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Creado por Elizabeth Hitze Miér Dic 09, 2015 8:47 pm
- A ver hijos de puta ¡¿Dónde está el maldito ron?! - Sí… Como era de costumbre aquella mujer cada vez que tocaba tierra buscaba un buen bar para poder saciar su “sed” y aunque se hubiese escapado de todos sus tripulantes para que dejaran de molestarle ahora se veía envuelta en una fiesta que ella misma había montado en un bar de mala muerte que se encontraba entre callejones húmedos y obscuros de las orillas de la isla. Se podía notar que el lugar no era exactamente un lugar para gente de categoría alta ni de buen estatus social, había mesas e incluso sillas hechas de material reciclado, de partes de barco y maltratadas. La barra estaba llena de unos seis u ocho hombres rodeando a la pirata mientras el hombre de la barra les servía todo el alcohol que podían tomar ¿Qué celebraba? El simple hecho de no haber muerto en su primer viaje por el mar.
Sin embargo no tardó mucho antes de que los hombres ya algo ebrios comenzaran a pelear sin sentido, Elizabeth molesta comenzaba a maldecirlos a todos observando el espectáculo de aquellos bárbaros que sin más habían armado uno de los alborotos más estruendosos del callejón alertando a todas las personas aledañas a este. Chasqueó la lengua, fastidiada ni se molestó en pagar lo que había bebido pues entre la trifulca no ponían mucha atención los dueños para saber quién entraba o qué deberían cobrar.
En cuanto salió de ahí iba a su barco y es que a esa hora de la madrugada comenzaba a sentirse el frío y la obscuridad de las calles no ayudaba mucho, sin embargo tras girar en una esquina o se fijó y terminó chocando con otra persona. - ¡Hey, imbécil! Fíjate por donde caminas.- Frunció el ceño levantando la mirada, sonriendo cínica y altanera viendo a la persona contraria como si fuese una rata cualquiera ¿Pero cual fue su sorpresa?.. - ¿Una vaca?.. - Cuestionó un tenue susurro mientras entrecerraba la mirada algo sorprendida y es que con su corta estatura la mujer de apenas 1.65 se sentía una pequeña hormiga ante tal ser. - No me jodas... Bebí demasiado... - Agregó en un susurro bajando su cabeza y llevando su mano a su rostro, creía que estaba alucinando... O eso... O se había vuelto loca.
Sin embargo no tardó mucho antes de que los hombres ya algo ebrios comenzaran a pelear sin sentido, Elizabeth molesta comenzaba a maldecirlos a todos observando el espectáculo de aquellos bárbaros que sin más habían armado uno de los alborotos más estruendosos del callejón alertando a todas las personas aledañas a este. Chasqueó la lengua, fastidiada ni se molestó en pagar lo que había bebido pues entre la trifulca no ponían mucha atención los dueños para saber quién entraba o qué deberían cobrar.
En cuanto salió de ahí iba a su barco y es que a esa hora de la madrugada comenzaba a sentirse el frío y la obscuridad de las calles no ayudaba mucho, sin embargo tras girar en una esquina o se fijó y terminó chocando con otra persona. - ¡Hey, imbécil! Fíjate por donde caminas.- Frunció el ceño levantando la mirada, sonriendo cínica y altanera viendo a la persona contraria como si fuese una rata cualquiera ¿Pero cual fue su sorpresa?.. - ¿Una vaca?.. - Cuestionó un tenue susurro mientras entrecerraba la mirada algo sorprendida y es que con su corta estatura la mujer de apenas 1.65 se sentía una pequeña hormiga ante tal ser. - No me jodas... Bebí demasiado... - Agregó en un susurro bajando su cabeza y llevando su mano a su rostro, creía que estaba alucinando... O eso... O se había vuelto loca.
Elizabeth Hitze
Hoja de personaje
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(26/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Taurus Vie Dic 11, 2015 12:06 pm
Micqueot era una isla bastante famosa por sus bebidas alcohólicas, de entre todas ellas el vino era la más famosa por su calidad y no era de extrañar ver a todo tipo de personas, turistas, mercaderes, piratas y demás, acudir a la isla para probar sus selectos productos, pero siempre existen excepciones como era mi caso, muu.
Llevaba un par de días en la isla y ni una sola de vino había catado. ¿La razón?, pocas bebidas alcohólicas me gustaban, y entre de ellas para mi desgracia no estaba en mi lista el vino. Aun así, llevaba un pequeño papel donde estaba escribiendo las provisiones que me llevaría de la isla para cuando me decidiera a abandonarla,que no sería muy tarde.
- Leche muu, yogures muu, queso muu, galletas muu, creo que ya está todo, ¡muu!
En aquel momento estaba inmerso en mi preciada lista y no me percaté de que una joven iba en dirección hacia mí, lo cual produjo un choque un tanto violento, seguido de un descortés insulto por parte de la joven.
- Debería decirle lo mismo a usted señorita - dije mirando y entendiendo que por su forma de hablar y sus andares la joven había probado el famoso vino de Micqueot en grandes dosis y de forma reiterada.
Parecía sorprenderse al ver mi apariencia, probablemente por no saber si era real o el alcohol en su sistema estaba haciéndole ver alucinaciones.
- Concretamente un toro. Los cuernos son de verdad, muu - dije tocando la punta del cuerno derecho - Le aconsejo que no vaya bebida por las calles a estas horas joven, no sabe con que clase de calaña se puede encontrar - le recomendé.
Realmente me preguntaba que hacía por allí una muchacha, sola y bebida en mitad de las calles de Micqueot. Dudaba mucho que fuera de aquella isla, así que deducí puede de forma precipitada, que no era oriunda de la isla, así que preguntarle sobre una tienda donde pudiera aprovisionarme aquellas horas probablemente no me aportaría ningún dato, aunque siempre había que intentarlo.
- ¿Por casualidad no sabrás de algún establecimiento donde comprar provisiones?, principalmente productos lácteos, ¡mu!
Llevaba un par de días en la isla y ni una sola de vino había catado. ¿La razón?, pocas bebidas alcohólicas me gustaban, y entre de ellas para mi desgracia no estaba en mi lista el vino. Aun así, llevaba un pequeño papel donde estaba escribiendo las provisiones que me llevaría de la isla para cuando me decidiera a abandonarla,que no sería muy tarde.
- Leche muu, yogures muu, queso muu, galletas muu, creo que ya está todo, ¡muu!
En aquel momento estaba inmerso en mi preciada lista y no me percaté de que una joven iba en dirección hacia mí, lo cual produjo un choque un tanto violento, seguido de un descortés insulto por parte de la joven.
- Debería decirle lo mismo a usted señorita - dije mirando y entendiendo que por su forma de hablar y sus andares la joven había probado el famoso vino de Micqueot en grandes dosis y de forma reiterada.
Parecía sorprenderse al ver mi apariencia, probablemente por no saber si era real o el alcohol en su sistema estaba haciéndole ver alucinaciones.
- Concretamente un toro. Los cuernos son de verdad, muu - dije tocando la punta del cuerno derecho - Le aconsejo que no vaya bebida por las calles a estas horas joven, no sabe con que clase de calaña se puede encontrar - le recomendé.
Realmente me preguntaba que hacía por allí una muchacha, sola y bebida en mitad de las calles de Micqueot. Dudaba mucho que fuera de aquella isla, así que deducí puede de forma precipitada, que no era oriunda de la isla, así que preguntarle sobre una tienda donde pudiera aprovisionarme aquellas horas probablemente no me aportaría ningún dato, aunque siempre había que intentarlo.
- ¿Por casualidad no sabrás de algún establecimiento donde comprar provisiones?, principalmente productos lácteos, ¡mu!
Taurus
Hoja de personaje
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(1/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Elizabeth Hitze Dom Dic 13, 2015 9:19 pm
No podía ocultar que en su sangre cierta cantidad de alcohol había corrido y se mantenía ahí, pero la respuesta del contrario la descolocó un poco levantando su rostro mientras en silencio lee observaba analizando sus palabras y lo que estaba pasando. Movió un poco sus labios como muestra de desagrado y entrecerró su mirada. - Tú no eres nadie para ordenarme lo que tengo o no qué hacer, es más, yo soy quien debería darte a ti las órdenes… Vaca macho. - Masculló con cierto tono infante haciendo un sutil berrinche mientras empuñaba su mano derecha. Ama y adora los animales, así que el simple hecho de que él pareciera uno se volvió una situación un tanto incómoda… Sus mejillas se ruborizaron y apretó con suavidad su mandíbula. - Qué tierno… - Susurró en un tono bajo y con cuidado puso sus manos en el pecho de él apretando un poco aferrándose a las ropas ajenas.
Escuchó la pregunta de él y ella negó. - No soy de acá, vine en barco y mis hombres están esperando por mi en el puerto, seguro ellos compraron las provisiones que faltaban, es su trabajo. - Masculló levantando su mirada y brazos poniéndose de puntitas tratando inútilmente de tomas las mejillas pues su poca estatura le jugaba por demasiado una mala pasada. Suspiró y tras regresar a su posición normal algo mareada dejó su frente en el dorso ajeno. - Vaca ¿Qué clase de animal se anda por los callejones a esta hora haciendo que las mujeres choquen contra ellos? - Dijo en un sutil reproche antes de escuchar como el alboroto en aquel bar comenzaba a salirse de control llegando al punto de que los golpes se habían comenzado en el exterior. Elizabeth dio un par de pasos girando la calle para esconderse en la pared viendo al contrario de reojo sonriendo con algo de nerviosismo - Si los marines llegan estaré en problemas. - Susurró bajo dándose por sobre entendido que aunque poco pero era conocida en el bajo mundo. - ¿Cómo coño se salía de este callejón? - Cuestionó observando por todas partes, algo desorientada agachó la cabeza aún mareada. - Me duele el estómago… - Murmuró algo infantil esperando las respuestas del contrario.
Escuchó la pregunta de él y ella negó. - No soy de acá, vine en barco y mis hombres están esperando por mi en el puerto, seguro ellos compraron las provisiones que faltaban, es su trabajo. - Masculló levantando su mirada y brazos poniéndose de puntitas tratando inútilmente de tomas las mejillas pues su poca estatura le jugaba por demasiado una mala pasada. Suspiró y tras regresar a su posición normal algo mareada dejó su frente en el dorso ajeno. - Vaca ¿Qué clase de animal se anda por los callejones a esta hora haciendo que las mujeres choquen contra ellos? - Dijo en un sutil reproche antes de escuchar como el alboroto en aquel bar comenzaba a salirse de control llegando al punto de que los golpes se habían comenzado en el exterior. Elizabeth dio un par de pasos girando la calle para esconderse en la pared viendo al contrario de reojo sonriendo con algo de nerviosismo - Si los marines llegan estaré en problemas. - Susurró bajo dándose por sobre entendido que aunque poco pero era conocida en el bajo mundo. - ¿Cómo coño se salía de este callejón? - Cuestionó observando por todas partes, algo desorientada agachó la cabeza aún mareada. - Me duele el estómago… - Murmuró algo infantil esperando las respuestas del contrario.
Elizabeth Hitze
Hoja de personaje
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(26/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Taurus Miér Dic 16, 2015 4:50 pm
Lo que me temía. Aquella joven parecía estar ebria, y su actitud un tanto tajante al inicio me mantuvo algo alerta, hasta que por alguna extraña razón, decidió tomarme como su peluche animal y reposaría sus manos sobre mi metálico pecho, algo que realmente no me incomodaba.
- Mu, muuuu - dije al ver como la joven se ruborizaba.
Escuché entonces como la joven afirmaba no ser autóctona de aquella isla, y de como sus hombres eran los que habían comprado las provisiones. Al escuchar aquello me entró la curiosidad.
- ¿Tus hombres?, suenas como un capitán de barco - dije tanteando a la joven.
- Soy toro algo peculiar, muuu - dije intentando responder debidamente a su pregunta - Aunque podríamos decir que ambos topamos con el otro.
De repente me percaté de que había algo de jaleo, producido por algunos borrachos peleando en las cercanías a un bar, el mismo del que deducía que había salido aquella joven, quien dejó entrever que los marines podrían acudir al lugar si se formaba demasiado escándalo.
- Ciertamente, no me conviene cruzarme con un marine, muu - dije mirando a la joven - Te propongo un trato, mu. Tu me llevas al lugar donde tus hombres se aprovisionaron y yo te cubriré las espaldas, muu.
Me parecía un trato bastante justo, yo lograría comprar algunas provisiones para mi viaje y aquella joven estaría a salvo de cualquier asaltante o marine.
Sin duda el hecho de que no tuviese un gran afecto por la Marina podría indicar que era una pirata, como yo, aunque sería mejor no decir nada, no sería la primera vez que un marine se hacía pasar por un pirata para cazar a otros piratas. Desgraciadamente conocía demasiado bien las estratagemas de la Marina y el Gobierno, al fin y al cabo las había sufrido en mis propias carnes de toro.
- Mu, muuuu - dije al ver como la joven se ruborizaba.
Escuché entonces como la joven afirmaba no ser autóctona de aquella isla, y de como sus hombres eran los que habían comprado las provisiones. Al escuchar aquello me entró la curiosidad.
- ¿Tus hombres?, suenas como un capitán de barco - dije tanteando a la joven.
- Soy toro algo peculiar, muuu - dije intentando responder debidamente a su pregunta - Aunque podríamos decir que ambos topamos con el otro.
De repente me percaté de que había algo de jaleo, producido por algunos borrachos peleando en las cercanías a un bar, el mismo del que deducía que había salido aquella joven, quien dejó entrever que los marines podrían acudir al lugar si se formaba demasiado escándalo.
- Ciertamente, no me conviene cruzarme con un marine, muu - dije mirando a la joven - Te propongo un trato, mu. Tu me llevas al lugar donde tus hombres se aprovisionaron y yo te cubriré las espaldas, muu.
Me parecía un trato bastante justo, yo lograría comprar algunas provisiones para mi viaje y aquella joven estaría a salvo de cualquier asaltante o marine.
Sin duda el hecho de que no tuviese un gran afecto por la Marina podría indicar que era una pirata, como yo, aunque sería mejor no decir nada, no sería la primera vez que un marine se hacía pasar por un pirata para cazar a otros piratas. Desgraciadamente conocía demasiado bien las estratagemas de la Marina y el Gobierno, al fin y al cabo las había sufrido en mis propias carnes de toro.
Taurus
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Elizabeth Hitze Miér Dic 16, 2015 6:18 pm
Parpadeó atenta a las palabras de... La vaca. Arqueó su ceja derecha mientras le observaba con suma atención y antes de siquiera responderle rió bajo, no pretendía responder por aquello, si era capitán o no era algo que solo ella guardaba para sí y por x o y razón se tachaba de mera tripulante. - No, no, no sueno como un capitán. Son hombres en los que confío, mis compañeros… Mi familia. - Explico cerrando sus párpados mientras se incorporaba y rascaba su nuca asintiendo ante las palabras del cyborg. - Ya lo noté, sí, eres bastante… Demasiado peculiar, cosa que es bastante extraña, juraría estas hecho totalmente de metal y a mi no me engañas… Eso es una máscara. - Musitó con cierta burla apuntándole a la cara antes de soltar una suave risa.
Asintió dándole la razón a sus siguientes palabras mientras meditaba por aquello. - Sí, sí, mira, no es nada lindo toparse con esa gente, se creen saberlo todo cuando son unos babosos imbéciles que creen que por ser “la marina” pueden tomarte y hacer lo que quieren pero no, nope… - Decía aquello con un movimiento peculiar de su cabeza negando reafirmando lo que sus palabras decían. Curiosa le observó ante aquella… Propuesta riendo algo nerviosa. - En primera no necesito que alguien como tú me proteja, soy una mujer fuerte e independiente que puede hacerlo sola y en segunda… No sé donde compraron las cosas. - Acotó con cierta tranquilidad comenzando a caminar y moviendo su cabeza para hacerle una señal de que la siguiera. - No confío en ti, no confío en nadie, estoy harta de que la gente se haga pasar por civiles o piratas para atrapar a los demás, hay gente más mierda por los mares y en callejones pero son tan maricas que no se atreven a ir buscando la verdadera mala hierba que crece por ahí. - Chasqueó la lencua encogiéndose de hombros sin dejar de caminar para terminar por salir del callejón. - Si eres un marine disfrazado pierdes tu tiempo, no pretendo llevarte a mi casa ni a andar por ahí paseando contigo. - Agregó observándole tras cruzarse de brazos. - A parte de niña una vaca no me quiso dar un vaso de leche.. - Se ruborizó desviando su mirada algo molesta. - No me agradan las vacas. - Acotó cerrando sus párpados tratando de olvidar aquel mal recuerdo infante.
Asintió dándole la razón a sus siguientes palabras mientras meditaba por aquello. - Sí, sí, mira, no es nada lindo toparse con esa gente, se creen saberlo todo cuando son unos babosos imbéciles que creen que por ser “la marina” pueden tomarte y hacer lo que quieren pero no, nope… - Decía aquello con un movimiento peculiar de su cabeza negando reafirmando lo que sus palabras decían. Curiosa le observó ante aquella… Propuesta riendo algo nerviosa. - En primera no necesito que alguien como tú me proteja, soy una mujer fuerte e independiente que puede hacerlo sola y en segunda… No sé donde compraron las cosas. - Acotó con cierta tranquilidad comenzando a caminar y moviendo su cabeza para hacerle una señal de que la siguiera. - No confío en ti, no confío en nadie, estoy harta de que la gente se haga pasar por civiles o piratas para atrapar a los demás, hay gente más mierda por los mares y en callejones pero son tan maricas que no se atreven a ir buscando la verdadera mala hierba que crece por ahí. - Chasqueó la lencua encogiéndose de hombros sin dejar de caminar para terminar por salir del callejón. - Si eres un marine disfrazado pierdes tu tiempo, no pretendo llevarte a mi casa ni a andar por ahí paseando contigo. - Agregó observándole tras cruzarse de brazos. - A parte de niña una vaca no me quiso dar un vaso de leche.. - Se ruborizó desviando su mirada algo molesta. - No me agradan las vacas. - Acotó cerrando sus párpados tratando de olvidar aquel mal recuerdo infante.
Elizabeth Hitze
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Taurus Dom Dic 20, 2015 10:53 am
Escuchaba con atención las palabras de aquella joven, pensando en que en cierta manera no acaba de creerme lo que me decía, tal vez porque después de tratar con la marina y los encubiertos del gobierno había alcanzado un ligero "detector" de mentiras, aunque siempre cabía la posibilidad de que me equivocase. Tal parecía que la muchacha se había percatado de que no era un humano, al menos ya no lo era, e hizo mención a mi máscara, aquella que estaba soldada a mi cuerpo como una parte más del mismo. Aquella que ocultaba las atrocidades recibidas por la cara oculta de lo que la mayoría de gente conocía como "justicia".
- Una máscara no siempre oculta un rostro, a veces oculta atrocidades que podrían hacer zozobrar al mundo entero, muu - dije de forma seria.
No me hacia demasiada gracia que me confundiera con un marine, a pesar de entender el que no se fiara de mí, algo comprensible y de esperar. Por los comentarios de la joven albina su odio hacia los marines era algo que teníamos en común, y por sus palabras daba a entender que aquellos "agentes del bien" también habían ocasionado estragos en su vida.
- A mi no me importa toparme con ellos, siempre es entretenido desencajar el cuello de un soldado, al menos eso les recuerda de vez en cuando que no pueden hacer siempre lo que quieran, muu...
Desgraciadamente nada apuntaba a que fuéramos a entendernos demasiado bien, aun después de encontrar ciertos puntos en común, por lo que probablemente debería encontrar yo mismo algún lugar donde comprar provisiones, casi estaba a punto de tirar la toalla, cuando el comentario de la joven sobre su traumática experiencia con una vaca hizo que comenzara a reír.
- ¡Mumumumumumumu!, ¿esperabas que una vaca te ofreciera un vaso ella misma?, ¡mumumumu! - reía sin parar.
- La leche es el tesoro más preciado de una vaca, ¡mu!, ¡está claro que una vaca que se digne no regalará su tesoro a cualquiera! - dije convencido levantando el puño y cerrándolo de forma solemne, dando importancia a algo que cualquier otra persona tacharía como una tontería.
- ¡Observa! - dije sacando un pequeño frasco de leche embotellada que guardaba - ¡Este manjar fortalece los huesos y tiene incontables vitaminas, mumu!
Tras aquel pequeño discurso sobre los beneficios de los lácteos para la salud, me acerqué a la joven saliendo de aquel callejón y le cedí aquel frasco.
- Entiendo que desconfíes de todo lo que te rodea, muu. Ambos hemos recorrido caminos semejantes, y aunque este frasco de leche no pueda sanar tus heridas más profundas, puede que te ayuden a dar un paso adelante para volver a confiar en la buena voluntad de un toro, muu.
No se si me daría algún tipo de respuesta, si aceptaría aquel obsequio o si directamente empezaría a alejarme de la joven, pero fuera cual fuera su reacción, era la primera vez en mucho tiempo que decidía hacer algo por alguien más que no fuera yo mismo. Tal vez hubieran esperanzas para mí después de todo, mu.
- Una máscara no siempre oculta un rostro, a veces oculta atrocidades que podrían hacer zozobrar al mundo entero, muu - dije de forma seria.
No me hacia demasiada gracia que me confundiera con un marine, a pesar de entender el que no se fiara de mí, algo comprensible y de esperar. Por los comentarios de la joven albina su odio hacia los marines era algo que teníamos en común, y por sus palabras daba a entender que aquellos "agentes del bien" también habían ocasionado estragos en su vida.
- A mi no me importa toparme con ellos, siempre es entretenido desencajar el cuello de un soldado, al menos eso les recuerda de vez en cuando que no pueden hacer siempre lo que quieran, muu...
Desgraciadamente nada apuntaba a que fuéramos a entendernos demasiado bien, aun después de encontrar ciertos puntos en común, por lo que probablemente debería encontrar yo mismo algún lugar donde comprar provisiones, casi estaba a punto de tirar la toalla, cuando el comentario de la joven sobre su traumática experiencia con una vaca hizo que comenzara a reír.
- ¡Mumumumumumumu!, ¿esperabas que una vaca te ofreciera un vaso ella misma?, ¡mumumumu! - reía sin parar.
- La leche es el tesoro más preciado de una vaca, ¡mu!, ¡está claro que una vaca que se digne no regalará su tesoro a cualquiera! - dije convencido levantando el puño y cerrándolo de forma solemne, dando importancia a algo que cualquier otra persona tacharía como una tontería.
- ¡Observa! - dije sacando un pequeño frasco de leche embotellada que guardaba - ¡Este manjar fortalece los huesos y tiene incontables vitaminas, mumu!
Tras aquel pequeño discurso sobre los beneficios de los lácteos para la salud, me acerqué a la joven saliendo de aquel callejón y le cedí aquel frasco.
- Entiendo que desconfíes de todo lo que te rodea, muu. Ambos hemos recorrido caminos semejantes, y aunque este frasco de leche no pueda sanar tus heridas más profundas, puede que te ayuden a dar un paso adelante para volver a confiar en la buena voluntad de un toro, muu.
No se si me daría algún tipo de respuesta, si aceptaría aquel obsequio o si directamente empezaría a alejarme de la joven, pero fuera cual fuera su reacción, era la primera vez en mucho tiempo que decidía hacer algo por alguien más que no fuera yo mismo. Tal vez hubieran esperanzas para mí después de todo, mu.
Taurus
Hoja de personaje
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Elizabeth Hitze Mar Dic 22, 2015 3:17 pm
No pudo… Simplemente no pudo ocultar el total rubor de sus pálidas mejillas tras subírsele la sangre a la cabeza. - ¡¿Quién te crees?!- Reprochó avergonzada tras detenerse fuera del callejón dándole golpecitos en el pecho pues algo mareada no daba para mucho en el momento. - Tesoro o no sólo quería un poco de leche… ¡Tenía hambre! - Recalcó mordiendo su labio inferior mientras por dentro maldecía una y otra vez al toro… Era sensible y más con alcohol encima. La vena se le notó más en la frente, frunciendo más el ceño al ver cómo el contrario le presumía aquel frasco con deliciosa leche, Infló las mejillas en un sutil puchero y antes de siquiera soltar insultos a diestra y siniestra aquel frasco le fue ofrecido. Calló al instante y como si por arte de magia fuere el enojo se había ido en un instante. Levantó su mirada observando al falso ternero, su mirada parecía el de una niña que le estuvieran ofreciendo un pequeño dulce… Escuchó las palabras y tras dudarlo unos segundos extendió sus manos para poder tomar con cuidado aquel frasco. - Yo… - Sus orbes se humedecieron y agachó un poco la cabeza… No era el regalo más costoso del mundo pero… Era un detalle que ella apreció a más no poder y es que desde que había sido un infante uno de los mayores manjares que apenas si pudo probar había sido la leche y al escuchar la manera de hablar del contrario presintió que ambos veían aquel líquido más que una simple “bebida” .
- Gracias, Vaca… - Susurró bajito llevando el frasco a su pecho abrazándolo. Levantó el rostro y se le notó correr una socarrona lágrima por su mejilla derecha pero era acompañada de una notable sonrisa. - Alguien que ofrece un poco de su más grande adoración no es mala persona. - Acotó interrumpiéndole abriendo sus párpados para verle bien. - Es un detalle muy lindo… Yo… Es que es muy lindo. - Comenzó a reír de una manera bastante peculiar… contenta pero con un nudo en la garganta. Agradecida su actitud cambió de un momento a otro volviéndose sus facciones más relajadas y su voz se le notó más tranquila. - Elizabeth Schwarzfaust .- Musitó parándose derecha ante él. - Mi nombre es Elizabeth Schwarzfaust, soy capitán del Vengeful Spirit líder de los Tidehunter. Se presentó cambiando su actitud en totalidad, con sus palabras suaves pero firmes se comenzó a dirigir al contrario. - Quizá jamás escuchaste mi nombre, mucho menos la de mi tripulación… Pero ese es el plan. - Le guiñó el ojo y comenzó a caminar. - Somos un total de cinco personas, quizá no somos la tripulación más temida pero somos una familia que se cuida… - Afiló su mirada viéndole de soslayo. - ¿Tú?.. ¿Quién o qué eres exactamente? - Preguntó sin rodeos ¿A dónde se dirigían?.. Eso sólo se decidiría tras las respuestas y reacciones de él.
- Gracias, Vaca… - Susurró bajito llevando el frasco a su pecho abrazándolo. Levantó el rostro y se le notó correr una socarrona lágrima por su mejilla derecha pero era acompañada de una notable sonrisa. - Alguien que ofrece un poco de su más grande adoración no es mala persona. - Acotó interrumpiéndole abriendo sus párpados para verle bien. - Es un detalle muy lindo… Yo… Es que es muy lindo. - Comenzó a reír de una manera bastante peculiar… contenta pero con un nudo en la garganta. Agradecida su actitud cambió de un momento a otro volviéndose sus facciones más relajadas y su voz se le notó más tranquila. - Elizabeth Schwarzfaust .- Musitó parándose derecha ante él. - Mi nombre es Elizabeth Schwarzfaust, soy capitán del Vengeful Spirit líder de los Tidehunter. Se presentó cambiando su actitud en totalidad, con sus palabras suaves pero firmes se comenzó a dirigir al contrario. - Quizá jamás escuchaste mi nombre, mucho menos la de mi tripulación… Pero ese es el plan. - Le guiñó el ojo y comenzó a caminar. - Somos un total de cinco personas, quizá no somos la tripulación más temida pero somos una familia que se cuida… - Afiló su mirada viéndole de soslayo. - ¿Tú?.. ¿Quién o qué eres exactamente? - Preguntó sin rodeos ¿A dónde se dirigían?.. Eso sólo se decidiría tras las respuestas y reacciones de él.
Elizabeth Hitze
Hoja de personaje
Nivel:
(26/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Elizabeth Hitze Sáb Ene 09, 2016 12:24 pm
Esperar la respuesta del contrario en un punto llegó a ser innecesaria… como era de esperarse la marina había comenzando a movilizarse para encontrar a más personas que tuviesen que ver con el altercado del bar, Elizabeth comenzó a sentirse incómoda y pese a estar hasta cierto punto interesada en aquel cyborg no podía evitar aún temer por ser atrapada y encerrada nuevamente… Observó de frente al que llamaba “vaca macho” algo impaciente y preocupada retrocedió un par de pasos. - Quizá hablé demasiado… - Murmuró bajo, comenzando a alejarse con sumo sigilo sin perderle de vista terminó por negar. - Quizá luego nos volvamos a encontrar, gracias por la leche, de verdad eres muy agradable, pero no puedo permitirme quedarme en este lugar por más tiempo, debo irme, me están esperando, si en algún momento volvemos a encontrarnos quizá las cosas sean diferentes, en estas circunstancias viene sobrando quienes somos, si nos atrapan los de la ley estamos fritos. Nos vemos luego. - Acotó antes de comenzar a echarse a correr por los oscuros callejones, tenía que regresar al barco..
Seguramente ya la estaban esperando para regañarla, simplemente no aprendía la lección de que tenía que mantenerse segura… Eber iba a regañarla, ella lo sabía pero no quedaba de otra… mucho le costó poder irse de manera escurridiza entre calles y calles para que no la vieran, incluso escondida entre bolsas terminó volviéndose en un ninja... Por mucho que sufriera para volver terminó llegando al puerto, a escondidas entró al barco y de ahí a su habitación... Quizá nadie se había dado cuenta, quizá esta vez se había salido con la suya y quizá esta vez no la castigaría encerrada de nuevo.
Seguramente ya la estaban esperando para regañarla, simplemente no aprendía la lección de que tenía que mantenerse segura… Eber iba a regañarla, ella lo sabía pero no quedaba de otra… mucho le costó poder irse de manera escurridiza entre calles y calles para que no la vieran, incluso escondida entre bolsas terminó volviéndose en un ninja... Por mucho que sufriera para volver terminó llegando al puerto, a escondidas entró al barco y de ahí a su habitación... Quizá nadie se había dado cuenta, quizá esta vez se había salido con la suya y quizá esta vez no la castigaría encerrada de nuevo.
- Off:
- Cierro el tema tras abandono de mi compañero
Elizabeth Hitze
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