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Creado por Jinji Masano Jue Sep 22, 2016 11:10 am
La hermosa isla de Flevance era conocida por el color de sus edificaciones las cuales parecían pintadas de blanco o hechas por mármol puro, algo bastante hermoso de ver pero al mismo tiempo un tanto monótono. Es por eso que un grupo de cirqueros había decidido desembarcar allí y armar una gran espectáculo para la ciudad, pensando que podría ser un gran negocio ya que los habitantes de dicha isla no estaban tan acostumbrados a ver tanto color. Durante todo un día aquellos visitantes que venían a traer alegría a la ciudad armaron un gran escenario principal en la ladera, rodeada de todo tipo de juegos y atracciones para que la gente se diera una vuelta y disfrutara de los pequeños artefactos decorativos y festivos que tenían para ofrecer a los ciudadanos de Flevance. Para su mala, o buena, fortuna, Jinji había dado con la isla con las intenciones de llegar al South Blue pero debía hacer pie en casi todas las islas del North Blue, puesto que no había alguna flota marítima o barco pasajero que hiciera un viaje directo debido a la cantidad de días que el viaje conllevaba y es por eso que hacían pequeñas escalas en las islas.
El ex-marine llegó a la isla con un pequeño bolso con sus pertenencias. Vistiendo su característica gabardina que cubría casi al completo su cuerpo robótico y una capucha para tapar las partes metálicas de su cabeza, éste comenzó a caminar lentamente entre la multitud que se iba acumulando a los alrededores del Circo esperando poder entrar y disfrutar de las atracciones que éste brindaba a los ciudadanos. el Circo no era algo que Jinji le causaba mucha impresión o fanatismo pero para llegar al otro lado de la ciudad, donde se encontraban las posadas. Intentando pasar desapercibido comenzó a caminar un poco más rápido por entre medio de la gente intentando no mirar a nadie para no llamar la atención con su extraño cuerpo mientras se iba abriendo paso cada vez más hasta toparse con alguien desde atrás por no verlo.
A quien había chocado era alguien de cabellos rojizos y corto y por lo que parecía era una mujer. — Lo siento, fue mi culpa. — Murmuró con voz baja, tapándose aún más el rostro con la tela gris de la gabardina, que por cierto parecía bastante sucia, y siguió su camino. No le dio mucha importancia pues ya se había disculpado pero en un momento a otro se escuchó un disparo al aire y un fuerte gritos — BIEEEEEENVENIDOZ AL ZIRCO DE LOZ HERMANOZ ZETA. — El presentador del circo, con una extraña y cómica forma de hablar alborotó a los ciudadanos presentes que alzaron sys brazos y gritaron del entusiasmo haciendo que nuevamente Jinji perdiera el equilibrio y diera un paso hacia atrás pisando nuevamente a la joven de cabellos rojizos. — Aghh... — Hizo un gesto de molestia al ser empujado por la multitud pero no se había dado cuenta que había golpeado a la muchacha sin querer.
El circo había dado inicio a las festividades y ahora todas las atracciones estaban disponibles para la multitud pero, se´gun por los dichos del extraño presentador, había una sorpresa para todos los presentes que llegaría para dar una épica apertura al Circo. ¿Cuál sería?. Pues... Era cuestión de esperar porque pronto todo mundo lo sabría, en especial dos personas de la multitud.
El ex-marine llegó a la isla con un pequeño bolso con sus pertenencias. Vistiendo su característica gabardina que cubría casi al completo su cuerpo robótico y una capucha para tapar las partes metálicas de su cabeza, éste comenzó a caminar lentamente entre la multitud que se iba acumulando a los alrededores del Circo esperando poder entrar y disfrutar de las atracciones que éste brindaba a los ciudadanos. el Circo no era algo que Jinji le causaba mucha impresión o fanatismo pero para llegar al otro lado de la ciudad, donde se encontraban las posadas. Intentando pasar desapercibido comenzó a caminar un poco más rápido por entre medio de la gente intentando no mirar a nadie para no llamar la atención con su extraño cuerpo mientras se iba abriendo paso cada vez más hasta toparse con alguien desde atrás por no verlo.
A quien había chocado era alguien de cabellos rojizos y corto y por lo que parecía era una mujer. — Lo siento, fue mi culpa. — Murmuró con voz baja, tapándose aún más el rostro con la tela gris de la gabardina, que por cierto parecía bastante sucia, y siguió su camino. No le dio mucha importancia pues ya se había disculpado pero en un momento a otro se escuchó un disparo al aire y un fuerte gritos — BIEEEEEENVENIDOZ AL ZIRCO DE LOZ HERMANOZ ZETA. — El presentador del circo, con una extraña y cómica forma de hablar alborotó a los ciudadanos presentes que alzaron sys brazos y gritaron del entusiasmo haciendo que nuevamente Jinji perdiera el equilibrio y diera un paso hacia atrás pisando nuevamente a la joven de cabellos rojizos. — Aghh... — Hizo un gesto de molestia al ser empujado por la multitud pero no se había dado cuenta que había golpeado a la muchacha sin querer.
El circo había dado inicio a las festividades y ahora todas las atracciones estaban disponibles para la multitud pero, se´gun por los dichos del extraño presentador, había una sorpresa para todos los presentes que llegaría para dar una épica apertura al Circo. ¿Cuál sería?. Pues... Era cuestión de esperar porque pronto todo mundo lo sabría, en especial dos personas de la multitud.
Jinji Masano
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Creado por Liza Drake Jue Sep 22, 2016 11:57 am
Su viaje la había conducido hasta Flevance, una mágica isla situada en North Blue. Llevaba viajando bastante tiempo, viendo todo lo que podía de los Mares Cardinales y aprendiendo todo lo que podía de la gente que conocía por los sitios. "Supongo que por algún lado hay que empezar...". Aún no tenía pensado lo que iba a hacer, simplemente cuando llegase el momento, lo sabría, así que había decidido recorrer lo que pudiese del mundo para encontrar lo que fuese que andase buscando.
Había llegado en un barco tan pequeño que había ido encogida todo el viaje, y pese a que su entrenamiento le permitía aguantar cualquier cosa, se sentía cansada. Recorrió las calles de Flevance admirando su belleza, no sin parar de buscar un lugar para alojarse esa noche. Cuando llegó a su habitación se tiró en la cama, con su mochila aún colgada. Desde que había pisado ese lugar, se había percatado de que aquel día algún tipo de evento se iba a celebrar, se oía música circense, y las calles se llenaban de gente y de un grupo pintoresco que supuso de un circo. "Ya habrá tiempo para descansar, Drake..."
Ya cambiada de ropa salió de la posada siguiendo a la multitud, con una sonrisa en la cara. Miraba de un lado a otro, pasando su mirada de escaparates a pequeñas actuaciones callejeras, admirada de la ciudad tan mágica en la que estaba. La música empezaba a sonar más alto cada paso que daba, y la gente se iba agrupando cada vez más, hasta tuvo que pasar por un pequeño hueco hecho entre un hombre bastante grande comiendo helado y un carrito con un bebé llorando.
Y no dió dos pasos, cuando alguien chocó con ella. Iba tapado con una gabardina vieja, así que no pudo dilucidar quién o cómo era, pero oyó su voz disculpándose. -No te preocupes...-dijo, intrigada. ¿Por qué llevaba ese atuendo?
Se fijó en cómo la figura se ponía delante suya, pero no tardó mucho en volver atrás. Un disparo sonó y ella se puso alerta, su padre se lo había enseñado. "No hay nada peor para una luchadora cuerpo a cuerpo..."
Enseguida se dio cuenta de que provenía del jefe del circo, que intentaba atraer la atención de la gente. El desconocido se le vino encima de nuevo, mientras los aldeanos vitoreaban y se abalanzaban al circo.
-¿Que te parece? La que se ha montado en un momento...¿Cuánta gente calculas que hay aquí?- se puso al lado de su "atacante" y sonrió. -Por cierto... ¿estás bien?
Había llegado en un barco tan pequeño que había ido encogida todo el viaje, y pese a que su entrenamiento le permitía aguantar cualquier cosa, se sentía cansada. Recorrió las calles de Flevance admirando su belleza, no sin parar de buscar un lugar para alojarse esa noche. Cuando llegó a su habitación se tiró en la cama, con su mochila aún colgada. Desde que había pisado ese lugar, se había percatado de que aquel día algún tipo de evento se iba a celebrar, se oía música circense, y las calles se llenaban de gente y de un grupo pintoresco que supuso de un circo. "Ya habrá tiempo para descansar, Drake..."
Ya cambiada de ropa salió de la posada siguiendo a la multitud, con una sonrisa en la cara. Miraba de un lado a otro, pasando su mirada de escaparates a pequeñas actuaciones callejeras, admirada de la ciudad tan mágica en la que estaba. La música empezaba a sonar más alto cada paso que daba, y la gente se iba agrupando cada vez más, hasta tuvo que pasar por un pequeño hueco hecho entre un hombre bastante grande comiendo helado y un carrito con un bebé llorando.
Y no dió dos pasos, cuando alguien chocó con ella. Iba tapado con una gabardina vieja, así que no pudo dilucidar quién o cómo era, pero oyó su voz disculpándose. -No te preocupes...-dijo, intrigada. ¿Por qué llevaba ese atuendo?
Se fijó en cómo la figura se ponía delante suya, pero no tardó mucho en volver atrás. Un disparo sonó y ella se puso alerta, su padre se lo había enseñado. "No hay nada peor para una luchadora cuerpo a cuerpo..."
Enseguida se dio cuenta de que provenía del jefe del circo, que intentaba atraer la atención de la gente. El desconocido se le vino encima de nuevo, mientras los aldeanos vitoreaban y se abalanzaban al circo.
-¿Que te parece? La que se ha montado en un momento...¿Cuánta gente calculas que hay aquí?- se puso al lado de su "atacante" y sonrió. -Por cierto... ¿estás bien?
Liza Drake
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Creado por Jinji Masano Sáb Sep 24, 2016 10:43 pm
El disparo que había alborotado a tantas personas ya había dado inicio a las festividades y como ello implica, muchos de los allí presentes comenzaron a desesperarse para ser los primeros en ir a distintos lugares. Algunos corrían a probar los dulces que los del Circo traían consigo de distintas islas alejadas de allí, hasta de distintos mares también. Muchos otros, con un alma más infantil y alegre, corrían desesperados hacia las atracciones recreativas de las cuales había incontables por donde se mirase. Los más ancianos, y tranquilos, tampoco perdían su espíritu jovial sino que decidían hacer algo más acorde con sus capacidades, como por ejemplo juegos de ingenio o cosas en donde la actividad física no fuera un requisito. Y mientras todo aquello marchaba se encontraba Jinji, en medio de todo, envuelto en un embrollo del cual no sabía como salir pues la cantidad de gente lo había desorientado un poco, tanto que ni se dio cuenta de que había golpeado por segunda vez a la muchacha.
Una voz detrás de él lo hizo girarse casi con violencia. Allí vio a una muchacha de cabellos rojizos quien le había dicho algo a lo cual no escuchó del todo bien pero al menos logró distinguir a lo que se refería, pues ella parecía igual de desorientada con toda la situación. — No lo sé, pero seguramente una gran porción de los habitantes de la isla están aquí... Espero que haya suficientes marines o ésto será un estrago. — Murmuró aquello casi para si mismo, pues no solo lo decía refiriéndose a que nada se descontrolase en el circo sino que, cuando la gente se reunía toda en un mismo lugar, algunos maleantes aprovechaban para asaltar las casas y negocios que quedaban vacíos y sin protección, pero todo parecía bajo control, o por lo menos hasta ahora no se había escuchado nada salvo risas y carcajadas de alegría.
— Hmm lo siento... ¿Te he golpeado, no?. Estoy algo distraído y las multitudes me marean un poco. Lo siento, yo estoy bien, descuida. — Hizo una ligera pausa para mirarla con un poco más de detenimiento mientras volvía a cubrir un poco más su rostro, en especial la parte inferior de su cara la cual era metálica. — ¿Estás bien?. — Agregó el rubio con un tono de voz bastante serio y agachaba un poco más su cabeza. Realmente le molestaba que siempre las personas prejuzgaran al revolucionario, pues casi todo mundo creía que por tener partes metálicas y de un cyborg era una mala persona o un pirata, y muchos vivían en la ignorancia de lo que realmente pasaba pero con los años se acostumbró y más que por vergüenza él se cubría para no generar alboroto ya que aunque no fuese un marine seguía sintiendo aquel espíritu de protección hacia los demás.
De repente las personas comenzaron a alejarse de Jinji y de la muchacha, formando un círculo bastante grande entre ellos y las personas. La gente comenzó a aplaudir y de fondo se escuchó una voz que se dirigía a ellos. — EL EVENTO PRINZIPAL DARÁ COMIENZO AHORA MIZMO. — Aquella voz se sentía bastante fuerte por lo que debería estar cerca. — DOZ PERZONAS FUERON ZELECCIONADAZ PARA PARTIZIPAR, UN APLAUZO!. — Las personas comenzaron a aplaudir más fuerte y a ovacionarlos de manera irascible. El rubio no entendía nada, y de pronto dos payasos se acercaron y tomaron a Jinji del brazo junto a la pelirroja y los empujaban para que entraran cada uno a las carpas cirqueras que estaban allí cerca. — NUEZTROZ PARTIZIPANTEZ ZE DIZFRAZARÁN Y VENDRÁN A PARTIZIPAR. — Agregó con una voz bastante cómica y se hizo presente ante las personas.
Una persona ni muy alta ni muy baja, con un pecho que parecía inflado pues sus piernas eran bastante delgadas al igual que sus brazos. Su cabeza era ovalada y tenía un delgado bigote dividido en dos partes y una ancha sonrisa de dientes perfectos. Apareció con un bastón y una corneta y visitó cada una de las carpas donde se encontraban la peliroja y el revolucionario. Les explicó que debían disfrazarse con lo que allí había, y había de todo; desde trajes de mago, disfraces de monstruos hasta cosas sexys como disfraces de conejita o gatita. Luego deberían salir y participar en los juegos que él les propondría. Parecía que no podían negarse pero... ¿Aceptarían?.
Off: Siento la tardanza, tuve un mal fin de semana.
Una voz detrás de él lo hizo girarse casi con violencia. Allí vio a una muchacha de cabellos rojizos quien le había dicho algo a lo cual no escuchó del todo bien pero al menos logró distinguir a lo que se refería, pues ella parecía igual de desorientada con toda la situación. — No lo sé, pero seguramente una gran porción de los habitantes de la isla están aquí... Espero que haya suficientes marines o ésto será un estrago. — Murmuró aquello casi para si mismo, pues no solo lo decía refiriéndose a que nada se descontrolase en el circo sino que, cuando la gente se reunía toda en un mismo lugar, algunos maleantes aprovechaban para asaltar las casas y negocios que quedaban vacíos y sin protección, pero todo parecía bajo control, o por lo menos hasta ahora no se había escuchado nada salvo risas y carcajadas de alegría.
— Hmm lo siento... ¿Te he golpeado, no?. Estoy algo distraído y las multitudes me marean un poco. Lo siento, yo estoy bien, descuida. — Hizo una ligera pausa para mirarla con un poco más de detenimiento mientras volvía a cubrir un poco más su rostro, en especial la parte inferior de su cara la cual era metálica. — ¿Estás bien?. — Agregó el rubio con un tono de voz bastante serio y agachaba un poco más su cabeza. Realmente le molestaba que siempre las personas prejuzgaran al revolucionario, pues casi todo mundo creía que por tener partes metálicas y de un cyborg era una mala persona o un pirata, y muchos vivían en la ignorancia de lo que realmente pasaba pero con los años se acostumbró y más que por vergüenza él se cubría para no generar alboroto ya que aunque no fuese un marine seguía sintiendo aquel espíritu de protección hacia los demás.
De repente las personas comenzaron a alejarse de Jinji y de la muchacha, formando un círculo bastante grande entre ellos y las personas. La gente comenzó a aplaudir y de fondo se escuchó una voz que se dirigía a ellos. — EL EVENTO PRINZIPAL DARÁ COMIENZO AHORA MIZMO. — Aquella voz se sentía bastante fuerte por lo que debería estar cerca. — DOZ PERZONAS FUERON ZELECCIONADAZ PARA PARTIZIPAR, UN APLAUZO!. — Las personas comenzaron a aplaudir más fuerte y a ovacionarlos de manera irascible. El rubio no entendía nada, y de pronto dos payasos se acercaron y tomaron a Jinji del brazo junto a la pelirroja y los empujaban para que entraran cada uno a las carpas cirqueras que estaban allí cerca. — NUEZTROZ PARTIZIPANTEZ ZE DIZFRAZARÁN Y VENDRÁN A PARTIZIPAR. — Agregó con una voz bastante cómica y se hizo presente ante las personas.
Una persona ni muy alta ni muy baja, con un pecho que parecía inflado pues sus piernas eran bastante delgadas al igual que sus brazos. Su cabeza era ovalada y tenía un delgado bigote dividido en dos partes y una ancha sonrisa de dientes perfectos. Apareció con un bastón y una corneta y visitó cada una de las carpas donde se encontraban la peliroja y el revolucionario. Les explicó que debían disfrazarse con lo que allí había, y había de todo; desde trajes de mago, disfraces de monstruos hasta cosas sexys como disfraces de conejita o gatita. Luego deberían salir y participar en los juegos que él les propondría. Parecía que no podían negarse pero... ¿Aceptarían?.
- Presentador del Circo:
Off: Siento la tardanza, tuve un mal fin de semana.
Jinji Masano
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Creado por Liza Drake Dom Sep 25, 2016 2:34 pm
¿Qué podía hacer? Estaban rodeados de gente y era normal que hubiese ese tipo de movimientos en la zona, lo que propiciaba tanto empujones como gritos de júbilo, que hacían que Drake tuviese que acercarse al chico mientras él respondía. Supuso que él había estado en más situaciones como esa por su manera de hablar, ella no había asistido a un espectáculo así en su vida. -Bueno, supongo que estas cosas tienen tanto cosas buenas como malas... Pero seguro que más de las primeras -dijo sonriendo.
Intentaba, sin que en realidad se notase, no moverse mucho del sitio, ya que la multitud seguía vitoreando y aplaudiendo sin ton ni son en aquel lugar. -Si, bueno, no ha sido por tu culpa... Como has dicho hay demasiada gente volviendose loca con el circo-parecía que quería ocultarse, quizá estuviese de incógnito, o buscado por la Marina, pero eso hacía que creciese el interés en Liza. -Oh, sí, estoy perfectamente, estoy acostumbrada a los golpes- levantó los dedos en señal de victoria, guiñando el ojo. Había sido un pequeño tropezón, y siempre era bienvenido para ella conocer gente, aunque fuese en aquellos gentíos. Miró fijamente al chico durante unos instantes, puesto que de repente se vio envuelta en algo que no sabría definir.
Comenzó a oír los ruidos de la gente más claros, como si la envolviesen, hasta que una voz se le incrustó en el cerebro. Tuvo que llevarse una mano al oído derecho. "Dios santo... Por poco me deja sorda...". "La Voz" explicó a los espectadores que tanto el chico como ella iban a ser el primer número del espectáculo. Su cara era un cuadro, estaba en el medio de un gran círculo de personas con aquel muchacho, ¿Y encima tenía que participar?
No había pasado ni un segundo, se vió arrastrada por los ayudantes del circo,y de repente se vio metida en una carpa llena a reventar de disfraces.
Después de un momento, alguien entró en la estancia. Se trataba de un hombrecillo bastante singular, de andares graciosos y aire pintoresco que te sacan una sonrisa, ella supuso que era el jefe del circo en el que se encontraban. Mejor dicho, en el que ahora participaban, sin saber cómo y por qué.
Así que allí estaba ella, escogiendo entre los miles de trajes que podría escoger. Suspiró con una sonrisa en la boca, aquello era tan surrealista que cuando lo contase iba a parecer una broma. Ella, que había salido de su isla para convertirse en la mejor luchadora, siendo el número especial de un circo. Escogió el traje que le pareció mas gracioso, y se sentó en una banqueta a esperar a que fuesen a por ella. "Quién sabe... esto puede convertirse en una anécdota muy graciosa..."
Intentaba, sin que en realidad se notase, no moverse mucho del sitio, ya que la multitud seguía vitoreando y aplaudiendo sin ton ni son en aquel lugar. -Si, bueno, no ha sido por tu culpa... Como has dicho hay demasiada gente volviendose loca con el circo-parecía que quería ocultarse, quizá estuviese de incógnito, o buscado por la Marina, pero eso hacía que creciese el interés en Liza. -Oh, sí, estoy perfectamente, estoy acostumbrada a los golpes- levantó los dedos en señal de victoria, guiñando el ojo. Había sido un pequeño tropezón, y siempre era bienvenido para ella conocer gente, aunque fuese en aquellos gentíos. Miró fijamente al chico durante unos instantes, puesto que de repente se vio envuelta en algo que no sabría definir.
Comenzó a oír los ruidos de la gente más claros, como si la envolviesen, hasta que una voz se le incrustó en el cerebro. Tuvo que llevarse una mano al oído derecho. "Dios santo... Por poco me deja sorda...". "La Voz" explicó a los espectadores que tanto el chico como ella iban a ser el primer número del espectáculo. Su cara era un cuadro, estaba en el medio de un gran círculo de personas con aquel muchacho, ¿Y encima tenía que participar?
No había pasado ni un segundo, se vió arrastrada por los ayudantes del circo,y de repente se vio metida en una carpa llena a reventar de disfraces.
Después de un momento, alguien entró en la estancia. Se trataba de un hombrecillo bastante singular, de andares graciosos y aire pintoresco que te sacan una sonrisa, ella supuso que era el jefe del circo en el que se encontraban. Mejor dicho, en el que ahora participaban, sin saber cómo y por qué.
Así que allí estaba ella, escogiendo entre los miles de trajes que podría escoger. Suspiró con una sonrisa en la boca, aquello era tan surrealista que cuando lo contase iba a parecer una broma. Ella, que había salido de su isla para convertirse en la mejor luchadora, siendo el número especial de un circo. Escogió el traje que le pareció mas gracioso, y se sentó en una banqueta a esperar a que fuesen a por ella. "Quién sabe... esto puede convertirse en una anécdota muy graciosa..."
- Disfraz seleccionado::
Liza Drake
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Creado por Jinji Masano Lun Sep 26, 2016 2:19 pm
El Cyborg ahora se encontraba envuelto en un embrollo del cual no podía salir. No estaba para nada de acuerdo con la idea que se le había propuesto, aquello de disfrazarse no era para nada de su agrado, pues él era bastante serio y reservado y hacer el ridículo no formaba parte de su vida en ninguno de sus aspectos, por lo menos no en la actualidad. Aún así no le quedaba otra, pues todo el mundo estaba expectante de aquellos dos así que todas las miradas estaban dirigidas hacia las carpas en las cuales se encontraba cada uno, así que escapar disimuladamente no sería una opción.
El dueño del Circo entró al a carpa luego de unos segundos de que Jinji fuera metido a ésta a la fuerza. Allí el revolucionario le mostró su disconformidad de una manera muy amable y cordial a la cual el regordete parecía ignorar totalmente pues ni caso le daba a lo que el espadachín le decía. Parecía un poco ido y muy concentrado en sus propias ideas como para prestarle atención a Jinji así que el rubio no tuvo más opción que acceder a disfrazarse si sería solo por unos pocos minutos, a lo que el presentador le dijo que si varias veces. — Zolo eztaráz azí un rato, dezcuida. — Luego de decir aquellas palabras salió rápidamente de la carpa pues tal vez iba a la carpa de la muchacha a decirle lo mismo que le dijo a él o quién sabe qué cosa.
No pasaron más de 10 minutos que Jinji ya tenía su disfraz puesto. Había tomado un disfraz de una pantera de un color rosa, con una cabeza bastante más grande que el cuerpo. De esa manera nadie lo reconocería ni tampoco podrían ver sus implantes cybernéticos, de esa manera no espantaría a nadie. Una vez terminado de cambiarse esperó pacientemente a que le dieran las indicaciones así que se quedó sentado en donde pudo, esperando. Luego de unos pocos minutos aquella voz volvió a escucharse en el circo. — EZ HORA DE QUE NUEZTROZ AMIGOZ ZALGAN!. — Al escuchar aquello Jinji comenzó a caminar muy lentamente hacia afuera de la carpa, subiendo a un leve escenario en donde se encontraba el pequeño presentador esperando.
Al salir lo primero que se escucharon fueron risas al ver el disfraz del Revolucionario. Lo único bueno es que las risas no eran de burla sino de lo cómico que parecía con ese disfraz tan peculiar que había elegido, pero no había encontrado allí algo que lo cubriese por completo, pues sin duda alguna él hubiese escogido otra cosa para disfrazarse si hubiera tenido la posibilidad de elegir un disfraz que para él fuera apto. Jinji se puso al lado del presentador medio cabizbajo pero aún con una leve sonrisa en el rostro dentro de su traje, pues tal vez no sería tan malo como pensaba, al menos la gente se divertía. Ahora todo mundo se quedó observando la carpa de la muchacha, esperando su estelar salida.
El dueño del Circo entró al a carpa luego de unos segundos de que Jinji fuera metido a ésta a la fuerza. Allí el revolucionario le mostró su disconformidad de una manera muy amable y cordial a la cual el regordete parecía ignorar totalmente pues ni caso le daba a lo que el espadachín le decía. Parecía un poco ido y muy concentrado en sus propias ideas como para prestarle atención a Jinji así que el rubio no tuvo más opción que acceder a disfrazarse si sería solo por unos pocos minutos, a lo que el presentador le dijo que si varias veces. — Zolo eztaráz azí un rato, dezcuida. — Luego de decir aquellas palabras salió rápidamente de la carpa pues tal vez iba a la carpa de la muchacha a decirle lo mismo que le dijo a él o quién sabe qué cosa.
No pasaron más de 10 minutos que Jinji ya tenía su disfraz puesto. Había tomado un disfraz de una pantera de un color rosa, con una cabeza bastante más grande que el cuerpo. De esa manera nadie lo reconocería ni tampoco podrían ver sus implantes cybernéticos, de esa manera no espantaría a nadie. Una vez terminado de cambiarse esperó pacientemente a que le dieran las indicaciones así que se quedó sentado en donde pudo, esperando. Luego de unos pocos minutos aquella voz volvió a escucharse en el circo. — EZ HORA DE QUE NUEZTROZ AMIGOZ ZALGAN!. — Al escuchar aquello Jinji comenzó a caminar muy lentamente hacia afuera de la carpa, subiendo a un leve escenario en donde se encontraba el pequeño presentador esperando.
Al salir lo primero que se escucharon fueron risas al ver el disfraz del Revolucionario. Lo único bueno es que las risas no eran de burla sino de lo cómico que parecía con ese disfraz tan peculiar que había elegido, pero no había encontrado allí algo que lo cubriese por completo, pues sin duda alguna él hubiese escogido otra cosa para disfrazarse si hubiera tenido la posibilidad de elegir un disfraz que para él fuera apto. Jinji se puso al lado del presentador medio cabizbajo pero aún con una leve sonrisa en el rostro dentro de su traje, pues tal vez no sería tan malo como pensaba, al menos la gente se divertía. Ahora todo mundo se quedó observando la carpa de la muchacha, esperando su estelar salida.
- Disfraz:
Jinji Masano
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Creado por Liza Drake Lun Sep 26, 2016 2:46 pm
Sentada en la banqueta, daba golpecitos a las patas con el ritmo que estaban marcando fuera de la carpa. Parecía que la gente estaba aún más espectante que antes, puesto que algunos hasta gritaban que el espectáculo empezase pronto. Pasaron unos pocos minutos cuando el jefe del circo volvió a vocear estrepitosamente que era hora de que saliesen. Nunca había estado en una aglomeración de gente así, nunca había estado en un circo, y mucho menos, nunca había participado en algo en lo que tantas personas pudiesen verla, así que respiró hondo. Muchas veces.
Iba a dar un paso al frente, preparada para lo que se viniese encima, cuando de repente empezó a oírse un gran estrépito fuera. Gritos de júbilo, carcajadas, y silbidos pintaron el ambiente aún mas festivo. Supuso que aquel muchacho que también había caído en esa trampa había salido primero. ¿Qué habría escogido él? "Seguro que ha rebuscado hasta encontrar algo que pueda taparle..." En un momento se paró a dilucidar qué podría esconder aquel chico... y como las posibilidades eran bastante amplias, desisitió hasta que la cosa esta del circo pasase, quizá podría preguntarle más tarde.
Cuando el bullicio dejó de ser estrepitosamente fuerte, supuso que era su señal para salir de allí, así que volvió a respirar, y de un salto salió de la carpa, posando sonriente. "Ya que estamos haciendo el ridículo, hagámoslo del todo", pensó.
Empezó a andar entre la multitud, saludando, lanzando besos al aire y dando pequeños saltitos de arlequín, y cuando casi había llegado al lado del jefe del circo, cuando miró que a su lado estaba nada más y nada menos que el muchacho disfrazado de pantera rosa.
Soltó una carcajada cuando llegó a su lado, nunca hubiese imaginado que se encontraría con semejante disfraz en aquel circo. ¿Por qué y para qué querían un disfraz de pantera rosa?
-Creo que no había nada más llamativo en la carpa...jajajaja Pero te queda estupendo- le guiñó el ojo. -¿Tu sabes de qué va todo esto? Porque no tengo yo muy claro qué puede pasar a partir de ahora...- le preguntó, en voz baja.
Si lo pensaba en frío, aquel plan le resultaba un poco rarito.
Iba a dar un paso al frente, preparada para lo que se viniese encima, cuando de repente empezó a oírse un gran estrépito fuera. Gritos de júbilo, carcajadas, y silbidos pintaron el ambiente aún mas festivo. Supuso que aquel muchacho que también había caído en esa trampa había salido primero. ¿Qué habría escogido él? "Seguro que ha rebuscado hasta encontrar algo que pueda taparle..." En un momento se paró a dilucidar qué podría esconder aquel chico... y como las posibilidades eran bastante amplias, desisitió hasta que la cosa esta del circo pasase, quizá podría preguntarle más tarde.
Cuando el bullicio dejó de ser estrepitosamente fuerte, supuso que era su señal para salir de allí, así que volvió a respirar, y de un salto salió de la carpa, posando sonriente. "Ya que estamos haciendo el ridículo, hagámoslo del todo", pensó.
- Pose al salir de la carpa::
Empezó a andar entre la multitud, saludando, lanzando besos al aire y dando pequeños saltitos de arlequín, y cuando casi había llegado al lado del jefe del circo, cuando miró que a su lado estaba nada más y nada menos que el muchacho disfrazado de pantera rosa.
Soltó una carcajada cuando llegó a su lado, nunca hubiese imaginado que se encontraría con semejante disfraz en aquel circo. ¿Por qué y para qué querían un disfraz de pantera rosa?
-Creo que no había nada más llamativo en la carpa...jajajaja Pero te queda estupendo- le guiñó el ojo. -¿Tu sabes de qué va todo esto? Porque no tengo yo muy claro qué puede pasar a partir de ahora...- le preguntó, en voz baja.
Si lo pensaba en frío, aquel plan le resultaba un poco rarito.
Liza Drake
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Creado por Jinji Masano Lun Sep 26, 2016 4:13 pm
Todo mundo susurrando entre sí esperando ver el disfraz de la muchacha de cabellos rojizos, pues si el de Jinji había sorprendido el de ella no sería para menos o eso pensaban las demás personas que allí estaban. Mientras tanto el rubio se encontraba oculto bajo aquel traje roza, esperando que todo tomara un poco más de sentido pues hasta ahora no entendía nada. De repente la carpa se entre abrió y dejó ver a la muchacha que venía con un disfraz de arlequín. Saludando de manera particular la multitud enloqueció al verla en esa pose de saludo, lanzando besos a todo mundo y pegando saltitos acercándose al frente donde se encontraba lo que vendría siendo el escenario principal. Después de las risas y las burlas hacia "la pantera rosa" legaron los gritos de encanto hacia aquella chica por su manera tan glamorosa y a la vez divertida de interpretar su papel.
Pero al parecer la gente no era la única que sentía gracia por el disfraz del cyborg, pues la mujer tampoco fue la excepción. Al verlo estalló en risas mientras Jinji la miraba de reojo bajo su disfraz, algo apenado por tener que vestir aquello. — No te rías tu también, por favor. Fue lo mejor que encontré allí dentro. — Murmuró al ver a la mujer vistiendo algo totalmente distinto a lo que él llevaba pero bueno, debía ocultarse un poco. — La verdad que no tengo la menor idea. Éste hombre parecía bastante distraído cuando le hablo.— Agregó con un tono de voz un poco elevado esperando que el presentador lo escuchara y le diera más detalles, pero como la anterior vez, pasó de lo que el rubio decía, ignorándolo una vez más. — BUENO COMO VERÁN YA TENEMOZ A UN GANADOR EN EL CONCURZO DE DIZFRAZEZ Y EZ LA MUCHACHA DE NOMBRE... — Acercó aquella corneta roja por la que hablaba hacia la muchacha para que dijera su nombre y proclamarla ganadora de lo que sería una serie de desafíos.
El presentador esperó que ella dijera el nombre y luego hizo lo mismo con el Revolucionario poniendo la corneta en el "hocico" del disfraz que llevaba. — Jinji. — Dijo cortante a lo que el tipo lo miró con cara de pocos amigos por ser tan burdo y secante, pues no divertía a nadie con esa actitud. — PUEZ, EZPLCAREMOZ DE QUE VA TODO ÉZTO. ZERÁ UNA ZERIE DE DEZAFIOZ ENTRE LOZ DOZ PARA VER QUIÉN ES LA PERZONA MÁZ DIVERTIDA DE LA IZLA, AZÍ QUE PREPÁRENZE PARA PARTIRZE LAZ COZTILLAZ DE LA RIZA, PORQUE ÉZTOZ DOZ LOZ DIVERTIRÁN. Y CLARO HABRÁ UN PREMIO PARA ELLOZ TAMBIÉN. — Terminó por contar de que iba todo el asunto del concurso a todo el mundo y ahora iba quedando más claro para Jinji, por lo que tendría que hacer aún más el ridículo. El primer desafío ya lo había perdido y la muchacha había ganado por tener un disfraz mucho mejor que el de él así que ella tenía la delantera por el momento.
— AHORA CADA UNO DEBERÁ CONTAR UN CHIZTE Y EL QUE HAGA REÍR A MÁZ PERZONAZ GANA OTRO PUNTO, EMPEZEMOS POR EL CABALLERO. — Dijo con un tono de voz alegre pero con una extraña forma de hablar, volviendo a acercar aquella corneta roja hacia Jinji para que contara un chiste. Aquello era lo peor que podía haber hecho pues, el ex marine era pésimo con esas cosas pero aún así lo intentaría. — Ehmm... — Balbuceó pensativo y luego recordó un chiste que había escuchado cuando era miembro de la marine a los ebrios de sus compañeros. — ¿Por qué la gallina cruzó la calle?. — Preguntó a la gente con un tono de voz para nada festivo pero al menos lo intentaba. — ... Para cruzar al otro lado... — Finalizó mientras iba perdiendo volumen de voz al darse cuenta de que su chiste tenía menos gracia que tomar sol en invierno. Nadie, ni siquiera el presentador que vivía riéndose, mostró una mueca de diversión ante su chiste. — JOJOJO GRANDIOZO CHIZTE, MIZ AMIGOZ, ÉSTE TIPO ZEGURAMENTE EZ EL ALMA DE LA FIEZTA A DONDE VA, VAYAMOZ CON NUEZTRA COMPETIDORA... TU TURNO. — Dijo el presentador en tono de burla hacia Jinji y pasó al turno de la chica para contar su chiste, que sin duda las personas tenían más impaciencia por escucharla a ella que al cyborg.
Pero al parecer la gente no era la única que sentía gracia por el disfraz del cyborg, pues la mujer tampoco fue la excepción. Al verlo estalló en risas mientras Jinji la miraba de reojo bajo su disfraz, algo apenado por tener que vestir aquello. — No te rías tu también, por favor. Fue lo mejor que encontré allí dentro. — Murmuró al ver a la mujer vistiendo algo totalmente distinto a lo que él llevaba pero bueno, debía ocultarse un poco. — La verdad que no tengo la menor idea. Éste hombre parecía bastante distraído cuando le hablo.— Agregó con un tono de voz un poco elevado esperando que el presentador lo escuchara y le diera más detalles, pero como la anterior vez, pasó de lo que el rubio decía, ignorándolo una vez más. — BUENO COMO VERÁN YA TENEMOZ A UN GANADOR EN EL CONCURZO DE DIZFRAZEZ Y EZ LA MUCHACHA DE NOMBRE... — Acercó aquella corneta roja por la que hablaba hacia la muchacha para que dijera su nombre y proclamarla ganadora de lo que sería una serie de desafíos.
El presentador esperó que ella dijera el nombre y luego hizo lo mismo con el Revolucionario poniendo la corneta en el "hocico" del disfraz que llevaba. — Jinji. — Dijo cortante a lo que el tipo lo miró con cara de pocos amigos por ser tan burdo y secante, pues no divertía a nadie con esa actitud. — PUEZ, EZPLCAREMOZ DE QUE VA TODO ÉZTO. ZERÁ UNA ZERIE DE DEZAFIOZ ENTRE LOZ DOZ PARA VER QUIÉN ES LA PERZONA MÁZ DIVERTIDA DE LA IZLA, AZÍ QUE PREPÁRENZE PARA PARTIRZE LAZ COZTILLAZ DE LA RIZA, PORQUE ÉZTOZ DOZ LOZ DIVERTIRÁN. Y CLARO HABRÁ UN PREMIO PARA ELLOZ TAMBIÉN. — Terminó por contar de que iba todo el asunto del concurso a todo el mundo y ahora iba quedando más claro para Jinji, por lo que tendría que hacer aún más el ridículo. El primer desafío ya lo había perdido y la muchacha había ganado por tener un disfraz mucho mejor que el de él así que ella tenía la delantera por el momento.
— AHORA CADA UNO DEBERÁ CONTAR UN CHIZTE Y EL QUE HAGA REÍR A MÁZ PERZONAZ GANA OTRO PUNTO, EMPEZEMOS POR EL CABALLERO. — Dijo con un tono de voz alegre pero con una extraña forma de hablar, volviendo a acercar aquella corneta roja hacia Jinji para que contara un chiste. Aquello era lo peor que podía haber hecho pues, el ex marine era pésimo con esas cosas pero aún así lo intentaría. — Ehmm... — Balbuceó pensativo y luego recordó un chiste que había escuchado cuando era miembro de la marine a los ebrios de sus compañeros. — ¿Por qué la gallina cruzó la calle?. — Preguntó a la gente con un tono de voz para nada festivo pero al menos lo intentaba. — ... Para cruzar al otro lado... — Finalizó mientras iba perdiendo volumen de voz al darse cuenta de que su chiste tenía menos gracia que tomar sol en invierno. Nadie, ni siquiera el presentador que vivía riéndose, mostró una mueca de diversión ante su chiste. — JOJOJO GRANDIOZO CHIZTE, MIZ AMIGOZ, ÉSTE TIPO ZEGURAMENTE EZ EL ALMA DE LA FIEZTA A DONDE VA, VAYAMOZ CON NUEZTRA COMPETIDORA... TU TURNO. — Dijo el presentador en tono de burla hacia Jinji y pasó al turno de la chica para contar su chiste, que sin duda las personas tenían más impaciencia por escucharla a ella que al cyborg.
Jinji Masano
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Creado por Liza Drake Lun Sep 26, 2016 7:06 pm
Se sentía demasiado observada entre tanta gente vitoreando y aplaudiendo ante su aparición, y aunque no se sentía muy bien, siguió interpretando su papel. El chico, que parecía no estarlo pasando demasiado bien metido en ese disfraz, murmuraba con ella como si se conociesen de tiempo atrás. "Es lo que tienen las experiencias traumáticas, que unen..."
-Bueno, pues espero que no me hagan hacer malabares...porque no acabaría del todo bien...-dijo en voz baja, tapándose la boca con la mano.
Parecía que aquello iba a ser un concurso entre los dos, dado lo que dijo el hombrecillo, y (sin saber muy bien por qué, a ella le gustaba más el de pantera rosa) ganó la primera prueba. Saludó efusivamente a toda la gente de alrededor, sacando la lengua. Aquello era más absurdo que todo lo que pudiese imaginar, pero la gente parecía estar pasándoselo de muerte. -Me llamo Liza-dijo al aparato. De vez en cuando intercambiaba miradas con el animal rosa que tenía por compañero de aventura, subiendo los hombros en señal de resignación. Si no había más remedio, harían el ridículo una vez más.
No podía haber premio tan grande como la verguenza que iban a pasar en aquel sitio, pero ya no podía decir que no, así que asintió espectante a lo que deberían hacer. Parecía una cosa sencilla, competir en una serie de "pruebas", para divertir a la gente. Y parecía bastante fácil, la verdad. "Esta gente se divierte con cualquier bobada...", pensó.
Era el momento de la segunda prueba, y seguía pareciendo fácil. Su padre era un gran amante de los chistes, aunque la mayoría de ellos no eran graciosos. Siempre que podía intentaba hacer reír a su pequeña niñita, con un gesto o con su vocabulario pintoresco.
Jinji, que así se llamaba su acompañante, debía empezar. Y la mayoría de la gente de alrededor se quedó completamente en silencio para escucharle, por lo que la carcajada de Drake sonó en todos los rincones del lugar. A ella le había hecho gracia, el hecho de que fuese un chiste muy malo. -¿Me estás dejando ganar aposta, chico misterioso llamado Jinji?- le preguntó en un susurro cuando la gente volvía a su usual ruido, y cuando pudo parar de reír. -No hay peor chiste en el mundo...
Era su turno, se aclaró la garganta y puso énfasis en la pregunta. -¿Dos zombies que cuentan chistes............ zombienchistosos...?
No esperó a la reacción de nadie, e hizo una reverencia seguida de un saltito.
-Bueno, pues espero que no me hagan hacer malabares...porque no acabaría del todo bien...-dijo en voz baja, tapándose la boca con la mano.
Parecía que aquello iba a ser un concurso entre los dos, dado lo que dijo el hombrecillo, y (sin saber muy bien por qué, a ella le gustaba más el de pantera rosa) ganó la primera prueba. Saludó efusivamente a toda la gente de alrededor, sacando la lengua. Aquello era más absurdo que todo lo que pudiese imaginar, pero la gente parecía estar pasándoselo de muerte. -Me llamo Liza-dijo al aparato. De vez en cuando intercambiaba miradas con el animal rosa que tenía por compañero de aventura, subiendo los hombros en señal de resignación. Si no había más remedio, harían el ridículo una vez más.
No podía haber premio tan grande como la verguenza que iban a pasar en aquel sitio, pero ya no podía decir que no, así que asintió espectante a lo que deberían hacer. Parecía una cosa sencilla, competir en una serie de "pruebas", para divertir a la gente. Y parecía bastante fácil, la verdad. "Esta gente se divierte con cualquier bobada...", pensó.
Era el momento de la segunda prueba, y seguía pareciendo fácil. Su padre era un gran amante de los chistes, aunque la mayoría de ellos no eran graciosos. Siempre que podía intentaba hacer reír a su pequeña niñita, con un gesto o con su vocabulario pintoresco.
Jinji, que así se llamaba su acompañante, debía empezar. Y la mayoría de la gente de alrededor se quedó completamente en silencio para escucharle, por lo que la carcajada de Drake sonó en todos los rincones del lugar. A ella le había hecho gracia, el hecho de que fuese un chiste muy malo. -¿Me estás dejando ganar aposta, chico misterioso llamado Jinji?- le preguntó en un susurro cuando la gente volvía a su usual ruido, y cuando pudo parar de reír. -No hay peor chiste en el mundo...
Era su turno, se aclaró la garganta y puso énfasis en la pregunta. -¿Dos zombies que cuentan chistes............ zombienchistosos...?
No esperó a la reacción de nadie, e hizo una reverencia seguida de un saltito.
Liza Drake
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Creado por Jinji Masano Jue Sep 29, 2016 5:12 pm
Como era de esperarse las personas estallaron de alegrías y llanto provocado por las carcajadas que habían liberado al escuchar el chiste de la pelirroja de nombre Liza. A diferencia de lo que ella creía, Jinji no la estaba dejando ganar ni le estaba poniendo las cosas fáciles a propósito, solamente que a él, ese tipo de cosas, no se le dan para nada bien. Nunca fue un tipo muy sociable y mucho menos divertido. La cuota de diversión siempre la ponían su esposa y su hija y él solamente disfrutaba de ver feliz a su familia y protegerlas, aunque no fue así durante mucho tiempo. Aún así las risas eran acompañadas de ovaciones para con la mujer, aplaudiéndole y coreando su nombre al son de los aplausos. Al parecer ya casi estaba todo definido, Jinji no tendría oportunidad alguna contra ella ni contra cualquier otra persona, un piedra con bigote tenía más gracia que el Cyborg.
— ¡MUY BIEN, TENEMOZ UNA GANADORA!. — Dijo de manera intrigante el sujeto de apariencia extraña, quien intentaba ponerle un poco de suspenso a la decisión final aunque ya todos sabían como terminaría, hasta el propio revolucionario sabía la respuesta porque lo que tampoco había que darle mucha vuelta al asunto. — QUE REVIENTEN LAZ MANOZ EN APLAUZOZ PARA... ¡LIZA!... — Alzó la mano de la muchacha en forma de victoria mientras que a Jinji lo dejaban un poco atrás, momento oportuno que éste aprovecho para comenzar a caminar disimuladamente hacia atrás, con la intención de escapar del lugar lo más rápido posible, aprovechando que todas las miradas se enfocaban en ella. Una vez los aplausos cesaron el presentador le dio un pequeño Ticket el cual era un vale para un almuerzo o cena para ella y un acompañante en un restaurante de la isla, bastante importante era el premio.
En eso que Jinji intentaba escapar marcha atrás del escenario, un paso en falso, hizo que éste cayera del escenario por la parte trasera de ésta. El golpe fue tan desafortunado que hizo caer una pequeña carpa llena de disfraces, trajes y artículos del circo. Claramente las personas de allí lo miraron de mala gana y movían la cabeza en forma de resignación, como si él fuera un caso perdido. Sin importarle demasiado Jinji se dispuso ir hacia una de las carpas, cambiarse y dejar el traje allí para luego irse de todo aquel alboroto que se había causado, no tenía más ganas de hacer nada en ese lugar ya. Solamente quería descansar.
— ¡MUY BIEN, TENEMOZ UNA GANADORA!. — Dijo de manera intrigante el sujeto de apariencia extraña, quien intentaba ponerle un poco de suspenso a la decisión final aunque ya todos sabían como terminaría, hasta el propio revolucionario sabía la respuesta porque lo que tampoco había que darle mucha vuelta al asunto. — QUE REVIENTEN LAZ MANOZ EN APLAUZOZ PARA... ¡LIZA!... — Alzó la mano de la muchacha en forma de victoria mientras que a Jinji lo dejaban un poco atrás, momento oportuno que éste aprovecho para comenzar a caminar disimuladamente hacia atrás, con la intención de escapar del lugar lo más rápido posible, aprovechando que todas las miradas se enfocaban en ella. Una vez los aplausos cesaron el presentador le dio un pequeño Ticket el cual era un vale para un almuerzo o cena para ella y un acompañante en un restaurante de la isla, bastante importante era el premio.
En eso que Jinji intentaba escapar marcha atrás del escenario, un paso en falso, hizo que éste cayera del escenario por la parte trasera de ésta. El golpe fue tan desafortunado que hizo caer una pequeña carpa llena de disfraces, trajes y artículos del circo. Claramente las personas de allí lo miraron de mala gana y movían la cabeza en forma de resignación, como si él fuera un caso perdido. Sin importarle demasiado Jinji se dispuso ir hacia una de las carpas, cambiarse y dejar el traje allí para luego irse de todo aquel alboroto que se había causado, no tenía más ganas de hacer nada en ese lugar ya. Solamente quería descansar.
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Creado por Liza Drake Sáb Oct 01, 2016 6:00 pm
Al parecer había dado con el público menos sensato y con el compañero menos gracioso, pero lo cierto es que aquel momento estaba siendo bastante divertido, y normalmente no tenía la costumbre de hacerlo. Ella, desde pequeña, había estado concentrada en una sola cosa, y había reconducido toda su vida en torno a ella, dejando a un lado compañías, juegos y diversiones varias. Y ahora parecía que no era ella, nadie que la conociese de antes habría imaginado a Liza Drake vestida de arlequín y participando en un circo.
Se había metido en la piel de su disfraz, haciendo aspavientos y saludos llamativos para el público, había hecho llorar de la risa a un anciano que se encontraba próximo, y reír como una tonta a una niña pequeña, y no iba a mentir, se la había pasado en grande.
La voz del jefe, aún riendo, se interpuso a los vítores del personal, declarándola ganadora de la prueba, y por ende, del espectáculo. Se hizo la sorprendida para seguir con el engaño, sin parar de saludar con la mano que aún le quedaba libre, puesto que el hombrecillo había hecho que levantase la otra. -¡Gracias, gracias a todos! Sois una gente estupenda.
El señor le dio su obsequio, un vale regalo por una comida/cena en la isla, que ella aceptó gustosamente, puesto que su nivel monetario iba bajando de isla en isla.
De repente se acordó del chico que había participado con ella, y le buscó con la mirada por sus alrededores. Como no podía verlo, le dió nuevamente las gracias al jefe del circo y sin volver a por su ropaje salió en su busca. Fue mucho más difícil divisarlo que encontrar una aguja en un pajar, pero después de girar a otras dos personas cubiertas con una gran capa, le vio salir de una de las pequeñas carpas del circo.
-¿Creías que te ibas a escapar tan fácilmente? Necesito que alguien me acompañe a tragar todo esto, y después del ridículo que hemos hecho, me parece una buena compensación. ¿Te vienes? -le pregunto, riendo. Le enseñó el regalo que acababan de hacerle
Se había metido en la piel de su disfraz, haciendo aspavientos y saludos llamativos para el público, había hecho llorar de la risa a un anciano que se encontraba próximo, y reír como una tonta a una niña pequeña, y no iba a mentir, se la había pasado en grande.
La voz del jefe, aún riendo, se interpuso a los vítores del personal, declarándola ganadora de la prueba, y por ende, del espectáculo. Se hizo la sorprendida para seguir con el engaño, sin parar de saludar con la mano que aún le quedaba libre, puesto que el hombrecillo había hecho que levantase la otra. -¡Gracias, gracias a todos! Sois una gente estupenda.
El señor le dio su obsequio, un vale regalo por una comida/cena en la isla, que ella aceptó gustosamente, puesto que su nivel monetario iba bajando de isla en isla.
De repente se acordó del chico que había participado con ella, y le buscó con la mirada por sus alrededores. Como no podía verlo, le dió nuevamente las gracias al jefe del circo y sin volver a por su ropaje salió en su busca. Fue mucho más difícil divisarlo que encontrar una aguja en un pajar, pero después de girar a otras dos personas cubiertas con una gran capa, le vio salir de una de las pequeñas carpas del circo.
-¿Creías que te ibas a escapar tan fácilmente? Necesito que alguien me acompañe a tragar todo esto, y después del ridículo que hemos hecho, me parece una buena compensación. ¿Te vienes? -le pregunto, riendo. Le enseñó el regalo que acababan de hacerle
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