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Creado por Sinbad Sáb Jun 11, 2016 4:04 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Esta historia se remonta al joven Sinbad, aún era esclavo de cadenas que lo ataban a responsabilidades familiares y trato con la alta sociedad del reino de Lvneel y otros cuantos más. Ya desde pequeño solía viajar y acompañar al rey, su padre es uno de sus más fieles amigos, su familia es muy cercana a lo nobleza. Tanto que en su infancia y juventud solía jugar con los príncipes y princesas, solía recibir la misma educación pero algo nunca le gustó y era la diferencia de clases. Dichos prejuicios que en determinados momentos salían a la luz, sutiles comentarios de los nobles que le rodeaban y algunos eran como dagas con el único fin de marginarlo, no era esta acción como tal para ellos, estos seres "superiores" lo que querían era ubicar al de cabello morado en la realidad, explicarle el porque no se podía acercar tanto como lo estaba haciendo a los soles de los reino.
Inicialmente el joven Sinbad entendía que eran reyes, sus hijos gobernarían algún día las esas tierras pero no compartía la idea. No necesariamente eran los más aptos, eso creía. Desde pequeño su egocentrismo también fue parte de todo y nunca dejo de ser como era frente a los nobles, incluso sentía que muchos de estos eran estúpidos y eso sembraría una semilla en su corazón de desesperación. Saber que seres insulsos eran los que dirigirían su tierra. Tanto su abuelo como su padre eran hombres muy esforzado que había logrado ascender escalafones a como diera lugar y al escuchar algunas historias de esto no le parecían las más correctas sin duda el cambiaría ese pasado, de ser posible el presente y con aún más ilusión el futuro. Cambios vendrían sí pero no necesariamente como Sinbad lo tenía en mente.
Esta historia se remonta al joven Sinbad, aún era esclavo de cadenas que lo ataban a responsabilidades familiares y trato con la alta sociedad del reino de Lvneel y otros cuantos más. Ya desde pequeño solía viajar y acompañar al rey, su padre es uno de sus más fieles amigos, su familia es muy cercana a lo nobleza. Tanto que en su infancia y juventud solía jugar con los príncipes y princesas, solía recibir la misma educación pero algo nunca le gustó y era la diferencia de clases. Dichos prejuicios que en determinados momentos salían a la luz, sutiles comentarios de los nobles que le rodeaban y algunos eran como dagas con el único fin de marginarlo, no era esta acción como tal para ellos, estos seres "superiores" lo que querían era ubicar al de cabello morado en la realidad, explicarle el porque no se podía acercar tanto como lo estaba haciendo a los soles de los reino.
Inicialmente el joven Sinbad entendía que eran reyes, sus hijos gobernarían algún día las esas tierras pero no compartía la idea. No necesariamente eran los más aptos, eso creía. Desde pequeño su egocentrismo también fue parte de todo y nunca dejo de ser como era frente a los nobles, incluso sentía que muchos de estos eran estúpidos y eso sembraría una semilla en su corazón de desesperación. Saber que seres insulsos eran los que dirigirían su tierra. Tanto su abuelo como su padre eran hombres muy esforzado que había logrado ascender escalafones a como diera lugar y al escuchar algunas historias de esto no le parecían las más correctas sin duda el cambiaría ese pasado, de ser posible el presente y con aún más ilusión el futuro. Cambios vendrían sí pero no necesariamente como Sinbad lo tenía en mente.
Última edición por Sinbad el Dom Jun 12, 2016 7:10 pm, editado 4 veces
Sinbad
Hoja de personaje
Nivel:
(13/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sinbad Lun Jun 13, 2016 10:04 am
El bosque era muy frío, todo alrededor estaba cubierto de nieve, ni siquiera arrastro mucho el bote, cuando subiese la marea probablemente se lo llevaría. Al adentrarse en el blanco paraje no veía nada. De momento ocupaba dos cosas, un animal y algo que resaltase, un gran árbol, un algo, lo que fuese para esconder su bolsa de dorado interior e ir al pueblo. Lo primero que halló fue un lago congelado. No era la mejor opción pero era el algo que buscaba. Miro a u su alrededor analizando el espacio, los árboles eran frondosos y entre sus ramas podría esconder esa bolsa, solo necesitaba una buena amarra. Gasto parte de la energía que le quedaba subiendo y rompió el saco de la comida con un cuchillo, hizo tiras kilométricas y las usó de amarre entre dos ramas el color café no resaltaba y parecía el lugar perfecto para un nido. Al bajar se alegró que no se veía en lo absoluto.
Caminaba recordando bien sus pasos, lo importante era el lago pero en caso de emergencía debía saber la ruta, suponía que iba en la dirección correcta porque oía el cantar de aves de corral, probablemente estas debían estar bien resguardadas. Solo portaba un par de doblones lisos en su bolsillo, tenía una excusa de su origen en todo caso. No llegaría al pueblo pero parecían dos casas cercanas. "Probablemente son familia para vivir tan cerca" pensaba mientras notaba como un señor madrugador le miraba, corpulento y de gran barba blanca, calvo y de poderosa mirada. Sinbad había perdido varios kilos y en su rostro se notaba lo demacrado que había quedado desde el viaje, solo portaba la cimitarra y sus dos doblones, decía -Buenos días señor, por favor véndame algo de comida- se acercaba con toda la necesidad del mundo como siempre detrás de su historia iba a haber un poco de verdad.
Caminaba recordando bien sus pasos, lo importante era el lago pero en caso de emergencía debía saber la ruta, suponía que iba en la dirección correcta porque oía el cantar de aves de corral, probablemente estas debían estar bien resguardadas. Solo portaba un par de doblones lisos en su bolsillo, tenía una excusa de su origen en todo caso. No llegaría al pueblo pero parecían dos casas cercanas. "Probablemente son familia para vivir tan cerca" pensaba mientras notaba como un señor madrugador le miraba, corpulento y de gran barba blanca, calvo y de poderosa mirada. Sinbad había perdido varios kilos y en su rostro se notaba lo demacrado que había quedado desde el viaje, solo portaba la cimitarra y sus dos doblones, decía -Buenos días señor, por favor véndame algo de comida- se acercaba con toda la necesidad del mundo como siempre detrás de su historia iba a haber un poco de verdad.
Sinbad
Hoja de personaje
Nivel:
(13/100)
Haki:
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Creado por Sinbad Lun Jun 13, 2016 10:23 am
El tipo le miraba seriamente, realmente parecía necesitado pero su carácter era frío y sin ni dudarlo le decía -¿Qué ofreces joven foráneo? Puedo ver tu espada y yo acá tengo mi hacha- no era tonto, ni confiado, sacaba una impresionante hacha de cortar madera. Sinbad tomaba su espada y se la arrojaba -se la ofrezco, por favor deme algo de comer- suplicaba y abría su capucha -es la única arma que traigo, lo juro- replicaba casi con lagrimas. El tipo lo miraba fijamente y juntaba el arma -Es de mucha calidad, seguro la robaste- tercamente negaba ceder en confianza "es un buen rival nada tonto, me cae bien, espero que no me descubra" -Probablemente no me crea o me mate por decirlo pero soy casi un noble del Reino de Lvneel, el barco en el que viajaba naufrago y apenas pude llegar hasta acá- las lagrimas empezaban a caer y el tipo cedía un poco -No te creo un pelo pero ven, mi esposa te dará de comer- le decía dándole la espalda y con ambas armas en la mano. El chico lo seguía alegremente e ilusionado por comida de verdad.
Entraban en la humilde morada, Sinbad le encantaban las viviendas y costumbres sencillas, además el tipo se había ganado su respeto, era mil veces mejor que muchos nobles, más tarde descubriría que se llamaba Leonidas y era un excazador que se había asentado allí. Su esposa Laila fue muy atenta con el servicio y hasta le tomó cariño con el tiempo. Sinbad le explicó a Leonidas que no quería regresar que quería ser libre. Le pidió trabajo por un tiempo y le retaba a que pelearan con sus armas, sin duda el tipo tenía gran nivel, usaba una guadaña con cadena, era un estilo muy diferente pero le encantó, paso mucho tiempo allí, aprendió su estilo y cada cierto tiempo iba a revisar su tesoro, en completo sigilo cuando le Laila le mandaba a traer cosas. La pareja no tenía hijos pero con los días le empezaron a tomar gusto al carismático Sinbad, su estancia no duraría mucho pero si lo suficiente para forjar uno buenos lazos y aprender a usar el arma que luego Leonidas le regalaría.
Entraban en la humilde morada, Sinbad le encantaban las viviendas y costumbres sencillas, además el tipo se había ganado su respeto, era mil veces mejor que muchos nobles, más tarde descubriría que se llamaba Leonidas y era un excazador que se había asentado allí. Su esposa Laila fue muy atenta con el servicio y hasta le tomó cariño con el tiempo. Sinbad le explicó a Leonidas que no quería regresar que quería ser libre. Le pidió trabajo por un tiempo y le retaba a que pelearan con sus armas, sin duda el tipo tenía gran nivel, usaba una guadaña con cadena, era un estilo muy diferente pero le encantó, paso mucho tiempo allí, aprendió su estilo y cada cierto tiempo iba a revisar su tesoro, en completo sigilo cuando le Laila le mandaba a traer cosas. La pareja no tenía hijos pero con los días le empezaron a tomar gusto al carismático Sinbad, su estancia no duraría mucho pero si lo suficiente para forjar uno buenos lazos y aprender a usar el arma que luego Leonidas le regalaría.
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