Online
Conectarse
En total hay 16 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 16 Invitados
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Creado por Haine Van Gogh. Jue Jun 09, 2016 7:57 pm
El reloj movía sus agujas sin descanso, la hora avanzaba cruelmente y no pretendía detenerse aun. Tap, fue el sonido que provoco la tapita del reloj de bolsillo al cerrarse. Luego simplemente lo guarde en mi bolsillo donde siempre debe estar desde un principio, ahora alzaba mi rostro para ver por donde caminábamos, viendo entonces a la gente venir de un lado a otro con sus familiares o amigos. Luego observe a Harlock a mi lado, ahora ya no transitaba solo y tenía a mi antiguo capitán como mi primer tripulante. El mismo tenía mucho que saber y aprender, pues sería mi máximo caso, ya leyendo muchas cosas referentes a las emociones de los seres vivos y las actitudes que presentan hacia que me resultara curioso el caso de Harlock, quien perdió sus memorias y ahora era alguien completamente diferente a quien fue.
- Si siempre miraras a la gente con esa expresión, hasta yo bajaría la mirada. – Hace ya buen rato que no hablábamos de nada, así que era hora de romper ese hielo tan denso que tiene el hombre, mejor dicho ciborg. Ya que, a costa de salvar la vida de mi amigo, el doctor le tuvo que hacer muchas modificaciones, afirmando a totalidad que ahora era alguien nuevo en este mundo. – Necesitare de tu ayuda… Así que empezaremos a buscar compañeros que nos ayuden en nuestra aventura. – Sonreí al decir aquello, pues tenía mucha firmeza que sería una gran aventura en la cual nos embarcaríamos. Un gran camino en dirección al One Piece. Aun sentía la presencia de harlock muy tensa, como si ya quisiera saber todo, exactamente todo a quien fue y como termino así como es ahora, pero me negaba a regurgitarle tal cantidad de información.
Ocultaba mi rostro bajo la capucha roja de mi capa, teniéndola solo ajustada en el cuello y dejando que las mangas junto a la demás extensión de la tela rojiza se ondeara por el mismo viento. Colgaba mi espada en mi espalda, cosa de que la empuñadura quedase cerca de la nuca y me fuese fácil de sacar en caso hostil, no obstante estaría ahí por el resto del día. Me detuve cerca de un pequeño puesto de venta de frutas, viendo la pila de manzanas que habían, un poco indeciso por cual llevar estuve callado tocando las mismas para poder elegir. – ¿Qué es lo que más recuerdas o que fragmentos se te hacen conocidos? Mencionaba para el castaño, para poder saber de dónde empezar y que omitir hasta los momentos.
El día estaba perfecto hasta los momentos, esperando entonces la variable que nos sacase de casillas para hacer algo nuevo y majestuoso.
- Si siempre miraras a la gente con esa expresión, hasta yo bajaría la mirada. – Hace ya buen rato que no hablábamos de nada, así que era hora de romper ese hielo tan denso que tiene el hombre, mejor dicho ciborg. Ya que, a costa de salvar la vida de mi amigo, el doctor le tuvo que hacer muchas modificaciones, afirmando a totalidad que ahora era alguien nuevo en este mundo. – Necesitare de tu ayuda… Así que empezaremos a buscar compañeros que nos ayuden en nuestra aventura. – Sonreí al decir aquello, pues tenía mucha firmeza que sería una gran aventura en la cual nos embarcaríamos. Un gran camino en dirección al One Piece. Aun sentía la presencia de harlock muy tensa, como si ya quisiera saber todo, exactamente todo a quien fue y como termino así como es ahora, pero me negaba a regurgitarle tal cantidad de información.
Ocultaba mi rostro bajo la capucha roja de mi capa, teniéndola solo ajustada en el cuello y dejando que las mangas junto a la demás extensión de la tela rojiza se ondeara por el mismo viento. Colgaba mi espada en mi espalda, cosa de que la empuñadura quedase cerca de la nuca y me fuese fácil de sacar en caso hostil, no obstante estaría ahí por el resto del día. Me detuve cerca de un pequeño puesto de venta de frutas, viendo la pila de manzanas que habían, un poco indeciso por cual llevar estuve callado tocando las mismas para poder elegir. – ¿Qué es lo que más recuerdas o que fragmentos se te hacen conocidos? Mencionaba para el castaño, para poder saber de dónde empezar y que omitir hasta los momentos.
El día estaba perfecto hasta los momentos, esperando entonces la variable que nos sacase de casillas para hacer algo nuevo y majestuoso.
Haine Van Gogh.
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kakashi Usui Jue Jun 09, 2016 11:00 pm
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que inicie mi viaje dejando atrás mi hogar. El tiempo que había pasado moviéndome de una isla a otra era mucho, una clase de pirata errante es lo que soy en estos momentos. No estoy seguro de cuánto tiempo tendré que pasar de esta forma, moviéndome de un lugar a otro, solo, por mi cuenta. el buscar una tripulación es algo esencial para lo que quiero hacer, era el momento de buscar mi sueño de conocer el mundo, tal vez lo malo de todo eso es que termine como un pirata, cosa que en si no me molesta en lo mas mínimo, pero que quizás me dificulte un poco las cosas.
El viaje fue algo agotador, considerando que en todo este tiempo me la he pasado de polizón en varios barcos para moverme por las distintas islas. En estos momentos me encuentro en Shells Town. Realmente espero que sea mi último viaje de esa forma, aunque antes de pensar en eso debería pensar en qué hacer en ese lugar. No he gastado todo el dinero que tengo conmigo, así que sería buena idea el buscar algo para comer. No sé cuánto tiempo más podre soportar de esta forma, el estar escondido por varios días era una cosa que me hacia comer muy poco, después de todo uno no lleva todo un camión de comida consigo a esos viajes.
Caminando por ese lugar, sosteniendo mi katana en mi mano derecha, espero no encontrarme con ningún problema. La verdad no sé, si mi condición es la mejor en estos momentos, la verdad es que el cansancio me está consumiendo. Seguramente luego de comer algo buscare un lugar donde tomar una pequeña siesta antes de volver a mi viaje.
Al final del camino termine en un pequeño puesto donde vendían fruta. La verdad no estoy seguro de que tenga suficiente dinero como para comprar lo suficiente, seguramente lo mas que podría comprar seria una o dos manzanas con algo de suerte. Pero antes de ver cual compraría me fijaría en aquellos que se encontraban a mi lado, no es por pensar mal, pero no quiero problemas que pude evitar. Luego de eso simplemente les restaría importancia…
-Quiero esta- Dije a la persona encargada del negocio mientras le entregaba el dinero y tomaba mi manzana.
El viaje fue algo agotador, considerando que en todo este tiempo me la he pasado de polizón en varios barcos para moverme por las distintas islas. En estos momentos me encuentro en Shells Town. Realmente espero que sea mi último viaje de esa forma, aunque antes de pensar en eso debería pensar en qué hacer en ese lugar. No he gastado todo el dinero que tengo conmigo, así que sería buena idea el buscar algo para comer. No sé cuánto tiempo más podre soportar de esta forma, el estar escondido por varios días era una cosa que me hacia comer muy poco, después de todo uno no lleva todo un camión de comida consigo a esos viajes.
Caminando por ese lugar, sosteniendo mi katana en mi mano derecha, espero no encontrarme con ningún problema. La verdad no sé, si mi condición es la mejor en estos momentos, la verdad es que el cansancio me está consumiendo. Seguramente luego de comer algo buscare un lugar donde tomar una pequeña siesta antes de volver a mi viaje.
Al final del camino termine en un pequeño puesto donde vendían fruta. La verdad no estoy seguro de que tenga suficiente dinero como para comprar lo suficiente, seguramente lo mas que podría comprar seria una o dos manzanas con algo de suerte. Pero antes de ver cual compraría me fijaría en aquellos que se encontraban a mi lado, no es por pensar mal, pero no quiero problemas que pude evitar. Luego de eso simplemente les restaría importancia…
-Quiero esta- Dije a la persona encargada del negocio mientras le entregaba el dinero y tomaba mi manzana.
Kakashi Usui
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shitai Lun Jun 13, 2016 10:36 am
¿Quién en su sano juicio querría ser eterno?
Ahí en el rincón de esa plaza comercial, hay un hombre con una guitarra, y a su lado, ahí sentado, un niño con un tarro de metal ya abollado por los años. La sal de las aguas en las que han viajado, ha terminado por oxidar los bordes donde uno podría sus labios para beber, y el marrón de el salitre metal. De el instrumento musical de el señor, sale una melodía, canta para las personas ahí, y por piedad, piensa que le entregarán una moneda.
En un vagón con destino al mercado, allí hay un becerro con ojos llorosos, justo encima de él hay una golondrina, volando rápidamente a través del cielo.
Canta el hombre, de su voz rasposa sale, acompañando una triste melodía, esas palabras. La gente pasa a su rededor, como un tren, una tras de otra, vagones de carne. Personas variopintas, vestidas de distinto modo, pasan y pasan, como hormigas. El sonido de una moneda atrás de otra, un clank que repiquetea como campanillas.
Como se ríen los vientos, se ríen con todas sus fuerzas, ríen y ríen durante todo el día, y parte de las noches de verano.
La voz de ese hombre sigue dilucidando en el día, apareciendo entre la muchedumbre. Muchedumbre si, no le podemos llamar de otro modo a ese mar de personalidades, y entre ellas va un encapuchado. Una gabardina de color amarillo mostaza, con cinturones marrones ajustados, de viejo cuero. Cubre su cara con un trapo, dejando al descubierto sus ojos claros, que poca luz reflejan. Mismos ojos que giran al cielo, entrecerrándolos, puede oír el eco de las risas a la distancia.
"Deja de quejarte," dijo el granjero, "¿Quién te dijo que fueras un becerro? ¿Por qué no tienes alas para volar orgulloso y libre como las golondrinas?
Las monedas, las monedas no paran, una y otra vez, pero nadie se gira a verlo ¿Por qué?
La persona encapuchada se acerca, y mira al engendro de niño, lo observa con esos ojos que no reflejan nada, ni vida, ni hambre, ni anhelo. Deposita una moneda más, extendiendo lentamente sus dedos desde esa gabardina, como queriendo incluso ocultar la forma de estos. El repiquete del sonido de las monedas chocando con otras, hace eco en los ojos de esa persona que se oculta, que vibran con el sonido de las cuerdas de la guitarra, y la sonrisa de un infante que agradece el gesto de caridad.
A los becerros se les ata y masacra fácilmente, y nunca saben por qué. Pero quien atesora la libertad como la golondrina, ha aprendido a volar.
La persona de la gabardina amarilla avanza, a la par que el resto, se hunde en el mar de personas. Es una más de la consciencia colectiva. Se pierde ahí, se pierde al norte, al sur, al este, y al oeste. Arriba y abajo. Es una más, una más queriendo escapar.
....
Y es como llegamos aquí, a las zonas de alimento. La persona encapuchada, se acerca a los puestos de verdura, y con sus ojos perdidos, vacíos, observa las fragantes y aromáticas formas de vida ahí depositadas, y avanza unos pasos más. El Tendero le observa con sus ojos entrecerrados, - Si vas a comprar algo, hazlo de una vez, no me gustan los fisgones - , dice, mientras el encapuchado alza la vista, y le observa, y puede ver que en sus ojos hay lagrimas.
Mira, ya he sido caritativo los últimos años, y solo son ladrones, puedo hacerte un descuento... - , exclama mientras se cruza de brazos, y aprieta la boca, - Pero creo que ya estás bastante grande para esos trucos de todas maneras - , diría el hombre, terminando por rascarse la cabeza, pero aquella persona se dio la media vuelta, dejando con esas palabras al aire a su locutor.
Sus pasos hacen ecos en un pequeño puesto de frutas, con la cabeza cabizbaja, y con las lagrimas brotando de sus ojos, poniéndose a espaldas de los ahí presentes. Interfiriendo, empujándose hacia adelante, a donde están las manzanas.
Tomó una con desesperación en sus manos... - Las verdulerías son como las carnicerías, solo que en lugar de exponer carne, exponen los cadáveres de un montón de hortalizas que fueron sembradas en pos de la supervivencia humana, usadas para alimentarnos meramente. Ambas son testamentos de la crueldad de este mundo - , exclama girando con los ojos llenos de lagrimas a las dos personas ahí presentes, - Este mundo, está destinado a morir, y lo refleja segundo a segundo - , dice, tratando de sonar con la voz más grave posible; suena como un hombre afeminado... o una mujer muy masculina.
Y los vientos ríen y ríen, ríen incluso de noche.
Shitai
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Harlock Lun Jun 13, 2016 3:19 pm
Siempre dicen que el destino nos lleva por caminos muy curiosos, algunos piensan que todo es por pura casualidad pero yo no creía en eso, desde que había despertado en aquel hospital misterioso, lo único que pensaba era en que todo ocurría por consecuencia de alguna acción o como algunos lo llaman "Causalidad" la gran causa y efecto. Un ejemplo bastante claro de la causa y el efecto era el camino que ahora transitaba, al lado del pirata que me prometía darme todas las respuesta de mi pasado en su debido tiempo, la causa como siempre era poder recordar todo mi pasado, pero como dije antes, todo tiene una consecuencia, en este caso era ser el primer miembro de la tripulación que el capitán Mukushi estaba formando, cosa que no me incomodaba pero tampoco aliviaba de momento mi búsqueda por saber la verdad.
¿Horas tal ves? ¿Tan solo minutos? sinceramente no sabía cuánto tiempo habíamos pasado el capitán y yo en silencio, caminando por ese mercado como si nos tratáramos de dos viajeros más, claro que en mi caso parecía ser yo más un guardaespaldas pues, aunque había cierta similitud entre la vestimenta de ambos, mi mirada fría como la misma muerte hacia que todos bajaran la mirada al verme o simplemente se apartaran del camino que seguíamos transitando. ¿Cómo es que sabía que mi mirada era tan pesada si no me importaban las reacciones de la gente? fácil, mi capitán me lo hiso saber cuándo me dirigió unas palabra que, sin llegar a esperar más que unos segundos, le respondí con una calma bastante fría llegando a confundirse con seriedad o enojo, como si de un muerto se tratara, pues, mi voz gruesa no era algo que me ayudara mucho.
-Alguien tiene que hacer que desvíen su atención de nosotros, nuestras vestimentas no son muy discretas y con respecto al reclutamiento, tal vez sería buena idea buscar a los que no encajen con los demás, solo a los que puedan resaltar entre tantos de una manera bastante única-
Sin llegar a decir nada más, seguí caminando en silencio mientras observaba de reojo como mi capitán se ponía su capucha roja para acomodar su arma en un lugar bastante cómodo para usar si la situación lo ameritaba. Yo por mi parte, llevaba mis revolver escondidos entre las mangas, estas estaban a un muy fácil acceso para mí al igual que estaban muy bien escondidas, lo único que se podía ver en mi cintura, era una espada de esgrima la cual solo era un engaño pues, aunque tenía la forma de una espada, esta era un peligroso rifle francotirador.
No obstante la caminata llego a su fin cuando llegamos a un pequeño puesto de frutas donde mi capitán se detuvo para tocar las manzanas, lo cual me parecía bastante curioso aunque no tanto como el joven que se había detenido a un lado nuestro, por alguna razón este parecía vigilarnos como si tramara algo aunque no duro mucho para que este dejara de hacerlo, tal vez se había percatado de que yo también lo empezaba a vigilar o simplemente le dio igual, fuera como fuera, yo solo le dije a mi capitán con una voz algo tensa pero fría mientras sujetaba un poco mi cabeza.
-Solo recuerdo una playa, usted arrastrándome en ella, algunas imágenes de llegar al hospital y...........ahhh....una mujer....mirándome a los ojos......luego llorando.....como si yo muriese.....ahhh-
Hablando con bastante dificultad, termine por quedarme callado pues, cada vez que trataba de recordar a esa mujer, un fuerte sentimiento de dolor y odio me llenaba por dentro, cosa que no entendía pero esperaba que el me dijera antes de que enloqueciera con su recuerdo.
Por unos momentos mientras esperaba la respuesta de mi capitán, pude sentir como alguien me empujaba para mirar las manzanas de una manera bastante extraña, esta persona parecía llorar por las manzanas pero claro, mientras otros tan solo le tomaban como una persona loca o incluso mientras otros le miraban con lastima, yo tan solo me pose de frente con una expresión totalmente fría, inmune a sus lágrimas, inclusive parecía como si yo hubiese querido tragarme su alma con el obscuro vacío de mi ojo el cual no demostraba nada, como si de la misma muerte se tratara.
¿Horas tal ves? ¿Tan solo minutos? sinceramente no sabía cuánto tiempo habíamos pasado el capitán y yo en silencio, caminando por ese mercado como si nos tratáramos de dos viajeros más, claro que en mi caso parecía ser yo más un guardaespaldas pues, aunque había cierta similitud entre la vestimenta de ambos, mi mirada fría como la misma muerte hacia que todos bajaran la mirada al verme o simplemente se apartaran del camino que seguíamos transitando. ¿Cómo es que sabía que mi mirada era tan pesada si no me importaban las reacciones de la gente? fácil, mi capitán me lo hiso saber cuándo me dirigió unas palabra que, sin llegar a esperar más que unos segundos, le respondí con una calma bastante fría llegando a confundirse con seriedad o enojo, como si de un muerto se tratara, pues, mi voz gruesa no era algo que me ayudara mucho.
-Alguien tiene que hacer que desvíen su atención de nosotros, nuestras vestimentas no son muy discretas y con respecto al reclutamiento, tal vez sería buena idea buscar a los que no encajen con los demás, solo a los que puedan resaltar entre tantos de una manera bastante única-
Sin llegar a decir nada más, seguí caminando en silencio mientras observaba de reojo como mi capitán se ponía su capucha roja para acomodar su arma en un lugar bastante cómodo para usar si la situación lo ameritaba. Yo por mi parte, llevaba mis revolver escondidos entre las mangas, estas estaban a un muy fácil acceso para mí al igual que estaban muy bien escondidas, lo único que se podía ver en mi cintura, era una espada de esgrima la cual solo era un engaño pues, aunque tenía la forma de una espada, esta era un peligroso rifle francotirador.
No obstante la caminata llego a su fin cuando llegamos a un pequeño puesto de frutas donde mi capitán se detuvo para tocar las manzanas, lo cual me parecía bastante curioso aunque no tanto como el joven que se había detenido a un lado nuestro, por alguna razón este parecía vigilarnos como si tramara algo aunque no duro mucho para que este dejara de hacerlo, tal vez se había percatado de que yo también lo empezaba a vigilar o simplemente le dio igual, fuera como fuera, yo solo le dije a mi capitán con una voz algo tensa pero fría mientras sujetaba un poco mi cabeza.
-Solo recuerdo una playa, usted arrastrándome en ella, algunas imágenes de llegar al hospital y...........ahhh....una mujer....mirándome a los ojos......luego llorando.....como si yo muriese.....ahhh-
Hablando con bastante dificultad, termine por quedarme callado pues, cada vez que trataba de recordar a esa mujer, un fuerte sentimiento de dolor y odio me llenaba por dentro, cosa que no entendía pero esperaba que el me dijera antes de que enloqueciera con su recuerdo.
Por unos momentos mientras esperaba la respuesta de mi capitán, pude sentir como alguien me empujaba para mirar las manzanas de una manera bastante extraña, esta persona parecía llorar por las manzanas pero claro, mientras otros tan solo le tomaban como una persona loca o incluso mientras otros le miraban con lastima, yo tan solo me pose de frente con una expresión totalmente fría, inmune a sus lágrimas, inclusive parecía como si yo hubiese querido tragarme su alma con el obscuro vacío de mi ojo el cual no demostraba nada, como si de la misma muerte se tratara.
Harlock
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Haine Van Gogh. Lun Jun 13, 2016 9:05 pm
Gran casualidad aquella… Tan solo una fruta ha causado una gran variable que está a punto de ejecutar un gran acto.
Habiendo escuchado con atención a mi compañero solo pude guardar silencio, y cuando me dijo lo que recordaba a pesar de la tensión que se le veía simplemente preferí escuchar. Manteniéndome en silencio a pesar de saber lo que el otro apenas podía recordar, cosa que debía seguir posponiendo siquiera a llegar hasta esa etapa de la historia. – Recuerdo cuando nos conocimos… Fue interesante. – Guarde silencio cuando note la presencia del sujeto a nuestro lado, mismo que igual parecía elegir entre las manzanas, maña de buscar la que tuviese mayor belleza y firmeza exteriormente. Y ahora un sujeto se interponía a la fuerza en medio de harlock y mi persona, cuya voz distorsionada proveniente de sus fauces, quejaba y lamentaba la historia artificial de las legumbres. Visión muy extraña de la vida de unas simples frutas, como de animales destinados a la crianza y a la muerte. Ahí descansaba en mi mano la manzana perfecta, entonces baje un poco la cabeza para murmurar. – La vida tiene un ciclo muy retorcido… – Murmuré ahora alejándome un poco de esta persona, cuyo llanto me incomodaba y preferí entablar conversación con el otro sujeto. – Veo que eres espadachín… Le mencione, alzando el rostro lo suficiente para verle, más la sombra de la capucha entorpeciese que el otro viese mi rostro.
– Joven… ¿Tiene anhelos en esta vida? – Mi voz baja y centrada solo para el chico, llegaba a simular la de un espectro a un inocente. Debido a mi excesiva y casi moribunda palidez, habría de pensar que era un muerto viviente, uno con los deseos más fuertes para seguir existiendo.
Pero… Los ojos del encapuchado de rojo no mostraban buenas intenciones. Mi espada no había sido desenvainada ya desde hace algunas semanas, y como si tuviese un alma propia ya clamaba ser desenvainada. – Puedo llevarte y ayudarte a alcanzar todo lo que quieras… Estoy reuniendo cierta gente con capacidades especiales. Y no es como si me hubieses preguntado, pero, está a punto de comenzar el duelo que decidirá el margen de tu vida. – Aquello no era suerte, quizás el destino o una mera casualidad ¡Lo que definirá la respuesta seria la acción del contrario! Sin tardar mucho había insertado mi mano en mi capucha, para jalar la katana y desenvainarla con una agilidad y maniobralidad la cual era de admirar, puesto que mi vestimenta resultó ilesa ante el filo de la katana. Mismo filo que iba en dirección hacia la manzana que estaba en la mano del contrario, corte limpio para que solo un pedazo quedase en su posesión. Luego habría otro corte más dirigido hacia su pecho, siendo este un poco más lento para darle el lujo de desenvainar su espada y que llegase a defenderse.
Eso de buscar problemas no me iba muy bien, quizás los problemas venían a mí por cuenta propia y de yo buscarlo no me daba la facilidad necesaria. En cambio, esta vez sentía que debía hacer aquello, ya que dos casualidades en un mismo día hacen que esto sea un acto del destino. Acaso… Puede ser… ¿Qué sean lo que estoy buscando?
Habiendo escuchado con atención a mi compañero solo pude guardar silencio, y cuando me dijo lo que recordaba a pesar de la tensión que se le veía simplemente preferí escuchar. Manteniéndome en silencio a pesar de saber lo que el otro apenas podía recordar, cosa que debía seguir posponiendo siquiera a llegar hasta esa etapa de la historia. – Recuerdo cuando nos conocimos… Fue interesante. – Guarde silencio cuando note la presencia del sujeto a nuestro lado, mismo que igual parecía elegir entre las manzanas, maña de buscar la que tuviese mayor belleza y firmeza exteriormente. Y ahora un sujeto se interponía a la fuerza en medio de harlock y mi persona, cuya voz distorsionada proveniente de sus fauces, quejaba y lamentaba la historia artificial de las legumbres. Visión muy extraña de la vida de unas simples frutas, como de animales destinados a la crianza y a la muerte. Ahí descansaba en mi mano la manzana perfecta, entonces baje un poco la cabeza para murmurar. – La vida tiene un ciclo muy retorcido… – Murmuré ahora alejándome un poco de esta persona, cuyo llanto me incomodaba y preferí entablar conversación con el otro sujeto. – Veo que eres espadachín… Le mencione, alzando el rostro lo suficiente para verle, más la sombra de la capucha entorpeciese que el otro viese mi rostro.
– Joven… ¿Tiene anhelos en esta vida? – Mi voz baja y centrada solo para el chico, llegaba a simular la de un espectro a un inocente. Debido a mi excesiva y casi moribunda palidez, habría de pensar que era un muerto viviente, uno con los deseos más fuertes para seguir existiendo.
Pero… Los ojos del encapuchado de rojo no mostraban buenas intenciones. Mi espada no había sido desenvainada ya desde hace algunas semanas, y como si tuviese un alma propia ya clamaba ser desenvainada. – Puedo llevarte y ayudarte a alcanzar todo lo que quieras… Estoy reuniendo cierta gente con capacidades especiales. Y no es como si me hubieses preguntado, pero, está a punto de comenzar el duelo que decidirá el margen de tu vida. – Aquello no era suerte, quizás el destino o una mera casualidad ¡Lo que definirá la respuesta seria la acción del contrario! Sin tardar mucho había insertado mi mano en mi capucha, para jalar la katana y desenvainarla con una agilidad y maniobralidad la cual era de admirar, puesto que mi vestimenta resultó ilesa ante el filo de la katana. Mismo filo que iba en dirección hacia la manzana que estaba en la mano del contrario, corte limpio para que solo un pedazo quedase en su posesión. Luego habría otro corte más dirigido hacia su pecho, siendo este un poco más lento para darle el lujo de desenvainar su espada y que llegase a defenderse.
Eso de buscar problemas no me iba muy bien, quizás los problemas venían a mí por cuenta propia y de yo buscarlo no me daba la facilidad necesaria. En cambio, esta vez sentía que debía hacer aquello, ya que dos casualidades en un mismo día hacen que esto sea un acto del destino. Acaso… Puede ser… ¿Qué sean lo que estoy buscando?
Haine Van Gogh.
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kakashi Usui Lun Jun 13, 2016 10:23 pm
La verdad la situación no se podía poner más extraña. Empezando por esa chica rara que parecía estar llorando por una manzana, o por los dos hombres que estaba justo a mi lado, la verdad no sé que es más raro en este momento. La verdad es que me importa poco mientras no se metan conmigo, el hambre que me acompaña es algo que realmente me gustaría saciar, aunque no lo veo tan fácil de hacer luego de que aquel hombre de capucha roja me hablara. – Sí, soy espadachín, ¿Algún problema con eso? – La verdad es que ganas de perder el tiempo no tengo en lo más mínimo, sobre todo con un hombre de tan raro aspecto. Apreté mi mano derecha, en la que tenía sujetada mi espada, ese hombre tras cada palabra hacia que me preocupara un poco, pero trataba de pensar positivo. – Conocer el mundo que me rodea, eso es todo – Mi mirada se volvió totalmente seria.
No estoy de acuerdo con morir en ese lugar, pero lo que dijo ese hombre hizo que toda la atención quedara plasmada en el. Justo note cuando partió mi manzana a la mitad, fue el momento en el que decidí que era necesario tomar la distancia. Eso hice, me moví hacia atrás con un salto mientras que arreglaba mi mano derecha sobre el mango de mi espada, y con la izquierda sostenía la funda. Su segundo ataque es hacia mi pecho al parecer, aunque es más lento. En encargue de mover mi espada para tratar de desviar el ataque del oponente hacia mi lado izquierdo. Esto dejaría la hoja de la espada de mi rival justo al lado de mí y con mi mirada fija contra la de él. –No sé qué es lo que quieras, pero esto es una ridiculez. Ahora me debes una manzana y una explicación, además de que estamos llamando mucho la atención por aquí. ¿No crees que es un poco estúpido el hacer propuestas y luego atacar? No se tu, pero tu política me parece una idiotez. – En verdad se noto la molesta en mi voz.
El hambre y el cansancio tras un viaje era algo que claramente me hacer pensar en cosas estúpidas como mi mala suerte. La verdad es que mientras más pasa el tiempo, nada parece mejorar, empezando por el hecho de que Salí de casa como una clase de criminal, luego por las muchas cosas que tuve que hacer para poder moverme por estas aguas sin meterme en problemas. Todo en verdad es un asco, esperemos que mejore pronto.
No estoy de acuerdo con morir en ese lugar, pero lo que dijo ese hombre hizo que toda la atención quedara plasmada en el. Justo note cuando partió mi manzana a la mitad, fue el momento en el que decidí que era necesario tomar la distancia. Eso hice, me moví hacia atrás con un salto mientras que arreglaba mi mano derecha sobre el mango de mi espada, y con la izquierda sostenía la funda. Su segundo ataque es hacia mi pecho al parecer, aunque es más lento. En encargue de mover mi espada para tratar de desviar el ataque del oponente hacia mi lado izquierdo. Esto dejaría la hoja de la espada de mi rival justo al lado de mí y con mi mirada fija contra la de él. –No sé qué es lo que quieras, pero esto es una ridiculez. Ahora me debes una manzana y una explicación, además de que estamos llamando mucho la atención por aquí. ¿No crees que es un poco estúpido el hacer propuestas y luego atacar? No se tu, pero tu política me parece una idiotez. – En verdad se noto la molesta en mi voz.
El hambre y el cansancio tras un viaje era algo que claramente me hacer pensar en cosas estúpidas como mi mala suerte. La verdad es que mientras más pasa el tiempo, nada parece mejorar, empezando por el hecho de que Salí de casa como una clase de criminal, luego por las muchas cosas que tuve que hacer para poder moverme por estas aguas sin meterme en problemas. Todo en verdad es un asco, esperemos que mejore pronto.
Kakashi Usui
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shitai Mar Jun 14, 2016 10:18 am
SAMSARA - Ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación.
La manzana fue cortada en la mano de aquel sujeto, con suma facilidad. Los ojos llorosos de la persona encapuchada se detuvieron, mientras intentaba recoger los trozos de aquel fruto, cual desesperada, como si se trataran de monedas, como si se trataran de alguna posesión muy valiosa. Preciada, es la palabra correcta que se usaría, y con sus ojos, hundidos en el suelo, apretaría con sus manos aquella fruta.
El juego bañaría sus manos, mientras sus dedos delgados se extendían para alcanzar las semillas, apresurados, como agujas, querían tomar entre toda esa pulpa llena ahora de polvo el producto de la vida de un árbol. Un óvulo, el sueño de la esperma venida desde el aire.
Al igual que el hombre que tiene a su niño, y lo cuida... ¿Por qué no hemos de cuidar al hijo de alguien que nos da de comer? - , exclamó aquella voz, esta vez más quebrada, claramente femenina. Sus ojos se levantaron, sin luz alguna, sin reflejo, perdidas en su azul, como el mar profundo, como aquel que ha observado al abismo de las catacumbas marinas. En el fondo, lo que nos espera, en el fondo marítimo.
Y con esos ojos observó al hombre que hacía unos instantes la había observado con desprecio (Harlock) a quién ella observaba con esos ojos de profundo azul, incesantes, impertubables, - La raíz de todo metódico problema es el egoísmo, el miedo a morir - , exclamó poniéndose de pie, mientras giraba su cabeza a ver aquella batalla que estaba dando inicio, mientras la gente se aglutinaba de poco a poco para verles.
¿No cree entonces qué todo esto es ego para probar algo? - , señala con su dedo índice derecho al hombre de cabello blanco, que se aferra a la batalla, e intenta defenderse, - Luna llena, misterios, transmutación, carne, son solo ideas imaginarias a punto de morir - , y entonces señalaría al pelirojo con el izquierdo, - Sol, soluciones, permanencia, sangre, son solo ideas imaginarias a punto de morir - , termina, con una emoción rosando su garganta, como si quisiera gritar todo aquello, pero se ahogaba en lo precioso del ser.
La muerte invariablemente de el resultado de este combate, alcanzará a todos. A mi, y a ti, no somos más que cerebros flotando en un mar de ilusiones, y usted no es más que una antena recibiendo los sueños de los demás, dígame entonces ¿Por qué no prestar atención a las ilusiones? Tan difuminadas, como el rostro de aquellos que llevan demasiado tiempo viviendo de ellas - , finalmente la cara de aquella persona giraba a los ojos directamente del recién arribado, el cual le había demostrado tanto desprecio.
En los ojos que le mostraba a este, no había miedo, no había anhelo de vida, ni temor a la muerte. Eran los ojos del mar más profundo.
Tu vida es un instante, un instante que no sobrevivirá al paso de los eones. El olvido es lo que le espera a todos en esta existencia.
Mientras le observaba fijamente, sin desprecio, sin miedo, sin absoluto rencor, como lo haría la muerte que no discrimina, palabras salieron de su boca, - ¿Se le ocurre algo mejor que ver matarse a dos seres humanos? - , si no tuviese ese trapo en la boca, podría verse la extensa sonrisa que ella llevaba en su rostro, una que se ensanchó cuando continuó, - A mi si... Matarlos tu mismo... Es por eso que aún existen las guerras - , declaró, girando de nuevo al combate, esperando ver el resultado final de aquello.
Shitai
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Harlock Mar Jun 14, 2016 8:52 pm
Las primeras palabras de mi capitán me dejaron algo pasmado, no por el hecho de que solo me dijera tan pocas palabras, si no por el hecho de que por culpa de los demás sujetos el no pudiera decirme la verdad, esto me provocaba cierta rabia pues, si no fuera por la abrupta aparición del espadachín, ahora ya sabría un poco más sobre mi pasado. No obstante como si fuera poco mi camino también se veía interrumpido por la aparición de la persona que se encontraba enfrente mío, hablando de una manera bastante extraña, demostrando que se trataba de una señorita la cual se preocupaba por las manzanas, ¿Se trataba de una loca? algo me decía que ella podía ser una posible tripulante aunque claro, al ver las reacciones de mi capitán con el espadachín, yo solo comprendí lo que debía hacer en ese momento.
Cuando la señorita se dirigió a mi persona, observándome con unos ojos azules como el mismo mar, empezó la primera batalla la cual era la de miradas, pero, ¿Quién ganaría? ¿La mirada del abismal mar o la mirada de la misma muerte? la verdad parecía un empate pues ninguno de los dos retrocedía en ningún momento y al menos por mi parte, solo exclame unas palabras con una voz gruesa pero fría e inamovible.
-La raíz de todo problema es la desesperación por fracasar, así como usted llora con el fracaso de cuidar los frutos, pues el ego no es más que la ambición vista desde la mirada de quien no tiene anhelos por nada-
Sin decir mucho más pude observar como ella ahora dirigía su mirada hacia el combate de mi capitán, dirigiendo palabras ante él y su combatiente, llegando a caer en la idea de que solo sería una espectadora, cuando la verdad era mucho más haya de ser solo espectadores aunque por el momento, yo solo permanecí en silencio escuchando todo lo que ella tenía que decir.
Cuando ella termino de hablar, mirándome nuevamente al ojo, yo tan la empuje hacia atrás, golpeando con mi palma abierta su pecho y su hombro para hacer cierta distancia entre ambos, solo para terminar diciéndole a la señorita con la misma voz de antes mientras en mi mano derecha se podía ver un revolver de aspecto extraño.
-Tal vez su mente está en el mar, pero la mía este en la realidad y la única realidad es que usted va a morir si no lucha por sus ideales, hasta no saber la verdad yo no moriré ni dejare que nadie se interponga en mi camino, será mejor que usted sea más que solo palabras, porque ahora usted se interpone en mi camino-
Sin llegar a dar tiempo, lance un disparo hacia un lado de la señorita como advertencia para los civiles pues, no quería que nadie se interpusiese en ese combate ya que el plan era otro, si ella era lo suficientemente fuerte como para defender sus ideales sin llegar a morir, entonces sería lo suficientemente digna como para formar parte de la tripulación del capitán Mukushi.
Cuando la señorita se dirigió a mi persona, observándome con unos ojos azules como el mismo mar, empezó la primera batalla la cual era la de miradas, pero, ¿Quién ganaría? ¿La mirada del abismal mar o la mirada de la misma muerte? la verdad parecía un empate pues ninguno de los dos retrocedía en ningún momento y al menos por mi parte, solo exclame unas palabras con una voz gruesa pero fría e inamovible.
-La raíz de todo problema es la desesperación por fracasar, así como usted llora con el fracaso de cuidar los frutos, pues el ego no es más que la ambición vista desde la mirada de quien no tiene anhelos por nada-
Sin decir mucho más pude observar como ella ahora dirigía su mirada hacia el combate de mi capitán, dirigiendo palabras ante él y su combatiente, llegando a caer en la idea de que solo sería una espectadora, cuando la verdad era mucho más haya de ser solo espectadores aunque por el momento, yo solo permanecí en silencio escuchando todo lo que ella tenía que decir.
Cuando ella termino de hablar, mirándome nuevamente al ojo, yo tan la empuje hacia atrás, golpeando con mi palma abierta su pecho y su hombro para hacer cierta distancia entre ambos, solo para terminar diciéndole a la señorita con la misma voz de antes mientras en mi mano derecha se podía ver un revolver de aspecto extraño.
-Tal vez su mente está en el mar, pero la mía este en la realidad y la única realidad es que usted va a morir si no lucha por sus ideales, hasta no saber la verdad yo no moriré ni dejare que nadie se interponga en mi camino, será mejor que usted sea más que solo palabras, porque ahora usted se interpone en mi camino-
Sin llegar a dar tiempo, lance un disparo hacia un lado de la señorita como advertencia para los civiles pues, no quería que nadie se interpusiese en ese combate ya que el plan era otro, si ella era lo suficientemente fuerte como para defender sus ideales sin llegar a morir, entonces sería lo suficientemente digna como para formar parte de la tripulación del capitán Mukushi.
Harlock
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Haine Van Gogh. Jue Jun 16, 2016 8:00 pm
Antes de haber podido avanzar note al otro extraño interponiéndose en mi camino y tomando lo que parecía la manzana cortada, gimiente bajo la máscara declaraba en alto que en sus manos estaba el fruto de la vida. Enarque una ceja respecto al a sorpresa del comentario, antes de saltar por encima de esta y lograr acercarme hacia mi contrincante, mismo que bloqueo con suma facilidad mi segundo ataque más lento. Ahora reprochando mi método tan bruto al cual seguía mi propuesta, cosa misma que me emocionaba de cierta forma extraña. – Mi política… No. La política de la vida es en la que ”solo el más apto podrá vivir”. – Respondí, relajando todo mi ser y mostrando ahora una aterradora calma, la misma que muestra un asesino antes de comenzar su acto.
La voz llorosa y chillona del otro, el cual suponía era mujer o un tipo muy desviado ¡Era la cual me llamaba la atención! Pues su forma de ver todo me molestaba, voltee mi rostro para ver a los dos a mi espalda. Entonces lo que le respondio Harlock fue suficiente para tranquilizarme, pues ya había escuchado aquella frase en un momento muy oportuno. El capitán harlock, cuyo tempano inquebrantable estaba volviendo poco a poco… Y si me descuidaba fallaría en mi cometido. – ¡Ja ja ja! – Exclamaba aquella risa tan descarada y llamativa, mostrando una expresión carente de emoción. Tanto descaro había mostrado, como si me negase a todo lo que decía el risueño desconocido, tan fijo a los ciclos, tan cerrado de mente.
Joven… Esta vida es un mundo lleno de sirenas, que si nos descuidamos serán pirañas. Tengo el deseo más egoísta de todos. Y te invito a acompañarme en una aventura que te embarcara por todo los mares. – Sonando mis palabras tan decididas y emocionadas, dejando ese gran hueco suspensivo respecto a lo que queria realmente. Pues de aqui hasta donde yace el tesoro más grande, seria un camino largo y dificil en el cual solo los fuertes sobreviviran, mientras que los debiles serviran de peldaño para nuestro ascenso. Señale con mi mano libre en dirección hacia Harlock y el otro individuo – ¡Harlock! Recuerda, puedes hacerlo. ¡Ya qué solo aquellos que tengan la voluntad para vivir en este mundo egoista, seran los que nos acompañaran! – Alce mi voz para que todos nuestro rededor escuchasen, justo en el momento perfecto cuando el viento soplaba con fuerza. La escena que se acababa de armar era de admirar, ondeandose nuestros ropajes con ferocidad y en eso se ondeaba mi gran prenda rojiza.
Concentrandome ahora en el peliblanco, mismo que ya estaba preparado para enfrentarme en un choque de espadas. – ¿Cuanta convicción tienes por lo que anhelas?, muchacho. – Le llegaba casi a susurrar aquellas palabras, abriendo completamente mis parpado y manteniendo entonces aquella expresión vacia que se volvia muy psicopata con esa mirada.
Aprete con fuerzas la empuñadura de mi katana, teniendola a mi lado, mientras mi mano libre se posaba por debajo de mi nariz, dejando escasamente visible mis ojos. Tras la ventisca mi capucha se bajo, revelando sin mas preambulo mi rostro, igualmente se podia ver que estaba entre una gran gabardina o especie de capa roja con mangas y capucha lo que caracterizaba mi apariencia, con unos simples pantalones azules de tirantes y una botas algo desgastadas. Ya habiendo pospuesto algunos minutos el duelo, ahora seria reanudado. Con facilidad avance hacia el peliblanco, comenzando una seria de cortes dirigidos hacia su pecho mas que todo; ya sea de arriba a abajo, viceversa, izquierda a derecha y viceversa. ¡Una rafaga de ataques para llevar al limite al otro! Aplicando una gran fuerza, intentando hacerle retroceder poco a poco para entonces podria acorrarle. Aunque los espectantes de aquella contienda, se negaban a despejar el lugar.
– ¡Vamos piensalo! ¡Monstruos, peleas, dinero, sueños... Todo lo que anhelas! Todo te ayudare a conseguirlo si me prestas tu convicción en nuestro viaje. – Palabras locas, interesadas y muy desesperadas. Un gran viaje, con un gran recorrido en el que todos los peligros del mundo estaran contra nuestra.
La voz llorosa y chillona del otro, el cual suponía era mujer o un tipo muy desviado ¡Era la cual me llamaba la atención! Pues su forma de ver todo me molestaba, voltee mi rostro para ver a los dos a mi espalda. Entonces lo que le respondio Harlock fue suficiente para tranquilizarme, pues ya había escuchado aquella frase en un momento muy oportuno. El capitán harlock, cuyo tempano inquebrantable estaba volviendo poco a poco… Y si me descuidaba fallaría en mi cometido. – ¡Ja ja ja! – Exclamaba aquella risa tan descarada y llamativa, mostrando una expresión carente de emoción. Tanto descaro había mostrado, como si me negase a todo lo que decía el risueño desconocido, tan fijo a los ciclos, tan cerrado de mente.
Joven… Esta vida es un mundo lleno de sirenas, que si nos descuidamos serán pirañas. Tengo el deseo más egoísta de todos. Y te invito a acompañarme en una aventura que te embarcara por todo los mares. – Sonando mis palabras tan decididas y emocionadas, dejando ese gran hueco suspensivo respecto a lo que queria realmente. Pues de aqui hasta donde yace el tesoro más grande, seria un camino largo y dificil en el cual solo los fuertes sobreviviran, mientras que los debiles serviran de peldaño para nuestro ascenso. Señale con mi mano libre en dirección hacia Harlock y el otro individuo – ¡Harlock! Recuerda, puedes hacerlo. ¡Ya qué solo aquellos que tengan la voluntad para vivir en este mundo egoista, seran los que nos acompañaran! – Alce mi voz para que todos nuestro rededor escuchasen, justo en el momento perfecto cuando el viento soplaba con fuerza. La escena que se acababa de armar era de admirar, ondeandose nuestros ropajes con ferocidad y en eso se ondeaba mi gran prenda rojiza.
Concentrandome ahora en el peliblanco, mismo que ya estaba preparado para enfrentarme en un choque de espadas. – ¿Cuanta convicción tienes por lo que anhelas?, muchacho. – Le llegaba casi a susurrar aquellas palabras, abriendo completamente mis parpado y manteniendo entonces aquella expresión vacia que se volvia muy psicopata con esa mirada.
Aprete con fuerzas la empuñadura de mi katana, teniendola a mi lado, mientras mi mano libre se posaba por debajo de mi nariz, dejando escasamente visible mis ojos. Tras la ventisca mi capucha se bajo, revelando sin mas preambulo mi rostro, igualmente se podia ver que estaba entre una gran gabardina o especie de capa roja con mangas y capucha lo que caracterizaba mi apariencia, con unos simples pantalones azules de tirantes y una botas algo desgastadas. Ya habiendo pospuesto algunos minutos el duelo, ahora seria reanudado. Con facilidad avance hacia el peliblanco, comenzando una seria de cortes dirigidos hacia su pecho mas que todo; ya sea de arriba a abajo, viceversa, izquierda a derecha y viceversa. ¡Una rafaga de ataques para llevar al limite al otro! Aplicando una gran fuerza, intentando hacerle retroceder poco a poco para entonces podria acorrarle. Aunque los espectantes de aquella contienda, se negaban a despejar el lugar.
– ¡Vamos piensalo! ¡Monstruos, peleas, dinero, sueños... Todo lo que anhelas! Todo te ayudare a conseguirlo si me prestas tu convicción en nuestro viaje. – Palabras locas, interesadas y muy desesperadas. Un gran viaje, con un gran recorrido en el que todos los peligros del mundo estaran contra nuestra.
¡¿Viviras o seras un estorbo?!
Haine Van Gogh.
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kakashi Usui Vie Jun 17, 2016 10:24 pm
¡De verdad que estoy en un mundo de locos sin remedio! Pensar que de un lado tengo al idiota con el que me enfrentaba, y por el otro a la tipa o tipo con un raro problema de género y al sujeto que le hace compañía. En verdad cada vez que ese tipo habla me molesta el ver como toma el mundo. Claro, tiene razón en que todo lo que viene en camino para mí, es algo a lo que no puedo enfrentar sin correr muchos riesgos y que posiblemente muera antes de ver mi sueño hecho realidad – Presta un poco mas de atención a la batalla. – Le dije en voz baja. Esta más que claro que haré cualquier cosa para lograr mi sueño, no me importa el morir en el camino.
Negué con la cara al ver como este se encargaba de darle consejos a su compañero. Nos encontramos en una batalla que al menos para mí es seria, y él se pone a pensar más en los otros que en mi, que soy el que tiene una gran oportunidad de salir lastimado en esa batalla, aunque el otro no es que este muy diferente, no pienso retirarme. Mire con firmeza al ver como ese sujeto se quita la capucha, mostrando de esta forma el resto de su cara. No es que me impresione mucho su mirada, aunque en realidad espero que eso signifique que el hombre se pondrá serio y dejara de hablar de cosas sin sentido. – No es tan difícil el pensar en mi convicción, haré lo que sea por cruzar los mares del mundo, así que deja de hablar. – Estar molesto es poco, simplemente siento que todo lo que pasa es una pérdida de tiempo y que nada me ayudara a terminar con esto, más que una batalla con todo lo que tengo de mi lado.
El ver como se preparaba para continuar la pelea fue algo que me puso totalmente alerta. Sujete fuertemente la Katana con mis dos manos, presionando con todas mis fuerzas para prepararme. Luego de eso empezaría mi defensa contra todos esos ataques consecutivos. El hacerlo no es del todo difícil, aunque si peligroso, por unos momentos podía ver como algunos ataques pasaban realmente cerca de mí, generándome ciertos problemas. Aunque podía mantener la cara a ese tipo, tratando de retroceder lo menos posible… -¡No pienso morir aquí, así que mejor dime qué quieres realmente! ¿Probarme? ¿Ver si soy digno de algo para lo que no he optado? – Dije en voz alta demostrando que no le tengo miedo en lo más mínimo a ese sujeto.
-Aunque claro, creo que no retrocederé a esta batalla, ya me empieza a parecer divertido. – Le dije sin dudar en ningún momento, con una pequeña sonrisa en la cara. – ¡Veamos si puedes realmente eres digno de mi convicción! – Fueron las palabras que cerraron todo, mientras que me preocupaba por detener los ataques de mi rival esperando una apertura de este.
Negué con la cara al ver como este se encargaba de darle consejos a su compañero. Nos encontramos en una batalla que al menos para mí es seria, y él se pone a pensar más en los otros que en mi, que soy el que tiene una gran oportunidad de salir lastimado en esa batalla, aunque el otro no es que este muy diferente, no pienso retirarme. Mire con firmeza al ver como ese sujeto se quita la capucha, mostrando de esta forma el resto de su cara. No es que me impresione mucho su mirada, aunque en realidad espero que eso signifique que el hombre se pondrá serio y dejara de hablar de cosas sin sentido. – No es tan difícil el pensar en mi convicción, haré lo que sea por cruzar los mares del mundo, así que deja de hablar. – Estar molesto es poco, simplemente siento que todo lo que pasa es una pérdida de tiempo y que nada me ayudara a terminar con esto, más que una batalla con todo lo que tengo de mi lado.
El ver como se preparaba para continuar la pelea fue algo que me puso totalmente alerta. Sujete fuertemente la Katana con mis dos manos, presionando con todas mis fuerzas para prepararme. Luego de eso empezaría mi defensa contra todos esos ataques consecutivos. El hacerlo no es del todo difícil, aunque si peligroso, por unos momentos podía ver como algunos ataques pasaban realmente cerca de mí, generándome ciertos problemas. Aunque podía mantener la cara a ese tipo, tratando de retroceder lo menos posible… -¡No pienso morir aquí, así que mejor dime qué quieres realmente! ¿Probarme? ¿Ver si soy digno de algo para lo que no he optado? – Dije en voz alta demostrando que no le tengo miedo en lo más mínimo a ese sujeto.
-Aunque claro, creo que no retrocederé a esta batalla, ya me empieza a parecer divertido. – Le dije sin dudar en ningún momento, con una pequeña sonrisa en la cara. – ¡Veamos si puedes realmente eres digno de mi convicción! – Fueron las palabras que cerraron todo, mientras que me preocupaba por detener los ataques de mi rival esperando una apertura de este.
Kakashi Usui
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» ¿Amigos o Enemigos? [ Kakashi + Libre ]
» Seattle Grace Hospital | Confirmación Normal
» Love live! Next Gen -Afiliación Elite-
» Love live! Next Gen -Confirmación Elite y cambio de boton-
» Seattle Grace Hospital | Confirmación Normal
» Love live! Next Gen -Afiliación Elite-
» Love live! Next Gen -Confirmación Elite y cambio de boton-
Página 1 de 2.
|
|