Recuerdo del primer mensaje :

El "Negocio" iba bien por el momento, ya se habían contratado los obreros quienes durante el día cuidaban las plantas y sembraban otras mientras que durante la noche la granja en la cual el morocho se hospedaba ostentaba una calma sepulcral excepto por el crepitar del fuego que siempre encendía para mantener el calor en la casa. Sin embargo el calor no era suficiente, ese era un calor puramente exterior mientras que el verdadero calor, lo verdaderamente confortante, era el calor interior propio del alcohol. Pronto los bares de aquella isla estarían llenos con la bebida que Jake produciría. O por lo menos en ese bar estaría en el mostrador la bebida solo para mostrar su existencia. Pero por el momento tenía que limitarse con una bebida que no conocía y que realmente no le gustaba pero a nadie le gustaba realmente el gusto del alcohol sino como se sentía.

Jake no era de beber, pero tenía que aparentar ser alguien normal, no podía revelar ser un revolucionario e ir a un bar era algo que la gente normal hacía. Debía vérselo hacer cosas de gente normal, eso era fácil, el problema sería no llegar a revelar que era revolucionario considerando el estado de ebriedad en el cual cada vez más entraba. Al día siguiente quizás le dolería la cabeza, no era importante, con unos tocinos en el desayuno supuestamente a uno se le pasaba. Jake de por si no trabajaba la tierra, o por lo menos el día siguiente a ese no trabajaría la tierra sino que para eso estarían los obreros, después de todo lo que era necesario no era tanto siembra sino encargarse del buen crecimiento de las semillas lo cual no requería de tanto tiempo.

El cabello de Jake estaba teñido de un color negro y usaba lentes del mismo color para ocultar su verdadero color de ojos y de cabello, rasgos demasiado extraños y por lo tanto distintivos. Era un espía, no, era un super espía. Y su misión era beber, así que otro sorbo, acostumbrarse al sabor y sentir como esa calidez recorría más de su cuerpo, tomando como base su estómago pero expandiéndose lentamente al resto de su cuerpo.

Al igual que había hecho desde que habían llegado a esa isla la fémina de ojos rojos siguió las ordenes de la capitana de Tide Hunters al pie de la letra, una vez que se le informará por den den mushi el lugar donde podría estar la presa ella simplemente se empeñó en llegar allí en el menor tiempo posible tratando de no llamar demasiado la atención.

Una vez que estuvo en el perímetro determinado se aseguró de mantener una distancia más prudente que el resto, no porque fuera más sigilosa, sino porque era rápida pudiendo compensar la distancia y no tan buena ocultándose, sobre todo con aquel inmenso espadón en su espalda era difícil pasar desapercibida entre las multitudes.

Una vez que estuvo en el perímetro determinado por la Capitán de aquel grupo esperó a más instrucciones, las cosas se desarrollaron con una fluidez y ritmo que parecía ser natural, tal vez había algún que otro desperfecto o detalle, pero desde la perspectiva de la lupina era como si todo aquel grupo fuera una maquinaria bien ajustada y engrasada, algo que no había podido ver hasta el momento con otros piratas con los cuales se había reunido en el pasado.

Una vez que confirmo que las cosas estaban yendo medianamente bien ingreso al establecimiento donde anteriormente se había escuchado el ruido de una ventana romperse, la mink no había podido verlo directamente por encontrarse en uno de los flancos del establecimiento, al poco tiempo de entrar y controlar una de las posibles salidas vio como la líder hacia salir a los civiles de una forma bastante controlada, cosa que hizo sonreír a la doctora.

Al igual que los miembros de Tide Hunters, Laura se posiciono para bloquear una salida (o potencial entrada de aliados del revolucionario), en su caso selecciono la salida trasera del establecimiento, lo que la mantenía un poco más apartada de lo que ella hubiera querido, sin embargo esta era su función en aquel momento, no podía ponerse delicada ni mandarse a sí misma al estar junto a aquellos eficientes individuos.

Cuando Eberhard se acercó con aquella soga al revolucionario la mujer de bata medica tomo una jarra abandonada de ron con la mano derecha mientras que preparaba la zurda para desenvainar su cuchilla de combate en caso de que la presa decidiera realizar algún movimiento innecesario, si se portaba apropiadamente tal vez podría darle una buena probada a esa bebida, siendo que ya estaba pagada sería una pena desperdiciarla.

-Entendido, los espero- Masui guardo su pequeña caracola no sin antes observarla y ver como está ahora portaba una pequeña melena roja, con una sonrisa un tanto picarona y unos ojos color naranja que recordaban a los del espía. Este no conocía demasiado bien de donde sacaba los peluquines y lentillas el caracol, pero era una de las cosas que le causaba gracia de aquellos animalitos- Creo que estoy un poco lejos…- El mapa que tenía entre las manos marcaba que la distancia hacia el pueblo no era demasiado grande, pero seguramente a trote llegaría en unos diez minutos. Se refugió nuevamente entre los árboles y se quedó mirando fijamente el lugar hasta que sus compañeros finalmente llegaran a su posición; unos quince minutos más tarde el resto de los Tidehunters se hallaba alrededor de la casa esperando el momento adecuado para entrar pero para su sorpresa aquel tipo salió antes que ellos entraran- Si, lo veo- El que saliera les daba espacio para que Masui se pudiera mover bajo el manto de la noche sin demasiados problemas- Iré algunos metros por detrás de el-.

Tras algunos minutos de persecución silenciosa llegaron nuevamente al pueblo y pudieron ver como Jake entraba a un bar. Masui no pudo más que sonreír ante ello, después de todo si estaba borracha su presa era más que seguro que la tarea de atraparlo, amordazarlo y torturarlo sería mucho más sencillo aun que realmente aquello al pelirrojo no le agradaba demasiado, aquel tipo de tarea comúnmente la realizaba Jack o en su defecto Raven; mientras continuaba con sus pensamiento este se colocó en alguna de las salidas que sus compañeros no hubiera cubierto y se encargaría de esperar a que su capitana diera otra orden. Cuando comenzó a escuchar la voz de Eliz, sabía que finamente el espectáculo había comenzado y que los civiles del interior no estaban invitados, así que cuando iban saliendo por la puerta no podía más que sonreírles y saludarlos con la mano –Gracias, vuelvas prontos- Dando media vuelta entro al bar al mismo momento que Saytan, guiñándole un ojo en complicidad –No me puedes decir que no fue una caza divertida- Al entrar se quedaría mirando la escena simplemente dado que no era un hombre que se pudiera encargar de cosas de fuerza, lo suyo era correr, esconderse y planear cosas… prácticamente era una mosca- Vas a tener que aprender a disfrazarte mejor hombre y a cuidar tus pasos-.

Sentía como todo estaba siguiendo su curso inevitable, únicamente para acelerar más de lo debido. El accionar de la albina con respecto a él lo aterraba, pero le generaban algo más… Una sensación de ternura, compasión, incluso amor. No era muy propio de ella el proceder de la manera que lo estaba haciendo y, sin embargo, lo estaba llevando delante de la manera en la que podía. ¿Qué podría hacer él, un simple espadachín con un gran potencial para la destrucción? ¿Romper cosas? ¿Causar problemas? Si, eso era todo, y no mucho más. Suspiró pesadamente antes de asentir a la libertad dada por la jefa, la oportunidad de matar si tal oportunidad se presentaba. De ser así, esperaba que fuese memorable o, por lo menos, que supiera un reto para su persona.

Finalmente llegaron hasta un bar, donde Sho accedió a la orden de esperar cual perrito obediente, pues de nada servía el ponerse a la defensiva cuando la situación claramente no lo ameritaba. Volvió a suspirar, esta vez fue la quinta. De reojo pudo localizar a todos sus compañeros rodeando el lugar, llevando a cabo todo lo que se les había dicho que hicieran. -Lo que se hace por la familia.- Musitó por lo bajo, con una diminuta sonrisa dibujándose en su rostro. ¿Por qué sonreír en tal situación? No lo sabía con certeza alguna, pero era algo que le había surgido en el momento. Quizá era un regocijo al alma que todos estuvieran haciendo un trabajo en equipo, justo como una familia lo haría… Justo lo que tanto añoraba en secreto.

La puerta principal se abrió de par en par, dejando salir a toda la gente despavorida, lo que significaba que las cosas estaban por ponerse interesantes. Desenfundó ambas espadas y se dio su camino hasta el interior del lugar, abriéndose paso entre las últimas cabezas que se iban retirando del lugar… ¿Notando un ave parlante? -¿Que carajos es esto?- Preguntó en voz alta, mientras miraba, estupefacto, a tal criatura majestuosa en el lugar. Le gustaría tener un pájaro parlamente como amigo y, de ser posible, enseñarle palabrotas. ¡O mejor aún! Robarle chocolates a Elizabeth. Si, si... Quizá haría eso.

En el proceso de que estaban los piratas apresando a su objetivo para sacarle la información necesaria, por momentos y quizás por mero descuido de todos un que estaba en la mesa, se movió a mucha velocidad al cuerpo del criminal atrapado y con sus garras rajándole la garganta. Era la misma ave que sintió con anterioridad, y ahora podía verla finalmente, notando que era una amenaza real, y por su asqueroso descuido no obtuvieron la información que necesitaban de Jake. Una voz había salido del águila, pero no era la propia ave, eso significaba que había alguien manejándola. Era una situación frustrante, cuando de repente sus ojos se abrieron, y estaba todavía apresando al objetivo, en ese momento se dio cuenta que había sido obra de su Haki, y sabia perfectamente que iba a pasar – mordiste mas de lo que podías masticar, enano – el pirata dio una respiración profunda, haciendo que las ondas del Hamon pasaran a recorrer su cuerpo. Hace poco había completado su entrenamiento de Hamon y ahora iba a mostrar de que era capaz.

Se hacia el ave y con un movimiento, de su torso mueve su diestra en la dirección del ataque – ¡Storm Palm Strike! – dice mientras lanza un puñetazo en esa dirección. El golpe en el ave había sido directo, y no solo eso, sino que también ocurrió la detonación de una onda de choque, que también alcanzo al ave en el proceso. Mandándola a volar y estrellándola, junto a una de las paredes del bar – tienes mas pelotas que cerebro, aunque sea algo que me caiga bien, puede nublar tu juicio y atacar a quien no debes – la onda de choque no había impactado en ningún otro miembro de la tripulación – capitán, me encargare del intruso – camina hasta donde estaba el ave y la alza, colocándola en una mesa, sacando también a ¿una persona muy pequeña? – ¿tontatta? – era la primera vez que Eberhard veía a uno, pero su presencia era bastante baja, comparada a la del animal. El pirata había escuchado historias de gente que entrenaba animales para combatir, y también era la primera vez que veía uno – tu y tu amigo no tienen heridas muy graves, si los atienden con algo de descanso se recuperan, tengo que reconocerte que entrenaste muy bien al ave, una criatura normal se le habrían roto todos los huesos del cuerpo – dicho eso regresa con sus compañeros – creo que no volverá a molestarnos ¿Qué nos dijo el prisionero?

off:

Saytan siguió caminando por todo el bar, apreciando las acciones de sus nakamas. Jake sería atado como era debido pero en ese momento Eber se anticipó ante un rápido ataque que aquella águila realizaría al Revolucionario, logrando detener dicho. Segundos después, se efectuó un intercambio de golpes entre Eber y el animal, sacándola fuera de rango. No importaba qué era o cuáles eran sus verdaderas intenciones, Saytan esperaba que no se entrometiera más.

Tangela soltó un par de botellas y se montó sobre la barra para posar su mano derecha de forma  lateral sobre su frente de tal manera que pudiera apreciar desde aquella distancia si el águila estaba bien, y sin más le preguntó a su hermano. ~ Onii-chan, creo que han exagerado. Odio que el tonto de Eber actúe de manera tan imprudente ~ El pelinegro giró su cabeza hacia un sentido y miró de reojo a su hermana para sacar una de sus manos y posar el dedo índice sobre sus labios y emitir un "Shhh". La hermanita se puso roja, o eso hacía notar ese par de mejillas que asimilaban tal color, siendo afectada por la molestia de recibir tal trato de su hermano.

Caminó hacia el revolucionario y llevó ambas manos por dentro de sus ropajes y bolsillos, sacando de éstos todos los berries, objetos, o demás utensilios que le llamaran la atención, y por sobre todo algunos chocolates que hallara en su búsqueda, ya que eran del agrado del Capitán. Con tales objetos en sus manos, los repartió tanto al Vice-Capitán como a Elizabeth, ellos decidirían qué hacer. Sin más, procedió a tomar a Jake por su vestimenta y a colocarlo boca abajo sobre la mesa, agarró sus piernas y las contrajo hacia su espalda hasta su máximo punto de flexión, evitando desgarrar los músculos, con la otra mano libre, llevó ambas manos de Jake hacia atrás, estirando los brazos de su víctima lo más que podía, para luego enlazar con ayuda de una soga sus dos manos y sus dos piés aplicando un fuerte nudo quedando él en cierta posición muy comprometedora.  Tras varios intentos para sacarle un poco de información sobre los berries de una manera no apetecible, Saytan tenía que responderle a Eber, quien había hecho una pregunta minutos antes ~ Vice-Capitán, la verdad es que esto es una pérdida de tiempo. Mientras más duremos acá será peor. Habrá que dejarlo tirado en esta pocilga e irnos. ~ Miró a Jake luego para acotar ciertas palabras ~ Jake, esto te quedará como un aviso. No quiero que vuelvas a hacer algo similar a lo que hiciste en aquella isla. ¿De acuerdo? Mantendremos nuestros ojos puestos en ti ~  Saytan se acercó al rostro del revolucionario y le susurró un par de cosillas, mientras olía su cabello ~ ... me apenaría el volverte a buscar personalmente. Si sabes a lo que me refiero... ~ El muchacho de pelo negro se reincorporó y le sonrió para despedirse. ~ Vice-Capitán, Capitán... ¿deberíamos irnos?. Estoy seguro que nuestro amigo habrá captado el mensajito. ~

Wingtribe dio media vuelta, mientras que Tangela se posó al frente de Jake y le sacó la lengua al chico atado, pero bueno... él no la vería y luego se apegó a su hermano mayor, con el fin de irse ya de allí hacia el barco de la tripulación.

Al entrar la escena que vio ante sus ojos solamente podía ser comparada con algo de locos, por un lado estaba Eliz amenazando a Jake de una manera que solamente se podía calificar como maléfica, por otro lado se podía ver un águila de proporciones bastante grandes, una muchacha de apariencia animal que con su bata blanca parecía calificarla como médico y finalmente un pequeño hombrecito que observaba la escena con ojos vidrios a punto de largarse a llorar en cualquier momento que le era ajeno a la vista pero que seguramente si lo hubiera vista lo estaría tomando con curiosidad. De un momento para el otro Eber decidió atacar con alguna clase de técnica al pajarraco que no pudo soportarla y termino estrellada contra la pared- Y yo que creía que solamente eras la cara bonita de la tripulación- Una leve sonrisa apareció en su rostro mientras marchaba en dirección al animal para ayudarlo en caso de que necesitara algo. Al llegar a su lado pudo ver como sacaba del águila a una persona muy pequeña, algo que nunca en su vida vio- Pero que cosa más mona ¿No los podemos quedar? Prometo que le doy de comer todos los días y lo saco a la cubierta a hacer necesidades- Hubiera deseado tocarlo, conocer su tacto y cuan fuerte era su cuerpo pero ante la visión un tanto devastada solamente se dedicó a observarlo con su bastón en mano por si sucedía algo- ¿Ya conocías a estos seres?no se te ve muy sorprendido-.

Saytan por otro lado se estaba tomando la molestia de realizar una tarea muy bien vista en el submundo de donde Masui había salido. Sacando todo lo que tuviera de valor aquel sujeto logro reunir una pila de objetos interesantes mezclados con algunas golosinas ¿Realmente aquel tipo llevaba tanto chocolate para todos lados? Vaya uno a saber, pero le gran cantidad que estaba en las manos del otro espía alegraría bastante a la capitana. Entregados a los superiores los trofeos se encargó de comenzar a sacarle información al prisionero… seguramente Jack o Raven hubieran disfrutado de aquello y se hubieran puesto a trabajar en conjunto al loco pero el pelirrojo solamente se limitó a observarlo y dejar que hiciera lo que quisiera, su misión de reconocimiento y la posterior de vigía ya habían concluido, sin objetivos claros solo era un espectador.

-¿Debe permanecer vivo? La gente al verlo pensara que somos alguna clase de fetichistas amantes del bondage- Por lo que se podía observar en la cara de aquel tipo cualquier clase de sensación a vivir lo había abandonado dejándolo nada más que un cascaron vacío… ninguno de las personalidades del espía lograba comprender o demostrar sentimientos pero al verlo de aquella forma una extraña sensación se despertaba en su pecho, lentamente saco su katana oculta en el bastón y comenzó a acercarse como un robot al prisionero listo para matarlo “¿Qué te molesta? ¿Qué se haya quedado sin razón para vivir? ¿O tal vez el hecho de que te vez reflejado en él?” Las palabras del dios muy rara vez se oia cuando Masui o Raven trabajaban, con Jack era común el dialogo pero él no era Jack ¿o sí?- Momento de locura jejejeje no se preocupen, creo que con Saytan ya están acostumbrados jajajaja- La cara vacía de expresiones y sentimiento dejo lugar a una sonrisa de las que tanto caracterizaban a esa personalidad. Guardando la espada se preparó para salir- Opino lo mismo que Saytan, mejor retirarse antes de que alguien avise a las autoridades- Antes de salir de escena giraría la cabeza en dirección a Eber con una sonrisa un tanto maléfica- Si puedes trae al pequeño contigo, me gustaría cruzar unas palabras con el cuando despierte-.

Todo había sido tan fácil que a la propia capitán le había aburrido un poco… Suspiró por lo bajo apenas el prisionero había sido amarrado mas el ver como Eber había lastimado de tal manera al ave le había hecho un suave hueco en el estómago. Tragando seco se acercó a ver el animal que yacía en la mesa y cómo de su pico una persona pequeñita había sido literalmente extraída. Abrió de par en par sus párpados quedando por un instante sin aliento. Lo primero que se le vino a lamente fue algún animal pequeño o algo similar pero ver ese afro tan… Tan… era… - Q-Qué… - Sus mejillas se ruborizaron al instante viendo como con toda la fuerza del mundo quería atacar a Eber y con ello escuchar su vocesilla… No fue más que algo tan maravilloso que la capitana ni en sus más miserables años antes de ser pirata había podido contemplar e incluso admirar. - Q-Qué lindo… - susurró baito observando toda la escena… Literalmente la pobre joven moría de ternura ante tal cosa.

Apenas el pequeño ser quedó sin conciencia Elizabeth llevó su mano derecha hacia él con toda la delicadeza del mundo acunándola en esta lo tomó y cargó llevándolo a su pecho casi asesinando con la mirada a Eber. - Sólo la hubieras agarrado, no era necesario lastimarla tanto. - Reclamando el estado del águila el cual Elizabeth veía con cierto deje de preocupación. Ya con todos los objetos en su posesión y la pequeña personita ahora cuidada por Elizabeth caminó hacia la barra de aquel bar. - Llévense unas cuantas botellas de ron y alcohol para celebrar y si hay algo de dinero también, debo recuperar mi inversión con el dueño- Sonriéndoles obviamente se refería a las monedas que le había entregado anteriormente al dueño al que le ordenó sacar a la gente. Eber con cuidado llévate el ave y atiéndela, será tu responsabilidad que quede como nueva o yo misma te tiro al mar. - Regañó y extendiendo su mano tomó uno de los cuchillos afilados con los que seguramente el barman cortaba lo necesario para adornar bebidas. - Saytan y Masui me acompañarán, iré por Ilya sola. - Acercándose entregó a Sho al pequeño tontatta como si de lo más frágil del mundo tratase. - Sho, llévatelo y prepárale alguna camita para que pueda descansar, lo llevaremos con nosotros hasta que ambos estén bien. - Ordenó y se paró justo al lado de Jake. - Y en cuanto a Jake, veremos qué tanta suerte tiene. - Sin más lanzó el cuchillo directamente a la entrepierna de este. - Ojalá muera desangrado. - Encogiéndose de hombros comenzó a caminar dirigiéndose a la salida no sin antes tomar a Laura de la mana para que los demás las siguieran - Laura, acompáñalos al barco, los veré allá en un rato. - Pidió volviendo su vista hacia atrás. - Si tardamos más de media hora manden a buscarnos ¿Entendido? - Dicho eso se puso en camino con los dos hombres a los cuales nombró sus acompañantes para dirigirse hacia Ilya

Las cosas se desarrollaron de una forma un tanto extraña, en un principio parecía ser que todo iría de acuerdo a las órdenes y planes de la capitán de Tide Hunters, sin embargo en algún momento todo empezó a ser cada vez más raro, un ave cortando el cuello de Jake, la capitán lanzando un cuchilla al a entrepierna del inconsciente/herido o muerto, un golpe para el ave, gente en movimiento, no necesariamente en ese orden, pero sin lugar a dudas aquello no debería de ser normal desde el punto de vista de la mayoría de la gente.

Sin embargo la ex-miembro de Streiner estaba acostumbrada a ver un oso corriendo con un payaso arriba con un sostén rojo cantando incoherencias tras escapar de un robot, así que ya nada podía romper la concentración y seriedad de aquella fémina de ojos color escarlata, permaneció atenta y en su posición a que entrará en escena otra amenaza o potencial problema para el desarrollo de los objetivos y acontecimientos, sin embargo por parecía ser que nadie intentaría entrar pateando la puerta trasera para darle un desafío aquel día.

Una vez más escucho las ordenes de Elizabeth -Entendido.- dijo como breve y única después a las ordenes dirigidas por la capitán, al menos por su parte, paso cerca de algunas mesas llevándose las berries que pudiera reunir y un par de botellas tanto para el barco como para sí misma antes de dirigirse al barco con aquellos a quienes debía de acompañar, la fémina caminaba con una mano libre para poder desenvainar el cuchillo de combate y proteger a los miembros de Tide Hunters en caso de que fuera necesario, solo como medida preventiva.