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Creado por Frisk Mar Jul 05, 2016 3:05 pm
Tras el asalto simultáneo que los diferentes miembros de la tripulación habían realizado al Reino de Lvneel, el regreso al barco fue sin problema alguno para cada quién. El botín fue subido con facilidad, se contabilizó y se llevó a cabo una pequeña celebración ya que los miembros se lo merecían.
Varios grumetes sacaron pedazos de carne de la despensa como también verduras, granos y demás, a continuación se le hizo un llamado al cocinero Rida para que se encargara de preparar una asombrosa cena. Frisk estaba en cubierta, terminando de apilar el montón de instrumentos musicales con ayuda de varios subordinados ya que los pianos requerían de 4 brazos para ser cargados con facilidad. Sacudió un poco sus manos y parte de su blusa para darse media vuelta y darse cuenta que varios de sus Nakamas estaban ya preparando sus cuencos y vasos de madera para iniciar el banquete y la bebezón*. Ella formó una pequeña sonrisa y caminó hacia ellos para animarles y decirles que se atrevieran a beber más de lo que podían.
Frisk no le gustaba el alcohol, pero sí adoraba festejar a su manera o más bien, ver a otros haciendo aquello. Finalmente, a la pirata de pelo castaño le llegó a su mente algo bastante particular que venía relacionado con una "apuesta" que había dejado el cocinero horas atrás, antes de dar el golpe al Reino. Sin más, fue a buscar a Ord, a Rida y a su capitana para recordarles lo que aún estaba pendiente.
Descendió a la cubierta inferior del barco y caminó por los pasillos hasta llegar a la cocina, donde podría estar allí el creador de la apuesta. ~ Rida-san. Ayúdame a buscar a Ange-sama y a Ord-san. Tenemos una apuesta que aún debemos resolver entre nosotros 4. ~
Varios grumetes sacaron pedazos de carne de la despensa como también verduras, granos y demás, a continuación se le hizo un llamado al cocinero Rida para que se encargara de preparar una asombrosa cena. Frisk estaba en cubierta, terminando de apilar el montón de instrumentos musicales con ayuda de varios subordinados ya que los pianos requerían de 4 brazos para ser cargados con facilidad. Sacudió un poco sus manos y parte de su blusa para darse media vuelta y darse cuenta que varios de sus Nakamas estaban ya preparando sus cuencos y vasos de madera para iniciar el banquete y la bebezón*. Ella formó una pequeña sonrisa y caminó hacia ellos para animarles y decirles que se atrevieran a beber más de lo que podían.
Frisk no le gustaba el alcohol, pero sí adoraba festejar a su manera o más bien, ver a otros haciendo aquello. Finalmente, a la pirata de pelo castaño le llegó a su mente algo bastante particular que venía relacionado con una "apuesta" que había dejado el cocinero horas atrás, antes de dar el golpe al Reino. Sin más, fue a buscar a Ord, a Rida y a su capitana para recordarles lo que aún estaba pendiente.
Descendió a la cubierta inferior del barco y caminó por los pasillos hasta llegar a la cocina, donde podría estar allí el creador de la apuesta. ~ Rida-san. Ayúdame a buscar a Ange-sama y a Ord-san. Tenemos una apuesta que aún debemos resolver entre nosotros 4. ~
Última edición por Frisk el Lun Jul 11, 2016 10:20 pm, editado 1 vez
Frisk
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Mar Jul 05, 2016 3:31 pm
- OST:
La estancia en el barco ahora cargado de caballos y de dragones me hacía aún más feliz pero siempre había una sombra en mi alma que se cernía, algo que me carcomía por dentro. Lo que había hecho no me satisfacía del todo, si bien había sido un robo ejecutado a la perfección por mi parte el último acto con el anciano me punzaba, si no podía ser malo del todo como pretendía ser un "pirata de verdad". Mi concepción del pirata era el malo, el inhumano, el que no tenía piedad ni compasión ante nada. Para mi era blanco o negro, bueno o malo, mi punto actual en el intermedio me desconcertaba. En realidad no sabía bien como actuaban mis demás compañeros pero era culpa de mis propias ideas. Desde que había visto a Ange peleando con soldados y acabandolos como sí nada o cuando Zett se había comido un borracho, esos eran actos elogiables, no los míos, mediocres. Me sentía sucio por no ser lo suficientemente sucio como pirata. Rápidamente fui a cambiarme a mi atuendo negro de siempre. "¿Porque le di eso a ese puto viejo? tenía que haberlo matado, de seguro todos mataron a varias personas y yo a ninguno. Siento que en el fondo soy bueno ¿¡Porque!? ¡Maldita sea! necesito ser malo, más malo que el tiempo, más malo que la muerte, el más malo". Salía de la habitación que compartía con el plantigrado algo desanimado con mi mismo, esa puñetera aura que me invadía después de cada robo y en la cárcel me atacaba de nuevo, sentirse mal por no ser lo suficientemente malo, vaya puto dilema.
Vi como la chica Frisk estaba en la cubierta, fui a traer el caballo antes, lo iba a cepillar un poco, la verdad me gustaba bastante ya hasta había pensado en un nombre "Luz Negra" la chica parecía querer hablar de lo que se había hablado antes del robo, no tenía ánimo para eso, me sabía mal pero los acompañaría con los tragos, esperaba no excederme para no salirme de control -Frisk, acá estoy yo y esta bestia se va llamar Luz Negra. ¿De que vamos a hablar? Cuando puedas pasame una copa o dile a Rida mientras sigo con este lindo animal azabache- decía mientras acariciaba al equino, desde mi infancia tenía un cierto gusto por los animales de granja
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Rida Sarwick Miér Jul 06, 2016 8:45 pm
— Espero que estén listos para el ¡BANQUETE DE SUS VIDAS! —grité a todo pulmón, para que me pudieran escuchar todos mis nakamas y todos los grumetes del Wing.
Muchos grumetes corearon la exclamación, emocionados. Ya se habían acostumbrado a mis dotes culinarias y estaban deseosos de probar cualquier cosa que yo preparara; me los había ganado en ese aspecto. Ahora tocaba celebrar tras el exitoso robo en el Reino Lvneel. El barco de los Wild Dragons ya se alejaba de la costa, habiendo dejado atrás a todos los perseguidores, y se internaba en la noche en medio de las aguas del North Blue. Con una gran sonrisa despreocupada en el rostro me puse mi delantal característico y empecé a ordenar los ingredientes a velocidad de vértigo, a la vez que iba apartando todo lo que necesitaría.
Un rato después ya se escuchaban los primeros gritos de "¡KAMPAI!" en la cubierta, y yo preparaba los alimentos, picando, poniendo a hervir agua, fileteando las carnes, y toda la labor necesaria. Aproximadamente una hora después de arduo trabajo, limpié el sudor de mi frente y llamé a todos a comer, arrastrando a cubierta la mesa más grande con la que contábamos a bordo, con el banquete debajo bien cubierto con un gran manto blanco.
— Shōri no... —pronuncié alto y claro, haciendo el payaso como si estuviera a punto de realizar una técnica increíble— ... ¡¡ENKAI!!* —y di un buen tirón, removiendo la manta y revelando el magnífico banquete debajo de esta.
Los ojos de los grumetes se iluminaron de inmediato, sus babas cayeron en cubierta como cascadas, y se abalanzaron sobre la comida como animales salvajes solo para ser detenidos por mi rostro de diabólica expresión, para que dejaran comer primero a la capitana Angelene. Aparte de eso, todo fue risas, tragos, chistes y canciones. Cuando regresé a las cocinas para colgar mi delantal y ordenar lo que faltaba, llegó Frisk, recordándome algo muy importante que no me figuraba cómo había podido haber olvidado.
— ¡Pero claro, la apuesta! —di una palmada en mi frente, luego reí a carcajadas y rebusqué en uno de los aparadores de la cocina; tenía que haberlo dejado por allí... ¡bingo! lo encontré y lo guardé a toda prisa en los bolsillos del pantalón de espaldas para que Frisk no pudiera verlo hasta revelarlo ante todos más adelante— Vamos, Frisk-chan, que esta noche no termina hasta que termina —dicho lo dicho, subimos nuevamente a cubierta.
Un grumete medio borracho cayó de narices apenas llegamos a nuestro destino. Reí mientras le pasaba por encima como si nada y buscaba con la mirada al doctor.
— ¡Doc! ¡Eh, doc! ¡Aquí! Y por ahí está la capitana —una vez nos hubimos reunido con Ord y Angelene, sería hora de comparar nuestros tesoros personales— A ver, a ver, a ver... Ustedes muestren primero sus objetos. ¡Me pido ser el que lo muestre al último! —alcé una mano como niño pequeño, sonriendo de oreja a oreja.
Muchos grumetes corearon la exclamación, emocionados. Ya se habían acostumbrado a mis dotes culinarias y estaban deseosos de probar cualquier cosa que yo preparara; me los había ganado en ese aspecto. Ahora tocaba celebrar tras el exitoso robo en el Reino Lvneel. El barco de los Wild Dragons ya se alejaba de la costa, habiendo dejado atrás a todos los perseguidores, y se internaba en la noche en medio de las aguas del North Blue. Con una gran sonrisa despreocupada en el rostro me puse mi delantal característico y empecé a ordenar los ingredientes a velocidad de vértigo, a la vez que iba apartando todo lo que necesitaría.
Un rato después ya se escuchaban los primeros gritos de "¡KAMPAI!" en la cubierta, y yo preparaba los alimentos, picando, poniendo a hervir agua, fileteando las carnes, y toda la labor necesaria. Aproximadamente una hora después de arduo trabajo, limpié el sudor de mi frente y llamé a todos a comer, arrastrando a cubierta la mesa más grande con la que contábamos a bordo, con el banquete debajo bien cubierto con un gran manto blanco.
— Shōri no... —pronuncié alto y claro, haciendo el payaso como si estuviera a punto de realizar una técnica increíble— ... ¡¡ENKAI!!* —y di un buen tirón, removiendo la manta y revelando el magnífico banquete debajo de esta.
Los ojos de los grumetes se iluminaron de inmediato, sus babas cayeron en cubierta como cascadas, y se abalanzaron sobre la comida como animales salvajes solo para ser detenidos por mi rostro de diabólica expresión, para que dejaran comer primero a la capitana Angelene. Aparte de eso, todo fue risas, tragos, chistes y canciones. Cuando regresé a las cocinas para colgar mi delantal y ordenar lo que faltaba, llegó Frisk, recordándome algo muy importante que no me figuraba cómo había podido haber olvidado.
— ¡Pero claro, la apuesta! —di una palmada en mi frente, luego reí a carcajadas y rebusqué en uno de los aparadores de la cocina; tenía que haberlo dejado por allí... ¡bingo! lo encontré y lo guardé a toda prisa en los bolsillos del pantalón de espaldas para que Frisk no pudiera verlo hasta revelarlo ante todos más adelante— Vamos, Frisk-chan, que esta noche no termina hasta que termina —dicho lo dicho, subimos nuevamente a cubierta.
Un grumete medio borracho cayó de narices apenas llegamos a nuestro destino. Reí mientras le pasaba por encima como si nada y buscaba con la mirada al doctor.
— ¡Doc! ¡Eh, doc! ¡Aquí! Y por ahí está la capitana —una vez nos hubimos reunido con Ord y Angelene, sería hora de comparar nuestros tesoros personales— A ver, a ver, a ver... Ustedes muestren primero sus objetos. ¡Me pido ser el que lo muestre al último! —alcé una mano como niño pequeño, sonriendo de oreja a oreja.
- Spoiler:
- * La "técnica" que usa Sarwick significa "Banquete de la Victoria" xD y luce así: Link
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Miér Jul 06, 2016 9:53 pm
Tras un buen rato de alejarse de Reino Lvneel la capitana del barco y navegante principal se encontraba aún en el timón, controlando el rumbo del Wing para garantizar que incluso si se ausentaba por un tiempo no pasaría a mayores, una vez hecho eso paso por su cuarto y dejo la mayoría de sus armas allí antes de darse un baño para ir de entrecasa en el barco, después de todo, aquella embarcación era ahora su hogar y hasta que alguno se ganara ser eliminado todos serían parte de la misma familia independientemente de sus orígenes, pues ahora todos eran dragones.
Finalmente no encontró su ropa de entrecasa por lo que la capitán decidió simplemente utilizar el mismo tipo de ropa que llevaba regularmente, una camisa atada y un pantalón al cual le faltaba una pierna, nada del otro mundo, dejó que Gaea y su Odachi descansaran en su cama mientras que ella bajaba junto al resto de grumetes y tripulantes a celebrar el asalto, llegando a tiempo para escuchar los gritos de júbilo por la cena que estaba preparado el cocinero a bordo Sarwick.
-Eso es sí que es un banquete, te la has currado Rida.- bramo la capitana mientras sonreía tomando un pedazo de queso sazonado con algo cuyo nombre la navegante ignoraba plenamente mientras que con la zurda pasaba su brazo sobre el hombro del cocinero -Esta muy bueno, felicitaciones al chef.- dijo mientras acercaba el mismo queso a Rida invitándole.
Antes de incorporarse a la reunión para ver los peculiares objetos que podrían haber traído por aquella extraña apuesta la líder de Wild Dragons tomo un buen puñado de trozos tanto de carne como queso y una buena jarra de cerveza de la cual tomaba con avidez -Eso, eso los objetos raros, tengo ganas de ver que han traído, si no trajeron nada interesante les tocara limpiar el desastre de la fiesta como castigo.- dijo la capitán mientras que se acercaba a Frisk para ofrecerle un trago de su jarra.
-Jajaja esta comida junto a una buena jarra de cerveza es sin lugar a dudas algo que me alegra mucho, me arrepiento de todas las veces que dije que toda la comida era lo mismo.- dijo con una gran sonrisa mientras realizaba un gesto como disculpándose con el chef por todas las veces que había hablado mal de su oficio, aun sabiendo que al no le importaba que lo insultaran en su cara.
Aún no estaba afectada por el alcohol la capitán, sin embargo la emoción de un asalto bien realizado y la adrenalina de la persecución acompañada de la buena comida ya eran suficiente para que se pusiera tan alegre y gritona como si estuviera borracha -Ord, ven aquí y a mostrar tu objeto darme un abrazo largo mientras tomamos y contamos como estuvieron los golpes jajaja, nada de timidez que aquí somos todos dragones.- aquellas últimas palabras fueron un grito que dejo oír y al cual los grumetes ovacionaron como si los llenara de orgullos.
Finalmente no encontró su ropa de entrecasa por lo que la capitán decidió simplemente utilizar el mismo tipo de ropa que llevaba regularmente, una camisa atada y un pantalón al cual le faltaba una pierna, nada del otro mundo, dejó que Gaea y su Odachi descansaran en su cama mientras que ella bajaba junto al resto de grumetes y tripulantes a celebrar el asalto, llegando a tiempo para escuchar los gritos de júbilo por la cena que estaba preparado el cocinero a bordo Sarwick.
-Eso es sí que es un banquete, te la has currado Rida.- bramo la capitana mientras sonreía tomando un pedazo de queso sazonado con algo cuyo nombre la navegante ignoraba plenamente mientras que con la zurda pasaba su brazo sobre el hombro del cocinero -Esta muy bueno, felicitaciones al chef.- dijo mientras acercaba el mismo queso a Rida invitándole.
Antes de incorporarse a la reunión para ver los peculiares objetos que podrían haber traído por aquella extraña apuesta la líder de Wild Dragons tomo un buen puñado de trozos tanto de carne como queso y una buena jarra de cerveza de la cual tomaba con avidez -Eso, eso los objetos raros, tengo ganas de ver que han traído, si no trajeron nada interesante les tocara limpiar el desastre de la fiesta como castigo.- dijo la capitán mientras que se acercaba a Frisk para ofrecerle un trago de su jarra.
-Jajaja esta comida junto a una buena jarra de cerveza es sin lugar a dudas algo que me alegra mucho, me arrepiento de todas las veces que dije que toda la comida era lo mismo.- dijo con una gran sonrisa mientras realizaba un gesto como disculpándose con el chef por todas las veces que había hablado mal de su oficio, aun sabiendo que al no le importaba que lo insultaran en su cara.
Aún no estaba afectada por el alcohol la capitán, sin embargo la emoción de un asalto bien realizado y la adrenalina de la persecución acompañada de la buena comida ya eran suficiente para que se pusiera tan alegre y gritona como si estuviera borracha -Ord, ven aquí y a mostrar tu objeto darme un abrazo largo mientras tomamos y contamos como estuvieron los golpes jajaja, nada de timidez que aquí somos todos dragones.- aquellas últimas palabras fueron un grito que dejo oír y al cual los grumetes ovacionaron como si los llenara de orgullos.
- No es le mismo atuendo del avatar, la camisa es más corta:
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Zett Vie Jul 08, 2016 6:32 am
Zett se encontraba en su camarote cuando empezó a escuchar el barullo de la fiesta que se estaba llevando a cabo en cubierta, el mink tenia ganas de unirse a ellos y pasarla bien, pero antes tenia que ocultar un par de cosas, por lo que sacando de uno de los bolsillos de su pantalón revelo que tenia dos botellines pequeños de licor, estos no eran cualquier licor, eran botellas de sake marino plateado, un tipo de bebida poco conocido en los blues. Zett conocía esta bebida ya que anterior mente había construido despensas de vino junto a su padrastro para algún noble y en ellas se encontraban botellas como esas.
Zett conocía los efectos que ese licor provocaba en los humanos, al ser una bebida gyojin era extremadamente fuerte, motivo por el que lo estaba ocultando, un coloco como ese no debía caer en malas manos por el momento, en especial en las manos de Ord, el medico estaba realizando grandes progresos.
Zett salio de su camarote después de ocultar los botellines dentro de una tubería de pega que había instalado en la pared, subió por las escaleras hasta cubierta justo para ver como la fiesta seguía su curso como si nada, los grumetes ya estaban dando buena cuenta de los barriles que el mink había obtenido y poco les faltaba para empezar a abrir las botellas de vino de buena calidad. Acción que el mink detuvo, ya que estas botellas estaban reservadas para los miembros participantes en el asalto, por lo que tomando un puñado de botellas que en sus grandes manos parecían poca cosa se dirigió al grupo donde se encontraban los dragones principales, al parecer hablaban sobre la apuesta, Zett la olvido por completo, pero igual si tenia algo raro guardado en el bolsillo, si le apetecía podría participar.
-La bebida no va a durar mucho como sigan tragando los grumetes- Le comento Zett a su capitana a tiempo que dejaba una botella de vino de gran calidad frente a su cara, el mink la mantenía sujeta con dos garras a modo de gancho y con la otra mano dejaba el resto de botellas frente al grupo para que cada cual se sirvieran a su gusto.
Zett conocía los efectos que ese licor provocaba en los humanos, al ser una bebida gyojin era extremadamente fuerte, motivo por el que lo estaba ocultando, un coloco como ese no debía caer en malas manos por el momento, en especial en las manos de Ord, el medico estaba realizando grandes progresos.
Zett salio de su camarote después de ocultar los botellines dentro de una tubería de pega que había instalado en la pared, subió por las escaleras hasta cubierta justo para ver como la fiesta seguía su curso como si nada, los grumetes ya estaban dando buena cuenta de los barriles que el mink había obtenido y poco les faltaba para empezar a abrir las botellas de vino de buena calidad. Acción que el mink detuvo, ya que estas botellas estaban reservadas para los miembros participantes en el asalto, por lo que tomando un puñado de botellas que en sus grandes manos parecían poca cosa se dirigió al grupo donde se encontraban los dragones principales, al parecer hablaban sobre la apuesta, Zett la olvido por completo, pero igual si tenia algo raro guardado en el bolsillo, si le apetecía podría participar.
-La bebida no va a durar mucho como sigan tragando los grumetes- Le comento Zett a su capitana a tiempo que dejaba una botella de vino de gran calidad frente a su cara, el mink la mantenía sujeta con dos garras a modo de gancho y con la otra mano dejaba el resto de botellas frente al grupo para que cada cual se sirvieran a su gusto.
Zett
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Frisk Vie Jul 08, 2016 4:16 pm
Frisk y Rida habían vuelto a la cubierta, sabiendo ella que Ord estaría allí arriba porque justo minutos antes le había saludado mientras peinaba y acariciaba aquel caballo.
La muchacha de pelo castaño estaba bastante motivada, deseaba ganar aquella apuesta. En el barco, la celebración se llevaba a cabo sin problema alguno, los grumetes gritaban, chocaban sus cuencos de madera y cantaban algunas canciones de alegría y victoria. Otros más jugaban con las cartas, hacían pulsos o luchaban entre ellos de forma amistosa para determinar al más fuerte, tanto así, que habían armado un ring de boxeo con algunos barriles y un par de almohadones tirados en el suelo, era algo bastante creativo y original por parte de ellos. Estaba demás decir que los ebrios ya no se podían contar con los diez dedos de la mano, siendo el que cayó de nariz al suelo, uno de los primeros en ser contados. Ella se rió bastante y caminó hacia adelante, evitando pisarlo. ~ Allá está Ord-san y Angelene-sama. ~ Acotó la muchacha, para empezar a trotar hacia ellos y tomar un par de uvas, y unas cuantas frutas para comerlas. Ella estaba realmente fascinada por el banquete que el propio Rida había montado. ~ Está muy bueno, Rida-san. ~ Le agradeció y quiso elogiarle. Angelene disfrutaba del evento, Ord igual. Lo siguiente fue el acercamiento e invitación de la Cyborg a Frisk, el de beber de su mismo tarro, ella le sonrió y cerró sus ojos para asentirle, bastante ruborizada. Tomó de él, llegando hasta el fondo para luego retirarlo de su boca y emitir un sonido de satisfacción.
El momento había llegado. Frisk dejó el tarro vacío y sacó un pañuelo, que cubría algo, de uno de sus bolsillos. Sostuvo aquello con ambas manos, extendiéndolas al frente y luego revelando lo que estaba debajo de la tela. Se trataba de un pedazo de pan, estaba un poco masticado, húmedo y tenía unos gusanos de moscas en él, además de moho y varios hongos. Por entre el pan se apreciaba una muela de oro, con un poco de sangre. ~ Cuando volvía de la tienda de instrumentos musicales, observé a este hombre de alta cuna. Vestía unas prendas bastante llamativas y costosas, llevaba joyas y unos lindos zapatos. Me llamó mucho la atención el pan que masticaba, se veía asqueroso. La razón por la que lo traje es porque parecía bastante extraño que alguien como él, que puede costearse tan buena comida, estuviera comiendo un pan en este estado; con lombrices, hongos y... argh, da un poco de asco. ~ Ella sacó su lengua en repudio y luego prosiguió. ~ Así que me le acerqué y le asesté un buen puñetazo en su mandíbula, aprovechando que tenía ya todo el pan en su boca para sacárselo. Pero ! Vaya !, nunca esperé que me sacara el premio gordo con ese dientecito. ~ Frisk sonrió, estaba orgullosa por ello.
La muchacha de pelo castaño estaba bastante motivada, deseaba ganar aquella apuesta. En el barco, la celebración se llevaba a cabo sin problema alguno, los grumetes gritaban, chocaban sus cuencos de madera y cantaban algunas canciones de alegría y victoria. Otros más jugaban con las cartas, hacían pulsos o luchaban entre ellos de forma amistosa para determinar al más fuerte, tanto así, que habían armado un ring de boxeo con algunos barriles y un par de almohadones tirados en el suelo, era algo bastante creativo y original por parte de ellos. Estaba demás decir que los ebrios ya no se podían contar con los diez dedos de la mano, siendo el que cayó de nariz al suelo, uno de los primeros en ser contados. Ella se rió bastante y caminó hacia adelante, evitando pisarlo. ~ Allá está Ord-san y Angelene-sama. ~ Acotó la muchacha, para empezar a trotar hacia ellos y tomar un par de uvas, y unas cuantas frutas para comerlas. Ella estaba realmente fascinada por el banquete que el propio Rida había montado. ~ Está muy bueno, Rida-san. ~ Le agradeció y quiso elogiarle. Angelene disfrutaba del evento, Ord igual. Lo siguiente fue el acercamiento e invitación de la Cyborg a Frisk, el de beber de su mismo tarro, ella le sonrió y cerró sus ojos para asentirle, bastante ruborizada. Tomó de él, llegando hasta el fondo para luego retirarlo de su boca y emitir un sonido de satisfacción.
El momento había llegado. Frisk dejó el tarro vacío y sacó un pañuelo, que cubría algo, de uno de sus bolsillos. Sostuvo aquello con ambas manos, extendiéndolas al frente y luego revelando lo que estaba debajo de la tela. Se trataba de un pedazo de pan, estaba un poco masticado, húmedo y tenía unos gusanos de moscas en él, además de moho y varios hongos. Por entre el pan se apreciaba una muela de oro, con un poco de sangre. ~ Cuando volvía de la tienda de instrumentos musicales, observé a este hombre de alta cuna. Vestía unas prendas bastante llamativas y costosas, llevaba joyas y unos lindos zapatos. Me llamó mucho la atención el pan que masticaba, se veía asqueroso. La razón por la que lo traje es porque parecía bastante extraño que alguien como él, que puede costearse tan buena comida, estuviera comiendo un pan en este estado; con lombrices, hongos y... argh, da un poco de asco. ~ Ella sacó su lengua en repudio y luego prosiguió. ~ Así que me le acerqué y le asesté un buen puñetazo en su mandíbula, aprovechando que tenía ya todo el pan en su boca para sacárselo. Pero ! Vaya !, nunca esperé que me sacara el premio gordo con ese dientecito. ~ Frisk sonrió, estaba orgullosa por ello.
Frisk
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ord "The Dead" Vie Jul 08, 2016 4:51 pm
La bestia parecía aceptar mis caricias, era bastante empatico probablemente o era lo que yo quería creer. En ese momento escuchaba los gritos del cocinero, era un tipo bastante alegre, me caía bien y su comida era digna de todos los elogios que se le dieran, mejoraba el ambiente en gran medida solo con su aura positiva y ya con la comida duplicaba esos buenos ratos. Me hubiese gustado ser un poco más así. La capitana también tenía esa chispa de despreocupación, de confianza, Frisk y Zett también lo tenían, ese algo, despreocupación sería. La cornamentada niña pedante y el pacifista no tenía idea, aún no los había tratado lo suficiente pero me marginaba pensando que de seguro sí.
Amarre a la bestia cerca del borde, esperaba que esos animales durasen un poco, a la larga acabaría en las garras de Zett o de Rida, cada uno haciendo lo suyo. Prefería que fuese en las del cocinero pero el Oso siempre me sorprendía. Al oir y ver la expresión del más bullicioso hice un gesto tomando mi barbilla y pensando “¿La apuesta? Esto era de lo que estábamos hablando antes y durante el robo, por pensar en mis mierdas lo deje de lado”. En ese momento sentenciaría, la capitana, la frase que me haría temblar *LIMPIAR EL DESASTRE DE LA FIESTA* retumbaba en mi mente, antes no quería festejar pero prefiero acabar ebrio y vomitando antes que eso, me gusta beber y sabía que a Ange también, la ultima vez había resultado bastante desastroso y ensangrentado el barco.
Pero mi mente se ilumino, tenía un as bajo la manga luego de escuchar lo de “Interesante”, la chiquilla no servía, los caballos eran bastantes comunes y el dinero a fin de cuentas solo era eso, la única salida era la mentira, incluso me dije a mi mismo que estaba bien, aunque fuesen mis amigos eramos malos y las acciones malas entre malos están bien ¿O no? Bueno no se, pero no quería limpiar nada, ya tendría lo mio con los puñeteros corceles y sus regalitos.
Me acercaba mientras maquinaba el acto a realizar y veía el manjar servido -Toda una obra de arte joven cocinero Sarwick- tomaba un pedazo de carne con hueso y una gran jarra de cerveza, tocaba celebrar -delicioso, espero poder probar un poco de todo, ese queso se ve bastante bueno, sin duda su botín fue de lo mejor y de la más importante junto con sus habilidades-. Levantaba la cerveza y empezaba a beber mientras la capitana me empezaba a hablar, a veces era muy mandona y agobiante pero cuando dijo abrazar y timidez escupí cerveza hacía atrás como un aspersor, apenas fue que me dio tiempo de girarme. ¿Lucía una camisa más reveladora que de costumbre o era mi nerviosa imaginación? Pero pensé por un momento que la situación era perfecta para mostrar mi “objeto interesante”. Ni siquiera Leona podría desmentirme porque no estuvo conmigo todo el tiempo, bueno ni siquiera estuvo pendiente de lo que hacía, es más probablemente me tuvo asco todo el rato. Miraba a la cyborg y algo ruborizado dije -Claro capitana, aprovechare para mostrarles mi objeto como si fuese un acto de magia- una sonrisa picara y ganadora me invadía.
Comparada con mi estatura era bastante baja cuando estaba frente a ella dije para todos sintiendo que era un show y yo era la estrella, debía creerlo para que los demás lo hicieran, estaba nervioso por la mentira pero también por la proposición amistosa, solo eso podía ser claramente, y el cuerpo de la capitana. Levantaba las brazos -Nuestra altura es muy distinta Capitana, un buen abrazo se da entre personas del mismo tamaño- tomaba un paño y redeaba con mis manos en mi cintura y dividía mi cuerpo, el efecto visual parecía que mi estomago había crecido, envolvía la parte en el paño cuando ya había bajado mi cuerpo y conectado, como si fuese una pieza de lego. Me emocioné un poco al ver como los grumetes y practicamente todos estaban atónitos, gritaban “mago... médico brujo.. el muerto” algunos aplaudían y chiflaban. En ese momento abrace a Ange, bastante fuerte, como me había pedido, era reconfortante y que todos estuviesen viendo emocionados con mis actos lo hacía aún más, luego de unos segundos de confort le susurre al oído -se que no se va asustar pero todo esta controlado, confíe en mí suelte mi espalda y se va a sorprender- y dije para todos -¡Con ustedes el truco fina!- mientras dejaba mis brazos rodeando a la capitana y sonreía para todos sin ellos, con un tronco más pequeño y sin extremidades superiores -¡El brazos largos sin brazos!- más de uno estaba realmente asustado, mencionaban dioses y vírgenes pero aplaudían extrañados y se volvían a ver entre ellos. Me empezaría a reír para llamar de nuevo las partes a mi y separaba mi torso al compás del -Kukukuku- estaba completo de nuevo para decir sonriente y de manera triunfante -muestren sus objetos y explicaré el mio, para los que aún estén intrigados, siempre hay algún listillo que revela a lo mejores trucos – como médico estudioso tenía el libro de akumas pero podía haber algún otro presente interesado en el tema y podía tener conocimientos de ellas y en especifico de la Bara Bara. Tomaba la cerveza completa de un sorbo por la adrenalina -Kampai- y lanzaba mi mano a por otra que vendría hacía mi momentos después -La fiesta sigue, no se asusten, da más miedo lo feo que soy kukuku- argumentaba con felicidad y algo de alcohol circulando ya por mi sistema cambiaría mucho mi estado de ánimo. Era lo que tenía a la mano, aunque sería sospechoso para todos, dominar esos poderes tan rápido, argumentaría que soy un genio porque en ese momento realmente lo creía.
Amarre a la bestia cerca del borde, esperaba que esos animales durasen un poco, a la larga acabaría en las garras de Zett o de Rida, cada uno haciendo lo suyo. Prefería que fuese en las del cocinero pero el Oso siempre me sorprendía. Al oir y ver la expresión del más bullicioso hice un gesto tomando mi barbilla y pensando “¿La apuesta? Esto era de lo que estábamos hablando antes y durante el robo, por pensar en mis mierdas lo deje de lado”. En ese momento sentenciaría, la capitana, la frase que me haría temblar *LIMPIAR EL DESASTRE DE LA FIESTA* retumbaba en mi mente, antes no quería festejar pero prefiero acabar ebrio y vomitando antes que eso, me gusta beber y sabía que a Ange también, la ultima vez había resultado bastante desastroso y ensangrentado el barco.
Pero mi mente se ilumino, tenía un as bajo la manga luego de escuchar lo de “Interesante”, la chiquilla no servía, los caballos eran bastantes comunes y el dinero a fin de cuentas solo era eso, la única salida era la mentira, incluso me dije a mi mismo que estaba bien, aunque fuesen mis amigos eramos malos y las acciones malas entre malos están bien ¿O no? Bueno no se, pero no quería limpiar nada, ya tendría lo mio con los puñeteros corceles y sus regalitos.
Me acercaba mientras maquinaba el acto a realizar y veía el manjar servido -Toda una obra de arte joven cocinero Sarwick- tomaba un pedazo de carne con hueso y una gran jarra de cerveza, tocaba celebrar -delicioso, espero poder probar un poco de todo, ese queso se ve bastante bueno, sin duda su botín fue de lo mejor y de la más importante junto con sus habilidades-. Levantaba la cerveza y empezaba a beber mientras la capitana me empezaba a hablar, a veces era muy mandona y agobiante pero cuando dijo abrazar y timidez escupí cerveza hacía atrás como un aspersor, apenas fue que me dio tiempo de girarme. ¿Lucía una camisa más reveladora que de costumbre o era mi nerviosa imaginación? Pero pensé por un momento que la situación era perfecta para mostrar mi “objeto interesante”. Ni siquiera Leona podría desmentirme porque no estuvo conmigo todo el tiempo, bueno ni siquiera estuvo pendiente de lo que hacía, es más probablemente me tuvo asco todo el rato. Miraba a la cyborg y algo ruborizado dije -Claro capitana, aprovechare para mostrarles mi objeto como si fuese un acto de magia- una sonrisa picara y ganadora me invadía.
Comparada con mi estatura era bastante baja cuando estaba frente a ella dije para todos sintiendo que era un show y yo era la estrella, debía creerlo para que los demás lo hicieran, estaba nervioso por la mentira pero también por la proposición amistosa, solo eso podía ser claramente, y el cuerpo de la capitana. Levantaba las brazos -Nuestra altura es muy distinta Capitana, un buen abrazo se da entre personas del mismo tamaño- tomaba un paño y redeaba con mis manos en mi cintura y dividía mi cuerpo, el efecto visual parecía que mi estomago había crecido, envolvía la parte en el paño cuando ya había bajado mi cuerpo y conectado, como si fuese una pieza de lego. Me emocioné un poco al ver como los grumetes y practicamente todos estaban atónitos, gritaban “mago... médico brujo.. el muerto” algunos aplaudían y chiflaban. En ese momento abrace a Ange, bastante fuerte, como me había pedido, era reconfortante y que todos estuviesen viendo emocionados con mis actos lo hacía aún más, luego de unos segundos de confort le susurre al oído -se que no se va asustar pero todo esta controlado, confíe en mí suelte mi espalda y se va a sorprender- y dije para todos -¡Con ustedes el truco fina!- mientras dejaba mis brazos rodeando a la capitana y sonreía para todos sin ellos, con un tronco más pequeño y sin extremidades superiores -¡El brazos largos sin brazos!- más de uno estaba realmente asustado, mencionaban dioses y vírgenes pero aplaudían extrañados y se volvían a ver entre ellos. Me empezaría a reír para llamar de nuevo las partes a mi y separaba mi torso al compás del -Kukukuku- estaba completo de nuevo para decir sonriente y de manera triunfante -muestren sus objetos y explicaré el mio, para los que aún estén intrigados, siempre hay algún listillo que revela a lo mejores trucos – como médico estudioso tenía el libro de akumas pero podía haber algún otro presente interesado en el tema y podía tener conocimientos de ellas y en especifico de la Bara Bara. Tomaba la cerveza completa de un sorbo por la adrenalina -Kampai- y lanzaba mi mano a por otra que vendría hacía mi momentos después -La fiesta sigue, no se asusten, da más miedo lo feo que soy kukuku- argumentaba con felicidad y algo de alcohol circulando ya por mi sistema cambiaría mucho mi estado de ánimo. Era lo que tenía a la mano, aunque sería sospechoso para todos, dominar esos poderes tan rápido, argumentaría que soy un genio porque en ese momento realmente lo creía.
- OFF malvado:
- Lo de estar nervioso era solo para no ser detectado como mentiroso por el haki de Ange okno superen el masterplan xD (?)
Ord "The Dead"
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Rida Sarwick Sáb Jul 09, 2016 12:27 pm
La celebración transcurría de lo más animada, a la luz de la luna sobre la cubierta del Wing. Normalmente, el hecho de que el capitán de la embarcación estuviera de tan buen humor contagiaba a los grumetes y al resto de los tripulantes. Ya que había sido un éxito el ataque en el Reino, Angelene estaba pasándola muy bien, siendo amigable con cada uno de nosotros y, para mi confort, disfrutando en gran medida del banquete. Cuando me rodeó de un brazo invitándome un gran trozo de queso, le di un gran mordisco a este sin mediar palabra, mirándola con una gran sonrisa traviesa e inflada debido a la comida dentro.
Frisk y Ord también elogiaron cómo había quedado todo. Arrojé una feroz carcajada; siempre era óptimo para un chef recibir tales comentarios, aún mejor si venían de sus nakamas.
— ¡Grafiaf! ¡Lof fiero a tofof, fastardof! —bramé con la boca llena hasta el cansancio, mientras alzaba un gran pichel de cerveza chocándolo con Ord, Frisk y Angelene. El siguiente en unirse a la reunión fue el gran mink Zett. Estaba tan animado que le di una fuerte palmada en el gran brazo al oso— ¡Fett! ¡Aún fiero fer fuánto te fabe en efe eftómago! —no sabía si alguien entendía una palabra de lo que decía, pero no me importaba demasiado.
Cuando la capitana exigió que empezáramos a mostrar nuestros objetos, tragué todo de sopetón, esperando con ansias ver qué habían podido encontrar mis compañeros. Tenía bastante fe en haber conseguido algo mejor que el resto, pero como Angelene sería quien decidiría al ganador de la contienda, no podía saberlo hasta el final. ¡Eso era lo bueno de la apuesta que se me había ocurrido! Volví a reír ante las palabras de la cyborg, que estipulaba que quien no hubiera traído nada se quedaría a limpiar el desastre de los grumetes.
— ¡Esa es nuestra capitana! Así se le pone picante a las apuestas. Ya la oyeron, no hay vuelta atrás, desenfunden —dije, sin borrar mi típica sonrisa burlona del rostro. Quien sería la primera en mostrar su tesoro sería Frisk. Todos escuchamos con atención su historia mientras enseñaba aquel pedazo asqueroso de pan. Habría sido más nauseabundo que interesante de no ser por aquel diente adherido a la masa masticada. Además, la historia de Frisk me hizo estallar en carcajadas y mirar con incredulidad contenida a la joven pirata— ¡Brillante, Frisk-chan! ¡Mírate, probablemente seas la dragona más ruda que hay! Recordaré jamás meterme contigo después de esto, hay que ver... —continué riendo encantado con el objeto de Frisk, mientras Ord se preparaba a mostrar el suyo, requerido por Angelene, quien ya mostraba síntomas de borrachera, aunque no podía saber qué tan mal estaba nuestra capitana todavía.
Lo que nos tenía el doctor reservado era algo que iba más allá de mi imaginación. En el instante en que su cuerpo pareció separarse en dos, la mandíbula se me cayó hasta el suelo, los ojos se me salieron de las órbitas, y alcé la cerveza hasta los cielos, tan emocionado como un niño que ve un acto de magia por primera vez.
— ¡¡PERO QUÉ... DEMONIOS...!! —grité, más alto y fuerte que los grumetes, que ya estaban alucinados de por sí, mirando a Ord filetear su cuerpo como si fuera lo más común y fácil del mundo. Logró encoger su tamaño para tener la misma altura de Angelene, separar sus brazos y quién sabe qué mas podría hacer— ¡Te tenías bien guardado que eras un hechicero, doc! ¡Me late el corazón a mil, desgraciado! —estallé nuevamente en risotadas tras el show de Ord, aunque ahora me tocaba a mí y ya estaba un tanto reacio en vista de contra lo que me tocaba competir, pero no quedaba de otra— Vale, vale, dudo que sea mejor que hacer magia o tirarle la muela a un ricachón, pero aquí va —empecé a remover en el bolsillo.
Saqué el colgante que le había quitado a aquel enorme guardia en la parte trasera del restaurante. Brillaba a la luz de la luna por tener una placa metálica con el grabado "EL GUARDIA MÁS SEXY DEL MUNDO", y a cada lado de la insignia, pendían dos rábanos naranjas de lo más extravagantes. Era un objeto que no tenía el más mínimo sentido, y por eso lo había encontrado perfecto para llevarlo a la apuesta.
— Le tuve que partir la cara a un guardia para quitárselo, ¿a que es gracioso? —reí entre dientes, antes de colocarme aquel collar y empezar a hacer poses exageradas, o con posición sensual, causando que los grumetes empezaran a reír. Los que estaban borrachos directamente se partieron de la risa, incapaces de contenerse.
Frisk y Ord también elogiaron cómo había quedado todo. Arrojé una feroz carcajada; siempre era óptimo para un chef recibir tales comentarios, aún mejor si venían de sus nakamas.
— ¡Grafiaf! ¡Lof fiero a tofof, fastardof! —bramé con la boca llena hasta el cansancio, mientras alzaba un gran pichel de cerveza chocándolo con Ord, Frisk y Angelene. El siguiente en unirse a la reunión fue el gran mink Zett. Estaba tan animado que le di una fuerte palmada en el gran brazo al oso— ¡Fett! ¡Aún fiero fer fuánto te fabe en efe eftómago! —no sabía si alguien entendía una palabra de lo que decía, pero no me importaba demasiado.
Cuando la capitana exigió que empezáramos a mostrar nuestros objetos, tragué todo de sopetón, esperando con ansias ver qué habían podido encontrar mis compañeros. Tenía bastante fe en haber conseguido algo mejor que el resto, pero como Angelene sería quien decidiría al ganador de la contienda, no podía saberlo hasta el final. ¡Eso era lo bueno de la apuesta que se me había ocurrido! Volví a reír ante las palabras de la cyborg, que estipulaba que quien no hubiera traído nada se quedaría a limpiar el desastre de los grumetes.
— ¡Esa es nuestra capitana! Así se le pone picante a las apuestas. Ya la oyeron, no hay vuelta atrás, desenfunden —dije, sin borrar mi típica sonrisa burlona del rostro. Quien sería la primera en mostrar su tesoro sería Frisk. Todos escuchamos con atención su historia mientras enseñaba aquel pedazo asqueroso de pan. Habría sido más nauseabundo que interesante de no ser por aquel diente adherido a la masa masticada. Además, la historia de Frisk me hizo estallar en carcajadas y mirar con incredulidad contenida a la joven pirata— ¡Brillante, Frisk-chan! ¡Mírate, probablemente seas la dragona más ruda que hay! Recordaré jamás meterme contigo después de esto, hay que ver... —continué riendo encantado con el objeto de Frisk, mientras Ord se preparaba a mostrar el suyo, requerido por Angelene, quien ya mostraba síntomas de borrachera, aunque no podía saber qué tan mal estaba nuestra capitana todavía.
Lo que nos tenía el doctor reservado era algo que iba más allá de mi imaginación. En el instante en que su cuerpo pareció separarse en dos, la mandíbula se me cayó hasta el suelo, los ojos se me salieron de las órbitas, y alcé la cerveza hasta los cielos, tan emocionado como un niño que ve un acto de magia por primera vez.
— ¡¡PERO QUÉ... DEMONIOS...!! —grité, más alto y fuerte que los grumetes, que ya estaban alucinados de por sí, mirando a Ord filetear su cuerpo como si fuera lo más común y fácil del mundo. Logró encoger su tamaño para tener la misma altura de Angelene, separar sus brazos y quién sabe qué mas podría hacer— ¡Te tenías bien guardado que eras un hechicero, doc! ¡Me late el corazón a mil, desgraciado! —estallé nuevamente en risotadas tras el show de Ord, aunque ahora me tocaba a mí y ya estaba un tanto reacio en vista de contra lo que me tocaba competir, pero no quedaba de otra— Vale, vale, dudo que sea mejor que hacer magia o tirarle la muela a un ricachón, pero aquí va —empecé a remover en el bolsillo.
Saqué el colgante que le había quitado a aquel enorme guardia en la parte trasera del restaurante. Brillaba a la luz de la luna por tener una placa metálica con el grabado "EL GUARDIA MÁS SEXY DEL MUNDO", y a cada lado de la insignia, pendían dos rábanos naranjas de lo más extravagantes. Era un objeto que no tenía el más mínimo sentido, y por eso lo había encontrado perfecto para llevarlo a la apuesta.
— Le tuve que partir la cara a un guardia para quitárselo, ¿a que es gracioso? —reí entre dientes, antes de colocarme aquel collar y empezar a hacer poses exageradas, o con posición sensual, causando que los grumetes empezaran a reír. Los que estaban borrachos directamente se partieron de la risa, incapaces de contenerse.
Rida Sarwick
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Zett Dom Jul 10, 2016 11:16 am
Zett tardo unos segundos en entender lo que el cocinero le decía con la boca llena y a tiempo para no parecer tonto le devolvía la palmada en el hombro y le respondía -mi estomago no tiene fondo, Rida-.
La fiesta siguió su curso y todos comenzaron a enseñar los resultados de sus búsquedas, todos bastante peculiares y sorprendentes, la demostración de Ord dejo a todos alucinados con lo ocurrido, pareciese un numero de magia por la manera en que fue llevado a cabo por el doctor, Zett estaba especialmente entusiasmado, ya que le encantaban esa clase de cosas y no dejo pasar la oportunidad de demostrar su emoción -Osakakakaka parece un zombi al que se le han descosidos las costuras- se carcajeo ruidosamente el enorme mink, demostrando el tamaño de sus pulmones al sobrepasar el volumen de las risas de los demás.
-Bien, creo que es mi turno, voy a ser sincero, no recordaba la apuesta, por lo que no creo poder estar al nivel de los demás, pero igual quiero participar- mientras decía eso el mink sacaba de uno de los bolsillos de su pantalón un par de prendas en mal estado y las dejaba sobre la mesa, estas eran el pantalón y la ropa interior aun húmedas y olorosas de la oficial de policía a la cual Zett dejo inconsciente de un rugido -pertenecen a una guardia con la cual me cruce a la vuelta y que casi me pilla, tuve que dejarla inconsciente sin hacerla daño, por lo que lanza un rugido junto a su cara asustando la hasta que perdió la conciencia- Zett se mostraba orgulloso por su acto de ser capaz de dejar inconsciente a una persona solo con su rugido.
La fiesta siguió su curso y todos comenzaron a enseñar los resultados de sus búsquedas, todos bastante peculiares y sorprendentes, la demostración de Ord dejo a todos alucinados con lo ocurrido, pareciese un numero de magia por la manera en que fue llevado a cabo por el doctor, Zett estaba especialmente entusiasmado, ya que le encantaban esa clase de cosas y no dejo pasar la oportunidad de demostrar su emoción -Osakakakaka parece un zombi al que se le han descosidos las costuras- se carcajeo ruidosamente el enorme mink, demostrando el tamaño de sus pulmones al sobrepasar el volumen de las risas de los demás.
-Bien, creo que es mi turno, voy a ser sincero, no recordaba la apuesta, por lo que no creo poder estar al nivel de los demás, pero igual quiero participar- mientras decía eso el mink sacaba de uno de los bolsillos de su pantalón un par de prendas en mal estado y las dejaba sobre la mesa, estas eran el pantalón y la ropa interior aun húmedas y olorosas de la oficial de policía a la cual Zett dejo inconsciente de un rugido -pertenecen a una guardia con la cual me cruce a la vuelta y que casi me pilla, tuve que dejarla inconsciente sin hacerla daño, por lo que lanza un rugido junto a su cara asustando la hasta que perdió la conciencia- Zett se mostraba orgulloso por su acto de ser capaz de dejar inconsciente a una persona solo con su rugido.
Zett
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ange Lun Jul 11, 2016 9:54 pm
Zett puso una botella de buen vino frente a la pelinegra en el momento que se acercó al grupo que se había formado por muchos de los participantes de aquel atraco, con el fin de evaluar los “objetos extraños”, aunque un comentario sobre los grumetes hizo que la capitana les mirase con cierta irritación -Pues razón llevas con lo de la bebida Zett, jaja- comentó entre risillas la capitana sabiendo que dentro de poco tendría que ponerle un límite a esos grumetes que tomaban como barriles sin fondo, lanzo una jarra para que le prestaran atención e hizo un gesto con la mano que los grumetes interpretaron correctamente como un “tomen menos o me los cargo”.
Finalmente había llegado el momento de que los tripulantes presentaran sus peculiares hallazgos ante el jurado, es decir su capitana, Frisk fue la primera en presentar algo realmente desagradable, la historia que contaba solo incrementaba el deseo de la pirata por saber a quién pertenecía aquel trozo de dentadura dorada para ir y romperle la cara por ser tan desagradable, fuera quien fuera aquel individuo merecía algún trágico destino por sus asquerosidades.
Tras la breve presentación de Frisk el medico brujo, el más terrorífico y gentil de entre los dragones fundadores, cual espectáculo de magia Ord se segmento a sí mismo para tener la misma altura de su capitana y abrazarla como le había sido solicitado, como si de una niña pequeña con un juguete o alguna animalito se tratara la cyborg abrazo al brazos largos dejando salir un grito de emoción mientras saltaba y su ojos resplandecían con el fulgor de ver algo extremadamente interesante ocurrir ante sus ojos, un espectáculo único en el mundo y algo realmente interesante estaba ocurriendo ante los miembros de Wild Dragons.
La pelinegra seguía sin terminar de reírse y gozar del espectáculo generado por su compañero el brazos largos sin brazos cuando comenzó a alabarlo -Eso fue asombroso Ord, simplemente fabuloso, magnifico, genial.- dijo con rápidas la capitana llena de infantil emoción mientras sonreía ampliamente, como un niño pequeño delante de uno de sus grandes ídolos.
El próximo en demostrar cuan bizarros objetos habían encontrado en su atraco fue el magnánimo señor de la cocina del Wind, Rida Sarwick quien mostraba un bizarro amuleto mientras posaba llenando de carcajadas a la capitana y más de un borracho grumete haciéndose, cuanto menos, de la simpatía y el segundo lugar en aquel concurso de rarezas y bizarradas que desfilaban en el barco pirata durante aquella divertida noche de atracos y sonrisas.
Como último integrante de aquel concurso de objetos extraños el de Zett era un tanto menos desagradable que el objeto presentado por frisk, bueno los objetos de Zett ya que constaba de ropa femenina húmedas -Bien hecho al no lastimarla Zett, aunque el trauma fijo de ha llevado... y apuesto a que más de un hombre le gustaría poder decir que ha hecho que una mujer "mojara las bragas" en el tiempo que lo habrás hecho con tu rugido jajajaja- bromeo la capitana demostrando una vez más su absoluta falta de finura y feminidad por fuera de sus rasgos físicos, siendo tan bien hablada como los borrachos grumetes que deambulaban ya sin poder tomar bajo las amenazas de la fémina que guiaba el barco.
-Bueno, supongo que todos estamos de acuerdo en quien ese el ganador de esta apuestas, el dragón brujo, nuestro dragón de blanco y negro Ord es el indiscutible ganador del desafío de la noche jajaja, como todos trajeron objetos supongo que no hay castigo para ninguno así que agradezcan que no tendrán que limpiar.- a viva voz afirmaba mientras sonreía la capitana -Está sin lugar a dudas fue una noche de sonrisas jajaja, disfruten la fiesta mis queridos camaradas porque para eso jajaja.- grito con entusiasmo antes de tomar una pata de pavo con la mano y comenzar a comer con voracidad uno de los ya muy alagados platillos del chef Sarwick mientras que se acercaba al medico brujo para dejar de hablar a los gritos, sin embargo tampoco dijo nada en voz baja -Ord, al terminar la fiesta pasate por mi camarote que te daré un premio extra por ganar la apuestas- dijo mientras que daba tragos a una jarra de ron confiscada a un grumete.
Finalmente había llegado el momento de que los tripulantes presentaran sus peculiares hallazgos ante el jurado, es decir su capitana, Frisk fue la primera en presentar algo realmente desagradable, la historia que contaba solo incrementaba el deseo de la pirata por saber a quién pertenecía aquel trozo de dentadura dorada para ir y romperle la cara por ser tan desagradable, fuera quien fuera aquel individuo merecía algún trágico destino por sus asquerosidades.
Tras la breve presentación de Frisk el medico brujo, el más terrorífico y gentil de entre los dragones fundadores, cual espectáculo de magia Ord se segmento a sí mismo para tener la misma altura de su capitana y abrazarla como le había sido solicitado, como si de una niña pequeña con un juguete o alguna animalito se tratara la cyborg abrazo al brazos largos dejando salir un grito de emoción mientras saltaba y su ojos resplandecían con el fulgor de ver algo extremadamente interesante ocurrir ante sus ojos, un espectáculo único en el mundo y algo realmente interesante estaba ocurriendo ante los miembros de Wild Dragons.
La pelinegra seguía sin terminar de reírse y gozar del espectáculo generado por su compañero el brazos largos sin brazos cuando comenzó a alabarlo -Eso fue asombroso Ord, simplemente fabuloso, magnifico, genial.- dijo con rápidas la capitana llena de infantil emoción mientras sonreía ampliamente, como un niño pequeño delante de uno de sus grandes ídolos.
El próximo en demostrar cuan bizarros objetos habían encontrado en su atraco fue el magnánimo señor de la cocina del Wind, Rida Sarwick quien mostraba un bizarro amuleto mientras posaba llenando de carcajadas a la capitana y más de un borracho grumete haciéndose, cuanto menos, de la simpatía y el segundo lugar en aquel concurso de rarezas y bizarradas que desfilaban en el barco pirata durante aquella divertida noche de atracos y sonrisas.
Como último integrante de aquel concurso de objetos extraños el de Zett era un tanto menos desagradable que el objeto presentado por frisk, bueno los objetos de Zett ya que constaba de ropa femenina húmedas -Bien hecho al no lastimarla Zett, aunque el trauma fijo de ha llevado... y apuesto a que más de un hombre le gustaría poder decir que ha hecho que una mujer "mojara las bragas" en el tiempo que lo habrás hecho con tu rugido jajajaja- bromeo la capitana demostrando una vez más su absoluta falta de finura y feminidad por fuera de sus rasgos físicos, siendo tan bien hablada como los borrachos grumetes que deambulaban ya sin poder tomar bajo las amenazas de la fémina que guiaba el barco.
-Bueno, supongo que todos estamos de acuerdo en quien ese el ganador de esta apuestas, el dragón brujo, nuestro dragón de blanco y negro Ord es el indiscutible ganador del desafío de la noche jajaja, como todos trajeron objetos supongo que no hay castigo para ninguno así que agradezcan que no tendrán que limpiar.- a viva voz afirmaba mientras sonreía la capitana -Está sin lugar a dudas fue una noche de sonrisas jajaja, disfruten la fiesta mis queridos camaradas porque para eso jajaja.- grito con entusiasmo antes de tomar una pata de pavo con la mano y comenzar a comer con voracidad uno de los ya muy alagados platillos del chef Sarwick mientras que se acercaba al medico brujo para dejar de hablar a los gritos, sin embargo tampoco dijo nada en voz baja -Ord, al terminar la fiesta pasate por mi camarote que te daré un premio extra por ganar la apuestas- dijo mientras que daba tragos a una jarra de ron confiscada a un grumete.
Ange
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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