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Creado por Ange Vie Mayo 06, 2016 11:12 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La pelinegra escucho atentamente las explicaciones y respuestas dadas por el masculino de ojos rojos, la historia parecía bastante incompleta aunque tendría sentido si el golpe en la cabeza que dio su madre para secuestrar a aquel muchacho hubiera causado daño cerebral, aunque era todo un milagro el hecho de que no se hubiera ahogado simplemente y muerto, como dicen "el diablo cuida de los suyos" pensó para sus adentros la pelinegra mientras seguía hilando la historia en su cabeza con algo más de lentitud.
Las preguntas dadas por parte del masculino eran bastante más precisas y astutas que las realizadas por Angelene, parecía ser que era más inteligente que ella y se había dado cuenta de algo, aquello realmente no cambiaba nada, solo aceleraba un poco las cosas, aunque para sorpresa de la pirata en lugar de presionarla para responder le dio tiempo hasta el día siguiente para idear una mentira o tomar algún otro curso de acción que le pareciera más conveniente, una decisión bastante extraña sin lugar a dudas.
Haciendo caso a la sugerencia del masculino se fueron a descansar para el día siguiente, un cuarto desconocido, olores desconocidos y un techo ajeno, aquello ya era normal para ella, llevaba algún tiempo sin descansar en un lugar que pudiera llamar propio, paso largos minutos viendo la habitación iluminada por la luz que se colaba por entremedio de las cortinas, pensando que era lo que realmente deseaba hacer y como lo lograría, era realmente algo más molesto de lo que hubiera pensado.
Tras llegar a la conclusión de que su venganza no tendría sentido alguno si simplemente le mataba mientras dormía o algo por el estilo dejo el asunto de lado y decidió que comenzaría por molestarlo simplemente, un tipo como aquel claramente no sería un problema de matar si ella lo deseara, cosa que la decepcionaba un poco, una parte de ella esperaba encontrarse un férreo marine de ojos rojos amante de la justicia muy musculoso que le daría una pelea formidable antes de ser abatido por ella, sin embargo se topó con... Zeref.
El abrazo de Morfeo la alcanzo e hizo dormirse pese a todas las cosas que podrían impedir a alguien en su posición dormir ella lo hacía muy plácidamente, sin embargo era una mujer de dormir poco y con sueño muy ligero, así que el simple aullido de una bestia del exterior le hizo despertar en medio de la noche, fue una vez más al baño y al momento de re-ingresar a su cuarto una pequeña chispa de inocente maldad broto en ella, recordando parte de lo que había hablado con su anfitrión anteriormente.
Con tanto sigilo como pudo busco la habitación del dueño de la casa y tan pronto como la detecto entro en ella con una sonrisa maliciosa se encaró a la cama le miro un momento y luego se metió entre las sabanas del masculino con intenciones de abrazársele para que al despertar la encontrará allí de esa forma, aprovechando también a ver qué clase de reacción tendría.
La pelinegra escucho atentamente las explicaciones y respuestas dadas por el masculino de ojos rojos, la historia parecía bastante incompleta aunque tendría sentido si el golpe en la cabeza que dio su madre para secuestrar a aquel muchacho hubiera causado daño cerebral, aunque era todo un milagro el hecho de que no se hubiera ahogado simplemente y muerto, como dicen "el diablo cuida de los suyos" pensó para sus adentros la pelinegra mientras seguía hilando la historia en su cabeza con algo más de lentitud.
Las preguntas dadas por parte del masculino eran bastante más precisas y astutas que las realizadas por Angelene, parecía ser que era más inteligente que ella y se había dado cuenta de algo, aquello realmente no cambiaba nada, solo aceleraba un poco las cosas, aunque para sorpresa de la pirata en lugar de presionarla para responder le dio tiempo hasta el día siguiente para idear una mentira o tomar algún otro curso de acción que le pareciera más conveniente, una decisión bastante extraña sin lugar a dudas.
Haciendo caso a la sugerencia del masculino se fueron a descansar para el día siguiente, un cuarto desconocido, olores desconocidos y un techo ajeno, aquello ya era normal para ella, llevaba algún tiempo sin descansar en un lugar que pudiera llamar propio, paso largos minutos viendo la habitación iluminada por la luz que se colaba por entremedio de las cortinas, pensando que era lo que realmente deseaba hacer y como lo lograría, era realmente algo más molesto de lo que hubiera pensado.
Tras llegar a la conclusión de que su venganza no tendría sentido alguno si simplemente le mataba mientras dormía o algo por el estilo dejo el asunto de lado y decidió que comenzaría por molestarlo simplemente, un tipo como aquel claramente no sería un problema de matar si ella lo deseara, cosa que la decepcionaba un poco, una parte de ella esperaba encontrarse un férreo marine de ojos rojos amante de la justicia muy musculoso que le daría una pelea formidable antes de ser abatido por ella, sin embargo se topó con... Zeref.
El abrazo de Morfeo la alcanzo e hizo dormirse pese a todas las cosas que podrían impedir a alguien en su posición dormir ella lo hacía muy plácidamente, sin embargo era una mujer de dormir poco y con sueño muy ligero, así que el simple aullido de una bestia del exterior le hizo despertar en medio de la noche, fue una vez más al baño y al momento de re-ingresar a su cuarto una pequeña chispa de inocente maldad broto en ella, recordando parte de lo que había hablado con su anfitrión anteriormente.
Con tanto sigilo como pudo busco la habitación del dueño de la casa y tan pronto como la detecto entro en ella con una sonrisa maliciosa se encaró a la cama le miro un momento y luego se metió entre las sabanas del masculino con intenciones de abrazársele para que al despertar la encontrará allí de esa forma, aprovechando también a ver qué clase de reacción tendría.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ange Miér Mayo 18, 2016 12:50 pm
La pelinegra se mantuvo en la misma posición mientras escuchaba las palabras del pelinegro, esté parecía estar irritándose, cosa que también la irritaba a ella, ya estaba tan molesta que ni siquiera era gracioso, la muchacha se levantó de donde estaba dejando caer la silla donde se había estado manteniendo hasta aquel momento -¿Tienes una promesa que cumplir? Pues déjame decirte algo, yo también- Gritó irritada mientras caminaba hasta donde había visto que había algunas botellas de alcohol en su exhaustiva revisión previa.
Destapo ambas y empezó a tomar de una mientras que dejaba caer el contenido de la otra por el lugar, mojando con ella muebles y el suelo de la choza antes de lanzarla y hacerla chocar contra una de las puertas de los dormitorios -Pues al cuernos con nuestras promesas, ¿Un mundo sin conflictos? pues primero no hagas que la gente quiera patearte el trasero por comportarte como un pedazo de #$%&- Dijo mientras se metía a la cocina dejando un camino de alcohol con la botella que aún le quedaba.
Esparció el contenido que quedaba en aquella botella en el lugar y luego prendió la llama, el alcohol derramado hizo que las llamas se esparcieran primero en la cocina y luego por el rastro que ella había dejado llegaron hasta la sala donde el contenido de la otra botella siguió el ejemplo de su predecesor avivándose en llamas que cruzaron todo el edificio con rapidez.
-Al cuero contigo y con tus promesas.- Dijo furiosa mientras corría entre las llama, sus pies estaban en contacto directo con las llamas pero ella ni se inmutaba, tomo su Odachi y comenzó a correr por la casa rompiendo las puertas hasta llegar a la habitación del masculino donde se metió allí también rompió la ventana para que el fuego se alimentara con el aire del exterior y las llamas se volvieran indomables.
Abrió bruscamente un placar y comenzó a arrojar la mayoría del contenido del mismo por el lugar, tomo algunos vestidos y otras prendas, la mitad los uso para hacer un camino y que la las llamas se esparcieran con mayor facilidad, podía oler la piel sintética de sus piernas quemándose y sentía el calor que subía por su propio pantalón que también estaba en llamas, arranco un trozo del mismo para deshacerse de aquella molestia y salto por la ventana al exterior, allí corrió hasta la ventana de la habitación donde ella había dormido y tomo sus cosas también se cargó aquella puerta.
De aquella choza no quedarían ni los cimientos, la mujer una vez que vio que el fuego también se esparcía a donde se encontraba reviso de robar algunas cosas que parecieran haber pertenecido a la tal Mavis y se las llevo principalmente para perjudicar al pelinegro -Ódiame, Odia a Angelene Di Drago que destruyo todo lo que quedaba de esa $%&%# a la que amaste y tu hogar, vuélvete fuerte y búscame, cuando valgas la pena te mataré y destruiré igual que hice con este chiquero.- Aulló antes de irse de forma definitiva de aquel lugar.
Destapo ambas y empezó a tomar de una mientras que dejaba caer el contenido de la otra por el lugar, mojando con ella muebles y el suelo de la choza antes de lanzarla y hacerla chocar contra una de las puertas de los dormitorios -Pues al cuernos con nuestras promesas, ¿Un mundo sin conflictos? pues primero no hagas que la gente quiera patearte el trasero por comportarte como un pedazo de #$%&- Dijo mientras se metía a la cocina dejando un camino de alcohol con la botella que aún le quedaba.
Esparció el contenido que quedaba en aquella botella en el lugar y luego prendió la llama, el alcohol derramado hizo que las llamas se esparcieran primero en la cocina y luego por el rastro que ella había dejado llegaron hasta la sala donde el contenido de la otra botella siguió el ejemplo de su predecesor avivándose en llamas que cruzaron todo el edificio con rapidez.
-Al cuero contigo y con tus promesas.- Dijo furiosa mientras corría entre las llama, sus pies estaban en contacto directo con las llamas pero ella ni se inmutaba, tomo su Odachi y comenzó a correr por la casa rompiendo las puertas hasta llegar a la habitación del masculino donde se metió allí también rompió la ventana para que el fuego se alimentara con el aire del exterior y las llamas se volvieran indomables.
Abrió bruscamente un placar y comenzó a arrojar la mayoría del contenido del mismo por el lugar, tomo algunos vestidos y otras prendas, la mitad los uso para hacer un camino y que la las llamas se esparcieran con mayor facilidad, podía oler la piel sintética de sus piernas quemándose y sentía el calor que subía por su propio pantalón que también estaba en llamas, arranco un trozo del mismo para deshacerse de aquella molestia y salto por la ventana al exterior, allí corrió hasta la ventana de la habitación donde ella había dormido y tomo sus cosas también se cargó aquella puerta.
De aquella choza no quedarían ni los cimientos, la mujer una vez que vio que el fuego también se esparcía a donde se encontraba reviso de robar algunas cosas que parecieran haber pertenecido a la tal Mavis y se las llevo principalmente para perjudicar al pelinegro -Ódiame, Odia a Angelene Di Drago que destruyo todo lo que quedaba de esa $%&%# a la que amaste y tu hogar, vuélvete fuerte y búscame, cuando valgas la pena te mataré y destruiré igual que hice con este chiquero.- Aulló antes de irse de forma definitiva de aquel lugar.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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