Online
Conectarse
En total hay 11 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 11 Invitados
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 1.
Creado por Kronos Jue Oct 13, 2016 7:30 pm
Mi puño impactó de lleno contra la madera. Una pequeña abolladura del tamaño de mi puñetazo adornaba ahora la puerta de aquél local. Mierda. Frunciendo el ceño analicé con la mirada a todos y cada uno de los presentes. Hijos de puta, todos, sin saltar a nadie. - Sal hijo de la gran puta, sal - Grité. Todos los presentes me miraban estupefactos. Nadie se atrevía a decir nada, los mas discretos me miraban por el rabillo del ojo mientras bebían callados sus cervezas. - Ahora no te escondas, te pillaré si o si, cabrón - Veras, yo solía frecuentar aquél local, casi a diario me encontraba allí, era bien conocido. Algunos me veían como un bandido de poca monta, otros una persona que por cierta suma de dinero te limpiaba el nombre. Hasta allí todo correcto; los problemas empiezan cuando unos días atrás conocí a "Coyote", un cabrón de metro y medio, calvo y con una barriga cervecera. Coyote tenia buena fama por aquella región, su droga era alabada por todos, la calidad era de lo mas grande. Palabrería barata. Decidí hacer caso a los rumores y comprarle a Coyote su tan famosa coca, de vez en cuando me venia bien esnifar un poco.
He allí la sorpresa. Después de pagarle al alopécico enano hijo de puta y darme su coca, me dispuse a esnifarla. Tres rayas por quinientos berries, un buen precio. Agaché la cabeza de modo que mi nariz rozara la mesa y esnifé la primera raya. Argh. Sentí como me elevaba, mi cabeza daba vueltas. Me apoyé sobre el respaldo de la silla mirando el techo, atónito. Mis pupilas se dilataron. Tiza. El hijo puta me habia vendido tiza y muy poca coca. Me habían estafado. Cuando recobré la postura, salí en busca de ese enano cabrón. Salió por detrás de una puerta, con las manos en alto y con una mueca de exagerado miedo. En su mano izquierda una bolsita llena de polvos blancos. - Toma, entera, pura coca. Fue un error, de verdad, lo juro – Me acerqué, aparentemente sereno, y tomé la bolsita. 500g. Me di media vuelta como si me fuera a ir y, justo en el ultimo momento, giré sobre mis talones propinándole un puñetazo en todo el mentón al puto alopécico. - Pequeño trozo de mierda, a mi no me tima nadie - Y me senté en la mesa de justo al lado, apoyando mis piernas sobre el cuerpo desfallecido del pitufo.
He allí la sorpresa. Después de pagarle al alopécico enano hijo de puta y darme su coca, me dispuse a esnifarla. Tres rayas por quinientos berries, un buen precio. Agaché la cabeza de modo que mi nariz rozara la mesa y esnifé la primera raya. Argh. Sentí como me elevaba, mi cabeza daba vueltas. Me apoyé sobre el respaldo de la silla mirando el techo, atónito. Mis pupilas se dilataron. Tiza. El hijo puta me habia vendido tiza y muy poca coca. Me habían estafado. Cuando recobré la postura, salí en busca de ese enano cabrón. Salió por detrás de una puerta, con las manos en alto y con una mueca de exagerado miedo. En su mano izquierda una bolsita llena de polvos blancos. - Toma, entera, pura coca. Fue un error, de verdad, lo juro – Me acerqué, aparentemente sereno, y tomé la bolsita. 500g. Me di media vuelta como si me fuera a ir y, justo en el ultimo momento, giré sobre mis talones propinándole un puñetazo en todo el mentón al puto alopécico. - Pequeño trozo de mierda, a mi no me tima nadie - Y me senté en la mesa de justo al lado, apoyando mis piernas sobre el cuerpo desfallecido del pitufo.
Kronos
Hoja de personaje
Nivel:
(2/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Angelo Jaguerjakert Vie Oct 14, 2016 5:19 am
Cerveza en mano, Angelo era un espectador mal, oculto bajo el recoveco sin luz que el local hacía justo al final de la sala, desde allí contemplaba con una sonrisa lo que aquel tipo hacía, un cocainómano más, el último para “Coyote” alguno tenía que partirle la boca bien partida. - ¡Maldita sea! - Vocifera el señor Alonso, dueño del local y varón de cerca de los ochenta años, pero un musculoso y espectacular físico. Parece ofuscado, pero no con el hombre que abatió a su conocido amigo “Coyote”. Lejos de eso rebusca entre la caja fuerte, saca varios fajos de billetes y se aproxima hasta la mesa en la que se encuentra el ex cazador de recompensas y ahora criminal, Angelo. Para frente al moreno, quién bebe tranquilamente sin prestarle atención, el anciano suelta sobre la mesa los billetes a lo que Angelo responde levantando la copa y brindando el solo. - Ahí tienes. - Dice con rabia mientras se da la vuelta para volver a su barra. - Quién diría que ese maldito mequetrefe moriría justo hoy, eso sí que es suerte. – Un silencio sibilino se extiende por el local.
Angelo estaba allí desde hacía un par de días y se topó de frente por cosas del azar una “porra” donde varias personas estaban apuntadas para ver cuál era el día de su muerte. Casualmente el moreno apostó y dos días después allí estaban, entregándole varios fajos de billetes. Uno de los fajos vuela hacia el hombre que con una ironía desbordante posa sus pies sobre el ya difunto traficante. El fajo choca contra el pecho de este y nuevamente, desde el fondo de la taberna, la copa de aquel tipo se levanta en forma de agradecimiento. Acababa de hacerle ganar bastante dinero como para vivir cierto tiempo, la suerte le había acompañado y es que qué era la vida sin la melancólica suerte. La oscuridad le daban un enfoque agresivo a los ojos rojos de Angelo, quién seguía contemplando. Un sombrero ocultaba parte de su rostro, un sombrero negro con una cinta dorada en medio. ¿Hoy sería el día de aumentar su wanted?
Angelo estaba allí desde hacía un par de días y se topó de frente por cosas del azar una “porra” donde varias personas estaban apuntadas para ver cuál era el día de su muerte. Casualmente el moreno apostó y dos días después allí estaban, entregándole varios fajos de billetes. Uno de los fajos vuela hacia el hombre que con una ironía desbordante posa sus pies sobre el ya difunto traficante. El fajo choca contra el pecho de este y nuevamente, desde el fondo de la taberna, la copa de aquel tipo se levanta en forma de agradecimiento. Acababa de hacerle ganar bastante dinero como para vivir cierto tiempo, la suerte le había acompañado y es que qué era la vida sin la melancólica suerte. La oscuridad le daban un enfoque agresivo a los ojos rojos de Angelo, quién seguía contemplando. Un sombrero ocultaba parte de su rostro, un sombrero negro con una cinta dorada en medio. ¿Hoy sería el día de aumentar su wanted?
Angelo Jaguerjakert
Hoja de personaje
Nivel:
(4/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Página 1 de 1.
|
|