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Creado por Dante Bizarro Jue Feb 04, 2016 9:13 am
Dante estaba parado, delante de las grandes puertas de aquella base revolucionaria. Dante ya llevaba tiempo pensando en unirse a la Armada Revolucionaria después de la muerte de sus padres, ya que él mismo era partidario de esas ideas y, su sueño; derrocar al Gobierno Mundial y asesinar a los Tenryubitos, encajaba a la perfección con esos ideales. Ya llevaba un tiempo ayudando a la Armada Revolucionaria con pequeños altercados y además el había sido criado en aquel ambiente pues sus padres habían sido miembros importantes de esta, pero los hacía sin órdenes, siguiendo únicamente su instinto y, además, los altercados los producía sin formar parte de la ya mencionada Armada y, en vez de un Revolucionario, algunas veces era confundido con un simple pandillero de estos de tres a cuarto que se aburrían mucho y, eso no lo soportaba.
Antes de entrar, Dante, comenzó a recordar su vida pasada en Wano, aquella isla de Samuráis los cuáles lo veían como a un bicho raro, esos mismos Samuráis sólo se preocupaban de ellos y de su honor, ni de sus familias ni de nada; ellos sólo eran fieles al honor.
Entre las grandes familias de Samuráis había numerosos torneos para dictaminar a la mejor familia, pero siempre peleaban los adultos, Dante, que por aquellas sólo tenía 14 años solamente observaba cómo aquellas bestias, de las cuáles una era su padre, se peleaban entre ellos. Aquellas batallas eran únicamente para ver la capacidad de combate de cada familia, ya que poco a poco, la isla fue “modernizándose” y empezando a darle un poco de lado al famoso “Honor”.
Antes de entrar, Dante, comenzó a recordar su vida pasada en Wano, aquella isla de Samuráis los cuáles lo veían como a un bicho raro, esos mismos Samuráis sólo se preocupaban de ellos y de su honor, ni de sus familias ni de nada; ellos sólo eran fieles al honor.
Entre las grandes familias de Samuráis había numerosos torneos para dictaminar a la mejor familia, pero siempre peleaban los adultos, Dante, que por aquellas sólo tenía 14 años solamente observaba cómo aquellas bestias, de las cuáles una era su padre, se peleaban entre ellos. Aquellas batallas eran únicamente para ver la capacidad de combate de cada familia, ya que poco a poco, la isla fue “modernizándose” y empezando a darle un poco de lado al famoso “Honor”.
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Creado por Dante Bizarro Jue Feb 04, 2016 9:15 am
Desgraciadamente, aún había una familia que seguía rigiéndose por aquellas antiguas normas cómo las de combate a muerte o la entrega de la katana del vencido. Esa misma familia, retó a todas las familias de Wano a un singular combate, ya que, cómo no tenían buenos espadachines adultos, decidieron retar al resto de familias a un combate de chicos entre 6 y 15 años. La descabellada idea de la familia surgió a partir de todas las humillaciones sufridas anteriormente hacia los espadachines adultos, pero, el descendiente de la familia que participaría, era conocido cómo el “Comedor de Almas”, pues, era un grandísimos espadachín y, a la vez, un sádico con locura, puede que llegando incluso al canibalismo. Dante sabía que la mayoría de familias samuráis tenían hijos criados desde pequeños en el manejo de la espada pero, él no era menos. Dante desde pequeño, fue aprendiendo poco a poco en el manejo de la katana, pero cómo no daba luchado con un arma tan pequeña, a los 7 años, comenzó a hacer uso de las Nodachis (Katanas más grandes, de aproximadamente 1,20 m). Muchos de los habitantes decían que el duelo del futuro sería el de Dante contra Ken “Comedor de Almas”; el hijo de la odiosa familia que propuso el torneo. Ken utilizaba un estilo de lucha el cuál constaba en el uso de un Zanbato a dos manos y una katana en la boca, un estilo creado por la propia familia, pero sólo Ken heredara las capacidades físicas para poder utilizarlo. Los padres del futuro reolucionario estaban en su tierra natal de visita y, al haber pertenecido a la realeza del país también estaban invitados, por lo que Dante tuvo que ir de manera obligatoria; sin rechistar.
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Creado por Dante Bizarro Jue Feb 04, 2016 9:18 am
Cuándo la batalla dio comienzo en el precioso ring de 80 m cuadrados en el cuál se disputaría la Battle Royal. Dante decidió mantenerse alejado de la batalla y reservarse para los enemigos duros de roer, ya que al principio únicamente luchaban los peores guerreros o los de las peores familias. Ken arrasó con todos los jóvenes samuráis que tenía delante, intentando sacarles hasta la última gota de sangre de sus cuerpos. Cuándo el horripilante espectáculo propiciado por Ken finalizó, Dante se dirigió hacia él, queriendo finalizar rápidamente esa estúpida batalla, ya que la familia Kurok (la familia de Ken) había dictaminado que la batalla acabaría cuándo su elegido no pudiese luchar más; ya que suponían que en ese entonces, no habría ningún otro espadachín en pie. La reacción de Ken al ver a Dante fue una mirada siniestra, cargada de odio.
-Prepárate para que te enseñe cómo se extirpa un corazón- soltó Ken a sabiendas de los estudios de Dante.
-Lo siento, pero creo que el aprendiz de cirujano aquí soy yo- respondió Dante- y por cierto, espero que no te importe pero, luego de que te venza te usaré para mis prácticas quirúrjicas.
Tras el intercambio de palabras, Dante se lanzó cómo un demonio con su Nodachi desenfundada en la mano contra un iracundo caníbal el cuál lo paro en seco con la Zanbato que portaba. Si, aquel enfrentamiento entre dos grandes promesas de la isla de los samuráis sería interesante, además, a sabiendas de los ideales opuestos entre ambas familias y por lo tanto entre ambos chicos.
-Prepárate para que te enseñe cómo se extirpa un corazón- soltó Ken a sabiendas de los estudios de Dante.
-Lo siento, pero creo que el aprendiz de cirujano aquí soy yo- respondió Dante- y por cierto, espero que no te importe pero, luego de que te venza te usaré para mis prácticas quirúrjicas.
Tras el intercambio de palabras, Dante se lanzó cómo un demonio con su Nodachi desenfundada en la mano contra un iracundo caníbal el cuál lo paro en seco con la Zanbato que portaba. Si, aquel enfrentamiento entre dos grandes promesas de la isla de los samuráis sería interesante, además, a sabiendas de los ideales opuestos entre ambas familias y por lo tanto entre ambos chicos.
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Creado por Dante Bizarro Jue Feb 04, 2016 9:20 am
-Bueno, creo que me tendré que poner serio- dijo Dante pretendiendo enfadar aún más al descendiente de la familia Kurok.
-Por muy serio que te pongas, no podrás evitar perder tu corazón- le respondió Ken mientras sus músculos se relajaban.
-Regla uno para un luchador de cualquier estilo; no relajar nunca los músculos en una batalla- dijo Dante mientras aprovechaba para lanzar un tajo al abdomen del Comedor de Almas, quien no pudo esquivarlo.
-Kurojejejejeje- se rió con cinismo Ken mientras se lamía pasaba la mano por la herida para luego llevarla a la boca.- Por muchos cortes que me des, tu serás el primero en caer- siguió el Kurok mientras daba un gran corte con la Zanbato y con la Katana a la vez, produciendo la pérdida de equilibrio de Dante, lo que por consiguiente lo mandó al suelo.
Dante, indefenso en el suelo no pudo hacer otra cosa más que esquivar el primer tajo que le fue directo a la cabeza, protegiéndose con su propio hombro, creándole un gran corte que a poco más acaba con la pérdida del brazo izquierdo de Dante.
Luego de eso, Dante consigue agarrar su Nodachi y contraataca lanzando otro tajo hacia la pierna de Ken, el cuál, esquiva rápidamente, pero al esquivar Ken el tajo, le deja tiempo a Dante, que lo aprovecha para ponerse en pie y seguir con la batalla. Alrededor, también se estaban librando batallas que poco a poco se iban intensificando más y más, liberando más sangre y sacándole gritos a todos los presentes, tanto a los espadachines cómo a los espectadores que, horrorizados, tenían que observar semejante escena de sadismo y locura, provocada sobretodo por el “Honor” familiar, el cuál le impidió a todas las familias samuráis la ausencia de uno de sus descendientes.
-Por muy serio que te pongas, no podrás evitar perder tu corazón- le respondió Ken mientras sus músculos se relajaban.
-Regla uno para un luchador de cualquier estilo; no relajar nunca los músculos en una batalla- dijo Dante mientras aprovechaba para lanzar un tajo al abdomen del Comedor de Almas, quien no pudo esquivarlo.
-Kurojejejejeje- se rió con cinismo Ken mientras se lamía pasaba la mano por la herida para luego llevarla a la boca.- Por muchos cortes que me des, tu serás el primero en caer- siguió el Kurok mientras daba un gran corte con la Zanbato y con la Katana a la vez, produciendo la pérdida de equilibrio de Dante, lo que por consiguiente lo mandó al suelo.
Dante, indefenso en el suelo no pudo hacer otra cosa más que esquivar el primer tajo que le fue directo a la cabeza, protegiéndose con su propio hombro, creándole un gran corte que a poco más acaba con la pérdida del brazo izquierdo de Dante.
Luego de eso, Dante consigue agarrar su Nodachi y contraataca lanzando otro tajo hacia la pierna de Ken, el cuál, esquiva rápidamente, pero al esquivar Ken el tajo, le deja tiempo a Dante, que lo aprovecha para ponerse en pie y seguir con la batalla. Alrededor, también se estaban librando batallas que poco a poco se iban intensificando más y más, liberando más sangre y sacándole gritos a todos los presentes, tanto a los espadachines cómo a los espectadores que, horrorizados, tenían que observar semejante escena de sadismo y locura, provocada sobretodo por el “Honor” familiar, el cuál le impidió a todas las familias samuráis la ausencia de uno de sus descendientes.
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Creado por Dante Bizarro Jue Feb 04, 2016 9:21 am
-Bueno, si tú no me das sangre, iré a por el resto- le dijo desde la lejanía el Kurok a Dante mientras se dirigía hacia una pequeña niña de no más de ocho años que había permanecido oculta todo el tiempo para intentar librarse de tener que luchar. La niña en cuestión era la única descendiente menor de 15 años de su familia, la cuál era de las clases más pobres, lo que le impedía a la propia familia de la niña pagar por aprender a ser una “mujer” según el código de “Honor” de los samuráis de Wano.
Dante, tras observar la frágil presa de Ken, comenzó a correr esquivando cuchillos voladores y largas armas del estilo de las Naginatas.
-Maldito- dijo Dante en un murmuro para sí mismo.-No le sirve con sacar sangre de espadachines que saben luchar sino que tiene que ir a por pequeños que nunca en su vida tocaron un arma.- Siguió mientras sacaba una daga de su hakama, ropa que le era obligatorio usar en invitaciones de cualquier tipo recibidas por parte de otras familias.
Dante, tras llegar justo a tiempo para parar el tajo que iba a recibir la pobre niña con su Nodachi, aprovecha su Daga para golpear el pecho de Ken y, sacarla rápidamente para un mayor desgarro. Aquel acto por parte del oscuro rival que antes había tenido una escaramuza con Dante era despreciable y odioso, por que narices iba atacar a una pequeña niña si lo que defiendes es el honor? Ni idea, pero bueno, al fin y al cabo todo eso son estupideces de unos samuráis.
Dante, tras observar la frágil presa de Ken, comenzó a correr esquivando cuchillos voladores y largas armas del estilo de las Naginatas.
-Maldito- dijo Dante en un murmuro para sí mismo.-No le sirve con sacar sangre de espadachines que saben luchar sino que tiene que ir a por pequeños que nunca en su vida tocaron un arma.- Siguió mientras sacaba una daga de su hakama, ropa que le era obligatorio usar en invitaciones de cualquier tipo recibidas por parte de otras familias.
Dante, tras llegar justo a tiempo para parar el tajo que iba a recibir la pobre niña con su Nodachi, aprovecha su Daga para golpear el pecho de Ken y, sacarla rápidamente para un mayor desgarro. Aquel acto por parte del oscuro rival que antes había tenido una escaramuza con Dante era despreciable y odioso, por que narices iba atacar a una pequeña niña si lo que defiendes es el honor? Ni idea, pero bueno, al fin y al cabo todo eso son estupideces de unos samuráis.
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Creado por Dante Bizarro Lun Feb 08, 2016 12:53 pm
Aquel combate estaba llegando a su fin pues yo mismo me estaba encargando de darle fin al clavarle la daga por la espalda al hijo de la familia Kurok, pero quien sabe, tal como era quizás le gustase aún mas la sangre y bueno, si, en cierta manera yo también era un niño sádico que había tenido que madurar a base de golpes pero bueno, solo me comportaba de esa manera con aquellos que se oponen a la Armada Revolucionaria, a mis héroes e ídolos, ojalá pudiese ingresar en la Armada algún día, si, eso sería un gran logro que me interesaría mucho.
-Hey, espero que te duela-le comenté, para dejarle tiempo a la pobre niña para que esta se apartase de la trayectoria de aquel desgraciado niño que tan odiado era tanto él como su familia pero claro, el Honor es lo que mueve ese país de samuráis que realmente se llevan tan mal entre ellos. Si, el tono utilizado era alegre, denotando una especie de locura por mi parte pero bueno, sin una pizca de locura nunca vas hallar la felicidad.
Tras ese ataque por la espalda, poco después de retirar la daga del cuerpo del enemigo que tenía en ese combate o batalla campal, decidí alejarme un poco ante cualquier respuesta que me podría dar de manera rápida y ante la cual yo estaría totalmente desprotegido, cosa que así ocurrió, disparándome con una pequeña pistola que llevaba escondida entre su hakama, impactándome una de las balas en la pierna derecha.
-Hey, espero que te duela-le comenté, para dejarle tiempo a la pobre niña para que esta se apartase de la trayectoria de aquel desgraciado niño que tan odiado era tanto él como su familia pero claro, el Honor es lo que mueve ese país de samuráis que realmente se llevan tan mal entre ellos. Si, el tono utilizado era alegre, denotando una especie de locura por mi parte pero bueno, sin una pizca de locura nunca vas hallar la felicidad.
Tras ese ataque por la espalda, poco después de retirar la daga del cuerpo del enemigo que tenía en ese combate o batalla campal, decidí alejarme un poco ante cualquier respuesta que me podría dar de manera rápida y ante la cual yo estaría totalmente desprotegido, cosa que así ocurrió, disparándome con una pequeña pistola que llevaba escondida entre su hakama, impactándome una de las balas en la pierna derecha.
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