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Creado por Wuayra Barca Lun Jul 18, 2016 12:19 pm
El mismo viento que existía en Skypea existía en el mundo inferior. Y así como el viento recorría todo el mundo sobre las nubes, el mundo debajo de estas no era diferente. Este era uno de los motivos por los cuales Wuayra visitaba el reino de ¿Livel? No recordaba demasiado bien el nombre y la pronunciación era extraña. El principal motivo de esta búsqueda no era sin embargo el impulso de ser uno con el viento de Wuayra sino el que no conocía lo suficiente al mundo inferior. Ya había visto la ciudad destruida de Ohara y alguna que otra isla del East Blue y conocido lo bueno y lo malo del gobierno mundial. Lo "malo" sobrepasaba por mucho a lo "bueno", la gente era débil y demasiado cerca de su muerte pero no parecía poder verlo siquiera. Reverenciaban a seres que solo por su sangre, no por sus hechos, creían ser superiores. Pagaban impuestos para financiar guerras que no les afectaría apenas pudiendo mantenerse, confiaban en gente que se aprovechaba de ellos para defenderlos de gente que se aprovecharía aún más de ellos.
Faltaban guerreros, faltaban íconos, faltaban martires. Aquellos hombres no se revelaban contra sus amos por que la simple idea del cambio desaparecía en sus mentes llenas de datos inútiles de hechos sin uso en la vida real. Si no había una revolución era por que los civiles no podían pensar en la existencia de la misma revolución, no conocían nada mejor. El deber de Wuayra sería mostrarles el algo mejor, mostrarles el camino. Pero para eso, para poder ser el guerrero que el mundo necesitaba, debía de comprender el mundo en el cual quería interactuar. Por eso mismo estaba allí, en esa isla, en aquel reino desconocido el cual era en su mayor parte rural. Se encontraba en una de las muchas ciudades que conformaban el reino, su presencia no pasaba desapercibida no por sus alas, las cuales estaban ocultas bajo una capa, sino por que llevaba una lanza terminada en una cuchilla. Una vez que esto llamaba la atención los ojos de los transeúntes iban hacia su cintura donde las 2 pistolas se hallaban en sus respectivas fundas, no iría a usarlas, no tenía por que usarlas.
Su ropaje era una remera negra y unos pantalones deportivos, no destacaba excepto por la capa y el Glaive (Lanza con cuchilla al final). Pero no le importaba destacar ese día, era una aldea rural, dudaba que hubiese alguien a quien le interesase capturarlo, principalmente por que cualquier cazarrecompensas iría a la capital del reino y no a una isla llena de granjeros. La gente lo miraba mientras caminaba, los pocos mercaderes del puerto en el cual se hallaba parecían prestar demasiada atención en la mega-lanza de su espalda, después de todo nadie sabía como reaccionar ante un sujeto con mirada de general con una "lanza" y 2 pistolas. Posiblemente creyesen que era un cazarrecompensas buscando una presa.
Faltaban guerreros, faltaban íconos, faltaban martires. Aquellos hombres no se revelaban contra sus amos por que la simple idea del cambio desaparecía en sus mentes llenas de datos inútiles de hechos sin uso en la vida real. Si no había una revolución era por que los civiles no podían pensar en la existencia de la misma revolución, no conocían nada mejor. El deber de Wuayra sería mostrarles el algo mejor, mostrarles el camino. Pero para eso, para poder ser el guerrero que el mundo necesitaba, debía de comprender el mundo en el cual quería interactuar. Por eso mismo estaba allí, en esa isla, en aquel reino desconocido el cual era en su mayor parte rural. Se encontraba en una de las muchas ciudades que conformaban el reino, su presencia no pasaba desapercibida no por sus alas, las cuales estaban ocultas bajo una capa, sino por que llevaba una lanza terminada en una cuchilla. Una vez que esto llamaba la atención los ojos de los transeúntes iban hacia su cintura donde las 2 pistolas se hallaban en sus respectivas fundas, no iría a usarlas, no tenía por que usarlas.
Su ropaje era una remera negra y unos pantalones deportivos, no destacaba excepto por la capa y el Glaive (Lanza con cuchilla al final). Pero no le importaba destacar ese día, era una aldea rural, dudaba que hubiese alguien a quien le interesase capturarlo, principalmente por que cualquier cazarrecompensas iría a la capital del reino y no a una isla llena de granjeros. La gente lo miraba mientras caminaba, los pocos mercaderes del puerto en el cual se hallaba parecían prestar demasiada atención en la mega-lanza de su espalda, después de todo nadie sabía como reaccionar ante un sujeto con mirada de general con una "lanza" y 2 pistolas. Posiblemente creyesen que era un cazarrecompensas buscando una presa.
Última edición por Wuayra Barca el Miér Jul 20, 2016 7:49 pm, editado 2 veces
Wuayra Barca
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shinkai Urukiora Lun Jul 18, 2016 12:44 pm
Paro completar los planes que Shinkai tenía en el reino de Lvneel necesitaba más información de la que ya tenía sobre el pueblo y su relación con el gobierno, una vez había convencido a sus amigos gyojin que lo esperaban en el mar se adentró en una zona que aparentaba ser rural, la cantidad de pescadores era baja y eso hacía notar la baja densidad de población a su criterio, además de que durante varios días se había acercado por las noches en la búsqueda de alguno que otro mono enano (humano) para cenar.
Era de madrugada, poco a poco el alba se despedía hacía donde paulatinamente el gyojin nadaba, su plan iba más allá de el siguiente paso, tenía toda la serie de objetivos por conseguir y mientras se mantuviese en los blues sabía que debía mantenerse al margen, no hacerse un nombre aún, eso era lo menos importante cuando ya lo tenía con los verdaderamente importantes, con los de su raza. Todo partía de ahí por ellos y para ellos, para acabar con el asqueroso reinado humano e imponer a los que en realidad merecían el mundo. La raza más fuerte y la más apta.¿Quién más podía vivir en cualquier parte del planeta? Era una de las nociones básicas que el ser marino le explicaba a los demás para incentivarlos a seguir sus ideal pero realmente era algo cierto. Si esa no era un motivo obvio para la liberación de un pueblo que había sido mermado, maltratado y esclavizado que lo era. Superioridad, balance y justicia. La verdadera raza superior solo era inferior en número, en absolutamente nada más y peor aún la mayoría de terrestres eran dirigido por los seres aún más inferiores, Shinkai no había más que leído sobre los supuestos nobles pero eran los que más asco le daban.
Pero algo sucedería antes de surgir a la playa, detrás de una gran rocaun barco pirata se posaba a su lado. Eran los mismos que había visto en Isla Minion hace varios días atrás, lo único que alcanzó a ver fue un canón que disparo contra el marino sin ninguna duda, el golpe no fue certero pero le rozó la frente, por suerte estaba en el agua y su agilidad le ayudó pero el golpe fue más que un impacto, fue una gran borrador que hizo que el mantarrayo se hundiese, tanto en el mar como en el olvido, no recordaría nada de los últimos meses, su pasado y sus ideales seguían intactos pero crecería una duda muy grande en él. ¿Qué había hecho? Y ¿Dónde estaban sus recuerdos? Era un ser que desconfiaba de todo e incluso llego a pensar en alguna akuma que le hubiese hecho eso pero el dolor de su frente le decía que había sido algo más simple.
La figura diabólica surgía de la playa, ya era de noche, ni el sabía cuantas noches había pasado o si era solo una. Con la oscuridad a sus espaldas y algo de de dolor en su frente, extendía sus alas con un movimiento rápido y un frenado en seco para remover el liquido de vida salado que aún le cubría. No se acercaría a los humanos más de lo necesario,caminaba por la costa y cubría su blanco torso con sus alas, como si fuese una camisa que tan negra, oscura y profunda como la muerte que él impartía.
Iba ya un poco más seco, algo adolorido en su sien, un paso en la arena y otro en el mar, observaba desde lejos, una granjas y los animales, pensaba que eran como los peces, inferiores pero hasta ellos los encerraban -Al menos se que sigo pensando lo mismo ¡Qué especie tan asquerosa! Ni a los seres de poca inteligencia dejan en paz.- decía completamente para sí y para la tierra, reafirmando que pensaba aunque ¿Quién le podía asegurar que no había cambiado de opinión con el tiempo? Solo su convicción. Si alguien lo escuchaba lo dicho le dada igual, un gyojin difería sería débil y sin memoria de su isla (aunque él no tenía toda su memoria al menos recordaba lo que consideraba importante), tal vez una raza distinta como maquina, mink, gigante o tontatta pensarían distinto, aún no había tenido el gusto de conocer por lo que solo entendía por lo leído. Y un humano, vaya si un humano lo escuchaba y difería, que era lo obvio, merecería la muerte en caso de hacerse notar pero dudaba un poco de poder hacer eso por ahora, primero quería esclarecerse consigo mismo.
Era de madrugada, poco a poco el alba se despedía hacía donde paulatinamente el gyojin nadaba, su plan iba más allá de el siguiente paso, tenía toda la serie de objetivos por conseguir y mientras se mantuviese en los blues sabía que debía mantenerse al margen, no hacerse un nombre aún, eso era lo menos importante cuando ya lo tenía con los verdaderamente importantes, con los de su raza. Todo partía de ahí por ellos y para ellos, para acabar con el asqueroso reinado humano e imponer a los que en realidad merecían el mundo. La raza más fuerte y la más apta.¿Quién más podía vivir en cualquier parte del planeta? Era una de las nociones básicas que el ser marino le explicaba a los demás para incentivarlos a seguir sus ideal pero realmente era algo cierto. Si esa no era un motivo obvio para la liberación de un pueblo que había sido mermado, maltratado y esclavizado que lo era. Superioridad, balance y justicia. La verdadera raza superior solo era inferior en número, en absolutamente nada más y peor aún la mayoría de terrestres eran dirigido por los seres aún más inferiores, Shinkai no había más que leído sobre los supuestos nobles pero eran los que más asco le daban.
Pero algo sucedería antes de surgir a la playa, detrás de una gran rocaun barco pirata se posaba a su lado. Eran los mismos que había visto en Isla Minion hace varios días atrás, lo único que alcanzó a ver fue un canón que disparo contra el marino sin ninguna duda, el golpe no fue certero pero le rozó la frente, por suerte estaba en el agua y su agilidad le ayudó pero el golpe fue más que un impacto, fue una gran borrador que hizo que el mantarrayo se hundiese, tanto en el mar como en el olvido, no recordaría nada de los últimos meses, su pasado y sus ideales seguían intactos pero crecería una duda muy grande en él. ¿Qué había hecho? Y ¿Dónde estaban sus recuerdos? Era un ser que desconfiaba de todo e incluso llego a pensar en alguna akuma que le hubiese hecho eso pero el dolor de su frente le decía que había sido algo más simple.
La figura diabólica surgía de la playa, ya era de noche, ni el sabía cuantas noches había pasado o si era solo una. Con la oscuridad a sus espaldas y algo de de dolor en su frente, extendía sus alas con un movimiento rápido y un frenado en seco para remover el liquido de vida salado que aún le cubría. No se acercaría a los humanos más de lo necesario,caminaba por la costa y cubría su blanco torso con sus alas, como si fuese una camisa que tan negra, oscura y profunda como la muerte que él impartía.
Iba ya un poco más seco, algo adolorido en su sien, un paso en la arena y otro en el mar, observaba desde lejos, una granjas y los animales, pensaba que eran como los peces, inferiores pero hasta ellos los encerraban -Al menos se que sigo pensando lo mismo ¡Qué especie tan asquerosa! Ni a los seres de poca inteligencia dejan en paz.- decía completamente para sí y para la tierra, reafirmando que pensaba aunque ¿Quién le podía asegurar que no había cambiado de opinión con el tiempo? Solo su convicción. Si alguien lo escuchaba lo dicho le dada igual, un gyojin difería sería débil y sin memoria de su isla (aunque él no tenía toda su memoria al menos recordaba lo que consideraba importante), tal vez una raza distinta como maquina, mink, gigante o tontatta pensarían distinto, aún no había tenido el gusto de conocer por lo que solo entendía por lo leído. Y un humano, vaya si un humano lo escuchaba y difería, que era lo obvio, merecería la muerte en caso de hacerse notar pero dudaba un poco de poder hacer eso por ahora, primero quería esclarecerse consigo mismo.
Última edición por Shinkai Urukiora el Lun Jul 18, 2016 5:44 pm, editado 1 vez
Shinkai Urukiora
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Wuayra Barca Lun Jul 18, 2016 5:22 pm
La gente lo miraba raro, no por sus alas sino por el arma que portaba en su espalda, pero ya se había acostumbrado a ese tipo de miradas cuando los otros revolucionarios así lo observaban por la presencia de sus alas. Luego de unos minutos ya empezó a incomodarle de cierta manera, el lugar era distinto no solo por la presencia de Vearth envés de nubes sino por la por las casas. Las tiendas donde normalmente vivía eran casas allí, no podía todavía acostumbrarse a eso, al paraje sin tanta flora en las zonas con casas. Por esto mismo fue hacia la zona fuera de las casas, hacia donde había arena. Se sentía más a gusto, en contacto con la naturaleza, en contacto con su yo interior, calmado, muy distinto a la ciudad, con el ruido de la "ciudad" como un simple fondo suave y no algo dañino para los oídos. Era distinto a la naturaleza propia de Shandía pero la arena era más suave que la tierra y aquella suavidad, aunque áspera, le recordaba a su hogar.
Se alejó de la parte que podría ser considerada como "ciudad" yendo hacia la zona propia de la playa. Allí ya apenas había ruido, el olor a agua de mar dominaba la zona. El encontrarse calmado, no implicaba que no prestaba atención al ambiente sino justamente lo opuesto, en la naturaleza era donde uno corría peligro de ataques de animales salvajes, por eso tenía que estar atento a cualquier ruido y fijarse bien de donde provenía dicho sonido. Aunque el ruido de las olas hacía esto difícil, nublando cualquier otro ruido posible, y el olor a agua de mar impregnaba todo, y el poco brillo hacía que su sentido de la vista fuese menos fiable de lo normal. Aún así todavía no anochecía, aún podía verse, podían notarse las figuras pero no con la claridad propia del día.
Entre el ruido del mar escuchó una voz, algo que no creía que ocurriría. Al fijarse de donde provino la voz pudo darse cuenta que no era un humano sino un... pues ni idea, no le habían dicho sobre aquella especie. Conocía que en el mundo inferior habían humanos, Wotan, gigantes y Gyojins. Los que tenían más formas de todos estos eran los Wotans y Gyojins según lo que había escuchado, difiriendo ambos en colores y tamaños. La diferencia entre Wotans y Gyojins era el tamaño, siendo el primero mucho más alto que el segundo. Normalmente ambos eran especies marinas pero se las podía ver en tierra tal como a aquel Wotan que había visto en Ohara.
- ... ¿Una plaga? ¿De quien hablas?... - no asumía que alguien podía odiar a los humanos en si, después de todo no había conocido a nadie que odiase a una raza específica.
Se alejó de la parte que podría ser considerada como "ciudad" yendo hacia la zona propia de la playa. Allí ya apenas había ruido, el olor a agua de mar dominaba la zona. El encontrarse calmado, no implicaba que no prestaba atención al ambiente sino justamente lo opuesto, en la naturaleza era donde uno corría peligro de ataques de animales salvajes, por eso tenía que estar atento a cualquier ruido y fijarse bien de donde provenía dicho sonido. Aunque el ruido de las olas hacía esto difícil, nublando cualquier otro ruido posible, y el olor a agua de mar impregnaba todo, y el poco brillo hacía que su sentido de la vista fuese menos fiable de lo normal. Aún así todavía no anochecía, aún podía verse, podían notarse las figuras pero no con la claridad propia del día.
Entre el ruido del mar escuchó una voz, algo que no creía que ocurriría. Al fijarse de donde provino la voz pudo darse cuenta que no era un humano sino un... pues ni idea, no le habían dicho sobre aquella especie. Conocía que en el mundo inferior habían humanos, Wotan, gigantes y Gyojins. Los que tenían más formas de todos estos eran los Wotans y Gyojins según lo que había escuchado, difiriendo ambos en colores y tamaños. La diferencia entre Wotans y Gyojins era el tamaño, siendo el primero mucho más alto que el segundo. Normalmente ambos eran especies marinas pero se las podía ver en tierra tal como a aquel Wotan que había visto en Ohara.
- ... ¿Una plaga? ¿De quien hablas?... - no asumía que alguien podía odiar a los humanos en si, después de todo no había conocido a nadie que odiase a una raza específica.
Wuayra Barca
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shinkai Urukiora Lun Jul 18, 2016 6:02 pm
La noche se cernía sobre el reino de Lvneel y el gyojin de aspecto diabolesco sentía que algo le hacía falta, recorría la playa casi vagando, era en la costa opuesta por donde había entrado a la isla, había algo que no era como antes en su cabeza pero raciocinios básicos como el odio a los humanos y el infinito amor por el mar seguían tan latentes como siempre. Su respiración estaba algo alterada y no sabía porque, el leve dolor en la sien, al pasarse la mano sentía como esa zona de escamado blanco aún estaba abultada, se adentraba en sus pensamientos, infringiendo cada vez más capas de espacios en blanco que no era capaz de hacer lectura, pasajes de su mente, sus ideas más recientes durante al menos no estaban disponibles.
Las palabras del ente de vello facial y aspecto armado, evidentemente era un guerrero pero sin duda su vestimenta era diferente a la de la mayoría de humanos que había visto o matado. La frase con la que le respondió le resultaba casi un chiste, Shinkai lo veía evidente pero obviamente el tipo era valeroso, se había acercado lo suficiente como para empezar un combate pero de momento y pese al odio guardado no lo iba a atacar de buenas a primeras, al menos no había gritado o se había alejado corriendo por lo que respondía con algo de sensibilidad ya que imaginaba que era un humano a simple vistam además de que no tenía ganas -La humanidad, pequeño humano, pienso aspectos como la esclavización de especies ¿Se creen superiores o que les pasa por la cabeza? ¿Qué opinas tu? - sabía que era una mala costumbre pero en muchas ocasiones jugaba con la comida -¿Y eres cazador o pirata?- decía suponiendo lo más evidente para la concepción que tenía del mundo. Su mirada aún no era voraz, no tenía tanta hambre por lo que si ese humano era un ser pensante que valiera la pena algo se le podría extraer, nunca estaba de más escuchar a los muertos o sus ultimas peticiones.
Además de esos cuestionamientos que Shinkai le hacía y que nublaban su mente sin saber lo que sucedería de ese extraño encuentro a mitad de la nada replicaba con falsa cordialidad -Soy un gyojin que busca cambiar el mundo, mi nombre es Shinkai-. Su maldad iba con él en todos los aspectos de su vida, cambiar el mundo era el objetivo y hacer lo necesario era imprescindible, desde que había empezado su viaje así había sido su plan, su causa lo valía, lo creía con todo su ser.
Al estar en la arena y escuchar lo que este le respondía a lo lejos escuchó el sonido del mar, era algo familiar, justo como cuando uno de los suyos salía de allí. Instintivamente extendió sus gigantescas alas para darse a notar y abalanzarse en caso de ser necesario un duelo de poder. La noche sin luna era aún más oscura y la sombra solo permitía ver la figura que parecía reflejarse en el agua y ser acompañada por las olas mientras caminaba hacía afuera de las aguas salinas que le rodeaban. Shinkai diría para el que posiblemente aclararía no era un humano -Disculpame, me parece que hay un ser marino que merece mi atención en este momento- avanzaba hacía la figura de aretes familiares, como si estuviese imantado, curiosidad, una extraña nostalgia. Palabras y extraños nombres resonaban en su cabeza pero no tenía idea de lo que era esa sensación. Su corazón se aceleraba y le dolía la cabeza, estaría apunto de soltar un quejido cuando una palabra caía en su mente, regresando hasta su infancia, hace doce años, trece tenía en esa época. La figura que tenía en frente le resultaba conocida y hasta familiar decía con cierta extrañeza, sin saber lo que sus labios decían porque aún no la había identificado -¿Yamuraiha?- sonaba como una frase mágica en su boca, una canción o una oda marina, no entendía que era pero le transmitía mucho, más allá de la curiosidad que aún no alcanzaba a entender.
Las palabras del ente de vello facial y aspecto armado, evidentemente era un guerrero pero sin duda su vestimenta era diferente a la de la mayoría de humanos que había visto o matado. La frase con la que le respondió le resultaba casi un chiste, Shinkai lo veía evidente pero obviamente el tipo era valeroso, se había acercado lo suficiente como para empezar un combate pero de momento y pese al odio guardado no lo iba a atacar de buenas a primeras, al menos no había gritado o se había alejado corriendo por lo que respondía con algo de sensibilidad ya que imaginaba que era un humano a simple vistam además de que no tenía ganas -La humanidad, pequeño humano, pienso aspectos como la esclavización de especies ¿Se creen superiores o que les pasa por la cabeza? ¿Qué opinas tu? - sabía que era una mala costumbre pero en muchas ocasiones jugaba con la comida -¿Y eres cazador o pirata?- decía suponiendo lo más evidente para la concepción que tenía del mundo. Su mirada aún no era voraz, no tenía tanta hambre por lo que si ese humano era un ser pensante que valiera la pena algo se le podría extraer, nunca estaba de más escuchar a los muertos o sus ultimas peticiones.
Además de esos cuestionamientos que Shinkai le hacía y que nublaban su mente sin saber lo que sucedería de ese extraño encuentro a mitad de la nada replicaba con falsa cordialidad -Soy un gyojin que busca cambiar el mundo, mi nombre es Shinkai-. Su maldad iba con él en todos los aspectos de su vida, cambiar el mundo era el objetivo y hacer lo necesario era imprescindible, desde que había empezado su viaje así había sido su plan, su causa lo valía, lo creía con todo su ser.
Al estar en la arena y escuchar lo que este le respondía a lo lejos escuchó el sonido del mar, era algo familiar, justo como cuando uno de los suyos salía de allí. Instintivamente extendió sus gigantescas alas para darse a notar y abalanzarse en caso de ser necesario un duelo de poder. La noche sin luna era aún más oscura y la sombra solo permitía ver la figura que parecía reflejarse en el agua y ser acompañada por las olas mientras caminaba hacía afuera de las aguas salinas que le rodeaban. Shinkai diría para el que posiblemente aclararía no era un humano -Disculpame, me parece que hay un ser marino que merece mi atención en este momento- avanzaba hacía la figura de aretes familiares, como si estuviese imantado, curiosidad, una extraña nostalgia. Palabras y extraños nombres resonaban en su cabeza pero no tenía idea de lo que era esa sensación. Su corazón se aceleraba y le dolía la cabeza, estaría apunto de soltar un quejido cuando una palabra caía en su mente, regresando hasta su infancia, hace doce años, trece tenía en esa época. La figura que tenía en frente le resultaba conocida y hasta familiar decía con cierta extrañeza, sin saber lo que sus labios decían porque aún no la había identificado -¿Yamuraiha?- sonaba como una frase mágica en su boca, una canción o una oda marina, no entendía que era pero le transmitía mucho, más allá de la curiosidad que aún no alcanzaba a entender.
Shinkai Urukiora
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Albert Wesker Mar Jul 19, 2016 1:44 pm
Sleeper agent…un término fácilmente reconocible en novelas de ciencia ficción o prensa amarillista, el termino consistía esencialmente en una clase de agente que se infiltraba en el territorio enemigo y entra en “hibernación” por una cantidad indeterminada de tiempo, cortando toda comunicación con su base madre se esperaba que el agente actuara como uno del enemigo y progresivamente se ganara su confianza a lo largo que durara su misión, todo para obtener información importante por parte de los mismos, interesante concepto, una lástima que la organización de dichas operaciones no era algo prioritario o al menos considerado por parte de mis superiores. El reino Lvneel, una de los pocos lugares en los mares del norte en la que la postura del gobierno local no estaba del todo definida al menos de manera pública, oficialmente el reino no tenia trato hostil con el gobierno mundial o alguna otra nación soberana sin embargo era difícil determinar si esta nación estaba afiliada al gobierno o al menos aliada con alguna otra monarquía debido a el hermetismo con el que se habían manejado dichos asuntos, asi mismo esto generaba la idea de que el reino Lvneel podría ser considerado como un territorio neutral en el norte lo que lo convertía en un sitio ideal para el comienzo de mi misión.
La oscuridad de la habitación era mantenida a raya por la pequeña lámpara de aceite que se encontraba junto a mí, un desgastado saco de herramientas descansaba sobre el piso de madrea a unos pocos centímetros de mí, lo suficiente para poder alcanzar las desgastadas herramientas sin problemas, la oscuridad del lugar me obligo a retirar momentáneamente mis anteojos para observar las retorcidas tuberías con más claridad.-………..-el chirriante sonido de una tuerca bajo tención, seguida por una pequeña flama iluminando el interior de la caldera dio por terminada mi labor por el día de hoy. Tras ordenar mis pertenencias y recibir mi paga del hombre que cuidaba la embarcación por las noches emprendí la retirada caminando al límite de la playa en busca de un lugar para pasar la noche, el pago por arreglar un viejo calentador en una embarcación pesquera no sería suficiente para costear una comida caliente, mucho menos un techo sobre mi cabeza, debería improvisar una vez más.
.-……parte del oficio supongo….- mencionaría para mi mismo mientras colocaba mi paga en uno de mis bolsillos, personalmente me encontraba un tanto frustrado por las condiciones y el tiempo que necesitaba para realizar una cubierta coherente que pudiera ser útil en el caso de que algún posible blanco se cruzara en mi camino. La semana posterior a mi arribo había rotado de embarcación en embarcación realizando pequeños trabajos de ingeniería y mecánica, la división de operaciones encubiertas del CP poseía agentes encubiertos en múltiples puntos neutrales a lo largo de todos los mares, el objetivo de esto era el tener la oportunidad de infiltrar primeramente la organización revolucionaria sin embargo cualquier otra banda que pudiera brindarnos algún tipo de información útil se consideraba aceptable sin embargo esta división era internamente famosa por dejar muchos detalles correspondientes a la generación de cuartadas a la suerte lo que usualmente terminaban comprometiendo el éxito de la operación, debido esto había decidido tomar el asunto en mis manos una vez que se me fue asignada una operación con estas características.
Un par de sujetos llamaron momentáneamente mi atención, en especial porque uno de ellos presentaba unas protuberancias similares a alas de algún tipo, mi primer instinto fue el hecho de que se tratara alguna clase de Mink sin embargo tras una inspección más detallada logre ver lo que parecían ser escamas.-…..un hombre – pez volador……el mundo es un lugar cada vez más extraño…..- mencioné de forma simple, seguramente el sujeto que había estado entablando conversación con el momentos antes.
La oscuridad de la habitación era mantenida a raya por la pequeña lámpara de aceite que se encontraba junto a mí, un desgastado saco de herramientas descansaba sobre el piso de madrea a unos pocos centímetros de mí, lo suficiente para poder alcanzar las desgastadas herramientas sin problemas, la oscuridad del lugar me obligo a retirar momentáneamente mis anteojos para observar las retorcidas tuberías con más claridad.-………..-el chirriante sonido de una tuerca bajo tención, seguida por una pequeña flama iluminando el interior de la caldera dio por terminada mi labor por el día de hoy. Tras ordenar mis pertenencias y recibir mi paga del hombre que cuidaba la embarcación por las noches emprendí la retirada caminando al límite de la playa en busca de un lugar para pasar la noche, el pago por arreglar un viejo calentador en una embarcación pesquera no sería suficiente para costear una comida caliente, mucho menos un techo sobre mi cabeza, debería improvisar una vez más.
.-……parte del oficio supongo….- mencionaría para mi mismo mientras colocaba mi paga en uno de mis bolsillos, personalmente me encontraba un tanto frustrado por las condiciones y el tiempo que necesitaba para realizar una cubierta coherente que pudiera ser útil en el caso de que algún posible blanco se cruzara en mi camino. La semana posterior a mi arribo había rotado de embarcación en embarcación realizando pequeños trabajos de ingeniería y mecánica, la división de operaciones encubiertas del CP poseía agentes encubiertos en múltiples puntos neutrales a lo largo de todos los mares, el objetivo de esto era el tener la oportunidad de infiltrar primeramente la organización revolucionaria sin embargo cualquier otra banda que pudiera brindarnos algún tipo de información útil se consideraba aceptable sin embargo esta división era internamente famosa por dejar muchos detalles correspondientes a la generación de cuartadas a la suerte lo que usualmente terminaban comprometiendo el éxito de la operación, debido esto había decidido tomar el asunto en mis manos una vez que se me fue asignada una operación con estas características.
Un par de sujetos llamaron momentáneamente mi atención, en especial porque uno de ellos presentaba unas protuberancias similares a alas de algún tipo, mi primer instinto fue el hecho de que se tratara alguna clase de Mink sin embargo tras una inspección más detallada logre ver lo que parecían ser escamas.-…..un hombre – pez volador……el mundo es un lugar cada vez más extraño…..- mencioné de forma simple, seguramente el sujeto que había estado entablando conversación con el momentos antes.
Albert Wesker
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Yamuraiha Miér Jul 20, 2016 4:27 pm
El agua acariciaba sus escamas, permitía que su cabello se volviera una cortina azul tras su espalda y ella era libre ¡Libre! Jamás podía cansarse de aquel saber de la libertad desde hace doce años que huyó de su hogar dejando poco atrás... o eso creyó. Siempre que pensaba en esa isla le dolía el corazón no por la nostalgia eso lo tenía claro pero no la verdadera razón para sentir que cada vez que llegaba la noche sentía que algo le faltaba, algo que no sabía poner nombre y por eso cada vez que subía a la superficie esperaba hallar claridad. Varias veces emergió durante todo ese tiempo sin saber qué encontrar, o a quien. Esa sola imagen emborronada de ojos dorados permanecía sin rostro y sin nombre en su memoria atormentándola, anudándole la garganta cada vez que la brisa marina acariciaba su piel descubierta y hacía ondear su cabello como caricias invisibles que aunque sin dueño parecía tener un nombre, uno que llegó a sus labios al mismo tiempo que escuchaba el suyo haciéndola girar la cara hacia el origen. Esa figura negra y blanca, recortada contra la aterciopelada oscuridad que parecía palidecer a su lado... tenía un sabor agridulce la palabra que pronunció sus labios mientras alargaba una mano, como queriendo asegurarse que no era una ilusión -¿Shinkai?- allí en la orilla del mar se dejó llevar a la arena donde no tenía posibilidad de moverse, no sin agua de por medio -¿Eres tú... pequeña mantarraya?- de haberse podido acercar más lo hubiera hecho, pero él no estaba solo. A poca distancia de él, un humano de intimidante figura los observaba, la miraba a ella y no sentía más que intimidación por su parte, ya fuera por ser el primer humano que veía o por todas esas habladurías que otros de los suyos le habían contado, ningyos y gyojins que compartían la misma visión que la mantarraya que aún no podía creer se hubiera reencontrado con ella, tan fácil... tan inesperado...
De pronto, ya no quiso apartarse de su lado. En su mente no concebía la idea de ser alejada de él de nuevo, alguien a quien había conocido de pequeño, y el mismo que fue el último en verla antes de que huyera. Hubieron de pasar doce años sola, nadando y siempre ocultándose. No más, no lo iba a permitir. Ignorando las ahora dos presencias además de Shinkai se concentró lo suficiente para separar sus escamas y dividir su cola, de improviso envuelta en una luz blanquecina y aqua entre más el oleaje la golpeara. La sensación de la húmeda arena sobre su ahora naciente piel era suave y extraña. La ningyo hizo un último esfuerzo y su cola dio paso a un par de blancas y torneadas piernas. La ausencia de escamas en la parte inferior de su cuerpo era algo nuevo y quizá maravilloso, si no fuera porque... estaba desnuda. Pero ella solo tenía ojos para el gyojin, al que sonreía con afecto. Ahora sí que podía permanecer a su lado, y no solo en el mar ahora también en tierra
De pronto, ya no quiso apartarse de su lado. En su mente no concebía la idea de ser alejada de él de nuevo, alguien a quien había conocido de pequeño, y el mismo que fue el último en verla antes de que huyera. Hubieron de pasar doce años sola, nadando y siempre ocultándose. No más, no lo iba a permitir. Ignorando las ahora dos presencias además de Shinkai se concentró lo suficiente para separar sus escamas y dividir su cola, de improviso envuelta en una luz blanquecina y aqua entre más el oleaje la golpeara. La sensación de la húmeda arena sobre su ahora naciente piel era suave y extraña. La ningyo hizo un último esfuerzo y su cola dio paso a un par de blancas y torneadas piernas. La ausencia de escamas en la parte inferior de su cuerpo era algo nuevo y quizá maravilloso, si no fuera porque... estaba desnuda. Pero ella solo tenía ojos para el gyojin, al que sonreía con afecto. Ahora sí que podía permanecer a su lado, y no solo en el mar ahora también en tierra
Yamuraiha
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
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Creado por Shinkai Urukiora Miér Jul 20, 2016 4:52 pm
Una presencia más apareció otro asqueroso humano que arruinaba ese momento del recuentro de dos seres marinos que se conocían pero Shinkai tenía solo una leve noción al respecto. El último tipo de aspecto menos fiable que el primero decía unos comentarios completamente repulsivos e intolerantes, era el típico humano que el gyojin detestaba, los que pensaban que el mundo estaba hecho solo para ellos "¡Bastardo humano, me las vas a pagar luego de que atienda a esta hermana marina tan familiar!".pensaba mientras le daba la espalda al último.
La ningyo había dicho su nombre, esa fémina de atrayente figura que le recordaba algo de su pasado pero aún no alcanzaba a esclarecerlo. La primer pregunta que hizo confirmaba todo, él la conocía, sus blancas y sensibles orejas tomaban un posición más atenta, asemejaban cuernos al comprender que estaba quedando mal frente a una belleza que le aceleraba el corazón cada segundo un poco más asentía con la cabeza para confirmar que era él pero no la recordaba "Mi memoria nunca me había fallado, se que la conozco" al momento en que la la cola se tornaban en piernas y su mente buscaba en su base de datos, pocas Ningyo conocía pero había una especial, la que durante su infancia fue su amor platónico y que cuando el tenía 13 ella escapó de la isla, Yamuraiha, la recordó justo cuando dijo lo de "Mi pequeña mantarraya" solo recordó eso pero fue perfectamente. La punta ensangrentada de una de sus alas hizo contacto con la sanadora agua salada y le hizo cerrar un ojo por un escozor leve pero era irrelevante. Dio los pasos que hacían falta y la tomo de las manos, viendo a la perfección que seguía usando esas hermosas y sugerentes conchas y decía -Sí, Yamuraiha. Soy Shinkai- le tomaba de las manos y al verla desnuda desplegaría sus alas como barrera visual para que la raza inferior no viese el cuerpo bendito que tenían en frente, cubriría con su ala derecha el virginal y perfecto cuerpo de en frente, cuasi como si fuese una falda negra, no estaba para pensar mucho cuando su cerebro estaba tan sobrecalentado desde el disparo del cañón, solo actuó por amor y odio -No supe nada de tu paradero por años, más de una década ¿Cómo has estado?- de momento le extendió otro abrazo a ella con sus manos, este era amistoso aunque por dentro recordaba lo mucho que la había amado en secreto, su amor platónico, siempre estuvo orgulloso por el trató que tenía con la mayor y de la que otros niños marinos envidiaban porque era, y ahora aún más, una despampanante belleza.
Probablemente lo mejor para ambos era irse a nadar pero tambien era importante que la Ningyo caminara por la playa, probablemente estaba en la edad en que apenas empezaba a poder caminar sobre tierra firme, era una sirena aún muy joven. La frías conchas eran como cubos de hielo sanadores en las zonas heridas de su torso y su tatuaje, no podía creer como una persona podía implicar tanto confort ante el dolor y vació que tenía -Voy a estar a tu lado, no me voy a alejar- le decía con una sonrisa y volteaba hacía los inoportunos, con uno ya había tratado un poco pero con el otro, el que resultaba más molesto le decía -¿Qué es lo andan buscando ustedes? - contenía su odio pero no podía evitar hablar con cierto tono agresivo, no iba a pelar por ahora, solo por respeto de la que estimaba y de que ella lo necesitaba más que el perder tiempo con los tipos, tampoco quería armar alboroto pero el comentario sobre los peces voladores le resultaba vomitivo.
La ningyo había dicho su nombre, esa fémina de atrayente figura que le recordaba algo de su pasado pero aún no alcanzaba a esclarecerlo. La primer pregunta que hizo confirmaba todo, él la conocía, sus blancas y sensibles orejas tomaban un posición más atenta, asemejaban cuernos al comprender que estaba quedando mal frente a una belleza que le aceleraba el corazón cada segundo un poco más asentía con la cabeza para confirmar que era él pero no la recordaba "Mi memoria nunca me había fallado, se que la conozco" al momento en que la la cola se tornaban en piernas y su mente buscaba en su base de datos, pocas Ningyo conocía pero había una especial, la que durante su infancia fue su amor platónico y que cuando el tenía 13 ella escapó de la isla, Yamuraiha, la recordó justo cuando dijo lo de "Mi pequeña mantarraya" solo recordó eso pero fue perfectamente. La punta ensangrentada de una de sus alas hizo contacto con la sanadora agua salada y le hizo cerrar un ojo por un escozor leve pero era irrelevante. Dio los pasos que hacían falta y la tomo de las manos, viendo a la perfección que seguía usando esas hermosas y sugerentes conchas y decía -Sí, Yamuraiha. Soy Shinkai- le tomaba de las manos y al verla desnuda desplegaría sus alas como barrera visual para que la raza inferior no viese el cuerpo bendito que tenían en frente, cubriría con su ala derecha el virginal y perfecto cuerpo de en frente, cuasi como si fuese una falda negra, no estaba para pensar mucho cuando su cerebro estaba tan sobrecalentado desde el disparo del cañón, solo actuó por amor y odio -No supe nada de tu paradero por años, más de una década ¿Cómo has estado?- de momento le extendió otro abrazo a ella con sus manos, este era amistoso aunque por dentro recordaba lo mucho que la había amado en secreto, su amor platónico, siempre estuvo orgulloso por el trató que tenía con la mayor y de la que otros niños marinos envidiaban porque era, y ahora aún más, una despampanante belleza.
Probablemente lo mejor para ambos era irse a nadar pero tambien era importante que la Ningyo caminara por la playa, probablemente estaba en la edad en que apenas empezaba a poder caminar sobre tierra firme, era una sirena aún muy joven. La frías conchas eran como cubos de hielo sanadores en las zonas heridas de su torso y su tatuaje, no podía creer como una persona podía implicar tanto confort ante el dolor y vació que tenía -Voy a estar a tu lado, no me voy a alejar- le decía con una sonrisa y volteaba hacía los inoportunos, con uno ya había tratado un poco pero con el otro, el que resultaba más molesto le decía -¿Qué es lo andan buscando ustedes? - contenía su odio pero no podía evitar hablar con cierto tono agresivo, no iba a pelar por ahora, solo por respeto de la que estimaba y de que ella lo necesitaba más que el perder tiempo con los tipos, tampoco quería armar alboroto pero el comentario sobre los peces voladores le resultaba vomitivo.
Shinkai Urukiora
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
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Creado por Wuayra Barca Miér Jul 20, 2016 8:06 pm
Casi siempre lo confundía con un humano, después de todo era alguien que ocultaba sus alas para no destacar tanto. El arma de su espalda era la excepción a esto de no llamar la atención pero no implicaba que no fuese humano el llevarla, solo que era un humano con experiencia. Escuchó sus palabras, intentando dilucidar por que tanto odio en sus palabras. La respuesta a esta pregunta fue una que tuvo sin siquiera pedirla "Hasta lo que hicieron con mi raza". ¿Habría habido una guerra ganada por humanos y que llevó a una masacre Gyojin? No lo sabía, necesitaba averiguar más de la historia del mundo inferior, después de todo en el mundo superior apenas se hablaba del inferior y poco se sabía de la historia de las muchas islas. Ya que desconocía no iría a hablar demasiado al respecto, simplemente diría lo poco que podía decir con seguridad - No soy un humano, soy un Shandiano... - Se sacó la capa mostrando sus alas blancas angelicales que no eran lo suficientemente largas como para poder usarlas para volar pero si para que pudiesen verse incluso si uno miraba a Wuayra al frente.
Iría a responderle a su siguiente pregunta, o a presentarse, pero no tenía tiempo para poder hacerlo, después de todo aquel Gyojin se fue a atender asuntos dentro del agua, territorio en el cual alguien que había consumido una Akuma no podía ir. No le prestó demasiado atención a este Gyojin pues escuchó la voz de otra persona, alguien que parecía no conocer sobre la existencia de Gyojins. ¿Acaso ese "tipo" de cuerpo no era conocido? Asumía que debía de haber un límite de "subespecies" de Gyojin, una por cada animal marino, pero después de todo había una cantidad limitada de animales marinos, ¿No? Bueno, su conocimiento del mundo inferior no era demasiado pero en el Mar Blanco no habían demasiado tipos de peces, solo los que habían evolucionado para estar llenos de helio, o eso parecía.
- Dije lo mismo... La simple existencia de los Gyojins es rara... - más que nada el método biológico de la reproducción inter-especies y la diferencia en características de cada animal en el cual se "basase" en particular. ¿Qué era lo que andaba buscando? Únicamente información, y no necesitaba que la misma fuese dicha por un Gyojin quien parecía estar ocupado con un reencuentro con un ¿Familiar? Perdido hace años. Le bastaba con el humano, después de todo la última vez que había visto la existencia de los Wotans había averiguado que los humanos los habían usado de esclavos, posiblemente haya sido lo mismo con los Gyojins, no necesitaba conocer acerca de la "maldad" del gobierno. No, si había ido a aquel reino era para ver lo bueno del gobierno del cual tanto la revolución deseaba odiar - Nada importante... Me basta con el rubio para lo que busco... Tu, humano. Vamos a beber algo, yo pago. Necesito que me digas como es la vida en esta isla, es para un documental - siempre servía decir que era un documental, la bebida gratis los motivaba y desinhibía por lo cual conseguir información sería más sencillo.
Iría a responderle a su siguiente pregunta, o a presentarse, pero no tenía tiempo para poder hacerlo, después de todo aquel Gyojin se fue a atender asuntos dentro del agua, territorio en el cual alguien que había consumido una Akuma no podía ir. No le prestó demasiado atención a este Gyojin pues escuchó la voz de otra persona, alguien que parecía no conocer sobre la existencia de Gyojins. ¿Acaso ese "tipo" de cuerpo no era conocido? Asumía que debía de haber un límite de "subespecies" de Gyojin, una por cada animal marino, pero después de todo había una cantidad limitada de animales marinos, ¿No? Bueno, su conocimiento del mundo inferior no era demasiado pero en el Mar Blanco no habían demasiado tipos de peces, solo los que habían evolucionado para estar llenos de helio, o eso parecía.
- Dije lo mismo... La simple existencia de los Gyojins es rara... - más que nada el método biológico de la reproducción inter-especies y la diferencia en características de cada animal en el cual se "basase" en particular. ¿Qué era lo que andaba buscando? Únicamente información, y no necesitaba que la misma fuese dicha por un Gyojin quien parecía estar ocupado con un reencuentro con un ¿Familiar? Perdido hace años. Le bastaba con el humano, después de todo la última vez que había visto la existencia de los Wotans había averiguado que los humanos los habían usado de esclavos, posiblemente haya sido lo mismo con los Gyojins, no necesitaba conocer acerca de la "maldad" del gobierno. No, si había ido a aquel reino era para ver lo bueno del gobierno del cual tanto la revolución deseaba odiar - Nada importante... Me basta con el rubio para lo que busco... Tu, humano. Vamos a beber algo, yo pago. Necesito que me digas como es la vida en esta isla, es para un documental - siempre servía decir que era un documental, la bebida gratis los motivaba y desinhibía por lo cual conseguir información sería más sencillo.
Wuayra Barca
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
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Creado por Albert Wesker Jue Jul 21, 2016 5:08 pm
El comentario de la dama marina había revelado el hecho de que el sujeto con alas en realidad se trataba de un hombre mantarraya por lo que asumía que las protuberancias en su espalda no eran en realidad alas si no una extensión de sus brazos similares a la que las mantarrayas presentaban naturalmente, posiblemente poseía una capacidad de planeo similar a las mantarrayas originales, eso además de otras posibles características de las mismas…..si pedían mi opinión parecía más alguna clase de murciélago que una mantarraya a primera vista. Me sentía intrigado tanto por la transformación de la recién llegada así como el hecho de que el hombre junto a mi había resultado ser un Shandiano, había leído extensamente sobre ambas razas sin embargo nunca había tenido la oportunidad de observarlos directamente, ambas especies mostraban muchos más detalles de los que los libros eran capaces de ilustrar y francamente los autores deberían terminar sus propias vidas en vergüenza por haber omitido semejante información.-……oh….mantarraya…..mi error….- mencioné mas para mi mismo que para el resto, identificar específicamente que clase de Gyojin era aquel con el que estabas interactuando no era tarea fácil, si bien el aspecto animal que han heredado es bastante obvio en algunos, muchos otros presentaban estructuras extrañas que dificultaban su inmediata identificación.
Presté atención nuevamente al hombre pez quien había interrumpido su declamación al amor eterno para cuestionarnos sobre el por qué lo que buscábamos en el lugar.-……..insulina……..- mencionaría con algo de sarcasmo y un tono de voz completamente seco haciendo referencia a lo meloso que había sonado a tan solo unos segundos atrás, el pequeño performance por parpe del acuático hacia mas remembranza a alguna clase de novela romántica que las jóvenes nobles solían leer en sus tiempos de ocio, siempre adjudicando múltiples paginas a una descripción exagerada con respecto a los atributos físicos de la pareja solo para concluir con un dialogo cliché e insulso al final…..simplemente vergonzoso.
.-….normalmente no suelo trabajar como guía de turistas……sin embargo mi situación monetaria no me permite rechazar una bebida gratis.- mencioné con simplicidad mientras hacían un ademan con la mano invitándolo a ir delante de mi, asumía que un poco de privacidad seria apreciada por parte de los Gyojin en especial después de el cuestionamiento poco amigable por parte del hombre mantarraya.
Presté atención nuevamente al hombre pez quien había interrumpido su declamación al amor eterno para cuestionarnos sobre el por qué lo que buscábamos en el lugar.-……..insulina……..- mencionaría con algo de sarcasmo y un tono de voz completamente seco haciendo referencia a lo meloso que había sonado a tan solo unos segundos atrás, el pequeño performance por parpe del acuático hacia mas remembranza a alguna clase de novela romántica que las jóvenes nobles solían leer en sus tiempos de ocio, siempre adjudicando múltiples paginas a una descripción exagerada con respecto a los atributos físicos de la pareja solo para concluir con un dialogo cliché e insulso al final…..simplemente vergonzoso.
.-….normalmente no suelo trabajar como guía de turistas……sin embargo mi situación monetaria no me permite rechazar una bebida gratis.- mencioné con simplicidad mientras hacían un ademan con la mano invitándolo a ir delante de mi, asumía que un poco de privacidad seria apreciada por parte de los Gyojin en especial después de el cuestionamiento poco amigable por parte del hombre mantarraya.
Albert Wesker
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
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Creado por Shinkai Urukiora Lun Jul 25, 2016 9:09 pm
Los comentarios de los que posibles humanos, aunque uno de ellos había hablado de ser un tipo de las islas del cielo la respuesta era bastante inesperada para Shinkai “Un Shandiano, un habitante de una isla del cielo, debe tener alas. Con que un Shandiano ¿Sus alas no sirven para nada?" solo lo pensaba y guardaba la pregunta, Sabía que las alas de los skypeanos y shandianos eran pequeñas, solo un atisbo de una raza que surgía o desaparecería con el tiempo. Evolución y adaptación, esos conceptos le rondaban la cabeza.
Era una raza que a Shinkai le interesaba pero su rostro le resultaba igual de repugnantes que el otro humano, arruinar ese momento de reencuentro era imperdonable. El gyojin solo diría -No olviden regresar cerca del mar para luego de sus copas y hablar de las verdaderas rarezas - les hacía una invitación amistosa y directa a lo que esperaba fuese una batalla, esperaba poder ayudar a la ningyo que le importaba demasiado como para perder tiempo. Después de decir eso solo les daría la espalda y empezaría a caminar junto a la belleza de cabello azul, dandole con su ala la libertad de mover sus piernas y a su lado sosteniéndole la mano derecha con su propia derecha y la izquierda por la espalda, dando pasos lentos para que Yamuraiha se acoplara al ritmo de caminar en tierra. Era un momento demasiado importante para ella como para perder más segundos junto a esos tipos.
Los pasos junto a ella seguía ignorando por completo cualquier posible comentario de los tipos, pese a caminar lento se había alejado por el lado opuesto donde los tipos afirmaban ir, el lugar donde estaba el pueblo y parecían ser los típicos imbeciles que necesitaban el alcohol como herramienta para entablar un conversación, sin duda las razas fuera del mar no tenían vínculos que valgan la pena de buenas a primeras, como los instintos de el pez que lo compone y la relación con otro, los gustos por diferentes corrientes o agua dulce o salada, eran monos burdos y simples. Los comentarios de ánimo y apoyo para la ningyo cubierta por su negra ala eran dulces y motivadores, no iba a dejar que se golpeara, al lado del mantarrayo aprendería bien a caminar en tierra, no la abandonaría en absoluto.
Era una raza que a Shinkai le interesaba pero su rostro le resultaba igual de repugnantes que el otro humano, arruinar ese momento de reencuentro era imperdonable. El gyojin solo diría -No olviden regresar cerca del mar para luego de sus copas y hablar de las verdaderas rarezas - les hacía una invitación amistosa y directa a lo que esperaba fuese una batalla, esperaba poder ayudar a la ningyo que le importaba demasiado como para perder tiempo. Después de decir eso solo les daría la espalda y empezaría a caminar junto a la belleza de cabello azul, dandole con su ala la libertad de mover sus piernas y a su lado sosteniéndole la mano derecha con su propia derecha y la izquierda por la espalda, dando pasos lentos para que Yamuraiha se acoplara al ritmo de caminar en tierra. Era un momento demasiado importante para ella como para perder más segundos junto a esos tipos.
Los pasos junto a ella seguía ignorando por completo cualquier posible comentario de los tipos, pese a caminar lento se había alejado por el lado opuesto donde los tipos afirmaban ir, el lugar donde estaba el pueblo y parecían ser los típicos imbeciles que necesitaban el alcohol como herramienta para entablar un conversación, sin duda las razas fuera del mar no tenían vínculos que valgan la pena de buenas a primeras, como los instintos de el pez que lo compone y la relación con otro, los gustos por diferentes corrientes o agua dulce o salada, eran monos burdos y simples. Los comentarios de ánimo y apoyo para la ningyo cubierta por su negra ala eran dulces y motivadores, no iba a dejar que se golpeara, al lado del mantarrayo aprendería bien a caminar en tierra, no la abandonaría en absoluto.
Última edición por Shinkai Urukiora el Miér Jul 27, 2016 8:57 am, editado 2 veces
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