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Creado por Shimazu Toyohisa Mar Jun 07, 2016 11:02 am
La última misión parecía haber sido un éxito en buena compañía con el soldado Greed, aparentemente los méritos que estaba teniendo el soldado Octarine pronto iban a ser tomados en cuenta por quienes supervisaban su trabajo. De momento había vuelto a su hogar, su querida Shells Town y quería un poco de descanso. Quizás se encontraría con algún marine de los que había conocido pero a quien realmente quería ver era a Jennyfer Bonhart, habían pasado muchos días desde la última vez que la vio y ni siquiera pudieron pasar un rato juntos por un altercado en donde estaban.
Llegaba a hablar con el casero -Hola Virgilio, ya regrese. Han sido varios días de trabajo marine- le decía apenas al entrar levantando el brazo para hacer notar el musculo que era casi imperceptible entre su chaqueta negra -Juas juas juas Ya era hora de que regresaras pillín, te estaba echando de menos- dejaba su lugar y le daba un amistoso abrazo a su amigo e inquilino, cuando lo tenía así le decía -Aún me debes el mes chico, no puedes palmar juas juas juas- ambos sonreían, era un buen amigo y el encuentro le valía la emoción del momento de un tipo tan cálido y humano como el de la melena azabache con el del bigote de nieve -Y ten por seguro que te pagare viejo avaro, que te cuesta regalarme un mes por los días que no estoy- ambos soltaban la risa y se soltaban
Octarine subió a su morada y bajo rápidamente - quiero dejar mis cosas y darme un baño, ya casi bajo viejo zorro-. Así lo hizo, tal como lo dijo 5 minutos en subir y prepararse y los 8 minutos de su característico baño, disfrutó de la ducha y salió aún más feliz. Bajo con ropa de civil y como siempre su guantes y chaquetas, solo cargaba sus botines de pelea en caso de que le sucediese algo como lo de Veres, su látigo lo había dejado. Se había vuelto muy confiado desde las nueva habilidades adquiridas y con la experiencia de las luchas pero no olvidaba sus errores.
Llegaba a hablar con el casero -Hola Virgilio, ya regrese. Han sido varios días de trabajo marine- le decía apenas al entrar levantando el brazo para hacer notar el musculo que era casi imperceptible entre su chaqueta negra -Juas juas juas Ya era hora de que regresaras pillín, te estaba echando de menos- dejaba su lugar y le daba un amistoso abrazo a su amigo e inquilino, cuando lo tenía así le decía -Aún me debes el mes chico, no puedes palmar juas juas juas- ambos sonreían, era un buen amigo y el encuentro le valía la emoción del momento de un tipo tan cálido y humano como el de la melena azabache con el del bigote de nieve -Y ten por seguro que te pagare viejo avaro, que te cuesta regalarme un mes por los días que no estoy- ambos soltaban la risa y se soltaban
Octarine subió a su morada y bajo rápidamente - quiero dejar mis cosas y darme un baño, ya casi bajo viejo zorro-. Así lo hizo, tal como lo dijo 5 minutos en subir y prepararse y los 8 minutos de su característico baño, disfrutó de la ducha y salió aún más feliz. Bajo con ropa de civil y como siempre su guantes y chaquetas, solo cargaba sus botines de pelea en caso de que le sucediese algo como lo de Veres, su látigo lo había dejado. Se había vuelto muy confiado desde las nueva habilidades adquiridas y con la experiencia de las luchas pero no olvidaba sus errores.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Alexandra Sig Mar Jun 07, 2016 11:21 am
Naotora estaba cargando con una caja de cargamento comercial en las que estaba cargando a uno de los barcos mercantes que habían llegado hace poco al puerto de Shells Town, dejo la caja en el barco y se limpio el sudor, mirando hacia el mar pero se preguntaran ¿Que estaba haciendo nuestra espadachina tsundere y sexista todavía en ese lugar? ¿No se suponía que debía huir de allí? Bueno, varias cosas pasaron semanas o quizás días atrás, Naotora después de huir del bar y de dejar tirado al chico el cual esta le ofreció ayuda, Naotora se las paso por el puerto y intentando pasar desapercibida, así se llevo algunos días para luego aceptar un trabajo en el puerto de cargar cajas, llevar esto para aya, un trabajo sencillo y con el que pasar desapercibida y ganar algo de dinero, se hospedaba en un piso por alquiler cerca del puerto y no vestía como habituaba, dejaba a Kyoken en su piso mientras cambiaba su ropa de Wano por una mas informal, camiseta blanca sin mangas, unos pantalones de trabajo azules y zapatos negros mientras se dejaba el cabello suelto y ahora que ya sabemos que ocurrió, volvamos al presente.
- ¡Jefe! termine de cargar todo, me tomo un descanso - Le dijo al tipo que estaba a cargo de todo allí con una sonrisa, dejo su paño del sudor a un lado y salio del barco con dirección a la ciudad, iba a darse un paseo mientras esperaba que llegara oro barco o tuviera que hacer otro trabajo de llevar algo de aquí para allá. - Al final acabe acostumbrándome a estar aquí - se dijo a si misma mientras pasaba por delante de tiendas y las miraba una a una con interés.
- ¡Jefe! termine de cargar todo, me tomo un descanso - Le dijo al tipo que estaba a cargo de todo allí con una sonrisa, dejo su paño del sudor a un lado y salio del barco con dirección a la ciudad, iba a darse un paseo mientras esperaba que llegara oro barco o tuviera que hacer otro trabajo de llevar algo de aquí para allá. - Al final acabe acostumbrándome a estar aquí - se dijo a si misma mientras pasaba por delante de tiendas y las miraba una a una con interés.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shimazu Toyohisa Mar Jun 07, 2016 11:54 am
Se despediría alegremente de su viejo amigo de personalidad rebosante de alegría en su trato pese a que en algunas ocasiones el tipo había hasta llorado a su lado comentándole lo mucho que extrañaba a su esposa, la vida es dura y en ocasiones con quienes no lo merecen, la vida es injusta y aunque hagas el bien la tristeza tocará a tu puerta. Se puede estar en ese momento de felicidad absoluta y el punto de quiebre llega cuando lo piensas "Soy feliz", eso le había pasado a Virgilio, el solo pensarlo trae desgracia y su esposa Manantela murió de una enfermedad. A Octarine le paso algo similar y lo sabía por haber escuchado la historia, el sabía que era feliz durante los días que estuvo junto a Bonhart pero el deber de ambos los separó, era injusto, estaba mal pero así era la vida. Octarine había vuelto al vicio del cigarro desde que la conoció pero fumaba más entre más tiempo pasaba sin verla, era el clásico y característico estúpido enamorado, no lo esperaba ni lo había pensado entre sus planes pero fue algo que solo sucedió.
Caminaba por la playa donde la había conocido, típica actitud del idiota melancólico que era, no había forma de cambiarlo. Incluso paso en el lugar exacto y recordó lo sucedido, paso a paso, latigazo a latigazo, palabra a palabra e insulto a insulto. Era lo que extrañaba, el trato que tenían, la buena relación que habían forjado pese a ser tan diferente. Dejaba el lugar y se dirigía al puerto, pretendía comprar algo de marisquería para su solitaria cena. Ya lo había visualizado y era feliz con esa comida, esperaba saber de su fría rubia a través de los Den Den Mushi que habían comprado en su primera noche juntos. En fin, este marine presentaba una indisposición total ante los cambios en su vida y ese que había llegado le quitó la tranquilidad como una brisa que despeinó su calmada alma.
Justo cuando estaba en la compra de los productos del mar vio a una chica de aspecto fuerte, por alguna razón le parecía muy familiar pero no recordaba de donde, era extraño porque su memoria era muy buena. Una vez había pagado se le acercó y le dijo de forma completamente casual -Ey hola, ¿Te conozco? por algún motivo tu cara me suena- le decía con cierta extrañeza.
Caminaba por la playa donde la había conocido, típica actitud del idiota melancólico que era, no había forma de cambiarlo. Incluso paso en el lugar exacto y recordó lo sucedido, paso a paso, latigazo a latigazo, palabra a palabra e insulto a insulto. Era lo que extrañaba, el trato que tenían, la buena relación que habían forjado pese a ser tan diferente. Dejaba el lugar y se dirigía al puerto, pretendía comprar algo de marisquería para su solitaria cena. Ya lo había visualizado y era feliz con esa comida, esperaba saber de su fría rubia a través de los Den Den Mushi que habían comprado en su primera noche juntos. En fin, este marine presentaba una indisposición total ante los cambios en su vida y ese que había llegado le quitó la tranquilidad como una brisa que despeinó su calmada alma.
Justo cuando estaba en la compra de los productos del mar vio a una chica de aspecto fuerte, por alguna razón le parecía muy familiar pero no recordaba de donde, era extraño porque su memoria era muy buena. Una vez había pagado se le acercó y le dijo de forma completamente casual -Ey hola, ¿Te conozco? por algún motivo tu cara me suena- le decía con cierta extrañeza.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Alexandra Sig Mar Jun 07, 2016 12:09 pm
La chica paseaba tranquilamente por las calles de la ciudad, recorriendolas de aquí para allá, viendo como jugaban niños, madres hablaban de cotilleos entre ellas o hombres hablaban de sus trabajos y aventuras que habían tenido a lo largo de su vida, siempre acabando en el puerto pues pasaba por allí por si el jefe encargado la llamaba por algún trabajo nuevo o de ultimo minuto, entonces vio como un chico se le acercaba, era extraño porque desde que empezó su vida habitual y momentánea nunca había llamado la atención de nadie ni conseguía recibir elogios de chicos que no fueran que era muy fuerte o muy marimacho. Cuando el chico le pregunto si la conocía y que la había visto antes se quedo pensativa y dio unos pasos hacia atrás ¿de que la conocía? Suizas era un mercader o otro trabajador del puerto pero si eso fuera así, Naotora lo habría visto antes, ya que ella paseaba casi siempre por la ciudad.
- Creo que no - Frunció el ceño ¿Seria uno de esos marines de días atrás? ¿Uno de los que dejo K.O al huir del bar? No estaba segura pero seria mejor que mantuviera la calma y siguiera haciéndose pasar por una civil habitual - No es muy cortes preguntarle eso a una mujer sin antes presentarse uno mismo - Le dijo y lo regaño al igual que vio y escucho como una madre regañaba a su hijo adolescente hace unos minutos, repitiendo las mismas palabras, el salir a observar todo le daba la ventaja de aprender y adaptarse deprisa y debía hacerlo pues ese lugar no era el mas indicado para ser un pirata.
- Creo que no - Frunció el ceño ¿Seria uno de esos marines de días atrás? ¿Uno de los que dejo K.O al huir del bar? No estaba segura pero seria mejor que mantuviera la calma y siguiera haciéndose pasar por una civil habitual - No es muy cortes preguntarle eso a una mujer sin antes presentarse uno mismo - Le dijo y lo regaño al igual que vio y escucho como una madre regañaba a su hijo adolescente hace unos minutos, repitiendo las mismas palabras, el salir a observar todo le daba la ventaja de aprender y adaptarse deprisa y debía hacerlo pues ese lugar no era el mas indicado para ser un pirata.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Abai Serp Mar Jun 07, 2016 12:52 pm
La mañana se había marcado notoria, no tenía mucho que hacer; el marine había pasado la noche en aquella habitación junto con su buen amigo, su compañero de misión, el dios invisible. La líder del grupo se había tenido que marchar esa misma noche por razones que el moreno de ojos rojos no sabía; quizá se lo habían informado pero no lo recordaba. – Yo jamás olvido nada. –recriminó el marine al narrador y a todo aquel que creyera lo que bien se decía-. Quedando a un lado su mala memoria, el marine intentó quedar rezagado junto a su compañero. Debían seguir con la misión o quizá serían informados de otra cosa; la situación hizo que el joven de negro cabello tuviera que quedar rezagado esperando las respuestas a las preguntas formuladas en su tenue y alegre mente. Después de un largo y fructuoso periodo de tiempo, el moreno y su compañero regresaron de la misión; esta había sido todo un éxito y no podían negar la felicidad radiante bajo sus hombros.
Quizá no había salido todo como a él le hubiera gustado, no pudo ser de mucha ayuda y el nivel que poseía Octa era tan superior que el moreno había quedado algo rezagado. Le había visto en acción de cerca y bien podía semejarlo con un dios, con un ser superior. No sólo por la invisibilidad, aquel hombre era poderoso. Encontrándose en una nueva tierra, Greed paseaba tranquilo, quizá encontraría al hombre al que había estado siguiendo ¿Motivo? Quería no estar solo, aburrido y rodeado de incompetentes. También le había hablado de una marine, de una división poderosa. Hizo acto de presencia, sus ojos habían visto algo en la distancia, en un lugar no muy alejado de su posición. Su buen amigo y una mujer ¿Estaba haciendo gala de sus virtudes? Aquel hombre no perdía el tiempo y bien sería testigo nuestro marine. – Madre mía ¿Esa mujer no es la que le metió una paliza a tu otro personaje? –preguntó al cielo mostrando una nívea sonrisa-. El cruel marine había provocado el dolor en el pobre y atractivo roleador que narraba esta historia.
Haciendo gala de su simpatía personal, Greed irrumpió en la conversación levantando ambos pulgares para que su amigo le viera. – Buenas. –alegó dejando escapar una mirada perfilada en su compañero-. ¿No me vas a presentar a tu novia? –aun cuando su rostro le sonara no sabía bien bien de qué era-. Pobres inocentes estar frente a una mujer tan peligrosa. - Greed Goyoku, hombre guapo y marine en sus ratos libres. -se presentó como galán que era-.
Quizá no había salido todo como a él le hubiera gustado, no pudo ser de mucha ayuda y el nivel que poseía Octa era tan superior que el moreno había quedado algo rezagado. Le había visto en acción de cerca y bien podía semejarlo con un dios, con un ser superior. No sólo por la invisibilidad, aquel hombre era poderoso. Encontrándose en una nueva tierra, Greed paseaba tranquilo, quizá encontraría al hombre al que había estado siguiendo ¿Motivo? Quería no estar solo, aburrido y rodeado de incompetentes. También le había hablado de una marine, de una división poderosa. Hizo acto de presencia, sus ojos habían visto algo en la distancia, en un lugar no muy alejado de su posición. Su buen amigo y una mujer ¿Estaba haciendo gala de sus virtudes? Aquel hombre no perdía el tiempo y bien sería testigo nuestro marine. – Madre mía ¿Esa mujer no es la que le metió una paliza a tu otro personaje? –preguntó al cielo mostrando una nívea sonrisa-. El cruel marine había provocado el dolor en el pobre y atractivo roleador que narraba esta historia.
Haciendo gala de su simpatía personal, Greed irrumpió en la conversación levantando ambos pulgares para que su amigo le viera. – Buenas. –alegó dejando escapar una mirada perfilada en su compañero-. ¿No me vas a presentar a tu novia? –aun cuando su rostro le sonara no sabía bien bien de qué era-. Pobres inocentes estar frente a una mujer tan peligrosa. - Greed Goyoku, hombre guapo y marine en sus ratos libres. -se presentó como galán que era-.
Abai Serp
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shimazu Toyohisa Mar Jun 07, 2016 12:58 pm
Con cierta extrañeza las palabras negativas que le parecían sinceras, el marine dijo -Ah perdón llevo todo el día pensando en otras cosas y probablemente ando distraído, hasta los modales. Mi nombre es Octarine, Octarine Pratchett, un gusto- andaba excesivamente confiado por su pueblo, nunca se imaginaría que era la misma pirata que huía del bar con un gigantesco espadón. En parte esa fue parte de la distracción del de ojos color miel, ese día su atención se centró en la espada y no en el portador que resultaba que la tenía enfrente, por suerte para ella no cargaba el arma que la hubiese revelado de inmediato con rápidas conexiones neuronales que unirían todo, puede que su mente estuviese distraída pero con unas pistas evidentes como esas lo hubiera recordado de inmediato.
La chica se veía fuerte y atractiva pero a Octarine no le importaba en absoluto, era curiosidad pura lo que tenía, del porque esa chica le evocaba familiaridad. Prosiguió diciendo -¿Eres de acá o vas de paso? Nunca te había visto y suelo visitar muy seguido a Guillerm- señalaba al pescador cercano al que le había comprado la mercadería para la noche. Aguardaba la respuesta mientras la olas chocaban, el oírlas le relajaba pese a que en ese momento podían significar el fin de vida, justo como la bala que casi le acierta en Goa, la mar ya no era su amiga pero tal vez esa chica podría conversar con él un rato, hacerle olvidar y recordar lo importante de la vida. Eso era aproximadamente lo que pensaba él marine sin tener en cuenta que aparecería un tercer invitado a darle comicidad y gallardía a la tarde. Era un conocido que realmente le había caído bien al marine y con quien había disfrutado realizar la fácil misión en Loguetown. Donde había ganado algo de importancia luego de descubrir que los piratas no eran tan simples y al estar él a cargo por la retirada de emergencia de la sargento Resha Valentine, el joven Octarine sumaria muchos puntos. Antes de que apareciese este rostro también familiar el de los guantes negros diría -¿No te apetece una taza de café? Te invito solo busco charlar un rato con alguien de la vida. Estoy en un punto que necesito algún consejo y supongo que una mujer me podría dar una buena opinión- sus palabras eran sinceras y con sentimiento pero probablemente se había equivocado garrafalmente de mujer.
En ese momento apareció dicho invitado y seria bastante oportuno para animar un poco al decaído Octarine -Jajaja Greed, no esperaba verte tan pronto por Shell Town.-Se acercaba sin alejarse mucho de la chica y le chocaba la mano en tono amistoso -No, no te equivocas ella no es mi novia, de hecho la acabo de conocer. -diría con cierta melancolía -¿Te apetece ir por un café amigo?- el ambiente era bastante amigable pero probablemente la pirata quería escapar de ahí, era comprensible, estaba en la boca del lobo con dos dientes merodeando por su cabeza.
La chica se veía fuerte y atractiva pero a Octarine no le importaba en absoluto, era curiosidad pura lo que tenía, del porque esa chica le evocaba familiaridad. Prosiguió diciendo -¿Eres de acá o vas de paso? Nunca te había visto y suelo visitar muy seguido a Guillerm- señalaba al pescador cercano al que le había comprado la mercadería para la noche. Aguardaba la respuesta mientras la olas chocaban, el oírlas le relajaba pese a que en ese momento podían significar el fin de vida, justo como la bala que casi le acierta en Goa, la mar ya no era su amiga pero tal vez esa chica podría conversar con él un rato, hacerle olvidar y recordar lo importante de la vida. Eso era aproximadamente lo que pensaba él marine sin tener en cuenta que aparecería un tercer invitado a darle comicidad y gallardía a la tarde. Era un conocido que realmente le había caído bien al marine y con quien había disfrutado realizar la fácil misión en Loguetown. Donde había ganado algo de importancia luego de descubrir que los piratas no eran tan simples y al estar él a cargo por la retirada de emergencia de la sargento Resha Valentine, el joven Octarine sumaria muchos puntos. Antes de que apareciese este rostro también familiar el de los guantes negros diría -¿No te apetece una taza de café? Te invito solo busco charlar un rato con alguien de la vida. Estoy en un punto que necesito algún consejo y supongo que una mujer me podría dar una buena opinión- sus palabras eran sinceras y con sentimiento pero probablemente se había equivocado garrafalmente de mujer.
En ese momento apareció dicho invitado y seria bastante oportuno para animar un poco al decaído Octarine -Jajaja Greed, no esperaba verte tan pronto por Shell Town.-Se acercaba sin alejarse mucho de la chica y le chocaba la mano en tono amistoso -No, no te equivocas ella no es mi novia, de hecho la acabo de conocer. -diría con cierta melancolía -¿Te apetece ir por un café amigo?- el ambiente era bastante amigable pero probablemente la pirata quería escapar de ahí, era comprensible, estaba en la boca del lobo con dos dientes merodeando por su cabeza.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Alexandra Sig Mar Jun 07, 2016 1:24 pm
Cuando el chico acabo de presentarse, se cruzo de brazos y lo miro de arriba a abajo, Octarine huh, no le interesaba lo mas mínimo quien era ni recordaba haberlo visto antes, Naotora no era muy buena con los nombres y su memoria no era lo mejor pero si lograba recordar la cara de aquellos con los que se había topado aun si no recordaba su nombre, entonces el chico hizo otra pregunta y esta luego de soltar un suspiro, respondió - No, no soy de aquí, estaba de paso pero se me alargo la visita y si, conozco a ese pescadero, he tenido que ayudarle algunas veces con alguna mercancía - entonces tomo dos pasos para girar y irse pero el chico lo hizo otra pregunta, la cual Naotora miro de reojo al chico para ver si no le estaba mintiendo, podía saber cuando le estaban mintiendo y si ese chico sabia quien era en realidad, que lo detendría para capturarla. Al parecer simplemente quería tomar algo, el que invitara el también decía mucho de lo necesitado que parecía estar el chico - Pues ahora mismo... -
Pero su respuesta fue interrumpida cuando otro chico apareció con demasiada confianza encima, algo que molesto a Naotora, que frunció el ceño molesta - Pues para tu información....Greed... no, no soy su novia ni nada parecido - apretó el puño, conteniéndose las ganas de golpear a los dos chicos, pues creyó que les estaba tomando una broma al verlos chocar los cinco, solo un suspiro para relajarse y vio como Octarine también invitaba a tomar un café a ese chico ¿Acaso no necesitaba la opinión de una mujer? ¿Ese Greed era un travestido? No lo parecía pero nunca se sabe. - Esta bien, iré con ustedes un rato - dijo de malagana.
Pero su respuesta fue interrumpida cuando otro chico apareció con demasiada confianza encima, algo que molesto a Naotora, que frunció el ceño molesta - Pues para tu información....Greed... no, no soy su novia ni nada parecido - apretó el puño, conteniéndose las ganas de golpear a los dos chicos, pues creyó que les estaba tomando una broma al verlos chocar los cinco, solo un suspiro para relajarse y vio como Octarine también invitaba a tomar un café a ese chico ¿Acaso no necesitaba la opinión de una mujer? ¿Ese Greed era un travestido? No lo parecía pero nunca se sabe. - Esta bien, iré con ustedes un rato - dijo de malagana.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Abai Serp Mar Jun 07, 2016 1:37 pm
Era un buena amigo, un hombre con el que se podía hablar, con el que se tendría una feroz confianza en el futuro. Esto hizo que los pasos del moreno no tardaran en dar con los suyos, eran como dos almas gemelas separadas al nacer, nada sentimental pero similar al lazo que unen a dos hermanos gemelos. Quizá no tenían la misma edad, quizá no compartían lazos de sangre, quizá sus estilos de combate eran diferentes pero aquellos dos hombres tenían cosas en común; cosas que Greed valoraba. El arte de ligar estaba en la sangre de aquel hombre, escuchar mientras se acercaba había despertado su interés, le habían invitado a café. – Todo el mundo sabe cómo acaban los cafés. –el moreno hablaba con los lectores mas ni el mismo sabía cómo terminaban los cafés.- Dejando a un lado aquello, Greed afirmó ver las palabras de su amigo, el hombre que se sorprendió de su llegada. – Tranquilo, si la cosa va bien me marcharé y mañana por la mañana te avisaré de misión, ya sabes… -le golpeaba con el codo-. Para que huyas del lecho sin dar explicaciones –ejecutaba el vil hombre hablando de cosas que los viles hombres hablaban-. Recuerda usar el truco de que estás en una misión peligrosa y puede que mañana podrías morir, que quieres disfrutar de tu posible última noche. –le aconsejaba cosas que él mismo había usado en el pasado-.
Su primer comentario le trajo diversión, era un buen hombre y eso no se podía negar. Disimuló frente a la mujer, no quería faltarle el respeto. – Mañana tenemos una peligrosa misión… tenemos que disfrutar esta noche porque… -miró a la joven de negro cabello-. Puede ser nuestra última noche con vida… -lamentaba mintiendo como un buen hombre de dios-. Afirmó con el rostro al comentario de su amigo y no tuvo más remedio que proseguir con el camino con ellos. Siempre mantenía la distancia con aquella mujer, no quería ser un fastidio para su amigo y su presa.
– Eh… ¿Cómo te llamas? –preguntó mientras recorría el camino con ambas manos metidas en los bolsillos-. ¿Sabes que mi buen amigo Octa es un héroe? –fardar de amigo era algo necesario si quería que esa noche terminara entre los brazos de alguna moza-. Los amigos hacían eso. Se batió en duelo con quince asesinos y les ganó a todos, yo lo sé bien, yo estaba allí, yo le filmé y estoy redactando el guion para hacer una película sobre él. –explicaba mientras se veía a leguas que mentía-.
Su primer comentario le trajo diversión, era un buen hombre y eso no se podía negar. Disimuló frente a la mujer, no quería faltarle el respeto. – Mañana tenemos una peligrosa misión… tenemos que disfrutar esta noche porque… -miró a la joven de negro cabello-. Puede ser nuestra última noche con vida… -lamentaba mintiendo como un buen hombre de dios-. Afirmó con el rostro al comentario de su amigo y no tuvo más remedio que proseguir con el camino con ellos. Siempre mantenía la distancia con aquella mujer, no quería ser un fastidio para su amigo y su presa.
– Eh… ¿Cómo te llamas? –preguntó mientras recorría el camino con ambas manos metidas en los bolsillos-. ¿Sabes que mi buen amigo Octa es un héroe? –fardar de amigo era algo necesario si quería que esa noche terminara entre los brazos de alguna moza-. Los amigos hacían eso. Se batió en duelo con quince asesinos y les ganó a todos, yo lo sé bien, yo estaba allí, yo le filmé y estoy redactando el guion para hacer una película sobre él. –explicaba mientras se veía a leguas que mentía-.
Abai Serp
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shimazu Toyohisa Mar Jun 07, 2016 1:53 pm
La proposición hecha parecía carecer de fundamento lógico para el marine pero la había hecho de buena manera, con intenciones completamente nativas de su tranquilo carácter. La chica le respondió sobre sus orígenes y su presente actual, Ciertamente no le impresionó mucho, era una historia coherente relacionada con el viejo y arrugado pescador. Luego de eso sonrió por no llorar con la respuesta de la novia, tampoco era como la necesitase cuando ¿Tenía la suya? en algún lado y tampoco era como que se llamasen novios entre ellos. Simplemente eran pareja según recordaba y hacía memoria, sin duda esa palabra no le sentaría buen a la dueña de su ser.
La chica de cabello negro respondió de manera positva al café y sin lugar a dudas el de la melena aún más grande accedió con su característico entusiasmo, ánimo un poco al de los guantes con su chiste pero se notaba que con el carácter de esa fémina no le iba hacer mucha gracias pero de todas maneras le respondía -Jajaja claro Greed ese es el mejor de los planes- le decía sonriendo por su chistosa idea aunque no pensaría en aplicarla. Pese a que su nuevo don de la invisibilidad se prestaba para la perversión y todo el mundo se lo recordaba Octarine en su interior no se sentía pervertido con las demás chicas, solo había una que le había despertado lo que llevaba por dentro y era lo que de momento le agobiaba, esa ausencia.
Justo cuando su compañero empezó a decirle halagos rimbombantes al oído del enrojecido pateador -Jajaja tampoco es para tanto, tu fuiste mucho más impresionante con tus ráfagas de golpes, los tipos no supieron ni lo que les llovió- se agachó un momento y le dijo al oído sin que la chica se diese cuenta mientra seguían caminando hacía el café que quedaba justo al frente, le susurraba -Ey Greed, esta chica no me atrae solo me gustan las rubias, que te parece si tu te la llevas- le decía como excusa y como hermano de batalla que era para que el fuese el que se la llevara de ser posible. Al pequeño Greed sin duda le caería muy bien una compañía así, la chica se veía muy fuerte de carácter justo como el de las empuñaduras metálicas.
La chica de cabello negro respondió de manera positva al café y sin lugar a dudas el de la melena aún más grande accedió con su característico entusiasmo, ánimo un poco al de los guantes con su chiste pero se notaba que con el carácter de esa fémina no le iba hacer mucha gracias pero de todas maneras le respondía -Jajaja claro Greed ese es el mejor de los planes- le decía sonriendo por su chistosa idea aunque no pensaría en aplicarla. Pese a que su nuevo don de la invisibilidad se prestaba para la perversión y todo el mundo se lo recordaba Octarine en su interior no se sentía pervertido con las demás chicas, solo había una que le había despertado lo que llevaba por dentro y era lo que de momento le agobiaba, esa ausencia.
Justo cuando su compañero empezó a decirle halagos rimbombantes al oído del enrojecido pateador -Jajaja tampoco es para tanto, tu fuiste mucho más impresionante con tus ráfagas de golpes, los tipos no supieron ni lo que les llovió- se agachó un momento y le dijo al oído sin que la chica se diese cuenta mientra seguían caminando hacía el café que quedaba justo al frente, le susurraba -Ey Greed, esta chica no me atrae solo me gustan las rubias, que te parece si tu te la llevas- le decía como excusa y como hermano de batalla que era para que el fuese el que se la llevara de ser posible. Al pequeño Greed sin duda le caería muy bien una compañía así, la chica se veía muy fuerte de carácter justo como el de las empuñaduras metálicas.
Shimazu Toyohisa
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Creado por Alexandra Sig Mar Jun 07, 2016 2:10 pm
Entonces empezaron su camina hacia el café, hacia caso omiso y ignoraba todas esas historias que estaban contando los dos chicos, sabia lo que estaban haciendo, uno de los dos quería algo de ella pero esta no se iba a dejar y en el caso de que intentaran algo lo mas probable es que acabara por molerlo a golpes - No me interesa si es vuestra ultima noche o algo.... oh! hola Lya! - saludaba a una niña que paso junto al grupo de tres, ignorando completamente a los dos chicos y centrándose en saludar y mirar a la niña, sin duda le gustaban los niños pequeños aunque eso mas bien seria un instinto fraternal.
- Li Naotora y no sabia que era un héroe, no tiene pinta tampoco de uno así que no se si creerlo o no - soltaba un suspiro y dejo que los dos chicos siguieran conversando mientras esta miraba a su alrededor, simplemente quería tomar un café, no que alguno empezara a ligotear con ella. Miraba todo intentando adaptarse mejor a la situación donde estaba, algunas mujeres la miraban y cuchicheaban de que esta andará con dos chicos, parecía que lo habían tomado por un malentendido pues esas mujeres eran sus vecinas de piso y parecía que luego tendría que dar una explicación de lo que vieron, entonces los dos chicos empezaron a susurrarse cosas, le llamo la atención pero no le dio mucha importancia, después de todo, si intentaban algo esta reaccionaria dando golpes. A los pocos minutos llegaron al café - ¿Porque no nos quedamos aquí fuera? - pregunto mientras tomaba asiento en una de las mesas que estaban afuera del local, había aprendido que entrando en bares o cafeterías era mejor quedarse fuera para escapar entre la gente y no tener que buscar una puerta trasera, como le ocurrió antes, después de todo, de los errores se aprende.
- Li Naotora y no sabia que era un héroe, no tiene pinta tampoco de uno así que no se si creerlo o no - soltaba un suspiro y dejo que los dos chicos siguieran conversando mientras esta miraba a su alrededor, simplemente quería tomar un café, no que alguno empezara a ligotear con ella. Miraba todo intentando adaptarse mejor a la situación donde estaba, algunas mujeres la miraban y cuchicheaban de que esta andará con dos chicos, parecía que lo habían tomado por un malentendido pues esas mujeres eran sus vecinas de piso y parecía que luego tendría que dar una explicación de lo que vieron, entonces los dos chicos empezaron a susurrarse cosas, le llamo la atención pero no le dio mucha importancia, después de todo, si intentaban algo esta reaccionaria dando golpes. A los pocos minutos llegaron al café - ¿Porque no nos quedamos aquí fuera? - pregunto mientras tomaba asiento en una de las mesas que estaban afuera del local, había aprendido que entrando en bares o cafeterías era mejor quedarse fuera para escapar entre la gente y no tener que buscar una puerta trasera, como le ocurrió antes, después de todo, de los errores se aprende.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
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