Online
Conectarse
En total hay 9 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 9 Invitados :: 1 Motor de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Creado por Okita Souji Dom Mayo 15, 2016 7:35 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luego de haber encontrado una tripulación a la que pertenecer, Okita estaba totalmente dispuesto a seguir las ordenes entregadas por el comandante Gintoki Sakata. Ahora mismo sería el capitán de la primera división del Shinsengumi. La idea le parecía bien y poder dentro de poco comenzar a reclutar más personas era lo ideal para poder conseguir un poderío y de tal manera cumplir con todos los objetivos, tanto los personales que eran ayudar a su familia como los del grupo. Ahora eran simplemente cuatro, contándolo. Tastia Arwon, una joven de cabellos dorados que seguramente su habilidad era tan vistosa como su apariencia. Hijikata Toshizo, que para Okita le parecía más bien un señor algo amargado, pero seguro su habilidad era muy por sobre la norma y para finalizar teníamos al carismático jefe, un canoso que hasta ahora parecía sólo tener miedo, ese era Gintoki Sakata.
De momentos el rumbo era casi aleatorio, prefirieron moverse a aquella isla donde abundaba el vino. La razón, simplemente seguir el destino. El joven de cabellos castaños de ojos verdosos era uno de los encargados de medicina, tenía su propio sector para trabajar que claro compartir con la dulce chica del grupo. Hijikata era quien navegaba el barco. Hasta ahora no hacía falta nada más, un cocinero no es necesario mientras se tuviera dinero y se pasara a comer en las islas. Aunque la verdad es que algunas cosas hacían falta pero de momentos todo estaba con un rumbo normal y bueno. El chico salió a la cubierta donde observó detenidamente el mar, a lo lejos ya se observaba Micqueot. No avisó a nadie puesto que es más que seguro que ya tuvieran conocimiento de eso. El navegar con su nuevo compañero fue tan ameno que caso se queda dormido.
Al momento de llegar al muelle para poder bajarse a tierra el chico comenzó a arreglar sus katanas en su cintura, se colocó su típico atuendo de colores dorados con motivos muy de Wano. Hasta ahora las presentaciones fueron las básicas. Nada fuera de lo común pero era más que seguro que dentro de poco se iban a conocer más, se notaba un ambiente muy agradable. Okita quiso romper el silencio y se acercó al grupo.
— Si me lo permiten, creo que es bueno que busque algunos recursos médicos básicos. Yo los compro con mi dinero y quizás reclute unas asistentes para mí. Yo les pagaré el sueldo no se preocupen. — Comentó el chico con una sonrisa de oreja a oreja. — Creo que no me presenté como tenía que ser antes. Mi nombre es Okita Souji, provengo de Wano. Mi familia es campesina y soy bueno en la medicina. Es un gusto por favor cuiden de mi. — Hizo una pequeña reverencia hacia sus compañeros, era educado. Lo último lo dijo en un tono de broma, siempre casi riendo entre dientes. Le agradaba hacer bromas. Miró a sus compañeros un poco más mientras la brisa le desordenaba la frondosa cabellera. — He pensado que deberíamos reclutar a alguien más .. Nosotros cuatro iríamos bien pero mientras más mejor. — Pensó un poco en lo que el navío por fin se estacionaba en el muelle, quedándose estático en el mismo. Habían muchas personas circulando en el sitio, parecía muy prospero. Nadie peleaba y era tranquilo, algunos viejos bebiendo vino sentados en unos banquillos improvisados de cajas de frutas. Los niños pateando naranjas que cayeron al suelo, nada que molestase la paz.
— Por fin tierra. — Puso sus pies en la madera del muelle, se estiró un poco y comenzó a caminar a paso lento para poder esperar a los demás. — ¿Les parece bien si yo voy a comprar y luego nos reunimos en un sitio que estimen conveniente? — Preguntó el chico de Wano mientras esperaba alguna respuesta por parte de sus compañeros. A lo lejos se escuchó de pronto la voz algo femenina de un Okama que parecía estar acosando jóvenes marines. Okita sintió un escalofrío y su rostro de inmediato cambió a un preocupado, esperaba que ninguno de esos le acosara como sucedió antes.
De momentos el rumbo era casi aleatorio, prefirieron moverse a aquella isla donde abundaba el vino. La razón, simplemente seguir el destino. El joven de cabellos castaños de ojos verdosos era uno de los encargados de medicina, tenía su propio sector para trabajar que claro compartir con la dulce chica del grupo. Hijikata era quien navegaba el barco. Hasta ahora no hacía falta nada más, un cocinero no es necesario mientras se tuviera dinero y se pasara a comer en las islas. Aunque la verdad es que algunas cosas hacían falta pero de momentos todo estaba con un rumbo normal y bueno. El chico salió a la cubierta donde observó detenidamente el mar, a lo lejos ya se observaba Micqueot. No avisó a nadie puesto que es más que seguro que ya tuvieran conocimiento de eso. El navegar con su nuevo compañero fue tan ameno que caso se queda dormido.
Al momento de llegar al muelle para poder bajarse a tierra el chico comenzó a arreglar sus katanas en su cintura, se colocó su típico atuendo de colores dorados con motivos muy de Wano. Hasta ahora las presentaciones fueron las básicas. Nada fuera de lo común pero era más que seguro que dentro de poco se iban a conocer más, se notaba un ambiente muy agradable. Okita quiso romper el silencio y se acercó al grupo.
— Si me lo permiten, creo que es bueno que busque algunos recursos médicos básicos. Yo los compro con mi dinero y quizás reclute unas asistentes para mí. Yo les pagaré el sueldo no se preocupen. — Comentó el chico con una sonrisa de oreja a oreja. — Creo que no me presenté como tenía que ser antes. Mi nombre es Okita Souji, provengo de Wano. Mi familia es campesina y soy bueno en la medicina. Es un gusto por favor cuiden de mi. — Hizo una pequeña reverencia hacia sus compañeros, era educado. Lo último lo dijo en un tono de broma, siempre casi riendo entre dientes. Le agradaba hacer bromas. Miró a sus compañeros un poco más mientras la brisa le desordenaba la frondosa cabellera. — He pensado que deberíamos reclutar a alguien más .. Nosotros cuatro iríamos bien pero mientras más mejor. — Pensó un poco en lo que el navío por fin se estacionaba en el muelle, quedándose estático en el mismo. Habían muchas personas circulando en el sitio, parecía muy prospero. Nadie peleaba y era tranquilo, algunos viejos bebiendo vino sentados en unos banquillos improvisados de cajas de frutas. Los niños pateando naranjas que cayeron al suelo, nada que molestase la paz.
— Por fin tierra. — Puso sus pies en la madera del muelle, se estiró un poco y comenzó a caminar a paso lento para poder esperar a los demás. — ¿Les parece bien si yo voy a comprar y luego nos reunimos en un sitio que estimen conveniente? — Preguntó el chico de Wano mientras esperaba alguna respuesta por parte de sus compañeros. A lo lejos se escuchó de pronto la voz algo femenina de un Okama que parecía estar acosando jóvenes marines. Okita sintió un escalofrío y su rostro de inmediato cambió a un preocupado, esperaba que ninguno de esos le acosara como sucedió antes.
Última edición por Okita Souji el Lun Mayo 16, 2016 5:31 pm, editado 1 vez
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Sáb Mayo 21, 2016 7:34 pm
Okita con sus dos nuevas ayudantes estaban realmente relajado, las rubias le comentaban al chico que debía ser un poco más cordial en general, cuando en verdad era demasiado cordial hasta con ellas. Las mujeres eran correctas y muy formales. Hablaban mucho ahora no como al inicio que apenas peleaban a espaldas del joven de Wano. Por el momento pensó que las mujeres se llevarían bien con todos por como eran en sí. De pronto Hilda se acercó a su diestra y le comentó que tenía que pensar en alguna tarea a hacer luego para ambas, Yolda por su lado le tomó el brazo y le dijo casi lo mismo que su hermana, tenían tensión entre ellas. El peli castaño mordió una fruta y miró a ambas, luego sonrió y se las llevó de la mano.
— Ambas serán de utilidad lo sé. Además seguro se llevarán bien con Tastia una compañera.— Dijo en lo que vio como el Okama de antes iba tecleando a las personas mientras el peli blanco iba casi llorando pidiendo que le ayudasen. Okita apuntó al capitán y comenzó a reír a carcajadas lo que alentó a las jovencitas que tenía con él. El chico luego paró y se puso serio para decirle a ellas. — Creo que el capitán necesita ayuda. ¿Les parece si es la primera misión de ustedes? Quien le rescata en el menor tiempo se gana un premio.— Terminó pero antes de que sus palabras finalizaran ambas ya habían salido a toda velocidad a embestir al Okama. Usaban una especie de cuchillo o una espada pequeña llamada Wakizashi. Hilda se adelantó un poco pero cuando menos lo pensó su hermana saltó. Okita asombrado siguió toda la escena desde atrás caminando con las bolsas con todo y con una manzana en la boca, tenia mofletes llenos.
Las mujeres fueron dándose ataques entre ellas hasta que alcanzaron al Okama y de pronto las dos le golpearon con una patada en la cabeza, lo hicieron caer y ahí mismo le clavaron los cuchillos en el cuerpo, precisamente en los brazos dejándolo pegado al suelo. Miraron al capitán y simplemente se hicieron atrás para ponerse al lado de Okita que venía caminando tranquilo. — Hb..iegn heghcho cgicas— Tragó la comida para luego si poder hablar bien. — Bien hecho chicas. Capitan le presento a mis ayudantes. Hilda y Yolda.— Las mujeres hicieron una reverencia casi por obligación para luego sacar al Okama inconsciente para tirarlo a un basurero por ordenes de Okita quien ya le tenía asco a esos. Luego extendió su mano para ayudar al capitán mientras se metía otro trozo de manzana a la boca. — Gintoki deberías tener cuidado con los okamas, me han contado que si te pillan solo luego terminarás casado con uno y la verdad yo te veo con una mujer, ya sabes.. teniendo hijos no.. siendo el pasivo.— Le dio unos codazos al capitán a lo que las chicas rieron un poco. Okita a ambas les entregó un caramelo y además dinero para que comprasen lo que quisieran. — Se lo han ganado, pueden hacer lo que quieran con eso pero ahora vamos a reunirnos con todos. Y capitán trata de no traer más tipos raros.. Las chicas aquí no toleran lo que yo tampoco tolero, evitemos más muertes Okama.. Salvemos a los Okamas de su extinción.— Dijo avanzando el muchacho acompañado de sus ayudantes, esperando que el capitán le siguiese el paso.
Tras caminar un buen rato a lo lejos divisó a sus compañeros pero que estaban con una nueva persona. Este levantó una ceja mientras comía pero ahora de una bolsa de frutos secos, de todo tipo hasta frutas. Cuando comenzó a acercarse las mujeres a su lado miraban a todos lados, observando las tiendas, de hecho pidieron permiso para ir a una este les dijo que no debían pedir permiso solo avisar. Ambas fueron en lo que el joven levantó su mano haciéndose notar para sus compañeros.
— ¡Hey chicos! Creo que el capitán tuvo un encuentro amoroso muy severo con el Okama y .. ¿quién es la chica que está con ustedes?— Dijo con una sonrisa a la par que miraba a todos lados. En sus manos traía los suministros a los que fue a buscar y un par de comida para él, bueno para todos. De reojo observó a si el capitán venía. A ver si no se perdía o si un hombre velludo le atacaba nuevamente ya que al parecer era un hombre que atraía a Okamas. Gintoki “el imán Okama”, el nuevo apodo del gran capitán.
— Ambas serán de utilidad lo sé. Además seguro se llevarán bien con Tastia una compañera.— Dijo en lo que vio como el Okama de antes iba tecleando a las personas mientras el peli blanco iba casi llorando pidiendo que le ayudasen. Okita apuntó al capitán y comenzó a reír a carcajadas lo que alentó a las jovencitas que tenía con él. El chico luego paró y se puso serio para decirle a ellas. — Creo que el capitán necesita ayuda. ¿Les parece si es la primera misión de ustedes? Quien le rescata en el menor tiempo se gana un premio.— Terminó pero antes de que sus palabras finalizaran ambas ya habían salido a toda velocidad a embestir al Okama. Usaban una especie de cuchillo o una espada pequeña llamada Wakizashi. Hilda se adelantó un poco pero cuando menos lo pensó su hermana saltó. Okita asombrado siguió toda la escena desde atrás caminando con las bolsas con todo y con una manzana en la boca, tenia mofletes llenos.
Las mujeres fueron dándose ataques entre ellas hasta que alcanzaron al Okama y de pronto las dos le golpearon con una patada en la cabeza, lo hicieron caer y ahí mismo le clavaron los cuchillos en el cuerpo, precisamente en los brazos dejándolo pegado al suelo. Miraron al capitán y simplemente se hicieron atrás para ponerse al lado de Okita que venía caminando tranquilo. — Hb..iegn heghcho cgicas— Tragó la comida para luego si poder hablar bien. — Bien hecho chicas. Capitan le presento a mis ayudantes. Hilda y Yolda.— Las mujeres hicieron una reverencia casi por obligación para luego sacar al Okama inconsciente para tirarlo a un basurero por ordenes de Okita quien ya le tenía asco a esos. Luego extendió su mano para ayudar al capitán mientras se metía otro trozo de manzana a la boca. — Gintoki deberías tener cuidado con los okamas, me han contado que si te pillan solo luego terminarás casado con uno y la verdad yo te veo con una mujer, ya sabes.. teniendo hijos no.. siendo el pasivo.— Le dio unos codazos al capitán a lo que las chicas rieron un poco. Okita a ambas les entregó un caramelo y además dinero para que comprasen lo que quisieran. — Se lo han ganado, pueden hacer lo que quieran con eso pero ahora vamos a reunirnos con todos. Y capitán trata de no traer más tipos raros.. Las chicas aquí no toleran lo que yo tampoco tolero, evitemos más muertes Okama.. Salvemos a los Okamas de su extinción.— Dijo avanzando el muchacho acompañado de sus ayudantes, esperando que el capitán le siguiese el paso.
Tras caminar un buen rato a lo lejos divisó a sus compañeros pero que estaban con una nueva persona. Este levantó una ceja mientras comía pero ahora de una bolsa de frutos secos, de todo tipo hasta frutas. Cuando comenzó a acercarse las mujeres a su lado miraban a todos lados, observando las tiendas, de hecho pidieron permiso para ir a una este les dijo que no debían pedir permiso solo avisar. Ambas fueron en lo que el joven levantó su mano haciéndose notar para sus compañeros.
— ¡Hey chicos! Creo que el capitán tuvo un encuentro amoroso muy severo con el Okama y .. ¿quién es la chica que está con ustedes?— Dijo con una sonrisa a la par que miraba a todos lados. En sus manos traía los suministros a los que fue a buscar y un par de comida para él, bueno para todos. De reojo observó a si el capitán venía. A ver si no se perdía o si un hombre velludo le atacaba nuevamente ya que al parecer era un hombre que atraía a Okamas. Gintoki “el imán Okama”, el nuevo apodo del gran capitán.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Ahora... ¿es una noche de "Suerte"? [Pasado]
» Shinsengumi — El inicio
» Kiheitai [Shinsengumi]
» Shinsengumi — Una nueva cara
» Por fin tierra firme, ahora... ¿Podrías dejar de seguirme? (Privado Taka)
» Shinsengumi — El inicio
» Kiheitai [Shinsengumi]
» Shinsengumi — Una nueva cara
» Por fin tierra firme, ahora... ¿Podrías dejar de seguirme? (Privado Taka)
Página 2 de 2.
|
|