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Creado por Mei Haiba Mar Mar 15, 2016 1:17 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La calle era larga, de las que más en toda la ciudad, pero aún así el bullicio solía hacerla difícil de transitar, todavía más en un día soleado cómo aquel, en el que todo el mundo parecía haberse puesto de acuerdo para aprovechar e ir a tomar el aire todos al mismo tiempo. Por suerte, la soldado no tenía demasiado problema para avanzar entre el gentío. Su altura, superior a la media, le permitía abrirse paso con relativa facilidad y su agilidad de pies le permitía esquivar sin problemas a los demás e, incluso, escabullirse por espacios en los que el tránsito era más fluido. Todo ello sin dejar, en ningún momento, de mirar a su alrededor, observando los puestos de comida ambulante, las distintas tiendas y, sobretodo, las personas que llenaban el lugar. - Espero que el puerto esté algo más despejado. - pensó, aunque aquello era prácticamente una certeza. El paseo del puerto era mucho más ancho que aquella calle que pese a no ser un callejón, hubiera agradecido un poco más de espacio.
La soldado se dio la vuelta, oteando con la mirada en busca de Alexandra, que le seguía los pasos. - Ya casi hemos llegado. - la rubia alzó la voz, asegurándose de que la otra joven la oyera por encima del ruido de fondo. El puerto estaba sólo a unos cuantos portales de distancia. Si uno agudizaba el oído e intentaba escuchar más allá de los sonidos producidos por los peatones, hasta se podía oír el sonido del mar, de las olas al romper contra el dique y el graznar de las gaviotas. Deka dio un nuevo mordisco a la manzana que había comprado al principio de la calle y continuó con su camino, avanzando cómo fuera posible entre las personas que iban y venían sin para a su alrededor.
Tardó un poco más de lo esperado, pero finalmente la multitud se diluyó y el puerto apareció ante sus ojos. El Sol, radiante, se reflejaba sobre el mar cristalino cómo un espejo. Se trataba de una estampa que le encantaba y era una de las cosas que más añoraba desde que se había unido a la Marina. Cuando vivía con su familia adoptiva, su ventanal daba directamente al mar y le encantaba observar cómo el astro rey hacía relucir el agua al amanecer. Un pequeño placer del que no podía disfrutar en el habitáculo que le habían asignado en la base. - Ya estamos aquí. - comentó en voz alta una vez estuvieron frente al mar. - ¿Qué quieres ir a ver primer en el puerto? - le preguntó a su compañera. Al fin y al cabo ella era la guía, no la visitante, se conocía todo el puerto al dedillo.
La calle era larga, de las que más en toda la ciudad, pero aún así el bullicio solía hacerla difícil de transitar, todavía más en un día soleado cómo aquel, en el que todo el mundo parecía haberse puesto de acuerdo para aprovechar e ir a tomar el aire todos al mismo tiempo. Por suerte, la soldado no tenía demasiado problema para avanzar entre el gentío. Su altura, superior a la media, le permitía abrirse paso con relativa facilidad y su agilidad de pies le permitía esquivar sin problemas a los demás e, incluso, escabullirse por espacios en los que el tránsito era más fluido. Todo ello sin dejar, en ningún momento, de mirar a su alrededor, observando los puestos de comida ambulante, las distintas tiendas y, sobretodo, las personas que llenaban el lugar. - Espero que el puerto esté algo más despejado. - pensó, aunque aquello era prácticamente una certeza. El paseo del puerto era mucho más ancho que aquella calle que pese a no ser un callejón, hubiera agradecido un poco más de espacio.
La soldado se dio la vuelta, oteando con la mirada en busca de Alexandra, que le seguía los pasos. - Ya casi hemos llegado. - la rubia alzó la voz, asegurándose de que la otra joven la oyera por encima del ruido de fondo. El puerto estaba sólo a unos cuantos portales de distancia. Si uno agudizaba el oído e intentaba escuchar más allá de los sonidos producidos por los peatones, hasta se podía oír el sonido del mar, de las olas al romper contra el dique y el graznar de las gaviotas. Deka dio un nuevo mordisco a la manzana que había comprado al principio de la calle y continuó con su camino, avanzando cómo fuera posible entre las personas que iban y venían sin para a su alrededor.
Tardó un poco más de lo esperado, pero finalmente la multitud se diluyó y el puerto apareció ante sus ojos. El Sol, radiante, se reflejaba sobre el mar cristalino cómo un espejo. Se trataba de una estampa que le encantaba y era una de las cosas que más añoraba desde que se había unido a la Marina. Cuando vivía con su familia adoptiva, su ventanal daba directamente al mar y le encantaba observar cómo el astro rey hacía relucir el agua al amanecer. Un pequeño placer del que no podía disfrutar en el habitáculo que le habían asignado en la base. - Ya estamos aquí. - comentó en voz alta una vez estuvieron frente al mar. - ¿Qué quieres ir a ver primer en el puerto? - le preguntó a su compañera. Al fin y al cabo ella era la guía, no la visitante, se conocía todo el puerto al dedillo.
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mei Haiba Sáb Mar 26, 2016 9:34 am
La respuesta de la joven no se hizo esperar, tomando a Deka algo por sorpresa. Al parecer había interpretado mal la confesión de su compañera apenas unos segundos atrás. La soldado había tratado de buscar un significado mucho más profundo a las palabras de Alexandra, seguramente debido al secretismo que había mostrado hasta entonces, cuando en realidad había poco que sonsacar. Cuando decía que no era la misma no lo decía en sentido figurado, sino literal. Y aunque ella no terminaba de comprender exactamente a que se refería, había llegado a la conclusión de que algo bastante malo debía haberle ocurrido en aquel accidente. - Entiendo. - se limitó a responder. Pese a todos sus esfuerzos en hacer hablar a la fémina, ya había tenido suficiente. Era perfectamente consciente de que en toda persona existen líneas que una debe sopesar ampliamente cruzar o no. Y en aquel caso en particular la marine tenía muy claro que seguir avanzando en aquella historia sólo podía terminar mal.
La soldado esbozó una sonrisa cuando el estómago de Alexandra rugió sonoramente, provocando que la muchacha se sonrojara y pidiera disculpas inmediatamente, haciendo que la sonrisa de la marine se ensanchara todavía más. - Creo que ya es hora de ir a buscar algún sitio para comer. - la joven se levantó del suelo y se pasó la mano por el trasero y los muslos, quitándose las piedras y la suciedad que se le pudieran haber pegado al sentarse en el suelo. Acto seguido, inclinándose y tendiendo la mano a su compañera para ayudarla a levantarse, sin darse cuenta de que seguramente en aquella postura su camiseta de tirantes ancha dejara a los ojos de su nueva compañera poco para la imaginación. - Venga, vamos a terminar la visita. - dijo, con tono animado, mientras emprendía la marcha escaleras abajo. Todavía les quedaban varios sitios para ver en Baterilla, el centro de la ciudad, las calles comerciales... Ya tendrían tiempo de seguir viendo todo el resto a lo largo del día. Ahora lo que debían hacer era encontrar un buen sitio para comer y saciar el apetito que también estaba empezando a atacar el estómago de Deka.
La soldado esbozó una sonrisa cuando el estómago de Alexandra rugió sonoramente, provocando que la muchacha se sonrojara y pidiera disculpas inmediatamente, haciendo que la sonrisa de la marine se ensanchara todavía más. - Creo que ya es hora de ir a buscar algún sitio para comer. - la joven se levantó del suelo y se pasó la mano por el trasero y los muslos, quitándose las piedras y la suciedad que se le pudieran haber pegado al sentarse en el suelo. Acto seguido, inclinándose y tendiendo la mano a su compañera para ayudarla a levantarse, sin darse cuenta de que seguramente en aquella postura su camiseta de tirantes ancha dejara a los ojos de su nueva compañera poco para la imaginación. - Venga, vamos a terminar la visita. - dijo, con tono animado, mientras emprendía la marcha escaleras abajo. Todavía les quedaban varios sitios para ver en Baterilla, el centro de la ciudad, las calles comerciales... Ya tendrían tiempo de seguir viendo todo el resto a lo largo del día. Ahora lo que debían hacer era encontrar un buen sitio para comer y saciar el apetito que también estaba empezando a atacar el estómago de Deka.
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Milla Maxwell Dom Mar 27, 2016 8:49 pm
La situación que la fémina había expresado parecía haber sido del agrado de la contraría, esta se había levantado, extendiendo la mano para ayudar a su compañera quien acepto la ayuda con su gélida diestra, obteniendo su "altura" nuevamente, esta se quitaría lo restos que podía tener del suelo al igual que lo había hecho su compañera hacía escasos segundos, la misma compañera que había dejado una vista un tanto ¿agradable? podría decirse sobre su camiseta, algo que, rara vez le importaba a Alex. Aunque aquel no era el momento ni el lugar para realizar tales pensamientos o tales aclaraciones, observando como su rubia compañera comenzaba a descender la Cyborg hizo lo mismo, yendo detrás de su camarada. La nueva misión que habían emprendido las dos jóvenes era una bastante fácil, buscar un sitio para comer, sin embargo, con tal cantidad de gente que había hacía escasas horas, dichos sitios posiblemente estaban repletos.
Los últimos escalones eran por los cuales la rubia cyborg transitaba, sin embargo, como de costumbre, su torpeza comenzó a hacer efecto, ya hacía varios minutos que no lo había hecho, algo demasiado raro, su tropiezo hizo que esta comience a caer de frente hacía el suelo desde el segundo escalón, no era una gran altura, sin embargo, el golpe que estaba asegurado hacía todo el cuerpo de la fémina fue efectuado, una caída sobre su mismo pecho el cual produjo una reacción un molesta en ella junto a un leve quejido el cual podría malinterpretarse fácilmente. - Ahh~... - Aquel quejido bajo y casi con un final melódico fue expulsado por la avergonzada marine quien trataría de recomponerse, el ruido que esta había realizado en la caída junto al pequeño grito que efectuó al momento de empezar su abrupto descenso seguramente llamo la atención de su rubia amiga. - Eso... Dolió... - Diría mientras frotaría con su zurda parte de su pecho y se pondría de rodillas para levantarse de manera segura y no caerse nuevamente.
Los últimos escalones eran por los cuales la rubia cyborg transitaba, sin embargo, como de costumbre, su torpeza comenzó a hacer efecto, ya hacía varios minutos que no lo había hecho, algo demasiado raro, su tropiezo hizo que esta comience a caer de frente hacía el suelo desde el segundo escalón, no era una gran altura, sin embargo, el golpe que estaba asegurado hacía todo el cuerpo de la fémina fue efectuado, una caída sobre su mismo pecho el cual produjo una reacción un molesta en ella junto a un leve quejido el cual podría malinterpretarse fácilmente. - Ahh~... - Aquel quejido bajo y casi con un final melódico fue expulsado por la avergonzada marine quien trataría de recomponerse, el ruido que esta había realizado en la caída junto al pequeño grito que efectuó al momento de empezar su abrupto descenso seguramente llamo la atención de su rubia amiga. - Eso... Dolió... - Diría mientras frotaría con su zurda parte de su pecho y se pondría de rodillas para levantarse de manera segura y no caerse nuevamente.
Milla Maxwell
Hoja de personaje
Nivel:
(26/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mei Haiba Mar Mar 29, 2016 2:32 am
El descenso por las escalera fue tranquilo durante la mayor parte del recorrido pese a las mayores dificultades que suponía descender por unos eslabones en tal mal estado. Pero hasta llegar a los últimos, todo parecía ir sobre ruedas... figuradamente claro está. La soldado realizó el recorrido de forma lenta y cuidadosa ya casi por inercia, había subido y bajado suficientes veces a ese faro cómo para saber que un simple despiste, aunque fuera al final del trayecto, podía terminar suponiendo una caída y un doloroso golpe en el culo. Ella lo sabía y Alexandra iba a descubrirlo en breves. Y es que por motivos totalmente ajenos a la rubia, que estaba de espaldas a ella, la joven resbaló cuando sólo quedaban dos eslabones por bajar. Por suerte la caída no había sido mayor, pero rápidamente la marine se dispuso a ayudar a su compañera tendiéndole la mano para que pudiera levantarse. - Venga, arriba... - dijo mientras trataba de ayudarla a ponerse de pie de nuevo. Una vez conseguido, su siguiente objetivo era volver al bullicio, ahora ya mucho más calmado y controlado, de las calles de Baterilla. Así, Deka recorrería el poco espacio que separaba las escaleras de la puerta del faro y abriría esta última para poder salir al exterior.
Nada más cruzar el umbral, el Sol de mediodía le golpeó directamente en la cara, obligándola a agachar la cabeza y entrecerrar los ojos. Unos ojos que necesitarían unos segundos para pasar de la poca luz del interior del foro a la potente luz directa del exterior, segundos que aprovecharía para darse la vuelta y comprobar que Alexandra la estaba siguiendo. - Ahora podemos ir al centro. Cuando estemos allí ya buscaremos algún sitio para comer algo. - aquel no era el plan inicial de la rubia, pero el hambre apretaba así que no le había quedado más remedio que hacer un cambio sobre la marcha. Ahora lo que debían hacer era encarrilar la misma calle por la que habían bajado al puerto y seguir el ancho paseo que llevaba hasta la zona más céntrica de la ciudad. Una vez allí ya podrían elegir cual de los muchos locales de comida iban a visitar y seguir con su visita.
Nada más cruzar el umbral, el Sol de mediodía le golpeó directamente en la cara, obligándola a agachar la cabeza y entrecerrar los ojos. Unos ojos que necesitarían unos segundos para pasar de la poca luz del interior del foro a la potente luz directa del exterior, segundos que aprovecharía para darse la vuelta y comprobar que Alexandra la estaba siguiendo. - Ahora podemos ir al centro. Cuando estemos allí ya buscaremos algún sitio para comer algo. - aquel no era el plan inicial de la rubia, pero el hambre apretaba así que no le había quedado más remedio que hacer un cambio sobre la marcha. Ahora lo que debían hacer era encarrilar la misma calle por la que habían bajado al puerto y seguir el ancho paseo que llevaba hasta la zona más céntrica de la ciudad. Una vez allí ya podrían elegir cual de los muchos locales de comida iban a visitar y seguir con su visita.
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Milla Maxwell Miér Mar 30, 2016 4:33 pm
La caída de la fémina parecía haberle importado poco a la contraría, o al menos no se había burlado de lo torpe que esta había sido, algo que rara vez se veía, extendiendo su mano para ayudar a levantar a la Cyborg fue la acción que hizo la rubia, mientras que la fémina aceptaría su ayuda, atrapando la mano de la contraría y comenzaría a levantarse de una manera lenta pero segura, mientras que sus manos pasarían por sobre su ropa, tratando de sacar el polvo que el ambiente tenía y el cual seguramente tenía en parte de su ropa observaría como la contraría caminaría hacía la puerta, abriendo esta y saliendo de forma tranquila, chocando de lleno con la luz que era más potente que allí arriba, donde se podía ver gracias a las aberturas que poseía el faro.
Su compañera se dio vuelta, esperando a que la fémina la siguiera, escuchando las palabras que la contraría efectuó Alex simplemente sonrió y acto seguido comenzó a seguir a su compañera. Una sonrisa sincera y agradable sería lo que dominaría el rostro de la fémina el resto del recorrido, llegando al mismo sitio por el cual habían pasado hacía cierto tiempo, ahora pocas personas se veían en la calle debido al calor y al hambre que la mayoría de gente comenzaba a sentir en aquel horario, el mediodía. Ambas mujeres comenzarían a adentrarse al área, observando cada lugar de comidas, aunque la contraría decidió, a fin de cuentas, esta poseía los conocimientos de un sitio adecuado para comer, allí fue cuando ambas ingresaron, la charla avanzó al igual que la comida, la cual se convirtió en un café junto a una charla que duro bastantes horas, ¿De qué hablaban? Quien sabe, eso será algo que solo el futuro podrá develar.
Su compañera se dio vuelta, esperando a que la fémina la siguiera, escuchando las palabras que la contraría efectuó Alex simplemente sonrió y acto seguido comenzó a seguir a su compañera. Una sonrisa sincera y agradable sería lo que dominaría el rostro de la fémina el resto del recorrido, llegando al mismo sitio por el cual habían pasado hacía cierto tiempo, ahora pocas personas se veían en la calle debido al calor y al hambre que la mayoría de gente comenzaba a sentir en aquel horario, el mediodía. Ambas mujeres comenzarían a adentrarse al área, observando cada lugar de comidas, aunque la contraría decidió, a fin de cuentas, esta poseía los conocimientos de un sitio adecuado para comer, allí fue cuando ambas ingresaron, la charla avanzó al igual que la comida, la cual se convirtió en un café junto a una charla que duro bastantes horas, ¿De qué hablaban? Quien sabe, eso será algo que solo el futuro podrá develar.
Milla Maxwell
Hoja de personaje
Nivel:
(26/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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