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Creado por Hei Miér Abr 20, 2016 9:52 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El agua en la orilla de la isla se encontraba en absoluta calma, un buen día era sencillo de pronosticar aun para aquellos que no tuvieran ni la más mínima idea de meteorología, simplemente había que ve el cielo azul y notar como el sol bendecía la tierra con su calor, sin embargo incluso la más fuerte luz solar no era capaz de perforar en el fondo del océano, ni en los ojos de este hombre…
El agua pronto se vio manchada por algo oscuro, un par de cuernos primero salieron por sobre el nivel del mar en la orilla y luego una cabellera blanca lo siguió, el resto fue historia... una figura se hacia presente pco a poco, como si viniera caminando desde el fondo del océano, una gabardina negra cubria su cuerpo completamente y una especie de elemento contundente gigantesco podía observarse en su espalda ¿un mandoble quizá? Tenía la forma de uno sin duda sin embargo era más bien un martillo. Ahora bien cuando el hombre finalmente pudo poner sus pies en tierra levanto un poco el rostro dejando que el sol secara las gotas de su cuerpo, mientras abría su gabardina y la colocaba sobre su espalda como siempre hacia, dejando ver bajo ella un traje completamente elegante, sus tonos absolutamente monocromáticos resultaban a la vista de cualquiera, llamando poderosamente la atención, a fin de cuentas incluso su piel era tan blanca como la de un fantasma – hmp… - seria lo único que se le podría escuchar decir mientras sacaba una libreta del bolsillo interno de su traje y escribía algo, luego de ello simplemente tomo rumbo al pueblo, caminando con parsimonia y decisión.
Era imposible no llamar la atención considerando una multitud de factores, desde piel pálida, pasando por su imponente altura hasta su forma de vestir, parecía que el mismísimo diablo había llegado a la tierra para hacer negocios con el infierno, sin embargo este diablo (el concepto no estaba tan errado realmente) no había venido desde el infierno sino desde el fondo del océano, era en cierto sentido un ambiente igual de oscuro, aunque por mucho más húmedo sin duda alguna.
Sin embargo el hombre había llegado a esta isla por direcciones, o mejor dicho por algo de información acerca de cómo llegar a cierto lugar, no es que estuviera del todo perdido sin embargo su medio de llegada a esta isla fue bastante inusual por lo que no era algo que pudiera permitirse nuevamente, eso conllevaba que tuviera que utilizar otros métodos si es que algún día quería regresar al lugar del que provenía.
Para obtener información no tuvo más opción que recurrir a viejas mañas, aunque no le gustaban para nada, había cambiado después de todo. Nuestro demoniaco personaje se dirigió al puerto, no para irse inmediatamente sino porque sabía que ahí encontraría personas algo versadas en la navegación, y cuando finalmente fijo sus ojos en su presa, un pobre marinero que cargaba cajas en un barco mercante, se acercó al mismo como la figura más lúgubre que el pobre tipo había visto alguna vez en su vida – Hey… ¿sabes cómo llegar al Grand Line? – menciono con una voz ronca salida de ultratumba, no porque quisiera hacerlo, de hecho quería hacer justo lo contrario, es decir sonar cordial, pero cuando uno fuerza demasiado su personalidad entonces este tipo de cosas pasan, por lo mismo el pobre hombre soltó su caja pesada y salió corriendo despavorido, haciendo que nuestro diablo dejara ir un suspiro de resignación.
El agua en la orilla de la isla se encontraba en absoluta calma, un buen día era sencillo de pronosticar aun para aquellos que no tuvieran ni la más mínima idea de meteorología, simplemente había que ve el cielo azul y notar como el sol bendecía la tierra con su calor, sin embargo incluso la más fuerte luz solar no era capaz de perforar en el fondo del océano, ni en los ojos de este hombre…
El agua pronto se vio manchada por algo oscuro, un par de cuernos primero salieron por sobre el nivel del mar en la orilla y luego una cabellera blanca lo siguió, el resto fue historia... una figura se hacia presente pco a poco, como si viniera caminando desde el fondo del océano, una gabardina negra cubria su cuerpo completamente y una especie de elemento contundente gigantesco podía observarse en su espalda ¿un mandoble quizá? Tenía la forma de uno sin duda sin embargo era más bien un martillo. Ahora bien cuando el hombre finalmente pudo poner sus pies en tierra levanto un poco el rostro dejando que el sol secara las gotas de su cuerpo, mientras abría su gabardina y la colocaba sobre su espalda como siempre hacia, dejando ver bajo ella un traje completamente elegante, sus tonos absolutamente monocromáticos resultaban a la vista de cualquiera, llamando poderosamente la atención, a fin de cuentas incluso su piel era tan blanca como la de un fantasma – hmp… - seria lo único que se le podría escuchar decir mientras sacaba una libreta del bolsillo interno de su traje y escribía algo, luego de ello simplemente tomo rumbo al pueblo, caminando con parsimonia y decisión.
Era imposible no llamar la atención considerando una multitud de factores, desde piel pálida, pasando por su imponente altura hasta su forma de vestir, parecía que el mismísimo diablo había llegado a la tierra para hacer negocios con el infierno, sin embargo este diablo (el concepto no estaba tan errado realmente) no había venido desde el infierno sino desde el fondo del océano, era en cierto sentido un ambiente igual de oscuro, aunque por mucho más húmedo sin duda alguna.
Sin embargo el hombre había llegado a esta isla por direcciones, o mejor dicho por algo de información acerca de cómo llegar a cierto lugar, no es que estuviera del todo perdido sin embargo su medio de llegada a esta isla fue bastante inusual por lo que no era algo que pudiera permitirse nuevamente, eso conllevaba que tuviera que utilizar otros métodos si es que algún día quería regresar al lugar del que provenía.
Para obtener información no tuvo más opción que recurrir a viejas mañas, aunque no le gustaban para nada, había cambiado después de todo. Nuestro demoniaco personaje se dirigió al puerto, no para irse inmediatamente sino porque sabía que ahí encontraría personas algo versadas en la navegación, y cuando finalmente fijo sus ojos en su presa, un pobre marinero que cargaba cajas en un barco mercante, se acercó al mismo como la figura más lúgubre que el pobre tipo había visto alguna vez en su vida – Hey… ¿sabes cómo llegar al Grand Line? – menciono con una voz ronca salida de ultratumba, no porque quisiera hacerlo, de hecho quería hacer justo lo contrario, es decir sonar cordial, pero cuando uno fuerza demasiado su personalidad entonces este tipo de cosas pasan, por lo mismo el pobre hombre soltó su caja pesada y salió corriendo despavorido, haciendo que nuestro diablo dejara ir un suspiro de resignación.
Hei
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Hei Mar Abr 26, 2016 10:10 pm
Un combate había surgido prácticamente sin motivo alguno, simplemente por puro capricho de una mujer que sin explicar demasiado acerca de sus intenciones decidió que debía medir fuerzas con el diabólico ser que había visto por primera vez, este último, un férreo opositor de las luchas sin sentido termino aceptando, no porque tuviera deseos de hacer daño, ya había hecho demasiado daño en el pasado como para querer repetirlo, sin embargo si esta mujer buscaba obtener experiencia de combate frente a alguien como él, entonces el como todo buen maestro le daría el gusto, incluso quizás el mismo pudiera aprender alguna cosa nueva… por lo mismo no lo tomaba como una de las peleas a muerte a las que desgraciadamente ya estaba tan acostumbrado.
Luego de enseñarle a la mujer el nivel de fuerza física que tenía, y de aconsejarle brevemente como enfrentarse a la misma, el siguiente ataque del gyojin consistiría en un golpe descendente, sumamente poderoso, tanto por el peso del arma, como por su fuerza física, como por la aceleración de la gravedad, ese golpe tenía un montón de factores para ser poderoso, sin embargo poderoso no es lo mismo que efectivo ya que cuando su poderoso elemento golpeo el suelo levantando escombros y agrietando el mismo con su fuerza, la dama decidió hacer uso del consejo del luchador y esquivar el ataque moviéndose hacia su derecha, ligeramente apenas, no demasiado cosa de poder atacar de manera rápida – Eso está mucho mejor, esquivar con lo justo y atacar rápidamente antes que el enemigo recupere su postura – era sumamente extraño que el hombre estuviera diciendo estas cosas mientras un estoque se dirigía a su abdomen, sin embargo así era su personalidad, curiosamente si bien era una persona extremadamente callada, tímida y huraña, en el único momento en el que podía mostrar pequeños rasgos de sociabilidad era cuando enseñaba algo ya que sabía perfectamente que debía hablar claro para que las personas a las que estaba enseñando pudieran entenderle fácilmente
En ese momento Hei dio un paso hacia atrás haciendo que el estoque apenas le rozara el abdomen, dejándole una herida para nada preocupante – Sin embargo ten cuidado cuando luches contra alguien de mi raza ya que estarán gustosos en recibir ataques si con eso aseguran uno ellos también – estas palabras serian acompañadas de la mano izquierda del gyojin (la cual ya no estaba en su bolsillo obviamente) y que ahora se dirigía en forma de puño hacia el abdomen de la espadachín, había usado una estrategia similar, atacar antes que la dama recuperara la postura sin embargo en vez de evadir completamente él tuvo que sacrificar una pizca de su integridad física, un precio que el sabia era perfectamente aceptable.
Luego de enseñarle a la mujer el nivel de fuerza física que tenía, y de aconsejarle brevemente como enfrentarse a la misma, el siguiente ataque del gyojin consistiría en un golpe descendente, sumamente poderoso, tanto por el peso del arma, como por su fuerza física, como por la aceleración de la gravedad, ese golpe tenía un montón de factores para ser poderoso, sin embargo poderoso no es lo mismo que efectivo ya que cuando su poderoso elemento golpeo el suelo levantando escombros y agrietando el mismo con su fuerza, la dama decidió hacer uso del consejo del luchador y esquivar el ataque moviéndose hacia su derecha, ligeramente apenas, no demasiado cosa de poder atacar de manera rápida – Eso está mucho mejor, esquivar con lo justo y atacar rápidamente antes que el enemigo recupere su postura – era sumamente extraño que el hombre estuviera diciendo estas cosas mientras un estoque se dirigía a su abdomen, sin embargo así era su personalidad, curiosamente si bien era una persona extremadamente callada, tímida y huraña, en el único momento en el que podía mostrar pequeños rasgos de sociabilidad era cuando enseñaba algo ya que sabía perfectamente que debía hablar claro para que las personas a las que estaba enseñando pudieran entenderle fácilmente
En ese momento Hei dio un paso hacia atrás haciendo que el estoque apenas le rozara el abdomen, dejándole una herida para nada preocupante – Sin embargo ten cuidado cuando luches contra alguien de mi raza ya que estarán gustosos en recibir ataques si con eso aseguran uno ellos también – estas palabras serian acompañadas de la mano izquierda del gyojin (la cual ya no estaba en su bolsillo obviamente) y que ahora se dirigía en forma de puño hacia el abdomen de la espadachín, había usado una estrategia similar, atacar antes que la dama recuperara la postura sin embargo en vez de evadir completamente él tuvo que sacrificar una pizca de su integridad física, un precio que el sabia era perfectamente aceptable.
Hei
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Esdeath Jägger Miér Abr 27, 2016 6:27 pm
El encuentro que tenían aquel par de personas sumamente extrañas en el muelle de la isla parecía alejar toda vida que se encontraba por allí, no solo por el combate en si, si no por la personalidad al igual que el atuendo de ambos, en un principio algunas pocas personas habían escuchado el hablar de la mujer al igual que el de la criatura, esto simplemente les intimido un poco y molesto al mismo tiempo. Lo que siguió al inicio del combate declaro el sello de temor en todos los que permanecían allí, ninguno asomaba ni el rostro para verificar la seguridad de alguno de los dos combatientes, algo que era mejor en este caso.
El accionar de la fémina parecía haber estado aprobado por el consejero que se había encontrado allí y con el cual ahora entablaría un combate bastante decidido. El esquive que esta había efectuado había sido completamente efectivo, mientras que la ofensiva ejecutada por el Gyojin había impactado de lleno en la tierra que se encontraba a los pies de los dos individuos. El estoque continuó su rumbo con el objetivo fijado, este no planeaba realizar grandes daños, y así fue como al parecer se efectuó. El desconocido simplemente evito la mayoría del daño moviendo su cuerpo hacía atrás, algo bastante lógico, sin embargo, un pequeño daño había quedado allí, quizá leve ante aquel cuerpo que poseía el enemigo. Y así fue como una ofensiva sorpresiva fue accionada como lo había hecho anteriormente la mujer.
La mano que tenía entre sus ropas el luchador había sido descubierta, este se dirigía hacía la zona abdominal de la pensadora. Esto no solo dibujo una sonrisa a la mujer, si no que también acciono sus movimientos, su brazo aún permanecía extendido y permanecía por delante de su cuerpo a la derecha. El arma de filo simplemente fue colocada como una pequeña defensa, haciendo que el impacto sea recibido allí. Esto simplemente causo que la mujer saliera despedida unos pocos metros. Su cuerpo comenzaba a levantarse al mismo tiempo que una sonrisa sería demostrada en su rostro, su gorra había quedado junto al enemigo, algo que se recuperaría fácilmente en cuanto se acercara. Su zurda se poso levemente por su rostro liberando el polvo que la había ensuciado. - Nada mal... - Diría la fémina mientras permanecía a la distancia aún, trazando una nueva ofensiva.
El accionar de la fémina parecía haber estado aprobado por el consejero que se había encontrado allí y con el cual ahora entablaría un combate bastante decidido. El esquive que esta había efectuado había sido completamente efectivo, mientras que la ofensiva ejecutada por el Gyojin había impactado de lleno en la tierra que se encontraba a los pies de los dos individuos. El estoque continuó su rumbo con el objetivo fijado, este no planeaba realizar grandes daños, y así fue como al parecer se efectuó. El desconocido simplemente evito la mayoría del daño moviendo su cuerpo hacía atrás, algo bastante lógico, sin embargo, un pequeño daño había quedado allí, quizá leve ante aquel cuerpo que poseía el enemigo. Y así fue como una ofensiva sorpresiva fue accionada como lo había hecho anteriormente la mujer.
La mano que tenía entre sus ropas el luchador había sido descubierta, este se dirigía hacía la zona abdominal de la pensadora. Esto no solo dibujo una sonrisa a la mujer, si no que también acciono sus movimientos, su brazo aún permanecía extendido y permanecía por delante de su cuerpo a la derecha. El arma de filo simplemente fue colocada como una pequeña defensa, haciendo que el impacto sea recibido allí. Esto simplemente causo que la mujer saliera despedida unos pocos metros. Su cuerpo comenzaba a levantarse al mismo tiempo que una sonrisa sería demostrada en su rostro, su gorra había quedado junto al enemigo, algo que se recuperaría fácilmente en cuanto se acercara. Su zurda se poso levemente por su rostro liberando el polvo que la había ensuciado. - Nada mal... - Diría la fémina mientras permanecía a la distancia aún, trazando una nueva ofensiva.
Esdeath Jägger
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Página 2 de 2. • 1, 2
Página 2 de 2.
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