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Creado por Laura Mar Dic 22, 2015 12:44 am
Sol abrasador de verano, maldito es por todos aquellos viajeros portadores de denso pelaje que a diferencia de la ropa no se puede remover a placer, sin importar el lugar en el que uno se pueda encontrar las estaciones siempre llegaran, aunque uno desee escapar de las mismas siempre le alcanzaran, para bien o para mal así funciona el mundo habitado por todas las razas sin importar su origen, padeciendo esta realidad una mujer mink de denso pelaje grisáceo y marrón caminaba bajo la luz del sol que se posaba cruelmente en el firmamento, la peor hora del día, el momento más caluroso de la semana y todo rodeando a la cansada médica.
Densas gotas de sudor recorrían el rostro de la mujer solo llevaba puestos unos pantalones blancos y nada más, portando el resto de sus prendas junto a su maleta medica colgando de su peluda mano derecha, la mayor parte del cuerpo de la fémina estaba cubierto por aquel pelaje que no ayudaba a soportar las inclemencias del calor, con hastió en su rostro siguió caminando hasta llegar aproximarse a su lugar de destino, ciudad Orange, sus ojos carmesí se posaron en figura de la ciudad mientras una sonrisa de satisfacción se dibujaba en el normalmente firme rostro de la lupina mujer, parecía que pronto llegaría y podría descansar y con algo de suerte podría comenzar la recolección de algunas plantas medicinales que tienden a crecer cerca de los árboles de frutas en aquella zona.
Pero una figura más cercana destruyo sus esperanzas de "llegar tranquilamente", tirado a un costado de una bifurcación cercana yacía en el suelo un muchacho de unos 15 años, un niño desde la perspectiva de la mujer de grisáceo pelaje que maldijo para sus adentros, al acercarse al mismo parecía llevar consigo una pesada carga que en parte se había esparcido por el suelo, pescado y algunas frutas de la región, al acercarse a revisar al muchacho, la médica pudo notar que se había deshidratado y probablemente creía que llegaría de regreso a la ciudad de todas formas pero no había logrado su objetivo. -Niño tonto, no está bien sobre esforzarse, ni tu orden de prioridades...- Había cierto tono despectivo en la voz de la mujer que se arrodillo al lado del "niño" antes de tomar la cantimplora de entre sus propias cosas, estaba vacía.
Sin preocuparse mucho por este hecho la mujer tomo una de las naranjas con una expresión amarga al notar que se habían calentado también. -No hay carne mala para el estómago vacío- Dijo la ojicarmesi con cierta frustración antes de desenvainar el cuchillo que llevaba en su espalda por sobre su cola canina que se agitaba ligeramente por el movimiento de la funda del arma. -Tendría que ver de conseguir utensilios normales algún día...- Tras un momento de cortar frutas y exprimirlas en la boca del muchacho la mujer también tomo el caliente liquido de algunas naranjas antes de ponerse la mochila del joven en la espala después de meter su propia maleta también dentro, pasos previos a tomar al niño, abrazarlo, levantarlo y comenzar a llevarlo de regreso a la ciudad.
Cada paso dado era más largo y cansado, un día largo, un viaje largo, un clima desfavorable, todas las condiciones parecían haberse reunido solo para molestar a la mujer de rasgos animales aquella tarde, aún sin llegar a la ciudad la mujer sabía que le sería difícil llegar, y prefería hacerlo consiente de ser posible, así que opto por pedir ayuda. -Ayuda, oigan, encontré un niño inconsciente en el camino asía aquí, por favor alguien venga a recogernos.- Grito con gran fuerza mientras seguía avanzando rumbo a la ciudad, seguramente la gente en los bordes de la misma podría haberla escuchado.
La los pies de la mujer se detuvieron para tomar un descanso aun sabiendo que traía a alguien más consigo, pero sabiendo que había una ciudad que podría ayudarlos cerca, así que confiando en la suerte del muchacho se arrodillo y lo volvió a dejar en el suelo, tomo su espada y la hizo pasar por entre las mangas e su bata medica antes de sentarse ella y hacerla ondear para aumentar las posibilidades de que alguien los viera sin tener que esforzarse tanto ella misma, después de todo, el muchacho estaría bien, ya había recibido suficiente líquido para salir del embrollo, a diferencia de la mujer lupina se encontraba consiente pero fatigada por culpa del clima y el recorrido.
Densas gotas de sudor recorrían el rostro de la mujer solo llevaba puestos unos pantalones blancos y nada más, portando el resto de sus prendas junto a su maleta medica colgando de su peluda mano derecha, la mayor parte del cuerpo de la fémina estaba cubierto por aquel pelaje que no ayudaba a soportar las inclemencias del calor, con hastió en su rostro siguió caminando hasta llegar aproximarse a su lugar de destino, ciudad Orange, sus ojos carmesí se posaron en figura de la ciudad mientras una sonrisa de satisfacción se dibujaba en el normalmente firme rostro de la lupina mujer, parecía que pronto llegaría y podría descansar y con algo de suerte podría comenzar la recolección de algunas plantas medicinales que tienden a crecer cerca de los árboles de frutas en aquella zona.
Pero una figura más cercana destruyo sus esperanzas de "llegar tranquilamente", tirado a un costado de una bifurcación cercana yacía en el suelo un muchacho de unos 15 años, un niño desde la perspectiva de la mujer de grisáceo pelaje que maldijo para sus adentros, al acercarse al mismo parecía llevar consigo una pesada carga que en parte se había esparcido por el suelo, pescado y algunas frutas de la región, al acercarse a revisar al muchacho, la médica pudo notar que se había deshidratado y probablemente creía que llegaría de regreso a la ciudad de todas formas pero no había logrado su objetivo. -Niño tonto, no está bien sobre esforzarse, ni tu orden de prioridades...- Había cierto tono despectivo en la voz de la mujer que se arrodillo al lado del "niño" antes de tomar la cantimplora de entre sus propias cosas, estaba vacía.
Sin preocuparse mucho por este hecho la mujer tomo una de las naranjas con una expresión amarga al notar que se habían calentado también. -No hay carne mala para el estómago vacío- Dijo la ojicarmesi con cierta frustración antes de desenvainar el cuchillo que llevaba en su espalda por sobre su cola canina que se agitaba ligeramente por el movimiento de la funda del arma. -Tendría que ver de conseguir utensilios normales algún día...- Tras un momento de cortar frutas y exprimirlas en la boca del muchacho la mujer también tomo el caliente liquido de algunas naranjas antes de ponerse la mochila del joven en la espala después de meter su propia maleta también dentro, pasos previos a tomar al niño, abrazarlo, levantarlo y comenzar a llevarlo de regreso a la ciudad.
Cada paso dado era más largo y cansado, un día largo, un viaje largo, un clima desfavorable, todas las condiciones parecían haberse reunido solo para molestar a la mujer de rasgos animales aquella tarde, aún sin llegar a la ciudad la mujer sabía que le sería difícil llegar, y prefería hacerlo consiente de ser posible, así que opto por pedir ayuda. -Ayuda, oigan, encontré un niño inconsciente en el camino asía aquí, por favor alguien venga a recogernos.- Grito con gran fuerza mientras seguía avanzando rumbo a la ciudad, seguramente la gente en los bordes de la misma podría haberla escuchado.
La los pies de la mujer se detuvieron para tomar un descanso aun sabiendo que traía a alguien más consigo, pero sabiendo que había una ciudad que podría ayudarlos cerca, así que confiando en la suerte del muchacho se arrodillo y lo volvió a dejar en el suelo, tomo su espada y la hizo pasar por entre las mangas e su bata medica antes de sentarse ella y hacerla ondear para aumentar las posibilidades de que alguien los viera sin tener que esforzarse tanto ella misma, después de todo, el muchacho estaría bien, ya había recibido suficiente líquido para salir del embrollo, a diferencia de la mujer lupina se encontraba consiente pero fatigada por culpa del clima y el recorrido.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Ishizu Jue Dic 24, 2015 12:37 am
Era un día tranquilo, Ishizu se encontraba paseando tranquilamente por Orange town, no tenía mucho que hacer ese día, hacía ya un mes que había sido transferida a una isla vecina y ese era su día libre… pero no tenía que hacer en esos días, no había forma de que ella visitara tiendas o la ciudad por su tamaño, de todos modos no era tan grande como para permitir que ella caminara por las calles… entonces al menos había conseguido algo de distracción, un amigo suyo le había pedido de favor que recogiera un paquete para su esposa en la isla de al lado debido a que por un problema no tendría día libre esa semana… Ishizu había aceptado solamente para distraerse ese día, nadar hasta la isla vecina era un ejercicio muy fuerte aun para una gigante… pero al final había sido una gran prueba que la había puesto de buen humor, había salido del agua y después de tumbarse un buen rato al sol que la seco, fue a hacer la compra de su amigo, mandando a un niño como mensajero, ahora traía el paquete en su bolsillo herméticamente cerrado para que no se mojara cuando nadara de regreso y solo había querido pasear un poco por la isla.
No había gran cosa pero al menos había conseguido distraerse un rato, incluso Loui había salido de su arete para ir a curiosear por ahí o buscar alguna fruta que comer, cuando de repente había regresado hacia ella
-Qué pasa? Ya te quieres ir? Mejor descansa antes tienes que volar todo el ca…
-PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA!!!!
-QUE ME ESTAS DICIENDO MALDI…
-PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA
El ave empezó a volar en círculos pero alejándose hacia una dirección y después volviendo a su alcanzo, Ishizu comprendió que quería guiarla a algún lugar y decidió seguirlo rápidamente, cuando escucho un grito, se acercó caminando con cuidado, no se atrevía a correr por que podría pisar a quien fuera que estaba pidiendo auxilio y sus sandalias estaban hechas para destripar a quien fuera que pisara, de repente vio que alguien hacia señas y se acercó inclinándose para ver a una mujer y un chico que parecía inconsciente, se inclinó frente a ellos con mucho cuidado pero sin arrodillarse.
-Está bien? Que sucede?...
Vio al chico inconsciente y noto la bata de la mujer, suponiendo que era medico
-Espere un segundo…
Se levantó y salió corriendo hacia una pequeña pared de rocas, se puso uno de sus guantes y se puso a la pared, dio un fuerte puñetazo hacia la pared y después otro y otro hasta hacer una pequeña caverna después volvió corriendo hacia donde estaba la chica Mink
-Permítame…
Se inclinó y tomo al chico con una mano, con la otra empujo suavemente las piernas de la mujer para que cayera a su mano y salió corriendo hacia la cueva, necesitaban alejarse del sol, los acerco y coloco dentro del improvisado refugio para después saca una bota de agua tamaño gigante que colgaba de su cintura
-Tengo aquí de beber… que sucedió los atacaron? Sabe si hay más personas por aquí?
Mientras hablaba Loui se quedo sobre su arete
-Perra perra perra…
No había gran cosa pero al menos había conseguido distraerse un rato, incluso Loui había salido de su arete para ir a curiosear por ahí o buscar alguna fruta que comer, cuando de repente había regresado hacia ella
-Qué pasa? Ya te quieres ir? Mejor descansa antes tienes que volar todo el ca…
-PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA!!!!
-QUE ME ESTAS DICIENDO MALDI…
-PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA PELIGRO PERRA
El ave empezó a volar en círculos pero alejándose hacia una dirección y después volviendo a su alcanzo, Ishizu comprendió que quería guiarla a algún lugar y decidió seguirlo rápidamente, cuando escucho un grito, se acercó caminando con cuidado, no se atrevía a correr por que podría pisar a quien fuera que estaba pidiendo auxilio y sus sandalias estaban hechas para destripar a quien fuera que pisara, de repente vio que alguien hacia señas y se acercó inclinándose para ver a una mujer y un chico que parecía inconsciente, se inclinó frente a ellos con mucho cuidado pero sin arrodillarse.
-Está bien? Que sucede?...
Vio al chico inconsciente y noto la bata de la mujer, suponiendo que era medico
-Espere un segundo…
Se levantó y salió corriendo hacia una pequeña pared de rocas, se puso uno de sus guantes y se puso a la pared, dio un fuerte puñetazo hacia la pared y después otro y otro hasta hacer una pequeña caverna después volvió corriendo hacia donde estaba la chica Mink
-Permítame…
Se inclinó y tomo al chico con una mano, con la otra empujo suavemente las piernas de la mujer para que cayera a su mano y salió corriendo hacia la cueva, necesitaban alejarse del sol, los acerco y coloco dentro del improvisado refugio para después saca una bota de agua tamaño gigante que colgaba de su cintura
-Tengo aquí de beber… que sucedió los atacaron? Sabe si hay más personas por aquí?
Mientras hablaba Loui se quedo sobre su arete
-Perra perra perra…
Ishizu
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Laura Vie Dic 25, 2015 2:53 am
Orange town, un lugar "tranquilo", parte del east blue, el más débil de entre los blues, un lugar el cual una persona normal esperaría que lo más problemático o asombroso que puede encontrarse es un pirata con una recompensa de 3 millones o quizás algún usuario de Akuma no mi si se encontraban en un día particularmente descabellado para los espectadores, tales hechos serían asombrosos y probablemente quedarían en la memoria de la gente que atestiguase esa clase de sucesos que probablemente fueran normales en Grand Line o el nuevo mundo.
Pero la Mink de grisáceo pelaje estaba viendo lo imposible, algo inesperado, teniendo en cuenta lo anterior cabía mencionar que si contamos el "ataque de un pirata de más de 3 millones" como un gran suceso de mala suerte para alguien, con esa clase de cosas en mente Laura pensó por un momento en la cantidad desmedida de buena suerte que tenía que tener el jovencito idiota que había atendido, ¿Cuánta suerte podría tener para que primero pasara una doctora justo por donde él estaba inconsciente y posteriormente viniera en su ayuda una mujer gigante con poca ropa? seguramente para un hombre debía de ser la manifestación de la suerte absoluta un suceso como aquel, un suceso muy poco común que favorecía enormemente al jovencito que yacía en el suelo.
Una mujer gigante llego al rescate de poco después del pedido de auxilio de la doctora que no podía terminar de creer la suerte que tenía que tener aquel muchacho para que los sucesos se dieran de forma tan favorable para su ser, la mujer estaba tan anudada por lo que estaba ocurriendo y la cantidad de buena suerte de aquel joven que simplemente había quedado en shock, un shock tan grave que apenas había podido realizar algún movimiento con su cabeza en el momento en que la mujer gigante le pidió que esperara antes de tomarla en su mano junto al jovencito y llevarlos a una refugio en una cueva literalmente, hecha con sus propias manos, a través de una pared de roca.
Recién cuando le fuera mencionado el vital líquido la Mink acabaría de recuperarse del shock y percatarse tanto de las preguntas hechas por la amable mujer de más de 14 metros de altura y el constante sonido de alguien diciendo "perra, perra, perra..." -Ahm- Aclaro su propia garganta un momento antes de acercarse al recipiente de agua tamaño gigante, donde podría caber ella misma y tomo un poco de agua mientras ordenaba sus pensamientos, antes de comenzar a llenar su propio petate.
-Todavía no le hice una revisión exhaustiva para evitar exponer su piel al sol en estos momentos, dame un momento y te podré dar un veredicto más certero, muchas gracias por tu ayuda, mi nombre es Laura- Aunque la ojicarmesí había empezado a hablar en un tono bastante seco, no había dejado de moverse, con su petate se acercó al muchacho y le ayudo a tomar un poco de agua antes de comenzar a verter el líquido sobre la ropa del mismo.
Después de ver que el agua fuera absorbida por la ropa del joven y esperar un momento la peligrisácea empezó a quitarle la camisa y examinar la parte superior de su cuerpo sin que este pareciera mostrar signos de despertar pronto, le abrió la boca una vez más y comenzó a olfatear en la misma y revisarla para posteriormente asentir con su cabeza como si entendiera todo antes de volver a ponerle la camisa húmeda, y prosiguió a revisarlo de cintura para abajo y después de volver a asentir la fémina procedió a quitarse su bata y ponerla como almohada para el joven.
-Perdón la demora, ya tengo mi diagnóstico, aún tendría que revisar que comió y terminar de ver que lleva entre sus cosas, pero creo ya tener una idea de lo que ocurrió.- Laura comenzó a hablar a la joven de inmensas proporciones sin ninguna clase de miramiento a pesar de no llevar puesta ninguna prenda de ropa de cintura para arriba, dejando expuesto tanto su pelaje como sus armas hasta ahora disimuladas por la amplia bata médica.
-Nadie lo ataco y no creo que haya más personas en su situación, así que puedes relajarte, probablemente se deshidrato porque estuvo tomando alcohol mientras recolectaba y mientras regresaba cayo inconsciente, no parece tener contusiones graves así que fue una caída sin mayores consecuencias. Dudo que exista otro niño tan idiota en esta isla por lo menos… ¿Podrías decirle a esa cosa que deje de llamarme perra? Soy loba, no perra…-
Pero la Mink de grisáceo pelaje estaba viendo lo imposible, algo inesperado, teniendo en cuenta lo anterior cabía mencionar que si contamos el "ataque de un pirata de más de 3 millones" como un gran suceso de mala suerte para alguien, con esa clase de cosas en mente Laura pensó por un momento en la cantidad desmedida de buena suerte que tenía que tener el jovencito idiota que había atendido, ¿Cuánta suerte podría tener para que primero pasara una doctora justo por donde él estaba inconsciente y posteriormente viniera en su ayuda una mujer gigante con poca ropa? seguramente para un hombre debía de ser la manifestación de la suerte absoluta un suceso como aquel, un suceso muy poco común que favorecía enormemente al jovencito que yacía en el suelo.
Una mujer gigante llego al rescate de poco después del pedido de auxilio de la doctora que no podía terminar de creer la suerte que tenía que tener aquel muchacho para que los sucesos se dieran de forma tan favorable para su ser, la mujer estaba tan anudada por lo que estaba ocurriendo y la cantidad de buena suerte de aquel joven que simplemente había quedado en shock, un shock tan grave que apenas había podido realizar algún movimiento con su cabeza en el momento en que la mujer gigante le pidió que esperara antes de tomarla en su mano junto al jovencito y llevarlos a una refugio en una cueva literalmente, hecha con sus propias manos, a través de una pared de roca.
Recién cuando le fuera mencionado el vital líquido la Mink acabaría de recuperarse del shock y percatarse tanto de las preguntas hechas por la amable mujer de más de 14 metros de altura y el constante sonido de alguien diciendo "perra, perra, perra..." -Ahm- Aclaro su propia garganta un momento antes de acercarse al recipiente de agua tamaño gigante, donde podría caber ella misma y tomo un poco de agua mientras ordenaba sus pensamientos, antes de comenzar a llenar su propio petate.
-Todavía no le hice una revisión exhaustiva para evitar exponer su piel al sol en estos momentos, dame un momento y te podré dar un veredicto más certero, muchas gracias por tu ayuda, mi nombre es Laura- Aunque la ojicarmesí había empezado a hablar en un tono bastante seco, no había dejado de moverse, con su petate se acercó al muchacho y le ayudo a tomar un poco de agua antes de comenzar a verter el líquido sobre la ropa del mismo.
Después de ver que el agua fuera absorbida por la ropa del joven y esperar un momento la peligrisácea empezó a quitarle la camisa y examinar la parte superior de su cuerpo sin que este pareciera mostrar signos de despertar pronto, le abrió la boca una vez más y comenzó a olfatear en la misma y revisarla para posteriormente asentir con su cabeza como si entendiera todo antes de volver a ponerle la camisa húmeda, y prosiguió a revisarlo de cintura para abajo y después de volver a asentir la fémina procedió a quitarse su bata y ponerla como almohada para el joven.
-Perdón la demora, ya tengo mi diagnóstico, aún tendría que revisar que comió y terminar de ver que lleva entre sus cosas, pero creo ya tener una idea de lo que ocurrió.- Laura comenzó a hablar a la joven de inmensas proporciones sin ninguna clase de miramiento a pesar de no llevar puesta ninguna prenda de ropa de cintura para arriba, dejando expuesto tanto su pelaje como sus armas hasta ahora disimuladas por la amplia bata médica.
-Nadie lo ataco y no creo que haya más personas en su situación, así que puedes relajarte, probablemente se deshidrato porque estuvo tomando alcohol mientras recolectaba y mientras regresaba cayo inconsciente, no parece tener contusiones graves así que fue una caída sin mayores consecuencias. Dudo que exista otro niño tan idiota en esta isla por lo menos… ¿Podrías decirle a esa cosa que deje de llamarme perra? Soy loba, no perra…-
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Ishizu Mar Dic 29, 2015 6:02 pm
La joven Mink era muy profesional y muy inteligente, Ishizu estaba muy acostumbrada a que la gente se impresionara o asustara por su apariencia, pero ella no perdió el tiempo ni se asustó para nada, solamente se quedó quieta esperando a que hiciera la cueva, permitido que Ishizu la moviera y después empezó a revisar al joven casi de inmediato, Ishizu la miro sentándose al lado de la entrada de la cueva, ella tan bien tenia calor pero no era tanto acostumbrada, por su altura, a que el sol y el calor la afectara aún más que a los demás, por lo que ese clima no la molestaba, espero sentada pero sin poder evitar ver de reojo a la chica que atendía al muchacho ya que aún para un gigante un Mink era… digamos inusual sobre todo ella que no había crecido en el nuevo mundo y por lo tanto no era algo que viera todos los días aunque conocía a todas las razas que vivían por donde ella había nacido, conocía a esas creaturas, finalmente le dijo que le pasaba el chico, ella arqueo la ceja cuando escucho las palabras de la doctora, pensó un poco y golpeo su arete suavemente con el dedo
-Loui cállate…
Estiro la mano cerca de la Mink y en ella se paró el pequeño pájaro mirándola fijamente, la razón por la que hacia eso es para que viera que se tratara de un animalito y nada más y así no se molestara por el nombre
-Es solo Loui, es mi mascota, no te enojes con el… pero ese chico… no se…
Ishizu lo miraba fijamente y después miro su ropa, a el… negó con la cabeza
-Disculpe, doctora-san pero podría revisar su aliento? No se quizás soy algo paranoica pero… este… alguien que estuviera tomado debería tener aliento alcohólico, alguien que cazara tendría armas, alguien que recolectara herramientas y sin una razón real nadie vendría tan lejos de este lugar… además, se necesita mucho para que alguien se deshidrate así, la ciudad está lejos pero no tanto como para dejar a alguien al borde de la muerte… no sé, disculpe no pongo en duda sus capacidades pero mi deber es revisar.
-Loui cállate…
Estiro la mano cerca de la Mink y en ella se paró el pequeño pájaro mirándola fijamente, la razón por la que hacia eso es para que viera que se tratara de un animalito y nada más y así no se molestara por el nombre
-Es solo Loui, es mi mascota, no te enojes con el… pero ese chico… no se…
Ishizu lo miraba fijamente y después miro su ropa, a el… negó con la cabeza
-Disculpe, doctora-san pero podría revisar su aliento? No se quizás soy algo paranoica pero… este… alguien que estuviera tomado debería tener aliento alcohólico, alguien que cazara tendría armas, alguien que recolectara herramientas y sin una razón real nadie vendría tan lejos de este lugar… además, se necesita mucho para que alguien se deshidrate así, la ciudad está lejos pero no tanto como para dejar a alguien al borde de la muerte… no sé, disculpe no pongo en duda sus capacidades pero mi deber es revisar.
Ishizu
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Laura Mar Dic 29, 2015 10:03 pm
Aparentemente aquella fémina de más de 7 veces la altura de Laura tenía alguna clase de duda o sospecha sobre la condición de aquel muchacho que descansaba en el suelo utilizando la bata de la doctora a modo de almohada, con un dejo de irritación en su mirada la Mink se acerco al joven y le abrió la boca. -Estoy bastante segura de que este chico ha estado tomando, en qué cantidad ni hace cuanto tiempo, pero te puedo asegurar que ha estado tomando alcohol y que puedo olerlo.- Aunque el joven debería estar suficientemente bien como para que la gigante volviera a levantarlo con sus manos para llevarlo hasta su propia nariz la medica prefirió abrir la boca del joven inconsciente.
Mientras esperaba cerro sus ojos y comenzó a hablar con en tono despreocupado después de calmarse –Linda mascota, el nombre nunca lo hubiera imaginado, peculiar nombre para un pájaro, pero imagino que tendrás tus razones. Y no e preocupes, mujer precavida vale por dos, además de que seguramente no tengo las pintas de una doctora convencional- La mujer de grisácea cabellera solo estaba hablando para evitar un silencio incomodo mientras la otra “revisaba” a su paciente pero su último comentario era auténticamente humorístico mientras veía su propio y peludo cuerpo y sus ahora expuestas armas.
Pero la mujer de ojos rojos no pudo evitar dejar salir la confianza que tenía en su propio diagnostico, como si al comentar el mismo hiciera ver a la otra persona que se preocupaba demasiado. -Te puedo asegurar sin lugar a dudas que no tiene heridas físicas externas que se puedan apreciar, tanto su piel como sus pulso y respiración me indican que no ha consumido ninguno de los venenos que podría tragarse de alguna planta de la zona en estado natural…- Como si aquellas palabras finales fueran la sentencia de muerte de aquel joven la mujer empalideció, si bien era un chico joven, ella no era oriunda de la isla como para saber si era un habitante del lugar o no, tampoco conocía su pasado, seguramente hubiera piratas y bandidos de montaña de su edad , aún si no fuera el caso tal vez existiese la posibilidad de que alguien le tuviese alguna clase de rencor y quisiera deshacerse de él.
-Oye, ahora que lo dices puede ser otra cosa, no revise la posibilidad de que fuesen parásitos dado que son raros en esta zona, ni venenos elaborados porque asumí que era un muchachito normal el cual no veía como opción a víctima de algún intento de asesinato… pero tienes razón, no lleva herramientas, solo peces y frutos… hay venenos que se pueden disimular con alcohol… pero porque alguien le daría eso… no soy detective ni de la marina como para entender de crímenes, pero te puedo decir algo, si fue envenenado tengo para darle alguna dosis de un antídoto parcial que no anulara el efecto pero reducirá la velocidad si es que se trata de veneno claro esta… ¿Crees que podría haber robado esto y el dueño haberlo envenenado de alguna forma?...-
Si realmente estaba envenenado y aún no había muerto probablemente se tratase de un veneno de por si de efecto lento, así que habría dos posibilidades, ir al pueblo y dejarlo allí esperando que el médico local tenga suficiente conocimiento en venenos como para distinguir de cual se tratara o ir a buscar al que envenenase al chico y de esa forma conseguir el antídoto o al menos el nombre del veneno especifico, tal vez consumiendo dos de las tres dosis del antídoto parcial de Laura el muchacho tendría un día más de tiempo.
Mientras esperaba cerro sus ojos y comenzó a hablar con en tono despreocupado después de calmarse –Linda mascota, el nombre nunca lo hubiera imaginado, peculiar nombre para un pájaro, pero imagino que tendrás tus razones. Y no e preocupes, mujer precavida vale por dos, además de que seguramente no tengo las pintas de una doctora convencional- La mujer de grisácea cabellera solo estaba hablando para evitar un silencio incomodo mientras la otra “revisaba” a su paciente pero su último comentario era auténticamente humorístico mientras veía su propio y peludo cuerpo y sus ahora expuestas armas.
Pero la mujer de ojos rojos no pudo evitar dejar salir la confianza que tenía en su propio diagnostico, como si al comentar el mismo hiciera ver a la otra persona que se preocupaba demasiado. -Te puedo asegurar sin lugar a dudas que no tiene heridas físicas externas que se puedan apreciar, tanto su piel como sus pulso y respiración me indican que no ha consumido ninguno de los venenos que podría tragarse de alguna planta de la zona en estado natural…- Como si aquellas palabras finales fueran la sentencia de muerte de aquel joven la mujer empalideció, si bien era un chico joven, ella no era oriunda de la isla como para saber si era un habitante del lugar o no, tampoco conocía su pasado, seguramente hubiera piratas y bandidos de montaña de su edad , aún si no fuera el caso tal vez existiese la posibilidad de que alguien le tuviese alguna clase de rencor y quisiera deshacerse de él.
-Oye, ahora que lo dices puede ser otra cosa, no revise la posibilidad de que fuesen parásitos dado que son raros en esta zona, ni venenos elaborados porque asumí que era un muchachito normal el cual no veía como opción a víctima de algún intento de asesinato… pero tienes razón, no lleva herramientas, solo peces y frutos… hay venenos que se pueden disimular con alcohol… pero porque alguien le daría eso… no soy detective ni de la marina como para entender de crímenes, pero te puedo decir algo, si fue envenenado tengo para darle alguna dosis de un antídoto parcial que no anulara el efecto pero reducirá la velocidad si es que se trata de veneno claro esta… ¿Crees que podría haber robado esto y el dueño haberlo envenenado de alguna forma?...-
Si realmente estaba envenenado y aún no había muerto probablemente se tratase de un veneno de por si de efecto lento, así que habría dos posibilidades, ir al pueblo y dejarlo allí esperando que el médico local tenga suficiente conocimiento en venenos como para distinguir de cual se tratara o ir a buscar al que envenenase al chico y de esa forma conseguir el antídoto o al menos el nombre del veneno especifico, tal vez consumiendo dos de las tres dosis del antídoto parcial de Laura el muchacho tendría un día más de tiempo.
Laura
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Creado por Ishizu Dom Ene 03, 2016 2:14 pm
Ishizu sonrió aunque un poco sonrojada por la metida de pata de su mascota, algo que la había metido en problemas en el pasado, sonriéndole un poco
-No y es que tan bien… bueno él no sabe bien como describir las cosas
Espero a que le siguiera diciendo todo pero a Ishizu le parecía muy sospechoso que ese chico estuviera tirado así de la nada en un sitio desierto, era algo demasiado raro, finalmente escucho el resto de lo que la mujer Mink le decía, eso al menos parecía tener más sentido, nadie que emborrachara a un chico lo dejaría en medio de la nada para cubrirse suspiro un poco pensando que hacer, ni podía dejarlo ahí a la intemperie ni moverse, pensó un poco y recordó a una pequeña granja que había camino a la ciudad, volteando a ver a la mujer Mink
-Cree que se pueda mover?
Señalo en dirección a la ciudad
-Hay una granja cerca de aquí con mi ritmo serían unos 10 minutos de viaje, no lo puedo dejar aquí pero puedo llevarlos a los 2 a esa granja, tendré que ir a buscar a quienes fueran que le dieron ese alcohol al chico
La miro sonriendo levemente como disculpa, pero la verdad solo hacia su trabajo
-Perdón si pongo muchos peros pero me parecía demasiado extraño que un borracho estuviera tirado en medio de la nada sin botellas, sin nada, lo único que explica que estuviera en este lugar es que lo dejaran ahí para morir confiando en que nadie lo encontraría, no es una zona que la gente de esta isla frecuentan normalmente, por esa razón… solo cumplo mi trabajo lo siento
Acerco su mano acunando levemente al chico con cuidado, pero esperando a las instrucciones de la doctora, aunque esperaba que pudiera ponerlos a salvo, no quería dejarlos solos pero al menos tenía que informar a la marina… que estaba en la isla de al lado, de aquí a que se movieran si alguien había envenenado a ese chico ni lo ayudarían ni atraparían a los responsables, tenía que ir ella en persona
-No y es que tan bien… bueno él no sabe bien como describir las cosas
Espero a que le siguiera diciendo todo pero a Ishizu le parecía muy sospechoso que ese chico estuviera tirado así de la nada en un sitio desierto, era algo demasiado raro, finalmente escucho el resto de lo que la mujer Mink le decía, eso al menos parecía tener más sentido, nadie que emborrachara a un chico lo dejaría en medio de la nada para cubrirse suspiro un poco pensando que hacer, ni podía dejarlo ahí a la intemperie ni moverse, pensó un poco y recordó a una pequeña granja que había camino a la ciudad, volteando a ver a la mujer Mink
-Cree que se pueda mover?
Señalo en dirección a la ciudad
-Hay una granja cerca de aquí con mi ritmo serían unos 10 minutos de viaje, no lo puedo dejar aquí pero puedo llevarlos a los 2 a esa granja, tendré que ir a buscar a quienes fueran que le dieron ese alcohol al chico
La miro sonriendo levemente como disculpa, pero la verdad solo hacia su trabajo
-Perdón si pongo muchos peros pero me parecía demasiado extraño que un borracho estuviera tirado en medio de la nada sin botellas, sin nada, lo único que explica que estuviera en este lugar es que lo dejaran ahí para morir confiando en que nadie lo encontraría, no es una zona que la gente de esta isla frecuentan normalmente, por esa razón… solo cumplo mi trabajo lo siento
Acerco su mano acunando levemente al chico con cuidado, pero esperando a las instrucciones de la doctora, aunque esperaba que pudiera ponerlos a salvo, no quería dejarlos solos pero al menos tenía que informar a la marina… que estaba en la isla de al lado, de aquí a que se movieran si alguien había envenenado a ese chico ni lo ayudarían ni atraparían a los responsables, tenía que ir ella en persona
Ishizu
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Laura Dom Ene 03, 2016 10:04 pm
Por un momento la doctora se quedo estática, pensando en las posibilidades y en lo que la inmensa mujer acababa de decirle, solo fue un breve periodo de tiempo, no más largo que trastabillar en medio de un trote, con eso fue suficiente para que tuviera idea de que hacer. - ¿Cuál es tu trabajo para que esto sea tu deber?... prioridades. Lleva solo al muchacho lo más rápido que puedas, déjame algunas de sus cosas para que vea si puedo distinguir el olor y pasa a buscarme para que vayamos a buscar al responsable de esto, no es realmente mi trabajo dado que ya le he salvado, pero sigo queriendo saber qué clase de persona es la que hizo que tuviera que trabajar en un día tan caluroso como este… ah, llevate los antídotos, que se lo den cada 6 horas, si despierta antes es que no estaba envenenado, si vomita es por la resaca y si pierde el control de sus esfínteres es porque lo apretaste o agitaste demasiado, ahora llévatelo mientras me preparo…- La voz de la pleigrisácea tenía un claro tono de mando, tal vez no fuera intencionado, pero tanto en su voz, como en la postura al dejar los pequeños diales junto al muchacho, era un cambio de actitud realmente infimo pero que comenzaba a denotar su naturaleza predatoria.
Una vez que el muchacho estuvo en las manos de la gigante, la doctora tomo su atuendo, revisando las mangas en un gesto algo extraño a simple vista y después volvió a ponérselo antes de revisar que su cantimplora estuviera llena. Después de renunciar a dos de las tres dosis de antídoto que tenía, la Mink comenzó a estirar sus músculos mientras observaba las pertenencias que había conservado del muchacho, necesitaba dejar salir su lado más salvaje si quería rastrear algún rastro, puede que no fuera una de sus mayores capacidades pero seguía siendo superior a intentar rastrear solamente las huellas que pudieran llegar a encontrar, si es que notaban alguna.
Además, fuera lo que fuera que le había pasado a ese chico, ahora le interesaba, de no ser por la muchacha gigante simplemente hubiera asumido lo que le decían los síntomas y lo hubiera llevado a reposar, pero a causa de la morena, la curiosidad y el instinto de caza de la mujer se habían encendido con suerte su salvadora también ayudaría a dar caza a la persona que había hecho esto a su paciente y le permitirá descubrir por qué las cosas habían acabado así.
Una vez que el muchacho estuvo en las manos de la gigante, la doctora tomo su atuendo, revisando las mangas en un gesto algo extraño a simple vista y después volvió a ponérselo antes de revisar que su cantimplora estuviera llena. Después de renunciar a dos de las tres dosis de antídoto que tenía, la Mink comenzó a estirar sus músculos mientras observaba las pertenencias que había conservado del muchacho, necesitaba dejar salir su lado más salvaje si quería rastrear algún rastro, puede que no fuera una de sus mayores capacidades pero seguía siendo superior a intentar rastrear solamente las huellas que pudieran llegar a encontrar, si es que notaban alguna.
Además, fuera lo que fuera que le había pasado a ese chico, ahora le interesaba, de no ser por la muchacha gigante simplemente hubiera asumido lo que le decían los síntomas y lo hubiera llevado a reposar, pero a causa de la morena, la curiosidad y el instinto de caza de la mujer se habían encendido con suerte su salvadora también ayudaría a dar caza a la persona que había hecho esto a su paciente y le permitirá descubrir por qué las cosas habían acabado así.
Laura
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Creado por Ishizu Dom Ene 10, 2016 12:46 am
Ishizu arqueo una ceja cuando la chica le pregunto cuál era su deber, parecía nerviosa pero después suspiro un poco dedicándole una dulce sonrisa, su padre le había dicho que las creaturas del nuevo mundo que se consideraba exóticas, como sirenas y Mink normalmente desconfiaban de la marina y les temían ya que en esa zona debido a la corrupción los marines eran más enemigo que amigos, por lo que no se tomó a mal que ella se tensara, le sonrió un poco queriendo aliviar el amiente mientras se quitaba sus guanteletes y se los volvía a colgar en el cinturón, su tacto sería muy duro para trasladar al chico y ahora que se sentía mal sin duda quería tratarlo un poquito mejor.
-Soy marine, proteger a esta gente es mi trabajo no puedo permitir que este chico esté en riesgo pero tan bien seria negligente sino fuera a buscar a quien le hizo esto así que no te preocupes no te are daño
Le sonrió a la joven mientras levantaba al chico pero sin poder evitar reír un poco por el tono de la muchacha, sin duda estaba acostumbrada a mandar su tono era casi como… el de sus padres, ella no esperaba oírse así si es que ascendía… en serio esperaba que no pero aun así a veces pensaba que tener un grupo de enanitos haciendo lo que quisiera sería divertido, vio la cara verde del chico e hizo un pequeño gesto de asco pero solo queriendo ser graciosa para bajar la tensión de la Mink la cual estaba empezando a portarse rara, no sabía por qué y aunque no le temía, sin duda su presencia estaba cambiando e impresionaba un poco más como si fuera una bestia salvaje, se encogió de hombros
-Si vomita en mis guantes recién pulidos tendrá problemas… bueno vámonos… sube tu tan bien… este… perdona no quiero ofenderte pero puedes rastrear el olor de este chico? Ha…
Se puso un poco roja, ya que no quería que la chica se ofendiera, pero quizás si podía hacer algo así eso sería muy útil, empezó a balbucear un poquito como tonta durante unos segundos hasta que agito la cabeza
-Este… perdón pero… después de ponerlo a salvo podríamos volver a donde lo encontró y de ahí podría rastrear su olor? Si… si es que puede claro… prometo protegerla… no le pasara nada, puede?
-Soy marine, proteger a esta gente es mi trabajo no puedo permitir que este chico esté en riesgo pero tan bien seria negligente sino fuera a buscar a quien le hizo esto así que no te preocupes no te are daño
Le sonrió a la joven mientras levantaba al chico pero sin poder evitar reír un poco por el tono de la muchacha, sin duda estaba acostumbrada a mandar su tono era casi como… el de sus padres, ella no esperaba oírse así si es que ascendía… en serio esperaba que no pero aun así a veces pensaba que tener un grupo de enanitos haciendo lo que quisiera sería divertido, vio la cara verde del chico e hizo un pequeño gesto de asco pero solo queriendo ser graciosa para bajar la tensión de la Mink la cual estaba empezando a portarse rara, no sabía por qué y aunque no le temía, sin duda su presencia estaba cambiando e impresionaba un poco más como si fuera una bestia salvaje, se encogió de hombros
-Si vomita en mis guantes recién pulidos tendrá problemas… bueno vámonos… sube tu tan bien… este… perdona no quiero ofenderte pero puedes rastrear el olor de este chico? Ha…
Se puso un poco roja, ya que no quería que la chica se ofendiera, pero quizás si podía hacer algo así eso sería muy útil, empezó a balbucear un poquito como tonta durante unos segundos hasta que agito la cabeza
-Este… perdón pero… después de ponerlo a salvo podríamos volver a donde lo encontró y de ahí podría rastrear su olor? Si… si es que puede claro… prometo protegerla… no le pasara nada, puede?
Ishizu
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Creado por Laura Dom Ene 10, 2016 10:53 pm
Al parecer algo de lo que la fémina de grisácea cabellera había dicho, aparentemente el comentario sobre los posibles vómitos de su paciente le habían causado gracia, hasta que ella misma comprobó el aspecto del muchacho, momento en el cual puso una expresión de asco acorde a la que pondría cualquier persona a la que le dijeran que tenía que cargar a un individuo que podría vomitar en cualquier instante si no se tenía suficiente cuidado, cosa que en el caso de la gigante sería bastante difícil de controlar de seguro.
La marina, aquella fémina que incluso tendría problemas para caminar junto a las casas de la gente por su descomunal tamaño pertenecía a la marina, aquellos guanteletes metálicos que enfundaron esas manos que podrían alzarse más de quince metros antes de descender sobre la tierra con el potencial de derrumbar edificios o aplastar personas estaban bajo el mandato de la marina, probablemente si tuviera idea de quién era la Mink ya hubiera intentado capturarla para encerrarla, por suerte parecía que no era el caso hasta el momento.
Así que comenzó a hablar sin mostrar algún otro cambio de actitud más allá de un movimiento de cola -Pareces una chica honesta, me alegra saber de que eres una persona que se dedica al ayudar a que la paz se mantenga entre las personas inocentes.- Una parte de la mink realmente deseaba que aquella mujer gigante fuera una defensora de los inocentes, la ojiazul nuevamente requería a la doctora que subiera a su mano y está subió sin recelo alguno, si hubiera querido atraparla sabiendo quien era ya lo hubiera hecho la primera vez y los instintos de la mink le decían que no se trataba de una amenaza en aquellos momentos.
Tras formular una pregunta bastante normal y de hecho razonable, la joven de cabello oscuro se puso levemente roja, dada la forma en que se dio este cambio era claro que no se trataba de alguna clase de enfermedad o condición por el clima, así que fue fácil deducir lo que incomodaba a la gigante. -eh... no se tu nombre aún, pero jovencita, primero, puedes llamarme Lau, segundo, déjame decirte algo, si fuera del tipo de persona que le molesta que le pregunten por su olfato siendo que se quita la ropa por sabiendo de su pelaje, sería una hipócrita... en fin tengo mejor sentido del olfato que los humanos pero tampoco estoy al nivel de un perro de caza o un lobo, por suerte viví por mucho tiempo en las montañas así que se de caza y seguir rastros, así que puedo intentar lo que me pides, además también estoy interesada en dar con el que le hizo esto a ese niño, en marca- La fémina trato de relajarse nuevamente mientras hablaba, dejar salir su lado más salvaje tal ve3z fuera contraproducente para viajar entre las manos de una gigante mientras corría, tal vez le impulsara a saltar o hacer alguna idiotez, así que simplemente enfoco su atención como medica en el bienestar de su paciente.
La marina, aquella fémina que incluso tendría problemas para caminar junto a las casas de la gente por su descomunal tamaño pertenecía a la marina, aquellos guanteletes metálicos que enfundaron esas manos que podrían alzarse más de quince metros antes de descender sobre la tierra con el potencial de derrumbar edificios o aplastar personas estaban bajo el mandato de la marina, probablemente si tuviera idea de quién era la Mink ya hubiera intentado capturarla para encerrarla, por suerte parecía que no era el caso hasta el momento.
Así que comenzó a hablar sin mostrar algún otro cambio de actitud más allá de un movimiento de cola -Pareces una chica honesta, me alegra saber de que eres una persona que se dedica al ayudar a que la paz se mantenga entre las personas inocentes.- Una parte de la mink realmente deseaba que aquella mujer gigante fuera una defensora de los inocentes, la ojiazul nuevamente requería a la doctora que subiera a su mano y está subió sin recelo alguno, si hubiera querido atraparla sabiendo quien era ya lo hubiera hecho la primera vez y los instintos de la mink le decían que no se trataba de una amenaza en aquellos momentos.
Tras formular una pregunta bastante normal y de hecho razonable, la joven de cabello oscuro se puso levemente roja, dada la forma en que se dio este cambio era claro que no se trataba de alguna clase de enfermedad o condición por el clima, así que fue fácil deducir lo que incomodaba a la gigante. -eh... no se tu nombre aún, pero jovencita, primero, puedes llamarme Lau, segundo, déjame decirte algo, si fuera del tipo de persona que le molesta que le pregunten por su olfato siendo que se quita la ropa por sabiendo de su pelaje, sería una hipócrita... en fin tengo mejor sentido del olfato que los humanos pero tampoco estoy al nivel de un perro de caza o un lobo, por suerte viví por mucho tiempo en las montañas así que se de caza y seguir rastros, así que puedo intentar lo que me pides, además también estoy interesada en dar con el que le hizo esto a ese niño, en marca- La fémina trato de relajarse nuevamente mientras hablaba, dejar salir su lado más salvaje tal ve3z fuera contraproducente para viajar entre las manos de una gigante mientras corría, tal vez le impulsara a saltar o hacer alguna idiotez, así que simplemente enfoco su atención como medica en el bienestar de su paciente.
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Creado por Ishizu Jue Ene 14, 2016 12:24 am
Ishizu tenía que ir con mucho cuidado, aunque le estaba costando mucho trabajo hacerlo, quería ir rápido para dejar al chico a salvo e ir tras los criminales, pero si iba corriendo podía acabar dejando peor a sus 2 pasajeros, sobre todo al chico, aunque tan bien sería muy peligroso que corriera con la chica Mink en sus manos, era demasiado fácil apretar un poco de más la mano o saltar o moverse demasiado y hacerle mucho daño, pero afortunadamente después de trotar unos minutos diviso una pequeña granja, Ishizu sonrió acercándose a la casita, al verla una pareja anciana la miro aterrada pero eso no le afecto a Ishizu que sabía muy bien como calmar a las personas y se acercó lentamente inclinándose frente a ellos –soy Ishizu, de la marina, no tienen que temer… - Los 2 ancianos la miraron sorprendidos pero asintieron lentamente aunque aún estaban un poco asustados, Ishizu les sonrió cálidamente para después inclinarse y colocar su mano abierta frente a ellos, la anciana se tapó la boca con las manos al ver al chico, asustada mientras el anciano veía un poco nervioso a la chica Mink.
-Dios… DIOS MÍO! PERO SI ES LEVI! – Al escuchar eso, Ishizu volteo a ver a la anciana, que por un momento había olvidado su miedo y se había subido a su mano -Lo conoce señora? - El anciano corrió tan bien subiéndose para ayudar a bajarla de su mano con mucho cuidado –Si señorita… que le paso? Es un chico muy serio… trabaja como veterinario en la aldea… -Ya veo… lo encontramos así… por favor podrían cuidarlo y llamar al cuartel? Debemos ver si podemos dar con quien le hizo daño, si es que alguien lo hizo –Si señorita por supuesto…
Ishizu se levantó con cuidado llevando a la doctora en su mano y se alejó rápidamente hacia el lugar donde habían recogido al chico para ya ponerse a conversar con la doctora –Lo siento… yo… bueno supongo que ammm… a mí me han molestado por mi tamaño así que creí que sería lo mismo con usted y no quería ofenderla, lo siento… yo no puedo seguir rastros ni siquiera con microscopio… por aquí fue verdad? –Ishizu se inclinó y bajo a la doctora de su mano –Cuento con usted…
-Dios… DIOS MÍO! PERO SI ES LEVI! – Al escuchar eso, Ishizu volteo a ver a la anciana, que por un momento había olvidado su miedo y se había subido a su mano -Lo conoce señora? - El anciano corrió tan bien subiéndose para ayudar a bajarla de su mano con mucho cuidado –Si señorita… que le paso? Es un chico muy serio… trabaja como veterinario en la aldea… -Ya veo… lo encontramos así… por favor podrían cuidarlo y llamar al cuartel? Debemos ver si podemos dar con quien le hizo daño, si es que alguien lo hizo –Si señorita por supuesto…
Ishizu se levantó con cuidado llevando a la doctora en su mano y se alejó rápidamente hacia el lugar donde habían recogido al chico para ya ponerse a conversar con la doctora –Lo siento… yo… bueno supongo que ammm… a mí me han molestado por mi tamaño así que creí que sería lo mismo con usted y no quería ofenderla, lo siento… yo no puedo seguir rastros ni siquiera con microscopio… por aquí fue verdad? –Ishizu se inclinó y bajo a la doctora de su mano –Cuento con usted…
Ishizu
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