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Creado por Alexandra Sig Miér Mayo 25, 2016 4:24 am
Habían pasado varios días desde que Naotora llego a esta isla la cual parecía estar infectada con una extraña enfermedad de que provocaba sarpullidos azules en la piel de las personas, solo pasaron unos días desde que le dio a dos pequeñas las cuales siguen con ella hasta ahora y solo pasaron unos días desde que ayudaba a cierto medico brazos largos como la cara bonita de su investigación aunque por un módico precio que ella no podía negar.
Los días en esa isla se los pasaba investigando por la ciudad o simplemente donde su hambre la llevara, como ella no tenia que pagar nada, se hartaba de comer, llevándose a las dos pequeñas, Wongde y Finnko por la ciudad y haciendo que estas jugaran con niños de su edad mientas esta parecía ser su guardiana, el tiempo a solas, sobretodo por las mañanas las cuales se levantaba antes del amanecer, se las pasaba entrenando con su espada Kyoken, ejercitando el cuerpo para que no perdiera la costumbre de blandir un arma tan grande y pesada y cuando tenia que ayudar al medico, pues, simplemente iba por la ciudad, buscando gente con los síntomas y les convencía con amabilidad de que la acompañaran para que el brazos largos pudiera hacer su trabajo.
Una mañana se pregunto, si ese medico también era un pirata ¿sabría luchar? levantándose de la cama, atándose la coleta que la caracterizaba y agarrando a Kyoken mientras dejaba a las dos pequeñas dormir tranquilamente y dio una patada leve al medico para que se despertara - Oye, tengo una pregunta para ti - con una mirada seria, decidida, sin pensarse mucho lo que tenia que decir o hacer como siempre hacia y esperando a que el medico diera alguna señal de vida, le preguntar - ¿Sabes luchar? Es por si quieres hacer alguna practica conmigo - Se giro hacia la puerta y le hizo un gesto de despedida con la mano - te esperare afuera - solo tenia la intención de comprobar las habilidades de combate del tipo, si realmente era fuerte o un medico normal, si era lo segundo, no podría aguantar ni un golpe de Naotora y esta no quería matar por accidente a quien le pagaba el trabajo.
Los días en esa isla se los pasaba investigando por la ciudad o simplemente donde su hambre la llevara, como ella no tenia que pagar nada, se hartaba de comer, llevándose a las dos pequeñas, Wongde y Finnko por la ciudad y haciendo que estas jugaran con niños de su edad mientas esta parecía ser su guardiana, el tiempo a solas, sobretodo por las mañanas las cuales se levantaba antes del amanecer, se las pasaba entrenando con su espada Kyoken, ejercitando el cuerpo para que no perdiera la costumbre de blandir un arma tan grande y pesada y cuando tenia que ayudar al medico, pues, simplemente iba por la ciudad, buscando gente con los síntomas y les convencía con amabilidad de que la acompañaran para que el brazos largos pudiera hacer su trabajo.
Una mañana se pregunto, si ese medico también era un pirata ¿sabría luchar? levantándose de la cama, atándose la coleta que la caracterizaba y agarrando a Kyoken mientras dejaba a las dos pequeñas dormir tranquilamente y dio una patada leve al medico para que se despertara - Oye, tengo una pregunta para ti - con una mirada seria, decidida, sin pensarse mucho lo que tenia que decir o hacer como siempre hacia y esperando a que el medico diera alguna señal de vida, le preguntar - ¿Sabes luchar? Es por si quieres hacer alguna practica conmigo - Se giro hacia la puerta y le hizo un gesto de despedida con la mano - te esperare afuera - solo tenia la intención de comprobar las habilidades de combate del tipo, si realmente era fuerte o un medico normal, si era lo segundo, no podría aguantar ni un golpe de Naotora y esta no quería matar por accidente a quien le pagaba el trabajo.
Alexandra Sig
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Creado por Ord "The Dead" Miér Mayo 25, 2016 12:53 pm
Los días habían pasado y su vida casi parecía familiar. Por las mañanas Ord dormía hasta tarde en posiciones bastante incomodas, sus brazos largos y sus piernas se tornaban en espirales en distintos sentidos, su cuerpo se contorcionaba de formas varias y más extrañas cada día, representación de los pesares, dulzuras y delirios que expresaba con su forma de dormir, sin duda muy particulares, más de una mañana las pequeñas se asustaban por ver que Ord se ahogaba en sangre que brotaba por su nariz mientras expresaba una sonrisa de bienestar.
Pasada más de la mitad de la mañana el exentrico medico se despertaba y se preparaba un desayuno con algunos "relajantes", sin duda eran mucho mejores que la comida de Ii pero poco a poco ella mejoraba un poco con ayuda de las pequeñas. Por las tardes sus "angeles de Ord" volvían y le comentaban sobre su experiencia de investigadoras, para esas horas las sustancias naturales dejaban de surtir efecto. Por las noches trabajaba leyendo libros y realizando pruebas, salía poco de su hogar, solo para lo estrictamente necesario, y dejaba de trabajar hasta altas horas del amanecer justo cuando empezaba a salir el alba. El simple olor de la jovenzuela de coleta negra rondando le traía loco pero sabía que era algo prohibido e imposible.
Una mañana estando en sus extrañas posturas empezaría a recibir una golpes en el rostro abriría lentamente un ojo pensando que era una de las niñas que jugaba con su cara pero su vista se percataría de una vista perfecta, su vestimenta casual aunque llevaba una falda de armadura desde ese punto podía ver entre sus piernas como su ajustada ropa resaltaba lo que debía. Los ojos de Ord pasaron a ser perlas gigantes, poderosas camaras y grabaron todo lo que pudieron. No le había prestado atención a nada de lo que dijo solo lo ultimo te espero afuera. Se ilusiono por un momento "Nao me va declarar su amor al ver que soy una persona amable y trabajadora" ilusionado se daría una rapida ducha un bocadillo de desayuno sin "condimentos naturales" y saldría muy bien arreglado, incluso peinado, algo que no era común de ver. El cambio de look tampoco hacia mucha diferencia en su ausencia de belleza. La vería abajo junto a las niñas, no sabía a que iba pero iba feliz.
Pasada más de la mitad de la mañana el exentrico medico se despertaba y se preparaba un desayuno con algunos "relajantes", sin duda eran mucho mejores que la comida de Ii pero poco a poco ella mejoraba un poco con ayuda de las pequeñas. Por las tardes sus "angeles de Ord" volvían y le comentaban sobre su experiencia de investigadoras, para esas horas las sustancias naturales dejaban de surtir efecto. Por las noches trabajaba leyendo libros y realizando pruebas, salía poco de su hogar, solo para lo estrictamente necesario, y dejaba de trabajar hasta altas horas del amanecer justo cuando empezaba a salir el alba. El simple olor de la jovenzuela de coleta negra rondando le traía loco pero sabía que era algo prohibido e imposible.
Una mañana estando en sus extrañas posturas empezaría a recibir una golpes en el rostro abriría lentamente un ojo pensando que era una de las niñas que jugaba con su cara pero su vista se percataría de una vista perfecta, su vestimenta casual aunque llevaba una falda de armadura desde ese punto podía ver entre sus piernas como su ajustada ropa resaltaba lo que debía. Los ojos de Ord pasaron a ser perlas gigantes, poderosas camaras y grabaron todo lo que pudieron. No le había prestado atención a nada de lo que dijo solo lo ultimo te espero afuera. Se ilusiono por un momento "Nao me va declarar su amor al ver que soy una persona amable y trabajadora" ilusionado se daría una rapida ducha un bocadillo de desayuno sin "condimentos naturales" y saldría muy bien arreglado, incluso peinado, algo que no era común de ver. El cambio de look tampoco hacia mucha diferencia en su ausencia de belleza. La vería abajo junto a las niñas, no sabía a que iba pero iba feliz.
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
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Creado por Alexandra Sig Jue Mayo 26, 2016 5:10 am
Una vez llego a las afueras de donde hospedaba, ese lugar tenia un jardín afuera lo suficientemente grande como para poder entrenar sin destrozar la calle o molestar a los demás que vivían en el lugar, nada mas salir, Naotora recibió saludos de la gente del pueblo, en ese lugar, no era conocida como una pirata o criminal como en otros lugares sino mas bien como una joven y amable enfermera, nadie preguntaba el porque de su aspecto ni porque llevaba una espada gigante a su espada, por una vez, sus acciones no le traían nada malo.
Mientras esperaba que el medico saliera, esta se sentó en una caja y tomando un paño, se puso a limpiar la hoja de Kyoken, todas las armas necesitaban un cuidado diario y el cariño que presentaba Naotora a su espada hacia que lo hiciera a diario, luego de limpiar la hoja de la espada, saco un poco de algodón con lo que se puso a limpiar el mango y la empuñadura, habían pasado varios minutos y el medico se tardaba en salir ¿estaría ocupado? Y por ultimo, con cuidado y con otro algodón, este estaba sujeto a un pequeño y fino palillo, se puso a pulir la espada.
Cuando vio al medico salir, tan... arreglado, no pudo aguantarse la pregunta - ¿Vas a algún lado? Creía que la representante era yo - guardando todo lo que había usado para el cuidado de Kyoken, se puso de pie y coloco el arma sobre su hombro como sino pesara nada, algo que daba fe a que si la chica te daba un puñetazo, no seria el típico de una damisela normal y de corriente sino mas bien y sino estabas listo, te daría un golpe capaz de tumbarte, Naotora sabia muy bien lo dependiente que era de su arma, ella mas que nadie, así que siempre añadía algo de entrenamiento con los puños o patadas a su entrenamiento matutino con Kyoken, por si alguna vez, se tiene que ver luchando sin la espada a su lado.
Mientras esperaba que el medico saliera, esta se sentó en una caja y tomando un paño, se puso a limpiar la hoja de Kyoken, todas las armas necesitaban un cuidado diario y el cariño que presentaba Naotora a su espada hacia que lo hiciera a diario, luego de limpiar la hoja de la espada, saco un poco de algodón con lo que se puso a limpiar el mango y la empuñadura, habían pasado varios minutos y el medico se tardaba en salir ¿estaría ocupado? Y por ultimo, con cuidado y con otro algodón, este estaba sujeto a un pequeño y fino palillo, se puso a pulir la espada.
Cuando vio al medico salir, tan... arreglado, no pudo aguantarse la pregunta - ¿Vas a algún lado? Creía que la representante era yo - guardando todo lo que había usado para el cuidado de Kyoken, se puso de pie y coloco el arma sobre su hombro como sino pesara nada, algo que daba fe a que si la chica te daba un puñetazo, no seria el típico de una damisela normal y de corriente sino mas bien y sino estabas listo, te daría un golpe capaz de tumbarte, Naotora sabia muy bien lo dependiente que era de su arma, ella mas que nadie, así que siempre añadía algo de entrenamiento con los puños o patadas a su entrenamiento matutino con Kyoken, por si alguna vez, se tiene que ver luchando sin la espada a su lado.
Alexandra Sig
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Creado por Ord "The Dead" Jue Mayo 26, 2016 5:45 am
El doctor Ord salía arreglado y el sol le encandilaba un poco, era más de la noche, la hermosa chica lo recibía con una pregunta - vamos a donde dijiste que íbamos a ir. Veo que te preparas entrenando un poco cada mañana- imaginó lo de representante como significara una compañera en la vida. Corazones imaginarios caían a su alrededor y se quebraban en el suelo. -Por su puesto que eres mi representante pero te puedo acompañar ya que hoy las niñas andan jugando donde la amiga que acaba de hacer- pensaba en las niñas pero se olvidaba por completo de la enfermedad, sus sintomas eran tan absurdos e irrelevantes que casi ni los tomaba en cuenta, la progresíón avanzaba lentisimo. Ord había pronosticado niñas azules pero en realidad para cuando tuviesen la edad de Naotora solo tendrían una mancha azul del tamaño de uno de sus bustos, bueno eso es bastante pero tampoco es para tanto.
Ord le dijo - si consigo una espada practicamos un poco y vayamos a visitar al alcalde tengo algo que comentarle y preguntarle- se dirigirían al pueblo y al llegar el alcalde se asustaría de verlo. Ord se presentaría como siempre dando comentando sobre su amplica experiencia medica para no quedar mal por su aspecto y presentaría muy alegremente a su acompañante que parecía no querer estar ahí o tal vez no lo estaba y todo había sido producto de su imaginación. Despertaría y no sería un Doctor feo sino un guapo carnicero. El alcalde le tomo confianza pero no tenía ninguna respuesta a sus dudas sobre la enfermedad, mentada de hecho en su expresión se veía que no creía mucho. El alcalde dio una despedida y volvió a quedar solo.
Al pasar por medio centro del pueblo pasarían por una tienda de armas con el fin de ver espadas que a Ord le interesaba retomar una y su practica, aunque no lo pareciare era bastante bueno pero carecía de fuerza. El tendero les enseñaba las espadas cuando Ord vio que contaba con un dedo azul. Me lo permite y lo revisaba e interrogaba, que significaba esto, la progresión. Ord preguntó por los sintomás y seguían siendo nulos, parecía una enfermedad inofensiva pensaba pero aún quedaban un par de cosas por descubrir, además de las bragas de Naotora.
Ord le dijo - si consigo una espada practicamos un poco y vayamos a visitar al alcalde tengo algo que comentarle y preguntarle- se dirigirían al pueblo y al llegar el alcalde se asustaría de verlo. Ord se presentaría como siempre dando comentando sobre su amplica experiencia medica para no quedar mal por su aspecto y presentaría muy alegremente a su acompañante que parecía no querer estar ahí o tal vez no lo estaba y todo había sido producto de su imaginación. Despertaría y no sería un Doctor feo sino un guapo carnicero. El alcalde le tomo confianza pero no tenía ninguna respuesta a sus dudas sobre la enfermedad, mentada de hecho en su expresión se veía que no creía mucho. El alcalde dio una despedida y volvió a quedar solo.
Al pasar por medio centro del pueblo pasarían por una tienda de armas con el fin de ver espadas que a Ord le interesaba retomar una y su practica, aunque no lo pareciare era bastante bueno pero carecía de fuerza. El tendero les enseñaba las espadas cuando Ord vio que contaba con un dedo azul. Me lo permite y lo revisaba e interrogaba, que significaba esto, la progresión. Ord preguntó por los sintomás y seguían siendo nulos, parecía una enfermedad inofensiva pensaba pero aún quedaban un par de cosas por descubrir, además de las bragas de Naotora.
Ord "The Dead"
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Creado por Alexandra Sig Jue Mayo 26, 2016 6:15 am
Después de acompañar al medico a ver al alcalde, la cual, mientras este hablaba con el alcalde, ella se paso el rato viendo a su alrededor, viendo que podía comprar o comer o si alguien sufría de los mismos síntomas aunque no eran fácil de encontrar, Naotora si encontró casos de personas de la ciudad con los mismos síntomas que la pequeña, un herrero, un cocinero incluso alguien del puerto que era encargado de traer y comerciar con carbón, siguió pensando, uniendo pistas hasta que encontró algo en común, el calor.
Naotora se encontraba en la tienda de armas, no muy lejos se encontraba el herrero, así que mientras el medico echaba un vistazo a las armas, esta se acerco a la herrería y miro trabajar al herrero, sus manchas destacaban en el brazo, que usaba muy a menudo para trabajar a altas presiones, una vez el medico salio con una espada, esta se acerco y le comento - Creo que tengo una idea de como se origina la enfermedad - le dijo antes de que llegaran a donde hospedaban.
- Lo que he podido ver en las veces que ido a ver a los pacientes, dejado de lado a Wongde, todo estos trabajan en lugares de mucha calor, creo que ese puede ser el detonante - Estaba en el jardín, girando su arma de lado a lado y intercambiándola de manos como si de un juego de niños se tratara, un juego donde un fallo te podía dejar sin una mano, agarro firmemente el arma y señalo al medico con esta, entonces le dijo - Si esto es el causante, una simple bolsa de hielo haría de cura - podía tener razón o podía estar equivocada, ella no tenia conocimiento de medicina ni pensaba en tenerlos, le apasionaba mas un combate o el navegar que estar estudiando sobre plantas o animales aunque si quería ser navegante tendría que estudiar el mar, ella solo saco pistas de lo que había visto o vivido, eso muestra lo observadora que llega a ser Naotora cuando se lo proponía y el hambre no le nublara la vista.
Naotora se encontraba en la tienda de armas, no muy lejos se encontraba el herrero, así que mientras el medico echaba un vistazo a las armas, esta se acerco a la herrería y miro trabajar al herrero, sus manchas destacaban en el brazo, que usaba muy a menudo para trabajar a altas presiones, una vez el medico salio con una espada, esta se acerco y le comento - Creo que tengo una idea de como se origina la enfermedad - le dijo antes de que llegaran a donde hospedaban.
- Lo que he podido ver en las veces que ido a ver a los pacientes, dejado de lado a Wongde, todo estos trabajan en lugares de mucha calor, creo que ese puede ser el detonante - Estaba en el jardín, girando su arma de lado a lado y intercambiándola de manos como si de un juego de niños se tratara, un juego donde un fallo te podía dejar sin una mano, agarro firmemente el arma y señalo al medico con esta, entonces le dijo - Si esto es el causante, una simple bolsa de hielo haría de cura - podía tener razón o podía estar equivocada, ella no tenia conocimiento de medicina ni pensaba en tenerlos, le apasionaba mas un combate o el navegar que estar estudiando sobre plantas o animales aunque si quería ser navegante tendría que estudiar el mar, ella solo saco pistas de lo que había visto o vivido, eso muestra lo observadora que llega a ser Naotora cuando se lo proponía y el hambre no le nublara la vista.
Alexandra Sig
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Creado por Ord "The Dead" Dom Mayo 29, 2016 12:39 am
Ord miraba a la chica de la gran espada, le miraba el busto, le miraba la espada, le miraba el busto y le miraba la espada "tal para cual, un supuesto dios las crea y ellas se juntan" en ese momento la chica le comentaba de sus ideas sobre la enfermedad, ciertamente lo que decía tenía lógica, Ord ya lo había pensado pero habían otro desencadenante más de la propagación y por extraño que parezca era algo emocional según todas las pruebas que Ord había realizado pero no lo podía comprobar, las pequeñas eran demasiado alegres y no las podía usar como conejillos de indias.La cura que proponía su compañera claramente no tenía sentido pero el medico le agradeció la intención.
El tipo alto y feo le dijo a su escultural compañera de coleta que fuesen a ver a las niñas jugando con sus amigas, tenía ciertas dudas y llegaron justo en el momento preciso. Ord las observaba a lo lejos, ellas saludaron felizmente pero siguieron en sus cosas infantiles. El medico trataba de hacerle conversación a su compañera, que pese a ser su empleada que se iba a ganar un buen sueldo por esas semanas de ayuda no parecía haberle tomado ningun aprecio o buena actitud con el brazos largos, el mismo pensaba "es mi culpa por aprovecharme de su confianza, aunque ella no lo sepa hice algo malo" se entristecia porque pese a estar acompañado su soledad seguía presente y latente, como siempre. En ese momento Wongde empezó a discutir por una especie de juguete ovalado, a Ord le llamo la atención porque Wongde era muy tranquila desde que la había conocido y la pequeña golpeo a su pequeña amiga en su pequeña manita, su buen ojo a la distancia vio como se tornazulaba el antebrazo. El sombrio medico se brincó todo de donde estaba para ir a ver a la chica de cerca. Miró a Wongde y estaba muy enojada, aún seguía enojada y la mancha azul parecía crecer poco a poco, miraría a Nao y le gritaba -Ya lo se, todo tiene sentido. Creo que tengo una idea de la cura- quería levantar a la pequeña iracundo pero le podía pegar en ese mmomento por lo que se abstuvo, fue corriendo con su compañera y le dijo - Nao lleva a las chicas a la casa voy a hacer unas pruebas rapidamente, esta podría ser la respuesta a todo y el fin de esto - sonreía porque se le había iluminado una vez más la cabeza dandole la respuesta correcta.
Justo cuando se iba ir vio que la pequeña Wongde seguia enojada y cuando se acercó Nao recibío un golpe de la pequeña en el busto, no quería hacerlo pero cuando volviera le tendría que preguntar que le enseñara el busto. Efectivamente Nao ahora estaba contagiada, el medico tendría que revisarla y si esta le pegaba él tambien lo estaría. Al parecer era más contagiosa de lo que pensó Ord en un inicio, el enojo es algo muy humano.
El tipo alto y feo le dijo a su escultural compañera de coleta que fuesen a ver a las niñas jugando con sus amigas, tenía ciertas dudas y llegaron justo en el momento preciso. Ord las observaba a lo lejos, ellas saludaron felizmente pero siguieron en sus cosas infantiles. El medico trataba de hacerle conversación a su compañera, que pese a ser su empleada que se iba a ganar un buen sueldo por esas semanas de ayuda no parecía haberle tomado ningun aprecio o buena actitud con el brazos largos, el mismo pensaba "es mi culpa por aprovecharme de su confianza, aunque ella no lo sepa hice algo malo" se entristecia porque pese a estar acompañado su soledad seguía presente y latente, como siempre. En ese momento Wongde empezó a discutir por una especie de juguete ovalado, a Ord le llamo la atención porque Wongde era muy tranquila desde que la había conocido y la pequeña golpeo a su pequeña amiga en su pequeña manita, su buen ojo a la distancia vio como se tornazulaba el antebrazo. El sombrio medico se brincó todo de donde estaba para ir a ver a la chica de cerca. Miró a Wongde y estaba muy enojada, aún seguía enojada y la mancha azul parecía crecer poco a poco, miraría a Nao y le gritaba -Ya lo se, todo tiene sentido. Creo que tengo una idea de la cura- quería levantar a la pequeña iracundo pero le podía pegar en ese mmomento por lo que se abstuvo, fue corriendo con su compañera y le dijo - Nao lleva a las chicas a la casa voy a hacer unas pruebas rapidamente, esta podría ser la respuesta a todo y el fin de esto - sonreía porque se le había iluminado una vez más la cabeza dandole la respuesta correcta.
Justo cuando se iba ir vio que la pequeña Wongde seguia enojada y cuando se acercó Nao recibío un golpe de la pequeña en el busto, no quería hacerlo pero cuando volviera le tendría que preguntar que le enseñara el busto. Efectivamente Nao ahora estaba contagiada, el medico tendría que revisarla y si esta le pegaba él tambien lo estaría. Al parecer era más contagiosa de lo que pensó Ord en un inicio, el enojo es algo muy humano.
Ord "The Dead"
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Creado por Alexandra Sig Dom Mayo 29, 2016 7:04 am
Naotora atendió a las palabras del medico, fue junto a las dos pequeñas y la amiga de estas, hablando amigablemente con estas hasta que Wongde se enojo, su hermana intento tranquilizarla y Nao las miraba como si fuera un juego de niños, no era extraño que unos niños se enfadaron por alguna tontería como lo era un juguete aun así Nao tuve que actuar como si fuera su madre - Wongde, pequeña, eso esta mal, sera mejor te disculpes con ella - la pequeña noto el regaño de la mujer y esta se disculpo con su amiga a regañadientes cuando el medico se acerco con los ojos brillantes y emocionado, parecía haber encontrado la cura a esa extraña enfermedad.
Las tres subieron al piso donde residían, al menos, Naotora de momento, una vez terminara de ayudar y recibiera su sueldo, se marcharía de la isla ha otro lugar, la instancia en ese lugar sin duda era un descanso que pocas veces se daría en su vida, Wongde ya había dejado de estar enojada o al menos ya no se le notaba el enfado, se puso en una parte de la habitación junto a su hermana a jugar con algunas muñecas que estas se compraron días atrás y charlar sobre lo que harían ese día o que podrían comer, mientras Naotora estaba sentada en una silla con los brazos apoyados en la mesa del comedor, mirando a las pequeñas y esperando al medico, para apaciguar su aburrimiento momentáneo, se levanto, agarro un mapa del East Blue y empezó a observarlo, el mirar mapas siempre le había llamado la atención y el encontrar nuevos lugares también, quizás algún día ella llegara a ser una navegante con sus propios mapas pero aun quedaba para eso, al menos, un tiempo. Finnko se acerco para ver lo que hacia mientras dejaba a Wongde jugar tranquilamente y entonces pregunto - ¿Que haces? Parece te diviertes - Naotora dejo de mirar el mapa y miro a la pequeña, para responderle con una sonrisa - Memorizo el mapa, me gustan los mapas y a veces es divertido compararlos con otros, algún día espero hacer uno propio del mundo, algún día jejeje - era uno de sus sueños aunque pequeño algún día podría volverlo realidad.
Las tres subieron al piso donde residían, al menos, Naotora de momento, una vez terminara de ayudar y recibiera su sueldo, se marcharía de la isla ha otro lugar, la instancia en ese lugar sin duda era un descanso que pocas veces se daría en su vida, Wongde ya había dejado de estar enojada o al menos ya no se le notaba el enfado, se puso en una parte de la habitación junto a su hermana a jugar con algunas muñecas que estas se compraron días atrás y charlar sobre lo que harían ese día o que podrían comer, mientras Naotora estaba sentada en una silla con los brazos apoyados en la mesa del comedor, mirando a las pequeñas y esperando al medico, para apaciguar su aburrimiento momentáneo, se levanto, agarro un mapa del East Blue y empezó a observarlo, el mirar mapas siempre le había llamado la atención y el encontrar nuevos lugares también, quizás algún día ella llegara a ser una navegante con sus propios mapas pero aun quedaba para eso, al menos, un tiempo. Finnko se acerco para ver lo que hacia mientras dejaba a Wongde jugar tranquilamente y entonces pregunto - ¿Que haces? Parece te diviertes - Naotora dejo de mirar el mapa y miro a la pequeña, para responderle con una sonrisa - Memorizo el mapa, me gustan los mapas y a veces es divertido compararlos con otros, algún día espero hacer uno propio del mundo, algún día jejeje - era uno de sus sueños aunque pequeño algún día podría volverlo realidad.
Alexandra Sig
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Creado por Ord "The Dead" Lun Mayo 30, 2016 11:51 pm
Rápidamente el medico regreso a su hogar temporal, Ii la seguía de cerca con las chicas que parecía no querer dejar que se les escapara su amigo feo, curioso cuanto menos. Al llegar subieron muy rapido, el brazos largos dejo la puerta abierta a sabiendas que las chicas venían atrás e inmediatamente se puso a "jugar" con sus equipos, sus extraños medicamentos y plantas. Tenía una idea acorde a los temas vistos, había escuchado de una enfermedad similar "La gripe de la tristeza", esta consistía entre personas que obtenían una especie de catarro común pero no lo era, los efectos se prolongaban generando mucosidad constante, la vida de las personas cambiaba debido a esto y se empezaban a deprimir, a mayor depresión mayores eran los efectos y cuando alguien estaba tocada o alcanzada por esas mucosidades se contagiaban, aparentemente en parte era algo mental que los efectos aumentaran pero se debía a las defensas al ver el cuerpo triste empezaban a trabajar menos. Esta enfermedad había sido muy peligrosa, llevandose una importante población por lo que había sido estudiada muy afondo y había bastante información. Ord sacó el famoso Manual de Enfermedades y Patologías de los Cuatro Mares, probablemente uno de los libros más grandes pero el del Manual que se estaba apenas desarrollando sobre el Grand Line y El nuevo mundo era el doble y aún no se había estudiado casi nada, las especies que ahí habitan y poderes pueden generar cambios dramaticos en la vida de los seres.
Leeia detenidamente toda la información al respecto de la gripe de la tristeza, las niñas parecían divertirse y Nao parecía necesitar compañia o un comentario de conversación pero el doctor esta en su climax de ideas, tan cerca de conseguir la respuesta que no podía no voltear a motivarese un poco con una mirada de su compañera de esa travesía. De un momento a otro dijo -Lo tengo- pego un brinco muy importante que asustó a todas las presentes, empezó ahora sí a tomar algunas especies y mezclaras, las puso un paño y dijo -Wongdee ven un momento, esto podría funcionar perfectamente y tu amiga tambien- Wongdee se acercó muy feliz y la otra niña tenía algo de miedo, aparentemente todo el rato había estado asustada y con el grito de Ord termino con cara de panico. Ambas niñas le tendieron la mano a Ord a su señal, el medico le acerco la toallita manchada de verde y le dijo -Huele esto ¿A que te parece?- la pequeña hermana menor lo hizo y dijo -Huele a mar- Ord solo pensó que era muy interesante esa respuesta y le frotó con el paño, mantenlo un momento ahí no lo despegues, preparó otros dos pañitos más y le dijo a la otra niña - ¿a tí a que te huele? Niña bonita - tratando de ganar una confianza que no conseguiría, esta miro a la otra y dijo extrañada - mmm creo que a pino- y por ultimo se le acercó a Naotora y esta le respondería lo que pensaba que le daría una visión total del asunto. Ord creía tener la respuesta, se sentía muy seguro con las dos primeras respuestas, de Naotora dependía asegurar su criterio.
Leeia detenidamente toda la información al respecto de la gripe de la tristeza, las niñas parecían divertirse y Nao parecía necesitar compañia o un comentario de conversación pero el doctor esta en su climax de ideas, tan cerca de conseguir la respuesta que no podía no voltear a motivarese un poco con una mirada de su compañera de esa travesía. De un momento a otro dijo -Lo tengo- pego un brinco muy importante que asustó a todas las presentes, empezó ahora sí a tomar algunas especies y mezclaras, las puso un paño y dijo -Wongdee ven un momento, esto podría funcionar perfectamente y tu amiga tambien- Wongdee se acercó muy feliz y la otra niña tenía algo de miedo, aparentemente todo el rato había estado asustada y con el grito de Ord termino con cara de panico. Ambas niñas le tendieron la mano a Ord a su señal, el medico le acerco la toallita manchada de verde y le dijo -Huele esto ¿A que te parece?- la pequeña hermana menor lo hizo y dijo -Huele a mar- Ord solo pensó que era muy interesante esa respuesta y le frotó con el paño, mantenlo un momento ahí no lo despegues, preparó otros dos pañitos más y le dijo a la otra niña - ¿a tí a que te huele? Niña bonita - tratando de ganar una confianza que no conseguiría, esta miro a la otra y dijo extrañada - mmm creo que a pino- y por ultimo se le acercó a Naotora y esta le respondería lo que pensaba que le daría una visión total del asunto. Ord creía tener la respuesta, se sentía muy seguro con las dos primeras respuestas, de Naotora dependía asegurar su criterio.
Ord "The Dead"
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Creado por Alexandra Sig Mar Mayo 31, 2016 9:36 am
No tardo mucho hasta que Naotora se pusiera a observar lo que hizo el medico, moviéndose de un lado a otro y cogiendo libros, aparatos, hierbas y medicinas, le resultaba curioso lo que estaba haciendo hasta el punto de que dejo de mirar el mapa que tenia en la mesa, no había visto nunca a nadie investigar una enfermedad o algo por el estilo, no había estado nunca enferma de gravedad y mucho menos para estar en un hospita, así que no sabia con certeza lo que estaba haciendo el brazos largos. Supuso que por fin había encontrado la cura a esa extraña enfermedad de manchas azules y si eso era así, su tiempo de descanso parecía llegar a su fin aunque también quería presentar acción en algún momento, así que le alegraba la noticia de todos modos.
Cuando el medico llamo a las pequeñas, Nao miró con curiosidad ¿que estaba pasando? ¿que era ese paño y cosa verde? Mirando la emoción y el como el medico se movía de un lado a otro, nervioso y emocionado, podía asegurar que era una cura o al menos el principio de una. Cuando el brazos largos le paso el pañuelo a las pequeñas y estas lo olieron sintió curiosidad ¿A que podría oler? Se preguntaba mientras miraba la escena, parecía que ahora le tocaba a ella oler su paño, lo acerco a su nariz con cuidado y precaución y lo olio con atención, la pequeña Wongde dijo que olía a mar, osea que seria un olor salado y fresco el de su paño, la hermana mayor, Finnko, dijo que creía oler a pino, el pino era un olor fuerte y que servía para eliminar algunos olores o para dar fresco a los lugares aunque los alérgicos a los pinos temían este árbol pero ¿A que olía su pañuelo? Miro al medico, su paño tenia un olor bastante fresco, casi le despaja la nariz y además parecía ser un olor fuerte, no tenia duda, había olido antes algo parecido.
- Pues...creo que a menta - Menta, la menta era usada para muchas cosas pero sobre todo para labores en la medicina como esos caramelos que te despejan la nariz y la garganta, era muy parecido al olor del mar que también ayudaba en la misma labor y el olor del pino podría servir tambien. Lo dijo segura y lo olió de nuevo para asegurarse, sin duda para ella olía a menta pero lo que le llamaba la atención es que las tres olieron algo diferente peor también de sinónimo significado ¿Tendria eso que ver con la cura o medicina que estaba preparando aquel medico? Era lo mas probable y ahora solo quedaba esperar si al medico le alegró la noticia o por si por otro lado, no era lo que esperaba.
Cuando el medico llamo a las pequeñas, Nao miró con curiosidad ¿que estaba pasando? ¿que era ese paño y cosa verde? Mirando la emoción y el como el medico se movía de un lado a otro, nervioso y emocionado, podía asegurar que era una cura o al menos el principio de una. Cuando el brazos largos le paso el pañuelo a las pequeñas y estas lo olieron sintió curiosidad ¿A que podría oler? Se preguntaba mientras miraba la escena, parecía que ahora le tocaba a ella oler su paño, lo acerco a su nariz con cuidado y precaución y lo olio con atención, la pequeña Wongde dijo que olía a mar, osea que seria un olor salado y fresco el de su paño, la hermana mayor, Finnko, dijo que creía oler a pino, el pino era un olor fuerte y que servía para eliminar algunos olores o para dar fresco a los lugares aunque los alérgicos a los pinos temían este árbol pero ¿A que olía su pañuelo? Miro al medico, su paño tenia un olor bastante fresco, casi le despaja la nariz y además parecía ser un olor fuerte, no tenia duda, había olido antes algo parecido.
- Pues...creo que a menta - Menta, la menta era usada para muchas cosas pero sobre todo para labores en la medicina como esos caramelos que te despejan la nariz y la garganta, era muy parecido al olor del mar que también ayudaba en la misma labor y el olor del pino podría servir tambien. Lo dijo segura y lo olió de nuevo para asegurarse, sin duda para ella olía a menta pero lo que le llamaba la atención es que las tres olieron algo diferente peor también de sinónimo significado ¿Tendria eso que ver con la cura o medicina que estaba preparando aquel medico? Era lo mas probable y ahora solo quedaba esperar si al medico le alegró la noticia o por si por otro lado, no era lo que esperaba.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Mar Jun 07, 2016 12:42 am
Sin duda todo tenía sentido lo que les había ofrecido a oler era una algas marinas. La pequeña Wongde reconocío el olor porque era la que llevaba más tiempo enferma y su enfermedad tenía sentido. La mancha azul no era otra cosa más que una especie de gyojinización. Claramente era un virus, algo que debió surgir del contacto cercano entre humanos y gyojin, ahí el porque azul, la mayoría de estos tienen tonalidades que rondan ese color. Pero por mucho tiempo que pasara no las convertiria ni las mutaría, eso era algo ilogico era solo una progresión momentanea de sintomas con los que el humano se acercaba a otras especies similares y a fin de cuentas todas estas eran de origen desconocido, porque había hombres con brazos largos como Ord o de piernas largas, cuellos largos, gigantes, hombres animales, hombres marinos, hombres con pequeñas alas. Eran mutaciones de la misma especie, podría ser que debido a variaciones en el genoma cada uno se había desarrollado con un objetivo y el de esta enfermedad era evolucionar al humano, acaso este era el más atrasado y por eso enfermaba con este tipo de cosas.
La cura que había preparado además del alga a oler tenía un poderoso veneno pero este no afectaba a los humanos, no afectaba a los mamiferos en general pero era mortal para peces, gyojins habrían muerto por dicha sustancia.Y mientras el pañito estaba sobre la mano de Wongde, Ord lo frotaba y este estaba erradicando. Luego de quince minutos esperando el resultado se la quitó y efectivamente ya no había nada. Le dijo a la otra pequeña que tambíen tenía una mancha más leve e impersceptible y luego del mismo tratamiento en el antebrazo tuvo el mismo resultado, el esperado.
Pero seguía la parte más dificil hablar con Naotora, que el posible punto estaba en uno de sus pechos. Y era algo en lo que costaba dejar de pensar desde que los había visto, descaradamente el medico le decía -Nao enseñame tu pecho derecho, donde la pequeña te golpeo es probable que tu tambien lo tengas y sea necesario curarte. - levantaba el pañito con intensión de frotarlo. Era algo bastante pervertido y las niñas empezaron a reír -El doctor Ord quiere ver los hermosos pecho de Nao-chan- Ord se asusto y dijo -No para nada es para curarte... bueno no es que sea para nada, obvio me gustaria verlos pero te respeto.. eh solo es el tratamiento- estaba muy nervioso por lo que sucedia y tenía su largo brazo hacía la dueña del espadón. Esta podría dejarse o simplemente quitarle el paño y hacerla ella sola aunque le había golpeado abajo, le costaría un poco verse esa zona. Una curiosa desventaja de los pechos grandes.
Al menos las niñas estaban curadas y lo que quedaba era sanar a Nao, probablemente luego de esa noche se separarían. Ord le pagaría un buen sueldo a Il Naotora según lo acordado al inicio luego de acompañarlo por diez días y las chicas se quedarían más tranquilas en el pueblo. Ord buscaría a todos los enfermos en la isla para curarlos y luego esperaría que llegase un barco mercader o marine para viajar con el permiso con el que contaba.
La cura que había preparado además del alga a oler tenía un poderoso veneno pero este no afectaba a los humanos, no afectaba a los mamiferos en general pero era mortal para peces, gyojins habrían muerto por dicha sustancia.Y mientras el pañito estaba sobre la mano de Wongde, Ord lo frotaba y este estaba erradicando. Luego de quince minutos esperando el resultado se la quitó y efectivamente ya no había nada. Le dijo a la otra pequeña que tambíen tenía una mancha más leve e impersceptible y luego del mismo tratamiento en el antebrazo tuvo el mismo resultado, el esperado.
Pero seguía la parte más dificil hablar con Naotora, que el posible punto estaba en uno de sus pechos. Y era algo en lo que costaba dejar de pensar desde que los había visto, descaradamente el medico le decía -Nao enseñame tu pecho derecho, donde la pequeña te golpeo es probable que tu tambien lo tengas y sea necesario curarte. - levantaba el pañito con intensión de frotarlo. Era algo bastante pervertido y las niñas empezaron a reír -El doctor Ord quiere ver los hermosos pecho de Nao-chan- Ord se asusto y dijo -No para nada es para curarte... bueno no es que sea para nada, obvio me gustaria verlos pero te respeto.. eh solo es el tratamiento- estaba muy nervioso por lo que sucedia y tenía su largo brazo hacía la dueña del espadón. Esta podría dejarse o simplemente quitarle el paño y hacerla ella sola aunque le había golpeado abajo, le costaría un poco verse esa zona. Una curiosa desventaja de los pechos grandes.
Al menos las niñas estaban curadas y lo que quedaba era sanar a Nao, probablemente luego de esa noche se separarían. Ord le pagaría un buen sueldo a Il Naotora según lo acordado al inicio luego de acompañarlo por diez días y las chicas se quedarían más tranquilas en el pueblo. Ord buscaría a todos los enfermos en la isla para curarlos y luego esperaría que llegase un barco mercader o marine para viajar con el permiso con el que contaba.
- off:
- Disculpas por no postearte rápido, los examenes me estan comiendo vivo. Puedes terminar la historia como gustes y me gusto mucho la trama suerte con todo, tal vez podamos rolear en otra ocasión
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
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