que el despertar había sido algo brusco e inesperado. Cuando pudo despejarse un poco más miró al rubio con más atención, de buenas a primeras no le gustó tener que alzar la mirada pues le recordaba su poca estatura -y eso la ponía de malhumor- pero fuera de eso ni ella podía negar que era de buen ver. Obviamente su naturaleza le impedía hacer mayores comentarios sobre ello aunque las ganas de conversación seguían allí, extrañamente -¿Tienes alguna idea de qué isla es esta? La verdad me tiene sin cuidado, pero la marea me hace querer regresar a tomar otra siesta en otro momento y oportunidad-se talla el ojo espantando los últimos rastros de sueño y ahora sí, se puede decir que la Iriam Sylvester de todos los días vuelve a sus cinco sentidos. Se muestra ahora seria, algo dudosa pero extrañamente cómoda con la presencia masculina que aunque desconoce no percibe malas intenciones, así que el rifle a su espalda no es necesario de momento. Quedándose quieta a poco más de un metro de él se decide a tenderle la mano que no asegura la correa de su inseparable arma ofreciéndola en son de paz. Una primera vez para ella en tomar la iniciativa sin tener idea de porqué lo hace en realidad más que por únicamente educación, o interés. O quizá ambos, e igualmente sería extraño. Sin mirarlo demasiado intenso pero tampoco con indiferencia abre los labios de nuevo -¡qué ganas de hablar!-
-Iriam Sylvester...-
-Es cómodo con la marea adecuada, aunque los sueños tienen el latente miedo de hundirte-
Bostezó tapándose la boca con una mano mientras se estiraba; había sido una buena siesta, solo que el despertar había sido algo brusco e inesperado. Cuando pudo despejarse un poco más miró al rubio con más atención, de buenas a primeras no le gustó tener que alzar la mirada pues le recordaba su poca estatura -y eso la ponía de malhumor- pero fuera de eso ni ella podía negar que era de buen ver. Obviamente su naturaleza le impedía hacer mayores comentarios sobre ello aunque las ganas de conversación seguían allí, extrañamente -¿Tienes alguna idea de qué isla es esta? La verdad me tiene sin cuidado, pero la marea me hace querer regresar a tomar otra siesta en otro momento y oportunidad-se talla el ojo espantando los últimos rastros de sueño y ahora sí, se puede decir que la Iriam Sylvester de todos los días vuelve a sus cinco sentidos. Se muestra ahora seria, algo dudosa pero extrañamente cómoda con la presencia masculina que aunque desconoce no percibe malas intenciones, así que el rifle a su espalda no es necesario de momento. Quedándose quieta a poco más de un metro de él se decide a tenderle la mano que no asegura la correa de su inseparable arma ofreciéndola en son de paz. Una primera vez para ella en tomar la iniciativa sin tener idea de porqué lo hace en realidad más que por únicamente educación, o interés. O quizá ambos, e igualmente sería extraño. Sin mirarlo demasiado intenso pero tampoco con indiferencia abre los labios de nuevo -¡qué ganas de hablar!-
-Iriam Sylvester...-
Iriam Sylvester
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nijimura Oakenelven Miér Jun 15, 2016 3:18 pm
La peliblanca demoraría unos segundos en ponerse de pie algo dormida aun y tardo otros tantos segundos en responder a lo que el rubio le había dicho anteriormente. Podía notar que el despertar por lo menos no había sido de los mejores por lo que seguramente no tendría mucho ánimo de que alguien la molestara o que incluso un desconocido se acercara tanto mientras estaba durmiendo así que sería lo más amable posible, lo que no se alejaba mucho de cómo era normalmente. — Con tanto movimiento con cualquiera pudiste haber caído pero no fue así. — La miraría siempre hacia los ojos mientras estuvieran hablando.
Pondría su mano derecha dentro del bolsillo del pantalón al tener frio en esta entretanto tendría la otra mano libre sin tensión alguna estando al lado de su cuerpo. Giraría su cabeza mirando hacia el interior de la isla observándola durante unos breves segundos para volver a mirar a los ojos a la peliblanca. — Acabo de llegar a la isla y desconozco que isla es donde estamos, solo sé que estamos en el East Blue. Trate de entrar al interior de la isla pero un espeso bosque me impidió el paso. — Se rascaría la nuca cuando iba hablando al no saber en qué isla se encontraba, era una navegante y cosas como esas debería saberla al momento de pisar una isla aunque en esta ocasión llego a ella en una extraña situación.
Dejaría de rascarse la nuca notando que el desplante de quien se encontraba frente al rubio ahora era más serio, los signos de sueño desaparecieron de su rostro. Saco la mano de su bolsillo estirando el brazo para darle el apretón de manos correspondiente. — Nijimura Oakenelven, capitán de los Fallen Angels un gusto conocerte Iriam. — Apretaria un poco su mano al momento del apretón con un poco de fuerza sacudiendo su mano levemente hacia arriba y hacia abajo como era una costumbre. Luego de la presentación soltaría su mano para dejarla ahora a su costado, se encontraba relajado en ese momento. — Y bien Iri ¿Qué estás haciendo en esta isla? Dudo que estuvieras en ella solo para dormir en un bote. — Miraría al bote para luego volver a concentrar a Iriam, esperaba que como la llamaba no le molestara al fin y al cabo solo recortaba su nombre para ser más rápido cuando la llamaba.
Pondría su mano derecha dentro del bolsillo del pantalón al tener frio en esta entretanto tendría la otra mano libre sin tensión alguna estando al lado de su cuerpo. Giraría su cabeza mirando hacia el interior de la isla observándola durante unos breves segundos para volver a mirar a los ojos a la peliblanca. — Acabo de llegar a la isla y desconozco que isla es donde estamos, solo sé que estamos en el East Blue. Trate de entrar al interior de la isla pero un espeso bosque me impidió el paso. — Se rascaría la nuca cuando iba hablando al no saber en qué isla se encontraba, era una navegante y cosas como esas debería saberla al momento de pisar una isla aunque en esta ocasión llego a ella en una extraña situación.
Dejaría de rascarse la nuca notando que el desplante de quien se encontraba frente al rubio ahora era más serio, los signos de sueño desaparecieron de su rostro. Saco la mano de su bolsillo estirando el brazo para darle el apretón de manos correspondiente. — Nijimura Oakenelven, capitán de los Fallen Angels un gusto conocerte Iriam. — Apretaria un poco su mano al momento del apretón con un poco de fuerza sacudiendo su mano levemente hacia arriba y hacia abajo como era una costumbre. Luego de la presentación soltaría su mano para dejarla ahora a su costado, se encontraba relajado en ese momento. — Y bien Iri ¿Qué estás haciendo en esta isla? Dudo que estuvieras en ella solo para dormir en un bote. — Miraría al bote para luego volver a concentrar a Iriam, esperaba que como la llamaba no le molestara al fin y al cabo solo recortaba su nombre para ser más rápido cuando la llamaba.
Nijimura Oakenelven
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Iriam Sylvester Vie Jun 17, 2016 1:21 am
Fallen Angels... una tripulación que sin dudas había escuchado en los meses, semanas que llevaba surcando los Blues sin un rumbo fijo. De isla en isla los susurros y rumores llegaban a ella siempre en tonos elevados donde el capitán decían las malas lenguas era un hombre diabólico, de armas tomar y un asesino. Nada que ver con el hombre que tenía enfrente. Para la joven pirata Nijimura -así había dicho que se llamaba- era solo un apasible muchacho de maneras amables y una apariencia agradable a la vista, nada de lo que había escuchado era cierto y aunque de cierto modo la había decepcionado, estaba bien estar equivocado de vez en cuando si no sería todo muy aburrido y las sorpresas se acabarían demasiado rápido. Habiendo pensado que pertenecer a una tripulación era mil veces mejor que andar navegando a la deriva a Iriam no se le ocurría una mejor idea que, además de pasar por alto el apodo -que en absoluto sonaba mal, pero tampoco quería demostrar que estaba de acuerdo con eso- hacer directamente la petición al capitán y además, responder a su pregunta. Calándose firmemente la correa del rifle en el hombro se aseguró que su voz sonara lo más cordial posible, le daría una respuesta clara, concisa... corta
-Vine hasta acá por mero aburrimiento-
O demasiado breve. La realidad era esa, por puro ocio la chica había zarpado en su pequeño bote hacia alguna nueva isla que hubiera olvidado recorrer en aquellos lares de los Blues. Acostumbrada a hacer lo que le placía no era extraño que andara libremente sin responsabilidades de ningún tipo -aunque he de decir que tanta libertad... fastidia- y la rutina de navegar, explorar volver y repetir al día siguiente, con un robo por aquí y otro por allá, solo lo necesario para dar una buena nota al final del día y repetir, repetir. Ya era cansado, era ilógico para una pirata renegar del mar, pero la peliblanca no se sentía capaz de hacerlo sola. No viajes largos al menos. Respetaba el mar tanto como le temía
-Nijimura, si eres capitán de una tripulación, ¿dónde están tus compañeros?- no era eso lo que quería preguntar, pero sí que era extraño que siendo el líder de un grupo no estuviera con ellos ¿alguna pelea quizá?... ¿Emboscada? -Además de eso, ¿tienes lugar para una más?- lo había hecho, había soltado la pregunta sin medir las consecuencias e igual no se arrepentía porque más temprano que tarde había qué hacerla. Eso si quería conocer mundo, personas... algo que le diera sentido a su propia existencia
-Vine hasta acá por mero aburrimiento-
O demasiado breve. La realidad era esa, por puro ocio la chica había zarpado en su pequeño bote hacia alguna nueva isla que hubiera olvidado recorrer en aquellos lares de los Blues. Acostumbrada a hacer lo que le placía no era extraño que andara libremente sin responsabilidades de ningún tipo -aunque he de decir que tanta libertad... fastidia- y la rutina de navegar, explorar volver y repetir al día siguiente, con un robo por aquí y otro por allá, solo lo necesario para dar una buena nota al final del día y repetir, repetir. Ya era cansado, era ilógico para una pirata renegar del mar, pero la peliblanca no se sentía capaz de hacerlo sola. No viajes largos al menos. Respetaba el mar tanto como le temía
-Nijimura, si eres capitán de una tripulación, ¿dónde están tus compañeros?- no era eso lo que quería preguntar, pero sí que era extraño que siendo el líder de un grupo no estuviera con ellos ¿alguna pelea quizá?... ¿Emboscada? -Además de eso, ¿tienes lugar para una más?- lo había hecho, había soltado la pregunta sin medir las consecuencias e igual no se arrepentía porque más temprano que tarde había qué hacerla. Eso si quería conocer mundo, personas... algo que le diera sentido a su propia existencia
Iriam Sylvester
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nijimura Oakenelven Sáb Jun 25, 2016 2:05 am
El encuentro con la peliblanca era fortuito, no sabía cómo llegar a la parte central de la isla sin tener que pasar por el bosque que los separaba, así que ahora tenía a alguien a quien conocer y con quien compartir algo de tiempo mientras pensaba en alguna forma de saber en qué isla se encontraban. El tiempo que llevaban conversando no solo lo usaría para ver las distintivas vestimentas que usaba la peliblanca sino que aprovecho de observar las armas que ocupaba, claramente se trataba de alguien que usara armas de fuego como Coyote a pesar de que usaban armas totalmente distintas a simple vista, el rubio no era el mayor conocedor en armas de todo tipo pero si podía notar cuando estas eran distintas.
Escuchaba con atención las palabras de iriam, que ninguna se le pasara por alto. — Así que llegaste a esta isla por aburrimiento sin embargo podemos decir que hemos tenido suerte, gracias a eso es como nos hemos conocido. — Todo parecía indicar que no formaba parte de ninguna banda y que viajaba principalmente sola de isla en isla sin un rumbo fijo. La miraría extrañado por lo dicho hacia la libertad. — No hay nada mejor que la libertad, poder hacer lo que quieras cuando quieras sin que nadie te moleste o diga algo. Eso es la verdadera libertad y lo que ando buscando. — Para Nijimura la libertad era muy importante, no le gustaba rendir cuentas a nadie y durante su vida pocas veces lo había hecho, incluso a su madre no le decía en que pasos iba para que no le causara problemas.
— ¿Mi tripulación? Ahora nos hemos separado durante un viaje, como puedes ver he venido solo pero ya debería ir a juntarme con ellos. — Habían quedado de ir a un lugar juntos pero en medio del viaje se tuvieron que separar quedando solo, confiaba en que todos llegarían sin mayores problemas. — Sí, tengo un lugar para alguien más ¿Te quieres unir? — Le sorprendería tal pregunta de la peliblanca, podía ir notando que era directa e iba por lo que quería en cuanto lo veía. Aprovecharía esos momentos para ver si es que era alguien de confianza o no, a simple vista se podía ver alguien capaz de defenderse por sí sola lo que era muy importante para unirse a Fallen Angels, dejando a su forma el ver como entraba a la tripulación.
Escuchaba con atención las palabras de iriam, que ninguna se le pasara por alto. — Así que llegaste a esta isla por aburrimiento sin embargo podemos decir que hemos tenido suerte, gracias a eso es como nos hemos conocido. — Todo parecía indicar que no formaba parte de ninguna banda y que viajaba principalmente sola de isla en isla sin un rumbo fijo. La miraría extrañado por lo dicho hacia la libertad. — No hay nada mejor que la libertad, poder hacer lo que quieras cuando quieras sin que nadie te moleste o diga algo. Eso es la verdadera libertad y lo que ando buscando. — Para Nijimura la libertad era muy importante, no le gustaba rendir cuentas a nadie y durante su vida pocas veces lo había hecho, incluso a su madre no le decía en que pasos iba para que no le causara problemas.
— ¿Mi tripulación? Ahora nos hemos separado durante un viaje, como puedes ver he venido solo pero ya debería ir a juntarme con ellos. — Habían quedado de ir a un lugar juntos pero en medio del viaje se tuvieron que separar quedando solo, confiaba en que todos llegarían sin mayores problemas. — Sí, tengo un lugar para alguien más ¿Te quieres unir? — Le sorprendería tal pregunta de la peliblanca, podía ir notando que era directa e iba por lo que quería en cuanto lo veía. Aprovecharía esos momentos para ver si es que era alguien de confianza o no, a simple vista se podía ver alguien capaz de defenderse por sí sola lo que era muy importante para unirse a Fallen Angels, dejando a su forma el ver como entraba a la tripulación.
Nijimura Oakenelven
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Iriam Sylvester Lun Jul 18, 2016 2:10 pm
-No creo en la suerte- la frialdad de su comentario traslucía su verdadera naturaleza hostil que aunque ya asomaba no tenía intención alguna de mostrar en un momento tan calmo como aquel, por más extraño que sonara aquello -sin embargo coincido contigo en que nuestro encuentro ha sido de forma extraordinaria- eso no lo podía negar, definitivamente el destino o algo más fue lo que permitía que ahora estos dos mantuvieran una conversación como tal sin que la albina sintiera que debía mostrarse agresiva; era la primera vez que no sentía la necesidad de la paranoia y quería aferrarse un poco más a la sensación de seguridad, tranquilidad... y socializar un poco, ¿porqué no? Nijimura parecía un tipo decente pero de cuidado también lo que hacía la combinación interesante. Escuchándolo atentamente también llegó a la conclusión de que le faltaba... visión. O podía tener razón y ella no quería verlo
-Una libertad sin propósito se termina convirtiendo en acciones aleatorias y finalmente en una pérdida de tiempo y de esfuerzo. Uno se forja por la forma en que aprovecha lo que se le da- recita porque eso es lo que cree con firmeza siendo la primera vez que lo exterioriza con un extraño, más alguien que ha terminado por aceptar su petición sin siquiera haberlo pensado o eso creía, ¿De verdad era tan sencillo? ¿No iba a, no sé, retarla a un duelo para ver de lo que era capaz? ¿La estaba de alguna forma... probando? Esas y cientos de otras preguntas corrían por la mente de la peliblanca de expresión impasible mientras consideraba toda posibilidad incluyendo la de pertenecer a Fallen Angels. Claro, había sido ella quien había hecho la petición al fin y al cabo...
-Me sorprende lo fácil que has considerado integrarme aún cuando yo lo preguntara primero- ahí iba ella soltando sus pensamientos sin filtro, sin arrepentirse todavía -sin embargo, es algo que hasta yo misma sigo considerando. Cuéntame sobre tu tripulación- 'Tiéntame' quiso decirle y no lo hizo al considerarlo excesivo. El puerto comenzaba a hastiarla y se alejó con el rifle en el hombro, invitando de una mirada al rubio a seguirla -Vamos a buscar algo de comer en el terrible, tenebroso bosque, y allí me cuentas sobre lo que haces con tu pandilla- propuso, divertida, casual. Y una muy pequeña, ligera sonrisa trazada en sus labios
-Una libertad sin propósito se termina convirtiendo en acciones aleatorias y finalmente en una pérdida de tiempo y de esfuerzo. Uno se forja por la forma en que aprovecha lo que se le da- recita porque eso es lo que cree con firmeza siendo la primera vez que lo exterioriza con un extraño, más alguien que ha terminado por aceptar su petición sin siquiera haberlo pensado o eso creía, ¿De verdad era tan sencillo? ¿No iba a, no sé, retarla a un duelo para ver de lo que era capaz? ¿La estaba de alguna forma... probando? Esas y cientos de otras preguntas corrían por la mente de la peliblanca de expresión impasible mientras consideraba toda posibilidad incluyendo la de pertenecer a Fallen Angels. Claro, había sido ella quien había hecho la petición al fin y al cabo...
-Me sorprende lo fácil que has considerado integrarme aún cuando yo lo preguntara primero- ahí iba ella soltando sus pensamientos sin filtro, sin arrepentirse todavía -sin embargo, es algo que hasta yo misma sigo considerando. Cuéntame sobre tu tripulación- 'Tiéntame' quiso decirle y no lo hizo al considerarlo excesivo. El puerto comenzaba a hastiarla y se alejó con el rifle en el hombro, invitando de una mirada al rubio a seguirla -Vamos a buscar algo de comer en el terrible, tenebroso bosque, y allí me cuentas sobre lo que haces con tu pandilla- propuso, divertida, casual. Y una muy pequeña, ligera sonrisa trazada en sus labios
Iriam Sylvester
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nijimura Oakenelven Mar Jul 19, 2016 12:11 pm
El tono en el que Iriam le respondió sobre cómo fueron las circunstancias en las que se conocieron, donde el rubio capitán de los Fallen Angels alego que fue por la suerte, era distinto el de ahora era más frió, aunque no le dio mucha importancia. — Puedes llamarlo suerte, coincidencia, de la forma que quieras. Lo importante es que nos encontramos y conocimos, no pensé que conocería a alguien que estuviera durmiendo en un bote… Es interesante por decir lo menos. — En su viaje no esperaba conocer a alguien que estuviera durmiendo en el mismo lugar que la peliblanca, mucho menos que pudieran iniciar una conversación luego de que ella despertara. La brisa en el lugar movía los cabellos del rubio en más de una dirección distinta, por lo mismo es que con su mano derecha los acomodo ordenándolos un poco aunque fuera una difícil tarea ya que siempre lo llevaba un poco desordenado.
— En esto tienes razón, sin un propósito terminaras perdiendo el tiempo sin hacer algo productivo. Por lo mismo es que lo aprovecho en todo lo que hago pero no puedo dejar de disfrutar de las cosas que van sucediendo como la conversación que tenemos. — Una sonrisa se dibujaría en el rostro del pirata viéndola a los ojos. Las cosas fuera de lo común para algunos solían llamar mucho su atención, quizás tanto que se terminaba desconcentrando en lo que estaba haciendo anteriormente, a su parecer las cosas pequeñas eran algo digno de disfrutar y no dejar pasar de lado.
Alzaría una ceja al escuchar el comentario sobre unirse a la tripulación. — Tú lo propusiste inicialmente… Además de que te ves alguien fuerte, eres capaz de defenderte sin problema alguno, no sería una mala opción tenerte en la tripulación. — Esas no eran las únicas cosas que quería decirle en ese momento pero aun no era el momento para hacerlo, quizás con algo de suerte lo haría más adelante. Miro hacia arriba unos segundos haciendo algo de memoria para luego verla nuevamente al ojo que no estaba oculto bajo el parche. — Actualmente en la tripulación somos 5 personas, 3 hombres y dos mujeres, si llegas a unirte vendríamos a ser seis en total. — Tomaría una pausa, no muy larga para continuar hablando. — Tenemos un barco en el cual viajamos sin mayores problemas, no es muy grande sin embargo contamos con el espacio suficiente para hacerlo de forma cómoda, tendrías tu propia habitación. — Aún quedaban cosas por contar, algo que haría más adelante cuando fuera necesario primero debía ver si es que era alguien que se pudiera unir.
La mirada de la peliblanca lo invito a seguirla y eso fue lo que hizo sin decir palabra alguna. — Si vamos a conseguir algo de comer de preferencia que sea carne. — No le gustaban las verduras y esas cosas, por lejos prefería la carne y una buena botella de alcohol como acompañamiento para disfrutarla aún más. La miraba de reojo ahora, caminando hacia el bosque. — También podrías contarme algo de ti, hasta el momento no has dicho mucho salvo tu nombre. — Tenia curiosidad por saber con quién estaba conversando, algo hacia querer conocerla aun más.
— En esto tienes razón, sin un propósito terminaras perdiendo el tiempo sin hacer algo productivo. Por lo mismo es que lo aprovecho en todo lo que hago pero no puedo dejar de disfrutar de las cosas que van sucediendo como la conversación que tenemos. — Una sonrisa se dibujaría en el rostro del pirata viéndola a los ojos. Las cosas fuera de lo común para algunos solían llamar mucho su atención, quizás tanto que se terminaba desconcentrando en lo que estaba haciendo anteriormente, a su parecer las cosas pequeñas eran algo digno de disfrutar y no dejar pasar de lado.
Alzaría una ceja al escuchar el comentario sobre unirse a la tripulación. — Tú lo propusiste inicialmente… Además de que te ves alguien fuerte, eres capaz de defenderte sin problema alguno, no sería una mala opción tenerte en la tripulación. — Esas no eran las únicas cosas que quería decirle en ese momento pero aun no era el momento para hacerlo, quizás con algo de suerte lo haría más adelante. Miro hacia arriba unos segundos haciendo algo de memoria para luego verla nuevamente al ojo que no estaba oculto bajo el parche. — Actualmente en la tripulación somos 5 personas, 3 hombres y dos mujeres, si llegas a unirte vendríamos a ser seis en total. — Tomaría una pausa, no muy larga para continuar hablando. — Tenemos un barco en el cual viajamos sin mayores problemas, no es muy grande sin embargo contamos con el espacio suficiente para hacerlo de forma cómoda, tendrías tu propia habitación. — Aún quedaban cosas por contar, algo que haría más adelante cuando fuera necesario primero debía ver si es que era alguien que se pudiera unir.
La mirada de la peliblanca lo invito a seguirla y eso fue lo que hizo sin decir palabra alguna. — Si vamos a conseguir algo de comer de preferencia que sea carne. — No le gustaban las verduras y esas cosas, por lejos prefería la carne y una buena botella de alcohol como acompañamiento para disfrutarla aún más. La miraba de reojo ahora, caminando hacia el bosque. — También podrías contarme algo de ti, hasta el momento no has dicho mucho salvo tu nombre. — Tenia curiosidad por saber con quién estaba conversando, algo hacia querer conocerla aun más.
Nijimura Oakenelven
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Iriam Sylvester Miér Jul 20, 2016 3:45 pm
Quién hubiera pensado que la peliblanca se estaría tan cómoda con alguien más de buenas a primeras... -Carne será entonces- fue lo que contestó y nada más. No se sentía aún con la confianza para decirle al rubio que de sus dieciocho años a la fecha no recordaba absolutamente nada. De hecho cuando despertó aquella mañana con el parche, la nota y el rifle, no supo qué pensar. Y la fecha no le ayudaba; se suponía que tendría 24 años ¿y todo ese tiempo perdido? ¿Qué rayos pasó durante esos 6 años vacíos? ¿Qué suerte de accidente debe ocurrir para que olvide años de su vida? Y lo mejor de todo, ¿de verdad quería enterarse? Eso era mucho peor que no saberlo, decidió. Siguió caminando siempre a un metro adelantada de Nijimura pues ella era la que cargaba el arma y sería quien traería la comida a la mesa. Tras una larga pausa y considerarlo bastante intuyó que si no podía decirle al hombre lo más reciente al menos sí su infancia. No era poco lo que recordaba
-Nací en Dawn, me crié con mis padres y fui su única hija. Mi madre solía contarme varias historias de pequeña, de sus aventuras en el mar... y de cómo cuando conoció a papá lo dejó todo para vivir con él. Por el color de mi cabello me los demás me decían demonio y me huían. Desde entonces, no tengo amigos- hizo una pausa y se detuvo haciéndole una señal al rubio para que hiciera lo mismo. Acababan de entrar al bosque y la poca luz que había no era suficiente para discernir entre presa u objeto inanimado. Las hojas que crujían bajo sus pies podrían delatarlos fácilmente y espantar a cualquier animal que pudiera aparecer -...- la albina negó y siguió avanzando con cuidado, el arma bien sostenida entre sus manos lista para disparar a lo primero que saltara. Continuó su historia al asegurarse que por el momento el claro estaba vacío -desde que era niña y hasta que cumplí los dieciséis fuimos solo nosotros tres hasta que una enfermedad los arrebató de mi lado- Más adentro del bosque el pesado silencio le decía que no estaban solos. Esperaba que el rubio lo hubiera notado también. El círculo de árboles que los rodeaban bien podía ser una jaula donde fuera lo que estuviera acechándolos tuviera la oportunidad de emboscarlos. Lo que más asustaba era su habilidad de hacerse prácticamente invisible a los sentidos de ella y su compañero -Nijimura, dime que vienes armado- susurró la albina mirando, tratando de ubicar a la bestia y forjarse una imagen de dónde sería favorable atacar
-Nací en Dawn, me crié con mis padres y fui su única hija. Mi madre solía contarme varias historias de pequeña, de sus aventuras en el mar... y de cómo cuando conoció a papá lo dejó todo para vivir con él. Por el color de mi cabello me los demás me decían demonio y me huían. Desde entonces, no tengo amigos- hizo una pausa y se detuvo haciéndole una señal al rubio para que hiciera lo mismo. Acababan de entrar al bosque y la poca luz que había no era suficiente para discernir entre presa u objeto inanimado. Las hojas que crujían bajo sus pies podrían delatarlos fácilmente y espantar a cualquier animal que pudiera aparecer -...- la albina negó y siguió avanzando con cuidado, el arma bien sostenida entre sus manos lista para disparar a lo primero que saltara. Continuó su historia al asegurarse que por el momento el claro estaba vacío -desde que era niña y hasta que cumplí los dieciséis fuimos solo nosotros tres hasta que una enfermedad los arrebató de mi lado- Más adentro del bosque el pesado silencio le decía que no estaban solos. Esperaba que el rubio lo hubiera notado también. El círculo de árboles que los rodeaban bien podía ser una jaula donde fuera lo que estuviera acechándolos tuviera la oportunidad de emboscarlos. Lo que más asustaba era su habilidad de hacerse prácticamente invisible a los sentidos de ella y su compañero -Nijimura, dime que vienes armado- susurró la albina mirando, tratando de ubicar a la bestia y forjarse una imagen de dónde sería favorable atacar
Iriam Sylvester
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nijimura Oakenelven Miér Jul 20, 2016 8:46 pm
El rubio iba más o menos un metro detrás de ella pudiendo ver la vestimenta que esta tenia, su arma, veía con más detalle lo que antes no pudo por estar conversando de frente. Iban de camino al bosque para conseguir algo de comida, con algo de suerte podrían conseguir un buen animal que les diera carne para comer. Por alguna razón le recordaba a cuando era pequeño, donde más de una vez fue al bosque se encontraba cerca para cazar animales por su cuenta. Esta vez lo hacía con aquella peliblanca sin embargo se sentía de la misma forma que años atrás, su piel se comenzaba a erizar recordando aquellos momentos en los cuales aprendió a defenderse en primera instancia. Escucho atento la historia sobre su infancia, sin interrumpirla. — Debieron ser historias interesantes las historias que te contó, un día me gustaría poder escuchar una de ellas. Alguien decidida para dejar todo por el hombre que ama. — Lo último que dijo sobre el color de su cabello lo hizo abrir sus ojos más de lo normal, tratarla así por el color. — ¿Por el color de tu cabello? Que extraño, a mí me… gusta. — Diría un poco avergonzado eso último, las mujeres con el cabello claro eran las que generalmente le gustaban al rubio… justo como ella.
Dio un último paso viendo como la peliblanca se detenía, haciendo lo mismo viendo el gesto que ella le hacía. Hace tan solo instantes entraron al bosque, las hojas secas en el suelo podrían delatarlos y espantar así a los animales cercanos. Veía a la albina negar para luego avanzar nuevamente, el rubio casi imitando sus movimientos hizo lo mismo avanzando con mucho cuidado para no espantar a nadie que fuera su presa. Todo parecía que de momento se encontraban solos en el bosque, hizo una mueca al escuchar lo de los padres de Iriam. — Es una lástima… — No sabía bien que decir en esos momentos, no parecía que la perdida fuera de hace poco pero aun así no sabía que decirle. Dentro del bosque la cosa parecía seguir igual que antes y al parecer de momento no encontrarían nada, aun así había algo que le llamaba la atención como si se estuvieran acercando a una trampa o alguien los estuviera siguiendo. — No, no traje un arma... — Llevaba su látigo en su espalda, no le diría porque no era tan efectiva como el arma que ella llevaba en sus brazos la peliblanca.
Un sonido de hojas siendo aplastadas provino desde su derecha viendo inmediatamente hacia esa dirección, unos arbustos se estaban moviendo y fue cosa de segundos para que un tigre asomara su cabeza viendo en donde ellos se encontraban. No esperaba encontrarse con uno de ellos, pensaba que sería algo más tranquilo, sin pensarlo dos veces se impulsó quedando frente al tigre a tan solo un metro de distancia, inhalo con fuerza mientras su brazo derecho se iba moviendo hacia atrás, sin previo aviso lanzo un golpe justo entre los ojos del tigre al mismo tiempo que exhalaba. El golpe fue lo suficientemente fuerte para hacer que el tigre cayera de lado con los ojos totalmente en blanco, estaba muerto. — Creo que ya tenemos la comida, falta prepararla. — Se daría media vuelta mirando a la albina mientras sacudía con sus manos entre ellas.
Dio un último paso viendo como la peliblanca se detenía, haciendo lo mismo viendo el gesto que ella le hacía. Hace tan solo instantes entraron al bosque, las hojas secas en el suelo podrían delatarlos y espantar así a los animales cercanos. Veía a la albina negar para luego avanzar nuevamente, el rubio casi imitando sus movimientos hizo lo mismo avanzando con mucho cuidado para no espantar a nadie que fuera su presa. Todo parecía que de momento se encontraban solos en el bosque, hizo una mueca al escuchar lo de los padres de Iriam. — Es una lástima… — No sabía bien que decir en esos momentos, no parecía que la perdida fuera de hace poco pero aun así no sabía que decirle. Dentro del bosque la cosa parecía seguir igual que antes y al parecer de momento no encontrarían nada, aun así había algo que le llamaba la atención como si se estuvieran acercando a una trampa o alguien los estuviera siguiendo. — No, no traje un arma... — Llevaba su látigo en su espalda, no le diría porque no era tan efectiva como el arma que ella llevaba en sus brazos la peliblanca.
Un sonido de hojas siendo aplastadas provino desde su derecha viendo inmediatamente hacia esa dirección, unos arbustos se estaban moviendo y fue cosa de segundos para que un tigre asomara su cabeza viendo en donde ellos se encontraban. No esperaba encontrarse con uno de ellos, pensaba que sería algo más tranquilo, sin pensarlo dos veces se impulsó quedando frente al tigre a tan solo un metro de distancia, inhalo con fuerza mientras su brazo derecho se iba moviendo hacia atrás, sin previo aviso lanzo un golpe justo entre los ojos del tigre al mismo tiempo que exhalaba. El golpe fue lo suficientemente fuerte para hacer que el tigre cayera de lado con los ojos totalmente en blanco, estaba muerto. — Creo que ya tenemos la comida, falta prepararla. — Se daría media vuelta mirando a la albina mientras sacudía con sus manos entre ellas.
Nijimura Oakenelven
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Contenido patrocinado
Contenido patrocinado
Temas similares
» Fallen Angels
» Heros [Fallen Angels]
» Journey Angel
» Lost Angel [On Rol]
» El Diablo ante un Angel cualquiera
» Heros [Fallen Angels]
» Journey Angel
» Lost Angel [On Rol]
» El Diablo ante un Angel cualquiera
Página 1 de 1.
|
|