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Creado por Luso Saraki Miér Mayo 25, 2016 7:46 pm
Era medio día en la villa Foosha, un pequeño pueblo rural ubicado en la isla Dawn, en dicho lugar se encontraba Luso Saraki el cual en este momento se encontraba dormido en el suelo de la parte trasera del bar mas concurrido de la villa, el dueño lo había llevado a ese lugar la noche anterior después de que quedara inconsciente de tanto alcohol que había ingerido la noche anterior, pensaba que tal vez para el amanecer el peli azul ya no estaría ahí pero ya era medio día y aun seguía en el mismo lugar durmiendo plácidamente.
-¡Levántate chico, este no es lugar para dormir!- dijo mientras le vaciaba un balde de agua fría en todo el cuerpo del joven,a lo que Luso inmediatamente reacciono y se despertó de su sueño profundo, primero entreabrió sus ojos para ver en donde se encontraba, al darse cuenta que estaba en la parte trasera del bar inmediatamente recordó todo lo que había pasado ayer, apenas el día anterior había llegado a la isla buscando algunas provisiones para continuar su viaje pero todo el dinero que traía consigo lo había gastado en alcohol y mujerzuelas del lugar, -Creo que me sobrepase otra vez.- dijo para si mismo mientras se ponía una mano en la cabeza puesto que el dolor era inminente a causa de la resaca que traía.
-Toma tus cosas y lárgate.- dijo el encargado al momento que tiraba al suelo una bolsa con las pertenencias de Luso y una lanza cubierta en un gran trozo de tela, el joven peli azul no tuvo mas opción que recoger sus cosas e irse del lugar, camino un rato hasta dar con un establo donde se refresco utilizando una bombeadora que servía para darle de beber a los animales, -¿Ahora donde conseguiré dinero para comida?- se pregunto así mismo después de beber agua, tenia que hacer dinero fácil y rápido para seguir su camino e irse de esa isla.
-¡Levántate chico, este no es lugar para dormir!- dijo mientras le vaciaba un balde de agua fría en todo el cuerpo del joven,a lo que Luso inmediatamente reacciono y se despertó de su sueño profundo, primero entreabrió sus ojos para ver en donde se encontraba, al darse cuenta que estaba en la parte trasera del bar inmediatamente recordó todo lo que había pasado ayer, apenas el día anterior había llegado a la isla buscando algunas provisiones para continuar su viaje pero todo el dinero que traía consigo lo había gastado en alcohol y mujerzuelas del lugar, -Creo que me sobrepase otra vez.- dijo para si mismo mientras se ponía una mano en la cabeza puesto que el dolor era inminente a causa de la resaca que traía.
-Toma tus cosas y lárgate.- dijo el encargado al momento que tiraba al suelo una bolsa con las pertenencias de Luso y una lanza cubierta en un gran trozo de tela, el joven peli azul no tuvo mas opción que recoger sus cosas e irse del lugar, camino un rato hasta dar con un establo donde se refresco utilizando una bombeadora que servía para darle de beber a los animales, -¿Ahora donde conseguiré dinero para comida?- se pregunto así mismo después de beber agua, tenia que hacer dinero fácil y rápido para seguir su camino e irse de esa isla.
Luso Saraki
Hoja de personaje
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(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Jue Mayo 26, 2016 7:35 pm
Su bote podía resultar mucho más cómodo de lo que aparentaba y no era para menos que la peliazul decidiera pasar la noche en él, sobretodo porque no tenía dinero suficiente para pagarse el hospedaje en alguno de los hoteles de la villa, incluso cuando el precio no era elevado, pero ¿Qué más se podía esperar de alguien que no tiene un trabajo estable? Obviamente eso, la ausencia de dinero para necesidades diarias. Una vez los rayos del sol fueron demasiado, la joven cocinera abrió los ojos no sin antes tallarlos un poco para no dañar demasiado su vista.
Se acomodó el cabello ordenándolo lo mejor que pudo, aunque no fue gran cosa ya que llevaba un par de días sin darse una ducha y su cabello siempre era lo primero en hacerlo notorio. Tras colocarse el último cambio de ropa limpio, saltó del bote para poder conseguir un animal para comer, tenía muchísima hambre y aún le sobraban un par de verduras que podía usar para acompañar la carne. A pesar de que su estómago rugía, se tomó la molestia de vagar por la villa hasta llegar a un establo, donde se detuvo a mirar a los caballos que había ahí, reprimiendo las ganas de acariciarlos ya que no tenía intenciones de meterse en problemas con los dueños.
Tras un par de minutos y con el cuchillo en mano, avanzó hasta el sitio donde había logrado divisar una liebre, su carne resultaba deliciosa y se asemejaba un poco al pollo para los paladares poco experimentados, sin embargo, para la peliazul el sabor resultaba un polo lejano al de las aves de corral porque, con tan sólo observar a la liebre, ya tenía en mente el cómo la prepararía, marcando cada paso tras la colecta de la leña para la fogata. Una vez la liebre estuvo lo suficientemente distraída, la peliazul lanzó el cuchillo atinando justo en el lomo, se acercó a la liebre agradeciendo por su sacrificio y tras retirar el cuchillo comenzó a retirarle la piel hábilmente, sin embargo un par de pisadas sobre el pasto la alertaron, obligándola a alzar la vista, para cruzarse con un hombre de cabello azul, quien parecía haber bebido más de la cuenta la noche anterior, haciendo que la joven se percatara de ello por el aroma a Sake que despedía incluso a varios metros de ella. Bajó la vista y prosiguió con su trabajo, al fin y al cabo sólo se trataba de un borracho más.
Se acomodó el cabello ordenándolo lo mejor que pudo, aunque no fue gran cosa ya que llevaba un par de días sin darse una ducha y su cabello siempre era lo primero en hacerlo notorio. Tras colocarse el último cambio de ropa limpio, saltó del bote para poder conseguir un animal para comer, tenía muchísima hambre y aún le sobraban un par de verduras que podía usar para acompañar la carne. A pesar de que su estómago rugía, se tomó la molestia de vagar por la villa hasta llegar a un establo, donde se detuvo a mirar a los caballos que había ahí, reprimiendo las ganas de acariciarlos ya que no tenía intenciones de meterse en problemas con los dueños.
Tras un par de minutos y con el cuchillo en mano, avanzó hasta el sitio donde había logrado divisar una liebre, su carne resultaba deliciosa y se asemejaba un poco al pollo para los paladares poco experimentados, sin embargo, para la peliazul el sabor resultaba un polo lejano al de las aves de corral porque, con tan sólo observar a la liebre, ya tenía en mente el cómo la prepararía, marcando cada paso tras la colecta de la leña para la fogata. Una vez la liebre estuvo lo suficientemente distraída, la peliazul lanzó el cuchillo atinando justo en el lomo, se acercó a la liebre agradeciendo por su sacrificio y tras retirar el cuchillo comenzó a retirarle la piel hábilmente, sin embargo un par de pisadas sobre el pasto la alertaron, obligándola a alzar la vista, para cruzarse con un hombre de cabello azul, quien parecía haber bebido más de la cuenta la noche anterior, haciendo que la joven se percatara de ello por el aroma a Sake que despedía incluso a varios metros de ella. Bajó la vista y prosiguió con su trabajo, al fin y al cabo sólo se trataba de un borracho más.
Juuzou Yamazaki
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Creado por Luso Saraki Jue Mayo 26, 2016 8:29 pm
Tras la rehidratación que le ayudaría a Luso a mejorar un poco su estado a causa de la resaca se toco el cuello con una de sus manos intentando aliviar el dolor inminente causado por dormir en el suelo, mientras tanto aun seguía pensando en como ganar dinero, lo primero que se le ocurrió fue asaltar a los lugareños pero inmediatamente descarto esa idea pues dado que no conocía el lugar seria un poco difícil el huir del lugar, otra opción fue conseguir el dinero honradamente pero lo descarto aun mas rápido que la opción anterior puesto que tardaría mucho tiempo en conseguirlo, lo mejor seria buscar algo con que alimentarse y después pensar en su posible futuro inmediato.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuanta que a varios metros de distancia se encontraba otra persona mas, giro un poco su cabeza y observo a una joven de cabello azul al igual que el aunque este era un poco mas oscuro desollando una liebre, al parecer sabia lo que hacia pues esta lo estaba haciendo demasiado bien, tras varios segundos observándola al fin se le había ocurrido un plan, trataría de convencer a la joven para que compartiera un poco de su comida y así satisfacer su estomago.
-¡Hola, hermana de cabello azul!- dijo en un tono muy alegre mientras se acercaba a la chica, -Al parecer no soy el único quebrado del lugar, ¿O te gusta comer en la intemperie?- pregunto en tono de broma, -¿Qué tal si te apiadas de este hombre y compartes algo de tu comida?, descuida, te lo pagare con una cita conmigo, el gran Luso Saraki.- menciono a la joven utilizando sus encantos esperando que su respuesta fuera positiva.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuanta que a varios metros de distancia se encontraba otra persona mas, giro un poco su cabeza y observo a una joven de cabello azul al igual que el aunque este era un poco mas oscuro desollando una liebre, al parecer sabia lo que hacia pues esta lo estaba haciendo demasiado bien, tras varios segundos observándola al fin se le había ocurrido un plan, trataría de convencer a la joven para que compartiera un poco de su comida y así satisfacer su estomago.
-¡Hola, hermana de cabello azul!- dijo en un tono muy alegre mientras se acercaba a la chica, -Al parecer no soy el único quebrado del lugar, ¿O te gusta comer en la intemperie?- pregunto en tono de broma, -¿Qué tal si te apiadas de este hombre y compartes algo de tu comida?, descuida, te lo pagare con una cita conmigo, el gran Luso Saraki.- menciono a la joven utilizando sus encantos esperando que su respuesta fuera positiva.
Luso Saraki
Hoja de personaje
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Creado por Juuzou Yamazaki Jue Mayo 26, 2016 9:02 pm
Tras terminar de retirar la piel, limpió sus manos con un pedazo de tela que siempre llevaba consigo, odiaba tener las manos sucias y más aún cuando cocinaba, algo que desde que tenía memoria era parte de su rutina. Tras colocar en un lugar limpio la carne, se puso de pie para ir en busca de algo de leña para poder cocinar la carne, pero antes de dar un paso, se vió interrumpida por una voz masculina — ¿Hermana de cabello azul? ¿Vas enserio? — susurró para si misma mientras pensaba en alguna excusa para no hablar con él, después de todo, tratar con la gente nunca había sido lo suyo y en tema de conversaciones ella era la persona menos indicada.
— Preferiría no ganarme nada — dijo seria mientras se cruzaba de brazos y se debatía ante la petición del peliazul, ella no podía considerarse como una persona con corazón, sin embargo, conocía a la perfección lo que era tener hambre y ni un sólo berry para poder satisfacer su necesidad de comida. Sabía perfectamente lo que era tener que beber agua para engañar al estómago — Deberías pensar en eso dos veces antes de gastar tu dinero en Sake, existen las prioridades pero de todas formas yo no soy quién para reclamarte nada — exclamó en dirección al peliazul para finalmente exhalar profundamente — Ayudame a conseguir leña mientras busco otra liebre, después de todo si había una, hay una madriguera, lo que significa que hay más carne — se encogió de hombros mientras esperaba la respuesta del hombre que tenía delante — ¿Entonces? ¿Lo tomas o lo dejas? —.
— Preferiría no ganarme nada — dijo seria mientras se cruzaba de brazos y se debatía ante la petición del peliazul, ella no podía considerarse como una persona con corazón, sin embargo, conocía a la perfección lo que era tener hambre y ni un sólo berry para poder satisfacer su necesidad de comida. Sabía perfectamente lo que era tener que beber agua para engañar al estómago — Deberías pensar en eso dos veces antes de gastar tu dinero en Sake, existen las prioridades pero de todas formas yo no soy quién para reclamarte nada — exclamó en dirección al peliazul para finalmente exhalar profundamente — Ayudame a conseguir leña mientras busco otra liebre, después de todo si había una, hay una madriguera, lo que significa que hay más carne — se encogió de hombros mientras esperaba la respuesta del hombre que tenía delante — ¿Entonces? ¿Lo tomas o lo dejas? —.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
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Creado por Luso Saraki Jue Mayo 26, 2016 11:12 pm
Luso se sorprendió un poco cuando aquella joven le menciono sobre lo de las prioridades y gastarse el dinero en solo alcohol pero al final de cuentas acepto solo con la condición de que fuera a buscar un poco de leña, -De acuerdo, déjamelo a mi.- dijo sin rechistar, después de aquella amena conversación se dio a la tarea de buscar lo que la joven peli azul le había pedido, camino por el lugar recogiendo cada trozo de madera que veía, no le gustaba trabajar para comer pero esta vez tenia que hacer una excepción además era una labor sumamente fácil.
Tras la recolección llego al mismo lugar donde se había encontrado con aquella joven, al parecer fue el primero en llegar puesto que no había nadie mas, sin anda mejor que hacer decidió comenzar a hacer el fuego con la madera tal vez así la peli azul se apiadaría un poco y le daría doble ración.
Tardo varios minutos en encenderla pero al fin lo había logrado, sin nada mejor que hacer se recostó en el suelo esperando a la joven chica, recordó que en su bolsa traía consigo una pequeña botella de alcohol, tras sacarla de la mochila, de un sorbo la bebió completa puesto que esta solo contenía la mitad del liquido, tal vez con ese poco de alcohol olvidaría la paranoia que sentía pues desde hace un rato se sentía observado.
Tras la recolección llego al mismo lugar donde se había encontrado con aquella joven, al parecer fue el primero en llegar puesto que no había nadie mas, sin anda mejor que hacer decidió comenzar a hacer el fuego con la madera tal vez así la peli azul se apiadaría un poco y le daría doble ración.
Tardo varios minutos en encenderla pero al fin lo había logrado, sin nada mejor que hacer se recostó en el suelo esperando a la joven chica, recordó que en su bolsa traía consigo una pequeña botella de alcohol, tras sacarla de la mochila, de un sorbo la bebió completa puesto que esta solo contenía la mitad del liquido, tal vez con ese poco de alcohol olvidaría la paranoia que sentía pues desde hace un rato se sentía observado.
Luso Saraki
Hoja de personaje
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Creado por Juuzou Yamazaki Sáb Mayo 28, 2016 5:55 pm
Una vez que el hombre peliazul aceptó el trato, la joven Juuzou se dió a la tarea de dar caza a un par de liebres más, puesto que, sabía de sobre manera que los hombres siempre comían mucho más que las mujeres y que una sola liebre no sería suficiente para el apetito de un hombre tan alto como lo era Luso. Se quedó quieta y en cuclillas durante varios minutos hasta que un par de orejas se hicieron visibles, a lo que sin pensarlo dos veces la peliazul aprovechó la oportunidad de darle caza a la liebre, llegando directamente al costado del animal, tomándolo y amarrándole de las patas y colgándoselo a la espalda para poder conseguir a la segunda liebre que para su suerte no tardó demasiado en encontrar y darle de igual manera caza.
Una vez tuvo a las dos liebres extras, volvió al punto de encuentro donde ya se encontraba el peliazul junto a una fogata encendida, Juuzou volvió a su sitio y comenzó a retirarle la piel a cada una de las liebres que al estár listas, atoró en un par de ramas algo más gruesas y las colocó al fuego esperando a que se cocinaran un poco antes de colocarles un poco de especias, devolviéndolas posteriormente al fuego, aprovechando para pelar los vegetales y colocarlos en su vieja cacerola con un poco de agua para hacer algo similar a un caldo de verduras para acompañarlo con la carne.
— Parece que tienes un gusto adictivo por el alcohol ¿No es así? — pregunto la peliazul mientras tomaba una papa y la pelaba con cuidado y con ayuda de su cuchillo — Supongo que no eres de esta isla ¿O me equivoco? — soltó la segunda pregunta mientras colocaba las rodajas de la papa en la cacerola que ya estaba sobre el fuego donde comenzaba a cocinarse el caldo, siguiendo con las zanahorias que estaban dentro de su pequeño bolso de tela donde aún habían un par de calabazas y el resto de sus condimentos.
Una vez tuvo a las dos liebres extras, volvió al punto de encuentro donde ya se encontraba el peliazul junto a una fogata encendida, Juuzou volvió a su sitio y comenzó a retirarle la piel a cada una de las liebres que al estár listas, atoró en un par de ramas algo más gruesas y las colocó al fuego esperando a que se cocinaran un poco antes de colocarles un poco de especias, devolviéndolas posteriormente al fuego, aprovechando para pelar los vegetales y colocarlos en su vieja cacerola con un poco de agua para hacer algo similar a un caldo de verduras para acompañarlo con la carne.
— Parece que tienes un gusto adictivo por el alcohol ¿No es así? — pregunto la peliazul mientras tomaba una papa y la pelaba con cuidado y con ayuda de su cuchillo — Supongo que no eres de esta isla ¿O me equivoco? — soltó la segunda pregunta mientras colocaba las rodajas de la papa en la cacerola que ya estaba sobre el fuego donde comenzaba a cocinarse el caldo, siguiendo con las zanahorias que estaban dentro de su pequeño bolso de tela donde aún habían un par de calabazas y el resto de sus condimentos.
Juuzou Yamazaki
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Creado por Yukio Kozato Dom Mayo 29, 2016 3:23 pm
Yukio se había trasladado del Archipiélago Polestar a la Isla de Dawn buscando algo con lo que entretenerse algo que, al parecer, no había podido encontrar en su llegada la isla el día anterior. En vista del poco dinero que llevaba encima se dedicó a saquear los bolsos de algunas personas del pueblo para poder hospedarse en algún lugar que fuese barato, no quería gastarse todo lo ganado de golpe y prefería ser conservador en muchos sentidos, necesitaba monedas para poder comprarse un barco, aunque ya de por si disfrutaba yendo en el de los otros, sus reacciones no tenían precio para Yukio.
Dejando aquello de lado, y tras haber logrado lo suficiente, Yukio durmió en un bar dónde despertó con los gritos del dueño al echar a un muchacho del local. El peliazul se asomó por la ventana aún con sueño y se dedicó a recoger sus pocas cosas para marcharse de allí y seguir con lo suyo, que era robar. Al terminar de colocarse la chaqueta y colgarse el pequeño saco a sus espaldas recogió su bastón bo y así dirigirse escaleras abajo. — Gracias viejo. — Salió por la puerta sin dejar responder al dueño del local. Al dejar las puertas atrás, Yukio puso rumbo a una dirección aleatoria dónde empezó a vislumbrar unos establos, sonrió al ver a los animales y no dudó en acercarse para acariciar a uno de ellos. No muy lejos de él pudo ver como una chica cazaba a una liebre lamiéndose los labios, ya tenía una víctima pero se percató de que no iba sola, algo que no le importó en absoluto.
Aprovechó el silencio para alejarse de allí y esconder sus cosas en un sitio seguro y dónde el podría recordar dónde. En cuanto escondió sus objetos menos los nunchakus, se dirigió nuevamente a dónde había visto a los chicos de antes, esta vez con sumo sigilo para intentar atrapar uno de los animales muertos que tenían. Escuchó su conversación tranquilamente y sin prisas y en cuanto vio el momento, salió de su "escondite" corriendo para intentar coger uno de los conejos que habían atrapado aquellos dos.
Dejando aquello de lado, y tras haber logrado lo suficiente, Yukio durmió en un bar dónde despertó con los gritos del dueño al echar a un muchacho del local. El peliazul se asomó por la ventana aún con sueño y se dedicó a recoger sus pocas cosas para marcharse de allí y seguir con lo suyo, que era robar. Al terminar de colocarse la chaqueta y colgarse el pequeño saco a sus espaldas recogió su bastón bo y así dirigirse escaleras abajo. — Gracias viejo. — Salió por la puerta sin dejar responder al dueño del local. Al dejar las puertas atrás, Yukio puso rumbo a una dirección aleatoria dónde empezó a vislumbrar unos establos, sonrió al ver a los animales y no dudó en acercarse para acariciar a uno de ellos. No muy lejos de él pudo ver como una chica cazaba a una liebre lamiéndose los labios, ya tenía una víctima pero se percató de que no iba sola, algo que no le importó en absoluto.
Aprovechó el silencio para alejarse de allí y esconder sus cosas en un sitio seguro y dónde el podría recordar dónde. En cuanto escondió sus objetos menos los nunchakus, se dirigió nuevamente a dónde había visto a los chicos de antes, esta vez con sumo sigilo para intentar atrapar uno de los animales muertos que tenían. Escuchó su conversación tranquilamente y sin prisas y en cuanto vio el momento, salió de su "escondite" corriendo para intentar coger uno de los conejos que habían atrapado aquellos dos.
Yukio Kozato
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Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Juuzou Yamazaki Mar Mayo 31, 2016 6:15 pm
Al no recibir respuesta, supo que el tipo de cabello azul había quedado en el quinto sueño, se planteó la idea de despertarlo pero tras pensarlo bien llegó a la conclusión de que era mejor así, quizá había pasado una muy mala noche y de una u otra forma Juuzou aún podía mantenerse en ese mismo sitio, cocinando para ambos para después marcharse dejando la parte que le correspondía a él por mutuo acuerdo. Sumida en sus propios pensamientos, se dejó llevar por el momento y de un momento a otro no había nadie más que ella, las liebres y el fuego a un par de pasos delante de ella, una vez más sólo se trataba de improvisar un poco con la cocina, logrando captar el sabor preciso que podía producir la carne que había recién capturado, dejando que el sabor de la leña se impregnara en el punto justo, acompañando en una sinfonía lo que la peliazul quería lograr con algo que otros llamarían simple.
Su mirada subió en un momento de realidad, pasando la vista por su entorno en busca de algo que no le cuadrara lo suficiente para no volver a sumirse en sus pensamientos, cosa que logró al sentirse de manera inexplicable observada. Una vez terminó de cortar los vegetales que faltaban, sirvió un poco de agua sobre la cacerola abollada, mirando el fuego durante unos segundos hasta que el sonido de unos pasos la hicieron ponerse de pie, notando a otro hombre de cabello color azul ¿Es que era una broma de mal gusto? Parecía que era una reunión de gente con el cabello azul en aquella isla que llevaba muy poco de conocer, la peliazul ni siquiera se había tomado la molestia de saber si ese era el color común en los habitantes de la isla, pero por lo que parecía ni ella ni el hombre que dormía a escasos pasos de ella pertenecían a la isla.
Al notar sus intenciones, colocó rápidamente su puño Americano en su mano derecha para poder dar un golpe seco en dirección al hombre que quería robar a una de sus liebres del fuego que ya la estaban cocinando — ¿Qué demonios crees que haces, tío? — preguntó seria mientras buscaba por todos los medios que el segundo peliazul no se robara la comida que ella se había tomado la molestia de capturar — Esta es nuestra comida, consigue la tuya y deja de joder — escupió de mala gana, entrecerrando los ojos en un intento por verse como toda una asesina, incluso cuando jamás hubiese matado a un ser humano. Volteó en busca de alguna señal de vida del tipo que aún dormía, sin embargo parecía que se quedaría todavía un rato más inconsciente.
Su mirada subió en un momento de realidad, pasando la vista por su entorno en busca de algo que no le cuadrara lo suficiente para no volver a sumirse en sus pensamientos, cosa que logró al sentirse de manera inexplicable observada. Una vez terminó de cortar los vegetales que faltaban, sirvió un poco de agua sobre la cacerola abollada, mirando el fuego durante unos segundos hasta que el sonido de unos pasos la hicieron ponerse de pie, notando a otro hombre de cabello color azul ¿Es que era una broma de mal gusto? Parecía que era una reunión de gente con el cabello azul en aquella isla que llevaba muy poco de conocer, la peliazul ni siquiera se había tomado la molestia de saber si ese era el color común en los habitantes de la isla, pero por lo que parecía ni ella ni el hombre que dormía a escasos pasos de ella pertenecían a la isla.
Al notar sus intenciones, colocó rápidamente su puño Americano en su mano derecha para poder dar un golpe seco en dirección al hombre que quería robar a una de sus liebres del fuego que ya la estaban cocinando — ¿Qué demonios crees que haces, tío? — preguntó seria mientras buscaba por todos los medios que el segundo peliazul no se robara la comida que ella se había tomado la molestia de capturar — Esta es nuestra comida, consigue la tuya y deja de joder — escupió de mala gana, entrecerrando los ojos en un intento por verse como toda una asesina, incluso cuando jamás hubiese matado a un ser humano. Volteó en busca de alguna señal de vida del tipo que aún dormía, sin embargo parecía que se quedaría todavía un rato más inconsciente.
Juuzou Yamazaki
Hoja de personaje
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Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Yukio Kozato Miér Jun 01, 2016 6:12 am
Yukio se sorprendió al ver la rapidez de la chica al notar sus intenciones, al ver que sacaba su arma, el peliazul decidió frenar en seco sacando sus nunchakus por si aquella chica quería pelear contra él. Entrecerró los ojos aunque no podía evitar tener una sonrisa genuina en sus labios y poco después se relamió, tenía hambre y aquella muchacha parecía manejar el tema de cocina, él era bastante malo con eso. Desvió por unos segundos su atención al chico que estaba al otro lado, ¿se había dormido? Frunció el ceño ante su evidente sueño y volvió a mirar a la chica levantando las manos y guardando su arma.
Soltó una pequeña carcajada intentando aguantarse la risa, no podía verla como una amenaza, al menos no todavía. — No voy a pelear, pero esa comida tiene buena pinta y no he podido evitarlo, es mi trabajo. — Se encogió de hombros, toda su vida se había dedicado a robar comida ya hecha o simplemente que fuera fresca, como las verduras. Olfateó el aroma del fuego ardiendo en el fuego y ladeó la cabeza ligeramente. — Tu amigo parece haberse dormido, ¿quieres que te haga compañía? Prometo no intentar nada raro. — Volvió a levantar sus brazos como si no fuese culpable de nada. Se acercó un poco más y le ofreció la mano, era probable que se la negase después de haberle intentado robar pero no perdía nada por intentarlo. Le dedicó una sonrisa antes de decir su nombre. — Mi nombre es Yukio. — Dejó pasar unos minutos mientras esperaba su respuesta, pensó en disculparse por lo que había sucedido, aunque siendo un pirata no tenía porque hacerlo, los piratas no se disculpaban cuando robaban, ¿o si?
Se encogió de hombros ligeramente acompañando ese gesto con un suspiro. — ¿Prefieres pelear? Yo no tengo problema con eso, nunca está mal practicar un poco. — Supongo que aquello no era una propuesta muy normal teniendo en cuenta sus palabras de antes, pero para Yukio no sonaba mal, siempre le gustaba entrenar de cualquier forma, y si tenía a alguien para ello mucho mejor.
Soltó una pequeña carcajada intentando aguantarse la risa, no podía verla como una amenaza, al menos no todavía. — No voy a pelear, pero esa comida tiene buena pinta y no he podido evitarlo, es mi trabajo. — Se encogió de hombros, toda su vida se había dedicado a robar comida ya hecha o simplemente que fuera fresca, como las verduras. Olfateó el aroma del fuego ardiendo en el fuego y ladeó la cabeza ligeramente. — Tu amigo parece haberse dormido, ¿quieres que te haga compañía? Prometo no intentar nada raro. — Volvió a levantar sus brazos como si no fuese culpable de nada. Se acercó un poco más y le ofreció la mano, era probable que se la negase después de haberle intentado robar pero no perdía nada por intentarlo. Le dedicó una sonrisa antes de decir su nombre. — Mi nombre es Yukio. — Dejó pasar unos minutos mientras esperaba su respuesta, pensó en disculparse por lo que había sucedido, aunque siendo un pirata no tenía porque hacerlo, los piratas no se disculpaban cuando robaban, ¿o si?
Se encogió de hombros ligeramente acompañando ese gesto con un suspiro. — ¿Prefieres pelear? Yo no tengo problema con eso, nunca está mal practicar un poco. — Supongo que aquello no era una propuesta muy normal teniendo en cuenta sus palabras de antes, pero para Yukio no sonaba mal, siempre le gustaba entrenar de cualquier forma, y si tenía a alguien para ello mucho mejor.
Yukio Kozato
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Creado por Juuzou Yamazaki Jue Jun 02, 2016 6:30 pm
¿Era verdad que se la tomaba como una burla? Realmente no sabía con quién se metía, ya que ella era experta defendiéndose de cualquier robo de comida, sobretodo desde que aprendió que capturarla no era una tarea tan fácil como muchos lo hacían ver — Vaya trabajo tan complejo, robar comida a quienes se tomaron la molestia de cazarla y prepararla — bufó sin quitarle la vista de encima, aún no podía confiarse en un tipo como él — No es mi amigo — se apresuró a decir mientras seguía aferrándose a su puño americano dispuesta a dar el primer golpe de ser necesario. Enarcó una ceja cuando le tendió la mano la cual por obvias razones no aceptó — Juuzou — mencionó su nombre, golpeándose mentalmente por haberlo hecho — Si quieres practicar un poco, podrías entrenar cazando alguna liebre, hay muchas por aquí — se encogió de hombros, pensando que probablemente el chico de cabello azul se negaría de la misma manera en la que estaba dispuesto a pelear por comida ya preparada. Ahorrándose el trabajo difícil.
Tras planteárselo durante varios segundos, bajó la cabeza a modo de rendirse y exhaló profundamente — Puedes comer con nosotros, pero no prometo darte mucho ya que ambos al igual que tú, tenemos hambre — pasó la vista al hombre que dormía plácidamente cerca de la fogata y exhaló una vez más, había pasado de un intento de cena tranquila y solitaria, como era común en ella a tratar con un hombre claramente crudo y con otro peliazul dispuesto a robar comida que le había costado trabajo preparar — Ahora sólo siéntate y no hagas nada que me haga arrepentirme — tomó asiento y se retiró de la mano el puño americano para volver a remover el caldo con las verduras y posteriormente girar las liebres para que se cocinaran por ambos lados. El silencio se mantuvo por un largo rato hasta que la peliazul realizó la primer pregunta — Supongo que igualmente tu no eres de la isla ¿o sí? — preguntó con cierto tono de amabilidad, sin esperar a que él le respondiera con la verdad.
Tras planteárselo durante varios segundos, bajó la cabeza a modo de rendirse y exhaló profundamente — Puedes comer con nosotros, pero no prometo darte mucho ya que ambos al igual que tú, tenemos hambre — pasó la vista al hombre que dormía plácidamente cerca de la fogata y exhaló una vez más, había pasado de un intento de cena tranquila y solitaria, como era común en ella a tratar con un hombre claramente crudo y con otro peliazul dispuesto a robar comida que le había costado trabajo preparar — Ahora sólo siéntate y no hagas nada que me haga arrepentirme — tomó asiento y se retiró de la mano el puño americano para volver a remover el caldo con las verduras y posteriormente girar las liebres para que se cocinaran por ambos lados. El silencio se mantuvo por un largo rato hasta que la peliazul realizó la primer pregunta — Supongo que igualmente tu no eres de la isla ¿o sí? — preguntó con cierto tono de amabilidad, sin esperar a que él le respondiera con la verdad.
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