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Creado por Ayashi Kouba Mar Dic 06, 2016 6:30 pm
Una vez más en el bar, si, me encontraba aburrida sentada a la mesa, y la verdad era que no era cualquier mesa, era una mesa enorme y larga, sobresalía de todas las pequeñas mesas redondas que tenía el bar de por si, lo más llamativo era que sólo yo me encontraba en esa mesa, nadie más se había sentado ahí, y nadie más lo haría, pues para hacerlo debía tener una invitación mía. No estaba simplemente sentada, pensaba un poco mientras bebía una taza de té, si, en un maldito bar de mala muerte me encontraba sentada bebiendo té, pero eso no era un misterio ni un secreto para el bajo mundo de Logue Town ¡Todos los bribones de la ciudad lo sabían!
Pero ¿Porqué sabían algo tan raro como eso? ¿Que importancia poseía aquello? Simple, yo soy la informante de Logue Town, y todo el que necesita ayuda con algo viene a mi, me pregunta y luego de hablar de su forma de pago, le digo que sé de lo que pregunta, un trabajo sencillo ¿No? Precisamente así era, y de momento dejé mi taza de té mientras observaba el den den mushi -Tsk... no llama aun... ¿será que no sabe nada todavía? Vaya con el sujeto- mencioné con molestia y luego beber nuevamente un poco de té.
La verdad era que había ya pasado una semana desde que había conversado con aquel muchacho y aun no tenía nada para él, menuda pasada la que el capitán de pacotilla ese estaba causando a mi reputación, a mi negocio... -Si no me dice nada... le cortaré la garganta luego de esparcir su secreto por todo el East Blue... malditos marineros con uniforme de mariquita... no sirven para nada- y si, raramente estaba de mal humor, pero aun así la hora del té no podía dejarla pasar, pero ¿porqué? No tenía la más mínima idea, simplemente estaba ahí, bebiendo como esperando que algo nuevo pasara ese día.
Pero ¿Porqué sabían algo tan raro como eso? ¿Que importancia poseía aquello? Simple, yo soy la informante de Logue Town, y todo el que necesita ayuda con algo viene a mi, me pregunta y luego de hablar de su forma de pago, le digo que sé de lo que pregunta, un trabajo sencillo ¿No? Precisamente así era, y de momento dejé mi taza de té mientras observaba el den den mushi -Tsk... no llama aun... ¿será que no sabe nada todavía? Vaya con el sujeto- mencioné con molestia y luego beber nuevamente un poco de té.
La verdad era que había ya pasado una semana desde que había conversado con aquel muchacho y aun no tenía nada para él, menuda pasada la que el capitán de pacotilla ese estaba causando a mi reputación, a mi negocio... -Si no me dice nada... le cortaré la garganta luego de esparcir su secreto por todo el East Blue... malditos marineros con uniforme de mariquita... no sirven para nada- y si, raramente estaba de mal humor, pero aun así la hora del té no podía dejarla pasar, pero ¿porqué? No tenía la más mínima idea, simplemente estaba ahí, bebiendo como esperando que algo nuevo pasara ese día.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Aysel Assad Miér Dic 07, 2016 7:06 pm
"Henos aquí, de donde nacen los mas fuertes"
Aysel llevaba ya varios años viviendo el Loguetown desde aquel fatídico dia en el que conoció lo que era un Tenryubito y aunque había sabido ganarse la vida con su exótico talento y sabido defenderse de aquellos simples peleles que no entendían la diferencia entre la seducción y su refinado arte. "Soquetes..." solía pensar mientras los dejaba inconscientes en algún callejon donde la hubiesen querido tomar por una dama en peligro.
Por supuesto, la vida en Loguetown era buena, muy buena. Pero Aysel aspiraba a mucho mas... Cada vez que se acercaba a la costa era el mar el que bailaba para ella mientras las noticias del mundo exterior contaban cosas mas allá incluso de sus alocados sueños. Aquellas hazañas la impulsaban a usar su talento y su fuerza para adentrarse en lo mas recóndito del mundo y explorar lo que pocos o ningún ojo han visto nunca haciendo que el mar se volviera una inequívoca y perfecta metáfora cuando sus aguas estaban calmas y de repente la tierra era fuertemente azotada por sus olas.
Sin embargo aquel día no estaba realizando ninguna hazaña ni nada que se le parezca. Aquellos marines recién desembarcados, tanto del puerto de Loguetown como de la academia o donde fuera que entrenaran aquellos tipos, no habían dejado de molestarla para que bailara para ellos y sus camaradas. Pero habían tres problemas con ello: el primero era que las tarifas que Aysel ponía no eran nada baratas, la segunda que Aysel vendía arte, no cualquier cosa que aquellos tipos pudieran imaginar. Y la tercera... Aquellos perritos falderos del Gobierno Mundial simplemente le daban asco. Entro al bar con la esperanza de sacárselos de encima de alguna forma, pero de todas formas la siguieron hasta allí. -¿Es que no tienen trabajo que hacer?- pregunto ya ofuscada.
- Solo necesitamos un poco de descanso linda... ¿Verdad Roy? ¿Roy? ¡Hey! ¡Idiota! ¿Que te pasa?- el marine que estaba hablando en un principio era el único entre el trío que no se había percatado de la presencia aun de la cabeza que valía 3.205.000 berries: Ayashi Kouba. Finalmente el aludido respondió.
-Creo que la chica tiene razón... Tenemos trabajo-.
Aysel llevaba ya varios años viviendo el Loguetown desde aquel fatídico dia en el que conoció lo que era un Tenryubito y aunque había sabido ganarse la vida con su exótico talento y sabido defenderse de aquellos simples peleles que no entendían la diferencia entre la seducción y su refinado arte. "Soquetes..." solía pensar mientras los dejaba inconscientes en algún callejon donde la hubiesen querido tomar por una dama en peligro.
Por supuesto, la vida en Loguetown era buena, muy buena. Pero Aysel aspiraba a mucho mas... Cada vez que se acercaba a la costa era el mar el que bailaba para ella mientras las noticias del mundo exterior contaban cosas mas allá incluso de sus alocados sueños. Aquellas hazañas la impulsaban a usar su talento y su fuerza para adentrarse en lo mas recóndito del mundo y explorar lo que pocos o ningún ojo han visto nunca haciendo que el mar se volviera una inequívoca y perfecta metáfora cuando sus aguas estaban calmas y de repente la tierra era fuertemente azotada por sus olas.
Sin embargo aquel día no estaba realizando ninguna hazaña ni nada que se le parezca. Aquellos marines recién desembarcados, tanto del puerto de Loguetown como de la academia o donde fuera que entrenaran aquellos tipos, no habían dejado de molestarla para que bailara para ellos y sus camaradas. Pero habían tres problemas con ello: el primero era que las tarifas que Aysel ponía no eran nada baratas, la segunda que Aysel vendía arte, no cualquier cosa que aquellos tipos pudieran imaginar. Y la tercera... Aquellos perritos falderos del Gobierno Mundial simplemente le daban asco. Entro al bar con la esperanza de sacárselos de encima de alguna forma, pero de todas formas la siguieron hasta allí. -¿Es que no tienen trabajo que hacer?- pregunto ya ofuscada.
- Solo necesitamos un poco de descanso linda... ¿Verdad Roy? ¿Roy? ¡Hey! ¡Idiota! ¿Que te pasa?- el marine que estaba hablando en un principio era el único entre el trío que no se había percatado de la presencia aun de la cabeza que valía 3.205.000 berries: Ayashi Kouba. Finalmente el aludido respondió.
-Creo que la chica tiene razón... Tenemos trabajo-.
Aysel Assad
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Hasen Asman Lun Dic 12, 2016 2:44 pm
Ya habían pasado unas semanas desde la desagradable vez que me encontré con hombres pertenecientes a la marina, odio esos sujetos parecen perros robóticos que solo ven sobre sus narices y que no se dan cuenta de las cosas que realmente están sucediendo, además como ya hay un aviso de captura por mi cabeza aunque no es gran cosa lo que piden odio que me persiguan, no soy un hombre de carácter violento, al final fui a parar a East Blue nunca creí que llegaría a un lugar como este, aunque siendo sincero no me interesa demasiado. Por lo pronto quiero lograr encontrar un lugar que esté tranquilo sin que me estén persiguiendo, parezco más un ciervo asustado que un híbrido de mink, bueno al menos ocultando mi apariencia verdadera parezco solo un chico alvino, espero pasar desapercibido.
Aunque el gusto no me va a durar mucho, tengo hambre y estoy algo cansado no lo suficiente como para quedarme dormido pero si necesito al menos sentarme para que mis pies dejen de latir, es lo que sucede cuando llevas mucho tiempo caminando, más de lo que estas acostumbrado y eso sin contar que tengo buena condición física, así que me dispuse a entrar a lo que parecía un bar de mala muerte por el desagradable olor a cerveza y sudor que inunda el lugar, mi nariz es sensible ante los olores aunque puedo soportar cualquier aroma, así que mi rostro permanece tranquilo e inexpresivo mientras continuo ingresando hasta ver una pequeña mesa vacía, me senté recargando mis codos en la mesa (sé que es de mala educación pero estoy cansado) y suspiré un poco agachando la mirada, al menos podía estar un poco en paz o eso es lo que espero.
Me dio curiosidad ver el lugar donde me encuentro así que miré a todos lados para tratar de ver algo que me sea de utilidad, me causó extrañeza ver a una chica sentada en una mesa enorme y ella sola, eso daba la impresión de que tal vez era alguien de importancia antes había visto en otros lugares como hombres trataban de coquetear con mujeres que se encontraban solas, en ciertos momentos tenía que intervenir pues no me gustan esos malos tratos hacia las damas, al parecer ese no era el caso, tal vez esa chica era alguien temida y por eso no se les acercaban, volví mi mirada hacia otro lado al ver a una chica bien acompañada, no le prestó mucha atención si no fuese por aquella mirada que notó en la dama y a quien iba dirigido. – Al parecer las cosas se moverán un poco…- susurré mientras cerraba mis ojos y me concentraba, pues si era el caso tendría que moverme rápido.
Aunque el gusto no me va a durar mucho, tengo hambre y estoy algo cansado no lo suficiente como para quedarme dormido pero si necesito al menos sentarme para que mis pies dejen de latir, es lo que sucede cuando llevas mucho tiempo caminando, más de lo que estas acostumbrado y eso sin contar que tengo buena condición física, así que me dispuse a entrar a lo que parecía un bar de mala muerte por el desagradable olor a cerveza y sudor que inunda el lugar, mi nariz es sensible ante los olores aunque puedo soportar cualquier aroma, así que mi rostro permanece tranquilo e inexpresivo mientras continuo ingresando hasta ver una pequeña mesa vacía, me senté recargando mis codos en la mesa (sé que es de mala educación pero estoy cansado) y suspiré un poco agachando la mirada, al menos podía estar un poco en paz o eso es lo que espero.
Me dio curiosidad ver el lugar donde me encuentro así que miré a todos lados para tratar de ver algo que me sea de utilidad, me causó extrañeza ver a una chica sentada en una mesa enorme y ella sola, eso daba la impresión de que tal vez era alguien de importancia antes había visto en otros lugares como hombres trataban de coquetear con mujeres que se encontraban solas, en ciertos momentos tenía que intervenir pues no me gustan esos malos tratos hacia las damas, al parecer ese no era el caso, tal vez esa chica era alguien temida y por eso no se les acercaban, volví mi mirada hacia otro lado al ver a una chica bien acompañada, no le prestó mucha atención si no fuese por aquella mirada que notó en la dama y a quien iba dirigido. – Al parecer las cosas se moverán un poco…- susurré mientras cerraba mis ojos y me concentraba, pues si era el caso tendría que moverme rápido.
Hasen Asman
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Tezzeret Scrounger Miér Ene 25, 2017 10:03 am
Una capucha cubría mi cabello y oscurecía mi cara… más el odio y la locura que desataba en mi volver a pisar esa asquerosa isla, encendía el violeta brillo de mis ojos… tétrica imagen de mí se montaba al juntar todo… desde la boca hacia arriba la capucha no permitía distinguir nada… a excepción de ese par de ojos violeta… un aspecto del que pocos se fiarían para ser franco. Llevaba horas en un bar de mala muerte, sentado en la barra bebiendo un ron de mala calidad… Mas era lo único que podría hacer durante mi estadía en Loguetown. ~Nadie pasaría por alto mis ojos o cabello… me descubrirían enseguida… Las capas y los sombreros son de ahora en adelante mis mejores amigos…~ Pensé mientras observaba el mundo dentro de aquella pocilga. ~¿Posibles víctimas? No me vendría mal un poco de dinero… en especial si no sale de mi bolsillo…~ Me dije a mi mismo en mi mente.
Nadie parecía tener dinero, era como ver un montón de ratas pobres… Una única excepción existía en el lugar, pues una gran mesa se encontraba vacía, con sólo una mujer en ella. ~Esa es mi presa~ pensé al percatarme que se encontraba bebiendo té en medio del antro alcoholizado. Eso era marca de clase, de saber de los placeres de la vida, después de todo, ¿quién no disfruta una taza de té en pleno bar putrefacto estando solo en una mesa? -Otra.- Ordene al que atendía, nada de gracias ni por favor ni esas basuras, si te pago me sirves o te quemo y luego te mato… No podía esperar, algo me decía que ella era la presa indicada… Comencé a analizar su actuar, entender que hacía ahí, encontrar el dinero entre sus ropas o mejor aún, quitar sus ropas mientras lo buscaba. Había muchas posibilidades y poca información… No calzaba algo… - ¿Qué haría una mujer así de sola en un bar tomando té? No creo que esté tan loca como yo… nadie puede…- Pregunté al que atendía sin respeto alguno, éste sólo me ignoró y llenó mi vaso. –Creo que te conviene responder…- Dije en tono amenazante, mientras mi brazo subía a la barra, tapado por la manga de la capa, pero dejando ver el brillo metálico de mi Taurus .44 –No me asustas. - Respondió él, para luego agregar. –Es “el informante”- Su mirada se tornó tan hostil como la mía… era obvio que ya no era bienvenido ahí. Esas palabras resonaron en mi cabeza… todo tomaba sentido… debía ser mi presa. Me levanté sin pensarlo y caminé lentamente hasta la mesa. –¿Que paso, “Alicia”, perdiste tu "muchosidad" en este antro?- Solte con un tono falsamente amistoso, debía de ocultar mis intenciones hostiles, sólo tendría una oportunidad…
Tezzeret Scrounger
Hoja de personaje
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Vie Ene 27, 2017 7:03 pm
Había una cosa que hacía, si, algo que me importaba, mi té y mi comodidad, repentinamente unos sujetos desconocidos habían entrado a la taberna, no es que fuese mía, aunque era mi punto de trabajo, prácticamente me pertenecía, por lo que sólo vi de reojo, era una mujer y unos hombres aparentemente de la marina... y si no estaba mal, no eran de la isla, de lo contrario habrían sabido que entrar ahí sin necesidad era como una sentencia con perder la intimidad, si... era el lugar donde los secretos se perdían.
Había otro sujeto por ahí que llamó mi atención, pero decidí hacer lo mismo que con el alegato inicial, si, ese problema de la bailarina y sus invitados... no me interesaban en lo más mínimo, por lo que continué bebiendo mi elixir de lujo, mi taza llena de té y al lado una tetera, en mi mesa del té la cual era, como ya podrían pensar, totalmente mía, y nadie se sentaba a la mesa a menos que yo lo invitara... y aun gente piratas han perdido ya un par de dedos por hacerlo, así que decidí continuar bebiendo de la taza.
Pero ¿Adivinen que? Un sujeto se atrevió a sentarse a mi lado, en MI mesa mientras bebía té, un hombre encapuchado y casi totalmente cubierto ¿Quién era? no lo sabía... no de momento, así que simplemente esperé a que dijera algo ¿Qué iba a decir? Seguramente lo que todos los que ahí llegaban dirían, pedirían algo. ¡Pero no estaba preparada para lo que iba a decir este individuo a quien le veía de reojo mientras tenía mi taza tocando mis labios y empezó con una pregunta que causó que separar la taza de mi boca lentamente... -¿Alicia?- sonreí de forma muy extendida, es decir, la sonrisa se marcó notoriamente en mi rostro y le miré por completo, con la taza ya en la mesa -Aquí no hay tal Alicia... de lo contrario sería más cercano a una reina con deseos de decapitar a medio mundo, en este caso lo que tienes frente a ti es alguien que ya perdió la cabeza...- respondí ante el encapuchado.
Las cosas iban normales, pero no me gustaba mantenerme con preguntas, normalmente las preguntas venían a mi, y como no es parte de mis gustos preguntar ¿Quién eres? Decidí responderme a mi misma aquella pregunta... así que, con un movimiento veloz de mi diestra, alcé la mano para sacarle la capucha antes que hiciese algo, mientras sonreía -Lo siento, no me gusta hacer preguntas, así que prefiero ver los ojos de mi interlocutor todo el tiempo... ya sabes, así si mientes, tendré motivos para cortarte la lengua- reí a carcajadas sin mencionar nombres o nada, sólo mantuve mi mirada fija en él, y mientras aquello sucedía, el ambiente se ponía tenso, muchos de los habituales empezaron a alejarse aun más de la mesa, el tabernero no hacía nada, estaba más que acostumbrado a todo eso, a esa carcajada... a esa aura de muerte en dicha taberna.
Había otro sujeto por ahí que llamó mi atención, pero decidí hacer lo mismo que con el alegato inicial, si, ese problema de la bailarina y sus invitados... no me interesaban en lo más mínimo, por lo que continué bebiendo mi elixir de lujo, mi taza llena de té y al lado una tetera, en mi mesa del té la cual era, como ya podrían pensar, totalmente mía, y nadie se sentaba a la mesa a menos que yo lo invitara... y aun gente piratas han perdido ya un par de dedos por hacerlo, así que decidí continuar bebiendo de la taza.
Pero ¿Adivinen que? Un sujeto se atrevió a sentarse a mi lado, en MI mesa mientras bebía té, un hombre encapuchado y casi totalmente cubierto ¿Quién era? no lo sabía... no de momento, así que simplemente esperé a que dijera algo ¿Qué iba a decir? Seguramente lo que todos los que ahí llegaban dirían, pedirían algo. ¡Pero no estaba preparada para lo que iba a decir este individuo a quien le veía de reojo mientras tenía mi taza tocando mis labios y empezó con una pregunta que causó que separar la taza de mi boca lentamente... -¿Alicia?- sonreí de forma muy extendida, es decir, la sonrisa se marcó notoriamente en mi rostro y le miré por completo, con la taza ya en la mesa -Aquí no hay tal Alicia... de lo contrario sería más cercano a una reina con deseos de decapitar a medio mundo, en este caso lo que tienes frente a ti es alguien que ya perdió la cabeza...- respondí ante el encapuchado.
Las cosas iban normales, pero no me gustaba mantenerme con preguntas, normalmente las preguntas venían a mi, y como no es parte de mis gustos preguntar ¿Quién eres? Decidí responderme a mi misma aquella pregunta... así que, con un movimiento veloz de mi diestra, alcé la mano para sacarle la capucha antes que hiciese algo, mientras sonreía -Lo siento, no me gusta hacer preguntas, así que prefiero ver los ojos de mi interlocutor todo el tiempo... ya sabes, así si mientes, tendré motivos para cortarte la lengua- reí a carcajadas sin mencionar nombres o nada, sólo mantuve mi mirada fija en él, y mientras aquello sucedía, el ambiente se ponía tenso, muchos de los habituales empezaron a alejarse aun más de la mesa, el tabernero no hacía nada, estaba más que acostumbrado a todo eso, a esa carcajada... a esa aura de muerte en dicha taberna.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Tezzeret Scrounger Dom Ene 29, 2017 5:19 pm
-Creo que te sorprendí- Solté mientras una sonrisa sincera y psicótica se marcaba en mi rostro. –Me agrada esa sonrisa…- Murmuré, al percatarme de que logré tomarla desprevenida, todo se reflejó en esa sonrisa. ~ ¿No hay Alicia? Eso no podía ser verdad, sé que debe haber una Alicia… ¡siempre la hay! ~ El violeta de mis ojos se tornó aún más fuerte, brillando al punto en que ver mis pupilas era prácticamente imposible, pues el brillo de los mismos la ocultaba. Una ágil mano se movió directo a mi capucha, intenté interceptarla, pero no estuve ni cerca de lograrlo, la capucha no era más mi amiga… y yo que confiaba en ella.
Las tenues luces de la taberna llegaron a mi rostro, sin embargo, no eran más que meros haces de luz casi apagadas frente al brillo de mis ojos, descontrolados, excitados, con ansia de sangre, con ansia de aventura… Alcé mi vaso, bebiendo todo su contenido de golpe sin dejar caer ni una sola gota, luego lo puse sobre la mesa y la miré directo a los ojos. –¿Entonces, estás loca no? Da igual… las mejores personas lo estamos…- Le solté de forma directa y aún más loca que antes. Acerqué mi vaso a ella, pues no tenía alguna taza y el de la barra obviamente no me quería cerca y le dije –¿Me compartes un poco? -
Había algo extraño en ella, ya no quería robarle, sentía su locura, su imponente presencia con una pestilencia a muerte aún mayor de la que yo cargo sobre mi hígado. - ¿Qué tienes contra mi lengua? Sé que es viscosa y algo… emm…. de… ¿belleza abstracta?, pero a la larga de acostumbras a que esté ahí. – Dije de forma seria, y al final con un notorio doble sentido. - ¿Mis ojos eh? Son hermosos, lo sé, los veo al espejo y solo puedo pensar en lo bonito que sería desmembrar a alguien con unos ojos así- Agregué, riendo, con notorio tono de broma en lo de desmembrar y un notorio aire de egolatría en su hermosura.
La gente comenzaba a alejarse… no era solo ella quien emitía esa sensación de que alguien iba a morir… Esa aura de muerte en la taberna… ahora tenía el peso de mi propia aura de muerte… no era más grande que la de esa mujer, pero lo suficiente como para amedrentar a las alimañas que suelen verse en ese lugar… El tabernero como si nada continuaba su trabajo… pareciera que era normal ver gente con ganas de matar y matarse todos los días… que se yo, generalmente los mato antes de saber si podían hacer algo… -Es triste que ya hayas perdido la cabeza, pero más triste es que no haya Alicia alguna. - Agregué súbitamente para rematar con un –Quería que supiera que había llegado su Sombrerero… Lo… Co.- Volví a ponerme la capucha, me puse cómodo en la silla. –Me gusta esta mesa…- Dije al aire.
Tezzeret Scrounger
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