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Creado por Harley Quinn Sáb Ago 27, 2016 1:58 pm
Tranquilidad y paz. Eso era lo primero que uno pensaba cuando caminaba por aquellas pacíficas y viejas calles. Pero para Harley todo resultaba demasiado extraño. No estaba acostumbrada al silencio, bueno, al silencio fuera de su cabeza, pues allí dentro aquello era todo un circo. El clima era ideal, y la soleada mañana iba perfecta con aquel agradable día. Mientras caminaba iba mascando chicle, una de sus pequeñas adicciones, y observaba con una mirada atenta a su alrededor. Llevaba su desgarrada ropa de siempre, y a cada paso que daba hacía sonar sus tacones contra el asfalto de las calles.
—¿Hmm?—Alzó la mirada hacia la ventana de un segundo piso y encontró su mirada con la de un hombre mayor que la observaba como si fuera un extraño animal. En cuanto se percató de la mirada de la cazarrecompensas, se escondió tras la cortina.—Idiotas...—Pronunció la chica en voz baja tras hacer una pompa con el chicle que mascaba. Entendía que los forasteros fueran toda una novedad para los habitantes de la isla, pero para Harley era distinto, las miradas la perseguían allí dónde ella fuese, no importaba dónde se encontrara ni cuándo.
Continuó caminando, llevaba el bate tras el cuello, sobre los hombros, hasta que llegó a una plaza que conectaba con todas las callejuelas del lugar. Allí, se encontraban varios de los habitantes pasando el rato. Los más mayores jugaban a juegos de mesa, y otros se hacían cargo de sus pequeños negocios. Harley se fijó en que cerca de unos bancos que se encontraban en el centro de la plaza había tres niñas de unos ocho años saltando a la comba mientras cantaban:
Soy la reina de los mares
y ustedes los van a ver
tiro mi pañuelo al suelo
y lo vuelvo a recoger
Pañuelito, pañuelito
quién te pudiera tener
guardadito en el bolsillo
como un pliego de papel.
A Harley se le iluminó la mirada y una enorme e infantil sonrisa se dibujó en su rostro, entonces como si una cría aún fuese salió corriendo hacia aquellas niñas.—¡Hey chicas! ¿¡Puedo jugar?!—Las niñas dejaron de saltar y cantar para mirar a Harley, algo asustadas y extrañadas.—Venga vamos, ¡podemos ser amigas!.—Sonrió de nuevo y se acercó a la comba, justo al centro donde estaba la niña que se encontraba saltando antes de que las interrumpiese.—¡Vamos!.—Las niñas siguieron igual de asustadas, hasta que una de ellas salió corriendo y gritó:—¡MAMÁ!—Las otras miraron una última vez a la cazarrecompensas y enseguida siguieron a la primera niña.—Muy bien, ¡vosotras os lo perdéis pringadas!—Les gritó Harley con una mueca de desagrado en su rostro. Entonces se fijó en que a su alrededor tenía todas las miradas clavadas en ella, y nadie se movía.—Lo sé, muy fuerte la actitud de las niñas de hoy en día, ¿verdad?—De un femenino gesto se echó una de las coletas hacia atrás y echó a andar moviendo sus caderas como de costumbre entre la multitud, que sorprendidos se retiraban para dejarla pasar. Justo antes de salir de la plaza, Harley se fijó en una misteriosa silueta que fugazmente doblaba un estrecho callejón y desaparecía.
—¿Hmm?—Alzó la mirada hacia la ventana de un segundo piso y encontró su mirada con la de un hombre mayor que la observaba como si fuera un extraño animal. En cuanto se percató de la mirada de la cazarrecompensas, se escondió tras la cortina.—Idiotas...—Pronunció la chica en voz baja tras hacer una pompa con el chicle que mascaba. Entendía que los forasteros fueran toda una novedad para los habitantes de la isla, pero para Harley era distinto, las miradas la perseguían allí dónde ella fuese, no importaba dónde se encontrara ni cuándo.
Continuó caminando, llevaba el bate tras el cuello, sobre los hombros, hasta que llegó a una plaza que conectaba con todas las callejuelas del lugar. Allí, se encontraban varios de los habitantes pasando el rato. Los más mayores jugaban a juegos de mesa, y otros se hacían cargo de sus pequeños negocios. Harley se fijó en que cerca de unos bancos que se encontraban en el centro de la plaza había tres niñas de unos ocho años saltando a la comba mientras cantaban:
Soy la reina de los mares
y ustedes los van a ver
tiro mi pañuelo al suelo
y lo vuelvo a recoger
Pañuelito, pañuelito
quién te pudiera tener
guardadito en el bolsillo
como un pliego de papel.
A Harley se le iluminó la mirada y una enorme e infantil sonrisa se dibujó en su rostro, entonces como si una cría aún fuese salió corriendo hacia aquellas niñas.—¡Hey chicas! ¿¡Puedo jugar?!—Las niñas dejaron de saltar y cantar para mirar a Harley, algo asustadas y extrañadas.—Venga vamos, ¡podemos ser amigas!.—Sonrió de nuevo y se acercó a la comba, justo al centro donde estaba la niña que se encontraba saltando antes de que las interrumpiese.—¡Vamos!.—Las niñas siguieron igual de asustadas, hasta que una de ellas salió corriendo y gritó:—¡MAMÁ!—Las otras miraron una última vez a la cazarrecompensas y enseguida siguieron a la primera niña.—Muy bien, ¡vosotras os lo perdéis pringadas!—Les gritó Harley con una mueca de desagrado en su rostro. Entonces se fijó en que a su alrededor tenía todas las miradas clavadas en ella, y nadie se movía.—Lo sé, muy fuerte la actitud de las niñas de hoy en día, ¿verdad?—De un femenino gesto se echó una de las coletas hacia atrás y echó a andar moviendo sus caderas como de costumbre entre la multitud, que sorprendidos se retiraban para dejarla pasar. Justo antes de salir de la plaza, Harley se fijó en una misteriosa silueta que fugazmente doblaba un estrecho callejón y desaparecía.
Harley Quinn
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jennyfer Lun Sep 12, 2016 7:46 pm
Baterilla una de las múltiples islas entre las cuales la Marina había establecido bases en los blues para utilizar como punto de control de los distintos mares menores, en concreto la isla que daba control y vigilaba el South Blue. Una mujer veterana de decenas de batallas caminaba entre las calles de Baterilla con un sobretodo de color marrón dentro del cual portaba una escopeta recortada y sus dos pistolas, no estaba tan armada hasta los dientes como lo hubiera hecho en otra situación, pero aquello se debía en parte porque no quería ir sobrecargada y todavía se estaba recuperando, tanto de las heridas recibidas en Goa como haciendo rehabilitación por las heridas más viejas que por tanto tiempo la forzaron a retirarse.
Aquella cazadora de cabello dorado y rostro marcado caminaba por callejones y callejuelas buscando con la intención de detectar alguna rata que cazar sin que le cause problemas dado que todas las presas grandes ya las habría limpiado la marina, o al menos eso se suponía que fuera así. Realmente no se encontraba en sus mejores condiciones y tenía bastantes gansa de beber algo, pero al igual que el resto de aquella semana, la mujer de gélida mirada se dedicaba a cazar ratas de poca monta como parte de aquella rehabilitación necesaria para recuperar su capacidad física de hacía ya varios años. La mañana había transcurrido con tranquilidad no había visto entre los callejones y callejuelas a ningún ratero que diera pistas o tuviera la relevancia para siquiera desenfundar las armas.
Finalmente cerca de una plaza donde la cazadora pensaba ir a pasar el rato cuando terminara su ronda dentro de un par de horas, un hombrecillo entro corriendo al callejón donde ella se encontraba, corría muy rápido y no parecía estar haciéndolo por deporte, cuerpo inclinado, brazos rodeando un objeto, cabeza gacha pero mirada al frente, ropa que no estaba en las mejores, de buenas a primeras no parecía ser un buen ciudadano y como quien dice en una prueba de suerte la cazadora levanto su arma y apunto -Alto allí, detente, levanta las manos y explica que está pasando, si no lo haces será considerado como un fugitivo que intenta resistirse a la detención y abriré fuego.- Realmente no tenía ninguna autoridad para dar órdenes de aquella forma y no llevaba ningún uniforme que la identificará como un miembro de la guardia local, sin embargo el tono de voz y la actitud de la mujer eran propios de un soldado gracias a las viejas costumbres.
Aquella cazadora de cabello dorado y rostro marcado caminaba por callejones y callejuelas buscando con la intención de detectar alguna rata que cazar sin que le cause problemas dado que todas las presas grandes ya las habría limpiado la marina, o al menos eso se suponía que fuera así. Realmente no se encontraba en sus mejores condiciones y tenía bastantes gansa de beber algo, pero al igual que el resto de aquella semana, la mujer de gélida mirada se dedicaba a cazar ratas de poca monta como parte de aquella rehabilitación necesaria para recuperar su capacidad física de hacía ya varios años. La mañana había transcurrido con tranquilidad no había visto entre los callejones y callejuelas a ningún ratero que diera pistas o tuviera la relevancia para siquiera desenfundar las armas.
Finalmente cerca de una plaza donde la cazadora pensaba ir a pasar el rato cuando terminara su ronda dentro de un par de horas, un hombrecillo entro corriendo al callejón donde ella se encontraba, corría muy rápido y no parecía estar haciéndolo por deporte, cuerpo inclinado, brazos rodeando un objeto, cabeza gacha pero mirada al frente, ropa que no estaba en las mejores, de buenas a primeras no parecía ser un buen ciudadano y como quien dice en una prueba de suerte la cazadora levanto su arma y apunto -Alto allí, detente, levanta las manos y explica que está pasando, si no lo haces será considerado como un fugitivo que intenta resistirse a la detención y abriré fuego.- Realmente no tenía ninguna autoridad para dar órdenes de aquella forma y no llevaba ningún uniforme que la identificará como un miembro de la guardia local, sin embargo el tono de voz y la actitud de la mujer eran propios de un soldado gracias a las viejas costumbres.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Harley Quinn Mar Sep 13, 2016 6:31 am
La silueta desapareció en cuestión de segundos, al igual que su sombra. Harley, curiosa y emocionada por encontrar una nueva recompensa, decidió salir corriendo para cruzar la plaza y entrar por el callejón a toda prisa. No sabía si sería capaz de alcanzarle, o de si había notado que le perseguían, de todas formas no era muy difícil darse cuenta de ello, pues los tacones de la rubia la delataban. Cuando al fin llegó al estrecho callejón, vio por el rabillo del ojo que la sombra dobló de nuevo una esquina. No sabía hasta dónde conducían aquellos callejones, pero el pueblo no era demasiado grande. Tras doblar ella también la esquina se topó con algo que no se esperaba. Una mujer, de rubio cabello y mayor que ella se encontraba frente a un hombre de desgastadas ropas, apuntándolo con un arma. Harley estaba situada a las espaldas del presunto bandido, y caminó con tranquilidad haciendo sonar sus pasos. Hizo caso omiso del arma y se colocó a un lado del hombre, apoyándose con una pierna sobre la pared. Miró a la rubia e hizo una pompa con el chicle, que se explotó al cabo de un segundo.—¿Se me han adelantado?.—Preguntó mirando el arma y sonriendo. Luego dirigió su mirada a lo que sostenía el hombre escondido en las manos, y alzó su barbilla hasta encontrarse con sus ojos, levemente asustados.—Puedes estar orgulloso chaval, dos mujeres te han perseguido hoy. Seguro que no te ocurre todos los días.—Rió y llevó una mano hasta su hombro, sin reparo limpió con ésta el polvo que había sobre la vieja chaqueta que llevaba el ladrón.—Espera, ¿qué?.—Alzó la mirada y se llevó las manos a la cabeza.—No, definitivamente no.—Miró unos segundos a la rubia y al bandido mientras alzaba el dedo índice de una mano.—Disculpadme un momento.—Se dio la vuelta y caminó un par de metros.—¡QUE OS CALLÉIS!.—Gritó enfurecida para calmar las voces. La cazarrecompensas respiró hondo y expulsó el aire despacio. Luego se acomodó las coletas y como si nada hubiera pasado volvió con los desconocidos allí presentes mostrándoles una infantil sonrisa.—¿Por dónde íbamos?.—
Sin dar tiempo a que alguien respondiera, se escucharon varios pasos por los alrededores, como si les estuvieran rodeando. Y al cabo de unos segundos, nuevas presencias aparecieron sobre los tejados, observándoles con diversas armas en las manos. Harley sin apenas inmutarse alzó sus ojos y miró a aquellas personas, tenían la misma pinta que el ladrón que se encontraba frente a ella.—Piratas...—Dijo en voz baja y con una mueca de desagrado e incluso repulsión en su rostro. Éstos no tardaron en apuntar con sus armas de fuego hacia Harley y la rubia, mientras que otros preparaban sus espadas para abalanzarse sobre ellas. ¿Qué debían hacer?. Harley miró a la mujer de aún desconocido nombre y agarró con fuerza su bate metálico que llevaba en la mano derecha mientras con lentitud desviaba la izquierda hacia la funda de su revólver, que se encontraba en su costado bajo la chaqueta que llevaba puesta. En aquellos segundos de tensión desvió la mirada hacia el frente y estuvo atenta a los movimientos del primer bandido, estaba segura de que llevaba alguna arma bajo las sucias prendas.
Sin dar tiempo a que alguien respondiera, se escucharon varios pasos por los alrededores, como si les estuvieran rodeando. Y al cabo de unos segundos, nuevas presencias aparecieron sobre los tejados, observándoles con diversas armas en las manos. Harley sin apenas inmutarse alzó sus ojos y miró a aquellas personas, tenían la misma pinta que el ladrón que se encontraba frente a ella.—Piratas...—Dijo en voz baja y con una mueca de desagrado e incluso repulsión en su rostro. Éstos no tardaron en apuntar con sus armas de fuego hacia Harley y la rubia, mientras que otros preparaban sus espadas para abalanzarse sobre ellas. ¿Qué debían hacer?. Harley miró a la mujer de aún desconocido nombre y agarró con fuerza su bate metálico que llevaba en la mano derecha mientras con lentitud desviaba la izquierda hacia la funda de su revólver, que se encontraba en su costado bajo la chaqueta que llevaba puesta. En aquellos segundos de tensión desvió la mirada hacia el frente y estuvo atenta a los movimientos del primer bandido, estaba segura de que llevaba alguna arma bajo las sucias prendas.
Harley Quinn
Hoja de personaje
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Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jennyfer Mar Sep 13, 2016 7:47 am
La mujer de gélida mirada hizo una media sonrisa del lado de su cicatriz una vez que vio como aquel sospechosos tipo se detenía, no estaba en pánico como un civil que ve un arma, no estaba gritando ni tratando de explicarse, simplemente se había detenido y estaba intentando ver por donde escapar, una actitud que incrementaba la confianza que sentía la cazadora de su sospecha -¿Qué pasa? ¿Acaso crees que podrás escaparte dándote la vuelta y corriendo? Déjame decirte que no estoy en tan mala condición.- las palabras burlonas de la cazadora se interrumpieron después de notar el sonido de unos zapatos bastante molestos acercándose.
Lo mejor para Jennyfer hubiera sido que aquel tipo se resistiera un poco o le causara algún problema para continuar ejercitándose ya que dudaba sacar más de algunas monedas por un delincuente de tan poca monta en una isla como aquella, sin embargo la ruta de escape del sospechoso se vio cortada por una chica de extraña apariencia que comenzó a hablar y comportarse de una forma más que extraña.
Tras aquella intrusión la fémina se mantuvo callada, acomodo su pistola en la mano izquierda y se preparó para desenfundar la segunda pistola o la escopeta recortada con su mano derecha -Mocosa- la mujer hablaba en un claro tono entre el desinterés y la molestia -¿Quién eres y porque no debería entregarte al gremio de cazadores?- preguntó para identificar a aquella peculiar muchacha.
Nuevas presencias dejaron de ocultarse, o mejor dicho, las alcanzaron, ya que probablemente debían de estar en otro lugar siguiendo o esperando a aquel enclenque y este ultimo de alguna forma les advirtió para que regresaran en su auxilio -Que molesto...- En lugar de alarmarse o dirigir su mirada para intentar ver de cuantos enemigos se trataba en lugar de ello concentro su vista en los movimientos de la otra rubia y concentro tanto su oído como el poder de su Haki para percibir las presencias enemigas, eran casí una docena de personas contando a aquel malviviente.
Si bien era incapaz de saber dónde estaban concretamente podía sentir sus presencias y sus emociones negativas en el rango de su percepción que era igual o superior al de armas de largo alcance que pudieran tener aquellos don nadie -Tsk, espero que me paguen suficiente para compensar la cantidad de munición que gastaré en ustedes.- Dicho eso la mujer avanzo de frente a la primera presa mientras desenfundaba la escopeta recortada que llevaba debajo de su gabardina, mientras que las primeras detonaciones hacían acto de presencia en aquel callejón ella se aproximaba para quedar a dos metros del primer hombre que desenfundaba su arma mientras que ella gatillaba aquella escopeta recortada a quemarropas contra el desgraciado mientras intentaba no dejar de moverse.
Lo mejor para Jennyfer hubiera sido que aquel tipo se resistiera un poco o le causara algún problema para continuar ejercitándose ya que dudaba sacar más de algunas monedas por un delincuente de tan poca monta en una isla como aquella, sin embargo la ruta de escape del sospechoso se vio cortada por una chica de extraña apariencia que comenzó a hablar y comportarse de una forma más que extraña.
Tras aquella intrusión la fémina se mantuvo callada, acomodo su pistola en la mano izquierda y se preparó para desenfundar la segunda pistola o la escopeta recortada con su mano derecha -Mocosa- la mujer hablaba en un claro tono entre el desinterés y la molestia -¿Quién eres y porque no debería entregarte al gremio de cazadores?- preguntó para identificar a aquella peculiar muchacha.
Nuevas presencias dejaron de ocultarse, o mejor dicho, las alcanzaron, ya que probablemente debían de estar en otro lugar siguiendo o esperando a aquel enclenque y este ultimo de alguna forma les advirtió para que regresaran en su auxilio -Que molesto...- En lugar de alarmarse o dirigir su mirada para intentar ver de cuantos enemigos se trataba en lugar de ello concentro su vista en los movimientos de la otra rubia y concentro tanto su oído como el poder de su Haki para percibir las presencias enemigas, eran casí una docena de personas contando a aquel malviviente.
Si bien era incapaz de saber dónde estaban concretamente podía sentir sus presencias y sus emociones negativas en el rango de su percepción que era igual o superior al de armas de largo alcance que pudieran tener aquellos don nadie -Tsk, espero que me paguen suficiente para compensar la cantidad de munición que gastaré en ustedes.- Dicho eso la mujer avanzo de frente a la primera presa mientras desenfundaba la escopeta recortada que llevaba debajo de su gabardina, mientras que las primeras detonaciones hacían acto de presencia en aquel callejón ella se aproximaba para quedar a dos metros del primer hombre que desenfundaba su arma mientras que ella gatillaba aquella escopeta recortada a quemarropas contra el desgraciado mientras intentaba no dejar de moverse.
Jennyfer
Hoja de personaje
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Creado por Harley Quinn Mar Sep 13, 2016 4:38 pm
La cazarrecompensas se mantuvo todo lo quieta que pudo para no llamar por completo la atención de los piratas con algún movimiento brusco. Estuvo a la espera de que alguien ejecutara su primer disparo o golpe para aprovechar el momento. Tenía ya el revólver blanco y negro en una mano, bajo la chaqueta, y el bate metálico en la otra. Preparada miró a su alrededor y para su sorpresa la primera en moverse fue la mujer de rubio cabello y cicatrices en la piel. Bajo la gabardina escondía una escopeta recortada con la que realizó los primeros disparos contra el pirata que tenía en frente. Aprovechando la situación, la cazarrecompensas se apoyó sobre el cuerpo del ya inerte hombre y se impulsó contra la pared que tenía en frente, dada la estrechez del callejón, para así saltar y dar una vuelta completa en el aire. Disparó a dos de los piratas antes de tocar el suelo, en uno acertó en el pecho, el otro se desvió hasta su pierna. Lanzó el revólver al aire y cayó sobre el tejado apoyada sobre una rodilla. El pirata con el disparo en la pierna se abalanzó sobre ella con una espada de corta longitud y Harley giró sobre sí misma golpeándole en la herida y haciéndolo así caer para desviar su estocada. Entonces se alzó y con fuerza golpeó el rostro del pirata. Por último cogió con la otra mano el revólver que justo acababa de caer y apuntó hacia el tejado de en frente.—¿El siguiente?.—Preguntó tras dar un soplido a un mechón que colgaba a un lado de su rostro.
—Por cierto, no me llamo "mocosa", mi nombre es Harley Quinn, encantada de conocerte.—Sonrió emocionada a la desconocida mujer.—¿Dónde has comprado tu gabardina? ¡Es lo más!.—Le preguntó con una infantil mueca en su rostro.—¿Quiénes os creéis que sois? ¡Os vais a enterar!.—Exclamó en voz alta uno de los piratas desde el tejado del otro edificio y sacó una larga katana.—¡ES QUE NO VES QUÉ ESTAMOS HABLANDO, SERÁS MALEDUCADO!.—Girtó Harley desviando la mirada hacia él completamente enfurecida y disparó tres veces contra aquel tipo antes de que pudiera saltar sobre ella, cayendo así sobre el primer cuerpo, en el suelo del callejón.—Me apetece una chocolatina.—Comentó la rubia tras un repentino cambio de estado, ya calmada. Enfundó su revólver y agarró su bate metálico con las dos manos, entonces saltó hasta el otro tejado y divisó a un grupo de piratas que huía por éstos, saltando de uno a otro.—¡Se escapan!.—Le indicó a la mujer de armas de fuego y salió corriendo tras ellos, tratando de no resbalar sobre las tejas por culpa de sus tacones.
No conocía de nada a aquella mujer, ni siquiera sabía si tenía intención de intentar matarla una vez acabaran con la pelea contra los piratas. Probablemente confundiera a Harley con una pirata, a veces lo hacían, dada su locura y apariencia. La gente en general no solía tomarla en serio como cazarrecompensas hasta que veían los destrozos que era capaz de generar ella sola.
—Por cierto, no me llamo "mocosa", mi nombre es Harley Quinn, encantada de conocerte.—Sonrió emocionada a la desconocida mujer.—¿Dónde has comprado tu gabardina? ¡Es lo más!.—Le preguntó con una infantil mueca en su rostro.—¿Quiénes os creéis que sois? ¡Os vais a enterar!.—Exclamó en voz alta uno de los piratas desde el tejado del otro edificio y sacó una larga katana.—¡ES QUE NO VES QUÉ ESTAMOS HABLANDO, SERÁS MALEDUCADO!.—Girtó Harley desviando la mirada hacia él completamente enfurecida y disparó tres veces contra aquel tipo antes de que pudiera saltar sobre ella, cayendo así sobre el primer cuerpo, en el suelo del callejón.—Me apetece una chocolatina.—Comentó la rubia tras un repentino cambio de estado, ya calmada. Enfundó su revólver y agarró su bate metálico con las dos manos, entonces saltó hasta el otro tejado y divisó a un grupo de piratas que huía por éstos, saltando de uno a otro.—¡Se escapan!.—Le indicó a la mujer de armas de fuego y salió corriendo tras ellos, tratando de no resbalar sobre las tejas por culpa de sus tacones.
No conocía de nada a aquella mujer, ni siquiera sabía si tenía intención de intentar matarla una vez acabaran con la pelea contra los piratas. Probablemente confundiera a Harley con una pirata, a veces lo hacían, dada su locura y apariencia. La gente en general no solía tomarla en serio como cazarrecompensas hasta que veían los destrozos que era capaz de generar ella sola.
Harley Quinn
Hoja de personaje
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Creado por Jennyfer Vie Sep 16, 2016 12:14 pm
Sin lugar a dudas aquella mocosa y payasa debía de tener algo mal en su cabeza, además de ser una mal educada, pero la ex-marine era incapaz de negar que cuanto rebosaba de aquella energía propia de una adolescente o niña pequeña, en el cuerpo de una mujer joven y con la sonrisa de una condenada psicópata, esa última era una característica de los miembros del Cipher Pol hasta donde la Ex-Marine podía recordar así que priorizo la cacería de ratones a intentar confirmar si aquella era una cabra o un lobo en piel de cordero.
A diferencia de la más joven Jennyfer presto atención a su entorno antes de retirarse dio un disparo de escopeta a la pierna a tres de los hombres derribados que comenzaron a chillar como cerdos en el matadero -Así no llegarán muy lejos, suerte encontrando quien los atienda y evitando que los rastree una vez que termine con sus amiguitos.- Tras aquello la pirata volvió a disparar a la mano de uno de aquellos malvivientes -No me vas a disparar por la espalda.- sonrió burlonamente antes de darse la vuelta y comenzar a correr.
Ya habiendo tomado algo de envió y viendo una ventana y una caja apropiadas en el borde del callejón la cazadora salto primero sobre la caja, se impulsó luego en el marco de la ventana y con ambas manos armadas la cazadora se ayudó a impulsarse en la cornisa del techo, lejos del alcance de los enemigos pero ella también demasiado lejos para dispar. Comenzó a correr rápidamente detrás de sus presas y Harley mientras recargaba su escopeta, ciertamente podría haberles seguido con un par de piruetas extravagantes como las realizadas por la joven de peculiar apariencia, sin embargo la veterana había dejado de hacer esas cosas hacía ya bastante tiempo en pros de mejorar su rendimiento a largo plazo.
A diferencia de la más joven Jennyfer presto atención a su entorno antes de retirarse dio un disparo de escopeta a la pierna a tres de los hombres derribados que comenzaron a chillar como cerdos en el matadero -Así no llegarán muy lejos, suerte encontrando quien los atienda y evitando que los rastree una vez que termine con sus amiguitos.- Tras aquello la pirata volvió a disparar a la mano de uno de aquellos malvivientes -No me vas a disparar por la espalda.- sonrió burlonamente antes de darse la vuelta y comenzar a correr.
Ya habiendo tomado algo de envió y viendo una ventana y una caja apropiadas en el borde del callejón la cazadora salto primero sobre la caja, se impulsó luego en el marco de la ventana y con ambas manos armadas la cazadora se ayudó a impulsarse en la cornisa del techo, lejos del alcance de los enemigos pero ella también demasiado lejos para dispar. Comenzó a correr rápidamente detrás de sus presas y Harley mientras recargaba su escopeta, ciertamente podría haberles seguido con un par de piruetas extravagantes como las realizadas por la joven de peculiar apariencia, sin embargo la veterana había dejado de hacer esas cosas hacía ya bastante tiempo en pros de mejorar su rendimiento a largo plazo.
Jennyfer
Hoja de personaje
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Harley Quinn Lun Sep 19, 2016 2:27 pm
La rubia demostró un gran control de sus armas de fuego. Sin duda alguna no eran pocos los años que llevaba de práctica, pues con gran precisión acertó en la mano de uno de los piratas para evitar que éste le disparase, además de dispararle a las piernas de los ya caídos para que no pudieran huir. Si esto último hubiera dependido de Harley, el tiro hubiera sido en el cráneo, su ansia por matar piratas la llevaba demasiado lejos hasta el punto de preferir cobrar menos por la recompensa. Era uno de sus inevitables defectos.
La cazarrecompensas seguía centrada en la persecución de los piratas, estaban demasiado acostumbrados a huir, pero a pesar de sus tacones Harley no los perdía de vista, saltando de tejado en tejado y tratando de esquivar las tejas rotas para no resbalar. Más atrás y casi al mismo ritmo la seguía la tiradora, no importaba los años que le sacara a la rubia, seguía lo suficientemente en forma.
—Rápido, rápido, más rápido.—Comentaba Harley entre risas mientras desenfundaba su revólver con la mano izquierda y apuntaba a los pies de los piratas.—¡Más, más, más, MÁS!.—Les disparó dos veces, fallando ambos tiros pero asustando a los bandidos, que aceleraron más su paso mientras que Harley reía a carcajadas como si fuera una niña pequeña.—¡MAMÁ LOBO ESTÁ EN CASA PEQUEÑOS CERDITOS!.—Gritó eufórica enfundando el revólver y agarrando el bate con ambas manos. Entonces en el siguiente desnivel entre edificios se impulsó con mayor esfuerzo y saltó más de lo habitual, cayendo sobre el próximo tejado golpeándolo con toda la fuerza posible. El impacto de su arma sobre éste generó una onda que se impulsó a gran velocidad levantando y destrozando las tejas hasta que alcanzó los pies de los piratas. Todos sin excepción perdieron por completo el equilibrio y cayeron sobre las baldosas de piedra de la misma plaza en la que la rubia se encontró con el primero de ellos.—Ya sois míos pequeñines.—Sonrió entusiasmada y recuperó de nuevo el ritmo hasta llegar a la posición de los hombres. Éstos estaban tratando de ponerse en pie, doloridos, para escapar entre la multitud, pero la cazarrecompensas saltó sobre ellos, aterrizando de lleno sobre sus torsos, y no tardó en desenfundar de nuevo su revólver.—Harley Quinn, encantada. Podéis consideraros ahora de mi propiedad.—Afirmó apoyando el cañón de su arma sobre la frente del pirata más cercano.—Y esta es mi amiga...—Señaló a la tiradora, que esperaba que ya la hubiera alcanzado, pero no sabía su nombre.—Mi amiga.—Asintió segura de sí misma. Los ciudadanos que se encontraban en la plaza quedaron estupefactos ante aquella escena, formaron un círculo alrededor de la chica y los piratas que había debajo suya. Aquello no ocurría todos los días en una isla tan tranquila como Baterilla, por lo que era toda una novedad.
La cazarrecompensas seguía centrada en la persecución de los piratas, estaban demasiado acostumbrados a huir, pero a pesar de sus tacones Harley no los perdía de vista, saltando de tejado en tejado y tratando de esquivar las tejas rotas para no resbalar. Más atrás y casi al mismo ritmo la seguía la tiradora, no importaba los años que le sacara a la rubia, seguía lo suficientemente en forma.
—Rápido, rápido, más rápido.—Comentaba Harley entre risas mientras desenfundaba su revólver con la mano izquierda y apuntaba a los pies de los piratas.—¡Más, más, más, MÁS!.—Les disparó dos veces, fallando ambos tiros pero asustando a los bandidos, que aceleraron más su paso mientras que Harley reía a carcajadas como si fuera una niña pequeña.—¡MAMÁ LOBO ESTÁ EN CASA PEQUEÑOS CERDITOS!.—Gritó eufórica enfundando el revólver y agarrando el bate con ambas manos. Entonces en el siguiente desnivel entre edificios se impulsó con mayor esfuerzo y saltó más de lo habitual, cayendo sobre el próximo tejado golpeándolo con toda la fuerza posible. El impacto de su arma sobre éste generó una onda que se impulsó a gran velocidad levantando y destrozando las tejas hasta que alcanzó los pies de los piratas. Todos sin excepción perdieron por completo el equilibrio y cayeron sobre las baldosas de piedra de la misma plaza en la que la rubia se encontró con el primero de ellos.—Ya sois míos pequeñines.—Sonrió entusiasmada y recuperó de nuevo el ritmo hasta llegar a la posición de los hombres. Éstos estaban tratando de ponerse en pie, doloridos, para escapar entre la multitud, pero la cazarrecompensas saltó sobre ellos, aterrizando de lleno sobre sus torsos, y no tardó en desenfundar de nuevo su revólver.—Harley Quinn, encantada. Podéis consideraros ahora de mi propiedad.—Afirmó apoyando el cañón de su arma sobre la frente del pirata más cercano.—Y esta es mi amiga...—Señaló a la tiradora, que esperaba que ya la hubiera alcanzado, pero no sabía su nombre.—Mi amiga.—Asintió segura de sí misma. Los ciudadanos que se encontraban en la plaza quedaron estupefactos ante aquella escena, formaron un círculo alrededor de la chica y los piratas que había debajo suya. Aquello no ocurría todos los días en una isla tan tranquila como Baterilla, por lo que era toda una novedad.
Harley Quinn
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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Creado por Jennyfer Lun Sep 19, 2016 8:40 pm
Perseguir maleantes era una buena forma de ejercitarse y demostrar que incluso aunque había perdido mucha de su capacidad física con los años de terapia y el tiempo en reposo ya podía demostrar al menos una parte del rendimiento que había tenido durante sus años dorados como miembro de la marina, cosa que enorgullecía, al menos un poco a la mujer de gélida mirada. Mientras que corrían por los techos era muy fácil escuchar el escándalo que estaba armando aquella jovencita tan gritona, ciertamente era una excéntrica pero como distracción podría llegar a considerarla un recurso más que interesante.
Manteniendo un buen ritmo de respiración la cazadora acelero en su carrera por alcanzar a que se había identificado como Harley, era más rápida que los malvivientes y esa desconocida, sin embargo se les acercaba progresivamente sin recurrir a su máxima velocidad para evitar fatigarse en exceso solo para alcanzarlos, en lugar de ello aprovecho esa distancia para guardar la escopeta recortada y tomar su segunda pistola mientras recargaba la primera asegurándose de estar lista par a lo que pudiera venir. Sin embargo parecía que solo eran ratas ya que aquella mocosa gritona había podido con ellos fácilmente, cosa que decepciono un poco a la veterana.
Una vez que llego al punto donde estaba ahora la aquella lunática de apellido Quinn sobre esos malvivientes -Jennyfer, y no soy tu amiga, apenas nos conocemos.- la rubia sentencio de forma bastante seca antes de dirigir su gélida mirada a la joven. Entonces paso, una bala atravesaba la nuca de la presentada como Quinn, uno de los hombres de la "pila" disparaba a la rubia por la espalda Sin embargo aquello realmente no había ocurrido, no aún, era el poder de la predicción originado en el Kenbunshoku Haki poseído por la veterana que se había activado alertándola del próximo suceso, sin miramientos apunto y disparo antes de que el malviviente siquiera terminara de desenfundar su arma oculta.
-Y salvarte el pellejo no me hace tu amiga, solo quiero escuchar respuestas... Soy una cazadora de recompensas y ahora dime quien eres, porque definitivamente no eres parte de la marina y seguramente recordaría a alguien con esas pintas si nos hubiéramos cruzado en el gremio de cazadores.- aquello ultimo era realmente una gran mentira, sobre todo porque Jennyfer apenas y había pasado una vez por el gremio de cazadores de Baterilla desde que se encontraba en la isla.
Manteniendo un buen ritmo de respiración la cazadora acelero en su carrera por alcanzar a que se había identificado como Harley, era más rápida que los malvivientes y esa desconocida, sin embargo se les acercaba progresivamente sin recurrir a su máxima velocidad para evitar fatigarse en exceso solo para alcanzarlos, en lugar de ello aprovecho esa distancia para guardar la escopeta recortada y tomar su segunda pistola mientras recargaba la primera asegurándose de estar lista par a lo que pudiera venir. Sin embargo parecía que solo eran ratas ya que aquella mocosa gritona había podido con ellos fácilmente, cosa que decepciono un poco a la veterana.
Una vez que llego al punto donde estaba ahora la aquella lunática de apellido Quinn sobre esos malvivientes -Jennyfer, y no soy tu amiga, apenas nos conocemos.- la rubia sentencio de forma bastante seca antes de dirigir su gélida mirada a la joven. Entonces paso, una bala atravesaba la nuca de la presentada como Quinn, uno de los hombres de la "pila" disparaba a la rubia por la espalda Sin embargo aquello realmente no había ocurrido, no aún, era el poder de la predicción originado en el Kenbunshoku Haki poseído por la veterana que se había activado alertándola del próximo suceso, sin miramientos apunto y disparo antes de que el malviviente siquiera terminara de desenfundar su arma oculta.
-Y salvarte el pellejo no me hace tu amiga, solo quiero escuchar respuestas... Soy una cazadora de recompensas y ahora dime quien eres, porque definitivamente no eres parte de la marina y seguramente recordaría a alguien con esas pintas si nos hubiéramos cruzado en el gremio de cazadores.- aquello ultimo era realmente una gran mentira, sobre todo porque Jennyfer apenas y había pasado una vez por el gremio de cazadores de Baterilla desde que se encontraba en la isla.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Harley Quinn Sáb Sep 24, 2016 8:42 am
La mujer de mediana edad alcanzó a la rubia en el suficiente tiempo como para presenciar la escena de Harley sobre el cuerpo de aquellos piratas. La rubia lucía contenta ante aquella caza y estaba dispuesta a entregarlos por una recompensa, aunque le dieran una miseria pues no eran más que bandidos de poca importancia, ratas callejeras que de vez en cuando formaban un pequeño caos fácil de solucionar. La tiradora respondió ante las palabras de la rubia, presentándose como Jennyfer. Ahora ya sabía su nombre.—Oh, no os confundáis, lo que pasa es que es tímida a la hora de hacer amistades.—Respondió la cazarrecompensas ante sus palabras con voz segura, como si la conociera, y asintiendo con la cabeza. No pasaron apenas unos segundos cuando tras sus espaldas la rubia escuchó el sonido de un disparo, se giró asustada mirando a Jennyfer.—¿Salvar-?...Oh...—Harley no comprendió sus palabras hasta que advirtió que uno de los piratas que estaba bajo ella tenía la mano cerca de la funda de su arma de fuego. ¿Pero cómo supo la tiradora tan rápido que tenía intención de dispararla?. No lo comprendía, pero no esperó mucho más encima del cuerpo y de los dos desmayados para ponerse en pie y evitar mancharse de la sangre que brotaba de aquel hombre. La mayoría de los ciudadanos comenzaron a alejarse, algunos probablemente asustados y otros aliviados.
—¿Gremio de cazadores?.—Harley alzó su mirada para cruzarla con la de la tiradora.—No sabía que teníamos un gremio, tal vez debería haberme informado más sobre esto antes de empezar...—Hizo una pequeña mueca de disgusto pero enseguida cambió de actitud.—¡Pues podrías enseñármelo!.—Alzó el puño entusiasmada.—Y supongo que te debo una, amiga.—Esbozó una infantil sonrisa y tras ello sacó una cuerda del bolsillo de su chaqueta, entonces se dispuso a atar las manos y pies de dos de los piratas, el tercero lo dejó libre, después de todo la tiradora no le había dejado la opción de vivir.—Supongo que podré volver a por ellos más tarde. ¡Vigílenlos! ¿Sí?.—Les pidió a dos señores de avanzada edad que se encontraban en un banco a unos metros de ella, atentos a la escena que estaban formando las dos cazarrecompensas. Estos se quedaron mirándola sin pronunciar una palabra.—Vaya, aquí la gente necesita más vidilla, ¿no crees?.—Le preguntó a la mujer que había conocido no hace más de una hora.
—¿Gremio de cazadores?.—Harley alzó su mirada para cruzarla con la de la tiradora.—No sabía que teníamos un gremio, tal vez debería haberme informado más sobre esto antes de empezar...—Hizo una pequeña mueca de disgusto pero enseguida cambió de actitud.—¡Pues podrías enseñármelo!.—Alzó el puño entusiasmada.—Y supongo que te debo una, amiga.—Esbozó una infantil sonrisa y tras ello sacó una cuerda del bolsillo de su chaqueta, entonces se dispuso a atar las manos y pies de dos de los piratas, el tercero lo dejó libre, después de todo la tiradora no le había dejado la opción de vivir.—Supongo que podré volver a por ellos más tarde. ¡Vigílenlos! ¿Sí?.—Les pidió a dos señores de avanzada edad que se encontraban en un banco a unos metros de ella, atentos a la escena que estaban formando las dos cazarrecompensas. Estos se quedaron mirándola sin pronunciar una palabra.—Vaya, aquí la gente necesita más vidilla, ¿no crees?.—Le preguntó a la mujer que había conocido no hace más de una hora.
Harley Quinn
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jennyfer Mar Sep 27, 2016 4:07 pm
Si había algo que aquella chica, Harley, tenía como para ser halagado era su total falta de preocupación y absoluta desfachatez al momento de referirse al resto de personas, cosa que tampoco era una característica extraña en el mundo en que vivían ni era una característica positiva, pero cuanto menos era algo que merecía ser mencionado, sin embargo no sería la originaria de Ohara quien halagaría a alguien por esas características.
-Mocosa, te dije que no eres mi amiga.- repitió de forma despreocupada mientras revisaba de recargar sus pistolas antes de guardarlas sin embargo dirigió una mirada molesta a la joven antes de continuar cuando escuchaba que ni siquiera sabía del gremio -... Realmente, hoy en día cualquiera se puede hacer llamar cazador...- suspiro mientras terminaba de guardar sus armas y revisaba bien los seguros de las mismas.
La mujer de gélida mirada hizo mentalmente un recuento de balas y comenzó a buscar para extraer su mechero de entre los bolsillos de su ropa mientras empezaba a hablar-Antes de enseñarte ningún lugar te enseñare modales básico, primero las cosas se piden por favor, segundo no te tomes tanta confianza si otras personas no te lo dan y tercero no dejes tu basura tirada- dijo exasperada mientras señalaba la pila de malvivientes con el mechero ya en su mano.
-Además de que si los dejas allí cualquier marine puede venir, llevárselos y decir que el los capturo, más cuidad mocosa.- dijo mientras que se daba la vuelta para empezar a caminar con rumbo al callejón donde había comenzado aquella persecución -Tenemos que buscar a los que seguramente siguen desangrándose o valdrán menos si mueren, además, necesito relajarme un poco si vas a estar cerca.- comento mientras sacaba medio habano de entre sus ropas y lo encendía para comenzar a fumar.
-Mocosa, te dije que no eres mi amiga.- repitió de forma despreocupada mientras revisaba de recargar sus pistolas antes de guardarlas sin embargo dirigió una mirada molesta a la joven antes de continuar cuando escuchaba que ni siquiera sabía del gremio -... Realmente, hoy en día cualquiera se puede hacer llamar cazador...- suspiro mientras terminaba de guardar sus armas y revisaba bien los seguros de las mismas.
La mujer de gélida mirada hizo mentalmente un recuento de balas y comenzó a buscar para extraer su mechero de entre los bolsillos de su ropa mientras empezaba a hablar-Antes de enseñarte ningún lugar te enseñare modales básico, primero las cosas se piden por favor, segundo no te tomes tanta confianza si otras personas no te lo dan y tercero no dejes tu basura tirada- dijo exasperada mientras señalaba la pila de malvivientes con el mechero ya en su mano.
-Además de que si los dejas allí cualquier marine puede venir, llevárselos y decir que el los capturo, más cuidad mocosa.- dijo mientras que se daba la vuelta para empezar a caminar con rumbo al callejón donde había comenzado aquella persecución -Tenemos que buscar a los que seguramente siguen desangrándose o valdrán menos si mueren, además, necesito relajarme un poco si vas a estar cerca.- comento mientras sacaba medio habano de entre sus ropas y lo encendía para comenzar a fumar.
Jennyfer
Hoja de personaje
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(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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