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Creado por Ange Jue Jun 23, 2016 8:19 pm
El atardecer estaba comenzando a hacer un perezoso acto de presencia a la distancia, tal vez quedarían una o dos horas de luz de día en el momento que Angelene y sus compañeros regresaban a "Wing" para dejar el "botín" reunido y comenzar con la planificación del próximo asalto de Wild dragons, la idea era realizar un golpe en Reino Lvneel antes de partir a la ciudad blanca para conseguir aquel metal que tanto había llamado la atención de Zett.
-Frisk, tu pórtate bien y encárgate del barco, Ord voy a estar en la sala de navegación, te encargo reunir uno o dos tripulantes más y que preparen algunas carretas o algo así para que nos llevemos el próximo botín y los espero en la sala de navegación para comenzar a preparar el plan dentro de una hora, si haces las cosas rápido ve y tomate un descanso, tampoco te presiones, agarra a los dos primeros soquetes que veas en el barcos y mándalos a trabajar por ti jajajaj.- Después de aquel feliz comentario la capitana fue a encerrarse al cuarto de navegación, para hacer un mapa del camino recorrido y la zona que habían explorado hasta el momento.
Aquella habitación era grande y espaciosa, tenía una ventana bien reforzada que dejaba entrar la luz pero que no sedería ante ninguna tormenta, había una gran mesa, mapas y decenas de herramientas diferentes para el oficio del navegante, también había algunos barcos de juguete tirados por allí, un den den mushi fijo conectado a un shiro den den mushi para mantener seguras las comunicaciones desde la nave, justo debajo de la ventana estaba una cama matrimonial desarmada, la cama de la capitana que tenía arriba tanto la Odachi de la capitana como a Gaea en aquellos momentos.
Tras quince minutos ya tenía un bosquejo genera del mata que mostraba los lugares que habían recorrido y los posibles blancos, no era el mejor mapa de todos pero sin lugar a dudas sería suficiente referente para armar un plan de robo y escape, así que la pirata podría seguir jugando y haciendo otras cosas en la hora que le quedaba, decidió utilizar el Kuro den den mushi para intentar interferir algunas comunicaciones con la esperanza de escuchar algo interesante, si bien no interferiría los comunicados de la base de la marina tal vez escucharía algo interesante de lo que estaban hablando entre ellos algunos marines y podría generar un mapeo general de las guardas que se darían durante aquella noche.
En medio de las llamadas que pudo escuchar mientras esperaba la llegada de sus tripulantes la fémina llego a captar información y rumores de un grupo de piratas que estaban deambulando entre Spider Miles y Flavance que atacaban los barcos comerciante y al parecer ya debían de estar acumulando una buena cantidad de dinero ya que un grupo de cazadores estaban hablando de dirigirse al Loguetown para reunirse en un mes e ir a cazarlos, aquello generaba en la pelinegra la idea de adelantarse a esos cazadores y llevarse el dinero de aquellos débiles piratas para hacer crecer en poder a Wild Dragons, si, sin lugar a dudas era una idea asombrosa, así que comenzó a anotar todo lo que podía sobre ellos en lo que llegaban sus subordinados.
-Frisk, tu pórtate bien y encárgate del barco, Ord voy a estar en la sala de navegación, te encargo reunir uno o dos tripulantes más y que preparen algunas carretas o algo así para que nos llevemos el próximo botín y los espero en la sala de navegación para comenzar a preparar el plan dentro de una hora, si haces las cosas rápido ve y tomate un descanso, tampoco te presiones, agarra a los dos primeros soquetes que veas en el barcos y mándalos a trabajar por ti jajajaj.- Después de aquel feliz comentario la capitana fue a encerrarse al cuarto de navegación, para hacer un mapa del camino recorrido y la zona que habían explorado hasta el momento.
Aquella habitación era grande y espaciosa, tenía una ventana bien reforzada que dejaba entrar la luz pero que no sedería ante ninguna tormenta, había una gran mesa, mapas y decenas de herramientas diferentes para el oficio del navegante, también había algunos barcos de juguete tirados por allí, un den den mushi fijo conectado a un shiro den den mushi para mantener seguras las comunicaciones desde la nave, justo debajo de la ventana estaba una cama matrimonial desarmada, la cama de la capitana que tenía arriba tanto la Odachi de la capitana como a Gaea en aquellos momentos.
Tras quince minutos ya tenía un bosquejo genera del mata que mostraba los lugares que habían recorrido y los posibles blancos, no era el mejor mapa de todos pero sin lugar a dudas sería suficiente referente para armar un plan de robo y escape, así que la pirata podría seguir jugando y haciendo otras cosas en la hora que le quedaba, decidió utilizar el Kuro den den mushi para intentar interferir algunas comunicaciones con la esperanza de escuchar algo interesante, si bien no interferiría los comunicados de la base de la marina tal vez escucharía algo interesante de lo que estaban hablando entre ellos algunos marines y podría generar un mapeo general de las guardas que se darían durante aquella noche.
En medio de las llamadas que pudo escuchar mientras esperaba la llegada de sus tripulantes la fémina llego a captar información y rumores de un grupo de piratas que estaban deambulando entre Spider Miles y Flavance que atacaban los barcos comerciante y al parecer ya debían de estar acumulando una buena cantidad de dinero ya que un grupo de cazadores estaban hablando de dirigirse al Loguetown para reunirse en un mes e ir a cazarlos, aquello generaba en la pelinegra la idea de adelantarse a esos cazadores y llevarse el dinero de aquellos débiles piratas para hacer crecer en poder a Wild Dragons, si, sin lugar a dudas era una idea asombrosa, así que comenzó a anotar todo lo que podía sobre ellos en lo que llegaban sus subordinados.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ord "The Dead" Jue Jun 23, 2016 11:13 pm
Habíamos regresado al barco con el fin de dejar nuestro pequeño botín de carteras y de paso yo dejar mi pesada mochila, cargada de libros, medicinas y más de un buen recuerdo. Hasta el momento en el Reino de Lvneel estaba yendo todo mucho mejor que el caos de Goa, de momento todo iba bien y pisábamos la cubierta del querido Wing. Vería que querría hacer ahora la divertida y excéntrica capitana cuyo humor pintaba particularmente bien y era cuanto menos pegajoso para alguien tan empatico como yo.
Angeline Di Drago se me dirigió asignandome una nueva tarea mientras tanto Frisk como Zett iban a seguir en el barco. Por algún motivo sentí que la espadachín tenía cierta confianza en mí, más de la que yo mismo me tenía, probablemente yo no era consciente de lo importante que podía ser y menos a futuro -Me parece bien capitana, voy a conseguir un par de grumetes y un buen medio de transporte y si no le molesta voy a disfrutar de esa hora como un civil cualquiera kukuku- le respondía con cierta seguridad porque justo cuando me comentó su idea ya había pensado la solución a todo. Ya había estado en ese lugar y mi cabeza enlazó todo lo necesario.
La idea era que montase un método de escape para él futuro gran robo y de paso conseguir dos nuevos piratas, se que la capitana estaba tranquila con cualquier tipo pero yo no era tan confiado, no iba buscar a cualquiera, no le iba a confiar mi espalda a cualquiera. Para alguien tan negativo la selección para un compañero era bastante intrincada y tenía solo una hora para encontrar los dos elementos.
Al menos siempre había sido un tipo que confiaba en mi mente, era prácticamente mi único don que me había llevado a donde estaba, para bien o para mal. Le dejaba a Ange y a Zett ser los fuertes de la tripulación yo me conformaba con prever las cosas que podían pasar aunque fuese a acabar bajo un estado anímico adulterado. La inteligencia era ese fuerte pero todas menos la emocional, ahí era el ser más frágil y susceptible.
Fui al cuarto al que le tenía cierto aprecio y deje todo, había un sin fin de armas, ropajes y cosméticos del segundo asalto que habíamos cometido, la mayoría de cosas estaban bajo mi cama pero tenía la idea perfecta. Tome partes de las cosas robadas en el asalto más divertido que había realizado, el de las señoras del salón de belleza, ropa y joyas, me disfrace por completo, incluso con una peluca morada y un gorro. Todo el plan pintaría bien con dichos ropajes y con un par de trucos que iba llevar bajo la manga, además de mis guanteletes y katana.
Al salir antes de ir a cumplir el plan fui a la sala de navegación para decirle a la cyborg -Una hora a partir de ahora, todo va a salir de perlas kukuku- le decía cerrandole un ojo porque sabía que se iba a reír, me había visto en el espejo y ciertamente era bastante chistoso, cuando se sabe que se es feo solo queda ser gracioso o eso es lo que había aprendido en mi época de estudios, y eso nunca esta de más.
Angeline Di Drago se me dirigió asignandome una nueva tarea mientras tanto Frisk como Zett iban a seguir en el barco. Por algún motivo sentí que la espadachín tenía cierta confianza en mí, más de la que yo mismo me tenía, probablemente yo no era consciente de lo importante que podía ser y menos a futuro -Me parece bien capitana, voy a conseguir un par de grumetes y un buen medio de transporte y si no le molesta voy a disfrutar de esa hora como un civil cualquiera kukuku- le respondía con cierta seguridad porque justo cuando me comentó su idea ya había pensado la solución a todo. Ya había estado en ese lugar y mi cabeza enlazó todo lo necesario.
La idea era que montase un método de escape para él futuro gran robo y de paso conseguir dos nuevos piratas, se que la capitana estaba tranquila con cualquier tipo pero yo no era tan confiado, no iba buscar a cualquiera, no le iba a confiar mi espalda a cualquiera. Para alguien tan negativo la selección para un compañero era bastante intrincada y tenía solo una hora para encontrar los dos elementos.
Al menos siempre había sido un tipo que confiaba en mi mente, era prácticamente mi único don que me había llevado a donde estaba, para bien o para mal. Le dejaba a Ange y a Zett ser los fuertes de la tripulación yo me conformaba con prever las cosas que podían pasar aunque fuese a acabar bajo un estado anímico adulterado. La inteligencia era ese fuerte pero todas menos la emocional, ahí era el ser más frágil y susceptible.
Fui al cuarto al que le tenía cierto aprecio y deje todo, había un sin fin de armas, ropajes y cosméticos del segundo asalto que habíamos cometido, la mayoría de cosas estaban bajo mi cama pero tenía la idea perfecta. Tome partes de las cosas robadas en el asalto más divertido que había realizado, el de las señoras del salón de belleza, ropa y joyas, me disfrace por completo, incluso con una peluca morada y un gorro. Todo el plan pintaría bien con dichos ropajes y con un par de trucos que iba llevar bajo la manga, además de mis guanteletes y katana.
Al salir antes de ir a cumplir el plan fui a la sala de navegación para decirle a la cyborg -Una hora a partir de ahora, todo va a salir de perlas kukuku- le decía cerrandole un ojo porque sabía que se iba a reír, me había visto en el espejo y ciertamente era bastante chistoso, cuando se sabe que se es feo solo queda ser gracioso o eso es lo que había aprendido en mi época de estudios, y eso nunca esta de más.
- Nueva vestimenta para la ocasión:
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Rida Sarwick Vie Jun 24, 2016 4:25 pm
— A ver, a ver, a ver... —pensativo, revisaba el estado de mis diferentes utensilios de cocina— Esto podría estar mucho mejor, pero bueno... ¿Qué le gustará más a la capitana? Me pregunto si los cyborgs son muy escrupulosos con sus alimentos —era la primera vez que cocinaría para uno, había que tomar en cuenta las posibilidades.
¡Claro que nada de eso era lo suficientemente importante para que un platillo del gran Rida Sarwick, nuevo cocinero de a bordo de los Wild Dragons, fallara en deleitar a cualquier comensal! La capitana y los demás debían estar por volver, así que me empleé a fondo, con una sonrisa amplia y despreocupada en el rostro, en preparar unos bocadillos. Seguro habrían hecho de las suyas en la isla, estarían con ganas de una probada de mi estelar cocina.
Enseguida fileteé un gran trozo de carne en rodajas cuasi transparentes; el cuchillo lanzó destellos filosos. Era el mío propio, me lo había traído conmigo al barco y era de primera, el más ejemplar de los utensilios de las cocinas del Wing. En cinco minutos ya estaban cocinándose a fuego medio mientras iba adornando un plato con vegetales frescos, perfumado todo en aceite de palma. Al finalizar, el platillo lucía refinado y apetitoso. Lo tomé y me deslicé fuera de la cocina, tarareando una canción.
El Wing, un barco muy bonito con un mascarón de dragón. Mientras más lo pensaba, no podía haber quedado en un lugar más acorde. Cuando pensaba en cómo me había unido tan de sopetón a la tripulación de la capitana Angelene, me preguntaba si no habría sido muy impulsivo... y se me quitaba a los cinco segundos, distraído por cualquier tontada.
— Aparta, bastardo, a esta hora solo hay bocadillos para la capitana. Espera a la noche para cenar —mientras llevaba la bandeja con la mano derecha, empujé a un tripulante que venía mirando con cara de sublime deseo el platillo.
La sala de navegación era donde la capitana se debía encontrar, planeando nuestro gran movimiento. Hasta se me había olvidado prácticamente, mi única intención era llegar a ofrecerle aquello y luego irme a tomar una botella de sake y fumar unos cigarrillos en cubierta. Cuando llegué a la habitación en cuestión, empujé la puerta con la pierna y entré sin mucho rollo.
— ¡Bocadillo especial para la capitana! —en el cuarto estaban dos personas; al principio no presté atención al otro hasta que me di cuenta de que era Ord, el médico, un brazos largos jodidamente feo y... ¿qué era eso que llevaba puesto?— ¡Eh, doctor! Esa ropa es genial, debes prestármela alguna vez. Sólo por ir vestido tan genial te dejaré picar de la bandeja, pero no te pases —yo mismo iba vestido con mi chaqueta y pantalón rojos de siempre, sobre los cuales tenía puesto un delantal blanco que siempre usaba a la hora de hacer de chef. Mientras reía mirando a Ord, avancé hacia Angelene ofreciéndole la comida, que expedía un aroma muy intenso— ¿Cómo van los preparativos? ¿Tenemos que matar a alguien o no hace falta? —no pasaba nada por preguntar; todo el mundo solía decirme que era muy extremista con las cosas y que mi "brujula moral" no servía, ¡bah! patrañas.
¡Claro que nada de eso era lo suficientemente importante para que un platillo del gran Rida Sarwick, nuevo cocinero de a bordo de los Wild Dragons, fallara en deleitar a cualquier comensal! La capitana y los demás debían estar por volver, así que me empleé a fondo, con una sonrisa amplia y despreocupada en el rostro, en preparar unos bocadillos. Seguro habrían hecho de las suyas en la isla, estarían con ganas de una probada de mi estelar cocina.
Enseguida fileteé un gran trozo de carne en rodajas cuasi transparentes; el cuchillo lanzó destellos filosos. Era el mío propio, me lo había traído conmigo al barco y era de primera, el más ejemplar de los utensilios de las cocinas del Wing. En cinco minutos ya estaban cocinándose a fuego medio mientras iba adornando un plato con vegetales frescos, perfumado todo en aceite de palma. Al finalizar, el platillo lucía refinado y apetitoso. Lo tomé y me deslicé fuera de la cocina, tarareando una canción.
El Wing, un barco muy bonito con un mascarón de dragón. Mientras más lo pensaba, no podía haber quedado en un lugar más acorde. Cuando pensaba en cómo me había unido tan de sopetón a la tripulación de la capitana Angelene, me preguntaba si no habría sido muy impulsivo... y se me quitaba a los cinco segundos, distraído por cualquier tontada.
— Aparta, bastardo, a esta hora solo hay bocadillos para la capitana. Espera a la noche para cenar —mientras llevaba la bandeja con la mano derecha, empujé a un tripulante que venía mirando con cara de sublime deseo el platillo.
La sala de navegación era donde la capitana se debía encontrar, planeando nuestro gran movimiento. Hasta se me había olvidado prácticamente, mi única intención era llegar a ofrecerle aquello y luego irme a tomar una botella de sake y fumar unos cigarrillos en cubierta. Cuando llegué a la habitación en cuestión, empujé la puerta con la pierna y entré sin mucho rollo.
— ¡Bocadillo especial para la capitana! —en el cuarto estaban dos personas; al principio no presté atención al otro hasta que me di cuenta de que era Ord, el médico, un brazos largos jodidamente feo y... ¿qué era eso que llevaba puesto?— ¡Eh, doctor! Esa ropa es genial, debes prestármela alguna vez. Sólo por ir vestido tan genial te dejaré picar de la bandeja, pero no te pases —yo mismo iba vestido con mi chaqueta y pantalón rojos de siempre, sobre los cuales tenía puesto un delantal blanco que siempre usaba a la hora de hacer de chef. Mientras reía mirando a Ord, avancé hacia Angelene ofreciéndole la comida, que expedía un aroma muy intenso— ¿Cómo van los preparativos? ¿Tenemos que matar a alguien o no hace falta? —no pasaba nada por preguntar; todo el mundo solía decirme que era muy extremista con las cosas y que mi "brujula moral" no servía, ¡bah! patrañas.
- Así va vestido Sarwick::
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Frisk Dom Jun 26, 2016 1:21 pm
Me encontraba en la cubierta del barco "Wing", me apoyaba sobre los barandales de madera, apreciando como el anochecer causaría que las luces de las casas, locales, tabernas y demás estructuras que estaban en el reino comenzaran a encenderse. Se había dado el robo de carteras sin ningún problema y estaba muy complacida por obedecer satisfactoriamente las órdenes de mi imponente Capitán.
Tenía hambre, me rugía un poco el estómago y debía permanecer en el barco por órdenes expresas de Angelene. ¿Qué estaría preparando Rida? Iba a averiguarlo después, y sin más me separé del sitio donde estaba apoyada y caminé hacia la puerta que me permitiría el acceso al área interna de nuestra carabela, claro está, que tuve que descender las escaleras hasta llegar a los pasillos. Aprecié a Ord con cierto vestuario que me llamó la atención, tuve que llevar mi mano derecha hacia mi boca para resistir esos impulsos de expresar una carcajada. Volteé , dándole la espalda y poco a poco se me fueron las ganas de reaccionar por ello. ~ Señor Ord, esa apariencia te va exquisitamente bien ~ No le podía ver, así que simplemente caminé de lado a lado, dándole la espalda hasta que aprecié a Rida, tuve que detenerlo con un par de palabras ~ Rida-san, ¿hay algo más que comer? ~ Le pregunté, muy apenada y acompañé luego a Ord quien iría a la sala de navegación de la propia Líder Dragón. Dentro de esa habitación, permanecí alejada de ellos dos, quienes platicaban e intercambiaban palabras. Lo más cumbre de todo es que el cocinero incluso había llegado, se sentía bastante inspirado y motivado, ofreciéndole esos platillos exquisitos a Ange.
Tenía hambre, me rugía un poco el estómago y debía permanecer en el barco por órdenes expresas de Angelene. ¿Qué estaría preparando Rida? Iba a averiguarlo después, y sin más me separé del sitio donde estaba apoyada y caminé hacia la puerta que me permitiría el acceso al área interna de nuestra carabela, claro está, que tuve que descender las escaleras hasta llegar a los pasillos. Aprecié a Ord con cierto vestuario que me llamó la atención, tuve que llevar mi mano derecha hacia mi boca para resistir esos impulsos de expresar una carcajada. Volteé , dándole la espalda y poco a poco se me fueron las ganas de reaccionar por ello. ~ Señor Ord, esa apariencia te va exquisitamente bien ~ No le podía ver, así que simplemente caminé de lado a lado, dándole la espalda hasta que aprecié a Rida, tuve que detenerlo con un par de palabras ~ Rida-san, ¿hay algo más que comer? ~ Le pregunté, muy apenada y acompañé luego a Ord quien iría a la sala de navegación de la propia Líder Dragón. Dentro de esa habitación, permanecí alejada de ellos dos, quienes platicaban e intercambiaban palabras. Lo más cumbre de todo es que el cocinero incluso había llegado, se sentía bastante inspirado y motivado, ofreciéndole esos platillos exquisitos a Ange.
Frisk
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Zett Dom Jun 26, 2016 3:36 pm
Zett por fin se encontraba libre de prisión y se habría reunido con su vieja tripulación, lo que agrado mucho al mink ya que incluso pudo ver caras nuevas en la misma, el echo de ver que incluso Ord fue liberado solo hizo redondo el día que todos por fin se reunieron, pero he aquí el problema, Zett estaba agotado, en prisión el mink fue puesto bajo la custodia de un particularmente cruel carcelero y su séquito de guardas, los cuales apenas le habían dejado dormir una par de horas a la semana, esto debido a la constante tortura contra el sueño al que el hombre oso polar fue expuesto.
Día tras día los carceleros se divirtieron explotando las debilidades naturales de los minks al calor y los sonidos/olores fuertes aprovechando los agudos sentidos de Zett, lo que impidió al mink pegar ojo mas de una noche seguida, solo conseguía dormir cuando se desmayaba por el cansancio acumulado e incluso este sueño no duraba mucho, ya que le administraban drogas acelerantes junto a impulsos eléctricos de forma que le fuera imposible dormir, en un momento dado lo alimentaron durante 3 días con no mas que semillas de café.
todo este proceso dejaba a Zett en un estado de casi zombicismo y las pocas veces que lo dejaban salir de su celda/sala de tortura estaba tan agotado que a penas podía mantener el mismo paso que los demás reos de su bloque, en uno de estos fugaces paseos por la prisión le pareció ver a Ord, pero el agotamiento le impidió siquiera mirarlo directamente, esa noche los guardias tampoco le dejaron dormir.
la ultima noche que Zett estaría en prisión antes de salir, los guardias dejaron entrar a su celda a un medico de la marina, este se presento como el causante de todo el dolor del mink y le explico que había formado parte de un experimento de privación del sueño a todas las especies inteligentes conocidas y que habían sido afortunado al encontrar un sujeto tan maravilloso como un mink oso polar. También aclaro que le entristecía la idea de dejar libre al mink pero que ordenes era ordenes y que al menos por ser tan buen sujeto de pruebas y no morir como muchos otros le daría un regalo, acto seguido el medico inyecto un suero directamente en el cuello del mink, el cual causo un dolor agudo en el cerebro de este para pocos segundos después empezar a despejar su mente.
-¿Como te sientes?- pregunto el medico.
-¿que me has echo? ¿por que no siento cansancio?-
-te he dado el mayor reconstituyente que se ha desarrollado nunca, capaz de devolverle a una persona con privación del sueño la lucidez absoluta, aun que lamentablemente no dudara mas de unas horas, consideralo un privilegio, quizás sobrevivas cuando por fin logres dormir algo INÑIGOGOGO-
Mientras el medico abandonaba la celda entre risas el mink fue liberado de sus ataduras y puesto en libertad junto a otros presos, entre ellos se encontraba Ord, fue así como juntos volvieron al barco con su capitana, aun que en ese momento Zett empezaba a sentir la falta de efecto del suero, por lo que se disculpo con su capitana y se fue a dormir, el no esperaba estar tanto tiempo dormido, fue casi como una invernacion para el, cuando despertó subió a cubierta y pudo ver mucho movimiento.
-¿que estará pasando? ¿que día es hoy?- Zett se encontraba confuso, incluso dudo de seguir en el barco correcto, pero tras preguntar a un tripulante random este le indico donde se encontraba la capitana y los demás, fue hacia la estancia de la capitana en ese instante, entro y se encontró con ella, junto a Ord y algunas caras mas que no tenia muy bien identificadas -Hola, siento el retraso Ange,¿de que estaban hablando?- Zett camino por la estancia como pudo ya que el mink era bastante corpulento y se sentó a un lado de la mesa como si de un indio se tratara, aun así su cabeza quedaba un poco por encima de la de los demás, en esa forma una persona se podría sentar en su regazo y todo y seria como un sillón blanco y peludo.
Día tras día los carceleros se divirtieron explotando las debilidades naturales de los minks al calor y los sonidos/olores fuertes aprovechando los agudos sentidos de Zett, lo que impidió al mink pegar ojo mas de una noche seguida, solo conseguía dormir cuando se desmayaba por el cansancio acumulado e incluso este sueño no duraba mucho, ya que le administraban drogas acelerantes junto a impulsos eléctricos de forma que le fuera imposible dormir, en un momento dado lo alimentaron durante 3 días con no mas que semillas de café.
todo este proceso dejaba a Zett en un estado de casi zombicismo y las pocas veces que lo dejaban salir de su celda/sala de tortura estaba tan agotado que a penas podía mantener el mismo paso que los demás reos de su bloque, en uno de estos fugaces paseos por la prisión le pareció ver a Ord, pero el agotamiento le impidió siquiera mirarlo directamente, esa noche los guardias tampoco le dejaron dormir.
la ultima noche que Zett estaría en prisión antes de salir, los guardias dejaron entrar a su celda a un medico de la marina, este se presento como el causante de todo el dolor del mink y le explico que había formado parte de un experimento de privación del sueño a todas las especies inteligentes conocidas y que habían sido afortunado al encontrar un sujeto tan maravilloso como un mink oso polar. También aclaro que le entristecía la idea de dejar libre al mink pero que ordenes era ordenes y que al menos por ser tan buen sujeto de pruebas y no morir como muchos otros le daría un regalo, acto seguido el medico inyecto un suero directamente en el cuello del mink, el cual causo un dolor agudo en el cerebro de este para pocos segundos después empezar a despejar su mente.
-¿Como te sientes?- pregunto el medico.
-¿que me has echo? ¿por que no siento cansancio?-
-te he dado el mayor reconstituyente que se ha desarrollado nunca, capaz de devolverle a una persona con privación del sueño la lucidez absoluta, aun que lamentablemente no dudara mas de unas horas, consideralo un privilegio, quizás sobrevivas cuando por fin logres dormir algo INÑIGOGOGO-
Mientras el medico abandonaba la celda entre risas el mink fue liberado de sus ataduras y puesto en libertad junto a otros presos, entre ellos se encontraba Ord, fue así como juntos volvieron al barco con su capitana, aun que en ese momento Zett empezaba a sentir la falta de efecto del suero, por lo que se disculpo con su capitana y se fue a dormir, el no esperaba estar tanto tiempo dormido, fue casi como una invernacion para el, cuando despertó subió a cubierta y pudo ver mucho movimiento.
-¿que estará pasando? ¿que día es hoy?- Zett se encontraba confuso, incluso dudo de seguir en el barco correcto, pero tras preguntar a un tripulante random este le indico donde se encontraba la capitana y los demás, fue hacia la estancia de la capitana en ese instante, entro y se encontró con ella, junto a Ord y algunas caras mas que no tenia muy bien identificadas -Hola, siento el retraso Ange,¿de que estaban hablando?- Zett camino por la estancia como pudo ya que el mink era bastante corpulento y se sentó a un lado de la mesa como si de un indio se tratara, aun así su cabeza quedaba un poco por encima de la de los demás, en esa forma una persona se podría sentar en su regazo y todo y seria como un sillón blanco y peludo.
- OFF:
- Quiero aclarar que estoy algo perdido con los acontecimientos que ha vivido la banda, por lo que quizas mi rol sea algo incoherente, lo siento.
Zett
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Dom Jun 26, 2016 9:47 pm
La gente llegaba al cuarto de navegación como si fuera alguna clase de desfile o convención, sin embargo aquel grupo que se había reunido uno de los primeros en llegar y el que más había perturbado a la capitán era Ord con aquellas extrañas vestimentas que ostentaba, era algo que Angelene jamás hubiera esperado ni deseado ver, sin embargo ya estaba hecho y ya no era algo que simplemente se pudiera desear olvidar y que por ello desaparecería de su cerebro, sin embargo si el golpe de aquel día salía suficientemente bien podría tomar suficiente alcohol para olvidarlo todo.
Sin importar el la confusión por la que hubiera pasado la pirata pudo recuperarse al sentir el aroma de la comida traída de parte de Rida -Gracias por la comida Rida, es bueno ver que estas aquí también, supongo que es para mí pero puedes comer también si quieres.- dijo mientras que comenzaba a comer un poco hasta la llegada de Zett y Frisk a quienes la capitán también invito a comer de aquel manjar hecho por el cocinero de la tripulación.
En el cuarto de navegación se encontraba un grupo de cinco piratas en aquel momento, suficientes para realizar aquel pequeño asalto con una fugacidad digna de alabanzas seguramente, una vez que estuvieron todos dentro la capitán tomo el mapa que había armado y lo puso en la mesa para que todos pudieran verlo, incluso Zett que estaba cerca de la misma.
-De acuerdo chicos, esta noche haremos el golpe de Lvneel, con nosotros 5 deberíamos de poder dar un golpe relámpago y atacar antes de que la marina llegue a reaccionar, llevaremos algunos grumetes del barco con carretas y nosotros asaltaremos cinco locales de forma simultánea, no logre concluir adecuadamente cual era la ruta de la marina, pero no escuche que mencionaran estas zonas- dijo mientras que señalaba unas áreas bordeadas con gris en el mapa
-Rida tu iras a este punto, es la parte trasera de un restaurante que hoy se encuentra cerrado porque mañana por la mañana parece que esperan hacer un evento o algo, así que asaltaras la y provisiones para llevar al barco.
Zett esto es una bodega, si, de las que nos gustan tanto, con mucho alcohol, entrarás y cargarás lo que puedas junto a un grupo de grumetes, no debería de haber nadie que cause problemas, pero si lo hay simplemente asústalo, por esta vez no traigas extras problemáticos.
Frisk ti te toca una tienda de instrumentos, parece que son de calidad así que el dueño debe de manejar dinero y si no al menos trae varias cosas para después venderlas a otros piratas o intercambiarlos por otros bienes, no deberías de correr ningún riesgo, pero en si hay alguien simplemente encárgate de que se quede callado un par de horas.
Ord este es un boticario, de dos pisos pero por lo que vimos el piso superior es un deposito, intenta entrar allí y robar extraños materiales médicos, con suerte encontrarás algo de valor también, yo voy a ir a esta casa, es una casa bonita y tal vez tengan dinero u objetos de valor así que no debería de representar ninguna amenaza real.- una vez dadas las explicaciones y después de dejar que todos pudieran ver con claridad el mapa y al menos hubieran probado un bocado de aquel fabuloso platillo creado por el chef del barco, se dispuso a salir.
--Gente, manos a la obra, nuestras bodegas y cofres no se llenarán solos... ha casi lo olvido, esto es principalmente para aprovisionarnos de alimentos y bebidas, sacar dinero extra no es lo más importante, ya tengo en vista a una pez muuuuuuuy gordo que nos llenara de dinero después de esto, pero para evitar que los aguafiestas de la marina nos arruinen el día, eviten derramar sangre o hacer explotar cosas ¿Entendido? ya tendremos tiempo de hacernos de renombre en Grand Line mis pequeños dragones.-
Tras aquel último discurso y explicación la fémina comenzó a ordenar a los grumetes del barco que obedecieran a los cuatro individuos a los cuales dotaba de su mismo liderazgo para aquella misión -Es preferible perder algo de dinero y a tener que curar a cualquiera de ustedes, los necesito sanos para la próxima casería, así que no duden en abandonar el botín si ven que corren peligro.- Dijo con severidad antes de emprender el camino a su asalto, la capitán de Wild Dragons normalmente alababa y premiaba el valor, correr riesgos y el escándalo en su operaciones, hasta el más mediocre de los grumetes sabía aquello, sin embargo aquel día estaba extremadamente cautelosa por la idea de aquella presa que les estaba esperando a un par de semanas de viaje.
Sin importar el la confusión por la que hubiera pasado la pirata pudo recuperarse al sentir el aroma de la comida traída de parte de Rida -Gracias por la comida Rida, es bueno ver que estas aquí también, supongo que es para mí pero puedes comer también si quieres.- dijo mientras que comenzaba a comer un poco hasta la llegada de Zett y Frisk a quienes la capitán también invito a comer de aquel manjar hecho por el cocinero de la tripulación.
En el cuarto de navegación se encontraba un grupo de cinco piratas en aquel momento, suficientes para realizar aquel pequeño asalto con una fugacidad digna de alabanzas seguramente, una vez que estuvieron todos dentro la capitán tomo el mapa que había armado y lo puso en la mesa para que todos pudieran verlo, incluso Zett que estaba cerca de la misma.
-De acuerdo chicos, esta noche haremos el golpe de Lvneel, con nosotros 5 deberíamos de poder dar un golpe relámpago y atacar antes de que la marina llegue a reaccionar, llevaremos algunos grumetes del barco con carretas y nosotros asaltaremos cinco locales de forma simultánea, no logre concluir adecuadamente cual era la ruta de la marina, pero no escuche que mencionaran estas zonas- dijo mientras que señalaba unas áreas bordeadas con gris en el mapa
-Rida tu iras a este punto, es la parte trasera de un restaurante que hoy se encuentra cerrado porque mañana por la mañana parece que esperan hacer un evento o algo, así que asaltaras la y provisiones para llevar al barco.
Zett esto es una bodega, si, de las que nos gustan tanto, con mucho alcohol, entrarás y cargarás lo que puedas junto a un grupo de grumetes, no debería de haber nadie que cause problemas, pero si lo hay simplemente asústalo, por esta vez no traigas extras problemáticos.
Frisk ti te toca una tienda de instrumentos, parece que son de calidad así que el dueño debe de manejar dinero y si no al menos trae varias cosas para después venderlas a otros piratas o intercambiarlos por otros bienes, no deberías de correr ningún riesgo, pero en si hay alguien simplemente encárgate de que se quede callado un par de horas.
Ord este es un boticario, de dos pisos pero por lo que vimos el piso superior es un deposito, intenta entrar allí y robar extraños materiales médicos, con suerte encontrarás algo de valor también, yo voy a ir a esta casa, es una casa bonita y tal vez tengan dinero u objetos de valor así que no debería de representar ninguna amenaza real.- una vez dadas las explicaciones y después de dejar que todos pudieran ver con claridad el mapa y al menos hubieran probado un bocado de aquel fabuloso platillo creado por el chef del barco, se dispuso a salir.
--Gente, manos a la obra, nuestras bodegas y cofres no se llenarán solos... ha casi lo olvido, esto es principalmente para aprovisionarnos de alimentos y bebidas, sacar dinero extra no es lo más importante, ya tengo en vista a una pez muuuuuuuy gordo que nos llenara de dinero después de esto, pero para evitar que los aguafiestas de la marina nos arruinen el día, eviten derramar sangre o hacer explotar cosas ¿Entendido? ya tendremos tiempo de hacernos de renombre en Grand Line mis pequeños dragones.-
Tras aquel último discurso y explicación la fémina comenzó a ordenar a los grumetes del barco que obedecieran a los cuatro individuos a los cuales dotaba de su mismo liderazgo para aquella misión -Es preferible perder algo de dinero y a tener que curar a cualquiera de ustedes, los necesito sanos para la próxima casería, así que no duden en abandonar el botín si ven que corren peligro.- Dijo con severidad antes de emprender el camino a su asalto, la capitán de Wild Dragons normalmente alababa y premiaba el valor, correr riesgos y el escándalo en su operaciones, hasta el más mediocre de los grumetes sabía aquello, sin embargo aquel día estaba extremadamente cautelosa por la idea de aquella presa que les estaba esperando a un par de semanas de viaje.
Ange
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Creado por Ord "The Dead" Lun Jun 27, 2016 1:19 pm
Incluso siendo feo ahora estaba feliz y con mi nueva vestimenta de tonalidades violáceas veía alegremente como el cocinero llegaba con muy buen animo a los aposentos de la capitana y lugar donde planearíamos todo la estrategia que nos acompañaría durante ese robo. Estaba un poco emocionado por tratar de hacerlo mejor que en la última ocasión y destacar cada vez más como pirata, cada vez me motivaba un poco más y mi naturaleza de medico me exigía ser cada vez mejor
-Gracias joven Rida, ser un gusto probar tan hermoso platillo- estiraba mi largo brazo hasta la bandeja y tomaba con delicadeza un par de pequeñas porciones.-Sera un gusto prestarte la ropa es bastante como da y fresca, me gusta mucho el sombrero - decía sonriendo y completamente desinhibido de la apariencia para bien o para mal. Luego Frisk tambien me lanzaría un cumplido -Gracias señorita Frisk, no esperaba tanto apoyo por esto pero me gustaba, sin duda no entiendo bien de las modas kukuku- decía mirando a la castaña.
Luego hizo acto de aparición mi buen amigo Zett y preguntaría que día era, me hacía recordaba los días de cócteles completos de diferentes drogas con los que probaba diferentes efectos que había estudiado. Estire mi brazo ya sin la comida que ahora reposaba en mi estomago y le dije -Día 8 de libertad- con una mirada triste y que proyectaba lo que solo nosotros dos habiamos vivido en la maldita Goa, estuve apunto de dejar salir una lagrima.
Mirando fijamente a Ange y cargandome de seriedad le dije -Capitana quería proponer cambiar lo de las carretas, conozco la ciudad y cerca del mercado hay un establo, pensaba ir allí y conseguir unos cuatro equinos, el más grande y fuerte sería para Zett, kukuku- no pude evitar soltar la risa imaginando al oso cabalgando -Conseguiría varias alforjas y sillas así recorreríamos más fácilmente nuestro regreso al Wing- y le acotaba luego -También conozco a esa botica y es de un socio de Romerto, de ser posible creo que prefiero asaltar a los ganaderos, un par en mi época aquí me trataron mal es hora de pagar la deuda del muerto y robarles, se que son una familia pudiente kukuku-decía mientras esperaba que le diese el visto bueno a mi idea -voy a aprovechar esta hora para irme acercando e ir buscando el mejor lugar para esperarlos, nos comunicamos por den den cualquier cosa kukuku- dejaba la habitación mientras caminaba hacía afuera les decía -Y si acaban heridos tampoco es tan malo tengo drogas para todos kukuku solo no imagino precisamente la dosis necesaria para Zett kukuku- me dirigía al pueblo en busca del medio de transporte que Ange me había solicitado y un par de tontos para que me ayudaran con los caballos.
-Gracias joven Rida, ser un gusto probar tan hermoso platillo- estiraba mi largo brazo hasta la bandeja y tomaba con delicadeza un par de pequeñas porciones.-Sera un gusto prestarte la ropa es bastante como da y fresca, me gusta mucho el sombrero - decía sonriendo y completamente desinhibido de la apariencia para bien o para mal. Luego Frisk tambien me lanzaría un cumplido -Gracias señorita Frisk, no esperaba tanto apoyo por esto pero me gustaba, sin duda no entiendo bien de las modas kukuku- decía mirando a la castaña.
Luego hizo acto de aparición mi buen amigo Zett y preguntaría que día era, me hacía recordaba los días de cócteles completos de diferentes drogas con los que probaba diferentes efectos que había estudiado. Estire mi brazo ya sin la comida que ahora reposaba en mi estomago y le dije -Día 8 de libertad- con una mirada triste y que proyectaba lo que solo nosotros dos habiamos vivido en la maldita Goa, estuve apunto de dejar salir una lagrima.
Mirando fijamente a Ange y cargandome de seriedad le dije -Capitana quería proponer cambiar lo de las carretas, conozco la ciudad y cerca del mercado hay un establo, pensaba ir allí y conseguir unos cuatro equinos, el más grande y fuerte sería para Zett, kukuku- no pude evitar soltar la risa imaginando al oso cabalgando -Conseguiría varias alforjas y sillas así recorreríamos más fácilmente nuestro regreso al Wing- y le acotaba luego -También conozco a esa botica y es de un socio de Romerto, de ser posible creo que prefiero asaltar a los ganaderos, un par en mi época aquí me trataron mal es hora de pagar la deuda del muerto y robarles, se que son una familia pudiente kukuku-decía mientras esperaba que le diese el visto bueno a mi idea -voy a aprovechar esta hora para irme acercando e ir buscando el mejor lugar para esperarlos, nos comunicamos por den den cualquier cosa kukuku- dejaba la habitación mientras caminaba hacía afuera les decía -Y si acaban heridos tampoco es tan malo tengo drogas para todos kukuku solo no imagino precisamente la dosis necesaria para Zett kukuku- me dirigía al pueblo en busca del medio de transporte que Ange me había solicitado y un par de tontos para que me ayudaran con los caballos.
Ord "The Dead"
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Creado por Leona Clare Lun Jun 27, 2016 2:23 pm
Habían pasados unas horas desde que Leona había llegado a Lvneel desde un barco mercante, el tener el aspecto de una niña le había ayudado a que los mercaderes de aquel barco la llevaran hasta otra isla sin tener que pagar por nada, después de todo, todo el mundo es tan tonto como para ayudar a una niña en apuros aunque eso les cueste la vida. En el transcurso de esas horas, Leona se las paso dando vueltas por el pueblo, miraba a la gente vivir sus vidas felices, tan felices que le daba asco, soltó un suspiro para calmarse cuando unos niños se pararon frente a ella, preguntándole el porque iba disfrazada de esa forma ¿disfrazada? Esos necios no entendían lo que era estar a la moda y mucho menos lo cara que costaba la ropa que tenia puesta Leona, los aparto de su camino, haciendo caer a varios de ellos y continuo su camino.
Continuo usando su aspecto y engañando a la gente para comer gratis en una de las tiendas, cuando estuvo satisfecha y por azar del destino, acabo sentada en un banco de madera al lado de un establo, movía los pies arriba y abajo como si estuviera en un columpio y apoya la cabeza en una mano de su guante sin mas, pensaba en que podría hacer ahora, desde hacia tiempo no tenia nada emocionante que hacer - Cuando lo tienes todo te aburres de lo que tienes eh...- miro a un lado y a otro para acabar soltando un leve suspiro - Supongo que debo de conseguir mas, estos estúpidos de la isla ni siquiera saben que son míos - extendió la mano y la cerro fuertemente mientras daba un golpe en el banco de madera, que se tambaleo - Ahora solo tengo que esperar, algo vendrá, estoy segura - la extrema confianza que tenia Leona e sus decisiones era su mayor virtud y su mayor defecto aunque desde su nacimiento siempre le salieron bien esas decisiones, simplemente se tuvo que deshacer de todo aquel que fuera una pequeña amenaza para su ambición, su madre, su padre y su padre adoptivo....aquella isla a la que hizo llamar piratas para que la quemaran, si tenia que eliminar a un obstáculo tan grande como lo era el gobierno o un emperador, no cabe duda de que lo acabaría por hacer.
Continuo usando su aspecto y engañando a la gente para comer gratis en una de las tiendas, cuando estuvo satisfecha y por azar del destino, acabo sentada en un banco de madera al lado de un establo, movía los pies arriba y abajo como si estuviera en un columpio y apoya la cabeza en una mano de su guante sin mas, pensaba en que podría hacer ahora, desde hacia tiempo no tenia nada emocionante que hacer - Cuando lo tienes todo te aburres de lo que tienes eh...- miro a un lado y a otro para acabar soltando un leve suspiro - Supongo que debo de conseguir mas, estos estúpidos de la isla ni siquiera saben que son míos - extendió la mano y la cerro fuertemente mientras daba un golpe en el banco de madera, que se tambaleo - Ahora solo tengo que esperar, algo vendrá, estoy segura - la extrema confianza que tenia Leona e sus decisiones era su mayor virtud y su mayor defecto aunque desde su nacimiento siempre le salieron bien esas decisiones, simplemente se tuvo que deshacer de todo aquel que fuera una pequeña amenaza para su ambición, su madre, su padre y su padre adoptivo....aquella isla a la que hizo llamar piratas para que la quemaran, si tenia que eliminar a un obstáculo tan grande como lo era el gobierno o un emperador, no cabe duda de que lo acabaría por hacer.
Leona Clare
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Creado por Rida Sarwick Lun Jun 27, 2016 9:58 pm
— Venga, Frisk-chan, puedes comer todo lo que quieras también —sonreí de oreja a oreja a la muchacha ante su petición algo apenada.
De golpe se había llenado la sala. Claro que el gran mink en forma de oso, Zett, era el gran culpable de que, de pronto, la sala del capitán pareciese tan diminuta. Hasta sentado era más grande que nosotros, y eso que yo era bastante alto para ser un simple humano. La comida había sido inicialmente para la capitana, pero con todos allí reunidos cogiendo a rienda suelta, el pequeño platillo de bocadillos no duraría mucho. No cogí nada para dejar comer a mis nakamas; era un básico principio de chef. Cerré los ojos con paciencia, recostado junto a la puerta del camarote, mientras todos hablaban entre ellos y finalmente Angelene procedía a dar indicaciones.
Escuché atentamente. Aquella sería la primera misión a bordo del Wing desde que me había unido, y esperaba pasarlo bomba. Cuando la capitana llegó a mis órdenes particulares, mi sonrisa se acrecentó.
— Es un trabajo perfecto para mí, puedes confiármelo. Pero antes... ¡quiero proponer una cosa! —dije, abriendo los brazos de par en par muy animado por participar en un atraco de verdad, bien planeado y con objetivos específicos; reuní a Ord y a Frisk, abrazándolos por los hombros, uno a cada lado y me quedé allí como un niño pequeño en Navidad— ¡Hagamos una apuesta! Es bastante sencilla y divertida: ganará el que traiga el objeto más extraño al Wing. Puede ser lo que sea, ¿vale? Solo que sea extraño, extravagante o gracioso. ¡Nuestra capitana será la juez! Además, el ganador se llevará una ración extra de comida mañana ¿Quedamos así entonces? Brutal, qué gran idea que tuvieron, sigan así, gente —palmeé en la espalda a Ord y a Frisk antes de darme la vuelta, una vez Angelene hubo terminado todas sus especificaciones. Mientras salía de la sala, quitándome rápidamente el delantal de cocina, mi voz pudo escucharse plenamente en los pasillos del interior del barco una vez todos me perdieron de vista— ¡El que no traiga objeto raro no tiene derecho a usar a Zett de sillón o a las drogas del doc! —luego de eso, llegué a las cocinas a toda velocidad para dejar el delantal, coger mi aljaba con el sansetsukon dentro, y salir pitando.
Ord se llevaría unos grumetes, pero yo quería ir solo, sin nadie que me frenara. Así era más divertido. Había prestado bastante atención al mapa de la capitana, así que tenía una idea bastante aproximada del restaurante indicado. En condiciones normales, un cocinero jamás debe formar barullo en un antro sagrado de la comida como lo es un restaurante: pero que estuviera cerrado y fuera en la parte trasera era harina de otro costal. Intentaría que fuera una misión perfecta y pudiera hurtar muchas provisiones para ponerme a buscar el objeto raro. Si alguien se tomaba en serio las apuestas, ese era yo, sí señor.
Cuando tuve todo preparado, salté del Wing aterrizando en tierra firme con un gran costal vacío en la mano, donde podría cargar fácilmente con mi fuerza un cargamento de provisiones alimenticias para una semana. Empecé a caminar a buen paso. ¡Los Wild Dragons estaban en camino!
De golpe se había llenado la sala. Claro que el gran mink en forma de oso, Zett, era el gran culpable de que, de pronto, la sala del capitán pareciese tan diminuta. Hasta sentado era más grande que nosotros, y eso que yo era bastante alto para ser un simple humano. La comida había sido inicialmente para la capitana, pero con todos allí reunidos cogiendo a rienda suelta, el pequeño platillo de bocadillos no duraría mucho. No cogí nada para dejar comer a mis nakamas; era un básico principio de chef. Cerré los ojos con paciencia, recostado junto a la puerta del camarote, mientras todos hablaban entre ellos y finalmente Angelene procedía a dar indicaciones.
Escuché atentamente. Aquella sería la primera misión a bordo del Wing desde que me había unido, y esperaba pasarlo bomba. Cuando la capitana llegó a mis órdenes particulares, mi sonrisa se acrecentó.
— Es un trabajo perfecto para mí, puedes confiármelo. Pero antes... ¡quiero proponer una cosa! —dije, abriendo los brazos de par en par muy animado por participar en un atraco de verdad, bien planeado y con objetivos específicos; reuní a Ord y a Frisk, abrazándolos por los hombros, uno a cada lado y me quedé allí como un niño pequeño en Navidad— ¡Hagamos una apuesta! Es bastante sencilla y divertida: ganará el que traiga el objeto más extraño al Wing. Puede ser lo que sea, ¿vale? Solo que sea extraño, extravagante o gracioso. ¡Nuestra capitana será la juez! Además, el ganador se llevará una ración extra de comida mañana ¿Quedamos así entonces? Brutal, qué gran idea que tuvieron, sigan así, gente —palmeé en la espalda a Ord y a Frisk antes de darme la vuelta, una vez Angelene hubo terminado todas sus especificaciones. Mientras salía de la sala, quitándome rápidamente el delantal de cocina, mi voz pudo escucharse plenamente en los pasillos del interior del barco una vez todos me perdieron de vista— ¡El que no traiga objeto raro no tiene derecho a usar a Zett de sillón o a las drogas del doc! —luego de eso, llegué a las cocinas a toda velocidad para dejar el delantal, coger mi aljaba con el sansetsukon dentro, y salir pitando.
Ord se llevaría unos grumetes, pero yo quería ir solo, sin nadie que me frenara. Así era más divertido. Había prestado bastante atención al mapa de la capitana, así que tenía una idea bastante aproximada del restaurante indicado. En condiciones normales, un cocinero jamás debe formar barullo en un antro sagrado de la comida como lo es un restaurante: pero que estuviera cerrado y fuera en la parte trasera era harina de otro costal. Intentaría que fuera una misión perfecta y pudiera hurtar muchas provisiones para ponerme a buscar el objeto raro. Si alguien se tomaba en serio las apuestas, ese era yo, sí señor.
Cuando tuve todo preparado, salté del Wing aterrizando en tierra firme con un gran costal vacío en la mano, donde podría cargar fácilmente con mi fuerza un cargamento de provisiones alimenticias para una semana. Empecé a caminar a buen paso. ¡Los Wild Dragons estaban en camino!
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Frisk Mar Jun 28, 2016 8:54 pm
Qué interesante... muy interesante. El plan constaría de varios asaltos simultáneos por todo el Reino, algo bastante peculiar e inesperado por parte de Angelene. La tienda de música es el objetivo ahora de la muchacha castaña, debía ingeniarselas para obtener un buen botín y complacer los deseos de la Cyborg. Recostada sobre la pared de la habitación y apreciando el suelo, se quedó pensativa, incluso llevaría uno de sus dedos índice a sus labios para demostrar cierta postura de meditación, algo bastante común en Frisk.
La habitación se llenó de ruido, era alto, pero no era insoportable, ya que solo se escuchaban las locuras que Ord y Rida se arrojaban unos a otros. Eso calmaba a la pirata, y de repente escuchó la oferta de la Capitana. Se despegó de la pared y caminó hacia el plato que había traído el cocinero y comió de él hasta quedar bien satisfecha. ~ Muy bueno la verdad, Rida-san. ~ Le sonrió, cerrando los ojos y ruborizando sus bellas mejillas.
Era hora de empezar el plan, dio media vuelta para salir ya de allí y sintió como Rida la atrajo, pasando su brazo por detrás de su espalda y formando un grupo entre Ord, él y la joven Frisk, como si de niñitos se trataran. Escuchó su oferta y no evitó reírse, era algo inesperado pero bastante aceptable, ¿cómo negarse? ~ Jajaja... esta bien, yo acepto. ~ Le guiñó el ojo a sus dos compañeros y retó a Ord con aquel jueguito.
El grupo se disgregó y ella tomó su Shinai, el cual se encontraba en su respectiva funda para chequear que estuviera en buen estado. Le dio la espalda a su Capitana y alzó su tono de voz, reafirmando su postura como pirata que era ~ Bien, Angelene-Sama. Llevaré a cabo mi parte... ~ Abrió la puerta, y caminó a cubierta, subiendo un par de escaleras y sacando su Den Den Mushi para establecer un contacto directo con el propio Ord. ~ Señor Ord, si llegara a necesitar algo, con gusto le llamaré ~ Hizo referencia a aquella sugerencia que él había dicho minutos antes en la habitación. Guardó el dispositivo y emitió un brinco para caer sobre las barandas del propio barco. Señaló a un grupo de grumetes, unos 6 o 7 hombres fornidos, y ellos asintieron, se veían bastante asustados, y esto era debido a que la cara de Frisk se veía justo en ese momento muy pero muy indiferente.
La noche sería el escenario perfecto para ello, Frisk saltó ahora hacia abajo, cayendo sobre el suelo de la propia isla y caminando tranquilamente, colgando el Shinai sobre su hombro derecho.
La habitación se llenó de ruido, era alto, pero no era insoportable, ya que solo se escuchaban las locuras que Ord y Rida se arrojaban unos a otros. Eso calmaba a la pirata, y de repente escuchó la oferta de la Capitana. Se despegó de la pared y caminó hacia el plato que había traído el cocinero y comió de él hasta quedar bien satisfecha. ~ Muy bueno la verdad, Rida-san. ~ Le sonrió, cerrando los ojos y ruborizando sus bellas mejillas.
Era hora de empezar el plan, dio media vuelta para salir ya de allí y sintió como Rida la atrajo, pasando su brazo por detrás de su espalda y formando un grupo entre Ord, él y la joven Frisk, como si de niñitos se trataran. Escuchó su oferta y no evitó reírse, era algo inesperado pero bastante aceptable, ¿cómo negarse? ~ Jajaja... esta bien, yo acepto. ~ Le guiñó el ojo a sus dos compañeros y retó a Ord con aquel jueguito.
El grupo se disgregó y ella tomó su Shinai, el cual se encontraba en su respectiva funda para chequear que estuviera en buen estado. Le dio la espalda a su Capitana y alzó su tono de voz, reafirmando su postura como pirata que era ~ Bien, Angelene-Sama. Llevaré a cabo mi parte... ~ Abrió la puerta, y caminó a cubierta, subiendo un par de escaleras y sacando su Den Den Mushi para establecer un contacto directo con el propio Ord. ~ Señor Ord, si llegara a necesitar algo, con gusto le llamaré ~ Hizo referencia a aquella sugerencia que él había dicho minutos antes en la habitación. Guardó el dispositivo y emitió un brinco para caer sobre las barandas del propio barco. Señaló a un grupo de grumetes, unos 6 o 7 hombres fornidos, y ellos asintieron, se veían bastante asustados, y esto era debido a que la cara de Frisk se veía justo en ese momento muy pero muy indiferente.
La noche sería el escenario perfecto para ello, Frisk saltó ahora hacia abajo, cayendo sobre el suelo de la propia isla y caminando tranquilamente, colgando el Shinai sobre su hombro derecho.
Frisk
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
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