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Creado por Drake O´Bannon Sáb Ene 14, 2017 7:16 am
En la lejanía de Loguetown se podía divisar un pequeño navío con dos tripulantes, uno de ellos, vestido con traje negro se encontraba en la cima del mástil, mientras que el segundo de ellos, idéntico al primero pero con diferentes ropajes y de pelo castaña estaba intentando sacar agua del barco con su bota.
Eran los hermanos O´Bannon quienes intentaban llegar a puerto con una barcaza de no más de cuatro metros de eslora, la cual se estaba hundiendo. Los dos hermanos habían avistado el puerto y estaban rezado por poder llegar a él, antes de que el barco se hundiera, por eso mismo, Drake, el hermano que estaban en el mástil, bajo a ayudar a Roy el de pelo castaño a achicar agua.
Antes de que siquiera se pudieran dar cuenta, solo quedaba el mástil fuera del agua y ambos hermanos estaban subidos a él, acercándose al puerto, mientras que el mástil terminaba de hundirse, dando un paso al momento de acercarse a la primera tablilla del puerto y desembarcar, por llamar de alguna manera a bajarse de aquel barco que termino por desaparecer debajo del agua.
—Buenos días—Habló el que parecía ser el encargado del puerto—Serán dos mil berries por atracar el barco en puerto.
— ¿Qué barco?—Respondió Roy mirando a su hermano y al puerto para después proseguir caminando por el puerto alejándose de aquel hombre que se había quedado con cara de tonto.
En el puerto, los dos hermanos pudieron observar algunos barcos y buques a los que poder echarles mano, para zarpar, dado que el suyo había quedado completamente inutilizado, además de ello el tránsito en la ciudad era bastante elevado, muchos mercaderes y otro tanto de marines al igual que piratas, pero aparentemente ninguno de ellos hacia nada contra el otro bando. Tras caminar durante algunos minutos, los dos caza recompensas llegaron a la plaza central, donde se alzaba una estructura de madera, la cual reconocieron al instante; el lugar donde Gold D. Roger fue ejecutado.
Tras alejarse del puerto, y llegar a la plaza los dos cazar recompensas se dirigieron como de buena costumbre a una taberna, en busca de algún criminal al que poder cazar.
Eran los hermanos O´Bannon quienes intentaban llegar a puerto con una barcaza de no más de cuatro metros de eslora, la cual se estaba hundiendo. Los dos hermanos habían avistado el puerto y estaban rezado por poder llegar a él, antes de que el barco se hundiera, por eso mismo, Drake, el hermano que estaban en el mástil, bajo a ayudar a Roy el de pelo castaño a achicar agua.
Antes de que siquiera se pudieran dar cuenta, solo quedaba el mástil fuera del agua y ambos hermanos estaban subidos a él, acercándose al puerto, mientras que el mástil terminaba de hundirse, dando un paso al momento de acercarse a la primera tablilla del puerto y desembarcar, por llamar de alguna manera a bajarse de aquel barco que termino por desaparecer debajo del agua.
—Buenos días—Habló el que parecía ser el encargado del puerto—Serán dos mil berries por atracar el barco en puerto.
— ¿Qué barco?—Respondió Roy mirando a su hermano y al puerto para después proseguir caminando por el puerto alejándose de aquel hombre que se había quedado con cara de tonto.
En el puerto, los dos hermanos pudieron observar algunos barcos y buques a los que poder echarles mano, para zarpar, dado que el suyo había quedado completamente inutilizado, además de ello el tránsito en la ciudad era bastante elevado, muchos mercaderes y otro tanto de marines al igual que piratas, pero aparentemente ninguno de ellos hacia nada contra el otro bando. Tras caminar durante algunos minutos, los dos caza recompensas llegaron a la plaza central, donde se alzaba una estructura de madera, la cual reconocieron al instante; el lugar donde Gold D. Roger fue ejecutado.
Tras alejarse del puerto, y llegar a la plaza los dos cazar recompensas se dirigieron como de buena costumbre a una taberna, en busca de algún criminal al que poder cazar.
Última edición por Drake O´Bannon el Sáb Ene 14, 2017 1:35 pm, editado 1 vez
Drake O´Bannon
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Roy O'Bannon Sáb Ene 14, 2017 9:04 am
Los dos hermanos O'Bannon con paso firme, uno junto al otro entraron tornando las puertas de una lúgubre taberna no muy abarrotada, sucia, oscura y con clientes de lo peor, con una mirada y sin mentar palabra alguna ambos hermanos se separaron, la complicidad en la mirada y la sonrisa en Roy eran un indicativo de que la cacería había comenzado.
Sin prestar atención a los movimientos de su hermano, Roy se acercó a la barra y pidió un chupito de tequila que un anciano tras la barra aparentemente preocupado por la entrada de dos pistoleros en su local y las miradas de gentuza sentados en una mesa en el centro del local jugando a los naipes; Roy con una media sonrisa arqueo una ceja y sin pedir permiso se acercó y sentó en una silla junto a los hombres. -¿Puedo unirme caballeros?- Los hombres miraron al cowboy amenazantes hasta que este puso sobre la mesa una bolsa con berrys, entonces estos miraron a quien barajaba las cartas que río y repartió dos cartas al joven. Póker clásico, Roy estaba convencido de que la partida estaba apañada, pero que más daba perder unos cuantos berrys para ganarse la confianza de unos piratas y después vaciarles los bolsillos.
Primera mano, pareja de reinas en la mano y en la mesa posible trio de reinas, una mano con posibilidades pero era más que obvio el resultado en la cara de los demás, sonrisas ladinas, cejas arqueadas, el hecho de no mirar si quiera las cartas de la mano, apuesta perdida seguramente para un novato insensato, pero como dice el dicho, los locos siempre tienen suerte y esta era ocasión de demostrarlo; Roy cogió una moneda, la beso y con una sonrisa la lanzo al aire mientras mostraba su mano, la primera reacción de alegría de sus rivales se tornó de enfado hacia el crupier al ver sus cartas, el cual no entendía que había pasado. La siguiente mano por suerte para el mismo finalizo con una derrota para el forastero Roy lo cual calmo el ambiente. Todo el plan de acercamiento para ganarse la confianza y bajar la guardia de sus compañeros de mesa estaba comenzando a dar sus frutos, Drake se movía por la taberna sin que los más molestos del lugar lo vigilaran atentos a su hermano que cada vez que apartaban la mirada del mismo terminaba ganándoles. –Caballeros, sé que les interesa mi hermano, pero los berrys están en la mesa no en su trasero- Roy incito a los jugadores con una provocación para mantener su atención en la mesa, lo cual resulto muy a regañadientes.
Sin prestar atención a los movimientos de su hermano, Roy se acercó a la barra y pidió un chupito de tequila que un anciano tras la barra aparentemente preocupado por la entrada de dos pistoleros en su local y las miradas de gentuza sentados en una mesa en el centro del local jugando a los naipes; Roy con una media sonrisa arqueo una ceja y sin pedir permiso se acercó y sentó en una silla junto a los hombres. -¿Puedo unirme caballeros?- Los hombres miraron al cowboy amenazantes hasta que este puso sobre la mesa una bolsa con berrys, entonces estos miraron a quien barajaba las cartas que río y repartió dos cartas al joven. Póker clásico, Roy estaba convencido de que la partida estaba apañada, pero que más daba perder unos cuantos berrys para ganarse la confianza de unos piratas y después vaciarles los bolsillos.
Primera mano, pareja de reinas en la mano y en la mesa posible trio de reinas, una mano con posibilidades pero era más que obvio el resultado en la cara de los demás, sonrisas ladinas, cejas arqueadas, el hecho de no mirar si quiera las cartas de la mano, apuesta perdida seguramente para un novato insensato, pero como dice el dicho, los locos siempre tienen suerte y esta era ocasión de demostrarlo; Roy cogió una moneda, la beso y con una sonrisa la lanzo al aire mientras mostraba su mano, la primera reacción de alegría de sus rivales se tornó de enfado hacia el crupier al ver sus cartas, el cual no entendía que había pasado. La siguiente mano por suerte para el mismo finalizo con una derrota para el forastero Roy lo cual calmo el ambiente. Todo el plan de acercamiento para ganarse la confianza y bajar la guardia de sus compañeros de mesa estaba comenzando a dar sus frutos, Drake se movía por la taberna sin que los más molestos del lugar lo vigilaran atentos a su hermano que cada vez que apartaban la mirada del mismo terminaba ganándoles. –Caballeros, sé que les interesa mi hermano, pero los berrys están en la mesa no en su trasero- Roy incito a los jugadores con una provocación para mantener su atención en la mesa, lo cual resulto muy a regañadientes.
Roy O'Bannon
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Übel Blatt Sáb Ene 14, 2017 3:26 pm
Un pequeño rubio, de edad mental curiosa y caprichoso con sus gustos paseaba aún por los linderos del la famosa plataforma de ejecución. Esta vez había perdido de vista a su única amiga en la dichosa isla de la que todos hablaban de piratas. Al pequeño espadachín le parecía un tema que no le concernía. Demasiados años ya de eso, si había algo que a ese niño no le interesaba era la historia y entre más añejada más irrelevante, era una pequeña fiera que vivía del presente, feliz con sus victorias, feliz con las manchas de sus errores, feliz por los festines de la cacería de los injustos e inoportunos bandidos, piratas y cuanto rufián pudiese aparecer.
Mientras caminaba con plena tranquilidad con la capucha café y la única distracción más que mirar rostros desconocidos esperando encontrar a Lily. El solo había ido por la recompensa de la última misión, el rescate de la dichosa culebra de una señora kuja de nombre Tatalacia. Al final todo había acabado con practicidad pero no le quitaba merito a su primera labor en conjunto. Cargaba con unos cuantos berries, los de él y los de su one-chan y pese a que muchas veces parecía un infante de mala cara era innegable que en esta ocasión mostraba una ligera sonrisa. Satisfacción y gozó de una primera paga trabajando en conjunto.
Pese a estar sentado en el borde de una de las fuentes centrales, con los pies al aire y en un ligero vaivén no alcanzaba a ver la familiaridad. Por un momento y de manera muy impulsiva pensó que la pelinegra debía estar en el bar del frente. Se veía concurrido y probablemente alguno que otro truhan estaba adentro haciendo de las suyas. Se acerco y pese a que en más de una ocasión había tenido problemas para entrar a ese tipo de lugares por su estatura y aspecto sabía que simplemente debía hacer lo mismo que en todo lugar, a quien le preguntara algo señalaría cualquier personaje no muy llamativo y mencionaría en voz baja -Ando con él- señalando a un tipo al azar, el primero que viese de aspecto algo ebrio.
Ya estaba adentro y se acercaba a una mesa donde parecía haber un juego de cartas y lo estudiaba sin poder entenderlo a simple vista. Pocas veces había visto un naipe, incluso la sorpresa le abrumaba al ver la velocidad con la que lo repartían y barajaban, se miraba las manos intentándolo en su mente mientras se escondía ligeramente de los participantes del juego a un lado de la mesera encargada de esa mesa que les atendía y preguntaba con voz chillona, una bella figura con una incomoda presencia la de la pelirroja -¿Desean algo más chicos?- mientras mascaba una goma que ya debía carecer de sabor.
Übel se había distraído con el ambiente del dichoso bar y no divisaba a su compañera. Era probable que algún alboroto acabara sucediendo allí pese a que no tenía idea de eso. Los bares no eran lugares de buena suerte aunque siempre aprendía algo nuevo, de momento solo era el juego de cartas que aún no alcanzaba a entender del todo más si los simbolos y cartas totales del mazo, que a los varones adultos les gustaba ese juego y por algún motivo se tensaban algunos cuando el rubio que allí jugaba ganaba. Eran pequeños detalles que de momento le entretenían y distraían lo suficiente.
Mientras caminaba con plena tranquilidad con la capucha café y la única distracción más que mirar rostros desconocidos esperando encontrar a Lily. El solo había ido por la recompensa de la última misión, el rescate de la dichosa culebra de una señora kuja de nombre Tatalacia. Al final todo había acabado con practicidad pero no le quitaba merito a su primera labor en conjunto. Cargaba con unos cuantos berries, los de él y los de su one-chan y pese a que muchas veces parecía un infante de mala cara era innegable que en esta ocasión mostraba una ligera sonrisa. Satisfacción y gozó de una primera paga trabajando en conjunto.
Pese a estar sentado en el borde de una de las fuentes centrales, con los pies al aire y en un ligero vaivén no alcanzaba a ver la familiaridad. Por un momento y de manera muy impulsiva pensó que la pelinegra debía estar en el bar del frente. Se veía concurrido y probablemente alguno que otro truhan estaba adentro haciendo de las suyas. Se acerco y pese a que en más de una ocasión había tenido problemas para entrar a ese tipo de lugares por su estatura y aspecto sabía que simplemente debía hacer lo mismo que en todo lugar, a quien le preguntara algo señalaría cualquier personaje no muy llamativo y mencionaría en voz baja -Ando con él- señalando a un tipo al azar, el primero que viese de aspecto algo ebrio.
Ya estaba adentro y se acercaba a una mesa donde parecía haber un juego de cartas y lo estudiaba sin poder entenderlo a simple vista. Pocas veces había visto un naipe, incluso la sorpresa le abrumaba al ver la velocidad con la que lo repartían y barajaban, se miraba las manos intentándolo en su mente mientras se escondía ligeramente de los participantes del juego a un lado de la mesera encargada de esa mesa que les atendía y preguntaba con voz chillona, una bella figura con una incomoda presencia la de la pelirroja -¿Desean algo más chicos?- mientras mascaba una goma que ya debía carecer de sabor.
Übel se había distraído con el ambiente del dichoso bar y no divisaba a su compañera. Era probable que algún alboroto acabara sucediendo allí pese a que no tenía idea de eso. Los bares no eran lugares de buena suerte aunque siempre aprendía algo nuevo, de momento solo era el juego de cartas que aún no alcanzaba a entender del todo más si los simbolos y cartas totales del mazo, que a los varones adultos les gustaba ese juego y por algún motivo se tensaban algunos cuando el rubio que allí jugaba ganaba. Eran pequeños detalles que de momento le entretenían y distraían lo suficiente.
Übel Blatt
Hoja de personaje
Nivel:
(18/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Cheshire Dom Ene 15, 2017 2:44 am
El tanto viajar en barcos mercantes comenzaba a ser fastidioso para mi y últimamente no había tantos criminales como en las primeras islas ¡¿Qué era lo que pasaba?! ¿A caso alguien más se estaba encargando de hacerme quedar sin trabajo? No creo que fuese la marina, ellos habían estado tan ocupados últimamente que incluso para poder conseguir afiches de los últimos criminales había sido un total lío en la última base en la que había estado, si que había sido un engorroso día y yo ahí, toda torpe perdiendo el tiempo… ¡Mi valioso tiempo! Pues esta vez el barco que había tomado me llevaba hacia… ¿Logetown?.. Sí, sí, creo que ese era el nombre. Aún se me hacía algo complicado aprenderme el nombre de las islas y es que vamos que lois mink sin pelo tienen ideas muy extrañas y una imaginación bastante peculiar para nombrar sus cosas.
Esta vez llevaba sobre mi una capa que me cubría desde los hombros hasta los tobillos ocultando mi cola y un gorrito para de igual forma esconder mis hermosas orejitas de todos los minks sin pelo que pudiesen verlas ¿La razón?.. Bueno.. Después del último incidente no quería tener más problemas. Llevaba frente a mi tomado con cariño mi hermoso reloj y a paso tranquilo comencé a observar la ciudad, muy bonita y tranquila a decir verdad. Sin embargo necesitaba información de la isla, ver y probar suerte para capturar algo y bueno, qué mejor lugar para encontrar información que un bar.
Comencé por visitar un bar, sin embargo en este casi todos parecían estar ebrios y olía bastante mal, mi pequeña nariz no aguantaba tal hedor por lo que salir de ahí fue lo mejor. Pronto encontré otro bar, este en cierta parte parecía más limpio y algo amigable ya que con una sonrisa observaba a los hombres que jugaban entretenido póker. No hice mucho caso, simplemente me dirigí al mural de afiches que tenían ahí. — Mhum ~ — Comencé a ronronear y menear mi cola por debajo de la capa mientras rascaba mi mentón con la mano derecha sin soltar mi reloj con la izquierda. Algunos afiches de recompensa ya eran viejos, otros de criminales que ya ni estaban en los blue. Con un suspiro de resignación agache mi cabeza — Necesito dinero… — susurré bajito girando mi rostro para ver a un pequeño niño entrar. ¿Qué hacía un niño en un lugar así? Seguido el ambiente comenzó a tornarse algo tenso voltee a ver a los hombres que jugaban cartas. — ¿Uh? — Levanté mis orejas un poco haciendo que mi gorrito se recorriera un poco dejando ver parte de mi rostro y de entre mis ropas saqué un par de afiches creyendo que entre los presentes había un criminal de bajo coste por su cabeza, si era así sin importar nada iría por él.
Esta vez llevaba sobre mi una capa que me cubría desde los hombros hasta los tobillos ocultando mi cola y un gorrito para de igual forma esconder mis hermosas orejitas de todos los minks sin pelo que pudiesen verlas ¿La razón?.. Bueno.. Después del último incidente no quería tener más problemas. Llevaba frente a mi tomado con cariño mi hermoso reloj y a paso tranquilo comencé a observar la ciudad, muy bonita y tranquila a decir verdad. Sin embargo necesitaba información de la isla, ver y probar suerte para capturar algo y bueno, qué mejor lugar para encontrar información que un bar.
Comencé por visitar un bar, sin embargo en este casi todos parecían estar ebrios y olía bastante mal, mi pequeña nariz no aguantaba tal hedor por lo que salir de ahí fue lo mejor. Pronto encontré otro bar, este en cierta parte parecía más limpio y algo amigable ya que con una sonrisa observaba a los hombres que jugaban entretenido póker. No hice mucho caso, simplemente me dirigí al mural de afiches que tenían ahí. — Mhum ~ — Comencé a ronronear y menear mi cola por debajo de la capa mientras rascaba mi mentón con la mano derecha sin soltar mi reloj con la izquierda. Algunos afiches de recompensa ya eran viejos, otros de criminales que ya ni estaban en los blue. Con un suspiro de resignación agache mi cabeza — Necesito dinero… — susurré bajito girando mi rostro para ver a un pequeño niño entrar. ¿Qué hacía un niño en un lugar así? Seguido el ambiente comenzó a tornarse algo tenso voltee a ver a los hombres que jugaban cartas. — ¿Uh? — Levanté mis orejas un poco haciendo que mi gorrito se recorriera un poco dejando ver parte de mi rostro y de entre mis ropas saqué un par de afiches creyendo que entre los presentes había un criminal de bajo coste por su cabeza, si era así sin importar nada iría por él.
Cheshire
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Drake O´Bannon Lun Ene 16, 2017 8:41 am
Drake se encontraba apoyado en la baranda del segundo piso, fumando un cigarrillo y observando todo el bar desde su posición, tan pronto como hubo entrado la muchacha encapuchada o en el momento en el cual el infante hizo su aparición y se coloco cerca de la mesa de Roy, cualquier movimiento en la sala era controlado por el tirador, quien a su vez no perdía de vista al pelirrojo que estaba sentado en la barra del bar.
Justo debajo de donde el se encontrada apostado, estaba la mesa donde su hermano jugaba al poker y también el tablón donde la encapuchada andaba buscando una posible víctima; causa del destino que otro cazarecompensas hubiera entrado en la misma taberna que ellos, si la cosa se ponía fea tendrían que noquearla, aunque fuera una dama.
Roy a su vez seguía ganando algunas partidas y perdiendo otras, manteniendo la misma suma de dinero en la mayoría de tiempo, no obstante este tampoco perdía de vista ningún detalle, como la espada del joven que estaba a su vera observando y como no el reloj, que escondía la encapuchada entre sus ropas, de un tamaño demasiado grande para esta. Pero su forma de ver las cosas cambio, al momento en el que vio como su hermano bajaba las escaleras martilleando su revolver para realizar un disparo mas rápido al desenfundar.
Drake no se detuvo hasta estar a la vera de la encapuchada, en la pared donde estaba el cuadro con los Wanted y donde al parecer la joven había encontrado uno de su gusto, el mismo Wanted que los hermanos O”Bannon estaban buscando, Janko, un pirata de poca monta con una recompensa de un millón de berries.-¿Que te crees que haces?-Pregunto la muchacha al ver la mano del trajeado impedirla coger el cartel que le había llamado la atención.
Drake sin mostrar palabra alguna, abrió su chaqueta interior dejado ver por pocos segundos y solo a la chica que estaba buscando al mismo hombre, no obstante esta no se detuvo en su intento de tomar el trabajo y tras agarrar la mano de Drake la quito de encima del cartel, para posteriormente coger, lo que provoco que Janko se diera cuenta de que había alguien interesado en el.
Al momento de escuchar moverse la silla en la barra, Roy dio un ultimo trago a su tequila y cogió su rifle, a su vez, Drake con un cigarro en la boca alzo su revolver y disparo a la pata de la silla, haciendo que este cayera, acto seguido al disparo, el bar se volvió un infierno, como si una película se tratase, todo el mundo comenzó a pelearse.
Justo debajo de donde el se encontrada apostado, estaba la mesa donde su hermano jugaba al poker y también el tablón donde la encapuchada andaba buscando una posible víctima; causa del destino que otro cazarecompensas hubiera entrado en la misma taberna que ellos, si la cosa se ponía fea tendrían que noquearla, aunque fuera una dama.
Roy a su vez seguía ganando algunas partidas y perdiendo otras, manteniendo la misma suma de dinero en la mayoría de tiempo, no obstante este tampoco perdía de vista ningún detalle, como la espada del joven que estaba a su vera observando y como no el reloj, que escondía la encapuchada entre sus ropas, de un tamaño demasiado grande para esta. Pero su forma de ver las cosas cambio, al momento en el que vio como su hermano bajaba las escaleras martilleando su revolver para realizar un disparo mas rápido al desenfundar.
Drake no se detuvo hasta estar a la vera de la encapuchada, en la pared donde estaba el cuadro con los Wanted y donde al parecer la joven había encontrado uno de su gusto, el mismo Wanted que los hermanos O”Bannon estaban buscando, Janko, un pirata de poca monta con una recompensa de un millón de berries.-¿Que te crees que haces?-Pregunto la muchacha al ver la mano del trajeado impedirla coger el cartel que le había llamado la atención.
Drake sin mostrar palabra alguna, abrió su chaqueta interior dejado ver por pocos segundos y solo a la chica que estaba buscando al mismo hombre, no obstante esta no se detuvo en su intento de tomar el trabajo y tras agarrar la mano de Drake la quito de encima del cartel, para posteriormente coger, lo que provoco que Janko se diera cuenta de que había alguien interesado en el.
Al momento de escuchar moverse la silla en la barra, Roy dio un ultimo trago a su tequila y cogió su rifle, a su vez, Drake con un cigarro en la boca alzo su revolver y disparo a la pata de la silla, haciendo que este cayera, acto seguido al disparo, el bar se volvió un infierno, como si una película se tratase, todo el mundo comenzó a pelearse.
Drake O´Bannon
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Liana Lun Ene 16, 2017 9:48 am
Isla de Loguetown, una de las islas más importantes del east blue y no solo por el pasado de Gold D. Roger… si no por su gran zona comercial, Liana una joven ningyo muy hermosa estaba en esa zona yendo de tienda en tienda como de costumbre, la pelirrosa amaba ir de shopping y si no lo hacía en esta ciudad ¿dónde más podría hacerlo? Vio desde espadas hasta ropas, de hecho se compró unos lentes de aviador muy a la moda.
La ningyo caminaba por la ciudad con sus bolsas de compras y sus lente puestos hasta que nota un bar que le llamo la atención, nada en especial solo que mientras caminaba, sintió la concentración de alguien cercano y cuando paso por el frente del local noto que jugaban Texas Hold’em osease un estilo del póker, de ahí la concentración y a ella le encanta ese juego, se emocionó tanto por querer jugar que fue corriendo a una tienda de ropa al estilo de vaqueros y se vistió como una llanera solitaria, justo como en la foto.
Volvió a la taberna, respiro muy… muy profundo y susurro –Oki… jijijiji… Ahí vamos- Acto seguido empujo las puertas corredizas como si fuera el wild west y entro lentamente (la mayoría ni volteo a verla considerando que entro haciendo mucho ruido) mientras entro al bar, se fijó en dos figuras en la zona de los papeles de se busca donde ella con sus dedos apunto al chico y dijo – Bang –.
Dada la casualidad que cuando la pelirrosa dijo Bang un tipo disparo, menos mal no le dio a nadie pero desencadeno una pelea de todos contra todos, Liana grito –¡JAJAAJAJA! OHHH SII, COMO EN EL VIEJO OESTE - desenvaino sus dos espadas muy feliz mientras noto que había un niñito – ¡HEY TEN CUIDADO! – Le grito Liana al niño mientras realiza un corte horizontal que suelta una honda de 1 metro directa a un oponente que tenía detrás el chico donde al mismo tiempo Liana siente que le darán un espadazo vertical por detrás, ella pone la espada en horizontal hacia atrás por encima de la cabeza para cuidarla como para defenderse cosa que no se equivocó ya que al rechinar las espadas se voltea realizando un giro cortante que manda a volar el tipo con las hondas.
La ningyo voltea hacia el niño y le pregunta que ¿si estaba bien? ¿qué hacía en un lugar así? Y mientras lo hacía peleaba con un gordo calvo muy borracho con dos machetes que decía que cuando le ganara a Liana la iba a torturar para luego matarla - ¡COMO ME VAS A TORTURAR SI NI TE PUEDES PARAR DE PIE!- Gritaba Liana mientras peleaba, estaba borracho y se tambaleaba pero una cosa era segura… el gordo sabía pelear borracho.
La ningyo caminaba por la ciudad con sus bolsas de compras y sus lente puestos hasta que nota un bar que le llamo la atención, nada en especial solo que mientras caminaba, sintió la concentración de alguien cercano y cuando paso por el frente del local noto que jugaban Texas Hold’em osease un estilo del póker, de ahí la concentración y a ella le encanta ese juego, se emocionó tanto por querer jugar que fue corriendo a una tienda de ropa al estilo de vaqueros y se vistió como una llanera solitaria, justo como en la foto.
- OST:
Volvió a la taberna, respiro muy… muy profundo y susurro –Oki… jijijiji… Ahí vamos- Acto seguido empujo las puertas corredizas como si fuera el wild west y entro lentamente (la mayoría ni volteo a verla considerando que entro haciendo mucho ruido) mientras entro al bar, se fijó en dos figuras en la zona de los papeles de se busca donde ella con sus dedos apunto al chico y dijo – Bang –.
Dada la casualidad que cuando la pelirrosa dijo Bang un tipo disparo, menos mal no le dio a nadie pero desencadeno una pelea de todos contra todos, Liana grito –¡JAJAAJAJA! OHHH SII, COMO EN EL VIEJO OESTE - desenvaino sus dos espadas muy feliz mientras noto que había un niñito – ¡HEY TEN CUIDADO! – Le grito Liana al niño mientras realiza un corte horizontal que suelta una honda de 1 metro directa a un oponente que tenía detrás el chico donde al mismo tiempo Liana siente que le darán un espadazo vertical por detrás, ella pone la espada en horizontal hacia atrás por encima de la cabeza para cuidarla como para defenderse cosa que no se equivocó ya que al rechinar las espadas se voltea realizando un giro cortante que manda a volar el tipo con las hondas.
La ningyo voltea hacia el niño y le pregunta que ¿si estaba bien? ¿qué hacía en un lugar así? Y mientras lo hacía peleaba con un gordo calvo muy borracho con dos machetes que decía que cuando le ganara a Liana la iba a torturar para luego matarla - ¡COMO ME VAS A TORTURAR SI NI TE PUEDES PARAR DE PIE!- Gritaba Liana mientras peleaba, estaba borracho y se tambaleaba pero una cosa era segura… el gordo sabía pelear borracho.
- OFF ROL:
Holiii
Liana
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por L.i.l.y Lun Ene 16, 2017 6:32 pm
Aquella tarde una muchacha joven que no llegaría a los veinte años resaltaba mientras caminaba en Logue Town, una camisa roja con un diseño de escamas, un traje elegante blanco con bordes dorados y un par de guantes de cuero era la vestimenta que portaba en aquella ocasión, el pelo estaba arreglado una sencilla coleta de caballo junto a dos mechones de cabello a los lados de su rostro, la joven poseía un hermoso cabello negro como el azabache que al rodearle resaltaban la blancura de su rostro que era decorado por un par de ojos grises con una mirada tranquila, sus labios aunque no estaban particularmente curvados para arriba parecían indicar una muy tenue sonrisa que demostraba el buen humor que debía de reducir ni en un atisbo el aire de elegancia que exudaba.
La cazadora de recompensas de pseudónimo Lily había pasado por el momento un día bastante tranquilo en Logue Town, había encontrado un supuesto adulto con aspecto de niño junto al cual habían realizado una simple pero gratificante misión en conjunto, sin embargo tras separarse por un breve periodo de tiempo cerca de una fuente el dúo se había separado y para cuando la pelinegra regresó al lugar se topó con que el pequeño Übell no estaba en el lugar acordado, suspiro para sus adentros mientras que dirigía su mirada alrededor, con un leve impulso salto sobre el borde de la fuente para comenzar a afinar la mirada en búsqueda de lugares donde pudiera estar el joven de dorados cabellos antes de comenzar a recorrerlos.
Cuatro intentos fallidos de hayar el lugar donde pudiera estar Übel fueron necesarios para que finalmente la dama de ojos grises se adentrara en un establecimiento de mala muerte donde sus pintas de aquel día informal la hacían resaltar de una sobremanera que no la incomodaba particularmente pues un millar de veces habría estado en situaciones similares o mucho más peligrosas por su propia voluntad a pesar de su frágil apariencia.
Con una sonrisa en sus labios la fémina de cabellera azabache se adentró en el establecimiento para comenzar a buscar con la mirada a aquel agradable joven del cual se habían separado hacia no tanto tiempo, malas miradas de distintos tipos eran dirigidos a ella, una muchacha de aquella apariencia con esas ropas y desarmada en un antro como aquel resaltaba mucho, tanto como potencial presa de los que se creían buenos oportunistas como aquellos que eran suficientemente atentos para preocuparse por una intrusión tan descuidada en lo que podría ser llamado territorio "enemigo" para ella que en su andar se acercó a una mesa de poker donde pudo ver al pequeño Übell finalmente.
-Übell, me alegro de haberte encontrado.- dijo tranquilamente la muchacha mientras emprendía su camino rumbo al rubio dirigiendo disimuladamente su mirada a a los rostros y cuerpos de los apostadores, ninguno parecía ser una amenaza para ella sin embargo tampoco parecían ser inocentes conejitos por lo que la cazadora se aseguró de mantener al menos parte de sus sentidos atentos a los jugadores -No imaginaba que te gustara el poker- comento con cierto tono de interrogación, interesada por los gustos del muchachito aparentando ser simplemente una joven que desentonaba y no notaba la clase de lugar en el que se encontraba, aunque pensaba que podría terminar siendo un lugar más tranquilo de lo que aparentaba siendo de que no hubiera más personas en la parte superior vigilando el lugar.
Entre los clientes normales había algún que otro encapuchado por lo que aquella persona cerca del tablón no resaltaba en mayor medida por su presencia ante el mirar de una relajada Lily que no creía que fuera a desarrollarse un mayor problema en el lugar, aunque rápidamente aquella esperanza murió mientras que una sonrisa amarga se dibujaba en los labios de la cazadora que veía bajar rápidamente uno de los hombres de la planta superior con rapidez. Un disparo hizo estallar el metafórico barril de pólvora que era un lugar como ese, en menos tiempo del que alguien dice “Disparo” ya había comenzado una refriega dentro del establecimiento haciendo suspirar con cierta irritación a la pelinegra.
-A veces me pregunto cuanta suerte hay que tener para que un día de paz termine en una situación como esta- comento con cierta molestia la fémina mientras tranquilamente esquivaba un golpe dirigido a su cabeza y ponía la mano derecha en uno de los bolsillos de sus pantalones -Cuidado, podrías haberme despeinado- comento un tanto molesta antes de dar una patada a un hombre que se le acercaba, no era una luchadora pero nisiquiera necesitaba finura o una buena técnica para enfrentar a los tipos que llenaban el lugar -Übell trata de no ensuciarte y si vas a pelear los delincuentes valen más vivos que muertos.- allí no parecía haber ninguna cara propia de un wanted que pudiera llamar demasiado la atención de Lily como para incitarla a utilizar sus armas ocultas por lo que la cazadora en buena parte se limitaba a esquivar ataques intencionados y accidentales mientras se entretenía observando el caos.
- Imagen de referencia:
- Lily lleva el cabello más largo~
La cazadora de recompensas de pseudónimo Lily había pasado por el momento un día bastante tranquilo en Logue Town, había encontrado un supuesto adulto con aspecto de niño junto al cual habían realizado una simple pero gratificante misión en conjunto, sin embargo tras separarse por un breve periodo de tiempo cerca de una fuente el dúo se había separado y para cuando la pelinegra regresó al lugar se topó con que el pequeño Übell no estaba en el lugar acordado, suspiro para sus adentros mientras que dirigía su mirada alrededor, con un leve impulso salto sobre el borde de la fuente para comenzar a afinar la mirada en búsqueda de lugares donde pudiera estar el joven de dorados cabellos antes de comenzar a recorrerlos.
Cuatro intentos fallidos de hayar el lugar donde pudiera estar Übel fueron necesarios para que finalmente la dama de ojos grises se adentrara en un establecimiento de mala muerte donde sus pintas de aquel día informal la hacían resaltar de una sobremanera que no la incomodaba particularmente pues un millar de veces habría estado en situaciones similares o mucho más peligrosas por su propia voluntad a pesar de su frágil apariencia.
- Ost:
Con una sonrisa en sus labios la fémina de cabellera azabache se adentró en el establecimiento para comenzar a buscar con la mirada a aquel agradable joven del cual se habían separado hacia no tanto tiempo, malas miradas de distintos tipos eran dirigidos a ella, una muchacha de aquella apariencia con esas ropas y desarmada en un antro como aquel resaltaba mucho, tanto como potencial presa de los que se creían buenos oportunistas como aquellos que eran suficientemente atentos para preocuparse por una intrusión tan descuidada en lo que podría ser llamado territorio "enemigo" para ella que en su andar se acercó a una mesa de poker donde pudo ver al pequeño Übell finalmente.
-Übell, me alegro de haberte encontrado.- dijo tranquilamente la muchacha mientras emprendía su camino rumbo al rubio dirigiendo disimuladamente su mirada a a los rostros y cuerpos de los apostadores, ninguno parecía ser una amenaza para ella sin embargo tampoco parecían ser inocentes conejitos por lo que la cazadora se aseguró de mantener al menos parte de sus sentidos atentos a los jugadores -No imaginaba que te gustara el poker- comento con cierto tono de interrogación, interesada por los gustos del muchachito aparentando ser simplemente una joven que desentonaba y no notaba la clase de lugar en el que se encontraba, aunque pensaba que podría terminar siendo un lugar más tranquilo de lo que aparentaba siendo de que no hubiera más personas en la parte superior vigilando el lugar.
Entre los clientes normales había algún que otro encapuchado por lo que aquella persona cerca del tablón no resaltaba en mayor medida por su presencia ante el mirar de una relajada Lily que no creía que fuera a desarrollarse un mayor problema en el lugar, aunque rápidamente aquella esperanza murió mientras que una sonrisa amarga se dibujaba en los labios de la cazadora que veía bajar rápidamente uno de los hombres de la planta superior con rapidez. Un disparo hizo estallar el metafórico barril de pólvora que era un lugar como ese, en menos tiempo del que alguien dice “Disparo” ya había comenzado una refriega dentro del establecimiento haciendo suspirar con cierta irritación a la pelinegra.
-A veces me pregunto cuanta suerte hay que tener para que un día de paz termine en una situación como esta- comento con cierta molestia la fémina mientras tranquilamente esquivaba un golpe dirigido a su cabeza y ponía la mano derecha en uno de los bolsillos de sus pantalones -Cuidado, podrías haberme despeinado- comento un tanto molesta antes de dar una patada a un hombre que se le acercaba, no era una luchadora pero nisiquiera necesitaba finura o una buena técnica para enfrentar a los tipos que llenaban el lugar -Übell trata de no ensuciarte y si vas a pelear los delincuentes valen más vivos que muertos.- allí no parecía haber ninguna cara propia de un wanted que pudiera llamar demasiado la atención de Lily como para incitarla a utilizar sus armas ocultas por lo que la cazadora en buena parte se limitaba a esquivar ataques intencionados y accidentales mientras se entretenía observando el caos.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Roy O'Bannon Miér Ene 18, 2017 7:06 pm
La partida en la mesa cada vez era más aburrida, tres de cada cinco manos eran ganadas por Roy sin mucha complicación, para sus adentros Roy pensaba –Fijo que Drake se está divirtiendo más mirando… Va que digo, él no sabe que es divertirse…- con un leve suspiro el joven de pelo castaño claro comenzó a plantarse abandonar la mesa aburrido de semejante grupo de perdedores los cuales ni siquiera aparecían en los carteles de buscados, aburrido de ver las molestas caras de sus compañeros de mesa el joven estaba dispuesto a lanzar las cartas contra la mesa cuando por el rabillo del ojo atisbo como una silueta femenina entraba por la puerta cubierta por una capucha completa y un gorro, a simple vista poco se podría apreciar de su fisiología pero el pistolero se percató en sus esbeltas piernas y en como su hermano clavo su mirada en ella nada más la figura femenina se adentraba más y más en la taberna de mala muerte prestando atención a la mesa en la que estaba jugando llena de cartas y dinero, para sus adentros Roy pensó –Esto puede ponerse muy interesante, espero que el cascarrabias no irrumpa la diversión...- Sonriendo Roy miro su mano una última vez y bajo una mano hacia su chaqueta. –Caballeros, veo sus apuestas y….- arqueando una ceja aparentando no ir Roy tiro sobre la mesa cincuenta berrys más por encima del bote. – ¿Qué les parece subir las apuestas?- Las carcajadas en la mesa comenzaron, se notaba que las manos rivales eran muy superiores a las del joven, pero era hora sacar el as bajo la manga y nunca mejor dicho, aprovechando la distracción de las carcajadas, Roy con suma sutileza y rapidez cambio una de sus cartas por un as oculto en el interior de la manga de su chaqueta.
Mientras en la mesa de jugadores sucedía la trampa por la puerta un joven de aspecto muy pequeño, casi podría decirse que era un niño extraviado, entro mirando a su alrededor y sin mentar palabra con nadie se dirigió hacia la mesa donde se jugaba partida de póker, quedando este oculto tras la gente observando todo lo que sucedía en la partida. Roy sutilmente y sin perder sus cartas de vista miro de reojo la figura del infante para poco después ver como su hermano rápidamente se apresuraba a bajar las escaleras sin perder a la encapuchada de vista cuando la atención de la mayoría de varones fue atraída por una muchacha de cabello negro que entro con cara de desorientación y al ver al niño que observaba la partida de cartas se acercó a él, aparentemente debían de conocerse o haberse perdido para entrar en el bar de peor aspecto de toda la ciudad, aun así Roy no pudo evitar hacer un silbido de admiración y pensar para sí mismo. –La madre del cordero, si sé que las chicas de por aquí estaban de tan buen ver me hubiera tomado un día para hacer turismo…-
Distraído admirando a la chica que se aproximaba a la mesa en busca del infante Roy descuido la partida por unos segundo, suficientes para percatarse de la mirada penetrante de los demás jugadores que esperaban a que este mostrara sus cartas y viendo en la mesa en una de las manos el as del mismo palo que él había trampeado previamente. -… Maldita sea mi suerte…- Roy frunció el ceño resignado rezando a que algo sucediera para salvar el culo esperando a que Drake la liara o que alguien entrara a tiros por la puerta. Como si sus suplicas fueran escuchadas por los mismísimos dioses las puertas del bar se abrieron entrando por las mismas una mujer despampanante que apuntando con los dedos simulo disparar en plan burlesco justo cuando Drake disparo su revolver contra una silla de un posible objetivo. –Bendita mi mala suerte, yehahaha…- Roy pateo la mesa desde abajo lanzando dinero y cartas por los aires aprovechando el inicio de la trifulca para dejarse caer de la silla de espaldas y rodar hacia atrás desenfundando el rifle para posteriormente usarlo para golpear con la culata al borracho más cercano y posteriormente disparar a la cadena de la lámpara que colgaba del centro del local esperando que en cualquier momento cayera sobre alguien.
Mientras en la mesa de jugadores sucedía la trampa por la puerta un joven de aspecto muy pequeño, casi podría decirse que era un niño extraviado, entro mirando a su alrededor y sin mentar palabra con nadie se dirigió hacia la mesa donde se jugaba partida de póker, quedando este oculto tras la gente observando todo lo que sucedía en la partida. Roy sutilmente y sin perder sus cartas de vista miro de reojo la figura del infante para poco después ver como su hermano rápidamente se apresuraba a bajar las escaleras sin perder a la encapuchada de vista cuando la atención de la mayoría de varones fue atraída por una muchacha de cabello negro que entro con cara de desorientación y al ver al niño que observaba la partida de cartas se acercó a él, aparentemente debían de conocerse o haberse perdido para entrar en el bar de peor aspecto de toda la ciudad, aun así Roy no pudo evitar hacer un silbido de admiración y pensar para sí mismo. –La madre del cordero, si sé que las chicas de por aquí estaban de tan buen ver me hubiera tomado un día para hacer turismo…-
Distraído admirando a la chica que se aproximaba a la mesa en busca del infante Roy descuido la partida por unos segundo, suficientes para percatarse de la mirada penetrante de los demás jugadores que esperaban a que este mostrara sus cartas y viendo en la mesa en una de las manos el as del mismo palo que él había trampeado previamente. -… Maldita sea mi suerte…- Roy frunció el ceño resignado rezando a que algo sucediera para salvar el culo esperando a que Drake la liara o que alguien entrara a tiros por la puerta. Como si sus suplicas fueran escuchadas por los mismísimos dioses las puertas del bar se abrieron entrando por las mismas una mujer despampanante que apuntando con los dedos simulo disparar en plan burlesco justo cuando Drake disparo su revolver contra una silla de un posible objetivo. –Bendita mi mala suerte, yehahaha…- Roy pateo la mesa desde abajo lanzando dinero y cartas por los aires aprovechando el inicio de la trifulca para dejarse caer de la silla de espaldas y rodar hacia atrás desenfundando el rifle para posteriormente usarlo para golpear con la culata al borracho más cercano y posteriormente disparar a la cadena de la lámpara que colgaba del centro del local esperando que en cualquier momento cayera sobre alguien.
Roy O'Bannon
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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