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Censo
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Creado por Jack Lewis Miér Jul 13, 2016 4:58 pm
-Pase, el señor Robicqa lo está esperando- Esas fueron las palabras precisas que le comunico un simple criado cuando abrió las puertas de la casa a un muchacho de cabellos rojos y unos penetrantes ojos color ámbar que con una sonrisa fija en su rostro simplemente asintió y paso adentro de la mansión dándole la oportunidad de que cerraran la puerta tras de si- ¿Desea que me haga cargo de sus cosas?- El criado no pudo evitar observar la maleta que llevaba en la zurda y aquel singular bastón de invidente que portaba en su diestra. Negando con la cabeza, tomo ambos objetos con más fuerza y se dedicó a pasear la vista por el gran hall del lugar que se hallaba repleto de cuadros, sillones y alguna que otra planta decorativa que se hallaban en muy mal estado. Esto no lo asombraba, dudaba mucho que en aquella isla cualquier clase de vegetación durara mucho tiempo- Por favor, sígame- Haciéndole una seña el criado comenzó a subir por las escaleras en dirección a la segunda planta, sin muchos miramientos el pelirrojo lo siguió muy de cerca sin dejar de observar todo lo que lo rodeaba. Le asombraba como una persona podía reunir tanta basura y objetos que se consideraban arte en el mundo actual, no es que Masui fuera un experto en esto pero aquellas pinturas y estatuas se hallaban de una forma tan mal organizada que rompían con cualquier encanto que pudiera tener- Toque la puerta y espere, mi señor lo llamara cuando esté listo-.
-¡Pase!- Una voz un tanto aguda y asustada respondió desde el otro lado, el asesino con un simple empuje la abrió y le permitió ver un estudio un tanto más ascético que el resto de la casa, un efecto conseguido gracias a los grandes libreros que cubrían las paredes y la falta de pinturas y estatuas -¿Es usted Jack?- El señor Robicqa no era un sujeto muy sorprendente que digamos con su altura que apenas llegaba al metro setenta, con su pelada incipiente y una barriga en crecimiento hacia pensar en un viejo fraile- Mi nombres es Masui y fui informado que usted necesitaba los servicios de un espía ¿Acaso le importa que sea yo y no Jack el que trabaje para usted?- Detrás de los lentes lo observo con detenimiento dado que aquel muchacho no encajaba con la descripción rara y llamativa que sus hombres le habían comunicado cuando le pasaron su contacto. Pero aquello no le importaba en ese momento, cualquier persona le serviría para aquel trabajo mientras lo cumpliera- Tiene razón, simplemente sucede que esperaba a alguien más en lugar de usted… pero eso no importa, siéntese, hablemos de negocios-.
-¡Pase!- Una voz un tanto aguda y asustada respondió desde el otro lado, el asesino con un simple empuje la abrió y le permitió ver un estudio un tanto más ascético que el resto de la casa, un efecto conseguido gracias a los grandes libreros que cubrían las paredes y la falta de pinturas y estatuas -¿Es usted Jack?- El señor Robicqa no era un sujeto muy sorprendente que digamos con su altura que apenas llegaba al metro setenta, con su pelada incipiente y una barriga en crecimiento hacia pensar en un viejo fraile- Mi nombres es Masui y fui informado que usted necesitaba los servicios de un espía ¿Acaso le importa que sea yo y no Jack el que trabaje para usted?- Detrás de los lentes lo observo con detenimiento dado que aquel muchacho no encajaba con la descripción rara y llamativa que sus hombres le habían comunicado cuando le pasaron su contacto. Pero aquello no le importaba en ese momento, cualquier persona le serviría para aquel trabajo mientras lo cumpliera- Tiene razón, simplemente sucede que esperaba a alguien más en lugar de usted… pero eso no importa, siéntese, hablemos de negocios-.
Jack Lewis
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jack Lewis Miér Jul 13, 2016 5:25 pm
-Todas las islas tienen sus malhechores, ladrones, asesinos, estafadores… la típica escoria de siempre que no representa mucho problema para nuestras fuerzas del orden dado su falta de organización pero hace poco todo esto cambio…- Abriendo uno de los cajones de su escritorio rebusco por unos segundos hasta encontrar un pequeño sobre sucio y degastado, al girarlo entre sus manos se pudo apreciar la cabeza de la araña con sus ochos ojos pintados en rojo escarlata- hace algunas semanas atrás los bandidos comenzaron a reunirse bajo la bandera de una organización conocida como “Eight Eyes”. Desde ese día apareció el crimen organizado en la isla: Asesinatos a grandes escalas, robos millonarios y secuestros… es por esto último que necesito de su ayuda- Unas ligeras lágrimas comenzaron a surgir de los ojos del ricachón, estas hubieran conmovido a más de una persona pero ante la vista de Masui no significaba nada. Indiferente comenzó a observar la carta y su contenido mientras el viejo se recomponía y continuaba con aquella historia, aunque al conocer el contenido del sobre ya sabía a donde llevaba todo aquello- Hace dos días secuestraron a mi esposa, la luz que hace que me despierte todos los días y piense que mi vida no es una mierda… ella fue la que decoro toda la casa ¿Sabia? Su gusto es magnífico, muy barroco pero al recorrer los pasillos de esta mansión me hace recordarla continuamente- Debería de estar agradecido que había desaparecido, sin ella en la casa tal vez pudieran organizar todo para que se viera mucho mejor y no tan sobrecargado como le parecía al asesino- Los secuestradores me dieron un plazo de cinco días para entregarle todo el dinero que me pidieron pero es algo completamente irreal, ni vendiendo todas mis posesiones podría de pegar lo que me piden… si no lo hago me dijeron que la próxima vez que la viera seria en piezas- Nuevamente las lágrimas aparecieron en su rostro, sus manos se unieron en una súplica y sus ojos rojos por el llanto se fijaron en los brillantes de Masui- Por favor, le pagare lo que quiera pero debe de rescatar a mi esposa-.
-Le paso el numero personal del señor Robicqa, no dude en comunicarse con el si necesita algo- El criado le otorgo un papel y sin muchos miramientos cerro las puertas a las espaldas de Masui. Nuevamente ante el tenia aquel panorama repleto de basura, coronado por las grandes torres de las fábricas que arrojaban una constante nube de sobre la ciudad dotándola de una niebla maloliente y perpetua –Bueno, es momento de reunir información- Antes hacer cualquier tarea este pasaría por la posada en la cual se había registrado dejando su maletín y todo aquello que no le fuera necesario, quedándose simplemente con sus caracolas y su bastón. Una vez listo simplemente se limitó a esperar a la noche para estar completamente en su salsa y dejar que el manto la oscuridad los protegiera y guiara- Tres días para hallar a una persona… esto es un juego de niños-.
-Le paso el numero personal del señor Robicqa, no dude en comunicarse con el si necesita algo- El criado le otorgo un papel y sin muchos miramientos cerro las puertas a las espaldas de Masui. Nuevamente ante el tenia aquel panorama repleto de basura, coronado por las grandes torres de las fábricas que arrojaban una constante nube de sobre la ciudad dotándola de una niebla maloliente y perpetua –Bueno, es momento de reunir información- Antes hacer cualquier tarea este pasaría por la posada en la cual se había registrado dejando su maletín y todo aquello que no le fuera necesario, quedándose simplemente con sus caracolas y su bastón. Una vez listo simplemente se limitó a esperar a la noche para estar completamente en su salsa y dejar que el manto la oscuridad los protegiera y guiara- Tres días para hallar a una persona… esto es un juego de niños-.
Jack Lewis
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jack Lewis Miér Jul 13, 2016 5:52 pm
Para que una organización funcione se necesita de dos tipos de personas: Las primeras siempre con un perfil de inteligencia y un toque de sadismos que conocían las herramientas justas para mover a los demás y que sigan sus ideas, por otro lado se encontraban las masas idiotas que la mayoría de las veces se encontraba en un número mucho mayor que los primeros. Pero la cantidad no importaba, las grandes mentes detrás de estos movimientos sabían usar una combinación de miedo, respeto y dinero para mantener a sus lacayos felices y contentos mientras cumplieran sus encargos aunque eso no eliminaba el factor de que entre tantas personas siempre había alguien que no le gustaba demasiado seguir órdenes y Masui buscaría aprovecharse de alguien así.
Su look había cambiado levemente: El cabello que antes había sido pelirrojo había pasado a ser de un color azabache, sus ojos color ámbar ahora se escondían detrás de unas grandes gafas negras, lo único que había mantenido fueron simplemente sus ropas dado que no era necesario cambiarlas. Disfrazado de aquella manera salió a caminar en la noche, marcando su paso con el bastón para medir el terreno y buscar hacer el mayor ruido posible como para llamar a la atención de todos los que lo rodeaban. De esta manera comenzó a alejarse de la zona segura para internarse en los lugares más oscuros, descuidados y malolientes de la isla en busca de alguien que pudiera saciar la sed de información que tenía cosa que sucedería solamente tras una hora de caminata a “ciegas” -¿Qué sucede cieguito? ¿Te has perdido?- una voz seca y consumida por el tabaco se escuchó desde su derecha, tras su espalda e izquierda se oyeron unas risas. Sobresaltándose, tomo su bastón con ambas manos y se quedó duro como una piedra- Por favor, no me haga daño- Ante su tono lastimero, los ladrones no hicieron más que avanzar para comenzar a encerrarlo. Un ligero temblequeo comenzó a recorrer todo su cuerpo, aquel que lo viera diría que estaba realmente asustado- No te haremos daños siempre y cuando nos entregues todo tu dinero y tu ropa- La distancia cada vez era menor entre el que hablaba y el asesino, eso lo favorecía al igual que el factor sorpresa pero todavía necesitaba que se acercara aún más- Si no lo haces, te mostraremos el por qué los “Eight Eyes” son tan temidos- Bingo, aquellos tipos eran los idiotas que buscaba lamentablemente el que lo superaran en número hacia que se encontrara en una situación un tanto complicada… pero aquello no lo asustaba en lo más mínimo. Finalmente lo agarró del cuello de la camisa-Danos todo o muere-.
Su look había cambiado levemente: El cabello que antes había sido pelirrojo había pasado a ser de un color azabache, sus ojos color ámbar ahora se escondían detrás de unas grandes gafas negras, lo único que había mantenido fueron simplemente sus ropas dado que no era necesario cambiarlas. Disfrazado de aquella manera salió a caminar en la noche, marcando su paso con el bastón para medir el terreno y buscar hacer el mayor ruido posible como para llamar a la atención de todos los que lo rodeaban. De esta manera comenzó a alejarse de la zona segura para internarse en los lugares más oscuros, descuidados y malolientes de la isla en busca de alguien que pudiera saciar la sed de información que tenía cosa que sucedería solamente tras una hora de caminata a “ciegas” -¿Qué sucede cieguito? ¿Te has perdido?- una voz seca y consumida por el tabaco se escuchó desde su derecha, tras su espalda e izquierda se oyeron unas risas. Sobresaltándose, tomo su bastón con ambas manos y se quedó duro como una piedra- Por favor, no me haga daño- Ante su tono lastimero, los ladrones no hicieron más que avanzar para comenzar a encerrarlo. Un ligero temblequeo comenzó a recorrer todo su cuerpo, aquel que lo viera diría que estaba realmente asustado- No te haremos daños siempre y cuando nos entregues todo tu dinero y tu ropa- La distancia cada vez era menor entre el que hablaba y el asesino, eso lo favorecía al igual que el factor sorpresa pero todavía necesitaba que se acercara aún más- Si no lo haces, te mostraremos el por qué los “Eight Eyes” son tan temidos- Bingo, aquellos tipos eran los idiotas que buscaba lamentablemente el que lo superaran en número hacia que se encontrara en una situación un tanto complicada… pero aquello no lo asustaba en lo más mínimo. Finalmente lo agarró del cuello de la camisa-Danos todo o muere-.
Jack Lewis
Hoja de personaje
Nivel:
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