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Creado por Carausius Lun Sep 05, 2016 2:59 pm
El dia de la revolucion habia llegado. Habia dejado señalada esta fecha en el calendario como el momento de mi vida en el que todo cambiaba, la primera vez que el heroe revolucionario emprendio su viaje para derrocar al gobieno, el-
- ¡¡Uaaaaahhh!! ... -bostece ampliamente mientras me desperezaba en la litera, me rasqué el pecho debido a un pequeño escozor mañanero y me estiré tanto como pude. Momentos antes fui alertado por los miembros del barco en el que viajaba, un pequeño carguero de la Armada Revolucionaria que se dedicaba a dejar a los reclutas del South Blue que debian partir en diferentes misiones por todo el mar, de que estabamos a punto de llegar a nuestro destino. Yo estaba asignado a una de esas misiones en la isla de Baterilla, donde tendria que infiltrarme por cualquier medio en el pueblo y llegar hasta la base de La Marina, reunir informacion sobre el estado actual de la ciudad, y volver a salvo a casa para la cuando la Luna volviese a ser llena.
"Bueno..." pense mientras de un salto me incorporaba y aterrizaba en el suelo, recogiendo mi ropa y perezosamente colocandome dentro. "Creo que tenia que presentarme en la cubierta... Que asco de organizacion... Hacerme madrugar para trabajar, menuda trato a sus subordinados... ".
Con un caminar pesado y triste, cogi mis armas y las enfunde a ambos lados de la cintura. Sali del camarote silbando una pequeña cantinela mañanera que se asemejaba mucho a cualquier paso militar, todos monotonos, marcando bien los pasos, sin espacio para la creatividad y el divertimento. Asi era como me sentia por dentro. Pero sin duda era un pequeño precio a pagar con tal de conseguir mi objetivo, adentrarme en el submundo gracias a los contactos que la Armada me proporcionaria la informacion necesaria para mi objetivo vital. Asi que, al fin y al cabo, esta solo era la primera de muchas otras misiones con ningun otro sentido mas que el tocar un poco las narices al Gobierno Mundial. Finalmente salí a cubierta donde uno de los superiores esperaba a los reclutas para dar las ultimas instrucciones.
- Chaval, no se te ocurra hacer ninguna heroicidad ahi fuera. -dijo con severidad.- Tu solo trata de hacer tu trabajo, consiguenos toda la informacion necesaria para conocer como estan las cosas aqui y vuelve para reportarte, ¿está claro?
- Mas cristalino que el agua de rocío, señor. El pescuezo de este infante estará totalmente a salvo. -bromeé con total seriedad.
Ya me conocían bien por el pedazo de viaje que nos habiamos comido juntos, por lo que el jefe de grupo no continuo con la gracia y se limitó a suspirar, exasperado de tanto corregir mis expresiones. Fue entonces cuando, con un leve movimiento de mano, me despachó del barco para que empezara a cumplir con mi deber. En ese momento tenia tantas opciones por donde empezar que, inevitablemente, lo primero que hice fue pensar en mi bienestar y dirigirme desde el puerto hasta la posada mas cercana. Si tenia que quedarme alli por dias seria mejor tener un alojamiento asegurado y un lugar donde poder ocultarse cuando las cosas se torcieran, por lo que me dedique a buscar la choza mas apartada dentro del pueblo que pudiese encontrar mientras continuaba con mi tarareo para nada emocionante.
- ¡¡Uaaaaahhh!! ... -bostece ampliamente mientras me desperezaba en la litera, me rasqué el pecho debido a un pequeño escozor mañanero y me estiré tanto como pude. Momentos antes fui alertado por los miembros del barco en el que viajaba, un pequeño carguero de la Armada Revolucionaria que se dedicaba a dejar a los reclutas del South Blue que debian partir en diferentes misiones por todo el mar, de que estabamos a punto de llegar a nuestro destino. Yo estaba asignado a una de esas misiones en la isla de Baterilla, donde tendria que infiltrarme por cualquier medio en el pueblo y llegar hasta la base de La Marina, reunir informacion sobre el estado actual de la ciudad, y volver a salvo a casa para la cuando la Luna volviese a ser llena.
"Bueno..." pense mientras de un salto me incorporaba y aterrizaba en el suelo, recogiendo mi ropa y perezosamente colocandome dentro. "Creo que tenia que presentarme en la cubierta... Que asco de organizacion... Hacerme madrugar para trabajar, menuda trato a sus subordinados... ".
Con un caminar pesado y triste, cogi mis armas y las enfunde a ambos lados de la cintura. Sali del camarote silbando una pequeña cantinela mañanera que se asemejaba mucho a cualquier paso militar, todos monotonos, marcando bien los pasos, sin espacio para la creatividad y el divertimento. Asi era como me sentia por dentro. Pero sin duda era un pequeño precio a pagar con tal de conseguir mi objetivo, adentrarme en el submundo gracias a los contactos que la Armada me proporcionaria la informacion necesaria para mi objetivo vital. Asi que, al fin y al cabo, esta solo era la primera de muchas otras misiones con ningun otro sentido mas que el tocar un poco las narices al Gobierno Mundial. Finalmente salí a cubierta donde uno de los superiores esperaba a los reclutas para dar las ultimas instrucciones.
- Chaval, no se te ocurra hacer ninguna heroicidad ahi fuera. -dijo con severidad.- Tu solo trata de hacer tu trabajo, consiguenos toda la informacion necesaria para conocer como estan las cosas aqui y vuelve para reportarte, ¿está claro?
- Mas cristalino que el agua de rocío, señor. El pescuezo de este infante estará totalmente a salvo. -bromeé con total seriedad.
Ya me conocían bien por el pedazo de viaje que nos habiamos comido juntos, por lo que el jefe de grupo no continuo con la gracia y se limitó a suspirar, exasperado de tanto corregir mis expresiones. Fue entonces cuando, con un leve movimiento de mano, me despachó del barco para que empezara a cumplir con mi deber. En ese momento tenia tantas opciones por donde empezar que, inevitablemente, lo primero que hice fue pensar en mi bienestar y dirigirme desde el puerto hasta la posada mas cercana. Si tenia que quedarme alli por dias seria mejor tener un alojamiento asegurado y un lugar donde poder ocultarse cuando las cosas se torcieran, por lo que me dedique a buscar la choza mas apartada dentro del pueblo que pudiese encontrar mientras continuaba con mi tarareo para nada emocionante.
Carausius
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sophie Bismarck Lun Sep 05, 2016 3:25 pm
Baterilla, una de las islas del South Blue y como no, tenia una base de la Marina, seria un lugar para que los piratas lo evitaran, un lugar donde los ciudadanos pudieran vivir sus vidas en paz, en verdad asi lo era pero no para Lalaco, ella habia llegado hace escasos dias mientras se habia colado, o mas bien habia obligado a un mercader que la llevara hasta donde queria, que vendria siendo la siguiente isla en su destino, osea, Baterilla. Llego al puerto con su serpiente enrrollada por todo su cuerpo y lo primero que hizo fue ir a la ciudad para ver si habia algo interesante, no staba loca, no se iba a dejar pillar por la marina pero tenia que buscar algo que la mantuviera en la isla si el pobre mervader que la trajo no queria que esta volviera. Exploro toda la ciudad, robandose una manzana para comerla por el camino hasta llegar a una posada apartada del lugar - Este parece ser el mejor lugar - y entro en la posada, un hombre mayor, con cierta edad, pelo canoso y una larga barba, atendio a Lalaco mientras esta entraba, acompañado de una mujer treintañera que parecia ser su hija - Buenos dias señorita ¿esta buscando alojamiento? - Pregunto y la Kuja lo miro con una sorisa arrogante - Asi, enseñeme su mejor habitacion - dijo y siguio al anciano.
El viejo le fue mostrando cada habitacion poco a poco, hasta que terminaron y estos volvieron a recepcion, para ver si Lalaco se decidia por una y estaba claro de que se habia decidido, hasta su serpiente empezo a reirse cuando la pirata agarro del cuello de la camisa al hombre, lo llevo hasta afuera con una sonrisa y lo lanzo unos metros, sin mostrar piedad, solo por diversion - ¿Esto es lo mejor que tienes? Podria quemarlo y hacer algo mucho mejor, anciano! tsk....me quedo con la numero cuatro - volvio a entrar hacia la posada mientras la hija del anciano salio a socorrerle, pues parecia haberse hecho daño aunque a Lalaco le importo bien poco, era el precio por no darle lo mejor.
El viejo le fue mostrando cada habitacion poco a poco, hasta que terminaron y estos volvieron a recepcion, para ver si Lalaco se decidia por una y estaba claro de que se habia decidido, hasta su serpiente empezo a reirse cuando la pirata agarro del cuello de la camisa al hombre, lo llevo hasta afuera con una sonrisa y lo lanzo unos metros, sin mostrar piedad, solo por diversion - ¿Esto es lo mejor que tienes? Podria quemarlo y hacer algo mucho mejor, anciano! tsk....me quedo con la numero cuatro - volvio a entrar hacia la posada mientras la hija del anciano salio a socorrerle, pues parecia haberse hecho daño aunque a Lalaco le importo bien poco, era el precio por no darle lo mejor.
Sophie Bismarck
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Carausius Mar Sep 06, 2016 3:10 am
Tras unas horas evaluando cada uno de los establecimientos que Baterilla albergaba, me decante por el que estaba en la zona mas oeste del pueblo. EL alojamiento era mas o menos lo que buscaba: tenia habitaciones individuales disponibles, un servicio bastante casero y cercano, y la gente que pasaba por alli era probablemente gente que preferia el calor humano antes que los lujos o ahorrar la pela.
Su trato familiar era una ventaja si jugaba bien mis cartas. La gente estaba acostumbrada a las primeras impresiones por lo que debia causar una muy buena para mantenerme protegido de posibles batidas si conseguian localizarme, ademas de que podrian descartarme como posible sospechoso si tenia buenos respaldos en la gente con la que mas tiempo pasaba al dia.
Entre decidido pedir una cama medianamente limpia y una comida caliente tres veces al dia, por lo cual dejaria una pequeña propina. Suficiente como para causar una buena impresion, pero no tanta como para llamar la atencion. Mas la suerte tenia otros planes mucho mas provechosos para mi...
- ¡Ay! -se oyo un quejido en voz baja, casi inperceptible si no hubiera sido por mi cercania a la barra. Detrás, observe a un hombre de avanzada edad cubierto de magulladuras y de una herida bastante fea en la cabeza. Vestia ropas bastante decentes para el status social que ostentaba, aunque estas habian sufrido recientes daños.- No te preocupes, niña. En la guerra soporte mayores torturas que esta tonteria.
- ¡No me importa! -dijo la mujer que le acompañaba y cuidaba, una joven de unos 30 años bastante alta, rubia, de cabellos largos casi hasta la cadera.- Esa niñata no merece estar aqui... ¿Por que no llamamos a los marines? Seguro qu-
- ¡No! ¿Estas loca? Si se va esto no habra servido para nada y nosotros no cobraremos un maldito berry. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?
- Pero... -suspiro entonces, como aceptando su inevitable destino.
- Siento interrumpir. -me apresure a detener la conversacion en ese punto, ya estaba el ambiente caliente y debia actuar rapido.- Quisiera alquilar una habitacion y comida para 4 dias.
Debia pretender no saber y no importarme el asunto. Aun no podia tomar la iniciativa, tenia que conocer toda la situacion vista desde varios angulos y valorar si merecia tanto la pena como para recibir informacion de igual valia. El anciano le hizo una señal a la chica para que le dejara y se ocupara del cliente que esperaba apoyado en la estructura de madera.
- Bienvenido a la posada del Caldero Caliente. ¿Que tipo de habitacion estaba pensando en alquilar? Tenemos aun un par de individuales y otras tantas de hasta 8 personas. Las comidas se pagan a parte, pero le haremos un pequeño descuento si paga por todas las comidas de aqui al final de su estancia. Ademas, pagando por adelantado estas le damos el derecho a escoger su cena el dia que usted quiera.
Parecía un monologo ensayado hasta la saciedad. Su sonrisa era mas falsa que las estatuillas de laton bañadas en cobre: por fuera autenticas, por dentro daba hasta pena mirarla. Pague mi parte, ademas de unos 100 Berries de mas por el trato, tras lo que dedique una sonrisa tan amplia a la dependienta que se sonrojo un poco, supuse que por ver como un "niño" disfrutaba de toda su felicidad mientras ella aun sufria por la situacion reciente. Terminé la conversacion y subí las escaleras, directo a ver mi nuevo hogar y a investigar posibles salidas de emergencia por todo el local.
Su trato familiar era una ventaja si jugaba bien mis cartas. La gente estaba acostumbrada a las primeras impresiones por lo que debia causar una muy buena para mantenerme protegido de posibles batidas si conseguian localizarme, ademas de que podrian descartarme como posible sospechoso si tenia buenos respaldos en la gente con la que mas tiempo pasaba al dia.
Entre decidido pedir una cama medianamente limpia y una comida caliente tres veces al dia, por lo cual dejaria una pequeña propina. Suficiente como para causar una buena impresion, pero no tanta como para llamar la atencion. Mas la suerte tenia otros planes mucho mas provechosos para mi...
- ¡Ay! -se oyo un quejido en voz baja, casi inperceptible si no hubiera sido por mi cercania a la barra. Detrás, observe a un hombre de avanzada edad cubierto de magulladuras y de una herida bastante fea en la cabeza. Vestia ropas bastante decentes para el status social que ostentaba, aunque estas habian sufrido recientes daños.- No te preocupes, niña. En la guerra soporte mayores torturas que esta tonteria.
- ¡No me importa! -dijo la mujer que le acompañaba y cuidaba, una joven de unos 30 años bastante alta, rubia, de cabellos largos casi hasta la cadera.- Esa niñata no merece estar aqui... ¿Por que no llamamos a los marines? Seguro qu-
- ¡No! ¿Estas loca? Si se va esto no habra servido para nada y nosotros no cobraremos un maldito berry. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?
- Pero... -suspiro entonces, como aceptando su inevitable destino.
- Siento interrumpir. -me apresure a detener la conversacion en ese punto, ya estaba el ambiente caliente y debia actuar rapido.- Quisiera alquilar una habitacion y comida para 4 dias.
Debia pretender no saber y no importarme el asunto. Aun no podia tomar la iniciativa, tenia que conocer toda la situacion vista desde varios angulos y valorar si merecia tanto la pena como para recibir informacion de igual valia. El anciano le hizo una señal a la chica para que le dejara y se ocupara del cliente que esperaba apoyado en la estructura de madera.
- Bienvenido a la posada del Caldero Caliente. ¿Que tipo de habitacion estaba pensando en alquilar? Tenemos aun un par de individuales y otras tantas de hasta 8 personas. Las comidas se pagan a parte, pero le haremos un pequeño descuento si paga por todas las comidas de aqui al final de su estancia. Ademas, pagando por adelantado estas le damos el derecho a escoger su cena el dia que usted quiera.
Parecía un monologo ensayado hasta la saciedad. Su sonrisa era mas falsa que las estatuillas de laton bañadas en cobre: por fuera autenticas, por dentro daba hasta pena mirarla. Pague mi parte, ademas de unos 100 Berries de mas por el trato, tras lo que dedique una sonrisa tan amplia a la dependienta que se sonrojo un poco, supuse que por ver como un "niño" disfrutaba de toda su felicidad mientras ella aun sufria por la situacion reciente. Terminé la conversacion y subí las escaleras, directo a ver mi nuevo hogar y a investigar posibles salidas de emergencia por todo el local.
Carausius
Hoja de personaje
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sophie Bismarck Mar Sep 06, 2016 5:18 am
Entro a la posada sin impotarle lo mas minimo como estuviera el anciano, sabia que despues de eso, este no iba a llamar a la Marina y muho menos si esta pagaba su parte aunque no tenia intencion de hacerlo, subio las escaleras hasta su habitacion, la que consideraba la mejor de toda la posada y abrio la puerta de un portazo, no sabia cuanto tiempo se iba a quedar en esta isla pero esperaba conseguir algo o hacer algo mas productivo que darle una paliza a un anciano antes de marcharse - Si, si pequeña, ya se que tienes hambre - dijo acariciando a su serpiente mientras miraba por la ventana de la habitacion, parecia que habia mas clientes o eso le parecio al ver como mas gente entraba al local, entonces sin nada mas que hacer por el momento, decidio bajar, bajar y encontrar algo para comer, porque realmente tenia hambre ella y su serpiente aunque el animal preferia comer las cosas vivas y seguramente ese anciano no le haria bien para su dieta.
Cuando bajaba las escaleras, se encontro con un tipo que andaba subiendolas, parecia que tambien habia alquilado una habitacion, chocaron los hombros de los doa aunque esta ni se molesto en mirarlo de reojo, solo siguio su camino soltando un chasquido con la lengua a bajar las escaleras, diriguiendose al anciano - Tu vejestorio ¿donde se come aqui? - el anciano señalo asustado la sala de al lado de recepcion, que se trataba de un pequño bar para los clientes, esta le dio un golpecito en el hombro mientras sonreia y se iba al bar de la posada, parecia ser que la encargada de ese lugar era la hija, pues la vio sirviendo cerveza a otros clientes. Lalaco se sento en la barra, poniendo los brazos sobre esta y con la serpiente deslizandose a su alreedor - Una cerveza, niña - le dijo niña aunque era mas mayor que ella pero eso no parecia importarle, le sirvio la cerveza y dio un buen trago, moviendo la cabeza de lado a lado al terminar y con un leve sonrojo en sus mejillas - ¡Mucho mejor! y dale algo de comer a ella sino quieres que ella te coma a ti - dijo señalando su serpiente, la mujer la miro con miedo y dejo un trozo de carne cerca y Lalaco se quedo alli, esperando que algo sucediera o esperando que la bebida surtiera su efecto.
Cuando bajaba las escaleras, se encontro con un tipo que andaba subiendolas, parecia que tambien habia alquilado una habitacion, chocaron los hombros de los doa aunque esta ni se molesto en mirarlo de reojo, solo siguio su camino soltando un chasquido con la lengua a bajar las escaleras, diriguiendose al anciano - Tu vejestorio ¿donde se come aqui? - el anciano señalo asustado la sala de al lado de recepcion, que se trataba de un pequño bar para los clientes, esta le dio un golpecito en el hombro mientras sonreia y se iba al bar de la posada, parecia ser que la encargada de ese lugar era la hija, pues la vio sirviendo cerveza a otros clientes. Lalaco se sento en la barra, poniendo los brazos sobre esta y con la serpiente deslizandose a su alreedor - Una cerveza, niña - le dijo niña aunque era mas mayor que ella pero eso no parecia importarle, le sirvio la cerveza y dio un buen trago, moviendo la cabeza de lado a lado al terminar y con un leve sonrojo en sus mejillas - ¡Mucho mejor! y dale algo de comer a ella sino quieres que ella te coma a ti - dijo señalando su serpiente, la mujer la miro con miedo y dejo un trozo de carne cerca y Lalaco se quedo alli, esperando que algo sucediera o esperando que la bebida surtiera su efecto.
Sophie Bismarck
Hoja de personaje
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Carausius Mar Sep 06, 2016 1:29 pm
Subia las estrechas escaleras lentamente observando todos los detalles del lugar que pudieran servirme como apoyo para cuando tuviera que idear un plan de escape. Sin duda el poco ancho del tramo, en el que apenas cabian dos personas de lado, me ayudaria a entretener a quien quisiera durante un rato si taponaba cualquiera de las dos direcciones, preferiblemente huyendo hacia arriba para que no pudieran saltar facilmente cualquier obstaculo y teniendo que escalarlos en su lugar. Pude comprobarlo en poco tiempo cuando coincidi justo en los ultimos escalones con una muchacha de grandes atributos y con una cantidad de ropa indirectamente proporcional que, al bajar por las escaleras, me golpeo el hombro como era obvio si ni siquiera se molesto en apartarse un poco por educacion para que ambos pudieramos evitarnos.
"Será sub- " estaba a punto de soltar en mi mente toda clase de improperios hacia la descerebrada de turno cuando me di cuenta de una peculiaridad que habia pasado por alto no sabia ni como. Una serpiente se enroscaba a lo largo del cuerpo de la bucanera (por sus vestimentas y sombrero era eso o iba disfrazada ese dia), que siseaba de tanto en tanto para expresar, supuse, el sentimiento mutuo que compartia con su dueña: repulsion por el mundo. "Seguro que esta es la niña de la que hablaba la posadera... "
Pase olimpicamente del asunto, el orgullo solo me traeria problemas en mi trabajo. Ademas, creía un poco en el karma y en que este le haría pagar a esa mujer por creerse tan superior al resto del mundo. No sabia cuan fuerte era, pero si sabia que en el mundo habia decenas de miles, sino cientos de miles de personas que nos masacrarian a cualquiera con 2 estacazos.
Tras unos minutos investigando el lugar me di cuenta de que habia una pequeña ventana por la que podia huir al final del pasillo de las habitaciones, pero el resto de la ventilacion estaba contruida del grosor de dos botellas de ron juntas, es decir, unos 40 centimetros. Dudaba mucho que pudiera caber por ahi y llegado el momento de salir por patas no pensaba jugarmela en ese agujero.
[En la sala principal]
PUMM!!
La puerta se abrió de golpe dejando paso a un grupo de marines que portaban un arcon de medio metro de alto por un metro de largo y sesenta centimetros de fondo. Al dejarlo caer se oyo el tronar de las monedas dentro del recipiente, notablemente relleno pero no completo.
- Viejo Bert, hemos venido a por el diezmo. -comento en alto el unico de los tres soldados que tenia sus manos libres.- Espero que este mes no haya excusas sobre piratas deudores o cazarecompensas con promesas.
El portavoz se veia que era claramente un cabo de infanteria entrenado, probablemente dedicado a la lucha cuerpo a cuerpo pues no portaba armas visibles como los otros dos, pertrechados ambos con sables atados a su cintura.
"Será sub- " estaba a punto de soltar en mi mente toda clase de improperios hacia la descerebrada de turno cuando me di cuenta de una peculiaridad que habia pasado por alto no sabia ni como. Una serpiente se enroscaba a lo largo del cuerpo de la bucanera (por sus vestimentas y sombrero era eso o iba disfrazada ese dia), que siseaba de tanto en tanto para expresar, supuse, el sentimiento mutuo que compartia con su dueña: repulsion por el mundo. "Seguro que esta es la niña de la que hablaba la posadera... "
Pase olimpicamente del asunto, el orgullo solo me traeria problemas en mi trabajo. Ademas, creía un poco en el karma y en que este le haría pagar a esa mujer por creerse tan superior al resto del mundo. No sabia cuan fuerte era, pero si sabia que en el mundo habia decenas de miles, sino cientos de miles de personas que nos masacrarian a cualquiera con 2 estacazos.
Tras unos minutos investigando el lugar me di cuenta de que habia una pequeña ventana por la que podia huir al final del pasillo de las habitaciones, pero el resto de la ventilacion estaba contruida del grosor de dos botellas de ron juntas, es decir, unos 40 centimetros. Dudaba mucho que pudiera caber por ahi y llegado el momento de salir por patas no pensaba jugarmela en ese agujero.
[En la sala principal]
PUMM!!
La puerta se abrió de golpe dejando paso a un grupo de marines que portaban un arcon de medio metro de alto por un metro de largo y sesenta centimetros de fondo. Al dejarlo caer se oyo el tronar de las monedas dentro del recipiente, notablemente relleno pero no completo.
- Viejo Bert, hemos venido a por el diezmo. -comento en alto el unico de los tres soldados que tenia sus manos libres.- Espero que este mes no haya excusas sobre piratas deudores o cazarecompensas con promesas.
El portavoz se veia que era claramente un cabo de infanteria entrenado, probablemente dedicado a la lucha cuerpo a cuerpo pues no portaba armas visibles como los otros dos, pertrechados ambos con sables atados a su cintura.
Carausius
Hoja de personaje
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Creado por Sophie Bismarck Mar Sep 06, 2016 2:08 pm
Lalaco siguio bebiendo cerveza, ya se habia terminado tres o cuatro jarras de cerveza aunque no estaba segura pues no llevaba la cuenta realmente de cuanto bebia, su serpiente ya se habia acabado la carne hace rato y estaba dormida mientras se encontraba enroscada alrededor de su cuerpo. Lalaco no tenia nada que hacer por ese entonces, nada podia divertirla mas que estar bebiendo cerveza hasta que algo sucedio, se escucho como la puerta de la sala principal se abria de repente y tres marines enraban a la posada exigiendo algo, realmente ya tenia razones para que esto se pusiera algo mas divertido, como el bar conectaba con la sala principal, esta estaba viendo todo lo que pasaba mientras bebia su cerveza, echo el taburete hacia atras un poco mientras miraba la escena con curiosidad aunque lo que mas le llamaba la atencion era el cofre que estos portaban, Lalaco sabia que los cofres como eso solo podian esconder algun botin, asi que aunque esos tres tipos estuvieran armados a ella le daba igual, solo queria llevarse ese cofre con ella.
Lalaco se quedo observando como los tres marines amenazaban al anciano con cobrar algo como el diezmo o algo por el estilo que realmente no le importaba, ella camino con algo de lentiud hasta la sala principal, sentandose en un banco de madera que habia en la sala y siguio observando como si nada pues los marines no se percataron de que estaba ahi, estos estaban mas ocupados en amanezar al viejo, fue cuando estos parecieron querer ponerle las manos encima al anciano que esta intervino, una flecha volo por la sala, clavandose en la mano del que parecia ser el mas al mando ¿que habia sido eso? ¿Lalaco habia recuperado algo de cordura y se habia vuelto amiga de la justicia? ¿iba a ayudar al anciano? Para desgracia de estos y para el anciano, Lalaco tenia una opinion extra en su desquiciada cabeza - Aqui la unica que puede ser mejor en pegar a ese anciano y cobrarle...- se puso de pie y la serpiente siseo mientras miraba a los marines aun en su forma de arco - ¡Soy yo! - y con una sonrisa arrogante, volvio a recargar otra lecha mientras el que parecia el marine jefe ordeno a los otros dos que fueran a por ella.
Lalaco se quedo observando como los tres marines amenazaban al anciano con cobrar algo como el diezmo o algo por el estilo que realmente no le importaba, ella camino con algo de lentiud hasta la sala principal, sentandose en un banco de madera que habia en la sala y siguio observando como si nada pues los marines no se percataron de que estaba ahi, estos estaban mas ocupados en amanezar al viejo, fue cuando estos parecieron querer ponerle las manos encima al anciano que esta intervino, una flecha volo por la sala, clavandose en la mano del que parecia ser el mas al mando ¿que habia sido eso? ¿Lalaco habia recuperado algo de cordura y se habia vuelto amiga de la justicia? ¿iba a ayudar al anciano? Para desgracia de estos y para el anciano, Lalaco tenia una opinion extra en su desquiciada cabeza - Aqui la unica que puede ser mejor en pegar a ese anciano y cobrarle...- se puso de pie y la serpiente siseo mientras miraba a los marines aun en su forma de arco - ¡Soy yo! - y con una sonrisa arrogante, volvio a recargar otra lecha mientras el que parecia el marine jefe ordeno a los otros dos que fueran a por ella.
Sophie Bismarck
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Creado por Carausius Miér Sep 07, 2016 1:13 pm
Cuando ya hube comprobado que todo estaba en su sitio, aunque no hubiera muchas pertenencias que colocar u ocultar de todos modos, me dispuse a salir de la habitacion y encaminarme hasta la sala principal de la posada. Alli, conversaria un poco con los dueños del lugar ahora que estaban un poco mas calmados de la situacion anteriormente vivida con la "capitana de los 4 mares".
Pero la sorpresa invadio mi mente cuando me encontre de bruces con 3 marines, un cabo y dos reclutas para ser mas exactos, recogiendo lo que parecian los impuestos del pueblo de Baterilla para la base militar. Por un lado me parecia lógico que unas fuerzas del orden tuvieran que ser pagadas, pero ¿No se suponia que para eso ya pagaban a los ayuntamientos? Y aunque el pago se hiciera directo, ¿No tendria que ser el Gobierno Mundial el que los recogiera? Algo no andaba bien en aquella posada...
"Acuerdate, idiota." me dije revolviendo mis pensamientos y poniendolos en orden de nuevo. "Estas aqui para observar, no para actuar. Vuelve a casa y ya esta, esta no es tu gente."
- Señor Peltar, justo hemos recaudado lo necesario para el pago. -dijo el sexagenario dueño del lugar mientras se acercaba a la barra para poder pagar sin rechistar al marine.
- ¡Mas te vale, hijo de una hiena! -amenazo el valiente hombre de la justicia, cogiendo de la pechera al malvado posadero. Entonces susurro.- Si tengo que volver una vez mas despues de mi ronda para ver tu cara de moroso, te jur-
Una flecha silvó en el aire hasta ensartar la mano ejecutora del cabo, que solto al viejo al destensar la mano involuntariamente devido al dolor. Aun asi, no hubo una escena de gritos y desesperacion por el atroz acto cometido, sino que el jefe del pequeño grupo se limito a mirar con furia a la nueva participante de la conversacion para, unos instantes mas tarde, dictar sentencia:
- Cogedla y traedmela. La quiera viva, no importa la condicion del resto del cuerpo.
Los otros dos obedecieron sin rechistar y se avalanzaron con sus sables oficiales en alto a detener a la mujer que, para su desgracia, ya habia cargado la proxima en su.. en su ... ¡¿Serpiente!?
No podia perderme la ocasion de ver como la piratilla intentaba deshacerse de los reclutas en un espacio cerrado. Puede que despues de eliminar a uno con el arco usara a su serpiente como latigo, o la ordenara que se lo comiera o ... Mi imaginacion volo durante unos instantes, pero pronto volvi en mi. Aproveche entonces que el mas duro de ellos estaba ocupado quitandose de encima la flecha para acercarme a la hija e intentar sacar un poco de provecho de la situacion:
- ¿Que ocurre, señorita? -dije, haciendome un poco el despistado.- Parece una pelea por ese cofre, ¿Para que es? ¿Ayuda a los ciudadanos?
La chica se quedo un poco asombrada al principio, imagine que no esperaba verme en aquel lugar y que me quedaria en mi habitacion para evitar el enfrentamiento.
- N-no, no del todo. Ese cofre es una especie de impuesto para la base. -titubeo un poco si continuar o no, pero al ver mi inocente apariencia se relajo un poco, ¿Que iba a hacer un niño asi de todos modos?.- Todos en el pueblo deben colaborar, al menos eso es lo que dicen.
Bien, osea que estan despojando a la gente de su dinero para quedarselos en la base de manera "extraoficial" ... Genial, mi sangre revolucionaria hervia solo con pensarlo. Cuando se lo contara a los oficiales seria el bombazo del año y ¡Podriamos incluso tomar Baterilla para quedar como malditos heroes!
Pero la sorpresa invadio mi mente cuando me encontre de bruces con 3 marines, un cabo y dos reclutas para ser mas exactos, recogiendo lo que parecian los impuestos del pueblo de Baterilla para la base militar. Por un lado me parecia lógico que unas fuerzas del orden tuvieran que ser pagadas, pero ¿No se suponia que para eso ya pagaban a los ayuntamientos? Y aunque el pago se hiciera directo, ¿No tendria que ser el Gobierno Mundial el que los recogiera? Algo no andaba bien en aquella posada...
"Acuerdate, idiota." me dije revolviendo mis pensamientos y poniendolos en orden de nuevo. "Estas aqui para observar, no para actuar. Vuelve a casa y ya esta, esta no es tu gente."
- Señor Peltar, justo hemos recaudado lo necesario para el pago. -dijo el sexagenario dueño del lugar mientras se acercaba a la barra para poder pagar sin rechistar al marine.
- ¡Mas te vale, hijo de una hiena! -amenazo el valiente hombre de la justicia, cogiendo de la pechera al malvado posadero. Entonces susurro.- Si tengo que volver una vez mas despues de mi ronda para ver tu cara de moroso, te jur-
Una flecha silvó en el aire hasta ensartar la mano ejecutora del cabo, que solto al viejo al destensar la mano involuntariamente devido al dolor. Aun asi, no hubo una escena de gritos y desesperacion por el atroz acto cometido, sino que el jefe del pequeño grupo se limito a mirar con furia a la nueva participante de la conversacion para, unos instantes mas tarde, dictar sentencia:
- Cogedla y traedmela. La quiera viva, no importa la condicion del resto del cuerpo.
Los otros dos obedecieron sin rechistar y se avalanzaron con sus sables oficiales en alto a detener a la mujer que, para su desgracia, ya habia cargado la proxima en su.. en su ... ¡¿Serpiente!?
No podia perderme la ocasion de ver como la piratilla intentaba deshacerse de los reclutas en un espacio cerrado. Puede que despues de eliminar a uno con el arco usara a su serpiente como latigo, o la ordenara que se lo comiera o ... Mi imaginacion volo durante unos instantes, pero pronto volvi en mi. Aproveche entonces que el mas duro de ellos estaba ocupado quitandose de encima la flecha para acercarme a la hija e intentar sacar un poco de provecho de la situacion:
- ¿Que ocurre, señorita? -dije, haciendome un poco el despistado.- Parece una pelea por ese cofre, ¿Para que es? ¿Ayuda a los ciudadanos?
La chica se quedo un poco asombrada al principio, imagine que no esperaba verme en aquel lugar y que me quedaria en mi habitacion para evitar el enfrentamiento.
- N-no, no del todo. Ese cofre es una especie de impuesto para la base. -titubeo un poco si continuar o no, pero al ver mi inocente apariencia se relajo un poco, ¿Que iba a hacer un niño asi de todos modos?.- Todos en el pueblo deben colaborar, al menos eso es lo que dicen.
Bien, osea que estan despojando a la gente de su dinero para quedarselos en la base de manera "extraoficial" ... Genial, mi sangre revolucionaria hervia solo con pensarlo. Cuando se lo contara a los oficiales seria el bombazo del año y ¡Podriamos incluso tomar Baterilla para quedar como malditos heroes!
Carausius
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Creado por Sophie Bismarck Miér Sep 07, 2016 1:35 pm
La sala principal no era un espacio muy abierto para tener un arma como un arco pero eso a Lalaco no le importaba pues no tenia nada que perder si la flecha llegaba a un tercero que se metiera en la pelea, ella solo se puso como objetivo tomar ese cofre para ella. Vio como el marine superior mando a sus dos reclutas a por ella, con sus dos sables en alto como si pensaran que por tener dos armas afiladas y estar en ventaja numerica les iba a servir de algo, dejo que los dos se acercaran lo suficiente mientras la Kuja apuntaba hacia el suelo, hacia el suelo a seis metros de ella mientras miraba de reojo como estos se acercaban, entonces volvio a disparar, la flecha volo de nuevo por el aire de la sala principal y se clavo en una de las rodillas del recluta, que se estremecio del dolor y se sujeto la rodilla que empezaba a sangrar ademas gritar por el dolor inmediato pero al parecer eso no detuvo a su compañero que ya estaba lo suficientemente cerca de Lalaco, a la chica no le daria tiempo de recargar otra vez pues un ataque con el sable desde lo alto y en vertical se dirigia directamente hacia ella, mas concretamente a su brazo pero como la confianza mato al gato, el pensar que alguien que empuña un arco no sabe luchar cuerpo a cuerpo era un grave error. Lalaco movio la pierna con rapidez en un angulo vertical de abajo a arriba y propiciando una patada en las partes nobles del recluta, que detuvo su ataque, solto su sable y cayo al suelo a causa del inmenso dolor que lo estaba asolando. Uno menos, solo quedaba aquel recluta con una flecha en la rodilla que intentaba recuperarse pero Lalaco fue mas rapida, se acerco con calma y antes de que pudiera ponerse de pie, le propicio una patada horizontal a la cara que lo tumbo para no moverse en un tiempo.
- Maldita perra...¡Ahora veras! - dijo el superior mientras se terminaba de sacar la flecha de su mano y empuñaba su sable con la otra, furioso y con ganas de matar, Lalaco hizo una mueca arrogante mientras la serpiente se enrollaba por su brazo y volvia a estar enrollada a sy cuerpo mientras siseaba y miraba al marine - Vamos marinerito, ven a por mi - Le hizo un gesto con la mano para que se acercara y atacara mientras adoptaba una posicion de deffensa, seguramente para lanzar un contraataque y acabar con el tipo para hacerse con el cofre.
- Maldita perra...¡Ahora veras! - dijo el superior mientras se terminaba de sacar la flecha de su mano y empuñaba su sable con la otra, furioso y con ganas de matar, Lalaco hizo una mueca arrogante mientras la serpiente se enrollaba por su brazo y volvia a estar enrollada a sy cuerpo mientras siseaba y miraba al marine - Vamos marinerito, ven a por mi - Le hizo un gesto con la mano para que se acercara y atacara mientras adoptaba una posicion de deffensa, seguramente para lanzar un contraataque y acabar con el tipo para hacerse con el cofre.
Sophie Bismarck
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Creado por Carausius Jue Sep 08, 2016 2:04 pm
La batalla continuo y se convirtio en un dos contra uno. La pirata consiguio cargar nuevamente su "arco viviente" para, tras esperar a que se acercaran sus adverarios, disparar una nueva flecha que impacto en la rodilla de uno de los dos marines, que se echó al suelo sujetandose la rodilla tras caer de bruces al perder la fuerza de apoyo. Como era normal, el segundo continuo y, a pesar de que se esperaba que este acabara con la domadora de serpientes al tener la ventaja en el 1 para 1 a corta distancia, la mujer demostro que el combate cercano no era una debilidad para ella. Le asesto una patada brutal en las partes nobles sin ningun tipo de miramiento. Me dolio hasta verlo.
"Puede combatir de lejos, puede combatir de cerca y no parece tener remordimientos... Parece que sera el bando ganador." pensaba mientras me llevaba la mano a la barbilla y me la rascaba nervioso.
Mientras aun estaba distraida con el ultimo de los miembros de uniforme azul, di un salto desde la barra hasta casi la altura de la chica para colocarme a su espalda y, en un rapido movimiento, saque mis dos dagas para que fueran a parar a dos de sus puntos vitales: el cuello por delante rodeandola con el brazo y la zona baja de la columna tocando con la punta lo suficiente como para que lo notara.
- Confia en mi y sigueme el juego... -le susurre a la chica. Creia que seria lo suficientemente lista como para no intentar salir de aquella situacion a las bravas, pero por si acaso endulce el discurso.- ... si es que quieres ese botin.
Estaba claro que en una pelea directa ella tenia la ventaja por su variedad de estilos, pero en un combate tan cercano y sin armas visibles, la ventaja era sin duda mia.
- Si haces que tu serpiente me ataque, creeme que tu no saldras viva de aqui. -esto ultimo lo dije a vivia voz para que el otro inidividuo pudiera escucharme claramente.- Cabo, espose a la criminal ahora que esta indefensa. La justicia debe prevalecer ante todo y ante todos.
- ¡Eso es, muchacho! Bien hecho. -se acercaba poco a poco mientras, con su mano herida ya libre, cogia de su cinturon las esposas de hierro.- Dormiras a la sombra mucho tiempo por lo que has provocado hoy...
OFF: Perdoooon por dar por sentado cosas. Creia que podia ser interesante verte en la situacion Si no te gusta lo cambio.
"Puede combatir de lejos, puede combatir de cerca y no parece tener remordimientos... Parece que sera el bando ganador." pensaba mientras me llevaba la mano a la barbilla y me la rascaba nervioso.
Mientras aun estaba distraida con el ultimo de los miembros de uniforme azul, di un salto desde la barra hasta casi la altura de la chica para colocarme a su espalda y, en un rapido movimiento, saque mis dos dagas para que fueran a parar a dos de sus puntos vitales: el cuello por delante rodeandola con el brazo y la zona baja de la columna tocando con la punta lo suficiente como para que lo notara.
- Confia en mi y sigueme el juego... -le susurre a la chica. Creia que seria lo suficientemente lista como para no intentar salir de aquella situacion a las bravas, pero por si acaso endulce el discurso.- ... si es que quieres ese botin.
Estaba claro que en una pelea directa ella tenia la ventaja por su variedad de estilos, pero en un combate tan cercano y sin armas visibles, la ventaja era sin duda mia.
- Si haces que tu serpiente me ataque, creeme que tu no saldras viva de aqui. -esto ultimo lo dije a vivia voz para que el otro inidividuo pudiera escucharme claramente.- Cabo, espose a la criminal ahora que esta indefensa. La justicia debe prevalecer ante todo y ante todos.
- ¡Eso es, muchacho! Bien hecho. -se acercaba poco a poco mientras, con su mano herida ya libre, cogia de su cinturon las esposas de hierro.- Dormiras a la sombra mucho tiempo por lo que has provocado hoy...
OFF: Perdoooon por dar por sentado cosas. Creia que podia ser interesante verte en la situacion Si no te gusta lo cambio.
Carausius
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Creado por Sophie Bismarck Vie Sep 09, 2016 10:17 am
Ahora se encontraba en una posicion delicada, sonrio de manera arrogante a las palabras del chico que puso esas dos armas de forma delicada en sus zonas vitales y vio como el marine le ponia las esposas en las manos ¿realmente pensaban que Lalaco se iba a amedrentar por eso? De ninguna manera iba a permitirlo, ahora le hervia la sangre, ahora si tenia ganas de matar por ese cofre como si de su propia vida se tratara y estos no tardarian en comprobarlo una vez esta se librara de las dagas del chico. El cabo marine dio un tiron para que Lalaco se pusiera a su lado, tocandole una nalga por pura diversion como si fuera su muñeca - O puede que duerma en mi sombra esta noche....¿verdad? piratilla - Lalaco tenia lo que queria ahora, al ver que con ese tiron se habia librado de la amenaza de las dagas de aquel muchacho y al tener a este marine idiota demasiado cerca para que pudiera reaccionar a un ataque suyo, que mas daria que tuviera las manos esposadas, ella podia librarse de estos dos si se le antojaba, seguramente haria falta atarla y amordazarla completamente para que Lalaco se estuviera quieta y aun asi daria guerra.
Movio la pierna un poco hacia atras y un rodillazo en las partes nobles del cabo se produjo, el impacto con la rodilla fue tan fuerte y brutal que el marine se echo hacia atras, llorando y escupiendo, seguramente Lalaco lo habia dejado sin descendencia, aprovecho que el cabo marine se flexiono y casi se puso se rodillas para alzar sus manos esposadas y empezar a asestar golpes en su cabeza y cuello, como si eso fuera a romperlas pero lo unico que hicieron fue que aquel cabo cayera al suelo insconciente y echando sangre por la nariz y la boca -¡Tsk! maldito idiota...ese botin es mio....¡y tu! - se giro con sangre en sus manos y algunas gotas en su mejillas mientras miraba al chico con dagas que le habia amenazado, no se fiaba de el, no se fiaba de nadie ni de ella misma, ahora mismo solo la cegaba su avaricia - ¿Que demonios hacias entregandome? maldito - por suerte para aquel chico, le iba a dar unos segundos para que se explicara.
Movio la pierna un poco hacia atras y un rodillazo en las partes nobles del cabo se produjo, el impacto con la rodilla fue tan fuerte y brutal que el marine se echo hacia atras, llorando y escupiendo, seguramente Lalaco lo habia dejado sin descendencia, aprovecho que el cabo marine se flexiono y casi se puso se rodillas para alzar sus manos esposadas y empezar a asestar golpes en su cabeza y cuello, como si eso fuera a romperlas pero lo unico que hicieron fue que aquel cabo cayera al suelo insconciente y echando sangre por la nariz y la boca -¡Tsk! maldito idiota...ese botin es mio....¡y tu! - se giro con sangre en sus manos y algunas gotas en su mejillas mientras miraba al chico con dagas que le habia amenazado, no se fiaba de el, no se fiaba de nadie ni de ella misma, ahora mismo solo la cegaba su avaricia - ¿Que demonios hacias entregandome? maldito - por suerte para aquel chico, le iba a dar unos segundos para que se explicara.
Sophie Bismarck
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