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Creado por Ange Dom Abr 24, 2016 1:51 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Una noche relativamente tranquila en una choza de Isla Swallow lejos de un pequeño pueblo metido en medio del bosque, dentro se encontraba una mujer de cabello negro como una noche sin estrellas, con un cuerpo muy bien formado y una espada de casi dos metros de altura en una de sus manos, era una pirata que se estaba escondiendo allí para planear su próximo golpe, no había mucho, un mapa local y una ruta de escape, necesitaría algo de ayuda si quería salir bien librada, pero no tenía a nadie.
Sabía que por aquella zona no deambulaba mucho la marina, sin embargo la choza no dejaba de ser un par de paredes abandonadas con un techo precario, poco refugio ofrecía además de ocultar a las personas de ser vistas, era un lugar espacioso así que podría meter a otras cinco o seis personas si tuviera aliados, por lo pronto la joven miro de reojo el lugar mientras se preparaba para salir, tenía sus cosas en la choza, no era mucho dado su estado de viajera y actualmente pobretona, un par de mudas de ropa y su Odachi.
Tomo el arma por la vaina con la zurda y salió de la choza, varios árboles la rodeaban bajo la luz de la luna que mostraba pobremente un camino tan poco transitado que pronto desaparecería y dejaría a la choza totalmente aislada del resto de la isla dentro de ese mar de árboles, un ruido se acercó por detrás de la choza, alertando a la pirata que ni corta ni perezosa desenvaino su arma y agudizo sus sentidos ante cualquier peligro.
¿Cuánta suerte hay que tener para que te encuentren en un lugar así? No importaba, la joven maldijo para sus adentros y levantó la voz antes de saber si se trataba de un animal salvaje, un marine o un civil que llego casualmente -No sé quién o que seas, pero muéstrate o tendré que rebanarte en pedazos, si te rindes ahora podríamos hablar tranquilamente de forma que no tendrás que suplicar por tu vida.- Dijo hablando a lo que estuviera del otro lado de aquella choza.
Una noche relativamente tranquila en una choza de Isla Swallow lejos de un pequeño pueblo metido en medio del bosque, dentro se encontraba una mujer de cabello negro como una noche sin estrellas, con un cuerpo muy bien formado y una espada de casi dos metros de altura en una de sus manos, era una pirata que se estaba escondiendo allí para planear su próximo golpe, no había mucho, un mapa local y una ruta de escape, necesitaría algo de ayuda si quería salir bien librada, pero no tenía a nadie.
Sabía que por aquella zona no deambulaba mucho la marina, sin embargo la choza no dejaba de ser un par de paredes abandonadas con un techo precario, poco refugio ofrecía además de ocultar a las personas de ser vistas, era un lugar espacioso así que podría meter a otras cinco o seis personas si tuviera aliados, por lo pronto la joven miro de reojo el lugar mientras se preparaba para salir, tenía sus cosas en la choza, no era mucho dado su estado de viajera y actualmente pobretona, un par de mudas de ropa y su Odachi.
Tomo el arma por la vaina con la zurda y salió de la choza, varios árboles la rodeaban bajo la luz de la luna que mostraba pobremente un camino tan poco transitado que pronto desaparecería y dejaría a la choza totalmente aislada del resto de la isla dentro de ese mar de árboles, un ruido se acercó por detrás de la choza, alertando a la pirata que ni corta ni perezosa desenvaino su arma y agudizo sus sentidos ante cualquier peligro.
¿Cuánta suerte hay que tener para que te encuentren en un lugar así? No importaba, la joven maldijo para sus adentros y levantó la voz antes de saber si se trataba de un animal salvaje, un marine o un civil que llego casualmente -No sé quién o que seas, pero muéstrate o tendré que rebanarte en pedazos, si te rindes ahora podríamos hablar tranquilamente de forma que no tendrás que suplicar por tu vida.- Dijo hablando a lo que estuviera del otro lado de aquella choza.
Última edición por Ange el Miér Abr 27, 2016 2:50 pm, editado 1 vez
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ange Miér Abr 27, 2016 2:49 pm
Quien niegue el hecho de que un tipo gigante, con cara de pocos amigos se frene y clave una espada más grande que una persona es intimidante, miente como un bellaco, aunque la muchacha se quedo en el lugar, atenta a algún movimiento extraño en caso de necesitar bloquear un ataque por irritar al grandulón, sin embargo nunca llego agresión alguna, en lugar de eso llegaron palabras emitidas con una voz que desde la perspectiva de la pirata tenían un aire bastante solemne y respetable, cosa que la tomo tremendamente desprevenida.
La joven no pudo sino sonreír cuando escucho lo de que era raro que no huyeran o se pusieran a las armas frente a aquel individuo -Huir no es mi estil, ni atacar a gente que no me da una razón para hacerlo.- Lo de "una razón" podía ser bastante subjetivo teniendo en cuenta que en el pasado la ojiesmeralda había dado una paliza a un hombre por llamarle "niña" sin mucha mal intención.
El gigante se mostro dispuesto a colaborar, al menos en parte con los planes de la pirata, en su mente la fémina tuvo que empezar a re-plantearse como hacer el golpe, tenía más manos y fuerza de choque así que en lugar de intentar ser más sigilosa de lo que sabía que podría ser, simplemente entrarían de una tunda al lugar, tomarían el cofre, unos barriles y se irían por patas, los pocos guardias locales y la gente ni siquiera tendrían tiempo de reaccionar hasta que los piratas se hubieran alejado demasiado, tras el replanteamiento asintió una vez mientras dejaba espacio a que Zett respondiera por su cuenta las preguntas dirigidas a su persona.
Les dio tiempo de que se miraran y la vieran a ella, fue a por sus cosas en la cabaña, después de aquello irían a por el barco, de esa forma podrían abandonar la isla prontamente, su próximo destino se vería más adelante.
Después de un tiempo prudencial la joven caminó hasta un sendero cercano y aplaudió una vez para llamar la atención de los dos "aliados" que había hecho, todavía no les conocía mucho y no tenía seguridad de que no le traicionarían, pero ellos tampoco parecían conocerse entre sí, así que si alguno producía un desastre los otros dos seguramente se le pusieran en contra, ninguno tenía pinta de tener ganas de entrar en un conflicto por el momento.
-Vale chicos, haremos lo siguiente, Zett y Kazuma van a ir detrás mío, no usaremos sigilo como había planeado en un principio, correremos, e indicaré cual es la puerta del sótano a asaltar, Zett aprovechara ese martillo- Dijo señalando el arma portada por el mink sin disimulo ni interés.
-Para destrozar la entrada sin hacer que se venga todo abajo, yo me lanzaré dentro y empezaré a lanzar los cofres y barriles que podamos necesitar a la entrada, Zett se los pasara a Kazuma, este ultimo los recibirá y cuando piense que está suficientemente cargado como para correr sin que el peso lo moleste dirá "Listo" nos quedaremos con uno o dos barriles más Zett y yo, una vez tengamos el botín echaremos por patas al este.- Dijo como si orientarse en aquel lugar fuera lo más sencilo del mundo, sin embargo recordó que no todo el mundo es bueno orientándose con los puntos cardinales durante la noche así que carraspeo un poco antes de continuar.
Tras recordar un buen punto de referencia que cualquiera podría usar para orientarse incluso en aquella noche volvió a hablar en voz alta -Desde donde estaremos podrán ver una montaña al oeste así que será pan comido, si hay preguntas las responderé sobre la marcha, ahora estamos en el mejor momento de la noche para dar inicio a este golpe.- Dijo la fémina mientras que tomaba la vaina de su Odachi y esperaba a que sus aliados le empezaran a seguir para realizar dicha operación.
Continua en: Primer golpe
La joven no pudo sino sonreír cuando escucho lo de que era raro que no huyeran o se pusieran a las armas frente a aquel individuo -Huir no es mi estil, ni atacar a gente que no me da una razón para hacerlo.- Lo de "una razón" podía ser bastante subjetivo teniendo en cuenta que en el pasado la ojiesmeralda había dado una paliza a un hombre por llamarle "niña" sin mucha mal intención.
El gigante se mostro dispuesto a colaborar, al menos en parte con los planes de la pirata, en su mente la fémina tuvo que empezar a re-plantearse como hacer el golpe, tenía más manos y fuerza de choque así que en lugar de intentar ser más sigilosa de lo que sabía que podría ser, simplemente entrarían de una tunda al lugar, tomarían el cofre, unos barriles y se irían por patas, los pocos guardias locales y la gente ni siquiera tendrían tiempo de reaccionar hasta que los piratas se hubieran alejado demasiado, tras el replanteamiento asintió una vez mientras dejaba espacio a que Zett respondiera por su cuenta las preguntas dirigidas a su persona.
Les dio tiempo de que se miraran y la vieran a ella, fue a por sus cosas en la cabaña, después de aquello irían a por el barco, de esa forma podrían abandonar la isla prontamente, su próximo destino se vería más adelante.
Después de un tiempo prudencial la joven caminó hasta un sendero cercano y aplaudió una vez para llamar la atención de los dos "aliados" que había hecho, todavía no les conocía mucho y no tenía seguridad de que no le traicionarían, pero ellos tampoco parecían conocerse entre sí, así que si alguno producía un desastre los otros dos seguramente se le pusieran en contra, ninguno tenía pinta de tener ganas de entrar en un conflicto por el momento.
-Vale chicos, haremos lo siguiente, Zett y Kazuma van a ir detrás mío, no usaremos sigilo como había planeado en un principio, correremos, e indicaré cual es la puerta del sótano a asaltar, Zett aprovechara ese martillo- Dijo señalando el arma portada por el mink sin disimulo ni interés.
-Para destrozar la entrada sin hacer que se venga todo abajo, yo me lanzaré dentro y empezaré a lanzar los cofres y barriles que podamos necesitar a la entrada, Zett se los pasara a Kazuma, este ultimo los recibirá y cuando piense que está suficientemente cargado como para correr sin que el peso lo moleste dirá "Listo" nos quedaremos con uno o dos barriles más Zett y yo, una vez tengamos el botín echaremos por patas al este.- Dijo como si orientarse en aquel lugar fuera lo más sencilo del mundo, sin embargo recordó que no todo el mundo es bueno orientándose con los puntos cardinales durante la noche así que carraspeo un poco antes de continuar.
Tras recordar un buen punto de referencia que cualquiera podría usar para orientarse incluso en aquella noche volvió a hablar en voz alta -Desde donde estaremos podrán ver una montaña al oeste así que será pan comido, si hay preguntas las responderé sobre la marcha, ahora estamos en el mejor momento de la noche para dar inicio a este golpe.- Dijo la fémina mientras que tomaba la vaina de su Odachi y esperaba a que sus aliados le empezaran a seguir para realizar dicha operación.
Continua en: Primer golpe
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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