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Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:29 pm
El rugido del viento se hacía presente en toda la montaña, entre todo el bosque, se podía escuchar el distante sonido de los truenos mientras que los rayos inundaban con su blanca luz todo cuanto era alcanzado por la vista de dos minks encerradas en una pequeña choza un poco hundida en la tierra de las montañas, trabada en las raíces de un antiguo árbol centenario, una niña de no más de doce años, de ojos casi rosados y pelaje de un negro bastante opaco que cubría la totalidad de su espalda, casi todos sus brazos y piernas, una cola animal de lobo estaba baja mientras miraba a la persona frente a ella.
Recostada en el suelo yacía una mujer también cubierta pelaje por debajo de la frazada que cubría gran parte de su cuerpo y la toalla húmeda que estaba sobre su frente, una mujer claramente adulta, rondando los cuarenta años, su pelaje alguna vez color azabache, ahora era de un gris bastante opaco con algunas vetas castañas, sus ojos eran de un rojo que asemejaba más al negro que al rojo mismo por su profunda oscuridad, poca luz quedaba en los ojos de aquella mujer afiebrada.
La mano de una se encontraba entrelazada con la de la otra, la mujer mayor estaba hirviendo en fiebre, una herida infectada había hecho estragos en su cuerpo reduciéndola a esa condición en la cual el solo hecho de intentar levantarse desde el suelo era una pésima idea, una simple infección y la ausencia de un doctor en aquella tormenta habían condenado a esa mujer a morir, una sonrisa permanecía en el rostro de adulta, en un vano intento por generar confianza en el interior de aquella pequeña jovencita que aunque no entendiera era capaz de presentir lo que ocurría allí.
Recostada en el suelo yacía una mujer también cubierta pelaje por debajo de la frazada que cubría gran parte de su cuerpo y la toalla húmeda que estaba sobre su frente, una mujer claramente adulta, rondando los cuarenta años, su pelaje alguna vez color azabache, ahora era de un gris bastante opaco con algunas vetas castañas, sus ojos eran de un rojo que asemejaba más al negro que al rojo mismo por su profunda oscuridad, poca luz quedaba en los ojos de aquella mujer afiebrada.
La mano de una se encontraba entrelazada con la de la otra, la mujer mayor estaba hirviendo en fiebre, una herida infectada había hecho estragos en su cuerpo reduciéndola a esa condición en la cual el solo hecho de intentar levantarse desde el suelo era una pésima idea, una simple infección y la ausencia de un doctor en aquella tormenta habían condenado a esa mujer a morir, una sonrisa permanecía en el rostro de adulta, en un vano intento por generar confianza en el interior de aquella pequeña jovencita que aunque no entendiera era capaz de presentir lo que ocurría allí.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:30 pm
Incluso en un momento como lo llegada de la muerte que rondaba por su hogar, la mujer adulta se mantenía calmada, a pesar del dolor de su cuerpo y el frio mortal que sentía a pesar de su alta temperatura seguía firme con una sonrisa en su rostro, con los dedos de su mano derecha acariciando las manos de aquella hermosa niña a la que tanto amaba, aquella pequeña a la cual dentro de poco dejaría atrás para emprender un viaje del cual no podría regresar, la mujer estaba triste por dejar atrás a su pequeña pero no podía denostarlo.
Mostrar debilidad en sus últimos momentos solo haría las cosas más difíciles para aquella jovencita que estaría sola en el mundo a partir de aquella fría noche en que el destino final e inevitable sería alcanzado por aquella mujer, el silenció presente en la choza era únicamente interrumpido por los truenos ocasionales hasta que la menor hablo. -Mamá, déjame ir a buscar al médico o al chaman de la tribu al menos, déjame ir a buscar ayuda, tal vez ellos puedan salvarte…- La voz quebrada de aquella jovencita que intentaba salvar a la única familia que tenía en ese mundo se clavó como un puñal en el corazón de la mujer mayor.
Con fuerza se aferró a la mano de la niña, ella así sabía que incluso si intentaba escapar su madre la sostendría y le impediría salir de al exterior. -Con esta tormenta sería un suicidio y no dejare que mi querida hija muera tan joven, Laura, mi amor, ya sabes que esto tenía que pasar en algún momento, no iba a durar para siempre cuidándote y estando a tu lado…- A pesar del dolor que le causaba ver el rostro lloroso de su hija la mujer la retuvo.
Mostrar debilidad en sus últimos momentos solo haría las cosas más difíciles para aquella jovencita que estaría sola en el mundo a partir de aquella fría noche en que el destino final e inevitable sería alcanzado por aquella mujer, el silenció presente en la choza era únicamente interrumpido por los truenos ocasionales hasta que la menor hablo. -Mamá, déjame ir a buscar al médico o al chaman de la tribu al menos, déjame ir a buscar ayuda, tal vez ellos puedan salvarte…- La voz quebrada de aquella jovencita que intentaba salvar a la única familia que tenía en ese mundo se clavó como un puñal en el corazón de la mujer mayor.
Con fuerza se aferró a la mano de la niña, ella así sabía que incluso si intentaba escapar su madre la sostendría y le impediría salir de al exterior. -Con esta tormenta sería un suicidio y no dejare que mi querida hija muera tan joven, Laura, mi amor, ya sabes que esto tenía que pasar en algún momento, no iba a durar para siempre cuidándote y estando a tu lado…- A pesar del dolor que le causaba ver el rostro lloroso de su hija la mujer la retuvo.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:31 pm
El único miedo que habitaba en el corazón de aquella mujer que ya había tenido tiempo para vivir todo lo que deseaba, que había explorado y trabajado tanto como quiso en la vida, que había amado , perdido y vuelto a amar, aquella única preocupación que tenía era por el futuro de su querida hija, si pequeño retoño que todavía no se había convertido en una adulta de pleno derecho, temía por lo que podría llegar a hacer en los próximos años sin una guía adecuada para la rabia y los cambios de la adolescencia que tantos estragos causaron a ella.
Su mano estaba firmemente agarrada de las de su hija mientras hablaba. -Solo me arrepiento de que no poder acompañarte para lo que se viene para ti, en los próximos años serás más vulnerable, te creerás invencible, inmortal, todo poderosa, pero es el momento en que más miedo debes temer cariño…- El rostro de la menor demostraba que no entendía por qué su madre le decía aquello. -¿De qué estás hablando mamá?- Ella no entendía lo que decía su madre, pero sus instintos le decían que aquella sería su última charla de madre a hija, la última de todas.
Las lágrimas recorrían las mejillas en aquel momento apenas decoradas por una fina e insignificante capa de pelaje negro que se humedecía levemente con ellas mientras miraba a su querida madre seguir hablando. -Escucha, tal vez haya alguien que intente enseñarte y dirigirte ahora que eres una niña, una jovencita, hasta que llegues a ser una adulta completa, tal vez alguien quiera abusar de ti, eres una hermosa niña y seguramente serás una hermosa mujer, no confíes en ellos, los hombres solo piensan en una cosa, ten cuidado para no arrepentirte.- Palabras de advertencia sobre las posibilidades, engaños y traiciones.
Su mano estaba firmemente agarrada de las de su hija mientras hablaba. -Solo me arrepiento de que no poder acompañarte para lo que se viene para ti, en los próximos años serás más vulnerable, te creerás invencible, inmortal, todo poderosa, pero es el momento en que más miedo debes temer cariño…- El rostro de la menor demostraba que no entendía por qué su madre le decía aquello. -¿De qué estás hablando mamá?- Ella no entendía lo que decía su madre, pero sus instintos le decían que aquella sería su última charla de madre a hija, la última de todas.
Las lágrimas recorrían las mejillas en aquel momento apenas decoradas por una fina e insignificante capa de pelaje negro que se humedecía levemente con ellas mientras miraba a su querida madre seguir hablando. -Escucha, tal vez haya alguien que intente enseñarte y dirigirte ahora que eres una niña, una jovencita, hasta que llegues a ser una adulta completa, tal vez alguien quiera abusar de ti, eres una hermosa niña y seguramente serás una hermosa mujer, no confíes en ellos, los hombres solo piensan en una cosa, ten cuidado para no arrepentirte.- Palabras de advertencia sobre las posibilidades, engaños y traiciones.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:32 pm
Las palabras de su madre no eran alentadoras, pero si eran sinceras, advertían del miedo que ella tenía por la inocencia de su querida hija y que los hombres se aprovecharan de ella, de su fragilidad o su fuerza y la utilizaran contra su voluntad. -Mi pequeña, asegúrate de siempre de estar segura de lo que deseas y no dejes que otros lo cambien, sé una buena chica, yo sé que eres buena, por favor no dejes que otros cambien lo que eres, no dejes que te obliguen a nada…- el miedo de una madre por si inofensiva y frágil hija se manifestaba incluso en sus últimos momentos.
Cada vez era más difícil mantener los ojos abiertos para aquella mujer, cada palabra que exhalaba parecía llevar consigo parte de la vida que quedaba en su cuerpo, no faltaba mucho para que el ultimo halito de vida se desprendiera de su cuerpo, convirtiéndola en no más que un despojo de lo que alguna vez fuera su hogar, su pequeño lugar en el mundo, aquel donde ella se podía sentir segura, feliz y contenida, pero aquello pronto se acabaría de forma permanente.
La pequeña Laura sujeto con ambas manos la diestra de su madre, aferrándose a ella sin desear que nunca nada jamás las separase, había miedo y furia en el interior de aquella pequeña, miedo de perder lo más preciado que tenía en su vida y furia por ser incapaz de hacer nada por ella, ser incapaz de hacer nada para impedir aquel trágico desenlace que se aproximaba paulatinamente a ese hogar, las lagrimas no dejaron de brotar de sus ojos por más de que supiera de que estas no ayudarían en nada a salvar a su madre, pero no podía evitarlo, no podía controlar aquel deseo que sentía de llorar.
Cada vez era más difícil mantener los ojos abiertos para aquella mujer, cada palabra que exhalaba parecía llevar consigo parte de la vida que quedaba en su cuerpo, no faltaba mucho para que el ultimo halito de vida se desprendiera de su cuerpo, convirtiéndola en no más que un despojo de lo que alguna vez fuera su hogar, su pequeño lugar en el mundo, aquel donde ella se podía sentir segura, feliz y contenida, pero aquello pronto se acabaría de forma permanente.
La pequeña Laura sujeto con ambas manos la diestra de su madre, aferrándose a ella sin desear que nunca nada jamás las separase, había miedo y furia en el interior de aquella pequeña, miedo de perder lo más preciado que tenía en su vida y furia por ser incapaz de hacer nada por ella, ser incapaz de hacer nada para impedir aquel trágico desenlace que se aproximaba paulatinamente a ese hogar, las lagrimas no dejaron de brotar de sus ojos por más de que supiera de que estas no ayudarían en nada a salvar a su madre, pero no podía evitarlo, no podía controlar aquel deseo que sentía de llorar.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:33 pm
Con la zurda aquella mujer hirviendo por la fiebre acaricio la mejilla de su hija secando sus lágrimas, tomo so rostro con aquella misma mano y la acerco hasta su pecho, beso la corona de su cabeza mientras que la pequeña podía sentir el calor de su madre y el latido de su corazón sin ser capaz de dejar de llorar, ambas se abrazaron, sabían que aquel sería el último momento que podrían compartir, el cielo lloraba mares a pesar de ser el causante de aquella tragedia impidiendo a la búsqueda de alguna persona que ayudará a la convaleciente mujer.
Un último aliento daría paso a las palabras finales de aquella mujer -Laura, te amo, por favor vive y se feliz, haz lo que creas mejor para ti, pero siempre trata se ser feliz tu misma y de no arrepentirte de lo que hagas, recuerda que mami te ama- El aullido de la menor no se hizo esperar para desvelar sus propios sentimientos. -Yo también te amo mamá, te quiero mucho, por favor no te mueras, ya pronto pasara la tormenta, quédate conmigo, mamita querida, por favor…- No hubo más respuestas que ese último abrazo de su querida madre.
El aullido de la joven mink fue opacado por los relámpagos que atronadoramente golpeaban la tierra cercana, el dolor se apodero de aquella pequeña criatura que no podía hacer otra cosa además de llorar y gritar por aquello que no volvería sin importar cuanto suplicara ni cuanto intentara.
Todo seguiría así, ya nada volvería a ser como había sido antes, ya no volvería a sonreír de la misma forma, ya no volvería a tener la misma inocencia, volvería a sonreír, viviría, buscaría la felicidad, pero aquella tormentosa noche fue el primer paso para convertirse en una viajera y en una doctora.
Un último aliento daría paso a las palabras finales de aquella mujer -Laura, te amo, por favor vive y se feliz, haz lo que creas mejor para ti, pero siempre trata se ser feliz tu misma y de no arrepentirte de lo que hagas, recuerda que mami te ama- El aullido de la menor no se hizo esperar para desvelar sus propios sentimientos. -Yo también te amo mamá, te quiero mucho, por favor no te mueras, ya pronto pasara la tormenta, quédate conmigo, mamita querida, por favor…- No hubo más respuestas que ese último abrazo de su querida madre.
El aullido de la joven mink fue opacado por los relámpagos que atronadoramente golpeaban la tierra cercana, el dolor se apodero de aquella pequeña criatura que no podía hacer otra cosa además de llorar y gritar por aquello que no volvería sin importar cuanto suplicara ni cuanto intentara.
Todo seguiría así, ya nada volvería a ser como había sido antes, ya no volvería a sonreír de la misma forma, ya no volvería a tener la misma inocencia, volvería a sonreír, viviría, buscaría la felicidad, pero aquella tormentosa noche fue el primer paso para convertirse en una viajera y en una doctora.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:34 pm
No dejó de llover en toda la noche, había llegado el medio día para cuando el agua redujo la fuerza con la que caía, encerrada en aquella choza una muchacha lloraba y se lamentaba por la pérdida de aquello que era realmente valioso para ella, bajo la suave lluvia que había surgido tras la tormenta, la pequeña tomo a su madre y la envolvió en una tela blanca, camino largo tiempo, sus piernas fallaron antes de llegar a la choza del chaman, tal vez él podría ayudarle, tal vez él podría hacer algo.
Moviéndose solo gracias a su extraordinaria fuerza para su edad la pequeña llego envuelta en barro hasta la choza destinada, la morada de aquel viejo sabio que se suponía guiaba espiritualmente a muchas personas, sin embargo en lugar de encontrar ayuda, esperanza o alguna clase de conforto, solo se topó con la frialdad de la realidad, su madre había muerto durante la noche y ya nunca volvería, ella tenía que aceptarlo y seguir viviendo por aquellos que ya no estaban, que se mudara con aquel hombre que la recubrió con su cuerpo mientras le invitaba a bañarla y convertirse en el que le diera un lugar donde quedarse.
La pequeña dijo que tal vez después, pero jamás volvería a acercarse a ese a ese hombre, una vez que se reunieron algunas personas, conocidos y familiares distantes para el funeral de su querida madre, le dieron una ceremonia de despedida digna del tipo de mujer que había sido en su vida, el chamán afirmo que se quedaría con ella, con lo cual nadie más se preocupó realmente por ella más allá de despedirse y darle buenos deseos, nadie realmente velaría por una niña de la que poco sabían y que había vivido separada de ellos toda su vida.
Moviéndose solo gracias a su extraordinaria fuerza para su edad la pequeña llego envuelta en barro hasta la choza destinada, la morada de aquel viejo sabio que se suponía guiaba espiritualmente a muchas personas, sin embargo en lugar de encontrar ayuda, esperanza o alguna clase de conforto, solo se topó con la frialdad de la realidad, su madre había muerto durante la noche y ya nunca volvería, ella tenía que aceptarlo y seguir viviendo por aquellos que ya no estaban, que se mudara con aquel hombre que la recubrió con su cuerpo mientras le invitaba a bañarla y convertirse en el que le diera un lugar donde quedarse.
La pequeña dijo que tal vez después, pero jamás volvería a acercarse a ese a ese hombre, una vez que se reunieron algunas personas, conocidos y familiares distantes para el funeral de su querida madre, le dieron una ceremonia de despedida digna del tipo de mujer que había sido en su vida, el chamán afirmo que se quedaría con ella, con lo cual nadie más se preocupó realmente por ella más allá de despedirse y darle buenos deseos, nadie realmente velaría por una niña de la que poco sabían y que había vivido separada de ellos toda su vida.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:34 pm
Una vez en su hogar, tomo lo necesario, algunas ropas, las herramientas que creía que podría necesitar para sobrevivir, escapo de allí, no regresaría, no confiaría en los hombres como el chamán, no se dejaría engañar, no confiaría en la compasión de nadie, ella no necesitaba compasión, solo necesitaba a su madre, pero ella ya no regresaría sin importar cuánto la quisiera o necesitara, este mundo se la había arrebatado, este mundo le había quitado aquello que más le importaba y que mejor le hacía sin ninguna clase de misericordia o piedad, sin que ellas hicieran nada para merecer eso.
Empezó su huida a través de los bosques y montañas de Zou, el tiempo que allí pasara era cómodo, sencillo, cazar, fallar cazando, recolectar alimentos y comer, dormir y reiniciar el mismo ciclo una vez más al día siguiente, durante semanas se alimentó de lo que recolectaba y algún que otro animal caído dentro de algún atrampa sencilla colocada por la jovencita, la frustración de las cacerías fallidas se acumuló en su interior durante largos días y noches comiendo raíces, hongos y frutas, un tiempo realmente frustrante para la joven, en el cual por las noches ocasionalmente lloraba recordando el pasado.
El tiempo transcurría a una velocidad incierta para la jovencita, los días parecían cortos, pero las semanas largas, ni hablar de los meses cuya noción tardo poco en perder por no llevar la cuenta de los días y semanas de forma apropiada, todo aquel tiempo estuvo desplazándose, moviéndose, buscando presas, aprendiendo el arte de la cacería, el arte luchar contra sus presas, no aprendió a cocinar adecuadamente y su sentido el gusto se vio claramente atrofiado por la falta de esfuerzo en sus alimentos, mientras satisficieran su apetito poco importaba el sabor, en ninguna ocasión desperdició el alimento obtenido.
Empezó su huida a través de los bosques y montañas de Zou, el tiempo que allí pasara era cómodo, sencillo, cazar, fallar cazando, recolectar alimentos y comer, dormir y reiniciar el mismo ciclo una vez más al día siguiente, durante semanas se alimentó de lo que recolectaba y algún que otro animal caído dentro de algún atrampa sencilla colocada por la jovencita, la frustración de las cacerías fallidas se acumuló en su interior durante largos días y noches comiendo raíces, hongos y frutas, un tiempo realmente frustrante para la joven, en el cual por las noches ocasionalmente lloraba recordando el pasado.
El tiempo transcurría a una velocidad incierta para la jovencita, los días parecían cortos, pero las semanas largas, ni hablar de los meses cuya noción tardo poco en perder por no llevar la cuenta de los días y semanas de forma apropiada, todo aquel tiempo estuvo desplazándose, moviéndose, buscando presas, aprendiendo el arte de la cacería, el arte luchar contra sus presas, no aprendió a cocinar adecuadamente y su sentido el gusto se vio claramente atrofiado por la falta de esfuerzo en sus alimentos, mientras satisficieran su apetito poco importaba el sabor, en ninguna ocasión desperdició el alimento obtenido.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:34 pm
Los meses pasaron a gran velocidad y con una intensidad incierta para la jovencita de ojos escarlata que veía el mundo de una forma diferente a la que hubiera hecho en el pasado, cada vez más violenta, cada vez más destructiva, cada vez con mayor saña contra las presas que atrapaba por mérito propio y que destazaba con el cuchillo que llevaba como herramienta y recuerdo de su hogar, siendo lo único que tenía realmente utilidad y relevancia entre todo lo que había traído para aquel viaje era normal que lo cuidara, sin embargo el desgaste del metal seguía avanzando.
La dificultad de afilarlo se volvía evidente en cada vez que tenía que hacerlo, cada vez era más evidente que la hoja aunque de calidad no estaba hecha para perdurar ni para los usos que la jovencita le estaba dando, no era una herramienta de caza ni de combate, era solo un trozo de metal echo para preparar comida dentro de la casa que ya había dejado atrás, era una perpetuo recordatorio de lo que alguna vez había tenido y ahora estaba tan lejos de ella, aquello a lo cual no volvería sin importar cuanto lo hubiera deseado con anterioridad.
La furia que recorría cada vez con mayor frecuencia a jovencita se estaba convirtiendo en la huella de su paso, destrozando le lugar donde dormía, rompiendo los huesos que mataba y creando hoscas armas que solo tenían uno o dos usos antes de volverse inútiles, cuchillas de hueso que aunque poco duraderas ayudaban a prolongar la vida útil de aquella herramienta de acero que cada vez más molestaba a la pequeña de grisáceo pelaje en su avance a través del bosque, pronto necesitaría adquirir algún otro tipo de herramienta para luchar en el futuro más próximo de la jovencita oji-rubí.
La dificultad de afilarlo se volvía evidente en cada vez que tenía que hacerlo, cada vez era más evidente que la hoja aunque de calidad no estaba hecha para perdurar ni para los usos que la jovencita le estaba dando, no era una herramienta de caza ni de combate, era solo un trozo de metal echo para preparar comida dentro de la casa que ya había dejado atrás, era una perpetuo recordatorio de lo que alguna vez había tenido y ahora estaba tan lejos de ella, aquello a lo cual no volvería sin importar cuanto lo hubiera deseado con anterioridad.
La furia que recorría cada vez con mayor frecuencia a jovencita se estaba convirtiendo en la huella de su paso, destrozando le lugar donde dormía, rompiendo los huesos que mataba y creando hoscas armas que solo tenían uno o dos usos antes de volverse inútiles, cuchillas de hueso que aunque poco duraderas ayudaban a prolongar la vida útil de aquella herramienta de acero que cada vez más molestaba a la pequeña de grisáceo pelaje en su avance a través del bosque, pronto necesitaría adquirir algún otro tipo de herramienta para luchar en el futuro más próximo de la jovencita oji-rubí.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:35 pm
Solo Dios sabría con certeza en aquel punto cuanto tiempo llevaba ya desde que la pequeña niña huérfana e marrón y grisáceo pelaje se hubiera fugado de su lugar de origen, pero había crecido, había aprendió y había perdido, había perdido ya por completo aquel cuchillo que se rompiera sin dejar tras de sí más que el amargo recuerdo de su familia perdida, había aprendido a correr, luchar, sobrevivir, había crecido hasta medir más de un metro setenta, su cuerpo se había desarrollado para sobrevivir y subsistir en el bosque sin ninguna clase de problema o complicación relevante para ella.
En uno de aquellos días de que deambulaba por los límites de Zou se encontró con un barco desconocido, un barco pirata al parecer estaban allí de paso, pero se encontró con que estaban abasteciéndose de algunas frutas y animales cuando fueron atacados por uno de los extraños ejemplares de animales que habitan la isla, movida por el deseo de robar una de aquellas espada que usaban esos hombres la fémina entro a la refriega robando el objeto, sin embargo al verse cara a cara con la bestia no pudo huir del lugar con su trofeo, sino que se abalanzo.
Los piratas no terminaban de entender lo que tenían ante sus ojos, primero habían sido atacados inesperadamente por un animal mientras se relajaban bebiendo y comiendo para luego ser “rescatados” por una mujer con pelaje y garras que corría desnuda por la vida, había algunos heridos, pero no era nada grave, nada que veteranos que habían llegado hasta aquella Isla no pudieran soportar ni enfrentar, pero les causo tal interés el enfrentamiento entre la fémina y la bestia que prefirieron no intervenir, era como ver peleando animales, algo que probablemente les divertía bastante a aquellos peligrosos hombres del ancho mar.
En uno de aquellos días de que deambulaba por los límites de Zou se encontró con un barco desconocido, un barco pirata al parecer estaban allí de paso, pero se encontró con que estaban abasteciéndose de algunas frutas y animales cuando fueron atacados por uno de los extraños ejemplares de animales que habitan la isla, movida por el deseo de robar una de aquellas espada que usaban esos hombres la fémina entro a la refriega robando el objeto, sin embargo al verse cara a cara con la bestia no pudo huir del lugar con su trofeo, sino que se abalanzo.
Los piratas no terminaban de entender lo que tenían ante sus ojos, primero habían sido atacados inesperadamente por un animal mientras se relajaban bebiendo y comiendo para luego ser “rescatados” por una mujer con pelaje y garras que corría desnuda por la vida, había algunos heridos, pero no era nada grave, nada que veteranos que habían llegado hasta aquella Isla no pudieran soportar ni enfrentar, pero les causo tal interés el enfrentamiento entre la fémina y la bestia que prefirieron no intervenir, era como ver peleando animales, algo que probablemente les divertía bastante a aquellos peligrosos hombres del ancho mar.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Laura Vie Feb 05, 2016 5:35 pm
El combate se desarrolló con brutalidad y fiereza de forma muy desfavorable para la Mink, por más fuerte que fuera, aún era joven e inexperta, no era capaz de empuñar correctamente aquella arma más pesada de lo que estaba acostumbrada, sus golpes eran torpes y sobrecargados de fuerza que aunque herían de gravedad a la bestia cuando lograban acertar por regla general solo se convertían en huecos a través de los cuales la vestía podría atacarla.
Los hombres no podían sino reír al verla pelear, algunas mujeres de la tripulación veía el espectáculo con menos gracia pero aún con aprobación por no ser asunto de ellas, en algún momento algún piadoso hombre grito sugiriendo que tomara una segunda arma antes de lanzar una espada más ligera que la que estaba blandiendo hasta el momento la fémina, sin mucho entendimiento tomo la espada más ligera con la derecha y cambio la espada más grande y pesada a la Zurda, aún era difícil, luchar, pero llevar dos armas la favorecía.
Las garras de la bestia desgarraban la carne de la fémina arrancando parte del marrón pelaje haciendo fluir la sangre, pero en lugar de temer o preocuparse por su seguridad la Mink siguió luchando con ferocidad, con la bravura propia de aquella rabia que habitaba en su interior, sin miedos, sin dudas, sin otra preocupación en su mente más que las garras de la bestia y el olor de la sangre de ambos contrincantes, ninguno de los dos huiría, iba en contra de la naturaleza de ambos depredadores huir.
Garras, colmillos y acero se cruzaron durante algunos minutos hasta que finalmente el dominio de aquellas armas llegará a manos de la Mink, con su fuerza superior, la fuerza del apogeo de su poder basto para desgarrar finalmente en un corte letal a la bestia.
Los hombres no podían sino reír al verla pelear, algunas mujeres de la tripulación veía el espectáculo con menos gracia pero aún con aprobación por no ser asunto de ellas, en algún momento algún piadoso hombre grito sugiriendo que tomara una segunda arma antes de lanzar una espada más ligera que la que estaba blandiendo hasta el momento la fémina, sin mucho entendimiento tomo la espada más ligera con la derecha y cambio la espada más grande y pesada a la Zurda, aún era difícil, luchar, pero llevar dos armas la favorecía.
Las garras de la bestia desgarraban la carne de la fémina arrancando parte del marrón pelaje haciendo fluir la sangre, pero en lugar de temer o preocuparse por su seguridad la Mink siguió luchando con ferocidad, con la bravura propia de aquella rabia que habitaba en su interior, sin miedos, sin dudas, sin otra preocupación en su mente más que las garras de la bestia y el olor de la sangre de ambos contrincantes, ninguno de los dos huiría, iba en contra de la naturaleza de ambos depredadores huir.
Garras, colmillos y acero se cruzaron durante algunos minutos hasta que finalmente el dominio de aquellas armas llegará a manos de la Mink, con su fuerza superior, la fuerza del apogeo de su poder basto para desgarrar finalmente en un corte letal a la bestia.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
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