Recuerdo del primer mensaje :

Nui escuchaba todo lo que estaba diciendo aquel agente del CP, parecía ponerse engreído, desechando la advertencia que la asesina le había dado previamente, no le culpaba, muchos no la tomaban enserio por su aspecto de niña o por su apariencia pero eso no le importaba, el chico pareció ofendido por como esta calificaba el trabajo de los dos, entonces cuando termino de hablar tomo la palabra - Pupupu~ puede ser cierto lo que dices, puede ser, puede ser pero eso de tomarse libertades, yo mato a quien me piden y si se me antoja a quien me lo pide también pupupu~ - daba un paso al frente - Ha habido mas de una vez en la que mate a mi cliente, por diversión claro esta - bajo la mirada, negando con la cabeza, estaba decepcionada por los insultos pues esperaba una conversación algo mas amena y sin tanta disputa pero parece que eso no iba a ser posible - Puedo pasar algunos insultos por alto, no me importa pero no soporto decepcionarme con algo, así que tendré que divertirme contigo Pupupu~ - y dicho esto, dio unos pasos mas hacia el chico.

Sabia que no podía darle espalda a su oponente, sabia del peligro que eso le podía suponer, solo le quedaba plantarle cara momentáneamente y encontrar una forma de escapar, con una distracción o si el oponente se descuidaba, hiriéndolo, así que con una sonrisa tomo acción, dio un ligero paso en el suelo con el que gano impulso hacia delante, acercándose lo suficientemente cerca como para patear al chico en el vientre y alejarlo un momento, no espero, agarro arena y se la lanzo con clara intención de nublar su vista, un asesino se especializaba en el sigilo y en la distracción, esa era la especialidad de estos y serian inútiles en un combate uno contra uno pero este no era el caso de Nui, era una asesina que también abarcaba ese campo, después de todo, tenia los medios para hacerlo - Vamos a ponernos algo serios pupupu~ - Acciono el botón que había en el paraguas para que se abriera pero en vez de eso, se desenfundo como si fuera la funda de una espada, de este empezó a salir lo que parecía una enorme hoja de tijera de color violeta que salia por el filo en vez de por el mango, eso explicaba como la tenia colocada en aquel extraño paraguas, Nui la agarro por el mango circular y apunto al chico - Ahora ¿que harás? CP... - 

Hoja de Tijera:

Del grupo al que se dirigía al pequeña chica era la que parecía más buena persona a criterio del azul -Así es, soy un wotan de pez diablo- respondía ante la primera afirmación de la que luego se haría llamar la Pastelera -igualmente, es la primera vez que conozco una pastelera humana- mientras dudaba un poco sobre que podían decir los libros humanos sobre los wotan ya que siempre le tenían miedo, a lo mejor era literatura errada sobre su especie pero sinceramente tampoco le interesaba mucho, a fin de cuentas habían todo tipo de wotans, como los que había conocido en su vida.

Al ser tratado monstruo por uno de los humanos que acompañaban a la pastelera se enojo un poco pero al ver sus buenos modales y corregirle pensó por un momento que habían humanos con diferente nivel de inteligencia y comprensión, probablemente esa chica fuese más humana que los demás que había conocido hasta ese momento -gracias por sus palabras de comprensión señorita pastelera, algún día el mundo entendera a las personas diferentes- la miraba fijamente mientras las olas salpicaban sus pies y cambio de opinión con lo que iba a hacer -dentro de unas horas iré por lo que busco, de momento voy a nadar y pescar algo, las palabras de su incordiante compañero me han dado ganas de devoras pequeñas especies- le decía con el único objetivo de asustar a los humanos que a diferencia de la pequeña no eran capaces de comprender al ser azul. Se lanzó al agua desplazando una gran cantidad de agua y despidiéndose con la mano de la pequeña parchada. No era amistoso pero era educado con quien lo había sido con él.

- Que ser mas interesante, educado y parecía fuerte, sin duda un wotan debe ser algún día ingrediente para mis pasteles - dijo para si misma mientras se despedía con una mano del Wotan que acababa de conocer y una vez vio que este se perdía en el mar, volvió a sentarse, el chico la miro con algo de desprecio le contesto - ¿Porque me pegaste? Odia habernos devorado! - Nui entonces dirigió una sonrisa aterradora hacia el chico y este trago saliva, pues la asesina tenia un aura de asesinato en este mismo instante, se levanto y entonces - Podría pero no lo hizo, es mejor hablar a educadamente que con insultos hacia un desconocido - señalo la costa y el chico vio como la marina se acercaba, mando al capitán a que pusiera el barco en movimiento con rapidez y así lo hizo, antes de que los marines les alcanzaran, estos ya estarían en plena mar.

- Uff...nos libramos libramos por poco - dijo el capitán mientras salia a cubierta y veía el ancho mar ante sus ojos, el miembro de los Wolfs soltó un suspiro y añadió - Debe ser porque algo paso en la isla ¿no es así? Pastelera - chasqueo la lengua y protesto pero este fue callado cuando un trozo de madera paso rozando su rostro a gran velocidad, había sido Nui el que lo había lanzado - No se extrañe señor Wolf, nuestro negocio acabo, no tienes porque insultarme sino acabare con tu vida antes de que puedas mirarme a los ojos si quiera una vez - Miro al capitán - Y capitán, nos dirigimos lejos de la marina ¿no es así? - El capitán respondió asintiendo y esta con una sonrisa, movía su paraguas con los dedos para que este girara, estaba feliz, acababa de terminar un trabajo un trabajo y había podido tener unos excelentes extras, que mas podia pedir la pastelera, a si, un pastel.

Al rato el pelotón volvió y el capitán estaba a la cabeza con el rostro serio. Cogió su den den mushi y dio la orden de búsqueda de aquel barco de madera de tamaño como el de un pesquero. Solon estaba sentado intercambiando algunas palabras con el médico pero se notaba que había tensión en el aire y que nadie se sentía cómodo con la conversación. Los marines parecían haber terminado de arreglar el barco porque algunos comenzaron a desafiarse y se había montado un corrillo alrededor de ellos. Se puso en pie y miró al capitán a los ojos. -Escurridiza, ¿eh?-La sonrisa en su rostro lo decía todo. Se giró y su katana dio en la pierna del capitán el cual se colocó a su izquierda y pasó su brazo derecho por sus hombros y curvaba el cuerpo. -La atraparemos-Decía serio pero vamos que no le duró demasiado. No le aguantó ni medio segundo la mirada a Solon y ambos comenzaron a reír. -Parece ser que estando herido eres más sociable-Sin eliminar la sonrisa de la cara le quitó el brazo de encima y comenzaron a andar los dos al unísono mientras miraban a los reclutas pelear. Eran más cabezas huecas que el joven agente ye el treintañero capitán. -¡Todos abordo! ¡Volvemos a casa!-Todos enloquecieron.

Solon necesitó algo de ayuda para subir sano y a salvo al navío. Recorrió la mitad de la cubierta y entró en la trampilla que estaba en el suelo. Sentía como si algún animal fiero le estuviera intentando quitar la piel de un bocado en aquella herida. Las vendas estaban un poco ensangrentadas pero el médico decía que eso no pasaba nada. Lo importante era guardar reposo porque la herida resultó ser más profundo de lo que parecía y si comenzaba a moverse para arriba y para abajo lo pasaría mal. Se cogió un par de libros que solían tener por ahí tirados y se echó en su camarote. Estaba tendido con los ojos cerrados y apoyaba su cabeza en su brazo izquierdo. -Hora de relajarse-Se dijo cuando comenzó a leer. No duró mucho porque al entrar a alta mar, con las pequeñas oscilaciones los párpados comenzaron a pesarle y no lo pudo remediar: se quedó dormido con los libros en lo alto.