El hombre, loco como ninguno otro comenzó de apoco a lamer la sangre que tenía en sus puños en lo que analizaba a los hombrecitos de la marina, esos peces tan esponjosos de los cuales quería usar como saco de papas. Levantó el mentón para desde aquella posición soberbia mirar a ambos, una mujer, un hombre, no le importaba el genero de ambos pero lo tenía ya en la cabeza. Para el hombre que adoraba golpear, masacrar y dejar cuerpos como meros estropajos tener a dos rivales era perfecto, le costaría menos tener que ir buscando a otros rivales si se le presentaba la oportunidad de pelear con dos, estaba excitado, dichoso y con ganas de; matar.

La mujer no se hizo esperar para iniciar la ofensiva, parece que era de los mismos que él pero había una clara diferencia entre ambos, y se haría notar al momento de defenderse. Estaba claro que cuando lanzó aquel ataque con la hacha, el hombre ya había peleado contra una en el pasado no le complicaba usar sus guantes de hierro para hacer una contra. Fue en el momento que vio venir el arma que se movió hacia su diestra que dejó pasar el arma y la golpeó con la zurda con fuerza, directamente en la parte contundente de esa arma pesada y enseguida con el puño derecho giró su torso para lanzar un fuerte golpe en dirección del mentón de la enemiga, sacó la lengua en medio del ataque, la pasó por todos sus labios y abrió más sus orbes, lanzando una risa; Muajajaja.

Tomó un poco de distancia luego, la mano no le dolía por golpear el hacha pero si la sentía algo acalorada, era un arma pesada después de todo pero gracias a sus guanteletes no paso a mayores. Miró a la mujer y comenzó a hablar. — Que atrevida. ¿Quieres morir? Me gustaría quedarme con tu hacha de recuerdo.— Chocó ambos puños metálicos, ya no tenía sangre porque antes se los lamió, claro el sabor del metal más la sangre no era un complemento agradable pero a él, le encantaba. Miró al otro sujeto el que no hacía nada hasta ahora e inmediatamente se abalanzó hacia él, ignorando a la mujer. Al momento de llegar lanzó una serie de nueve golpes todos con fiereza en dirección de la cara. En la ofensiva no paró, hasta que terminó con el último golpe y enseguida le dio una patada para alejarlo del campo de batalla. Tras esto observó de reojo a la mujer y le provocó con la mano para que viniese a por él.

OFF:

 

El pirata ladeó la cabeza un poco, miraba todo a su alrededor la verdad es que quizo noquear a su enemigo pero la verdad es que por el momento no, le serviría de saco de papas para más adelante si es que tenía ganas de patear un cuerpo medio con vida, jugar al soccer con sus compañeros luego de asesinar a todos los marines que osaron entrar en pelea con ellos. Por su parte luego dirigió su mirada a la mujer, cuando lanzó su gorra y comenzó su festival de ademanes. Elliot con un gesto burlesco sostuvo su mentón con la mano, bostezó ante la falta de interés.

De pronto la ofensiva de ella comenzó, el hombre se acomodó, tronó su cuello, le sacó la lengua y hasta el dedo del medio. Le incitaba a venir con todas las fuerzas aunque cuando vio que tomó uno de los cuerpos simplemente movió la cabeza, negando. Táctica vieja, aburrida y fácil de burlar. El hombre al momento que le lanzó se hizo para atrás aumentando la distancia pero no solo eso sino que luego saltó a su diestra para poder tener contacto con la mujer. Allí le gritó. — ¿Esa mierda te enseñan en la marina? ¡COBARDES!— Tras esto notó la ofensiva de ella pero gracias a que se había hecho espacio para observar, era simple evadir, su destreza era mucho más potente que la contraria. El ataque de ella lo evadió saltando, cuando se elevó, no mucho pero si para lograr esquivar la ofensiva le sacó el dedo del medio en el aire.

— Que manera más infantil de pelear.— No le atacó a pesar de que tuvo la oportunidad sino que se echó para atrás, acercándose a uno de los cuerpos de los marines caídos antes, unos civiles igual. Con la mano en los bolsillos pateó uno que estaba casi aferrándose a la vida. Luego tomó el sombrero de la marina que había lanzado ella antes.— Un saco de papa. Me queda bien, luego lo usaré para limpiarme el culo.— Miró de reojo a la mujer e inmediatamente salió a gran velocidad demostrando que tan hábil era, su destreza era tal que se inclinó, cortó un poco el viento. Cuando llegó a la proximidad de la mujer comenzó a lanzar una potente ráfaga de golpes que iban en direcciones aleatorias del torso pero al finalizar, y con más fuerza se dirigió al rostro de la marine.

La metralleta de golpes, de seis y uno en el mentón sobre la mujer dio efecto en la medida de lo necesario, seguro debería estar mermada su condición física pero a eso el hombre no le importaba, si estaba o no dañada era un suceso ocasionado por sus ataques. Fue en ese instante tras luego de realizar semejante ofensiva en que ella, siguió el ataque cuerpo a cuerpo, era una mala idea por parte de ella, pelear con un luchador del calibre de Elliot a esa corta separación no sería de lo mejor. El hombre sacó la lengua como un desquiciado a ver que movimiento iba a realizar la rubia de la hacha enorme.

La distancia fue destrozada por parte de ella, pero aquella cabeza que quería usar sería peligroso, tal vez demasiado fue por eso que cuando el hombre vio venir semejante ataque, sonrió, casi mordiendo sus labios ya más como desquiciado, había sido un error por parte de ella. El cabezazo estaba llegando a la zona de impacto pero el pirata recubrió la zona con busou haki, espero el impacto para bloquear esa ofensiva como si se intentase bloquear una pelota de plástico con una zona extremadamente dura, había caído en una trampa. Pero la chica lo estaba haciendo bien, era una combatiente bastante ruda, lo tenía que admitir.

El hombre no se percató de que un golpe iba a su pecho, le dio haciendo que este retrocediese tras bloquearle, sonrió haciéndose para atrás, ella tenía fuerza pero no más de la que él tenía. Sonrió un poco ya estando a una distancia prudente, más de unos 3 metros para ser honestos. Fue en ese preciso momento en que, otra ofensiva por parte de ella se vio venir. Se acercó a la diestra de él, pero la mujer solo traía intenciones de matarle, dirigiendo la hacha a la sección de su cabeza. Eso no iba a ser posible, quizás perdió antes el balance pero ahora estaba bien. Se agachó rápido esquivando el primer ataque, sacó la lengua y comenzó a reír como loco. Pero no fue solo eso, sino que una cadena salió, iba en dirección de él, otra vez queriendo atacar una zona sensible. El hombre logró mínimamente de que esto no pasara, la cadena le dio pero en otro sitio, brotó la sangre, cayendo al suelo.

El hombre no esperó, al mismo momento salió al ataque de ella. Recortó distancia más de las que ya traían, gracias a los pasos de la misma. Ahora los golpes iban dirigidos a la zona del torso, cada uno con más fuerza. Fueron un total de cinco golpes, con fiereza, buscaba simplemente derrumbar su defensa, quizás tumbarla por haberle hecho esa herida. Tiempo no le dañaban. Pero seguro ella estaba mermada por el bloqueo anterior o no, el pirata no se estaba fijando en eso. No obstante, ella hizo bien y le hirió, merecía crédito por su acción. No era tan débil.

OFF:

Luego de haber escuchado lo que Reno le dijo básicamente salió corriendo bastante rápido, en búsqueda de aquella joven a la cual necesitaría ayuda. Al ir a gran velocidad todo pasaba a sus ojos con velocidad, pero igual distinguía hasta que a lo lejos logró observar una especie de batalla que se estaba llevando a cabo, la mujer cuadraba con las descripciones de Alexandra, bueno era ella mejor dicho, el marine le conocía. Tan pronto como pudo relajó sus músculos, su respiración la calmó totalmente, necesitaba correr rápido para poder llegar a la proximidad de la joven, antes de que fuera tarde y su enemigo terminase por ganarle o algo peor, matase. Así fue como Okita ya estando a unos cien metros comenzó a apurar el paso, ahora parecía como el viento. Pero de seguro el enemigo era igual o más veloz que él.

Al ir corriendo la ofensiva del hombre inició, no le daría tiempo para llegar a que no le diese la ofensiva a ella, tendría que esquivar pero no fue solamente eso sino que, un pequeño temblor se hizo presente, el espadachín desvió la mirada para a lo lejos ver lo que se avecinaba. Una criatura enorme, solo hizo un ademán de apuros fue por ese motivo que dio un impulso con más fuerza, hasta el punto que sus músculos le dolían un poco a pesar de semejante nivel de relajación. Al impulsarse logró acercarse justo a su aliada, saltó, le tomó por un brazo pero el ataque del enemigo le tocó a él. Sin importar la molestia de ese ataque el joven se tambaleó casi a punto de caer, con el hombro adolorido cargó en el otro a la mujer. Iba a salir corriendo.

— ¡Arg! Vámonos ahora mismo de aquí.— No espero respuesta ni mucho menos, e impulsivamente quizo llevar a la mujer más cómoda en su espalda, sin esperar mucho se largó a correr, debería agotar todo el combustible para salvar a su aliada, no iba a pelear ahí ya todo estaba fuera de control más con lo que se avecinaba, era un enemigo que de momentos estaba fuera de la órbita de Okita. Al comenzar a correr observó a lo lejos una salida, un camino que le sacaría ventaja, era recto y llevaría al puerto donde seguro estaba el barco de la marina. — Mierda, ¿qué es eso? No tiene pinta de ser algo agradable.— Dijo bastante exaltado, con la respiración acelerada por todo el esfuerzo físico que hacía, claro el otro hombro lo tenía lastimado. El dolor indicaba que necesitaría unos días para sanar si es que no era un disloque del hueso, no le importó siguió hasta poder salir.

OFF: